Anda di halaman 1dari 19

1

LOS PERGAMINOS SECRETOS DEL MEJOR VENDEDOR

(Advertencia: la realidad se representa delante del telón

el recuerdo en el escenario)

P R I M E R A C T O

ESCENA 1ª (Delante del telón - puede decorarse - habitación oriental en un palacio de Goa con alfonfrans y cojines

por el suelo. Un bargueño en el centro que contiene un cofre con diez pergaminos. Entra Hafid, un anciano

comerciante ricamente vestido. Se va al centro de la escena y toma un espejo)

Hafid: - Sólo los ojos conservan mi juventud (toma una campanilla y la hace

sonar. Entra Erasmo su secretario , un hombre maduro, bien vestido)

Erasmo - Mis saludos, señor.

Hafid- ¿Cuántas riquezas hay acumuladas en mi tesoro?

Erasmo - En el último balance, más de 7 millones de rupias


de oro.

Hafid: - ¿Y si vendiera todo lo que hay en mis almacenes?

Erasmo: - Como mínimo 3 millones más

Hafid: - Pues no compres más mercancías, y da la orden de


vender y convertir en oro todo lo
que hay en los almacenes

Erasmo: - ¿He entendido bien, mi señor?. Este año ha sido el


más productivo. Hasta los portugueses empiezan a ser
nuestros clientes. Perdone que me entrometa en sus decisiones,
pero no lo entiendo...

Hafid: (Sonriente y echando la mano sobre el hombro de Erasmo en tono paternal)

- Mi buen administrador, ¿recuerdas cual fue mi


primera orden cuando empezaste a trabajar para mí?

Erasmo: - Sí, me encargó que distribuyera entre los pobres la


mitad de sus ganancias

Hafid: - ¿Y no pensaste que así no se puede prosperar en los


negocios?

Erasmo: - En aquel momento no pude entender nada

Hafid: - Y te equivocaste...Desde entonces nuestras rentas


1
siguen aumentando. Sigue fiándote de mí.Mira, Erasmo,
mi vida ya no puede durar mucho. Lisha y yo no necesitamos de
tanto como hemos acumulado a lo largo de los años.Atiende: vas
a escribir los documentos de propiedad a todos los que
administran mis bienes en las distintas ciudades de Oriente.
Además, les proporcionarás 5.000 talentos de oro para que
empiecen su propio negocio. ¿Te resulta desagradable?
Erasmo: - No, mi señor

Hafid: - No tengas miedo, Tu te quedarás con 50.000 talentos


de oro, y serás el heredero de este palacio de
Damasco con todos sus bienes.

Erasmo: - No lo merezco

Hafid: - Es el precio de tu fidelidad. Ahora ponte a


trabajar que a mi reloj de arena le quedan muy pocos
granos, y ya sabes que el tiempo vale más que el oro. Yo,
mientras tanto, he de cumplir una promesa que hice hace años.
(sale Erasmo)

2ª ESCENA (Por el extremo contrario entra Lisha, esposa de Hafid, anciana risueña, y se sienta en los cojines junto

a su esposo)

Lisha: - Lo he oído todo. Desde que te conocí de camellero


siempre me fié de tu mirada. Y esa no ha cambiado.
Parece como si vieras el camino que has de recorrer.

Hafid: - Mi amada Lisha. Tu has sido siempre mi mejor


compra, mi mejor negocio, mi mejor mercancía, ... mi
mejor...

Lisha: - No sigas

Hafid: - Si no esperara cada día estos momentos junto a ti,


te aseguro que hubiera abandonado en muchas ocasiones
esta vida dura de vendedor. No compensan tantos desvelos e
inquietudes. Pero tu te mereces todo esto, y me das energía
para continuar. Siempre pensaba: " no puedo decepcionar a
Lisha".

Lisha: - Y entonces, ¿por qué vendes todo, y dejas el


negocio en otras manos?

Hafid: - La generosidad ha sido siempre mi mejor negocio. Es


1
lo que más renta , aunque no lo parezca. Además... a
ti no te he puesto en venta (sonriendo, le da un beso en la frente) Ya que sigues
escuchando detrás de las cortinas para ser mi ángel del
recuerdo te voy a desvelar un secreto que guardo en este arca
misteriosa.

Lisha: - Ha sido lo que mejor has guardado. Nunca me has


dicho lo que contiene.

Hafid: - Y tu has sido siempre tan discreta que nunca me lo


has preguntado. Nos queda poco tiempo de estar
juntos, y tienes que saber el secreto del mejor vendedor del
mundo (saca de la faldriquera una llave y abre el bargueño. Saca el cofre con los pergaminos) He sido un
hombre feliz. He triunfado, he progresado, he alcanzado las
metas que me había propuesto...y todo eso se lo debo a la
sabiduría que contienen estos pergaminos.

Lisha: - ¿Qué es lo que contienen de tanto valor?


Hafid: - Todos estos pergaminos, con la excepción de uno,
contiene unos principios, una ley, con un lenguaje muy
sencillo para que lo entienda el que quiera ser el mejor
vendedor. Aprender para practicar.

Lisha: - Y el último pergamino ¿qué contiene?

Hafid: - El último es el primero, porque nos enseña el modo


de entender los restantes.

Lisha: - ¿Es difícil la lección?

Hafid. - Es fácil si se paga el precio de la constancia y


dedicación, hasta que cada sentencia se convierta en un
hábito de comportamiento.

Lisha: - (Coge un pergamino) ¿Por qué has mantenido este secreto para
todos?¿No podían haber aprendido muchos el arte de
vender?. No puedo pensar que has tenido miedo a la competencia
y a la lucha, porque tu siempre has dicho que eso era
imprescindible para vender más y mejor.

Hafid: - Hace muchos años, me confiaron estos pergaminos con


el juramento de guardarlos en secreto, hasta que
apareciera un hombre, con alguna señal desconocida para mí, que
me indicara que él era el único al que debiera confiarle y
entregarle los pergaminos. He esperado muchos años aplicando
para mí estas normas, y ya ves en lo que me he convertido. He
superado incluso la riqueza del que me los confió. Toda mi
sabiduría está aquí.Yo sólo me he limitado a cumplirla con
exactitud, día a día.
1

Lisha: - ¿Estás seguro que ese hombre aún aparecerá?

Hafid: - Naturalmente. Y tú también lo verás.(Se oscurece la escena y van

saliendo. Música oriental de fondo)

S E G U N D O A C T O

1º ESCENA (En el escenario mercado oriental en Jerusalen. Un toldo, una mesa que hace de mostrador, y muchos bultos

grandes. Patros, un mercader maduro detrás del mostrador. Está atareado ordenando los bultos. Entra Hafid de joven,

con pantalones hasta media pantorrilla, sandalias y ropa pobre)

Patros: - Shalom. La paz desde por las mañana. ¿Qué tal has
descansado?

Hafid: - Son demasiados camellos los que tengo que vigilar y


cuidar en estos días de mercado.

Patros: - ¿Me estás diciendo que no estás contento con tu


trabajo?

Hafid: - Es que..

Patros: - ¿Qué?

Hafid: - Mi señor... Yo quiero ser vendedor como ud., como


Hadid, como Caleb, en lugar de cuidar camellos

Patros: - !Ay los jóvenes! . Siempre os gusta más hacer lo


que no hacéis, que en lo que estáis cada día.No sabes lo
que es ser vendedor.

Hafid: - Por eso, mi señor. Quiero probar. Cargar de


mercancías los camellos y volver con los bolsillos
repletos de monedas de oro para ud, y para mí. De camellero no
puedo ser rico ni tener éxito

Patros: - ¿Crees que eres capaz de trabajar como esos


vendedores que envidias?

Hafid: - Otros más torpes como Caleb han aprendido sus


enseñanzas. ¿No cree que yo soy más despierto?

Patros: - Si adquieres estas enseñanzas ¿cuál sería tu meta


en la vida?

Hafid: - Ser como mi señor. Incluso más, el mercader más


grande del mundo.

Patros: (Pone las manos sobre sus hombros para mirarle fijamente)
1
- Las riquezas, hijo mío, no deben de ser jamás la
meta de tu vida. La verdadera riqueza es el corazón.

Hafid: - Eso es fácil decirlo cuando se tienen tantos bienes

Patros: - Hafid. No hay diferencia entre un pordiosero y yo.


El piensa en la próxima comida; yo, en la comida que
será la última. No trabajes por enriquecerte. Esfuérzate por
ser querido y amar, y lo que es más importante...procura
alcanzar la paz.

Hafid: - ¿Cree que estando con el estómago vacío se puede


estar en paz? ¿Cómo voy a demostrar a los demás que los
quiero, si no les puedo dar limosnas generosas como lo hace mi
señor?

Patros: - ¿Qué ha despertado tu ambición, pequeño?. Hablas de


preocuparte por una familia y no eres más que un
huerfanillo.

Hafid: (Bajando la voz y la cabeza)

- ...en el último viaje...conocí a la hija de


Caleb... Ella.. ella...

Patros: - !Ah! , ahora si que está todo claro. El amor , y no


el dinero y el éxito han cambiado el corazón de un
camellero. Caleb es hombre rico. ¿Su hija con un camellero? !
Nunca! ¿Pero con un mercader, rico, joven ambicioso...? Eso es
otra cosa.Muy bien. Yo te voy a ayudar.

Hafid: (Se pone de rodillas ante Patros)

- ¿Cómo puedo agradecérselo?


Patros: - No me agradezcas nada (retirándolo) porque vas a tener que
ser tú mismo el que lo consigas.

Hafid: - ¿Me enseñará los principios y leyes del gran


vendedor?

Patros: - No te apresures. Veo en tus ojos la sana ambición.


Ahora tendrás que soportar la dura lucha por vender
producto a producto. Muchos empiezan su marcha con miedo a los
obstáculos. No valen para vendedor, porque los obstáculos son
los amigos para llevarte al éxito. Cada fracaso, acrecienta la
destreza y la fuerza, el valor y la confianza.

Hafid: - Sí, mi señor

Patros: - Te embarcarás en la profesión más solitaria. Te


hallarán durante muchas puestas de sol lejos de tus amigos
1
y de tu hogar. Cuando pases ante una ventana y veas a una
familia alrededor del pan tierno, sentirás la tentación de
abandonarlo todo. Cuando duermas solo junto a tu camello
inseparable, tu imaginación volará para contarte fantasías, que
te hagan olvidar tu realidad.

Hafid: - No lo olvidaré. Siga.

Patros: - Por ahora no soportas más consejos. Cuando llenes


tus alforjas de experiencia, entenderás más cosas.

Hafid: - ¿Cómo empezaré?

Patros: (Busca entre los paquetes y saca una túnica blanca)

-Toma. Es una hermosa túnica sin costura, del color


de la nieve del Líbano. En el borde lleva una estrella que es
la marca de Tola, el mejor fabricante, y mi emblema, un círculo
dentro de un cuadrado. Ambas son de garantía. Son muy
apreciadas por los judíos, y hoy aquí, en el mercado de Belén
hay más movimiento que de costumbre. Aunque son muy pobres para
compras de tanta calidad. Quédate aquí hasta que la vendas.

Hafid: - ¿Qué precio debo ponerle?

Patros: - Yo te voy a reclamar un denario. De manera que lo


que sobre, es para ti. Tu marcas el precio. Puedes
quedarte aquí, o ir por las casas. !Ah!, no pondré a nadie en
tu puesto de camellero. Si fracasas volverás a él, pero no te
avergüences del fracaso. Es señal de que lo has intentado, y
eso ya es el comienzo del éxito. Cuando vuelvas, y me cuentes
tu aventura, te seguiré instruyendo, para que alcances tus
sueños estrafalarios.
(Hafid hace ademán de salir corriendo) !Hijo, no corras! Aprende primero el
precepto que debes recordar al comenzar esta nueva vida." El
fracaso no te sobrecogerá nunca si tu determinación por
alcanzar el éxito es lo suficientemente poderosa". ¿Comprendes
lo que significan estas palabras?

Hafid: - Si, mi señor.

Patros: - Entonces: repítelas

Hafid: - " El fracaso no me sobrecogerá nunca si mi


determinación para alcanzar el éxito es lo suficientemente
poderoso" ( muy despacito)
(Hafid se marcha de la escena y se queda pensativo Patros. Se apaga la escena y se escucha música

oriental)
1
2ª ESCENA: (Hafid, cansado, tumbado sobre los fardos, pensativo. Se escucha su propia voz, en of, en un magnetofón)

Hafid: - Nada. Nadie quiere escuchar mi historia. No consigo


cautivar la atención ni un momento. Antes de
pronunciar palabra, ya me han dado la espalda. ¿Es que son
todos tan pobres en Jerusalén?. A algunos les gusta el manto,
pero no el precio. Y cada hora que pasa me siento más nervioso.
De camellero era más fácil ganar unos cobres. Los limpiabas y
tenías la recompensa. Lisha..., Lisha...(se levanta y va hacia el mostrador) !
Mañana lo vendo! Subiré hasta el mercado del Templo, y allí
seguro que convenceré a los más pudientes. El género es bueno
(manosea el manto). Patros se sentirá orgulloso de mí. Yo solo, en dos
días, vendí la mercancía. Me enseñará más y venderé muchísimo
más. (En tono entusiasta)
(Entra en escena, despacio, Ignacio de Loyola, con túnica de peregrino, cojeando, con bastón y alforja, y una escudilla en la

mano. Se acerca al mostrador de Hafid.)

Ignacio: - En nombre del Dios en el que creas. ¿No te habrá


sobrado algo de caldo de la noche, o un mendrugo de pan,
con el que pueda tranquilizar mi estómago esta noche?

Hafid: - Tiene aspecto de cristiano. Yo tampoco soy de estas


tierras. Vengo de la India. Soy mercader de especias
y de todo lo que se pueda vender. Poco te puedo remediar porque
no he conseguido vender estas túnicas.
( Ignacio manosea una túnica. Como hablando para él mismo)

Ignacio: - ... vestirme con la librea de Jesús... Recorrer las


aldeas y castillo por donde pasó Jesús, para ser como
El. Vivir de limosna, predicar sus palabras, y si fuera preciso
sufrir burlas y desprecios, con tal de parecerme a Cristo.
Morir, si fuera preciso, con tal de ser como El.

Hafid: - ¿De quién habla?

Ignacio: - Tu no sabes nada de esto. Pero hace 1.500 años, en


estas mismas tierras, vivió un tal Jesús, nacido a
unas leguas, en Belén...

Hafid: - Sí, el que vosotros, los cristianos, decís que es


Dios

Ignacio: - No tuvo reparo en dejar el trono del Cielo para


vestirse una túnica como ésta. (Sigue manoseándola y como extraído),
haciendo el bien y enseñando a ser generosos hasta quedarse sin
nada

Hafid: - Mire... está saliendo la luna llena entre


nubarrones de la tormenta. En mi tierra es un signo de buen
1
augurio. Su mirada tiene una luz muy especial. ¡Su vida va a
dejar huella!

Ignacio: - Tu también serás feliz, porque sabes soñar y


obedecer

Hafid: - Llévese la túnica. Se ve que le ha gustado

Ignacio: - No tengo con qué pagarla

Hafid: - Se la regalo.(la recoge para dársela). Mi patrono me ha dicho


que la generosidad es el comienzo del éxito de un
vendedor.

Ignacio: - Sólo te puedo dar esta pluma y este tintero. Los


llevo siempre conmigo. Me gustaría que los usaras cuando
tu negocio prospere y tengas que hacer prolongadas cuentas

Hafid: - Si te la aceptase, no tendría la alegría de la


generosidad. Para ti son más útiles, Gracias. Sólo, como
recuerdo, escríbeme tu nombre en un papiro. Lo guardaré como un
amuleto de buena suerte. (Ignacio saca un papel, firma, y se lo entrega)

Ignacio: - ¡Dios nos acompañe!

Hafid: - Amén. Que así sea. (y se queda admirado por la luz, mientras desaparece Ignacio.

Música. Hafid se echa a dormir)

3ª ESCENA. (Se va encendiendo la escena. Hafid se despierta y empieza a trajinar. Voz en of en el magnetofón)

Hafid: - !Soy un necio! !Vaya negocio!, !regalar mi primer


producto a un mendigo! ¿Qué le voy a decir a Patros?
Se reirán todos de mí... Podría inventar cualquier historia de
un robo...Pero, yo no sé mentir...me lo notaría enseguida.
Además... me acusaría de descuidado, que es aún peor. (Entra Patros)

Patros: - Shalon, Hafid. No veo la túnica sobre el


mostrador. ¿No me digas que la has vendido al primer día?

Hafid. - Verá mi señor. Empecé de madrugada mi oficio de


mercader. "¿No quiere una túnica de una pieza?". ! Qué
ingenuo! Mis primeros compradores eran mercaderes como yo que
se preparaban para el negocio. Apareció un soldado sarraceno, y
como no accedí a rebajarle el precio, me tiró la túnica a la
cara. Sólo una mujer se detuvo, pero se marchó desilusionada
porque era una talla muy grande.
1
Patros: - Pero no me cuentes las anécdotas. Me interesa saber
lo que pasaba por tu corazón y tu fantasía.

Hafid: - Pensaba que no valía; que era demasiado joven; que


me faltaba paciencia, ingenio; en fin, que me había
equivocado.

Patros: - Pero seguiste. ¿Qué te daba nuevos impulsos para


convencer al siguiente?

Hafid: - La hija de Caleb. Lisha. Veía sus ojos morenos como


sus cabellos, su sonrisa, su voz tan dulce...No podía
perder aquel premio...!Ah! y también a mi señor. No debía
defraudarle...Pero de todos modos... fracasé.

Patros: - ¿Cómo me dices que has fracasado? ¿En dónde está la


túnica?

Hafid: - Se puso el sol, y no la había vendido. Me quede


desolado pensando en mis fallos, repasando cada gesto y
cada palabra. Volvía a soñar nuevos trucos. A media noche,
cuando sólo es testigo el firmamento, pasó por delante del
mostrador un mendigo, pero no parecía un mendigo común. Hablaba
con educación. Sus manos eran finas. Sus ojos le brillaban y
observaba todo. Parecía estar obsesionado por algo. Me sentía
como ante un sabio que te adivina el pensamiento. Mi señor,
(sollozando a sus pies), no sé lo que me pasó, pero me levanté y le regalé
la túnica... Cuando me quise dar cuenta de la locura que había
hecho, de entregar mi futuro y porvenir de vendedor, ya había
desaparecido. Pero, mi señor, algo extraño sucedió. La luna
salió entre los nubarrones, y yo me sentí más feliz que si ya
tuviera toda su fortuna. Como ve, no sirvo para vendedor.
Tendré que volver con sus camellos.

Patros: - No has fracasado, Hafid. (le levanta). Yo tampoco he


dormido bien esta noche. También la he visto más luminosa.
Presiento que, ver luz en la oscuridad, es signo de que mi fin
está próximo ¿Por qué veremos tan claro al despedirnos de las
riquezas almacenadas, de los éxitos alcanzados, de la vida...?.
Espera- (Patros entra en la casa. Hafid se queda paseando. Patros sale con un cofre)

Patros: - Hace muchos años, cuando yo era aún más pobre que
tú, salvé la vida a un viajero de Oriente, que había sido
asaltado por ladrones. Me insistió a que sirviera en su casa.
Pasaron algunos años, feliz en su servicio. Un día me enseñó un
cofre con diez pergaminos numerados. El primero contenía el
secreto de la sabiduría. Los restantes, los principios para ser
el mejor vendedor. Me enseñó a practicar una por una aquellas
leyes, hasta que se convirtieron en un hábito.
1

Hafid: - ¿Los manuscritos están es ese cofre?

Patros: - Exactamente. Me lo regaló con 50 monedas y una


carta sellada. Sólo podía abrirla cuando me alejara 100 leguas
del lugar. Cuando lo pude abrir, me ordenaba que gastara el
dinero aplicando las leyes del mercader; que siempre repartiera
la mitad de mis ganancias entre los menos afortunados, pero
que aquellos pergaminos no podía compartirlos con nadie, hasta
que recibiera una señal especial que me indicara a quién
debería entregárselos. (pausa) Ese eres tú.

Hafid: - No lo entiendo

Patros: - La luna nos lo ha dicho. Cuando me contabas tu


fracaso por regalar la túnica a aquel mendigo, cuando me
explicabas la paz que sentiste y cómo la noche se te hizo de
día, comprendí que estaba ante el hombre que debería recoger mi
cofre. (Le entrega el cofre).Siento un gran alivio. Me parece como si
hubiese terminado mi historia.

Hafid: - Y ahora, ¿qué debo hacer, mi señor?

Patros: - ¿Es que has olvidado que tienes que ser el mejor
vendedor para ganarte la mano de la hija de Caleb?. Ponte
en marcha hacia Goa. Allí es más fácil. En el camino lee
primero el pergamino, y ponte con todo tesón a practicarlo.
Serás el más grande vendedor. Pero tienes que cumplir también
la promesa de que no compartirás los secretos de los
manuscritos hasta que a ti también se te presente una persona,
que con alguna señal misteriosa, te indique quién es el
siguiente relevo El que lo reciba por tercera vez, ya no tendrá
que guardar el secreto, porque tendrá que anunciarlo a todos.
¿Me prometes que lo vas a cumplir?

Hafid: - Sí, mi señor.

Patros: - Pues anda. No esperes más. Cuanto antes empieces,


antes alcanzarás a Lisha!Que seáis felices como lo he
sido yo! (Hafid toma el cofre, sale despacio, dice la frase y mira a Patros que le despide)

Hafid: -"¿El fracaso nunca me sobrevendrá, si mi


determinación para alcanzar el éxito es lo
suficientemente poderosa?"

T E R C E R A C T O
1
1ª ESCENA
(En el desierto. Fondo claro para poder proyectar diapositivas. Alto en el camino. Paquetes amontonados sobre los

que se proyectará con retroproyector el texto de los pergaminos. Hafid está solo. Saca de un equipaje un cofre, lo abre y

empieza a leer los pergaminos, con mucho cuidado y nervioso)

Hafid: - !Qué necio soy al soñar que yo, simple camellero,


seré aclamado como el mejor vendedor del mundo! Si soy un
muchacho temeroso que no sé enfrentarme a los astutos
mercaderes de Damasco...Mi señor, temo fracasar de
nuevo...Recuerda, Hafid:" El fracaso no te sobrecogerá...". Hoy
comienzo una nueva vida en donde no puede entrar el fracaso.
Debo tener paciencia porque el olivo no crece en pocos años.
(Abre el primer pergamino, sentado en la arena)

"Me formaré buenos hábitos, y seré el esclavo de mis


hábitos
(En tono solemne continúa leyendo)

"Cuando era niño era esclavo de mis impulsos. Ahora soy


esclavo de mis hábitos. Mis acciones son gobernadas por el
apetito, la pasión,el prejuicio, la avaricia, el amor, el
hábito. Y la peor de todas las tiranias es el hábito. Si tengo
que ser esclavo de mis hábitos, que sean buenos. La clave del
éxito son los buenos hábitos. He de leer diariamente estos
pergaminos, hasta que se filtren en mi mente, y me digan
siempre cómo debo actuar. Hoy comienzo una nueva vida."
(Deja el pergamino. Se queda pensativo. Toma el 2º y se pone a leerlo paseando)

"Saludaré este día con amor en mi corazón"


"La fuerza muscular puede partir un escudo, pero sólo la
fuerza del amor puede abrir el corazón del hombre. Podrán
contradecir mi razonamiento; podrán desaprobar mi modo de
vestir; podrán rechazar mi rostro; y hasta podrás sospechar de
mis ofertas especiales. Y sin embargo mi amor les derretirá el
corazón. Contemplaré todas las caras con amor. Amaré el sol
porque me calienta, la luz porque me enseña el camino, y la
misma oscuridad porque me enseña las estrellas. Elogiaré a mis
enemigos, y se convertirán en amigos; animaré a los amigos, y
se convertirán en hermanos. Me morderé la lengua ante el chiste
fácil. Amaré al que tenga ambiciones porque podrá inspirarme, y
al que fracasa porque podrá enseñarme. Amaré a los reyes porque
son humanos, y a los humildes porque son divinos. Ante la
conducta de los demás reaccionaré con amor, porque es el escudo
para resistir las lanzas de la ira. Cuando alguien se me
acerque, diré en mi interior que le quiero, para que asome en
mi mirada el cariño, y mis palabras adquieran el tono de la
verdadera convicción. Y, sobre todo, me amaré a mi mismo. Por
lo tanto vigilaré mi cuerpo y mi mente, para que no me dominen
y me empequeñezcan. Desde este momento todo el odio se ha
extraído de mis venas, porque no tengo tiempo para odiar".
(Toma el pergamino 3º)

"Persistiré hasta alcanzar el éxito


(Lo va repitiendo mientras aprecen diapositivas que simbolicen el éxito)(II,70-29) (IV,70-58) (II,71-23) (IV,51-25)

(V,52-18) (I,52-2) (I,51-7) (J,65-34) (J,63-23)


1
-Borraré de mi vocabulario "abandono", "imposible","
retirada", "desesperación"," no puedo".

(Toma el pergamino 4º)

"Soy el milagro más grande la naturaleza"


(Con el pergamino entre las manos paseando, habla consigo mismo. Voz en of)

!Evidente! !Soy original! Nadie puede ser como yo. No


pueden firmar como yo. Tengo mi tono de voz, y mis huellas en
las manos. Debo ser original también en mi modo de vender. !No
tango que imitar a nadie, porque nunca podría ser como él! !
Tengo que ser yo mismo! !Soy un milagro!. No estoy de
casualidad en la tierra. Estoy hecho para triunfar y ser feliz.
No me puedo conformar con hacer todo a medias, porque
estropearía mi milagro. Si la naturaleza no conoce la derrota,
¿la voy a conocer yo, que fui engendrado por amor, y traído a
este mundo con una intención?
(Toma el pergamino 5º)

"Viviré este día como si fuera el último de mi vida"


(Con series de diapositivas apoyando cada frase)

"No me lamentaré del pasado" (VI,73-56)


"Mañana. No puedo hacer que amanezca dos veces"
(VI,73-53)"Ayer y mañana no existen" (V,73-45)
"Sólo el presente" ((R,7-8)
"Hay que aprovechar cada gota antes de que se vaya al río"
(J,72-56)
"Tengo aún la oportunidad de amar con mi trabajo"
(III,81-12) (Se oscurece un poco la escena)

- El día se va apagando. Estoy cansado. Son demasiadas


enseñanzas para un aprendiz. !Pero...tengo que asimilar todo
antes de que caiga el sol, para que mi sueño repase las
lecciones. (Rebusca entre el equipaje y saca un mendrugo de pan y un pellejo de vino). Hoy mastico
pan y calmo mi sed con un poco de vino de Galilea. Si practico
lo aprendido y lo que queda aún, me sentaré a una mesa con los
mejores manjares, invitaré a mis sabios amigos, y mis hijos se
criarán como árboles junto a la acequia. Tengo que continuar.
(Sentado en los fardos. Abre el pergamino 6º)

"Hoy seré dueño de mis emociones"


(Se quita un collar que lleva al cuello y juega con él como si fuera un péndulo)

"Soy como un péndulo que va de derecha a izquierda, del


llanto a la risa, de la euforia a la melancolía, de la
actividad a la pereza,de la luz a las tinieblas. Recordaré el
viejo proverbio:Débil es aquel que permite que sus pensamientos
controlen sus acciones; fuerte es aquel que empuja a sus
acciones para controlar sus pensamientos"
(Deja la lectura, y mirando al horizonte sigue pensando. Voz en of)

- Por eso; si me siento deprimido, cantaré


si siento miedo, levantaré la voz
1
si me siento inseguro, me lanzaré adelante
si me siento incompetente, recordaré mis éxitos
si alcanzo las riquezas, recordaré las bocas hambrientas
si me siento superior, recordaré que fui camellero
si disfruto de la alabanza, recordaré mis sonrojos.
(Coge el pergamino 7º. Diapositivas)

"Me reiré del mundo"


Diapositivas de desgracias y éxitos alas que va respondiendo:) (V,00-90) (V,81-20) (V,OO-86)

(V.90-66) (V.23-52) (V.00-97) (V.00-95) (VI,01-43) (J,00-86) (I,90-9) (J,00-116) (J,65-53)

"Esto pasará también"


(Diapositivas de niños sonrientes, a lo que comenta)

"Tengo que volver a ser niño"(IV,00-72)


(Diapositiva de pobre sonriente)

"Y mientras pueda sonreír, no seré jamás pobre, porque


sólo con la risa se disfruta de la felicidad. (J.65-26)

oma el pergamino 8º)

"Hoy multiplicaré mi valor en un cien por cien"


(Diapositivas de contrastes de cosas grandes y pequeñas)(V.70-84) (I.12-2) (V.72-45) (V.72-56) (V.70-75) (III,70-52)

(IV,62-14) (I.81-7) (IV,71-53) (I.71-19) (III,30-32) (III,30-31) (V,31-15) (V,32-7) (J,72-55) (IV,73-37) (I,72-17) (I,72-19)

(Toma el pergamino 9º. Voz en of)

"Sin la acción todo se convierte en sueño, y termina en


fustracción. El temor sólo se espanta plantándole cara. Dejar
para mañana la tarea, es renunciar a hacerla.Repetiré estas
palabras al saltar de la cama, y mientras me atrapa el
sueño.Las repetiré antes de vender, de llamar a la puerta del
comprador. "Mañana" es la palabra que pronuncia el vago, el
malvado y el débil, pensando que va a cambiar al día siguiente.
Y yo no soy ninguno de esos."
- Si me demorase en un día podía perder a Lisha. Vamos con
el último.
(Pergamino 10º.Lee el pergamino, pero no pronuncia palabra. Hace ademán de leerlo entero. En el retroproyector no

aparece ningún texto. A medida que lee se va incorporando. Deja el pergamino y se pone a rezar al estilo de los orientales con

las rodillas en tierra y agachado. Voz en of. Durante la oración van apareciendo los textos de los pergaminos en el retro)

Oh creador de todas las cosas ayúdame. Porque hoy me


interno en el mundo desnudo y solo, y sin tu mano que me guíe,
que extraviaré del camino que conduce al éxito y la felicidad

No pido, ni oro, ni ropas, ni aún las oportunidades en


consonancia con mi habilidad; en cambio, ayúdame a fin de que
adquiera habilidad para aprovechar mis oportunidades.

(9). Tu le has enseñado al león y al águila cómo cazar y


prosperar con sus dientes y sus garras. Enséñame a cazar con
palabras y a prosperar con amor, para que sea un león entre los
hombres, y águila en el mercado.

(3). Ayúdame a permanecer humilde en los obstáculos y los


fracasos;sin embargo, no ocultes de mi vista el premio que
acompañará a la victoria.
1
(7). Asígname tareas en cuyo desempeño otros hayan
fracasado; sin embargo guíame a fin de que pueda arrancar las
semillas del éxito de entre los fracasos. Confórtame con
temores que templen el espíritu; sin embargo, concédeme el
valor de reírme de mis dudas.

(5). Dame un número suficiente de mis días para alcanzar


mis metas;y sin embargo, ayúdame para vivir hoy como si fuera
el último día.
(8). Guíame en mis palabras a fin de que produzcan frutos.
Sin embargo,sella mis labios para que no digan chismes y nadie
sea calumniado

(6). Disciplíname, a fin de que adquiera el hábito de no


cejar nunca; Ponme alerta a fin de reconocer la oportunidad; y
sin embargo, otórgame la paciencia que concentrará mis fuerzas.

(1). Báñame en buenos hábitos a fin de que los malos se


ahoguen; sin embargo, concédeme compasión para las debilidades
de los hombres. Déjame saber que todo pasará; sin embargo,
ayúdame a contar mis bendiciones de hoy.

(2). Exponme ante el odio a fin de que no sea extraño; sin


embargo, llena mi copa de amor a fin de que pueda convertir a
los extraños en amigos.

(4). Pero que todas estas cosas sean así si es tu


voluntad. Soy tan solo un pequeño y solitario grano de uva que
se aferra a la viña, y sin embargo, me has hecho distinto a
todos los demás.En realidad debe de existir un lugar especial
para mí. Guíame. Ayúdame. Señálame el camino.

( ). Déjame que llegue a ser todo lo que tienes planeado


para mi, cuando mi semilla fue plantada y seleccionada por ti
para germinar en la viña del mundo,

Ayuda a este humilde servidor.

Guíame, DIOS.
(Se apaga la escena y música oriental)

C U A R T O A C T O

(Delante del telón - la realidad - vuelve a aparecer la escena como termina el primer acto, pero al fondo de sigue

viendo el escenario del desierto. Sentados en los cojines hablan Hafid y Lisha)
1
Hafid: - El resto de la historia te la sabes tú aún mejor.
Con mis primeros ahorros me fui hasta tu padre y te compré.

Lisha: - ¿Fui barata o cara?

Hafid: (la coge de la mano) !No tienes precio! Fíjate, he ordenado


vender todo pero a ti no. Ahora mi única felicidad es
mirarte, y dejarme mirar por ti. (Se le queda mirando un rato)
(Entra Erasmo en escena. Se detiene un momento. Carraspea para hacerse notar)

Erasmo: - ¿Interrumpo?

Hafid: - Pasa Erasmo. ¿Qué nuevas me traes que entras tan


inquieto?

Erasmo: - Mi señor. Hay un mendigo en la puerta recientes,


que insiste en ver a mi señor. Le di las monedas de las
limosnas, y las rechazó.Es un personaje extraño. Habla con
soltura, y por sus ojos vivarachos se asoma un gran
inteligencia. Es correcto y persiste en verle.

Hafid: - Hazle pasar.


(Entra Javier, pordiosero, con un zurrón al hombro, conducido por Erasmo)

Javier: - ¿Es ud. al que llaman el vendedor más grande del


mundo?

Hafid: - Hasta hace poco, sí. ¿Qué quieres de mí?

Javier: - Me llamo Francisco. Como ve, no soy de su pueblo.


He venido de las lejanas tierras de Europa. No soy un
mercader portugués de los que desembarcan en el puerto de Goa
para cargar sus barcos con las preciadas especies de canela,
clavo, y pimienta.

Hafid: - Pero siéntate, que de pie solo hablan los esclavos,


y veo que eres un hombre libre.

Javier: (Se pone sentado sobre los talones delante de Hafid)

- Llegué a la India hace cuatro años. Soy misionero


católico, una especie de gurú que enseño la doctrina de Jesús
de Nazaret, un judío nacido en Jerusalén hace 1.500 años.

Hafid: - Algún rumor ha llegado aquí, de que curaba incluso


a leprosos

Javier: - Yo nací en un castillo, en Javier,un pueblecito del


Reino de España. Mis padres quisieron que estudiara
Derecho en la mejor Universidad de Europa, en París. Allí
1
conocí a un compañero maduro, que cojeaba por una herida
recibida en las murallas de Pamplona, cuando aún era capitán.
Aquello le hizo cambiar de vida. Quería formar, con un grupo de
universitarios, una especie de sociedad, al servicio del Papa
de Roma.

Hafid: - No sé qué tengo yo que ver con eso

Javier: - Había estado en Jerusalén como peregrino. Los


turcos le expulsaron de las tierras de Jesús. No
querían allí cristianos. Volvió a Europa, y a pesar de sus 35
años comenzó por las primeras letras en España, hasta terminar
en París, en dónde le conocí.

Hafid: - Conozco también Jerusalén. ¿Recuerdas, Lisha?

Javier: - En Francia hicimos una promesa de volver todos


juntos a Jerusalén. Pero los turcos no daban visados ni a
los mercaderes italianos

Erasmo: - ¿Y qué hicieron entonces?

Hafid: - Erasmo, deja a nuestro huésped que termine

Javier; - Nos dispersamos por toda Europa. Pero a mi el Rey


de Portugal me pidió que viniera a estas tierras de la
India a predicar la doctrina de Jesús aprovechando los viajes
de los mercaderes portugueses.

Hafid: - Los comerciantes llegamos a todos los rincones del


mundo!

Javier: - LLevo 4 años hablando a esta buena gente. No me


entendían ni con traductores. Tenían ya sus dioses y
templos. No les interesaban mis palabras. Entonces un anciano
sabio me dijo:" Portugués, tus palabras no venden. Vete al
palacio de Hafid donde vive el mejor vendedor de la India y él
te enseñará".

Lisha: - Es el que esperabas! (Le toma de la mano a Hafid)

Hafid: - De joven, cuando empecé mi oficio de mercader,


conocí en Jerusalén a un peregrino europeo que también
cojeaba como tu amigo. Muy persuadido debía de estar cuando
terminó allí. Me gustan las historias de hombres convencidos.
Háblame de tu amigo
(Pone la mano sobre el hombro de Javier)
1
Javier: (Van apareciendo diapositivas de la Vida de S.Ignacio, a medida que habla Javier)

- El décimo tercer hijo de una familia noble del valle de


Loyola ( ). Educado en la Corte de los RR. Católicos de España
para ser un leal caballero( ). Defendió las murallas de la
cuidad de pamplona, hasta que cayó mal herido por la bala de un
cañón ( ). Convaleciente de sus heridas, después de varias
operaciones en vivo que no remediaron su cojera, mató el tiempo
leyendo vidas de nuestros héroes cristianos y de nuestro
Fundador Jesús. Cambiaron su vida por completo ( )

Hafid: - Así habla el destino.

Javier: - Se convirtió en un inquieto peregrino, maltratando


su cuerpo con penitencias y ayunos.( )

Hafid: - Parecido a nuestros faquires

Javier: - Quiso ser tan parecido a Jesús, que no descansó


hasta embarcarse para Israel, y pisar con sus propios pies
maltratados, los mismos caminos que recorrió su ahora nuevo
Capitán ( )

Hafid: - ¿Sabrías decirme con exactitud cuándo ocurrió eso?

Javier: - Estudios primarios en Barcelona... ( ). Después en


Alcalá y Salamanca. ( ). Año 1526. Le conozco en París en
el 30 ( ). En el 34 formamos el primer grupo que llamaríamos
Compañía de Jesús ( ). Trabajamos por Italia durante varios
años...( ). Y hace 4 años, en el 42, llegué a al India...( ).
De manera que esto hace... 25 años

Hafid: - Descríbeme su apariencia

Javier: - Más bien bajo de estatura, menudo, con pelo cano


sobre las sienes ( ). Una mirada sonriente inconfundible,
que se te mete dentro y adivina lo que sientes ( ). Te invita a
contar lo que nunca sacaste para nadie. Unas manos finas, con
las que mima la caligrafía de sus cartas. ( )

Hafid: - Recuerda a la figura de aquel peregrino ( ), aunque


entonces aún conservaba una abundante y descuidada
cabellera rubia

Javier: - Siempre llevo sus cartas junto al corazón. Es como


si palpara su presencia. Es el amigo al que debo
todo.Mira, aunque no entiendas nuestro escritura. Su letra y
firma lo definen. (Saca las cartas y se las enseña)

Hafid: - ¡Espera!.. Esa firma ( ). ¡Erasmo!, trae el cofre


1
de los pergaminos. (Se vuelve a la escena después de apagar el proyector)

Erasmo: - Voy en seguida. (Vuelve con el cofre)

Hafid:(Rebusca dentro.Saca un papel con la firma de Ignacio)


- ¡No hay duda! ¡Es el mismo!. Estas coincidencias me
anuncian que es el hombre que esperaba.

Javier: - ¡Es de Ignacio!

Lisha: - Las mujeres descubrimos antes los misterios

Hafid: - ¿No te habló nunca de una túnica que yo le regalé


en el mercado de Jerusalén?

Javier: - ¿No será ésta? (Saca la túnica de la alforja)

(Hafid manosea la túnica buscando la marca)

Hafid. - !Tiene la estrella!, la marca de Tola el único


fabricante de túnicas de un pieza...!y aquí está el signo
de Patros!, el círculo y el cuadrado... (se lo lleva a la cara) !
Imposible!. Dime lo que sepas de tu amigo Ignacio

Javier: - Me la regaló al despedirme. Me dijo: " En aquellas


tierras te sentará mejor este vestido. Pero, sobre todo,
no olvides al que llevaba una así en su vida".

Hafid: (Mira al cielo, empieza a llorar y se seca las lágrimas con la túnica)

- Ese día la luna asomó entre los nubarrones... (Hafid da un abrazo


prolongado a Pablo sin decir nada) . Lisha, abre el cofre y entrega los
pergaminos a Javier. !Hemos encontrado a nuestro vendedor! (Javier
los recoge)

Javier: - Seguiré los consejos del mejor vendedor. Mañana me


embarco para las lejanas tierras del Japón con los
mercaderes de Portugal. Dicen que es muy peligrosa la travesía,
por las galernas y los piratas malayos. Pero me han dicho
también que en estas Islas están los hombres más sabios del
planeta.. Ellos tiene que conocer mis historias de Jesús de
Nazaret.
(Javier se marcha de la escena)

Hafid: - Adiós, Javier. Veo que eres un hombre inquieto y


emprendedor. No te detiene nada. ¡Serás el mejor vendedor
de tus palabras! Que tengas buenas travesía hasta las Islas de
Japón. (Se le queda mirando mientras se marcha) . Un día querrás saltar a China,
pero esa tierra es prohibida para los extranjeros.

T E L O N
1

(Adaptación para al teatro de la obra

"EL Vendedor más Grande del Mundo"

de OG MANDINO

por Jaime de Peñaranda S.I.)

Anda mungkin juga menyukai