DIRECTIVAS DE LA UNIVERSIDAD
DIRECTIVAS DE LA FACULTAD
de Julio de 1946
“La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por sus alumnos en sus
Trabajos de Grado. Sólo velará porque no se publique nada contrario al dogma y moral
católicos y porque no contenga ataques o polémicas puramente personales, antes bien, se
vea en ellos el anhelo de buscar la verdad y la justicia”.
Santafé de Bogotá D.C., Enero 30 de 1998
Doctor
RAFAEL PALACIOS CORTES
Tutor Trabajo de Grado
Ciencias Económicas y Administrativas
Universidad Javeriana
Respetado Doctor:
Cordialmente,
Finalmente al Centro Colombiano de Filantropía encabezado por la Dra. Olga Lucía Toro,
quien a lo largo del periodo de realización de este trabajo me brindó su asesoría con
material de consulta, sus comentarios y su gran ayuda en la aplicación de la encuesta.
DEDICATORIA
Dedico este trabajo al Creador por haberme brindado la oportunidad de alcanzar una meta y
de culminar una etapa de mi vida,
A mis amigos cercanos, Francisco Javier, Alejandro y Henry Orlando, quienes estuvieron
acompañándome y dándome ánimo para cumplir con los objetivos trazados,
A todas las personas que en algún momento contribuyeron con su apoyo espiritual y con
sus sugerencias, aportes, material bibliográfico, ideas y consejos al desarrollo de esta tesis.
Finalmente, quisiera dedicar este trabajo a todo aquel que tiene el valor de soñar con un
país mejor, más humano, libre y pacífico.
“Un hombre no envejece cuando se le arruga la piel, sino cuando se le arrugan los sueños y
las esperanzas”
INTRODUCCION
La necesidad de buscar desde las empresas nuevos caminos para alcanzar metas
económicas y sociales despertó nuestro interés por un tema poco explorado en Colombia
entre las empresas pequeñas y medianas, la responsabilidad social. Algunas investigaciones
precedentes habían centrado su atención en empresas grandes y medianas y, en acciones
como la filantropía, pero hasta ahora no se había explorado un concepto integral de
responsabilidad social como punto de partida para el desarrollo de propuestas a partir de los
resultados de una investigación en este sentido.
Buscamos ante todo ofrecer un marco conceptual sólido y consistente, que conjugara lo
expuesto hasta el momento sobre el tema, tanto a nivel teórico como práctico.
Paralelamente fuimos construyendo un concepto que nos permitiera diseñar nuestra
herramienta de exploración en el segmento objetivo y, aprovechando las experiencias
precedentes, pensamos en realizar comparaciones entre segmentos empresariales.
Sobre esta base discutimos cuáles son las condiciones del mundo de hoy, en diferentes
esferas de la vida humana, escudriñando en el interior de las transformaciones para
entender
de donde surgen las nuevas condiciones que hacen urgente el potenciamiento de la ética en
el universo empresarial. Así, es posible comprender por qué lo económico no es enemigo
de lo social y tampoco está distanciado de lo ético. A la luz de este debate revisamos las
consecuencias de fenómenos sociales, económicos y culturales de gran influencia sobre el
mundo, Latinoamérica y muy específicamente Colombia.
El fin último de todo el proyecto fue el de conocer lo que los pequeños y medianos
empresarios pensaban en torno a la responsabilidad social y confrontando este concepto
con el desarrollo teórico, ofrecer a las pyme a través de ACOPI una propuesta que siendo
viable resulte útil para que en su contexto se configuren e implementen políticas y
programas de acción social, desde una plataforma coherente tanto hacia el interior como
hacia el exterior de las organizaciones.
Diseñamos una encuesta que fue respondida por cuarenta y ocho empresarios de las pyme,
contando con el respaldo de ACOPI y del Centro Colombiano de Filantropía, explorando
los conceptos, dinámicas y motivación existentes en torno al tema de este trabajo. Los
resultados se constituyen en una aproximación vital hacia el empresariado y en la
plataforma para configurar una propuesta de largo plazo que persigue aprovechar la
posición de las empresas en el tejido social.
La Gerencia Empresarial Basada en Valores no es de uso exclusivo de las pyme, sino que
es aplicable a cualquier empresa que entienda cuál es su auténtico papel en el desarrollo del
país. Depende en últimas de cada empresario el concientizarse sobre la urgencia de buscar
conciliar objetivos económicos y sociales mediante el desarrollo de su actividad y
enriquecer el debate en torno al papel de las empresas como instituciones sociales y
motores de un desarrollo humano y sostenible.
INTRODUCCION
RESUMEN EJECUTIVO
Pág.
1. CARACTER INTERDISCIPLINARIO DE LA RESPONSABILIDAD
SOCIAL EMPRESARIAL 1
1.1. ECONOMIA 1
1.2. ETICA 4
1.3. SOCIOLOGIA 8
1.4. SICOLOGIA 9
1.5. ADMINISTRACION 11
4. INVESTIGACION 41
4.1. OBJETIVOS 41
4.1.1. Objetivo General 41
4.1.2. Objetivos Específicos 41
4.2. HIPOTESIS 42
4.2.1. Hipótesis General 42
4.2.2. Hipótesis Específicas 42
4.3. NECESIDADES DE INFORMACION 43
4.3.1. Variables De Análisis e Informativas 43
4.3.2. En El Desarrollo Del Cuestionario 44
4.4. METODOLOGIA 45
4.5. APLICACION 46
5. RESULTADOS 49
6. CONCLUSIONES 58
6.1. FRENTE A LAS HIPOTESIS DE LA INVESTIGACION 63
BIBLIOGRAFIA
ANEXOS
1. CARACTER INTERDISCIPLINARIO DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL
EMPRESARIAL
1.1. ECONOMIA
La economía como ciencia social “se propone explicar cómo interactúan los hombres en el
mundo de los negocios” 1. Las empresas se mueven dentro de un contexto económico y al
mismo tiempo constituyen el motor del mismo. El capitalismo es el sistema económico más
influyente en el presente siglo ejerciendo un predominio sobre la vida humana y la visión
del mundo.
De esta forma han surgido propuestas que resultan legitimadoras o transformadoras. Pero
finalmente cuando se analiza como el capitalismo crea un ambiente autónomo con leyes
propias basado en el valor de la libertad, da origen al mundo como unidad económica; la
1
HIRSHLEIFER, Jack y GLAZER, Amihai. “Microeconomía: Teoría y Aplicaciones”. Bogotá. Prentice
Hall Hispanoamericana. 5 Edición. 1994. 610 p.
Conceptos como la prudencia reflexiva, el espíritu burgués, el egoísmo ilustrado, el bienestar, la
sumatoria de utilidades individuales, el contrato, la justicia, la elección social, la demoracia económica e
incluso, el discurso y el consenso permean los proyectos económicos.
expansión del mercado destrozó la sociedad tradicional, generó un proceso de
secularización e hizo que las relaciones económicas primaran sobre la racionalidad ética.
El final del siglo XX nos presenta un cuadro enmarcado dentro del modelo económico
denominado Neoliberal que se basa en la reivindicación del poder del mercado. Dentro de
las motivaciones que llevan a los empresarios a desarrollar su actividad la más importante
es la maximización de utilidades, en torno a tres principios macroeconómicos2, el papel
positivo de la Desigualdad, eliminación de la función social del Estado y el mercado
como elemento fundamental de desarrollo económico y social, con implicaciones directas
para las comunidades nacionales.
El modelo ha arrojado paradójicos resultados, que expondremos más adelante, y que han
hecho que surjan críticas dentro de las que cabe destacar: la deidificación del mercado
como motor de desarrollo económico y social, el fetichismo de la mercancía3 (No importa
el progreso sino el mercado, no importa la producción sino la especulación, no importa la
calidad sino la publicidad, el consumidor es por lo que consume) y la aceptación de las
desigualdades como condición y resultado ineludibles del funcionamiento de la economía.
2
AHUMADA, Consuelo. “La Ideología Neoliberal: Una justificación teórica del dominio de los
poderosos”. En: Revista Papel Político. No. 3. Marzo de 1996. Págs. 29 - 51. Véase también: VALIER,
Jacques. “Liberalismo y Pobreza en los países Subdesarrollados”. En: Revista: Nueva Sociedad. No. 135.
Enero - Febrero de 1995. Pags. 42 - 51.
3
BETTO, Frei. “Neoliberalismo: la nueva fase del capitalismo”. En: Revista Colombia Hoy Informa.
Volumen 16. No.145. Mayo de 1996. Págs. 34 - 37.
4
DAVILA, Alvaro. “La responsabilidad Social o la ciencia de la riqueza”. En el libro: “Empresa Privada y
Responsabilidad Social”: Memorias Simposio Internacional sobre Responsabilidad Social Empresarial
Celebrado en Cartagena (1995) TORO, Olga Lucía y REY, Germán (Editores). Editado por el Centro
Colombiano de Filantropía, la ANDI y la Fundación Social. Mayo de 1996. Págs 15 - 20. DAVILA cita en
su texto a: CARPORALI CORDEIRO, Renato. “Da Riqueza das Naçoes á Ciencia das Riquezas”. Belo
Horizonte. Ediçoes Loyola, 1994. Pág. 215.
5
SEN, Amartya. “Sobre Etica y Economía”. Madrid, España. Alianza Editorial. 1989.
análisis del uso de los recursos que el hombre tiene a su disposición, haciendo más
productiva a la economía y prestando mayor atención a las consideraciones de tipo ético
que determinan el comportamiento y el juicio humano.
Es evidente el giro que ha tenido la racionalidad de los agentes económicos, debido a las
nuevas condiciones que se presentan hoy, identificadas por los administradores de las
firmas productivas, que han visto como la sociedad les reclama un comportamiento
sustentado en una base ética que integre la racionalidad económica y el desarrollo del
hombre en una forma integral, abandonando el afán por la ganancia en el corto plazo y
pensando en términos de sostenibilidad y calidad de vida para las generaciones futuras.
El excesivo énfasis en la libertad ha hecho que nos olvidemos de valores como la justicia,
la equidad y la solidaridad. Drucker nos recuerda que “Todos los pensadores
conservadores, desde Aristóteles, han sostenido que supeditar una institución importante a
un solo valor es un grave error que al fin privará a la institución de la capacidad de
producir cualquier resultado”7. El rendimiento económico es la primera responsabilidad de
un negocio pero no es la única.
No se trata de retórica, a puertas del siglo XXI es urgente conciliar las bases de nuevos
modelos de desarrollo con la responsabilidad social de instituciones tan importantes como
las empresas, poniendo al servicio del hombre esa creatividad que les permite sobrevivir en
el mercado, introduciendo variables sociales y ambientales que hagan posible realizar
6
FRIEDMAN, Milton. “La responsabilidad social de los negocios es aumentar sus utilidades”. En el libro:
“Oficio y arte de la Gerencia” Volumen II. Selección de BOWER, Joseph L. Bogotá. Editorial Norma.
Mayo de 1995. Pags. 195 - 203.
7
DRUCKER, Peter. “Gerencia para el futuro”. Bogotá. Editorial Norma. 1994. Página 293.
formulaciones más completas del problema de la asignación de recursos y de la generación
de riqueza, apuntándole a objetivos concretos como la disminución de la brecha entre ricos
y pobres, el freno a la concentración de la riqueza y la expansión de la miseria y, la
generación de un verdadero desarrollo humano y sostenible.
1.2. ETICA
La ética se constituye en un saber para actuar de un modo racional, de manera que luego de
deliberar podamos elegir la mejor opción y actuar conforme a esta elección. Aquí entra a
jugar un papel importante la moral; pero es necesario distinguir entre moral y ética antes de
continuar con nuestro análisis; la ética es la parte de la filosofía que reflexiona sobre la
moral, es decir se ubica en un plano conceptual.✪
La ética se propone entonces que “aprendamos a vivir bien”. Pero este planteamiento
aparentemente simple lleva consigo una gran complejidad, ya que hace necesario que
tengamos claro cual es el fin de nuestra vida en su conjunto y a partir de allí establecer los
modos de actuar, los hábitos, el carácter, las metas intermedias y los valores que se
necesitan aprehender para lograr ese fin último: “Tener conciencia de los fines que se
persiguen y habituarse a elegir y obrar en relación con ellos es la clave de una ética de las
personas y de una ética de las organizaciones, muy especialmente de las empresas”.8
Se habla de elegir y obrar, lo cual nos ubica en el plano de la conciencia personal a nivel
moral y que se traduce en la capacidad que tiene cada uno de nosotros de enjuiciar los
propios actos y los de los demás a la luz de lo que percibimos como valores morales ☛ . Por
Etica proviene del griego “Ethos” y moral del latín “mos”; etimológicamente los dos vocablos significan
“carácter o modo de ser”. Son diversas las definiciones que sobre ética y moral se pueden encontrar, pero
en el contexto de este trabajo apuntan a una misma idea, situando la ética en un plano teórico (filosofía
moral) y la moral en un plano práctico. El lector puede consultar el Diccionario de Filosofía
Contemporánea de Miguel Quintanilla, donde se define cada término e incluso se hace referencia a la
confusión que generalmente existe cuando se utilizan indiscriminadamente para describir la misma idea. De
igual forma se encuentran explicaciones amplias en : Vocabulario Técnico y Crítico de la Filosofía de
André Lalande y en Diccionario del Lenguaje Filosófico de Paul Foulquié.
8
CORTINA, Adela. “Etica de la Empresa”. Valladolid. Editorial Trotta. 1994. Pág. 20.
Algunos autores han identificado dos elementos en la conciencia moral: uno cognitivo que consiste en un
conjunto de juicios morales sobre el carácter correcto o incorrecto de ciertos tipos de acción o reglas de
conducta; otro elemento emotivo consistente en una tendencia a experimentar emociones de aprobación o
desaprobación, de índole peculiar de lo que se considera correcto o incorrecto. Véase: “Conciencia Moral y
Rectitud”. GARNETT, A. Campbell. En: “Conceptos Morales”. FEINBERG, Joel (Compilador). Fondo de
esta razón Eduardo Schmidt S.J.,9 es muy claro al señalar como “si se desea mejorar el
comportamiento de un profesional de las ciencias económicas y administrativas no será
suficiente ofrecerle información teórica. Más bien habrá que ayudarle a fortalecer su
código personal de conducta, ayudarle a formular y aplicar buenos principios morales”.
A nivel de empresas sería más pertinente hablar de cultura corporativa que de hábitos,
carácter y conciencia personal. La empresa como tal no constituye un sujeto de conciencia
sino que está formada por personas, cada una de ellas con una actitud moral fundamental,
una orientación básica frente a la vida, que puede ser modificada dado el libre albedrío del
que disfrutamos y que puede ser permeada por la orientación axiológica de la
organización.
Cultura Económica de México. 1985. Ciudad de México D.F. Es de anotar que A. Campbell Garnett fue
colaborador durante muchos años del Departamento de Filosofía de la Universidad de Wisconsin.
9
SCHMIDT, Eduardo. “Etica y Negocios para América Latina”. Lima, Perú. Universidad del Pacífico
Biblioteca Universitaria. 1995.
10
PEDRAZA, Sandra y TALERO, Arabella. “Descripción de la atmósfera moral en espacios de
participación al interior de una organización empresarial”. Tesis de Grado - Facultad de Sicología,
Pontificia Universidad Javeriana. Directora: Ana Ujueta. Bogotá. Junio de 1995.
Desde una perspectiva sicológica, los factores cognitivos se asocian a la captación de la naturaleza y el
origen de las normas de conducta y, la aptitud para evaluar las propias acciones e intenciones. La cognición
se refiere a cada uno de los procesos por los que una persona alcanza el conocimiento de algo o toma
conciencia de su ambiente, en este caso de las normas morales que priman en un grupo o una sociedad
determinada. La conciencia moral se define como el conjunto de normas y valores personales que
habitualmente guardan un paralelismo con las normas de la sociedad y orientan la conducta social del
individuo. En general se piensa que tales normas son aprendidas y por lo tanto que inicialmente son
instauradas por obra de influencias exteriores (por ejemplo, las recompensas y castigos de una figura de
autoridad). No obstante, una vez que las normas quedan interiorizadas, la conducta social pasa a ser
regulada por el individuo. Véase: HARRE, Rom y LAMB, Roger. “Diccionario de Sicología Social y de la
Personalidad”. Barcelona. Editorial Paidós. 1992.
Por lo anterior la atmósfera moral♣ (inserta en la cultura corporativa) se constituye en el
marco dentro del cual las personas miembros de la empresa van a desarrollar sus procesos
de toma de decisiones y mediante el que va a ser posible permear la conciencia individual.
Reconocemos entonces la existencia de una ética para los colectivos como las
organizaciones de negocios (ética aplicada), que “se centra principalmente en la concepción
de la empresa misma como una organización económica y como una institución social; es
decir, como un tipo de organización que desarrolla una peculiar actividad y en la que
resulta fundamental la función directiva y el proceso de toma de decisiones” 11.
Otros autores definen la ética empresarial en los siguientes términos: “es un modo de
resolver moralmente conflictos de acción. El propósito de la ética no está en que la gente
sea más ética, sino que sea capaz de tomar mejores decisiones”12. Brown describe a las
organizaciones como comunidades morales (no como sujetos de conciencia) en las que la
interacción y las relaciones humanas tienen una significación moral; las cualifica también
como agentes morales porque pueden considerar cursos de acción alternativos, elegir uno u
otro y justificar la decisión apelando a normas apropiadas de conducta.
Gélinier13 afirma que la ética de los negocios concierne a las relaciones externas e internas
de la empresa; se trata en este caso de optar por un modelo de cooperación frente a uno de
conflicto. Cortina la plantea como una concreción de la ética cívicaΞ; consistiría en el
descubrimiento y la aplicación de los valores y normas compartidas por una sociedad
PEDRAZA, Sandra y TALERO, Arabella. Op. cit. Las autoras definen la Atmósfera Moral como el
contexto significante para la construcción del sujeto ético y el espacio de construcción de acuerdos
intersubjetivos sobre normas morales legitimadas; se compone de dos dimensiones: a) los valores
normativos colectivos: valores compartidos y percibidos como obligatorios que prescriben la forma como
deben actuar los miembros de la comunidad y se sustentan en un valor común que apoya las normas; b)
Sentido Comunitario: valoración compartida del grupo como comunidad.
11
CORTINA, Adela. Op. cit. Pág 51.
12
BROWN, Marvin T. “La Etica en la Empresa”. Barcelona, España. Paidós. 1ª Edición. 1993. 278 p.
13
Citado por CORTINA, Adela. (Op. cit. pág 87.) Su referencia corresponde a: GELINIER, O. “Etica de
los Negocios” Madrid, España. Espasa - Calpe. 1991
La ética cívica nace en los siglos XVI y XVII a partir de la posibilidad de la convivencia entre
ciudadanos que profesan distintas concepciones religiosas, siempre que compartan unos valores y unas
normas mínimas o mínimos éticos (Por ejemplo, cada quien tiene derecho a intentar llevar a cabo sus
proyectos siempre y cuando no imposibilite a los demás a hacer lo mismo) . El nivel post-convencional se
refiere a que las personas no necesitan tener legalizadas las normas, sino que se anticipan a la
jurisprudencia en virtud de su madurez moral.
pluralista -valores que componen una ética cívica- al ámbito peculiar de la empresa, lo cual
requeriría entenderla según un modelo comunitario empapado de post-convencionalismo.
La ética de las empresas se inscribe en el tejido social de forma que quienes trabajan en la
firma comparten unos valores mínimos que iluminan el proceso de toma de decisiones. Es
necesario tener cuidado con las tendencias subjetivistas y relativistas ya que en últimas si
existen en moral, valores y exigencias mínimas comunes que sirven de plataforma para
argumentar, debatir y finalmente llegar a acuerdos.
La importancia de las decisiones empresariales se debe en buena parte al inmenso poder del
que actualmente goza la firma, sin importar su tamaño, teniendo en cuenta que desplazó a
la familia y al Estado-Nación como mecanismos de organización social, lo cual además ha
hecho surgir una serie de cuestionamientos y críticas en torno a las empresas, lanzadas por
una sociedad que reclama una actuación comprometida con el desarrollo humano.
1.3. SOCIOLOGIA
La acción económica corresponde a la provisión de bienes y servicios, que son medios para
la satisfacción de necesidades (fines). Desde esta plataforma se han planteado problemas
como la sostenibilidad del desarrollo, las limitaciones del capitalismo frente a las nuevas
14
JOHNSON, Harry M. “La economía como subsistema de la sociedad”. Editorial Paidós - Textos
universitarios. 1973. Pág. 14.
exigencias de desarrollo social y la existencia de desigualdad a nivel mundial tanto en
términos de distribución de ingreso como en términos de intercambio entre países.
1.4. SICOLOGIA
Como la ciencia del comportamiento, la sicología estudia lo que un organismo hace o dice.
Resulta importante entonces entrar a estudiar cuáles son las variables y factores que
influyen en el comportamiento del hombre y que hacen que tome determinadas decisiones,
adquiera ciertos hábitos y de esta manera se forje un carácter.
Las crecientes críticas internas y externas que Colombia recibe a diario hacen que se respire
un cierto “pesimismo colectivo”. Somos un país joven, aún dependiente. Pero dejando de
lado los determinismos genéticos, raciales y de cualquier otra índole, cabe pensar en la
imposibilidad de que existan culturas superiores o inferiores como tampoco culturas
atrasadas o adelantadas. “Nuestra situación no es fija ni predeterminada, depende de
nosotros cambiar”.17
Ante los graves síntomas sociales de nuestro país las causas biológicas y genéticas que nos
conducirían a una fatalidad ineductible están fuera de tono científico. Se han propuesto
explicaciones de carácter histórico: “Lo que vivimos es el desencadenamiento de
numerosos problemas represados que nuestra sociedad nunca afrontó con valentía y con
sensatez; la historia no permite que las injusticias desaparezcan por el hecho de que no las
resolvamos. 18”
Otras teorías se orientan a la identificación de una síntesis vital19 (entendida como una
nueva emergencia de valores) que trasciende al mestizaje cultural y que constituye la
validación de la existencia de un nuevo gran complejo cultural a nivel latino, que a su
interior resulta verdaderamente diverso y rico, no uniforme, reconociendo que las opciones
ético-comunitarias no son homogéneas ni unívocas, sino antagónicas, no sólo frente a otra
comunidad sino en el seno de la misma. De la resultante de las opciones comunes y de las
Se entiende por cultura la parte del ambiente hecha por el hombre; la cultura objetiva corresponde a los
cambios materiales en el hábitat humano y la subjetiva a las actitudes, valores y pautas de comportamiento.
16
GUTIERREZ DE PINEDA, Virginia. “La Familia en Colombia” Bogotá. Editorial Tercer Mundo. 1963.
GUTIERREZ DE PINEDA, Virginia. “Familia y Cultura en Colombia” Editorial Tercer mundo. Bogotá.
1965.
17
ARDILA, Rubén. Op. cit.
18
OSPINA, William. “Colombia: El proyecto nacional y la franja amarilla” En: Revista Número -
Separata. Marzo/Abril/Mayo de 1996.
19
SCANNONE, Juan Carlos. “Mediación Histórica de los Valores: Aporte desde la perspectiva y la
experiencia latinoamericanas” En: Revista Universitas Philosophicas Vol. 17 No. 14 Junio de 1990. Págs
126 - 135.
antagónicas de la misma comunidad irá dándose la conformación de su éthos cultural✰ con
un grado mayor o menor de integración social.
1.5. ADMINISTRACION
La tarea básica de la administración es hacer las cosas a través de las personas, dirigir el
esfuerzo de los grupos organizados. Ya no se reduce a la actividad fabril o productiva, sino
que abarca organizaciones de diferentes sectores: “La Administración se necesita en todas
las organizaciones modernas, es una función genérica, cualquiera que sea su misión
específica”21. Ha trascendido sus fronteras iniciales para inscribirse como una ciencia al
servicio del hombre, apuntándole al mejoramiento de la calidad de vida y a la solución de
los problemas más complejos que la sociedad enfrenta.
El éthos cultural se entiende como el modo particular de vivir y habitar éticamente el mundo que tiene
una comunidad histórica particular (un pueblo, una familia de pueblos, etc.).
20
DRUCKER, Peter. “La Administración y el trabajo del mundo” (1988). En: “Oficio y Arte de la
Gerencia” Volumen II. Selección de BOWER, Joseph L. Bogotá. Editorial Norma. Mayo de 1995. Págs 25 -
42.
21
DRUCKER, Peter. “Drucker: su visión sobre la administración, la organización basada en la
información, la economía y la sociedad”. Bogotá. Editorial Norma. 1ª edición. 1996. 318 p.
Frederick Winslow Taylor22, creador del modelo clásico, constituyó el primer intento de la
teoría de la administración, que luego sería complementado por Henry Fayol. Al interior
del modelo las personas son una extensión de la tecnología. Los principios que guían la
teoría son la autocracia y la separación entre planificación y ejecución, otorgando más
importancia a la tarea que al hombre mismo. Se buscó la economía vía especialización,
polarizándose hasta hacerse antagónica con la eficiencia y el progreso social, degenerando
en una atrofia conceptual. No satisface las áreas intangibles del ámbito empresarial por su
excesivo énfasis en la funcionalidad. El interés de Taylor era la eficiencia y la
productividad.
De otro lado, carecía de una visión sistémica de la empresa tanto hacia el interior como
hacia el exterior. Respecto del factor humano el modelo analiza las técnicas e instrumentos,
es decir cómo se hace el trabajo. Las tareas se atomizan y la institución se anticipa a las
personas, el trabajador es tan solo un medio entre los otros que posee la empresa para
desarrollar su actividad (recursos financieros, tecnológicos, etc.). El énfasis en la
estructura hace que la empresa sea entendida como una disposición de partes.
Con el advenimiento de la sociedad postindustrial tienen lugar una serie de cambios que
harán que se modifique el modelo de Taylor; algunos de ellos merecen ser destacados, sin
querer desconocer otros no menos importantes:
22
Algunos de los conceptos y elementos que se maneja en esta parte así como en la exposición de las
nuevas condiciones sociales (Cap. 2), se extraen del Libro “Etica y Empresa” de Adela Cortina y del
intercambio de ideas del SEMINARIO “Etica de la Empresa”, dictado en la Universidad Javeriana del 14
al 30 de Octubre de 1997; los conferencistas fueron: Adela Cortina, Domingo García Marzá y Jesús Conill.
Allí se ampliaron y discutieron muchos conceptos contenidos en el libro mencionado, del cual son
coautores.
• La urgencia de contar con organizaciones flexibles que puedan adaptarse rápidamente a
los cambios que presenta el entorno sin dejar de ser productivas y eficientes.
Lo anterior hace que se revisen los planteamientos básicos del modelo clásico. Surgen
diferentes teorías que podríamos inscribir dentro de una época postaylorista y que apuntan
en conjunto a la humanización del trabajo en aras de ofrecer a los trabajadores
(colaboradores) un mejor nivel de vida, la búsqueda de mejores condiciones económicas y
sociales, la revalorización de la empresa como institución socioeconómica, fundamental
para el crecimiento de un país y para el desarrollo de las personas que lo integran, la
formación permanente de los trabajadores y directivos de las organizaciones y, el rescate
del liderazgo como un factor clave en la gestión empresarial.
Hacia la mitad del siglo XIX, el fenómeno de la administración no se conocía, pero
produciría una metamorfosis: “En menos de ciento cincuenta años transformó la estructura
de los países desarrollados del mundo, creó una economía global y fijó nuevas reglas para
los países que quisieran participar en ella como iguales. Y ella misma se ha
transformado.”23 La administración ha convertido el conocimiento en el principal factor
productivo, desplazando al capital y la tierra. De ahí que sea la educación uno de los
mayores desafíos que tenemos los países en vía de desarrollo.
Ni los gerentes ni las empresas son iguales. La labor del administrador se constituye
entonces en una función auténticamente social, en el seno de una institución que tiene la
misma naturaleza, aunque algunos no quieran reconocerlo. De ahí emerge una nueva
concepción de la empresa y del empresario mismo, quien ya no puede limitar sus objetivos
a las utilidades o a la cuenta de resultados, porque caería en una actitud suicida que lo
llevaría en el corto plazo a “desaparecer” del mundo de los negocios.
23
DRUCKER, Peter. “La Administración y el trabajo del mundo” (1988). En: “Oficio y Arte de la
Gerencia” Volumen II. Selección de BOWER, Joseph L. Bogotá. Editorial Norma. Mayo de 1995. Págs 25 -
42.
como nivelador social, buscar la paz, la equidad y la justicia promoviendo las iniciativas
privadas y actuando en estrecha alianza con los sectores productivos y solidarios”24 . En
términos simples se trata de reconocer y asumir la responsabilidad que la empresa tiene
con la sociedad, en la búsqueda de un desarrollo humano y sostenible.
24
ESGUERRA PORTOCARRERO, Leonor. “Cultura de la Responsabilidad Social”. En: Diario El
Tiempo. Sección Actualidad Económica. Diciembre 20 de 1995. Pág 12-B.
2. ORIGEN DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL
Así, se crean las condiciones para que se generen procesos como la globalización (a la cual
muy pocos tienen acceso, agudizando la exclusión de millones de personas) y que en lo que
respecta a las empresas ha traído como una de las consecuencias más importantes la
globalización de la economía financiera, que llega a trascender a la economía real.
Se identifican una serie de transformaciones al interior del capitalismo que inciden sobre la
empresa: hay una mayor intervención en la vida económica por parte de las fuerzas
sociales, suceden cambios con respecto a la propiedad privada y la extensión de otras
formas de propiedad (cooperativismo, propiedad pública), hay una disociación entre
propiedad y gestión. Finalmente se identifica una transformación misma de la orientación
del sistema buscando combinar el lucro (Utilidades) y el bien común (Objetivos Sociales),
planteando un cambio en su naturaleza y un modelo con rostro humano.
Estas críticas tienen su razón de ser a la luz de informes como el elaborado por el
DESIPA25, en el que se plantea como el mundo, con 5.770 millones de habitantes (de estos
el 80% de estos viviendo en países en vía de desarrollo) presenta tasas de crecimiento
poblacionales distantes: 1,8% para los no desarrollados y 0,8% para los industrializados. A
pesar de los progresos en el nivel de ingresos la cantidad de personas que viven por debajo
de los niveles de pobreza corresponde a un cuarto de la población mundial: 1.400
millones, la mayoría concentradas en Asia, Africa Subsahariana, China, el Pacífico y
América Latina y el Caribe. Son 110 millones de personas los que viven en estas
condiciones en Latinoamérica (Ingresos inferiores a 370 dólares - año).
La deshumanización de la vida misma es un hecho difícil de ignorar. Pero, ¿en qué sentido
deshumanización? Los Jesuítas27 exponen claramente que cuando se descubre que la
25
SANDOVAL, Claudia. “Se expande la brecha social”. En: Diario El Tiempo. Sección Internacional.
Domingo 2 de marzo de 1997. Pág. 19-A. Extractado del Informe elaborado por el Departamento de
Información Económica y Social y Análisis Político de las Naciones Unidas (DESIPA)
26
EL TIEMPO. “Cada minuto 47 personas pasan a ser pobres”. Sección Internacional. Domingo 20 de
Octubre de 1996. Pág 25-A.
27
CAMACHO, Ildefonso. “Los Jesuítas reflexionan sobre el Neoliberalismo en América Latina” En:
economía por la vía del neoliberalismo implica una antropología y un sistema de valores y,
que el ser humano es valorado únicamente por la capacidad de generar ingresos y tener
éxito en los mercados, entonces se debe reconocer la deformación que existe respecto de
una vida auténticamente humana. Sólo existe entonces el “homo economicus” y las demás
dimensiones del hombre y de la mujer quedan rezagadas, son marginales.
Ya no son la justicia, la igualdad, la libertad, la verdad, los principios que rigen nuestra
existencia. La mentira se ha convertido en una herramienta para conseguir lo que
queremos, la deshonestidad que degenera en corrupción es una vía fácil y rápida para
acceder a un estándar de vida “más alto”. Estamos arriesgando nuestra propia
supervivencia.
En este mismo sentido se nos ha olvidado que el medio ambiente constituye una parte
delicada del equilibrio natural. Nosotros ya no solamente transformamos el paisaje sino que
lo destruímos. Muchas empresas tienen procesos de producción que agregan grandes
cantidades de residuos tóxicos tanto sólidos, como líquidos y gaseosos, deteriorando la
riqueza natural y comprometiendo la vida de las generaciones venideras. Parece cierto que
nos hubiésemos embocado en un suicidio colectivo.
Revista Hispanoamericana de Cultura. Tomo 235. Febrero de 1997. Páginas 173 - 186.
28
GONZALEZ, Mike (Compilador). “Economía y Sociedad”. Editorial Siglo XXI - Universidad de las
Naciones Unidas. 1985. 300 p.
especialmente para países como Colombia, hablar de modernidad y desarrollo, en un
contexto que podría calificarse de premoderno.
2.1.3. Latinoamérica.
El modelo propuesto para el tercer mundo ha producido consecuencias directas sobre las
sociedades en cada país: “El deterioro de las condiciones sociales y económicas de la
población y el consecuente incremento de los índices de criminalidad y de descomposición
social son el resultado más palpable de la implantación del modelo neoliberal en Colombia
y el resto de Latinoamérica29”.
Así, las políticas de ajuste desarrolladas en regiones como Latinoamérica han recibido
innumerables críticas, en razón de su aplicación descontextualizada: “En este escenario la
apertura, privatización e internacionalización de la economía, dadas nuestras tensiones
sociales, harán cada vez más violento el tránsito de la sociedad marginada a la informática
y se aumentará la masificación de la miseria (...) Aquí continúa hasta la lucha mendicante
por la simple supervivencia de los desechables. Por eso aquí la historia no ha llegado a su
fin”30.
Clarissa Hardy señala como en términos porcentuales, en América Latina durante los
primeros cinco años de los noventa, la pobreza se redujo del 41% al 39% del total de los
hogares, y la indigencia del 18% al 17%, aunque en términos absolutos ha aumentado el
número de latinoamericanos por debajo de la línea de pobreza, pasando de 197 millones de
personas en 1990, a 209 millones en 199431.
29
AHUMADA, Consuelo. “El Modelo Neoliberal y su impacto en la sociedad colombiana”. Santafé de
Bogotá. El Ancora Editores. 1996. 303 páginas.
30
CHILD, Jorge. “El Fin del Estado”. Santafé de Bogotá. Tercer Mundo. 1993. 217 p.
31
HARDY, Clarissa. “Pobreza moderna en América Latina: progreso social inequitativo”. En: “Política
Social: Desafíos y utopías”. Memorias del seminario Nuevas tendencias en política social. Edición de la
Facultad de Ciencias políticas y Relaciones Internacionales de la Pontifica Universidad Javeriana. Santafé
de Bogotá, Agosto de 1997.
se ha dado un declinamiento en los niveles de vida de los trabajadores latinos en la década
pasada, pues de un lado aunque el salario mínimo se ha incrementado en términos
nominales, su valor real se ha venido deteriorando en términos reales a partir de 1980,
hasta tal punto que en 1991 era inferior en 10 puntos al de diez años antes32.
Latinoamérica sobresale a nivel mundial por tener la distribución del ingreso y la riqueza
más desigual del mundo. Esta situación, planteada por Enrique Iglesias33, Presidente del
Banco Interamericano de Desarrollo, en la Asamblea de Ministros celebrada en Barcelona,
pone de relieve la necesidad de lograr no solo mayores tasas de crecimiento sino de
modificar su naturaleza.
En Colombia no hemos logrado conciliar las metas macroeconómicas con las políticas
sociales; nuestro país sigue siendo uno de los menos equitativos en materia de ingresos:
más del 44% de la población urbana vive por debajo de la línea de pobreza y el 16% tiene
sus necesidades básicas insatisfechas; en el país hay más de 18 millones de pobres y peor
aún, casi cuatro millones viven en la indigencia34.
Es importante señalar que en el reciente informe de las Naciones Unidas sobre Desarrollo
Humano en el mundo35, se establece que nuestro país no está “tan mal”; en Colombia,
según dicho informe, un 7% de la población vive por debajo de la línea de pobreza (mil
pesos diarios) y un 19% en la línea de pobreza✟ .
32
AHUMADA, Consuelo. Op. cit. Página 285.
33
PORTAFOLIO. “Latinoamérica: desempleo y pobreza”. Sección: Coyuntura. Pág. 36. Lunes 24 de
Marzo de 1997.
34
PORTAFOLIO. “El mal tiempo de la gente”. Columna Editorial. Pág. 8. Lunes 17 de Febrero de 1997.
35
Equipo de Redacción Internacional. “Colombia, no tan mal en pobreza: informe de la ONU sobre
Desarrollo Humano en el mundo”. En: Diario El Tiempo. Sección Internacional. Jueves 22 de Junio de
1997. Pág 9A.
Es de anotar que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo basó su informe en el nuevo
índice de pobreza humana (IPH),que combina parámetros como longevidad, acceso a servicios (como agua
potable), atención médica y educación. Según este estudio Colombia ocupa el sexto lugar, dentro de los
países del mundo en vías de desarrollo (fueron estudiados 78 países) donde menos incidencia tiene la
pobreza en su población, muy cerca del primer puesto y por encima de países como México y Argentina.
Dentro del mismo artículo publicado por el periódico el Tiempo se compara la clasificación que ofreció las
Naciones Unidas, pero con base en el Indice de Desarrollo Humano (IDH) y que coloca a Colombia en el
puesto número 51 dentro de 175 países estudiados. Se diferencia del Indice de desarrollo Humano (IDH), en
Si bien es cierto que en los últimos veinte años Colombia ha experimentado una reducción
en los índices de pobreza rural y urbanos al analizar las necesidades básicas insatisfechas,
la situación cambia si miramos los ingresos y la capacidad de gasto de las familias. Entran
a formar parte de nuestra economía los nuevos pobres, aquellos que con el paso del tiempo
se van empobreciendo porque su poder adquisitivo disminuye constantemente.
La educación básica universal sigue siendo una ilusión y la calidad de la que se brinda a los
más pobres en regiones apartadas, cuando existe, es verdaderamente deplorable. Esto tiene
un impacto directo sobre la estructura competitiva y productiva del país; la escolaridad de
los jefes de hogares pobres no supera los tres años y el promedio de lo que recibe una
persona con primaria completa no llega al 18% de lo que recibe un profesional. Además el
84% de los jefes de hogares pobres trabaja solo o en una empresa que no alberga más de
cinco empleados, lo cual conlleva a que apenas un 4% de ellos tenga seguridad social.
Hablar de paz en medio de una miseria tan asoladora, como en la que están sumidas vastas
regiones del territorio nacional resulta paradójico. La guerrilla, el narcotráfico, la
delincuencia común, el secuestro, constituyen problemas cuya solución no es exclusiva del
Estado, como piensan muchos. Esta incomprensión del concepto de Estado-Nación trae
consecuencias nefastas y hacen que dentro de un sistema mal concebido se cree al caldo de
cultivo para la indiferencia, la insolidaridad, el odio, la violencia, el egoísmo, la
corrupción, la discriminación, la injusticia, el marginamiento, la impunidad, la inseguridad,
etc.
que el IPH omite el PIB per cápita como factor de medición, concentrándose en el marco social que
determina las condiciones de pobreza.
Muchos de los graves problemas que se viven hoy día en Colombia y las posibles
soluciones están en relación directa con la actividad empresarial: “La cultura, construcción
histórica de valores, manifestaciones, rituales y significados, no cambia de la noche a la
mañana como un acto de magia; evoluciona y se transforma cuando la organización define
y comparte con todos su visión de futuro, generando un sentido de dirección cuando es
crítica en si misma, cuando hay espacio para la comunicación, la información, el diálogo,
las diferencias y la confrontación de la verdad” 36.
36
CAMPOS VASQUEZ, Mauricio. “Sociedad y servicio”. En: Revista de la Universidad de la Salle. No.
22. Junio de 1996. Págs 57 - 60.
En Colombia, se hallan presentes en todos los noventa y cuatro sectores que componen la
muestra anual manufacturera del DANE (1990); más aún en diez de ellos se destaca la
presencia exclusiva de las pyme, es decir no hay presencia de la gran industria38. Además el
conjunto de la micro, pequeña y mediana empresa ha mantenido un nivel de presencia
promedio del 91% de 1987 a 1991. Según Fedesarrollo 39 únicamente el 4,7% de las pyme
utiliza el 100% de su capacidad instalada; la mayoría de estas empresas utiliza entre el 50%
y el 70% de la capacidad instalada.
Desde el punto de vista de las ventas, es decir de su participación en el mercado, las pyme
son predominantes pues controlan más del 50% de las mismas, en el 49% de los
subsectores (46) y comparten el mercado con la gran industria en el 29% de dichos grupos
(27).
37
BELTRAN CORCHUELO, Tirso Enrique. “Impacto de la apertura económica en la pequeña y mediana
industria: Análisis del período 1991 - 1995”. Monografía para optar por el título de economista. Director:
Juan Alfredo Pinto Saavedra. Universidad Javeriana - Facultad de ciencias económicas y administrativas.
1996.
38
PALLARES VILLEGAS, Zoilo. “La Pequeña y Mediana Industria frente al mundo”. Santafé de Bogotá
Editado por Acopi y el Sena. 1994. Pág 29.
39
FEDESARROLLO. “Situación actual y perspectivas de la pequeña y mediana empresa en Colombia”.
Santafé de Bogotá. Noviembre de 1996.
Las microempresas y las pyme constituyen en casi la totalidad de subsectores un ejemplo
de democracia y competencia económica, por cuanto no se conoce en ellos las formas
oligopólicas y los manejos extraeconómicos de los mercados, lo que constituye a su vez
una importante plataforma de la democracia política nacional. La pyme representa también
el mayor potencial exportador manufacturero en el corto y mediano plazo.
Las pyme no son ajenas a los cambios que el mundo vive, al contrario, se ven directamente
afectadas por fenómenos como la apertura, la globalización y las medidas de ajuste para la
región latinoamericana. En el caso de Colombia también se ven afectadas por la violencia,
la corrupción, el narcotráfico y otros factores internos que determinan un contexto
específico y que dificultan la consecución de un país en paz y de un desarrollo humano y
sostenible.
Es ese contexto el que deben identificar los empresarios para comprender que desde sus
organizaciones es indispensable y posible construír políticas y estrategias que además de
perseguir el logro de mayores niveles de competitividad, productividad, eficiencia y
calidad, le apunten a objetivos sociales, a la búsqueda de la paz y al fortalecimiento del
tejido social colombiano. De no hacerlo estarían cayendo en una miopía administrativa y se
condenaría a sí mismos y a sus organizaciones, a desaparecer en el largo plazo.
Si queremos hablar de responsabilidad social en las pyme colombianas, tenemos que partir
de la forma como el empresario entiende este concepto (innovador en nuestro contexto)
para comprender mejor su racionalidad, pues de ella se deriva la importancia que se da a
las actividades tradicionales de una empresa y a los criterios que permean el proceso de
toma de decisiones, la cultura corporativa y la atmósfera moral de las pyme.
Así la racionalidad empresarial que en el caso de las grandes empresas trasciende una o
varias personas para convertirse incluso en parte importante de la cultura organizacional y
de su ser particular, está fundida en lo que puede denominarse la racionalidad del
empresario en el caso de las pequeñas y medianas industrias. El empresario como gestor y
gerente del negocio plasma, de manera deliberada unas veces y otras inconscientemente,
dicha racionalidad en el quehacer cotidiano de su organización.
Se han identificado características40 como el nivel académico cada vez mayor que presentan
los gerentes de las pyme y el deseo de participar cada vez más en programas de
capacitación y actualización tanto formal como informal. Parece que existe una actitud
prudente, casi conservadora, en el manejo gerencial o un bajo nivel de aceptación de riesgo
en las jóvenes generaciones de empresarios.
40
ACOPI - SENA. “Las Pymes frente a la apertura económica”. Santafé de Bogotá, Junio de 1994. 232 P.
3. LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL (RSE)
La Etica Cívica expresa un mínimo de valores y normas que los miembros de la sociedad
moderna comparten sea cuales fueren sus cosmovisiones religiosas, agnósticas o ateas,
filosóficas o culturales. Reconocemos una ética de ciudadanos dentro del proyecto moderno
basado en la autonomía (libertad), la igualdad (equidad) y la fraternidad (solidaridad).
Debemos revisar cuáles son los valores que deben sustentar nuestro propio proyecto e
insertar dentro de él una gestión responsable y humana.
La teoría de los Stakeholders define éstos como cualquier individuo o grupo que puede
afectar o ser afectado por las acciones, decisiones, políticas u objetivos de la organización,
y
Una Etica de Intenciones o de la Convicción busca cierta neutralidad en los valores (justicia, amor,
verdad) y se inclina a interesarse por una motivación puramente interna de la acción, eliminando cualquier
preocupación por las consecuencias derivadas de esa acción, por la situación concreta, sus exigencias y
repercusiones, ignorando la creciente complejidad de la situación concreta. La Etica de la Responsabilidad
“no es aideológica sino que se pregunta por las previsibles consecuencias de la acción y asume su propia
responsabilidad”.
41
KUNG, Hans. “Proyecto de una ética mundial”. Madrid. Editorial Trotta. 1991.
deriva en una serie de consideraciones que pretenden reconocer a cada grupo y de esta
manera determinar un curso de acción, previa evaluación de sus implicaciones sobre cada
uno de ellos. Esta propuesta encierra el concepto de Dignidad Humana, reconoce que los
accionistas no son los únicos que le apuestan a la empresa, permite desarrollar nuevas
alternativas que surgen de la noción de justicia y equidad, y proporciona información
crítica.
♦ Una ética procedimental en cuanto hay que establecer normas o condiciones que deben
cumplir los acuerdos.
♦ Una ética universalista que relacione la validez moral o los criterios de justicia y
equidad, con las consideraciones de todos los intereses en juego.
Proponemos adicionar a las herramientas éticas expuestas anteriormente una Etica de los
Puntos Medios (inserta dentro del diálogo), que sirva para que después de plantear los
intereses de cada grupo se identifiquen puntos comunes que hagan posible el acercamiento
hacia el consenso (comunicación con-sentido), evitando las polarizaciones o
radicalizaciones que impiden cualquier intento de acercamiento entre las partes, previa
declaración de honestidad y compromiso con el proceso global, de forma que sea posible
hallar salidas a los conflictos.
Además de establecer mediante el diálogo puntos de acuerdo hay que trabajar a nivel del
individuo, pues si bien es cierto el diálogo, la tolerancia y una actitud democrática permiten
el acercamiento entre las personas, el discurso finalmente es solo una parte del proceso
orientado a la construcción de una conciencia moral, punto de partida para la inserción de
la responsabilidad social en las organizaciones de negocios.
No se trata de intentar homogeneizar todas las culturas, sino que partiendo de un principio
ético transcultural como la acción comunicativa, se genere una reflexión sobre las normas
morales que de espacio para la sensibilización del “yo”, el reconocimiento del otro, la
autonomía personal y la autonomía social. El consenso (en cuanto comunicación con-
sentido) constituye un ideal al cual nos acercamos asintóticamente; no hablamos de la ley
43
ANDREWS, Kenneth. “¿Pueden ser morales las mejores corporaciones?”. En el libro: “Oficio y arte de
la Gerencia” Volumen I. Selección de BOWER, Joseph L. Bogotá. Editorial Norma. Mayo/1995. Págs. 191
- 205.
de las mayorías, sino de un proceso dinámico en cada contexto histórico-cultural. El
consenso ideal es una pretensión no un hecho, de manera similar a los conceptos de verdad
y justicia.
Así es posible, insertar la RSE dentro de las políticas de la empresa y permear la cultura
corporativa❄ mediante un proyecto ético-empresarial auténtico, que implique la
construcción de mecanismos concretos para poner en práctica estas políticas. En ausencia
de estos mecanismos, todo el proceso degenerará muy seguramente en una contradicción
tensionante, en medio de la cual se “enrarecerá” el ambiente de la atmósfera moral y se
deformará la cultura corporativa, siendo perjudicados tanto los miembros de la
organización, así como los demás grupos de interés y, obviamente en el largo plazo, la
empresa misma.
En las organizaciones donde existe algún tipo de política o programa no formal que se
enmarque en un contexto socialmente responsable lo primordial es potenciarlo, para
aprovechar la existencia de una dinámica previa y empezar a configurar o continuar
configurando, un tejido socio-corporativo más fuerte y al mismo tiempo flexible.
44
HARRINGTON, Susan. “A test of a Person - Issue Contingent Model of Ethical Decision Making in
Organizations”. En: Journal of Business Ethics Vol. 16. No. 4. Págs. 363 - 375. 1997.
La Cultura Corporativa es “la manera como las organizaciones hacen las cosas, como establecen
prioridades y dan importancia a las diferentes tareas empresariales, además de incluír lo que es importante
para la empresa” Véase: SERNA GOMEZ, Humberto. “Planeación y Gestión Estratégica”. Capítulo III,
página 105. Santafé de Bogotá. 3R Editores. 1997.
diversas dimensiones que componen la vida humana. La filosofía empresarial define la
organización, su función y el espacio social que desea ocupar. Constituye una base
normativa para el establecimiento de la política empresarial, una orientación sobre
principios y objetivos y, una herramienta para relacionarse con la sociedad en general.
Ya no se concibe la empresa bajo una visión unitaria y dual❏ , sino que es vista como una
institución social, que interactúa con diferentes grupos de interés: propietarios,
colaboradores, proveedores, competidores, clientes, directivos y la sociedad.
Así, en el nuevo papel de la empresa, ésta se encuentra cara a cara con la comunidad social
cambiándose el esquema de la mediación institucional frente a la sociedad:
Antes....
SOCIEDAD
EMPRESA <=========> ESTADO <=========> CIVIL
Ahora....
Unitaria: El dueño o los socios son los que dirigen y los que deciden; sus intereses son los que están en
juego. Dual: De un lado los propietarios (dueño/socios) y directivos, de otro los trabajadores. Más o menos
a partir de la segunda guerra mundial se produce esta diferenciación, que se orienta a una contraposición
permanente, antagónica de intereses.
====== ===========> ESTADO <=========== =====
SOCIEDAD
EMPRESA <=========== ============ ==========> CIVIL
45
TAPSCOTT, Don. “Cambio de paradigmas empresariales”. Editorial McGraw-Hill. 1995. 365 p.
La empresa de hoy se define como un “ciudadano corporativo”, parte vital de la sociedad
civil y agente de cambio, y como tal sabe que tiene algo que aportar a la comunidad,
además de los bienes y servicios que ofrece en desarrollo de su objeto social; detenta el
mayor poderío dentro de las instituciones que existen en el mundo y en virtud de ellos
busca que los sectores desprotegidos no se queden fuera del modelo de desarrollo, es una
empresa con sentido, ética y rentable.
Aquí tocamos un punto que para muchos suena “descabellado”, pero que consideramos
posee una enorme riqueza: “la construcción de un gran proyecto ético como propuesta de
imaginación que permea a toda la organización y se convierte en el motor de su propio
quehacer”46. En la ausencia de este proyecto ético se ignora la naturaleza de la empresa
como institución social y se le condena a su desaparición.
La ANDI nos dice que la responsabilidad social es la “respuesta que la empresa debe dar a
las expectativas y derechos generados en los sectores con los cuales ella tiene relación en
materia de desarrollo integral de sus trabajadores y en el aporte a la comunidad que le
permitió crecer y desarrollarse” 49.
También es definida como “la obligación que tiene toda organización en razón de su
naturaleza social, de reconocer en forma sistemática todo aquello que el entorno requiere y
de garantizar su satisfacción en forma prioritaria, la cual se debe reflejar a través de una
política social definida, que incluya el nivel de competencia y el ámbito de aplicación que
asume”50.
Las inquietudes surgen en torno al concepto (qué), las razones (por qué), los límites (hasta
dónde) y la forma de desarrollarlo (cómo). Hemos intentado responder a estos interrogantes
teniendo en cuenta los elementos expuestos, de la siguiente manera:
48
FERNANDEZ, María Isabel; GALLEGO, Mery y ORTIZ, Jaime Eduardo. “Balance Social:
fundamentos e implementación”. s.l. 1990. Pág. 36.
49
ANDI, OIT y CAMARA JUNIOR DE COLOMBIA. “Manual del Balance Social”. Página 25.
50
ALVAREZ G., María Elena, LONDOÑO B., Gladys, MUÑOZ R., Nhora. “Responsabilidad social del
empresario” Tesis de grado. Pontificia Universidad Bolivariana de Medellín. Página 44. 1994. En:
RESTREPO VELEZ, Clara Inés. “Compromiso Social y Liderazgo Empresarial”. Fundación Corona.
Bogotá. 1994.
La Responsabilidad Social Empresarial es un compromiso de naturaleza ética y de
carácter interdisciplinario que nace del concepto mismo de empresa como institución
social inmersa en un sistema amplio o red y que partiendo de la conciencia individual
se traduce en el reconocimiento de los intereses y expectativas de los grupos con los
cuales la empresa tiene relación, tanto interna como externamente, en sentido
horizontal, vertical o transversal, creando una cultura responsable mediante la que se
busque conciliar estos intereses con los de la unidad productiva, en un clima de
diálogo y comunicación permanente, actuando en consideración con unos valores y
principios (mínimos éticos) y, reconociendo las consecuencias de sus acciones,
persiguiendo fundamentalmente un desarrollo humano integral y sostenible, de los
miembros de la comunidad, en los ámbitos socioeconómico, administrativo, cultural,
político y ético.
51
FONSECA, Carlos. (Asesor del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente). Ponencia
presentada en el III Foro de Responsabilidad Social y Solidaridad “Empresa y Medio Ambiente”. Octubre
29 de 1997. Universidad Javeriana. Organizado por la Carrera de Administración de Empresas y el
Programa de Ciencias Religiosas.
• La dificultad de combinar objetivos económicos y sociales.
• Los clientes y la sociedad terminan pagando los costos de una política empresarial
socialmente responsable.
• Las empresas tienen suficiente poder; hablar de Responsabilidad Social les daría mayor
poder.
• No es posible definir la responsabilidad social de las empresas; a menos que se haga, las
firmas no deben participar.
Bajo esta perspectiva solo tendría cabida una responsabilidad social empresarial inscrita en
una ética funcional, es decir que busque únicamente el beneficio de la firma y no la
mediación de los intereses de los diferentes grupos involucrados. Para rebatir todos estos
argumentos podemos afirmar que:
• Las condiciones sociales han cambiado, la empresa debe asumir un momento histórico y
si realmente desea sobrevivir y aún más destacarse, debe reconocer estas condiciones,
propias de su entorno.
• Un ambiente industrial sano beneficia a todos los grupos de interés implicados, haciendo
que en un horizonte de largo plazo la empresa desarrolle su actividad en un contexto
mucho más favorable que si ignorara su responsabilidad social y recibiendo en este
mismo horizonte el retorno de sus acciones, sin caer en una posición funcional.
• De otro lado, la empresa como institución moderna, debe buscar soluciones a problemas
que otras instituciones (el Estado, por ejemplo) no ha encontrado. Además de buscar
soluciones a problemas ya existentes debe procurar evitar el surgimiento de nuevos
problemas, de manera que su acción social no sea exclusivamente correctiva.
• Lo anterior en virtud del poder que han tomado las empresas y que va de la mano con
una serie de responsabilidades que no pueden ni deben ser desconocidas o ignoradas.
• La sociedad moderna es una inmensa red, por ello las actuaciones de las empresas
(cualquiera que sea su tamaño) tiene un efecto no solo en su entorno inmediato sino en
todo el tejido social.
• Los recursos financieros no son los únicos que la empresa puede aportar; existen muchas
formas a través de las cuales las organizaciones de negocios pueden aportar al desarrollo
social integral y sostenible, sin comprometer su primera responsabilidad (Generar
Utilidades).
Las utilidades no son la única vía para acrecentar el capital de las empresas, ya que el
patrimonio no se reduce a la diferencia entre activos y pasivos. Henry Ford reconocía que
“un negocio bien manejado tiene que producir utilidades...pues de lo contrario se muere.
Pero cuando alguien trata de administrar un negocio únicamente para producir utilidades,
entonces el negocio se muere porque ya no tiene razón de existir”52.
De esta forma resulta que el ser empresario constituye el privilegio de ser administrador y
transformador de un conjunto de recursos que la sociedad a través de diferentes
mecanismos ha depositado en cada emprendedor, en aras de conseguir un acrecentamiento
de la riqueza, entendida tanto en forma colectiva como individual y tanto material como
espiritual y culturalmente. Vemos como los privilegios conllevan responsabilidades,
obligaciones. Ser empresario implica comprender, asumir y desarrollar el concepto de
Responsabilidad Social dentro del contexto específico de la actividad de cada firma.
Hay que ampliar el término “empresario”, es decir, tener en cuenta que existen otras
personas que aunque no son las dueñas del capital son las encargadas de manejar los
recursos que se colocan en sus manos. Las personas cuya actividad profesional se orienta a
la toma de decisiones claves llámese fundador, socio mayoritario, accionistas,
administrador, gerente, presidente, director, etc., deben entender cual es la responsabilidad
que la sociedad deposita en sus manos y que la organización de vanguardia actúa
responsablemente por iniciativa y compromiso propios, no por obligación legal o por
cosm-ética.
4.1. OBJETIVOS
1. Determinar si existen relaciones entre variables como los estudios realizados, el tiempo
que se lleva como empresario, el tipo de actividad de la empresa y el medio
geográfico/cultural, que influyan en la comprensión del concepto de Responsabilidad
Social Empresarial (RSE) y su aplicación en el mundo de los negocios.
5. Establecer si los programas (formales o no formales) que tienen las pyme colombianas
para llevar a cabo acciones socialmente responsables obedecen a planes de largo plazo
derivados de políticas claras o si están sujetos al cortoplacismo, e identificar si además
de dinero utilizan otros recursos.
6. Con base en las conclusiones de la encuesta, construir una propuesta sea canalizada a
través de ACOPI y que posibilite el desarrollo de acciones socialmente responsables en
el contexto de las pyme colombianas.
4.2. HIPOTESIS
5. Existen factores diversos (económicos, financieros, culturales) dentro del contexto de las
pyme colombianas que dificultan tanto la comprensión del concepto de RSE como su
aplicación práctica.
• En la toma de decisiones, ¿los pequeños y medianos empresarios van más allá de los
criterios económicos?, ¿reconocen una ética empresarial?, ¿identifican una ética civil?.
• Establecer si además del dinero emplean otro tipo de recursos (tiempo, trabajo
voluntario, asociación con otras empresas, etc.) para llevar a cabo sus programas.
4.4. METODOLOGIA
La encuesta fue diseñada para que fuera auto-gestionada, de forma que cumpliera con los
objetivos planteados, satisfaciera las necesidades de información y permitiera finalmente
establecer conclusiones útiles de acuerdo a los objetivos generales del proyecto que cobija
el convenio establecido entre ACOPI y la Universidad Javeriana.
Este convenio consistió en el apoyo logístico de ACOPI para poder acceder a la muestra de
empresarios de la pyme el cual estuvo sujeto a los planteamientos inscritos en el
anteproyecto, así como el respaldo y la colaboración permanente del Centro Colombiano de
Filantropía liderado por la Dra. Olga Lucía Toro❁ .
Para mayor comprensión del compromiso de cada parte, anexamos la correspondencia cruzada entre las
instituciones participantes y en la que se declara la voluntad de participar en el proyecto y se explica cual es
el apoyo que se brinda. Véase anexo No. 1: “Convenio PUJ-ACOPI-CCF”
La encuesta incluyó una carta de presentación❖ firmada por el Presidente Ejecutivo de
ACOPI describiendo en forma clara, breve y precisa el proyecto, complementando la
solicitud verbal hecha por la persona que se desempeñó como maestro de ceremonias, de
manera que los empresarios asistentes comprendieran la importancia de diligenciar la
encuesta completa y adecuadamente motivándose a hacerlo, percibiendo directamente el
apoyo y el respaldo que el gremio le dio al proyecto.
El cuestionario tiene nueve secciones. A los empresarios se les presentó de forma que solo
diferenciarán tres bloques: Datos del Empresario, Datos de la Empresa y Cuestionario. Las
secciones detalladas se determinaron para efectos de la tabulación y procesamiento de los
datos obtenidos y corresponden a las siguientes:
En total fueron 16 preguntas cerradas que combinan las alternativas múltiples y las
dicotómicas. En las primeras se buscó incorporar todas las posibles opciones, dejando la
alternativa “OTROS” para capturar respuestas que orienten nuevas investigaciones y que
nos ayudan a obtener datos de mayor calidad para el desarrollo del proyecto. Las segundas
presentan las opciones: “SI”, “NO” y “NO SE”.
4.5. APLICACION
• La posibilidad de que el Coordinador del Proyecto esté presente para motivar a los
empresarios, recolectar las encuestas, solucionar las dudas que se presenten y realizar
observación directa al desarrollo de la aplicación.
• Tomó solo tres días (tiempo de duración del Congreso), buscando obtener una muestra
de este importante segmento de la economía colombiana.
• Ahorro de costos, en tanto que la opción del correo directo hubiese implicado mayores
recursos (cuyo incremento se reflejaría básicamente en la tarifa postal), sin poder
garantizar la obtención de una muestra como la que planeamos capturar durante el
congreso.
Para mayor comprensión hay que aclarar que de los 156 asistentes que figuran en la
categoría de Afiliados y No afiliados, no todos eran empresarios como tal, solamente 73
llegaron a constituír nuestro Universo, del cual salió finalmente una muestra de 48
encuestas correcta y completamente diligenciadas. Esto obedece en buena parte el gran
interés que despierta el congreso anual de las pyme y que convoca a personas de diferentes
sectores (oficial, académico, prensa, etc).
Las encuestas se entregaron con el material que ACOPI daba a cada persona en el momento
de realizar la inscripción. Desafortunadamente hubo problemas de orden logístico que
ocasionaron que muchos empresarios no recibieran oportunamente su cuestionario, razón
por la cual el Coordinador de la Investigación solicitó y recibió el apoyo del personal de
ACOPI Presidencia Nacional, para distribuír las respectivas encuestas entre los empresarios
que manifestaron no haber recibido material al hacer su inscripción.
De otra parte la promoción del cuestionario se realizó hasta el día 3 (Viernes) en horas de
la tarde debido al desconocimiento de su aplicación por parte de la persona que actuaba
como maestro de ceremonia, según pudimos constatar con la Dra. Claudia Calero, quien al
día siguiente les recordó a los asistentes diligenciar las encuestas anunciando la
participación en la rifa de un computador Acer, como estímulo para incrementar el nivel de
respuesta, bastante bajo hasta ese momento.
Estas circunstancias dificultaron la aplicación de cuestionario, pero hay que señalar que el
Personal de ACOPI - Presidencia Nacional prestó una colaboración muy grande para poder
desarrollar este proceso, al igual que las personas que asistieron por parte del Centro
Colombiano de Filantropía, de forma que terminado el evento se alcanzó un nivel de
respuesta del 66%, sobre el Universo de Empresarios que constituyeron nuestra Población
Objetivo.
Las gráficas de las preguntas 2B, 4B, 5, 6, 7, 8B, 10, 11 y 14, pueden ser observadas en el contenido del
anexo No. 3. Aquí presentamos la información con criterios de selectividad, brevedad y ante todo buscando
exponer lo más importante para el caso que nos ocupa. De igual manera podrá observar en el anexo
referenciado las gráficas resultantes del cruce de variables con las preguntas 1, 2, 3, 4 y 16.
La conciliación de objetivos (C) No es necesario, pero es posible
empresariales y sociales es un camino (D) No es necesario y tampoco es posible
que puede calificarse como: (E) Indispensable y posible
(A) Necesario, pero no es posible (F) Indispensable, pero no es posible
(B) Necesario y posible.
PLANEACION EMPRESARIAL
Entre las empresas que contestaron afirmativamente, los siguientes son los
mecanismos más utilizados para mantener esa relación:
BALANCE SOCIAL
PREGUNTAS DE PROFUNDIZACION
Son pocas las empresas que incorporan el concepto de RSE en sus políticas. Un alto
porcentaje afirma tener programas no formales de acción social, lo cual evidencia una
notable informalidad en el desarrollo e implementación de la RSE, que aún no forma parte
de la cultura empresarial de las pyme.
El área en que más contribuyen (con perspectivas de continuar hacia el futuro ✱) los
pequeños y medianos empresarios es la capacitación. En la investigación de la Andi la
En el cuestionario (Anexo No. 2, página 2 de la encuesta) se pedía a los empresarios que utilizarán tres
códigos de acuerdo a sus planes de continuar o no hacia el futuro con estas áreas de acción, pero solo
utilizaron el código No. 2 “...para aquellas áreas en las que trabaja actualmente y piensa continuar
trabajando en el futuro”.
preferencia fue por las entidades sin ánimo de lucro. Comparten (en diferente orden) las
áreas de la salud, medio ambiente, recreación. Pero los empresarios de las pyme dan
importancia a las creación de micro y fami-empresas y los deportes.
Respecto de los mecanismos utilizados, las asesorías son la vía más utilizada por las pyme,
seguidas por el trabajo voluntario, los préstamos blandos, las donaciones directas en dinero,
la creación de proyectos y las donaciones directas en especie. En la investigación de la
Andi se preferían las donaciones directas en dinero y especie y, las donaciones a través de
ONGs intermediarias.
Hay una diferencia notable tanto en los mecanismos como en la cercanía con la
comunidad: mientras las pyme no dan prelación a las donaciones sino a otros mecanismos
que involucren distintos recursos (tiempo, trabajo voluntario) las empresas más grandes si
optan por donaciones en dinero y especie.
De otro lado las pyme prefieren no utilizar intermediarios como las ONGs, sino
relacionarse directamente con las comunidades. Parece entonces que la filantropía no
constituye un mecanismo idóneo para los pequeños y medianos empresarios en el
desarrollo de su RSE. Habría que entrar a explorar la forma como entienden la filantropía,
pues existe la posibilidad de que sea asumida en sentido caritativo lo cual constituye una
visión limitada de esta herramienta de RSE.
Teniendo en cuenta que las pyme (proporcionalmente hablando) cuentan con menos
recursos financieros que las grandes empresas, es posible que esto haga que se busquen
mecanismos alternativos que no impliquen desembolsos de dinero; en este sentido las pyme
son creativas y recursivas.
Sería interesante explorar con mayor detalle las áreas a las que se orientan esas asesorías
para saber si tienen alguna relación con la creación de micro y fami-empresas, pues de ser
así las donaciones en especie que señalan los empresarios, los préstamos blandos e incluso
algunas donaciones en dinero pueden tener como destino las nuevas unidades productivas
que se creen.
Los mecanismos más utilizados para conocer necesidades e identificar áreas de trabajo son:
a través de los empleados de la empresa, las fundaciones, las solicitudes por
correspondencia y la comunicación con otras empresas, mientras en la gran empresa eran
las solicitudes por correspondencia, las relaciones con funcionarios públicos, los agentes
comunitarios, los medios de comunicación y las ONGs intermediarias.
Las pyme si mantienen una relación directa con la comunidad principalmente a través de
asesorías, eventos comunitarios, seguimiento al uso de los recursos y visitas. En la
investigación hecha por Constanza y Juan Alejandro se señalaban las visitas, los eventos,
los informes periódicos y las asesorías como los medios más utilizados para mantener esta
relación, que también se detectó.
La diferencia radica en que los empresarios de las pyme confirman su mayor cercanía con
la comunidad, un compromiso que devela un carácter permanente y una preocupación más
palpable por el uso que se le de a los recursos que destinan.
En cuanto al nivel y el número de miembros que toman las decisiones en el área social, los
resultados para las dos investigaciones fueron los mismos: nivel gerencial (presidencia para
el caso de algunas empresas grandes, en el trabajo adelantado en la Andi) y entre dos y
cinco personas participantes. Para el caso de las pyme hay que recordar que en su gran
mayoría los encuestados poseen firmas que tienen entre 10 y 99 empleados (segmentos de
pequeña y mediana-baja empresas).
La mayoría de las pequeñas y medianas empresas no hacen Balance Social y de las que si
lo elaboran la mayoría lo hacen desde hace no más de cinco años y no lo publican. Falta
conocimiento en torno a esta herramienta de carácter informativo y que resulta útil para el
empresario-líder que desea estar a la cabeza de su sector y su actividad.
En las empresas sin política ni programa de acción social se detectó un interés marcado
por obtener información sobre el tema y se reconoció abiertamente la falta de una cultura
empresarial en el área de la RSE como el principal motivo para carecer de cualquiera de
los dos instrumentos (mientras en la investigación de la Andi se señaló la falta de recursos,
lo cual parece que no constituye un obstáculo para las pyme).
Se identificó una disposición mayoritaria a destinar recursos (tiempo, dinero, etc.) en aras
de diseñar y desarrollar actividades orientadas al beneficio social. Cuando se les preguntó
en qué áreas lo harían se inclinaron por la capacitación, la salud y la recreación, muy
similares a las áreas de quienes ya desarrollan acciones de este tipo, aunque entre sus
preferencias no figuran medio ambiente ni creación de fami/microempresas.
Las pyme se manifestaron a favor de la asociación como mecanismo para unir esfuerzos y
poder confeccionar e implementar acciones sociales.
Respecto de la variable “Nivel de Estudios” podemos decir que encontramos que a menor
nivel académico se le introduce mayor empirismo al concepto de RSE y en el mismo
sentido la urgencia en la conciliación de objetivos sociales y empresariales es menor.
El “tiempo que se lleva como empresario” nos arrojó las siguientes tendencias: Parece que
entre menos años se lleva como empresario menos se está de acuerdo en que los problemas
sociales de nuestro país están dentro del radio de acción directa de las empresas. De otro
lado a medida que aumenta el tiempo disminuye la urgencia de conciliar los objetivos
sociales y empresariales y, hay mayor presencia de programas no formales en las
organizaciones encabezadas por estos empresarios. Todos los grupos respaldan la
asociación.
♦ No existe claridad entre los empresarios de las pyme de lo que implica un concepto
integral de Responsabilidad Social Empresarial ni de la importancia que tiene para
desarrollar la actividad económica dentro de un contexto sano, contribuyendo al logro
de un desarrollo humano integral y sostenible. La RSE no se asocia con la filantropía.
♦ Si existe relación entre variables como los estudios realizados, el tiempo que se lleva
como empresario, el medio geográfico cultural y el tipo de actividad que desarrolla la
empresa, con la forma como los empresarios de las pyme asumen su responsabilidad
social.
La miopía administrativa que planteamos está presente en las pyme colombianas y pone en
peligro su existencia en un contexto de largo plazo. Por esta razón es urgente mostrar a los
empresarios que nuestras condiciones específicas requieren de nuevas formas de gestión de
los recursos colocados en sus manos, conciliando objetivos sociales y empresariales,
logrando ser más competitivos, eficientes y eficaces.
La capacidad de convocatoria de ACOPI debe ser aprovechada y debe unir su esfuerzo las
ONGs que trabajan en el campo social y al sector académico, de manera que se construyan
redes de trabajo y se promuevan acciones coordinadas, conexas y permanentes, que
incluyan tanto la investigación como el diseño de propuestas concretas que se adapten al
contexto de las pyme.
Hay que reconocer que si hay en las pyme dinámicas como el trabajo voluntario y las
asesorías entre otras, que es posible y necesario potenciar a través de mecanismos como la
asociación de empresarios, lo cual puede constituírse en el punto de partida para el
fortalecimiento de un tejido empresarial y social, fuerte y cohesionado.
Son diversos los campos de acción hacia los cuales es posible orientar la acción social de
las pyme, lo importante es concientizar a los empresarios la necesidad de hacerlo a través
de su gestión diaria y de la implementación de acciones concretas, mostrándoles que la
filantropía constituye una herramienta poderosa pero enfatizando que se necesita un cambio
de actitud y un rompimiento de paradigmas empresariales obsoletos y nocivos.
La ética no resulta desconocida para los pequeños y medianos empresarios. Hay que
orientar su complementación con otras disciplinas a través de bases conceptuales como la
RSE y de propuestas concretas como una Gerencia Empresarial Basada en Valores.
Apuntándole a la conciencia individual, al compromiso, al ejemplo y al rescate del
liderazgo del sector privado es importante promover el intercambio de información,
experiencias y la búsqueda de caminos novedosos aplicables a nuestro contexto
socioeconómico y cultural.
7. UNA PROPUESTA DE LARGO PLAZO : GESTION EMPRESARIAL BASADA
EN VALORES (GEBV)
Se necesita un nuevo tipo de gestión que potencie las capacidades de los líderes
empresariales y que permita el fortalecimiento de un tejido social, empezando con la
cohesión del tejido empresarial.
7.1. JUSTIFICACION
• La problemática social del país exige una acción decidida del sector privado, cuya
dinámica debe coordinarse con nuestro naciente sector solidario.
⇒ La base axiológica está implícita en el concepto mismo de empresa, que como una de las
instituciones modernas más importantes se sustenta en el principio de autonomía (en el
sentido de libertad). Es necesario ampliar esta base de acuerdo a las exigencias de
nuestro contexto.
⇒ Resulta beneficioso tanto para la sociedad como para las empresas el desarrollar una
gestión responsable, en otras palabras, se aumenta la eficiencia, la eficacia y la
productividad de las firmas de negocios. Paralelamente se eleva el nivel de vida de las
personas.
Insistimos en la necesidad de un cambio de actitud en aspectos fundamentales como el
nexo existente entre economía y ética, entre administración y ética y, la configuración de
mínimos éticos transculturales que permitan configurar un marco axiológico de referencia
para el proceso de toma de decisiones y la acción. Se requiere de una perspectiva
comunitaria y al mismo tiempo de una perspectiva global, en razón de una responsabilidad
planetaria.
Cuando hablamos de un nuevo tipo de gestión estamos haciendo referencia a algo más
práctico: una Gestión Empresarial Basada en Valores. La pregunta de fondo es: ¿Cuáles
son los valores que deben sustentar una gestión empresarial social?
De esta forma es posible que en la gestión diaria se involucren criterios sociales necesarios
para alcanzar un auténtico desarrollo humano y sostenible. Ricardo Semler a través de su
experiencia en Semco descrita en su libro “Contra la Corriente54” ha demostrado que siendo
ético es posible tener un gran éxito en el mundo de los negocios. A nuestro modo de ver no
solo es posible sino imprescindible por lo menos para sobrevivir. Los beneficios irradian a
todos los grupos de interés (Stakeholders):
54
SEMLER, Ricardo. “Contra la Corriente”. Santafé de Bogotá. Javier Vergara Editor S.A. 3ª Edic.
Marzo/1997.
No estamos proponiendo un “elíxir mágico”, sino que ponemos a consideración de la
comunidad empresarial un camino para empezar desde la base del tejido empresarial un
proceso que abra espacios para la convivencia pacífica y el desarrollo socioeconómico del
país. Esta propuesta puede ocasionar polémica en la medida en que consideramos implica
un cambio en la mentalidad que existe respecto de la manera de hacer negocios y de
obtener utilidades.
En la medida en que sean los empresarios (en su comprensión amplia) los que cuestionen
este trabajo acercándose a la academia, seguramente se enriquecerá un debate que por lo
menos propiciará el diálogo y la interacción entre sector privado y sector académico. No
estamos pidiendo que asuman nuevas cargas (financieras, prestacionales, etc.) sino que
reconozcan la importancia de su actividad y el papel que ellos mismos ocupan dentro de la
sociedad, identificando la urgencia de asumir un proyecto que garantice su supervivencia y
competitividad.
Objetivo General: Demostrar a los empresarios de las pyme que la empresa (micro,
pequeña, mediana o grande) que no sea socialmente responsable está condenada a
desaparecer en el largo plazo ante las condiciones de un entorno cada vez más complejo. Se
busca la concientización de los empresarios en torno a la importancia de la RSE como una
nueva forma de gestión.
Objetivos Específicos
• Lograr que cada empresario se convierta en un agente de cambio al interior de su
empresa promoviendo nuevos criterios de decisión y nuevas formas de gestión inscritas
en el marco de una auténtica RSE.
Temas a tratar
Marco Institucional
Actividades a Realizar
En este sentido las tres entidades deben respaldar nuevas investigaciones que partiendo de
los hallazgos realizados hasta hoy permitan profundizar en aspectos importantes para
detectar nuevas formas de gestión, organización y de acción.
En los encuentros se debe ofrecer a los empresarios información teórica y práctica. Aquí
entra a interactuar el Convenio de Cooperación, pues ACOPI con su capacidad de
convocatoria (a través de las seccionales) y las otras dos entidades con la experiencia y el
conocimiento, pueden ofrecer a los empresarios herramientas para empezar a motivarlos,
de manera que se logre cuestionar la actividad de negocios en torno a los temas propuestos.
Se debe crear un espacio en estas actividades, donde los pequeños y medianos empresarios
puedan presentar su propia experiencia en torno a la RSE y escuchar a otros (colombianos
y extranjeros) de forma que se enriquezcan las formas (de por sí ya novedosas) en que las
pyme desarrollan una gestión social.
Incluír en la “Revista E” de ACOPI una sección orientada a mostrar las acciones de las
pyme colombianas en torno a la responsabilidad social, el debate que existe alrededor del
tema y la realización de los eventos anteriormente mencionados. De la misma forma hay
que analizar en cada caso (eventos especiales) las posibilidades de publicación de la
Agenda de Acción Social de las Pyme en medios de información de mayor audiencia como
periódicos de carácter nacional (El Tiempo, El Espectador) y en noticieros de televisión.
A mediano plazo puede pensarse en insertar dentro de los servicios de asesoría ofrecidos
por ACOPI módulos encaminados a mostrar al empresario la urgencia de actuar
responsablemente en un mundo de cambio veloces y radicales. Los temas mencionados
pueden servir para llevar a los empresarios la propuesta que se ofrece al inicio de esta
sección: una Gestión Empresarial Basada en Valores. Insistimos, no se trata de catedratizar
la temática de la RSE, sino de ofrecer espacios de discusión académica que confronten la
práctica.
Objetivo General: Estimular a los empresarios para que sigan haciendo uso del trabajo
voluntario y las asesorías como herramientas de acción social, rescatando el hecho de que
no implica el desembolso de cuantiosas sumas de dinero.
Objetivos Específicos:
• Demostrar a los empresarios que la filantropía va más allá de la acción caritativa y de las
donaciones.
Acciones:
• Promover entre las empresas la destinación de dos o tres horas laborales a la semana,
quincena o por mes, de los colaboradores que deseen participar en actividades sociales,
en un clima de voluntariado, de forma que las acciones derivadas de los miembros de
una firma coincidan en un punto común ayudando a la cohesión del tejido social y al
fortalecimiento de una cultura empresarial en torno a la Responsabilidad Social
Empresarial (RSE).
• Habría que entrar a analizar si la actividad desarrollada por cada empresa se presta para
que se aplique dentro de un trabajo voluntario o una asesoría. Por ejemplo, una firma
dedicada al procesamiento de datos contables puede dedicar parte de su tiempo a la
revisión del procesamiento de datos en una fundación que se ocupa de niños enfermos
de sida, sin que se produzca un pago por el servicio o que se haga a una tarifa que
represente un 60 o un 50% del precio de mercado.
La promoción de estos dos mecanismos puede inscribirse dentro de la temática del
programa GER, para que los empresarios de la pyme identifique las dinámicas que existen
al interior de su segmento, haciendo énfasis en la necesidad de buscar nuevas vías.
Objetivo General: Sentar las bases para la elaboración de códigos éticos al interior de las
pequeñas y medianas empresas colombianas y para la evaluación de las acciones
empresariales desde una perspectiva social, económica y axiológica.
Objetivos Específicos:
• Presentar brevemente una propuesta que sirva de punto de partida para la confección de
códigos éticos en cada empresa pequeña y mediana de Colombia.
• Generar dinámicas de diálogo e interacción de los empresarios con sus grupos de interés
(Stakeholders).
• Potenciar la cercanía de las pyme con las comunidades afectadas involucrando una
comunicación más directa y estimulando la apropiación de criterios sociales en la toma
de decisiones.
• Dar los primeros pasos para la conformación de una Cultura Corporativa y de una
Atmósfera Moral inscritas dentro del concepto de la Responsabilidad Social
Empresarial.
Acciones
A través de una campaña denominada “Nuevas Herramientas Gerenciales” (inscrita en los
seminarios y foros) ACOPI puede promover el uso de mecanismos para asegurar una
gestión responsable sustentada en valores. A continuación una descripción de estos
mecanismos.
10. Trabaja por el configuramiento de una Atmósfera Moral y de una Cultura Corporativa
en donde la conciencia de cada persona sea respetada, reconocida y potenciada hacia la
búsqueda de la paz.
Los puntos anteriores constituyen una sugerencia para que hacia el interior de cada firma se
construya un código ético propio. Sería pertinente promover a través de ACOPI la
selección de algunos principios que se conviertan en un marco axiológico común. En Japón
ha sido posible esto mediante la promoción de la “Moralogy55” como herramienta de acción
moral aplicada al mundo de los negocios. Aunque nuestro contexto es diferente la
experiencia de otros países puede sernos útil; no pensamos en trasladar la metodología ni
mucho menos los principios, pero si creemos posible configurar en nuestro medio una
herramienta que tenga el mismo impacto que tuvo en otra nación.
Respecto de los Comités Eticos hay que difundir su utilización exponiendo los beneficios
que trae, pues sirven para rectificar, advertir, controlar y recordar permanentemente cuál es
el proyecto empresarial que se está construyendo. Tienen un funcionamiento complejo pero
resultan cada vez más necesarios en un contexto post-convencional, en el que es urgente
determinar, clarificar y delimitar responsabilidades sociales y no solamente jurídicas.
Mediante los seminarios y talleres debe promoverse su creación al interior de las pyme. El
hecho de que existan empresas que cuentan con pocos miembros no es excusa para no
crearlo. Al contrario, su desempeño será más eficaz y productivo debido a la flexibilidad y
rapidez de su acción.
55
TAKA, Iwao y DUNFEE, Thomas W. “Moralidad Japonesa como Etica de los Negocios” En: Journal of
Business Ethics (JBE) Vol. 16 No. 5. Abril de 1997. Págs 507 a 519.
El número de miembros dependerá del tamaño de la empresa y su inserción en la estructura
debe darse en un contexto de informalidad. En otras palabras, no hay necesidad de crear
departamentos de Responsabilidad Social o de Relaciones Comunitarias, sino que teniendo
miembros de diferentes niveles desarrolle su gestión mediante la aplicación de un estilo
flexible, manteniendo una acción permanente y orientada hacia unos pocos vitales
identificados mediante el diálogo y la concertación. Más que de crearlos se trata de
insertarlos de forma permanente en el proceso de Planeación Estratégica de las empresas.
En este sentido es relevante que ACOPI promueva entre las pyme el concepto del Balance
Social, su aplicación y su publicación. Recordemos que según los resultados de la
investigación son pocas las pyme que lo elaboran y mucho menos los que la publican. En
este segmento es una herramienta subutilizada que debe contemplarse dentro del programa
G.E.R.
Adicionalmente habría que fomentar el análisis crítico de esta herramienta dentro de las
empresas colombianas y la viabilidad de su aplicación en las pyme. Proponemos que desde
la campaña (“Nuevas Herramientas Gerenciales”) se propicie la evaluación de los
mecanismos ya existentes como el Balance Social y la creación de otros nuevos: un Estado
de Pérdidas y Ganancias Social, el desarrollo de Auditorías Sociales, etc. La Contabilidad
Social tiene mucho campo de aplicación como instrumento de una Gestión Empresarial
inscrita en el concepto integral de la RSE.
Objetivos específicos:
Esto supone una proximidad espacial o de otro tipo (como en el caso de redes sectoriales)
y, una cultura propicia para la elaboración y re-creación de convenios. Esta cultura parte
del individuo, se transmite dentro de la atmósfera moral de la organización y trasciende el
tejido empresarial, llegando a impactar el tejido social. Tiene entonces una estrecha
relación con el Programa G.E.R. que le apunta a la concientización de los empresarios.
Acciones:
A través de las diferentes seccionales de ACOPI realizar en los seminarios y talleres Mesas
de Trabajo donde se discuta con mayor profundidad la temática expuesta y se generen
compromisos en torno a la identificación de áreas de trabajo específicas y de vías prácticas
y/o problemas en la implementación de una Gerencia Empresarial Basada en Valores.
Dar continuidad a las conclusiones de dichas mesas de trabajo, permitiendo que quienes
participaron inicialmente continúen y vinculen a otros empresarios interesados, iniciando la
creación de Asociaciones Empresariales para el Desarrollo (AED). Lo importante es
llamar la atención de los empresarios de las pyme mostrando el interés de ACOPI en
respaldar estos programas, pero respetando la orientación que desde cada Asociación se
desee dar, siempre y cuando se constituyan propuestas viables.
Mantener la informalidad de las dinámicas de las mesas de trabajo para que los empresarios
no sientan que el gremio desea apropiarse de sus ideas y proyectos, sino que la intención es
respaldarlos y acompañarlos en el proceso. La realización de las mesas puede hacerse vía
segmentación geográfica o de acuerdo a una clasificación de las actividades de las
empresas, de forma que se aprovechen los vínculos culturales y sectoriales existentes
previamente.
Adicionalmente es posible que el conocimiento empresarial se aplique en el área social, por
ejemplo, que se seleccionen “Segmentos Comunitarios” para actuar buscando focalizar el
esfuerzo garantizando un impacto eficaz. Paralelamente y sin olvidar el contexto
administrativo (una GEBV) se deben estimular los proyectos que le apunten a la
identificación de políticas y estrategias que permitan la configuración de una base intra e
interempresarial fuerte, sustentada en valores. Estas asociaciones de empresarios deben
procurar:
• Mantener la continuidad de los proyectos surgidos en las Mesas de Trabajo (ya sean
intersectoriales o interregionales) y realizar un monitoreo permanente del entorno para
identificar nuevas ideas y propuestas en torno a la GEBV, y necesidades y áreas de
trabajo para la acción social.
• Mantener comunicación con ACOPI a través de cada seccional, para lograr difundir sus
actividades y logros mediante los medios seleccionados para tal fin.
Las A.E.D. también pueden focalizar su acción en áreas específicas, tanto a nivel de
desarrollo de nuevas formas de gestión empresarial como hacia el diseño e implementación
de actividades sociales. Entre estás áreas encontramos:
Ante la Inflación: Precios Justos: Los artículos producidos por las empresas pequeñas y
medianas del país deben estar representadas en el mercado mediante un precio acorde a los
costos de producción en los que se incurre y a un margen de ganancia razonable.
Eliminando la visión inmediatista, las empresas logran establecer un relación con los
consumidores basada en valores como la confianza, la lealtad y la calidad, acumulando
capital integral.
En el primero se busca que los individuos no solamente perciban una remuneración sino
que reciban parte del beneficio que en conjunto se ha obtenido a través del esfuerzo de la
microcomunidad que la empresa representa. En el segundo se asegura de una lado la
participación de los colaboradores en las ganancias vía repartición de dividendos y además
se les integra de una forma más directa en el proyecto empresarial.
Es la persona humana el eje en torno al cual deben girar las decisiones empresariales. No se
trata de convertirnos en benefactores de los pobres, sino en tener la capacidad de ver que
existe una serie de valores eminentemente humanos que de no integrarse a la vida de los
negocios pueden ocasionar situaciones más dramáticas de las que presenciamos hoy en día.
La educación es el área en la que más contribuyen los empresarios de las pyme y es muy
importante para que se acumulen conocimientos de tipo técnico y tecnológico que
fortalezcan la estructura competitiva de las organizaciones. Pero no puede reducirse al
ámbito productivo el acceso de un gran número de personas al conocimiento; este último
implica una comprensión más integral, la educación amplía el horizonte del individuo y
contribuye a elevar su nivel de vida no solo en términos materiales sino en términos
intelectuales y espirituales.
El trabajo realizado por estas asociaciones busca es reunir en un punto común los esfuerzos
que cada empresario realizaba por su cuenta. Resulta práctico para su funcionamiento la
delimitación: cuál es el problema a tratar, cuál es el objetivo principal, con qué recursos se
cuenta, como se va a lograr el objetivo y cómo se medirán los resultados. Esto tanto para
las acciones sociales concretas como para la discusión y configuración de metodologías,
políticas y estrategias empresariales inscritas dentro del concepto de una GEBV.
Objetivo: Acumular información útil y precisa para que las Asociaciones Empresariales
para el Desarrollo, las Mesas de Trabajo y el Comité de Acción Social Responsable tengan
acceso rápido y eficaz a las ideas y propuestas que buscan la innovación administrativa, a
las necesidades, y a las áreas de trabajo y acciones sociales adelantadas o por ejecutar.
Objetivos Específicos:
• Recepcionar, clasificar y presentar información que resulte útil para que los empresarios
orienten sus acciones sociales.
El BINAS puede constituírse como un subsistema del S.I.T.I. sin que interfiera los
objetivos y la misión de este centro de servicios de información de ACOPI. Nuevamente lo
que se busca es aprovechar una estructura institucional ya existente apuntándole al logro de
flexibilidad y eficiencia en el funcionamiento de la Red de Responsabilidad Social
Empresarial y el manejo de las Asociaciones Empresariales para el Desarrollo. Tiene una
función estrictamente informativa, es decir, la gestión de las acciones y la ejecución de las
mismas están a cargo de la Asociaciones de Empresarios (A.E.D).
Para llevar a cabo estas acciones es imprescindible el compromiso de ACOPI con las
actividades socialmente responsables, solo así es posible garantizar la implementación y el
buen desempeño de los subsistemas sugeridos en esta propuesta. Las directivas del gremio,
tanto a nivel nacional como regional deben comprender la urgente necesidad de involucrar
a las pyme a través de acciones socialmente responsables con un nuevo tipo de gestión
empresarial que les permita mantenerse competitivas y flexibles frente a las empresas de
todo el mundo y que haga posible la conciliación de objetivos económicos y sociales.
Es necesario también subrayar que ACOPI no constituye dentro de esta propuesta una
entidad ejecutora sino promotora de acciones que los empresarios van a construír y a
ejecutar. Son ellos los que deben desarrollar desde sus empresas las políticas y programas
que expresen su compromiso con el desarrollo social y económico de Colombia. ACOPI
sirve de puente entre las empresas en virtud de su capacidad de convocatoria y solamente
interviene en el desarrollo de encuentros (seminarios, talleres, foros, mesas de trabajo).
• Investigación.
Existen pues áreas en las cuales ACOPI ya ha venido trabajando para adelantar acciones
que se inscriben dentro del concepto de Responsabilidad Social Empresarial. No
pretendemos desplazarlas ni desconocerlas, al contrario, promovemos su identificación y su
conservación para que se ejecuten los programas ya establecidos y se complementen con
las estrategias recomendadas en esta tesis de grado.
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A N E X O No. 1
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