Confróntate.
¡Ahora solo queda gozar! Sin duda alguna te puedo afirmar que tu
vida se transforma prácticamente en una experiencia epicúrea.
Y lo más impactante: todo ello suele suceder sin que te des cuenta y
sin el más mínimo esfuerzo.
¿Te parece un cuento de hadas? Pues no, créeme que así es, tal cual.
Lo único que se necesitó para llegar a este punto de evolución
humana es ser tú mismo y hacer lo tuyo. En este nivel no existe el
esfuerzo. Aunque los demás, sí lo pueden percibir así en ti. Ellos no
saben que solo te estás dejando fluir. De las ironías más grandes de
la vida es cuando la perfección –prácticamente— se logra sin el
mínimo esfuerzo.