Anda di halaman 1dari 198

La Liber

Libertad
de Expresión
en la nueva Sociedad de la Inf
Infor
ormación
PERSPECTIVAS Y CONFLICTOS ENTRE DERECHOS
PERSPECTIV
La Libertad
de Expresión
en la nueva Sociedad de la Información
PERSPECTIVAS Y CONFLICTOS ENTRE DERECHOS

Andrés Martínez Moscoso


6
INDICE
Prólogo 13
Introducción 20
Capítulo I
Evolución Histórica de la Libertad de Expresión 25

1. Evolución Histórica de la Libertad de Expresión 26


1.1. La Edad Media y el Individuo 26
1.2. Sometimiento de la Razón 28
1.3. El Individualismo 31
1.4. Humanismo 33
1.4.1. Avances Proporcionados por el Humanismo
Tomás Moro 34
1.4.2. Erasmo de Rótterdam 36
2. La Libertad vista desde la Reforma 38
2.1. Construcción Racional del Concepto de Libertad de
Expresión 41
2.1.1. Spinoza 42
3. Aportación Liberal del Modelo Inglés 45
3.1. Milton 47
3.2. John Locke 49
4. Las luces de la Libertad de Expresión 51
4.1. Voltaire 51
4.2. Inmanuel Kan 53
5. Modelos Internacionales 55
5.1. Modelo americano y Primera Enmienda 55
5.2. Declaración Francesa de 1789 58

Capítulo II.
La Nueva Sociedad de la Información y su Relación
con las Nuevas Tecnologías 63

en la nueva sociedad de la información 7


1. La Nueva Sociedad de la Información y su
relación con las Nuevas Tecnologías 64
1.1. Las Nuevas Tecnologías, Doctrinal y Técnicamente 64
1.2. Relaciones entre Nuevas Tecnologías y Ciudadanía 69
1.3. La Nueva Sociedad de la Información y La Nueva
sociedad del Conocimiento 72
2. Las Nuevas Tecnologías y su Interacción entre el
Mundo Socio-jurídico 74
3. Tecnología Informática, Almacenamiento y
Protección de Datos 78
4. Teledemocracia 82
4.1. La Teledemocracia en la Nueva Sociedad de la
Información 86
4.2. La Sociedad Estadounidense – “The Net Effect” 89
4.3. Aportaciones y riesgos de la Teledemocracia en la
Sociedad del Siglo XXI 92
4.4. Masuda y las Ventajas Políticas de la Sociedad
Informatizada 95

Capítulo III
Planteamiento Jurídico y Doctrinal de la Libertad
de Expresión 99

1. La Libertad de Expresión en el Ordenamiento


Jurídico y su Concepción 100
1.1. El objeto Jurídico Protegido y su Titularidad 104
2. Estado de Derecho y Sociedad de la Información 107
3. El Mercado y el Bien Jurídicamente Protegido en el
Derecho a la Libertad de Expresión 111
3.1. Límite en el Respeto a los Derechos: Honor,
Intimidad, Propia Imagen y la Protección de la
Juventud y la Infancia 114
3.2. Referencia al Mandato Constitucional Español.
Autonomía de la Voluntad y Responsabilidades 120

8
4. Medios de Comunicación y Límites de la
Libertad de Expresión 122
4.1. Sociedad Informatizada y Telebasura 126

Capítulo IV
Garantías de la Libertad de Expresión, Perspectivas
y Posibles Soluciones 133

1. Protección de Derechos Humanos para la Libertad


de Expresión en los Sistemas Jurisdiccionales 134
2. Ámbito de Protección del Convenio Europeo de
Derechos Humanos 135
2.1. Generalidades del Sistema 137
2.2. Protección de Libertad de Expresión 140
2.3. Jurisprudencia, Límites y Situación de la Libertad
de Expresión en el Continente 142
3. Ámbito de Protección de la Convención
Americana de DDHH 150
3.1. Generalidades del Sistema 151
3.2. Protección de Libertad de Expresión 155
3.3. Jurisprudencia, Límites y Situación de la Libertad
de Expresión en el Continente 159
4. Protección Interna: Tribunal Constitucional Español 165
4.1. Generalidades del Sistema 166
4.2. Jurisprudencia, Límites y Situación de la Libertad
de Expresión 167
5. Autorregulación Ética como Opción de
Tratamiento, el caso Europeo 173
5.1. Perspectivas y Retos frente a la Libertad de Expresión 176

Reflexiones Finales 179


Bibliografía 189

en la nueva sociedad de la información 9


10
AGRADECIMIENTOS

Este libro he podido realizarlo, gracias a las referencias y


citas de los profesores que impartieron cátedra dentro de la IV
edición del Master en Protección de los Derechos Humanos, de
la Universidad de Alcalá, así también a las enseñanzas del pro-
fesor Gregorio Peces-Barba, en su conferencia magistral sobre
“El contenido de la ética pública”, organizado por la Cátedra
Democracia y Derechos Humanos, de la Universidad de Alcalá
y el Defensor del Pueblo (España).

Han servido de guía para esta investigación los textos de los


profesores Ansuategui Roig y Modesto Saavedra, sobre los cuales
hemos planeado algunas directrices. Y el apoyo y dirección de
la profesora María Isabel Garrido Gómez, de la Universidad de
Alcalá.

Durante la etapa de recopilación y análisis de información, fue-


ron de vital importancia los centros de documentación de la
Universidad de Alcalá, de la Biblioteca Nacional de España, y el
sin número de artículos open source, encontrados en la Red, los
mismos que nos hace concluir que la mejor manera para que una
sociedad progrese, es que el conocimiento se vuelva universal,
y que la libertad de expresión e información constituyan pilares
fundamentales a ser desarrollados por las Nuevas Tecnologías,
lo cual incidirá de manera inmediata en la mejoría de la calidad
educativa y de investigación de los Estados.

en la nueva sociedad de la información 11


12
PRÓLOGO

Ante los grandes avances y descubrimientos de tipo científi-


co y tecnológico, criterios como la producción y el lucro, cobran
enorme importancia, al punto de convertirse en fuerzas que ad-
quieren la naturaleza de lo obvio en una sociedad mecánica y
deshumanizante que necesita cada vez con más urgencia políticas
justas, orientadas a la consecución del bien común y a la defensa
a ultranza de la Libertad en todas sus formas y expresiones.

Cuando abordamos una publicación, como la que usted res-


petado lector tiene en sus manos, que desarrolla con interés el
tema de la Libertad en una de sus formas al parecer más evidentes
pero aún más desconocidas por las sociedades modernas, cual es
la Libertad de Expresión en el marco de una realidad global de
la información que conlleva con inminencia el abordaje de las
nuevas tecnologías y su necesaria adecuación con los sistemas
de derecho, todos los discursos, todas las tendencias, todos los
problemas, apuntan a una clara deficiencia en la construcción y
definición misma de los términos; de ahí que el autor de éste do-
cumento, el ilustre abogado Andrés Martínez Moscoso, discípulo
y apreciado amigo, haya logrado abordar dicha temática con rigor,
compromiso y con la autoridad que le da su experiencia profesio-
nal y su brillante hoja de vida académica que le ha significado,
entre otros muchos reconocimientos, estar en ese muy pequeño
grupo de latinoamericanos que, por su excelencia, han merecido
más de una vez la prestigiosa beca de la Fundación Carolina.

Llamo la atención en que todo el edificio conceptual que el


autor construye en esta obra se sustenta en una visión humanista
que pone la dignidad de la persona humana como centro de la
reflexión y de las conclusiones de su investigación. La defensa
de la libertad de expresión significa primeramente el respeto por

en la nueva sociedad de la información 13


la dignidad humana que constituye, en sí mismo, un valor moral
y cultural de alcance casi mundial y forma parte de un consen-
so positivo que la comunidad internacional ha consolidado en
favor del hombre, con especial intensidad durante el siglo XX.
Luego de siglos de luchas y desencuentros la comunidad de las
naciones ha reconocido a través de instrumentos internacionales
la primacía de la persona, cuya doctrina fue elevada en forma sin
igual por aquellos ius-naturalistas cuya obra se revisa en extenso
en este libro, y ha sido sostenida por muchos pensadores de todas
las culturas, credos y tradiciones.

Fue el mismo siglo XX, que ha de pasar a la historia como


el siglo del progreso material insospechado y de las más terribles
transgresiones a la dignidad humana, donde se llegó a reflexionar
sobre la realidad de la persona dentro del universo creado y se
alcanzó una importantísima valoración de la realización del ser
personal. Un análisis de sus postulados colabora en situar la cau-
sa de muchos de esos males, entre ellos la violación sistemática
de la mínima libertad de expresión, en el desprecio a la realidad
humana, es decir la prevalencia del tener, del poder y del placer
sobre el ser mismo de la persona.

Lo afirmado nos introduce en esta obra, a la reflexión juicio-


sa que el autor hace alrededor de distintas corrientes ideológicas
que continúan en pugna sobre la concepción y la realidad del
hombre y sus derechos, a pesar (y con motivo) de las numerosas
declaraciones jurídicas y el aparente consenso positivo de carác-
ter casi global al que nos referíamos.

La Declaración Universal de los Derechos del Hombre de


Naciones Unidas de 1948 representa una confluencia de valo-
res entre varias culturas y civilizaciones donde ese patrimonio
“occidental” de la cultura greco-latina-cristiana, entre otras tra-
diciones culturales, ha tenido un influjo de incomparable valor.

14
Dicha declaración de derechos constituye un hito y un avance de
la cultura del hombre en general, continuada con numerosos y
extensos instrumentos internacionales, también abordados rigu-
rosamente por el abogado Martínez Moscoso en esta obra.

Ahora bien, con base en las reflexiones contenidas en esta


obra, bien vale la pena formular dos interrogantes: ¿Es posible
entender estos valores comunes sobre los derechos y libertades
del hombre como un estadio previo hacia la conformación de
una ética global? ¿Cómo influye la globalización y la sociedad de
la información -con sus expresiones técnicas y tecnológicas- en
la construcción de una ética global que involucra por supuesto
el respeto por los derechos y libertades de varias generaciones?
Y llegaríamos a una respuesta común: No existe contradicción
alguna entre la diversidad cultural desplegada por el hombre en
todos los rincones de la tierra y la existencia de valores cultu-
rales comunes a toda la humanidad que garantizan el respeto
universal de los derechos y libertades fundamentales. La cultura
de los derechos humanos debe informarse y a su vez crecer en la
diversidad de culturas.

Considero pertinente citar aquí la apuesta de Juan Pablo II


en favor de la diversidad cultural respetuosa de los derechos hu-
manos: “La humanidad, al embarcarse en el proceso de globaliza-
ción, no puede por menos de contar con un código ético común
(...) Esta búsqueda es indispensable para evitar que la globaliza-
ción sea sólo un nuevo nombre de la relativización absoluta de
los valores y de la homogeneización de los estilos de vida y de las
culturas. En todas las diferentes formas culturales existen valores
humanos universales, los cuales deben manifestarse y destacarse
como la fuerza que guíe todo desarrollo y progreso.”1

1 JUAN PABLO II, Discurso de a la Academia Pontificia de Ciencias


Sociales, 27 de abril de 2001

en la nueva sociedad de la información 15


Al final, el ejercicio de reflexión propuesto por el abogado
Martínez sobre las consideraciones de la libertad de expresión
en sociedades democráticas y los riesgos para la democracia que
surgen del cuestionamiento al respeto de esa libertad, es en el
fondo un cuestionamiento de ética global. La enunciación de una
ética es el resultado de un largo proceso de indagación filosófico
y moral sobre la persona, tanto es así que advierto el error que
reside en intentar la “creación” de una nueva ética adaptada a
una nueva etapa histórica caracterizada por el fenómeno descrito
como la “globalización”.

En este esfuerzo de reflexión sobre el tema ético en nuestros


días, partimos de un panorama de desorientación y de un largo
listado de problemas que aquejan a la humanidad: crisis ecológi-
ca, crisis de convivencia, crisis del sistema económico mundial,
nuevas tecnologías (...), y de la necesidad imperiosa de una ética
universal para hacerles frente. Constatada esta necesidad, parece
que podemos sumergirnos casi automáticamente en la respuesta
a los problemas desde unos determinados valores.

Aunque esto fuera cierto no prueba que estos principios tras-


ciendan el plano formal, es más, este tipo de argumentaciones
nos invitan a sospechar que, en los razonamientos éticos que se
arropan en un discurso racional, somos más susceptibles a dejar-
nos llevar por nuestro anhelo de seguridad y por nuestras convic-
ciones individuales.

Por otro lado, también es frecuente que la urgencia con que


se caracterizan estos problemas parece forzarnos a abandonar
las interrogantes más genuinas de una ética filosófica, por consi-
derarse una tarea improductiva, académica, o apolítica, una es-
pecie fuga y abstracción de los conflictos reales. La evidencia de
este escepticismo, no supone un argumento que impida el plan-

16
tearnos si existe una justificación última de la acción humana de
cara al individuo y a la sociedad en nuestros días.

No es posible abordar el mundo de vínculos de relación


en una sociedad mundial, a través de los avances tecnológicas y
las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones,
viendo al otro como radicalmente distinto. En la definición de
cultura de nuestros días está también en juego la actitud y la
forma de proceder ante grupos humanos distintos a los que uno
pertenece. Está también en juego la actitud que podemos adoptar
ante las crisis de identidad y los procesos de cambio que todos
estamos experimentando, en medio de la globalización, cada
vez más con mayor impacto en lo cultural. Este criterio histórico
de reconocimiento del otro como un igual es el que nos permite
comprender sus hábitos, costumbres y razones. De ahí que la
tolerancia, adquiera su significado más radical en la atención a la
dig­nidad de todos.

En este sentido la única globalización que resulta realmente


urgente es la ética, la globalización de los derechos humanos y
del reconocimiento de la dignidad de la persona. De la lectura
de ésta obra podremos concluir que sólo dentro de este marco es
recomendable predicar una ética global, difundida a través de los
medios de comunicación y al servicio de la defensa de la persona
y de su diversidad cultural. En todo caso es importante reconocer
que no se trata solamente de coincidir en la retórica al citar pa-
labras como dignidad, libertad, solidaridad, justicia, democracia,
participación, sociedad civil, derechos humanos, libertad de ex-
presión y otras más, lo importante es reconocer que cada uno se
sustenta en la adopción de deberes y compromisos.

En la lectura de esta obra y en los planteamientos del apre-


ciado autor he encontrado un oportuno asidero a mi idea de

en la nueva sociedad de la información 17


restarle valor a las formulaciones soberbias, generadoras de bi-
valencias y polarización, y armonizar en lo posible distintas ten-
dencias con la realidad y con un razonamiento que para muchos
no pasa de ser romántico o utópico; con el fin de no faltar a la
fidelidad y precisión con que ha sido construida esta premisa por
quien ha sido considerada una de las voces más cualificadas de
la reflexión actual (ética, filosófica, social), en los países de habla
hispana, haré acopio textual de una de las propuestas de Adela
Cortina:

Más allá del absolutismo, de quienes se empeñan en encontrar


normas absolutamente válidas (para todo tiempo y lugar), pero
también más allá de la frivolidad de quienes consideran que
cualquier convicción racional es una invitación al integrismo,
urge recordar que sin convicciones racionales compartidas, nada
serio ni firme se construye”... “Urge ir orientando nuestro actual
individualismo hacia un nuevo humanismo; tomar al individuo
como punto de partida para reflexionar sobre cómo construir la
vida social es empezar desde una perspectiva abstracta: no existe
tal individuo. Pero tampoco existe el individuo exigente de sus
derechos y de los derechos de las demás personas, sencillamente
porque el individuo no existe: existen las personas que han
devenido tales a través de un proceso de socialización, que han
aprendido a reconocerse como un yo a través de su interacción
con un tú 2

Después de agradecer al autor la enorme generosidad con


la que me invita a prologar su obra –gesto significativo por de-
más en momentos en los que nuestras naciones atraviesan por
un momento delicado en las relaciones gubernamentales- debo
decir que en definitiva, el gran valor de estudios e investigaciones
como ésta, es que proponen un gran reto para el desarrollo de
un criterio más amplio en la teoría y en la práctica acerca de los

2 CORTINA, Adela. “El mundo de los valores”. Ed El Buho. Bogotá


1998.

18
planteamientos y consideraciones conceptuales alrededor de las
libertades, de forma que un análisis como este, posee considera-
ciones valiosas que confrontadas con otras de igual naturaleza,
reflejan lo paradójico del tema, el tejido de significaciones que
envuelve cualquier estructura social y la necesidad de pensar
sobre la ética ayer hoy y siempre.
Víctor Hugo Malagón Basto3

3 Economista de la Universidad del Rosario, es Especialista en Integración


en el Sistema Internacional de la Pontificia Universidad Javeriana, Master en
Acción Política y Participación Ciudadana y MBA – Liderazgo Estratégico
en España como Becario de la Fundación Carolina. Becario del Programa
Interamérica sobre Integración Continental, como becario de la Organización
Universitaria Interamericana (OUI) en Université de Montréal, Université du
Québec à Montréal, Université Laval, University of Ottawa y Mc.Gill University
en Canadá. Doce años en la docencia universitaria, desempeñándose como
catedrático y directivo docente de varias universidades a nivel nacional y siendo
además invitado a participar en programas de universidades e instituciones
educativas de América y Europa. Ha sido coordinador administrativo de la
Especialización y la Maestría en Docencia Universitaria de la Universidad del
Rosario, Secretario Académico y Coordinador General de la Facultad de Finanzas
y Relaciones Internacionales de la Universidad San Martín, Coordinador General
de Administración Empresarial de la Universidad Sergio Arboleda y Director
Académico de la Universidad Empresarial de la Cámara de Comercio de Bogotá,
Edil de la localidad de Suba en Bogotá D.C. y miembro de la subdirección técnica
de Servicios y Tecnología del Ministerio de Comercio Exterior de Colombia,
entre otros. Así mismo, desde 2003 se desempeña como columnista en el Diario
El Nuevo Siglo. Adicionalmente desde el año 2001 ha estado vinculado con la
Fundación Carolina, primero como Becario, luego como Consultor en España
y actualmente como Secretario General en Colombia. Su desempeño ha sido
reconocido con la exaltación como uno de los Diez Jóvenes Ejecutivos de
Colombia en 2004 de la Cámara Junior Internacional y su postulación al premio
Portafolio como mejor docente de Colombia en 2005 y 2007 además de varias
postulaciones en reconocimientos nacionales y extranjeros.

en la nueva sociedad de la información 19


INTRODUCCIÓN

La libertad de expresión constituye la columna vertebral de


toda sociedad democrática, además con la implementación de
las Nuevas Tecnologías que han ejercido una fuerte influencia en
la nueva sociedad de la información, nos lleva a plantear una de-
marcación de nuevos límites y garantías en las que se otorgue las
libertades necesarias al ser humano para su correcto desarrollo.

Para ello se ha empleado un método de investigación hipo-


tético-deductivo, pues hemos iniciado el estudio con la exposi-
ción de principios generales acerca de la libertad de expresión,
complementados con una serie de datos empíricos, entre los que
se encuentra las jurisprudencias referidas; así hemos podido sis-
tematizar los criterios vertidos por los doctrinarios, demostrando
su coincidencia con planteamientos expuestos en distintas obras,
así como la concordancia que existe entre el modo de aplicación
de los límites a este derecho en los sistemas jurisdiccionales in-
ternacionales y en el ámbito interno de protección.

Este libro se encuentra estructurado en cuatro capítulos, en


los cuales encontraremos desde la evolución histórica de la liber-
tad de expresión, haciendo referencia en la lucha para conseguir
que sea reconocida como un derecho, un análisis pormenoriza-
do de su justificación filosófica e ideológica, donde se rescatarán
los aportes realizados por los grandes pensadores del movimien-
to inglés y de la revolución francesa, puesto que este sustento se
verá plasmado en la mayor parte de ordenamientos jurídicos a
nivel mundial, demostrando que para el funcionamiento de un
Estado, se debe garantizar plenamente este derecho, ya que los
ciudadanos podrán a través de la difusión de ideas y pensamien-
tos, expresar a la sociedad sus puntos de vista, y crear una co-
munidad democrática basada en el intercambio, la tolerancia y
el diálogo.

20
En la segunda parte, haremos un esquema de las Nuevas
Tecnologías y cómo éstas han influenciado en la nueva sociedad
de la información, destacando la forma como la ciudadanía se
ha visto influenciada por las nuevas tendencias, y los aportes que
han traído para la construcción de su comunidad, analizando el
fenómeno de la Teledemocracia y el Net Effect. Además, se apun-
ta los posibles riesgos que se pueden correr en el Siglo XXI, por
el intromisión de los recursos tecnológicos en la privacidad de
las personas, al ingresar en una sociedad netamente informatiza-
da. Al plantearnos esta sección de la investigación, es importante
recordar que con el vertiginoso avance de las tecnologías infor-
máticas, muchas veces al referirnos a una de ellas, en cuestión
de meses o semanas, puede ya quedar obsoleta, es por ello que
intentamos captar el impacto de la aparición de nuevos aportes
en materia tecnológica, sin referirnos a sistemas específicos, sal-
vo Internet, donde al ser un excelente medio para compartir ideas
y ejercer plenamente este derecho, sin la necesidad de contar
con una plataforma de respaldo, cada vez los controles y censu-
ras de gobiernos autocráticos se ejerce con más fuerza, tratando
de acallar las voces de los individuos que únicamente claman
por democracia, o justicia frente a procesos de abusos contra
los derechos humanos. De acuerdo a las denuncias presentadas
por ONG´s que trabajan en el tema de DDHH, como Amnistía
Internacional y OpenNet Initiative, se dice que no son solamente
los Estados quienes se encargan de un control y censura en la
Red, sino a éstos se han sumado algunas empresas operadoras
de correos electrónicos que han otorgado datos de sus usuarios a
gobiernos para que éstos sean sancionados, por criticar o disentir
con el régimen, ante ello los operadores de Internet argumentan
que las compañías procuran otorgar mayor libertad de expresión
a sus usuarios, pero que también se ven obligados a limitarla por
leyes y costumbres culturales de determinados países.

en la nueva sociedad de la información 21


Sin embargo, después de los atentados del 11 de Septiembre
de 2001, al implantarse una nueva política de seguridad a nivel
mundial, muchas de las garantías que se nos tenían otorgadas,
entre ellas la privacidad y protección de las fuentes de investi-
gación sobre determinado tema de interés, o el publicar infor-
mación de contenido considerado “sospechoso” para las fuer-
zas de seguridad, inmediatamente nos convertirían en objeto de
análisis, ya que los datos y la información manejada podrían ser
considerados peligrosos para la seguridad mundial; aquí nace un
interesante debate sobre si las estrategias para alcanzar la paz y
orden internacional son justificativos para limitar derechos como
el de la privacidad o la libertad de expresión. Debate que lo con-
sideramos el hilo conductor dentro de nuestro trabajo.

Otro capítulo se ocupará exclusivamente del tratamiento


técnico-jurídico de la libertad de expresión, explicando el objeto
jurídico protegido, titularidad. Se realizará una enumeración y
análisis de aquellos límites ante los cuales se encuentra sometido
este derecho, por la protección que le otorgan los instrumentos
jurídicos frente a los derechos: honor, intimidad, propia imagen
y a la protección de la juventud y la infancia, usando como eje
referencial el texto constitucional español, y el adecuado criterio
que ha tomado el Tribunal Constitucional, que en ocasiones aco-
ge los lineamientos otorgados por la jurisprudencia del Tribunal
Europeo de Derechos Humanos; sin olvidarnos del Sistema Inte-
ramericano, que con valiosas opiniones, ha construido una doc-
trina clara respecto al tema durante las últimas décadas, donde
se ha visto un trabajo pormenorizado y centrado en la libertad de
expresión, la misma que cada vez a través de las distintas inter-
pretaciones y contextos en los que se analice, va ocupando un
protagonismo interesante, puesto que además de ser garante de
la democracia, se lo tiene como un derecho innato al ser huma-
no, parte de ese núcleo duro que permite el correcto desarrollo
del individuo.

22
Por último, al existir una estrecha vinculación entre medios
de comunicación y libertad de expresión e información, es con-
veniente referirnos a los planteamientos éticos, morales y técni-
cos, que deben guiar a los profesionales de esta área al momento
de realizar su trabajo, así como también señalar que la existencia
de nuevos recursos tecnológicos tienen sus límites que deben ser
considerados desde el respeto de la intimidad e imagen de las
personas, plasmando nuestra idea, que la libertad de expresión,
no da derecho a insultar.

Este esbozo introductorio, nos permite tener un idea a gran-


des rasgos de nuestra investigación que se fundamenta en la im-
portancia que tiene la libertad de expresión, el cual pese a ser un
derecho considerado de primera generación y por tanto ya garan-
tizado por los Estados, este aún no es cumplido en su totalidad, y
además ha evolucionado junto a la sociedad, demostrando nue-
vos matices y características que deben ser consideradas para su
correcta protección y aplicación.

en la nueva sociedad de la información 23


24
Capítulo I
Evolución histórica de la libertad de expresión.
“La verdadera tragedia de los pueblos no consiste en el grito de un gobierno
autoritario, sino en el silencio de la gente”.

Martin Luther King

en la nueva sociedad de la información 25


1. Evolución histórica de la Libertad de
Expresión
Para iniciar el presente capítulo es necesario realizar una
síntesis del largo proceso que ha tenido que sufrir el ser humano
en la búsqueda de sus libertades, para comenzar el tratamien-
to de la libertad de expresión en la nueva sociedad de la infor-
mación, debemos antes referirnos a la lucha y obstáculos que
ha tenido que atravesar, para que en la actualidad todos libres
e iguales podamos expresar nuestra opinión en todas las formas
que la tecnología del presente nos permite. Hubiese sido una
pérdida de tiempo, intentar crear un esquema propio respecto
a la evolución de la libertad de expresión, pues los trabajos de
los profesores Francisco Javier Ansuátegui Roig1 y Gregorio Pe-
ces Barba Martínez, recogen un estudio pormenorizado sobre el
tema, sumado a los textos que enfocan la historia de los derechos
fundamentales, parámetros que nos permitirán crear un esquema
con criterios personales del autor, para que al final nos podamos
situar y entender a cabalidad el desarrollo que ha alcanzado la
libertad de expresión hasta nuestros días en los sistemas jurídicos
más representativos.

1.1. La Edad Media y el Individuo

Al momento que analizamos lo sucedido con el concepto


de “individuo” durante el oscuro tiempo de la Edad Media2, los
primeros elementos que debemos resaltar para enfocar el análisis
son: el apego total a la religión y la fe, así como la superioridad
que ejerce la divinidad sobre los seres humanos, con lo que al

1 ANSUÁTEGUI, F (1994), Orígenes doctrinales de la libertad de


expresión, Madrid.
2 FASSO, G (1979), Historia de la Filosofía del Derecho, trad. de. LORCA,
J. II vol, Madrid. p. 15-22.

26
final tendremos que será la teología (Teo= Dios , Logia= Tratado),
aquella que se encargue de conducir los destinos de ciencia y
filosofía.

Muchos tratadistas coinciden en que durante esta época se


trabajará con el ser humano en su entorno, sin rescatar su indi-
vidualidad, ya que dicho conglomerado humano se ve reflejado
en las células creadas por la cristiandad. Entrando en materia de
organización social, esta comunidad tendrá sus roles determina-
dos los mismos que estarían reproducidos en la manera como
estos actúen, estableciendo una serie de jerarquías y rangos, pro-
pios de una organización eclesiástica, que impiden que el indivi-
duo sea quien a través de sus manifestaciones de la razón ejerza
sus derechos y obligaciones. Como si se tratase de barreras, los
gremios llegarán a la vida de la comunidad para establecer los
límites dentro de los cuales el individuo podrá desempeñar sus
actividades. R. Gettel indica que “el desarrollo de la jerarquía
eclesiástica y el establecimiento del feudalismo oscurecieron la
libertad de pensamiento y dividieron la sociedad en clases per-
fectamente separadas y distintas…”3

La libertad de ese momento histórico se la definía como


las “situaciones” que vienen dadas por una norma generadora,
general y abstracta, válida para todos los miembros de la so-
ciedad, los cuales iban aumentando sus coberturas o limitando
las mismas de acuerdo al rango que el sujeto ocupaba en la
sociedad. Sin duda esta corporación puede ser comprendida
de mejor manera si utilizamos los principios religiosos, así las
libertades de los fieles (entiéndase “gremios”), sobrepasan su
protección sobre el sujeto, siendo lo accesorio aquello que si-
gue la suerte de lo principal (artesano, se siente amparado en las
“libertades” de su gremio).
3 GETTEL, R (1930), Historia de las ideas políticas, trad. de. GONZÁLEZ,
T, Barcelona. pp.213-222.

en la nueva sociedad de la información 27


No será sino hasta la llegada de la etapa moderna que se
concibe de manera separada al individuo y su entorno, quien
hasta entonces era tomado sólo como parte de un gran colectivo.
El gremio, comprendido como universitas se estructura de una
manera tal que absorbe las individualidades de sus miembros lle-
gándolos a representar en todas las esferas, privilegiando las me-
tas y objetivos de esta. Dos esferas determinantes serán la política
e intelectual, ya que los individuos se abstraerán de sus propias
decisiones en estos aspectos y seguirán a la de la universitas4.

1.2. Sometimiento de la razón

Dentro del contexto histórico del Medioevo, el desarrollo


que podía alcanzarse en la esfera intelectual era del todo limitado:
la constante se basaba más en creer y obedecer, que en crear.

Los miembros de los grupos sociales partían de paradigmas


y supuestos ya establecidos ante los cuales no les era permitido
discrepar o corregir, simplemente muy influenciados por el tema
religioso, debían seguir dichos conceptos, pues estaban cerca de
lo divino, situación que en dichos momentos sobrepasaba cual-
quier estudio proveniente de la razón pura.

Dicha delimitación fue marcada con fuertes dogmas que im-


pidieron el desarrollo, y con la rigidez que era usual, cualquier
actuación que se salía de estos cánones era perseguida como una
herejía por los tribunales establecidos en la época, “obediencia
y fe eran la regla, mientras que creación y uso de la razón, el
pecado (delito)”.

4 DEL VECCHIO, G (1957), Derecho y personalidad humana en a


historia del pensamiento, en Persona, Estado y Derecho, de M. FRAGA, Madrid.

28
La concepción de Estado absolutista concentrador de po-
deres, llegó a cuadrar de buena manera con el modelo religioso;
pues el control de las ideas del individuo, se cimentaban en la
propia fuerza del gobernante y sus ejércitos, más el elemento re-
ligioso, que traducido con lo divino generaba un temor sobre los
individuos, lo que volvía más fuerte al gobierno5.

En algunas ocasiones estas “alianzas” se ejecutaban me-


diante acuerdos y concordatos, en otras ocasiones podríamos de-
cir que de manera tácita, Papado e Imperio, estrechaban sus lazos
de cooperación para mantenerse con la hegemonía del poder, sin
importar que se consumara delito, o aún más:

… no se entiende como un mero delito, sino como un crimen de


lesa majestad, un crimen público, la base de todas las perversiones,
el germen de una corrupción imparable…6.

Sin embargo dentro de los grupos sociales existirán sujetos


que quieran irse en contra de esos mandatos de la Iglesia, que
impone las verdades de lo espiritual y terrenal, y será ésta quien
se verá obligada a luchar contra este cúmulo de “iniciativas” que
mal vistas por la Iglesia e Imperio, deberán ser derrotadas para no
generar “caldos de cultivo” de reaccionarios que con el desarro-
llo de sus ideas intenten alcanzar un nuevo orden social.

“… los mundos de la política y de la religión eran una misma cosa.


Dada la construcción dogmática de la esfera política, la aplicación
del esquema religioso a la esfera de la vida civil transforma a ésta
en Iglesia, en tanto que las autoridades eclesiásticas aceptan una

5 PECES-BARBA, G (1982), Tránsito a la modernidad y derechos


fundamentales, Madrid.
6 GUIZCET, F (1968), Historia de la Civilización en Europa, prólogo de
José Ortega y Gasset, Madrid.

en la nueva sociedad de la información 29


colaboración que es casi confusión. Los herejes son sancionados
por el poder civil, y los políticos son juzgados como herejes por la
autoridad eclesiástica.”7.

No cabía por lo tanto salirse de estos esquemas tradicional-


mente establecidos por la Iglesia, para suplantarlos por las cons-
trucciones de la razón humana que querían alcanzar un con-
cepto más amplio de libertades, saliéndose por lo tanto de esa
abstracción que tenían en la universitas, y acercarse cada vez
más a la esencia del individuo, la cual se vería plasmada poste-
riormente por la Reforma.

Dentro de su Tesis Doctoral, el profesor Ansuategui Roig,


hace una interesante referencia a los herejes, quiénes analizando
objetivamente serán los que estimulen las reformas y canalicen
el descontento vivido en el oscurantismo, e intenten traer algo
de luz. Herejía viene etimológicamente de aireo, que en griego
quiere decir elegir, por lo que el hereje, es aquella persona que
en base al razonamiento y construcción intelectual individual,
asume determinada postura, defendiendo sus ideas. Por lo que
los herejes, fueron considerados por la Iglesia, a todo aquel que
saliéndose de la rígida estructura del dogma, reivindicaban sus
propias interpretaciones acerca de las revelaciones.

Sin embargo, cabe la pena resaltar que no pueden ser con-


siderados como libre pensadores en el sentido estricto de la pa-
labra, pues éstos no realizaron verdaderas construcciones racio-
nales, pero serán al menos quiénes establezcan los cimientos, ya
que fueron aquellos que se opusieron a las estructuras del mo-
mento. Pese al fuerte celo existente en la Iglesia, que autorizaba
solamente a los “elegidos” (miembros de la comunidad religiosa

7 BENEYTO, J (1982), Los derechos fundamentales en la España


Medieval, Revista de Estudios Políticos No 26, Marzo-Abril, pp 112.

30
de determinado rango, encargados de interpretar y hacer llegar
la palabra de Dios a los profanos), los herejes intentarán tomar
dichas escrituras a través de minuciosos ejercicios intelectuales,
realizar sus propios juicios de valor sobre los textos para difun-
dirlos hacia el resto de su gremio, de lo cual se puede interpretar
como el incipiente nacimiento o reivindicación de la libertad de
expresión, entendida como la manifestación de un ser humano,
que frente a una situación realiza su valoración, interpretación y
comentario, compartiéndolo con los demás, no con la intención
de obligar a los demás que esta sea considerada como verdad,
sino simplemente que se tome como lo que el individuo piensa
respecto a determinada situación.

La consideración descrita fue vedada y perseguida de ma-


nera absoluta ya que atacaba las estructuras de los entes civil y
religioso, siendo privativa de la segunda el hacer llegar a la so-
ciedad la voluntad divina, que expresa los parámetros dentro de
los cuáles estos pueden establecer y desarrollar su vida para estar
dentro de quienes alcancen la salvación a través de la fe como
única herramienta.

1.3. El Individualismo

Para poder sobrellevar esa carga dogmática que pesaba so-


bre el ser humano como un lastre, le es necesario utilizar las
herramientas de la libertad y de la razón, las que posteriormente
se verán expresadas en las obras filosóficas de los grandes au-
tores de la época8. Se configura de esta manera un cúmulo de
ideas respecto de las libertades fundamentales, y en el tema que
concierne a nuestro estudio, podremos ver como al individuo se

8 LUKES, S (1975), El individualismo, trad. ALVAREZ , J, Barcelona, p.61


y ss.

en la nueva sociedad de la información 31


le empieza a reconocer como tal, garantizando la difusión de sus
ideas y pensamientos, terreno que ocupa a la libertad de expre-
sión en sus primeros momentos.

Factor clave para el desarrollo posterior de las libertades será


el manejo como concepto de la dignidad humana, pues gracias a
esto se podrán garantizar en lo posterior todo tipo de coberturas
fundamentadas en este criterio.

A futuro el individuo valdrá por su condición misma y no por


su pertenencia a determinado gremio o grupo, por lo que el sujeto
será creador de un propio criterio que lo expresará ante sus seme-
jantes, pues al ser autónomo, podrá gobernarse por sí mismo.

La privacidad será respetada y tomada en cuenta, pese a


su muy limitado espacio de desarrollo aún encontrará obstácu-
los para el desenvolvimiento pleno, la privacidad, para entonces,
será un germen de otra de las libertades que durante la historia
de la humanidad se irán consiguiendo. Como un proceso lógico
en toda situación de cambio, la transición de la Edad Media a la
Moderna9, trastocará muchos principios y dogmas que se habían
establecido, por lo que las ataduras del medioevo ya no cabrán
en esos parámetros, pues las ansias del hombre que aspira la li-
bertad serán muy fuertes, haciendo que varíen la figura de mun-
do a la que estaban acostumbrados, lo que da lugar a importantes
cambios en las ciencias, filosofía, arte y literatura.

El sujeto a través de sus particularidades y de manera autó-


noma, impulsa a que su actividad se desenvuelva de manera mu-
cho más dinámica, pues dejando de lado la religión, el individuo
ahora está en la posibilidad de, a través de sus creaciones, redes-

9 MARTIN, A. von (1981), Sociología del Renacimiento, trad. de


PEDROSO, M, México, p. 48.

32
cubrir ese limitado conocimiento al que tuvo acceso y ya con una
experiencia propia aportar hacia la sociedad y sobre todo trasmi-
tir su proyecto de vida que lo iba a plasmar en obras, conciente
ya que el era el responsable de su expresión y solamente así se
sentía parte integrante de la construcción que se realizaba.

Con capacidad ya de decidir, pero sobre todo de discernir,


entra en el análisis el concepto del libre albedrío el mismo que
luego fue utilizado por la Iglesia en su beneficio, pero que para el
momento era para la sociedad como una gran consecución, pues
con este reconocimiento fáctico, se guardaba ya un respeto, aún
no una protección respecto del criterio del ser humano, que a la
postre será uno de los fundamentos sobre los cuales podremos
discutir el principio de la libre determinación del individuo o la
libertad de expresión.

1.4. Humanismo

Tenemos que entrar en el campo de la libertad de opinión,


cuestión fundamental del período y que se verá reflejado en los
textos de la época que se inició una mayor concentración en la
ciencia y arte, dejando sobre todo aquella atadura de la teología.

Ya la llamada dignitas hominis10 otorga al sujeto aquellas


características (incluyendo privilegios), dados por la creación del
universo, y será este quién ejerciendo su libertad marcará ese
destino, que unido con el libre albedrío posibilitarán que el in-
dividuo trace para sí su destino y pueda trascender, situaciones
como la “creación del hombre a imagen y semejanza de Dios”,
acompañaran este período, que aunque se realizarán muchos
cambios sobre todo conceptuales, para evitar que los mismos
sean traumáticos podemos ver como el desarrollo teológico se

10 ANGUSTEGUI, F, op. cit., p. 26 // pp. 81.

en la nueva sociedad de la información 33


irá acoplando poco a poco en la filosofía, con la inserción en las
obras del individuo sobre el cual se iniciará a discutir y se cons-
tituirá en el eje central de investigación.

Conocimiento y progreso llegarán a un individuo deseoso


de superarse y salir adelante, siempre preguntándose acerca de
las situaciones que le rodean, que hará que a través de la expe-
rimentación y su proximidad con los fenómenos materiales, cree
poco a poco una sociedad que se establece en la razón.

1.4.1 Avances Proporcionados por el Humanismo

Tomás Moro

El profesor Gregorio Peces-Barba en su libro “La Filosofía de


los Límites del Poder en los Siglos XVI y XVII”, al referirse a dos de los
mayores representantes del Humanismo (Moro y Erasmo), afirma:

Son en gran parte argumentos del mundo medieval, pero también pa-
rece que su defensa de la libertad de los súbditos, basada en una cierta
idea de la dignidad humana de profundas raíces cristianas, su rechazo
de la tiranía, y en ese sentido su concepción limitada del poder se opo-
ne al absolutismo naciente del estado moderno y prepara algunas tesis
del iusnaturalismo racionalista y de la revolución liberal11.

Todavía utilizando ese nexo de la Cristiandad, Moro refleja


en su conocida obra “Utopía”, un aspecto de gran importancia
que es la diversidad y la tolerancia, ya que en el tema religioso,
este filósofo considera que los habitantes de su isla (que trata en
su libro), aceptan un solo ser supremo, indicando que es una gran

11 PECES-BARBA, G, La Filosofía de los Límites del Poder en los Siglos XVI


y XVII, en : ANSUATEGUI ROIG, J, op. cit., p. 26 // p. 24.

34
consecución ya que existe una diversidad de creencias que de-
ben ser respetadas. Al tratar el tema de la pluralidad, lo vamos a
ligar al de las libertades que se inician en reconocer al individuo,
quien poco a poco se convierte en dueño de su propio destino
y que serán sus propias decisiones las que le lleven a realizar un
determinado hecho, ya que desaparece esa figura de obediencia
a una única creencia la que antes se basaba en castigo e intimi-
dación y se da paso a una importante apertura, pues la verdad no
la va a tener un solo individuo, sino solamente se alcanzará en un
proceso sistematizado de la razón.

Fuerza y guerra por lo tanto son excluidas de la visión de


quien debe estar al frente de la comunidad, pues en la mayor
parte de casos son los gobernantes quienes menos aporte inte-
lectual realizan. Ideas estas, que empezarán a fluir por el mundo,
mediante estudios, libros, ensayos, etc., que recorrerán y serán
discutidos por otros intelectuales que difundirán así arte y cien-
cia, desde esta nueva propuesta.

Cabe poner a consideración que el tema del respeto y to-


lerancia planteado por Moro12 en la estructura social, configura
elementos de una seguridad interior y políticas públicas, puesto
que los habitantes en Utopía, deberán ser sancionados si median-
te la fuerza o tumultos protagonizados en el pueblo quisiesen
imponer algo, entrando así este filósofo en un terreno un tanto
escabroso, donde llega incluso a poner restricciones de la liber-
tad de expresión en aras de una paz social.

Para Moro, no solo contribuye a través de sus textos a am-


pliar las libertades, sino que favorece con sus claros conceptos
a elaborar una adecuada transición de medioevo a modernidad,

12 PREVOST, A (1972), Tomás Moro y la crisis del pensamiento europeo,


trad. de MORENA, M, Madrid, pp. 104-106.

en la nueva sociedad de la información 35


con una mutación delicada y particular que hace en el aspecto
religioso, donde utilizando como principal elemento la tolerancia
logra que este concepto de herejía, sea transformado y traducido
como respeto al criterio del otro y que será un pilar fundamental
ya que las distintas religiones “paganas” de ese entonces, logra-
rán al fin convivir en la sociedad europea.

1.4.2. Erasmo de Rótterdam

Podemos decir que Erasmo será para la filosofía del Siglo


XV13, ese gran conciliador y pacificador que la época necesita-
ba, quien a través de este gran aporte, lanza la idea de la libre
interpretación de los textos sagrados (Biblia), situación que hasta
la época era vedada para el individuo y que se convertirá en un
fuerte aporte a la libertad y sobre todo a la de pensamiento y de
expresión, pues el individuo deja de depender de un tercero due-
ño del conocimiento (sacerdote), para conocer los documentos
y sobre todo, no tener esa obligación que ligada a la coacción lo
convertirán en un ser obediente, carente de criterio personal.

Toma dos elementos claves en la discusión y los lleva a in-


teresantes debates, fe = a salvación y libre albedrío (convertido
en lo posterior como libertad de expresión); no llega a manejar
posiciones tan drásticas como el resto de pensadores de la época
que toman el protestantismo como su única fuente, mas su gran
aporte será conciliar los dos movimientos existentes, con la pau-
latina introducción de la tolerancia frente a las expresiones verti-
das por quienes pregonan el protestantismo incluso desvirtuando
e irrespetando el terreno de la Iglesia clásica.

13 POPKIN, R (1983), La historia del escepticismos desde Erasmo hasta


Spinoza, trad. de UTRILLA, J, México, p. 87.

36
Erasmo logra mediar en pos de conseguir una tan ansiada
UNIDAD, su obra cumbre El Elogio de la Locura, el pensador
holandés alcanza con un característico lenguaje crítico y mordaz
poner en consideración de sus lectores, uno de los mayores “sa-
cudones” al status quo que vivía la época, y un aliciente para que
se despierte de ese largo letargo que se vivía, donde la razón fue
dejada de lado y simplemente el dogma era el caldo de cultivo
donde se frenaron todo tipo de explosiones libertarias.

No será extraño que Erasmo en determinados párrafos reali-


ce afirmaciones con fuerte carga desplegadas en doble sentido14
pues al no existir una libertad de expresión plena, logra trasmitir
su mensaje con estos recursos literarios; pues conforme la obra se
desarrolla, el texto se volverá de difícil compresión, e incluso en
oportunidades incomprensible, pues aquello que deseaba comu-
nicar era esa ceguera a la que podría llegar el individuo, quien
actuando irracionalmente y fundamentado en el dogma religioso,
apartaba toda forma de ejercicio intelectual en pro de la Luz de la
verdad. De esta forma un poco extraño para su tiempo, alcanzó
importante relevancia su Libro convertido en uno de los más cues-
tionados y analizados de la época, pues su irreverencia mostró a
la sociedad que el criterio propio y las ideas se podían difundir.

14 De Rótterdam, E, traducción, prólogo y notas de Voltes Bou, P,


Elogio de la Locura, Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 1999.
“Hace ya rato que deseaba deciros algunas palabras sobre los reyes y los príncipes
que me rinden sincero culto, y voy a exponeros este asunto con la libertad de
toda persona libre. Si alguno de éstos tuviera sólo media onza de sentido común,
¿habría existencia más triste y más merecedora de ser rehuida que la suya?

en la nueva sociedad de la información 37


2. La Libertad vista desde la Reforma

Para que se pudiesen realizar cambios en la época, con el


fin de que sus estructuras sean trastocadas, tuvo que caer total-
mente esa unidad religiosa que prevalecía hasta el momento.
Para hablar de modernidad debemos necesariamente referirnos a
la Reforma pues solamente con ésta la libertad se puso de relieve
como aquel cimiento de dignidad que tendrá el individuo para
que se desarrolle en lo posterior.

Muchos autores dicen que “nuevos aires” llegaron al mun-


do, que pudieron oxigenar el conocimiento tomado por el dog-
matismo religioso, que se plasmó en la finalización de la secu-
larización.

En este movimiento la irreverencia demostrada por artistas,


científicos y filósofos fue de tal magnitud que concentraron todos
sus esfuerzos y conocimientos en desvirtuar las ideas que había im-
plantado con su poder la religión y como dice Ansuateguí Roig:

Sin embargo, la interpretación de la Reforma y el análisis de


su contribución a la libertad, al igual de lo que ocurre con el
Renacimiento Humanista, no es sencillo de efectuar, ya que en la
Reforma surgen múltiples direcciones de pensamiento, en ocasiones
contrapuestas, existiendo gran riesgo de simplificación.15

Por lo que el factor que rescataremos en nuestro análisis


será la forma como es tomado el manejo de la libertad por todos
aquellos que lideran el movimiento del protestantismo, ya que
serán quienes de una manera “no autorizada”, para la época,
cometan el “pecado, ergo delito”, de interpretar libremente los

15 ANSUATEGUI ROIG, J, op. cit., p. 26 // pp. 153.

38
textos que eran vedados y trasmitidos únicamente por las altas
jerarquías eclesiásticas.

El criterio de la libre interpretación que se toma y la garantía


que se quiere establecer para que cada individuo tome informa-
ción y la procese, sacando sus propias conclusiones, e incluso
con la posibilidad de poderlas expresar, son elementos funda-
mentales en esta evolución que le ha tocado vivir respecto a los
llamados derechos de primera generación; no con esto se puede
llegar a afirmar que el protestantismo será un ferviente defensor
de la tolerancia en todos sus ámbitos, sin embargo da muchos
saltos y avances para la época que hacen sentir que vientos de
cambio invadían el conocimiento.

Recordar así, que con la Reforma no se sale totalmente de


la discusión religiosa, pues incluso muchos textos que serán los
más destacados del movimiento vienen justamente de filósofos
y teólogos, quienes reivindicando ya esa autonomía para actuar,
realizan esa libre interpretación que contribuye al desarrollo in-
telectual de la época, en la que podemos decir que incluso ese
concepto de hombre variará, pasando de ente complentativo y
estático de la Edad Media, a uno participativo y verdadero gestor
quien examinará e interpretará a su libre albedrío no solo textos
religiosos, sino además civiles16.

A pesar de estos grandes avances, el sometimiento al Estado


se sigue manteniendo durante este período, para lograr mayor
consolidación de la sociedad, sin embargo la autoridad religiosa
no se impondrá en las decisiones como lo hacía antes.

Sin lugar a dudas, dentro de la Reforma además de Calvino,


el máximo exponente será Lutero, quien con textos que a veces

16 PECES-BARBA, G, op. cit., p. 29 // pp. 45-52.

en la nueva sociedad de la información 39


parecen oscuros y con ciertas contradicciones como se refieren
los especialistas al respecto, sobre todo dentro de las dos etapas
claras que definirán su obra. Parte en un inicio con un ejercicio
que ya lo podríamos llamar Defensa de la Tolerancia, sobre todo
respecto a los herejes perseguidos, a quienes se les consideraba
contrarios a la estructura clásica de la Iglesia, pero procurará que
éstos sean respetados por la diversidad de criterios.

En segundo lugar manejar una Libertad de Conciencia, que


rompía “barreras o murallas” romanas que eran mantenidas por
la Iglesia, significaba regresar a la libre interpretación de las nor-
mas, las mismas que obtendrán una dirección de acuerdo a la
moral del individuo, sean maliciosas o correctas, pero a la final
serán propias.

Logra asimismo la idea de destrucción de la estructura Es-


tado – Iglesia, como un mismo ente; principalmente alegando la
idea de la coacción espiritual pues diferencia el mundo exterior
(Estado) y mundo interior (Espiritual), y no cabe que la justicia
civil pueda entrometerse con las concepciones internas del in-
dividuo, ya que son de su fuero interno, situación que desgasta
esa juridicidad espiritual que mantenía la Iglesia, sin poderse ya
meter con las ideas de las personas.

Referíamos que Lutero17, usando los elementos religiosos en


su obra, llega a afirmar que la fe, tan mantenida hasta la época,
no viene por obligación, sino por convicción. Vemos así que pese
a que la defensa expresa de la libertad de expresión no es plausi-
ble totalmente, encontramos matices que nos servirán de mucho
al referirnos a las libertades, que sin ser reconocidas expresamen-
te ya se las discutía.

17 PECES-BARBA, G, op. cit., p. 29 // p. 49.

40
2.1. Construcción racional del Concepto de

Libertad de Expresión

Dentro del proceso de transición que otorgó la Reforma,


llega en el Siglo XVII ese paso definitivo para alcanzar la moder-
nidad, con el Racionalismo, movimiento preconizado por pensa-
dores ilustres, recordados hasta nuestros días, que cimientan la
idea de derechos de los seres humanos. Locke, Spinoza y Milton
serán quienes formarán esta época de cambio que la historia la
recuerda como el paso total a la Edad Moderna, en el ámbito de
la cultura veremos los cambios más grandes gracias al barroco
que se plasma en pintura, escultura y arquitectura, pasando de
la representación espiritual y celestial que con un marcado dina-
mismo será el reflejo de lo que está sucediendo en la estructura
social y política que se vive en ese momento.

La fundamentación en el iusnaturalismo (reconoce el dere-


cho a la libertad de las personas) logrará que se pase del simple
reconocimiento de obligaciones y cargas que tenía el individuo
hasta la fecha; al hecho de reconocer sus derechos, situación que
se verá marcada sobre todo cuando se justifica el Poder de un
tercero en el Estado, pues este será el encargado de garantizar
aquellos derechos de los que se empieza a hablar.

El racionalismo tendrá como uno de los principales temas


de su discusión el de la libertad de pensamiento, que nos servirá
ya para tratar aquel que se deriva de la libertad de expresión. No
por algo son considerados los racionalistas ingleses como pre-
cursores que otorgarán las bases y sustento para la construcción
posterior de las tesis de Rousseau y Montesquieu.

en la nueva sociedad de la información 41


Intentamos dejar en el lector una imagen rápida de la evolu-
ción de un derecho fundamental como la libertad de expresión,
por lo que destacaré los aportes fundamentales de los filósofos
de este período.

2.1.1. Spinoza

“Sólo es libre aquello que existe por las necesidades de su


propia naturaleza y cuyos actos se originan dentro de sí”18.

De esta manera el autor Baruch Spinoza logra poner en ma-


nifiesto un estudio serio en el que pocos hasta la fecha lo habían
tratado respecto al iusnaturalismo que reconoce el derecho a la
libertad de las personas.

Las afirmaciones que llegan a expresarse en sus obras, inclu-


so en la actualidad, son consideradas irreverentes, por ejemplo:

“Se demuestra que en un Estado libre esta permitido que


cada uno piense lo que quiere y diga lo que piense”19.

Pensamiento que trae consigo un resumen de lo que serán


sus estudios y sobre todo de la importancia que se tomará respec-
to a la libertad de pensamiento y expresión, que ya se empezarán
a ligar y sobre todo a defender con argumento científico.

Dentro del estudio y comprensión del Estado, Spinoza se


refiere a éste, como un ente único que garantizará la libertad de
pensamiento y expresión, pues al ser el encargado de la seguri-

18 SPINOZA, B (1985), Tratado Teológico-Político y Tratado Político, trad.


TIERNO, E, Madrid.
19 Vid. SPINOZA, Tratado Teológico-Político y Tratado Político.

42
dad, no se podrá conseguir paz y desarrollo interno si esos dos
principios básicos no son respetados, ya que afianzarán el desa-
rrollo armónico de la sociedad.

Agrega que se debe parar con las persecuciones por motivos


de conciencia que se vivían hasta la época, pues debe existir una
autodeterminación política y religiosa, la que permitirá que el indi-
viduo logre una independencia plena respecto a su fuero interno.

Las dos funciones de las cuales el Estado deberá preocupar-


se serán la defensa y la garantía de las libertades fundamentales,
pues toda interpretación que sea basada en la razón, de manera
libre e individual, sin que por medio influyan factores religiosos
o leyes políticas, serán esas grandes conquistas por las cuales se
hace necesaria la presencia de un Estado, ya que no solo será
fundamental para los individuos, sino que como hemos visto, le
conviene al propio Estado en su conjunto.

Así que quien gobierne, debe dejar que los hombres pien-
sen libremente, sin embargo podrá intervenir en todos los temas
que tengan que ver con el derecho público, pues son de interés
general, y son los factores que otorgan paz y estabilidad en el
territorio.

Al referirse al derecho natural, concibe que el hombre bus-


cará todas las medidas que le sirvan para su auto conservación
y utilidad, y ve como es necesaria la aparición de un tercero, a
quien se lo llamará Estado, que mediante un pacto (antecedente
del contrato social de Rousseau) con la sociedad, se renuncia a
ciertas libertades que hacen que quien gobierne pueda estruc-
turar y concluir las necesidades de los habitantes, garantizando
la convivencia. El factor que no distrae a Spinoza20, es que en

20 ANSUATEGUI, F, op. cit., p. 26 // pp. 189-195.

en la nueva sociedad de la información 43


dicha renuncia no se pueden abdicar los derechos a la libertad
de pensamiento y expresión, pues indica que si éstos se transfie-
ren dejaría la esencia propia del hombre, además que pone de
manifiesto que derecho de pensamiento y expresión van ligados
al ser el uno causa y el otro consecuencia, actuación coordinada
y simultánea.

Concluye, en referencia al Estado que todo aquello que sea


“física y racionalmente necesario”, es útil para el individuo. Vin-
cula de esta manera el tema político con las libertades, dando
un criterio de legitimidad y de necesidad de la presencia de un
Estado que además de lo ya explicado, precautele la seguridad
y la paz.

En una brevísima referencia frente al concepto tradicional


de religión, Spinoza se devela como un revolucionario al eli-
minar ese elemento de subordinación y obediencia irracional y
dogmática hacia Dios, agregando que deja abierta la posibilidad
de la presencia de la fe para quienes libremente decidan elegirla,
pues considera que no es opuesta a la libertad de pensamiento,
tampoco son sinónimos, sin embargo si puede cohabitar en un
mismo espacio y en este caso en la sociedad, sin duda introdu-
ciendo en sus textos que luego serán puestos en la práctica unos
criterios de tolerancia y respeto que no eran comunes para la
época y que contribuirán a la unidad de la fraccionada comuni-
dad de ese entonces.

En mi opinión, Spinoza fue un innovador en el pensamiento


racional de la humanidad, sus criterios serán tomados por los au-
tores del Siglo de las Luces, sin olvidar que la esencia y las prime-
ras discusiones acerca de la libertad de pensamiento y expresión,
son ya realizadas por él. Además introduce un concepto funda-
mental en lo que será la democracia, con la libertad de expresión

44
que debe ser respetada por el Estado respecto de sus asociados,
aventurada postura que le tocó plantear y justificar, pues se atre-
vió a defender lo indefendible (libertades) hasta la fecha. Aquí es
donde radica los principales aportes de su obra.

3. Aportación Liberal del Modelo Inglés


Para referirnos a los aportes respecto a las libertades que
traerán los pensadores ingleses y con la implementación de su
particular modelo, es necesario hacer referencia a los tres hechos
más importantes que repercuten en esta lucha:

1215 – Magna Charta.


1628 – Petición de Derechos.
1689 – Bill of Rights.

Así como vale la pena anotar que con estos hechos se dio
la evolución de los derechos, y que siendo situaciones concretas,
distan mucho de la concepción que estamos acostumbrados del
“típico” modelo francés.

Además, sin querer entrar en la polémica y discusión que


existe entre los doctrinarios como González Amuchastegui o Jelli-
nek21, respecto a si realmente hubo una lucha por la consecución
de los derecho por parte de los ingleses, es importante que conste,
que muchos sostienen que lo único que hizo el modelo inglés fue
otorgar soluciones a problemas históricos puntuales, y después
dichos logros se ampliaron para el resto de la comunidad.

21 JELLINEK, G (1984), La Declaración de los derechos del hombre y


del ciudadano, en GONZÁLEZ, J, Orígenes de la Declaración de derechos del
hombre y del ciudadano, Madrid, pp. 90-94.

en la nueva sociedad de la información 45


Pese a haber sido soluciones a problemas específicos, es
necesario analizar y otorgar la importancia a estos logros, de
acuerdo al momento contextual en el que se vivieron, así como
la cosmovisión de cada pueblo, pues pese a ser un “sistema en-
deble”, como parecía que iniciaba, fue tan fuerte que ha perma-
necido hasta la actualidad. En lo referente a la Magna Charta,
básicamente se trataron temas de propiedad privada, tributos y
aspectos económicos en los cuales un grupo especial y reducido,
(no todos los individuos de la sociedad), estaban en contra de la
administración del Rey Juan “sin Tierra”, quien al verse vencido,
se vio obligado a concederles tales derechos.

En el segundo caso de la petición de derechos, rescataremos


que es la impulsora de lo que actualmente conocemos como “de-
bido proceso”, pues pide soluciones a abusos y arrestos, que sin
reglas claras se venían realizando, pidiendo la libertad para “X”
número de personas.

Por último, en el tema de nuestro estudio, “Bill of Rights”22,


será entre otras la que reconozca libertades y derechos, enredán-
dose en momentos en situaciones bélicas concretas, pero sobre
todo lo que interesa será la referencia a la inclusión de la “liber-
tad de palabra en los debates y procedimientos parlamentarios”,
que aunque en un inicio se aplicará respecto a esa instauración
de supremacía legislativa parlamentaria sobre el Rey, luego am-
pliarán su espectro de actuación a otras esferas, derecho sobre el
cual se estructura el derecho a la libertad de expresión.

22 GARCIA, M (1957), Derecho constitucional comparado, Madrid, p.


253.

46
3.1. Milton
Se puede considerarlo como uno de los autores liberales
ingleses clásicos por excelencia, puesto que desarrollará una
cuantiosa obra que impregna en todas las esferas las ideas reno-
vadores liberales, además su nombre quedará grabado en nuestra
memoria, al ser Milton quien realizó la primera defensa pública
de la libertad de expresión (entendida como libertad de imprenta)
ante el Parlamento Inglés con su conocido discurso que poste-
riormente fue publicado y es la base para el análisis del autor,
Areopagítica.

… dadme la libertad de saber, de hablar, de argüir libremente


según mi conciencia, por encima de todas las libertades23.

Como habíamos anotado en la introducción del modelo


inglés, las grandes consecuciones respecto a los derechos hu-
manos serán conseguidas como una ampliación a una situación
particular, y esta no será la excepción, pues la defensa de la li-
bertad de expresión se encuentra dentro de la lucha del gremio
de los libreros por la libertad de imprenta y serán estos quienes
se opongan en primer momento a la censura previa realizada
por los magistrados a través de la “Cámara Estrellada”, luego la
posterior creada comisión de “Company of Stationers” y por úl-
timo “Leasing Act”, las mismas que serán combatidas por Milton
y contribuirán al florecimiento de una sociedad tolerante y de
mayores libertades.

Así, durante la existencia de estos comités previos de cen-


sura, que se encargaban de analizar que las obras que iban a

23 En la obra publicada por el I. Colegio de Abogados de Madrid, sobre


esta obra de Miltón, se puede ampliar los conocimientos, sobre todo en base
al estudio comparado que se hace. MILTON J (1999), Areopagítica, Trad. de
CATALÁN, J, Madrid, pp. 30-33.

en la nueva sociedad de la información 47


ser impresas no atacasen al Estado o a la Iglesia, evitando así la
agitación social. Sin embargo, en aquella época, los sentimientos
de la población acerca de la ligación respecto a hablar y escribir,
se habían consolidado en los individuos, en este caso a través de
medios impresos, los mismos que habían proliferado gracias al
papel que jugaban las imprentas.

Debido a las medidas adoptadas por el gobierno a través


del comité de censura, se admitía la impresión de algunas obras
y otras no. Milton esgrime muchos argumentos de valor en Areo-
pagítica, a través de interesantes ejercicios intelectuales en los
cuales llama la atención la contradicción de conceptos, para sa-
car conclusiones, el autor manifiesta que la libertad de imprenta
debe ser entendida en todos los ámbitos, no solo en el político y
religioso, sino que se deben extender a las ciencias, filosofía, etc.,
pues solo así se podrá con estos aportes en todas las áreas poner
más cerca del individuo los elementos para que logre sacar sus
propias conclusiones con respecto a la verdad.

Pues si existe un grupo de personas que se encargan de cla-


sificar qué es bueno y qué es malo, quién nos garantiza que su
criterio es el correcto y que no se están equivocando, agregando
que nadie es incorruptible, por lo tanto pueden incluso caer en
estos supuestos distorsionando los fines para los cuales el gobier-
no había creado las normas.

Recuerda que ninguna persona puede monopolizar el libre


acceso a la información y conocimiento, por un lado con esta
medida se limitaba calamitosamente que la ciencia progrese y
por otro no se podía concebir que con la imposición de las ideas
se retroceda todo aquel avance por eliminar el dogmatismo.

La contribución de Milton radica en esa oportunidad que


brinda al individuo para que pueda libremente imprimir sus

48
ideas, fundamento básico para la libertad de imprenta y en con-
secuencia de la libertad de expresión.

3.2. John Locke

Sin lugar a duda es considerado como el mayor represen-


tante de los filósofos del modelo inglés, quien con sus estudios
y ensayos hará convulsionar a la sociedad estática de esa época,
siendo su obra cumbre “Carta sobre la Tolerancia”, la misma que
condensa en sus páginas todas las aportaciones y conclusiones
realizadas por los pensadores del momento24.

Trabaja mucho acerca de la libertad de conciencia y reli-


gión, de donde podemos deducir los aportes respecto a la liber-
tad de expresión. Locke, es un ferviente defensor de la Tolerancia
en todas sus esferas, admitiendo que esta sea tocada solamente
cuando se encuentre de por medio y en peligro la conservación
de la sociedad.

Para Locke el dogma es uno de los mayores peligros, donde


se pueden iniciar los mayores males para la comunidad; ade-
más se mantendrá como uno de los principales defensores de los
perseguidos de la época por razones de libertad de conciencia,
pues para él, el conocimiento es la única vía mediante la cual los
individuos pueden actuar racionalmente, llegando incluso a uti-
lizar el argumento religioso que indica que el hombre y la bestia
justamente se distinguen por la racionalidad del ser humano.

Muy apegado a las teorías de la autonomía moral y liber-


tad intelectual, rechaza todo tipo de imposiciones de carácter
dogmático, argumentando que la única forma para alcanzar un

24 LOCKE, J (1988), Carta sobre la Tolerancia, edit. BRAVO, P, Madrid.

en la nueva sociedad de la información 49


total desarrollo, es a través de la razón libre, esa capacidad de
selección y discernimiento en base a las concepciones de cada
persona con sus propios gustos, opiniones y objetivos, elementos
que moldean el tipo de vida que este quiere, y por sobre todo
debe ser respetado.

Con respecto a la libertad de expresión, John Locke en su


obra “Carta sobre la Tolerancia”, atribuye una obligación impor-
tante al Estado especialmente se refiere a su actuación frente a
la garantía de ciertos derechos. El Estado debe defender los de-
rechos naturales de sus miembros, la libertad de pensamiento es
un derecho de cada hombre que pertenece por igual a los que
disienten y a ellos mismos, y que a nadie debería obligársele en
materia de religión, ni por ley, ni por la fuerza.

Siendo bastante abstracto su concepto, sin embargo a lo


largo de su exposición se encargará de complementar plantea-
mientos respecto a la libertad de pensamiento y expresión, don-
de el papel del gobernante no será activo, sino prefiere que sea
totalmente pasivo, de no intervención con lo cual se abstiene de
interferir de los juicios de valor que emiten los individuos.

Al igual que Milton, Locke ataca el “Leasing Act” de censura


previa, aunque en un tono mucho más frontal y fuerte, a dife-
rencia de su colega; eso sí indica que dicho control anticipado
solamente podrá ser justificado cuando exista una violación clara
de la Ley. Cabe resaltar que este autor repite insistentemente en
diferentes esferas que se opone a “todo lo peligroso”, frase bas-
tante ambigua y que deja la puerta abierta a interpretaciones, sin
embargo son autores ingleses quienes dan todos los argumentos
sobre la libertad de pensamiento y expresión, que más tarde se-
rán desarrollados por Voltaire y Kant.

50
4. Las Luces de la Libertad de Expresión
En este período, las reflexiones de Voltaire, Diderot, Kant,
entre otras, marcarán el avance respecto al conocimiento de la
sociedad, iniciándose así la liberación total del conocimiento que
se pone en manos del individuo, para que estos se encarguen de
moldearla. Pensando por sí mismo, veremos cómo la libertad co-
mienza a ser entendida por los individuos de manera autónoma.

4.1. Voltaire

Voltaire será un relativista, critico, defensor de la tolerancia


y de la libertad de pensamiento, influido por las instituciones bri-
tánicas y por su cultura, con una fina ironía que se plasma en sus
cuentos –como Candide o Zadig–, pero también será un hombre
comprometido, lo que hoy llamaríamos un militante por los de-
rechos humanos.

Su influencia en el impulso de las garantías procesales fue


decisiva a través de las históricas campañas para rehabilitar a
Jean Calas, acusado de matar a su hijo Marco Antonio para evitar
que se convirtiera al catolicismo.25

Como vemos, su activismo fue fundamental en esos mo-


mentos históricos ya que sirvió de fuerte cimiente para que en
lo posterior otros pensadores decidan inclinar su investigación
hacía la libertad de pensamiento y expresión, ampliando las ga-
rantías y consecución de derechos, hasta entonces tan aspiradas.
No por algo, muchos de los tratadistas llegarán a concluir que
Voltaire es un fiel representante de la Ilustración, sobre todo por
el aporte racional y con el eje transversal de la Tolerancia que

25 PECES-BARBA, G y Otros (2001), Historia de los Derechos


Fundamentales, Tomo II, Siglo XVIII, Madrid, p. 152.

en la nueva sociedad de la información 51


desarrolla en su obra. Su lucha para derrotar el dogmatismo van
a terminar desencadenando en sus defensas a favor de la libertad
de pensamiento y expresión. El profesor Ansuátegui, llega a de-
finir que Voltaire con su crítica racional se vuelve un demoledor
ante los detractores de la época.

Fanatismo y dogmatismo propios de la Iglesia de ese tiempo


serán los dos pilares que atacará en sus discursos y ensayos, ya
que encuentra en estos los puntos débiles donde el modelo tra-
dicional puede ser desvirtuado, y la ola revolucionaria del libre
pensamiento vaya llenando esos espacios.

El derecho de la intolerancia es absurdo y bárbaro: es el derecho


de los tigres, y es mucho más horrible, porque los tigres solo matan
para comer, y nosotros nos hemos exterminado por sólo unos
párrafos26.

La cura para estos focos de violencia las encuentra en el


desarrollo de la razón y la tolerancia, con esto se alcanzará la
paz social.

Ya con respecto a la libertad de expresión, su aporte será


con respecto al derecho de imprenta, pues plantea el criterio de
la diversidad, propio de los individuos racionales que no repro-
ducen esquemas mentales similares, sino que cada uno crea su
propia obra, elaborada por a cada una de ellas. Y estas tienen
derecho a que dichos estudios sean publicados y vean la luz,
llegando a la sociedad, y sean los hombres los que sin presiones,
decidan qué leer y creer, y si éstos escogen determinada obra,
habrá que respetarles por la decisión tomada.

26 VOLTAIRE, Tratado sobre la Tolerancia, en ANSUATEGUI ROIG, J, loc.


cit. 26, p 323.

52
Concluye mermando ese efecto de miedo que los gober-
nantes tenían respecto a las publicaciones diciendo:

Sabed que un capuchino entusiasta, faccioso, ignorante, hábil,


vehemente, emisario de algún ambicioso, que predica, confiesa,
comulga, cabalga, tardará menos en agitar una provincia que
cien autores en ilustrarla. No fue el Corán el que hizo triunfar a
Mahoma, fue Mahoma quien hizo el éxito del Corán”27.

4.2. Inmanuel Kant

Ya en 1784, el filósofo alemán indicaba:

La ilustración es la liberación del hombre de su culpable


incapacidad. La incapacidad significa la imposibilidad de servirse
de su inteligencia sin la guía del otro. Esta incapacidad es culpable
porque su causa no reside en la falta de inteligencia sino de
decisión y valor para servirse por sí mismo de ella, sin la tutela del
otro. ¡Sapare aude! ¡Ten valor de servirte de tu propia razón!: he
aquí el lema de la Ilustración!28.

Vemos como en esta etapa será ya el individuo completa-


mente solo y sin barreras intelectuales, quien de manera autóno-
ma se desarrolle, encargado de distinguir en la razón de carácter
referente a su uso, tanto en la esfera pública y privada, radicando
básicamente sus diferencias en el puesto o función que el in-
dividuo cumpla en la sociedad; en el segundo caso el hombre
encontrará ciertos limitantes, no así en el primero que más bien
encontramos la idea troncal sobre la que podemos elaborar el
derecho a la libertad de expresión sin limitaciones.

27 VOLTAIRE, Sobre la libertad de imprimir, en ANSUATEGUI ROIG, J,


loc cit p 26, p. 302-327.
28 KANT, ¿Qué es la Ilustración?, en Filosofía de la Historia, p. 25. cit. en
ANSUATEGUI ROIG, J., loc cit p 26.

en la nueva sociedad de la información 53


Complementa en sus estudios, que para que la Ilustración
pueda cumplir su cometido de progreso, debe ser una constante
la crítica racional, pues sin ésta, la innovación caería en un es-
tancamiento que podría llevar incluso al dogmatismo, pues no se
puede plantear verdades absolutas ya que justamente día a día
aparecerán nuevas interpretaciones y aportes con respecto a una
misma materia que en la mayor parte de casos dejarán sin vigen-
cia a las anteriores, estableciendo nuevos postulados.

Resulta interesante que Kant, al referirse a la expresión del


uso público de la razón, amplía esta cobertura no solamente a
la esfera de la cotidianidad del ciudadano, respecto a la no in-
jerencia de la censura previa, sino que arremete ya en el estrato
político, dejando la posibilidad para que sea el ciudadano quien
pueda emitir ese criterio y comentarios acerca de la política y
actuaciones del gobernante, plasmando de esta forma una liber-
tad de expresión en todo sentido de la palabra, y para calmar
los ánimos de quien llevaba la Jefatura del Estado, indica que
el gobernante ilustrado será todo aquel que permita el libre uso
de la razón por parte de sus súbditos, sin que poner en juego su
autoridad, sino que más bien contribuya a la correcta adminis-
tración y legitimación. Concluyendo con una advertencia a los
súbditos: “¡Razonad todo lo que queráis y sobre lo que queráis,
pero obedeced!”.

El aporte que Kant hace a la Ilustración es de gran valor,


pues dice que se ha dado un avance con las ideas de razón y
libertad, pero deja abierta la puerta para que sean el resto de los
individuos los encargados de evolucionar y pulir dichos concep-
tos, otorgando el ansiado desarrollo del individuo.

Así podemos concluir que el fundamento de la libertad de


expresión que se reproduce a lo largo de este período son dise-

54
ñadas en base de la razón, individualidad, tolerancia, libertad y
diversidad de los seres humanos.

5. Modelos Internacionales

5.1. Modelo Americano y Primera Enmienda

Dado el carácter de colonia inglesa que tuvo el territorio


americano en el siglo XVI, y por la marcada presencia de pilgrims
europeos, especialmente de Holanda, Bélgica, con un carácter
puritano muy fuerte, e influenciados por las Iglesias protestan-
tes de la época, lograrán que el sistema americano traiga para
sí aportes del derecho inglés y francés, basados en la razón del
individuo29.

Además es importante agregar que antes de la Independen-


cia, las concesiones de derechos que el pueblo obtenía siempre
eran a cambio de acuerdos comerciales con los ingleses, quienes
tenían mayores ganancias y a cambio ampliaban el espectro de
los derechos.

Aunque su origen aparece muy influido por el modelo británico


y producto del establecimiento de colonos ingleses de varias
procedencias, en su evolución posterior asumirá rasgos comunes
con el francés, que incluso han producido hipótesis científicas de
influencia de las Declaraciones Americanas sobre la Francesa de
1789…
… d) Los contenidos de los derechos propugnados desde la filosofía
primero, y recogidos después en los textos de derecho positivo,
pertenecen a la aportación liberal y se refieren a la libertad de

29 OSTRANDER, G (1969), The Rights of man in America, 1606-1861,


Columbia, pp. 70-97.

en la nueva sociedad de la información 55


pensamiento y de conciencia, a las garantías procesales, a la
soberanía del pueblo y su partición política30 .

A diferencia de lo que ocurrirá en Francia para 1789, don-


de se apartó totalmente la influencia de grupos religiosos en la
redacción de la Declaración, en el caso americano se habla de
todas esas minorías religiosas en la primera enmienda al recono-
cer una libertad religiosa, sin imponer una religión oficial, dando
así una ligera influencia ética-religiosa, dentro de los apartados
de los textos legales.

La enmienda primera prohíbe el establecimiento de una religión


oficial, y reconoce la libertad religiosa, de expresión y de asociación.
Asimismo se contempla la responsabilidad del gobierno por sus
actuaciones:
El Congreso no hará ley alguna por la que se establezca una
religión o se prohíba ejercerla, o se limite la libertad de palabra, o
la de prensa, o el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y
pedir al Gobierno la reparación de sus agravios31.

En los numerosos casos que la Corte Suprema de Estados


Unidos ha tenido que tratar respecto a la primera enmienda en lo
que concierne a la libertad de expresión, es importante señalar
que el criterio mediante el cual se ha manejado, es que dicho
derecho sí admite determinadas restricciones y que la interpreta-
ción que se hará del texto legal no se lo puede hacer de una ma-
nera literal, pues existen intereses superiores que el Estado debe
precautelar y que se encuentran por encima del derecho.

30 PECES-BARBA, G (2004), Lecciones de Derecho Fundamentales,


Madrid, p 99.
31 PECES-BARBA, G y Otros, loc. cit. p 29. Artículo de Rafael Asís de
Roig y otros. p 104.

56
…the Supreme Court from 1937 to 1971, the Court has never taken
literally the injuction “shall make no law… abridiging the freedom
of speech…”
Even Meiklejohn, who took a very wide view of the protection to be
afforded political speech under the First Amendment, recognized
that addresses at public meetings could be regulated and cut short
on valid free speech grounds. Absolutists can try to defend their
corner by asserting that “abridging” does not cover all forms of
regulation and that “the freedom of speech´ is not the same as
´speech´, so that rightly understood the term does not exclude
restrictions on some modes of expression.32

Así, los magistrados durante el Siglo XX, han intentado en-


contrar una técnica que realmente logre cierto balance entre la
protección de los derechos en juego, no obstante han existido
muchas controversias al respecto33, pues para el estudio de cada
caso, quien juzga busca poner todas las circunstancias que pue-
den influenciar en el caso, no siempre teniendo una fórmula
rígida de emisión de juicios al respecto.

Other interests, such as public order, national security, and


the protection of children, are weighed in the scales, with free
speech, and if found “compelling” or perhaps “substantial”
may justify the restriction. One form of balancing test is the
famous “clear and present danger” formula, which at least
has the merit of emphasizing the presumption in favour of
freedom of speech and narrowing the circumstances in which
it may be curtailed to those where there is an imminent risk
of a serious evil.34

32 BARENDT, E (1985), Freedom of Speech, New York, p 32.


33 NIEVES, M (2006), “La gestión de la primera enmienda: Founding
Period y Original Period”, en Revista Electrónica de Historia Constitucional No.
7. 2006, p. 2- 13.
34 Ibid. BARENDT, E, p.

en la nueva sociedad de la información 57


El modelo americano incluso en la actualidad por las sen-
tencias tomadas por su Corte Suprema, demuestran cierto con-
servadurismo respecto a las decisiones que se toman sobre la
libertad de expresión, a la que siempre suman las circunstancias
y situaciones del hecho determinado, pese a ello algunas decisio-
nes ya han salido de dicho modelo sobre todo extendiendo la co-
bertura de la Primera Enmienda a otras áreas aunque lentamente
como el contenido comercial engañoso y obscenidad expresa en
publicaciones.

Así, el criterio de tolerancia que maneja los Estados Unidos


en sus normas, permite la libertad de prensa en todos los senti-
dos, siempre y cuando no sea maliciosa, difamatoria o critique
a figuras públicas. Cuestionable el último aspecto, sin embargo
es preferible un sistema mucho más abierto y flexible, donde se
elimina el riesgo que alguna opción política importante sea pre-
viamente destruida, garantizando así las libertades plenas de sus
ciudadanos.

5.2. Declaración Francesa de 1789

Las constantes revueltas y malestar que sentía el pueblo


francés ante un régimen absolutista, acaparador de riquezas y
libertades de los individuos, sumado al movimiento intelectual y
de cambio que había sentado su influencia con la Ilustración, lle-
vará a que se constituya una Asamblea Nacional que será la en-
cargada de la Declaration des droits de l´homme et du citoyen.

No cabe duda que el texto elaborado en 1789, será uno


de los mayores logros y referentes para la humanidad, pues to-
dos aquellos aspectos y luchas por las libertades del individuo,

58
serán explícitos en un texto legal que ya reconoce derechos a
los ciudadanos35.

Así, la garantía de los derechos naturales e imprescriptibles


del hombre, se traducirán al positivismo, aunque para muchos,
a diferencia de la praxis de los ingleses, los franceses se basarán
más en declaraciones y reconocimientos, y no se otorgarán solu-
ciones visibles e inmediatas, sin embargo son las bases sobre las
cuales se han desarrollado muchos sistemas jurídicos del mundo,
incluso hasta la actualidad, al haber sido visionarios, humanistas
y garantistas.

Quizás el significado más radical de la Declaración francesa, que


es también una diferencia sería con los modelos ingleses sobre
todo, pero también con el americano, es que supone la sustitución
de la vieja legitimidad histórica y tradicional del antiguo régimen
por una nueva que expresa la fundamentación del naciente Estado
liberal…

… el texto de 1789 es, como hemos visto, una Declaración de


derechos, pero supone además la proclamación de una serie de
principios de organización de los poderes y de funcionamiento
del sistema jurídico. Los principios de libertad, de igualdad,
de mayorías, de sometimiento de los gobernantes a la Ley, de
separación de poderes y de legalidad tributaria están en el origen
del constitucionalismo moderno y del Estado parlamentario…

…La ley emancipa al individuo de la esfera religiosa, del control


religioso y del control político con el Estado liberal, y pretende
emanciparle de los condicionamientos económicos y culturales
con el Estado social. Son grados y momentos de la relación entre

35 GUSDORF, G (1988), Les révolutions de France et d´Amerique (La


violence et la sagesse), Paris, p. 28 y ss.

en la nueva sociedad de la información 59


la libertad y la Ley, y no se puede decir que existe paternalismo en
esta última dimensión, sin extender esa afirmación a las demás,
porque en definitiva en todos los casos la Ley y el Derecho no
hacen sino tutelar la libertad del individuo 36.

Talvez le debamos al duque de La Rochefoucauld, un hom-


bre libre, el hecho de implementar la propuesta del Artículo 11
de la Declaración:

La libre communication des pensées et des opinions est un des


droits les plus précieux de l´homme. Tout citoyen peut donc par-
ler, écrire, imprimier librement, sauf à repondre de l´abus de cette
liberté dans les cas determinés par la loi…

Además intervinieron otros pensadores como Rabaul de Sant-


Étienne, Anson, que aportaron conceptos para la redacción final,
mientras en el seno de los grupos religiosos existieron opiniones
contrarias, las cuales al respaldar el mantenimiento del status quo
y todos los planteamientos dogmáticos, no llegaron a influir.

Al erguirse la posición francesa como protectora de los de-


rechos naturales del ser humano37, libertad de expresión, se reco-
nocerá como un derecho innato de la persona, que no puede ser
arrebatado por formar parte de ese ejercicio natural del racioci-
nio que acompaña al individuo.

La libertad de expresión es entendida como una prolongación


de la libertad física del individuo. En efecto, esta libertad no sólo
se manifiesta en la libertad de movimiento y de circulación. El

36 PECES-BARBA, G (1993), Derecho y Derechos Fundamentales,


Madrid, p 113-114.
37 BOBBIO, N (1991), La Revolución Francesa y los derechos del hombre,
trad. de ASIS, R, Madrid, p. 145-149.

60
individuo también tiene una vertiente inmaterial o espiritual, y la
libertad personal en este ámbito será la libertad de pensamiento u
opinión. Esta libertad de pensamiento es una continuación de la
libertad física; y la libertad de expresión, a su vez, lo es de la de
pensamiento.38

38 VOVELLE, M, La caída de la Monarquía, 1878 – 1792, loc. cit. J.


ANSUATEGUI ROIG. p 407-408.

en la nueva sociedad de la información 61


62
Capítulo II

La Nueva Sociedad de la Información y su


relación con las Nuevas Tecnologías

La historia registra tres saltos de cambio, suficientemente poderosos


como para alterar la vida básica del Hombre.
La introducción de la agricultura…La Revolución Industrial…(y) la revolución
tecnológica del ordenador en el procesado de información.
Herbert. A. Simon.

en la nueva sociedad de la información 63


1. La Nueva Sociedad de la Información y su
relación con las Nuevas Tecnologías
La comunidad internacional vive inmersa en el proceso de
construcción de la sociedad de la información, ligada a las Nue-
vas Tecnologías. Para alcanzar resultados óptimos en este proce-
so, es imprescindible que cada ciudadano conozca los beneficios
y limitaciones de las Nuevas Tecnologías (NT), y su aporte a la
vida cotidiana1.

Es importante recordar que la sociedad de la información co-


bra especial relevancia cuando de por medio existen limitantes,
ya sean geográficas, económicas (véase países en vías de desa-
rrollo); así, hay que concebir a la tecnología como una oportuni-
dad, sacando provecho de sus aportes para volverse competitivos
y mirar la forma de disminuir los impactos nocivos, sobre todo
aquellos que tienen que ver con limitación de derechos2.

1.1. Las Nuevas Tecnologías, doctrinal y

técnicamente

Al tratar el tema de las nuevas tecnologías aplicadas en el


desarrollo y repercusión que han tenido en la libertad de expre-
sión, resulta necesario realizar una aproximación histórica y téc-
nica a estos nuevos recursos que con la evolución de la humani-
dad van formando parte de la vida diaria.

1 PÉREZ, C (2006), “La libertad de expresión, en el paradigma de


las nuevas tecnologías y la sociedad de la información”, Revista Latina de
Comunicación Social N. 61, Tenerife, p. 3-4.
2 MATTERLART, A (2007), Historia de la Sociedad de la Información,
Barcelona, p. 68.

64
Quizá, cuando se trataba este tema a finales del siglo XX,
nunca se llegó a pensar la repercusión que la red de ordenadores
interconectados, que en la actualidad se cuenta por millones, y
que se conoce como la Internet, iba a generar una serie de avan-
ces tales como aceleración de procesos, amplitud de libertades,
pero también problemas de seguridad de información3.

Cabe considerar que el presente estudio se realizó a inicios


de 2009, por lo que con el vertiginoso avance de la ciencia in-
formática, muchos postulados que aquí enunciamos, en pocos
meses pueden ser desvirtuados, así, al referirnos a “Nuevas Tec-
nologías”, intentaremos abarcar todas aquellas innovaciones que
mayor efecto han producido durante la última década.

En el tema que nos compete respecto a la libertad de ex-


presión, los canales de comunicación mediante los cuales las
ideas y pensamientos de los individuos pueden en la actuali-
dad ser expresados hacía la comunidad, también han experi-
mentado cambios sustanciales, sobre todo podemos referirnos
por ejemplo al hecho del soporte material e impreso (libros y
revistas), audio (radio y telefonía), medios audiovisuales (tele-
visión y cine); todos estos canales que estuvimos acostumbra-
dos a utilizarlos, ahora han encontrado un medio que los ha
logrados acoger, y que por su impresionante velocidad, fideli-
dad, conexión y traslado, se ha convertido en el enlace entre
los individuos a lo largo y ancho de la gran aldea global4, nos

3 FROSIN, V (1982), Cibernética, derecho y sociedad, trad. por


SALGUERO, C, Madrid, p. 39 y sig.
4 El sociólogo canadiense, Herbert Marshall Mcluhan, fue el primer
autor en referirse al mundo como una “aldea global”; concepto que indica
que en un futuro el mundo estaría totalmente interrelacionado, gracias a los
avances experimentados en la velocidad de las comunicaciones, situación que
estrecharía los vínculos políticos, económicos y sociales de los individuos.

en la nueva sociedad de la información 65


referimos a la Internet5, misma que nace en el año de 1962, a
raíz de la necesidad de conectar ordenadores entre sí para que
puedan tener acceso a información compartida; claro está que
para dicho tiempo la distribución de datos se hacía de manera
individual, lenta, pero ya con la aplicación de la que se conoció
como teoría de conmutación.

Posteriormente se inició con innovaciones que buscaban


que la red rinda de mejor manera, porque la velocidad de traspa-
so aún dejaba mucho que desear. De ahí, los pasos que se die-
ron posteriormente fue reproducir este tipo de cadenas y lograr
incorporar una red de redes6, que generaría mayor velocidad de
intercambio, expandir la información, ergo, el conocimiento a
todas las terminales de dichas redes y no complicar los sistemas,
sino volverlos lo más simples posibles para ganar fidelidad y evi-
tar retrasos.

… la filosofía inicial de Internet, y en concreto, la del Protocolo


TCP/IP iba encaminada a la compartición y libre circulación de
información entre los usuarios de la Red. Por lo tanto, en este
entorno no tenía sentido poner ningún tipo de restricciones por lo
que respecto a accesos y seguridad. Por este motivo se argumenta
que Internet, tal como lo conocemos hoy en día, tiene una carencia
estructural en lo concerniente a seguridad7.

Sin embargo grandes han sido los avances que se han logra-
do en asuntos de criptología y protección de datos, garantizando

5 Respecto a la creación y constitución de Internet, merece la pena


revisar “La constitución de Internet”, en CASTELLS, M (2005), La era de la
información, Vol. I La sociedad red, Madrid, p. 77.
6 PÉREZ LUÑO, A (2006), Las libertades en la era de Internet, en VV.AA,
El derecho en red, estudios en homenaje al profesor Mario G. Losano, Madrid,
pp. 365-397.
7 PEGUERA, M (2005), Derecho y Nuevas Tecnologías I, Madrid, p.9.

66
de esta manera derechos fundamentales de los usuarios, quienes
poco a poco se han habituado a procesos como la firma electró-
nica, operaciones comerciales telemáticas, etc.

Volviendo al tema de la transferencia de información como


medio por el cual se plasma la libertad de expresión, no es sino
gracias al servicio Web “www” (World Wide Web), que no son
más que hipertextos contenidos de información ya sea gráfica,
textual, visual o multimedia.

Para hacer más comprensible la definición indicada, pode-


mos decir que la información se encuentra “colgada” en el gran
espectro de los servidores, y es el individuo que, interesado en
determinado tema, solicita tener acceso a dicho espacio, escri-
biendo la dirección Web, y ante dicho estímulo se tiene acceso a
la página solicitada, claro está que detrás de esta operación que
parece tan simple existe un sistema que se encarga de traducir
esa dirección digitada y conectarla mediante un servidor especi-
fico con la dirección IP (Internet Protocol).

Así también la revolución que la Internet ha proporcionado a


las comunicaciones es asombrosa, no solo con el correo electróni-
co, sino sobre todo con el uso de red de transferencia de datos para
llamadas, video conferencias, etc.; situación que la conocemos en
la actualidad, como aquella que toda la información y comunica-
ciones están a nuestro alcance con solo un pinchazo (click).

Uno de los desafíos más importantes de la época en que vivimos


consiste en establecer una ecuación exacta, correspondiente a los
apremios del tiempo, en las relaciones entre los avances tecnológicos
y la tutela de las libertades. El ámbito del mundo, cada vez más
planetario, ha apretado decisivamente sus exigencias y reclama un
adecuado planteamiento de las garantías de los derechos cívicos

en la nueva sociedad de la información 67


ante el desarrollo de las Nuevas Tecnologías (NT). El horizonte
actual de la ciudadanía, que orienta y circunscribe las pautas de su
ejercicio, se halla determinado por los impactos tecnológicos de la
información y la comunicación. Esas redes telemáticas suscitan la
impresión de que el tamaño del mundo se ha contraído, de que los
ciudadanos y los pueblos se hallan dinámicamente más próximos
que en cualquier etapa anterior…
… El ciberespacio es un micro cosmos digital en el que no existen
fronteras, distancias, ni autoridad centralizada. Su conquista se ha
convertido en meta obligada para quién desee sentirse miembro
de la sociedad informática y es en la actualidad uno de los puntos
de encuentro para el ocio y el negocio, que cuenta con mayores
perspectivas de futuro8.

Vemos de esta manera que todo cambio genera situaciones


positivas como negativas dentro de la sociedad9, sin embargo el
ser humano cada vez busca adaptarse de mejor manera en pro de
soluciones a esos problemas que se crean y valiéndose del desa-
rrollo para mejorar junto a su comunidad, así en el aspecto jurí-
dico, el derecho frente a estas nuevas manifestaciones debe irse
acoplando y, por su carácter maleable y apegado a la sociedad,
responder a través de normas que expedidas por el legislador
ayudan a mantener la debida armonía que debe existir, donde
sobre todo exista la protección total de los derechos fundamenta-
les de los individuos10.

8 PÉREZ-LUÑO, A (2005), Estudios Jurídicos sobre la Sociedad de la


Información y Nuevas Tecnologías – Internet y la Garantía de los Derechos
Fundamentales, en BELLO, S (Coord), Estudios jurídicos sobre la sociedad de la
información y nuevas tecnologías : con motivo del XX aniversario de la Facultad
de Derecho de Burgos, Burgos, p. 13, 14 y 15.
9 Se puede ampliar el tema revisando “El nuevo dilema estadounidense:
desigualdad, pobrez urbana y exlclusión SOCAL en la era de la información”, de
CASTELLS, M, La era de la información, fin del milenio, Vol. III, Madrid 2006, pp. 157.
10 CASTELLS, M, op. cit., p. 66 // pp. 91.

68
1.2. Relaciones entre Nuevas Tecnologías
y Ciudadanía

La sociedad en el presente siglo no podría imaginar no estar


conectada todo el tiempo a su ordenador, a su teléfono móvil,
un bombardeo mediático minuto tras minuto, etc.; todo esto, los
humanos contemporáneos lo asimilamos a bienestar, moderni-
dad y progreso, cada día ponemos en boca desde los más pe-
queños adjetivos como competitivo, eficaz, veloz, entre otros,
demostrando de esta manera que nuestra vida poco a poco se
ha ido convirtiendo en una verdadera competencia, de la que
nadie está seguro de salir vencedor. Ante dicha incertidumbre,
todos nos mantenemos en un nerviosismo que nos lleva a come-
ter actos, que no encajan dentro de un comportamiento moral
y ético comúnmente aceptado, y aunque parezcan fuertes estos
argumentos son una realidad, y la vemos en muchas facetas y a
todas horas, aún más cuando de por medio está el aprovecharse
de las nuevas tecnologías para sobresalir. No es raro que las so-
ciedades “avanzadas” se sirvan de tecnologías de punta, para ser
cada vez más fuertes11, siempre dejando de lado a los pueblos
emergentes, quiénes por no tener infraestructura y manejo de
los últimos descubrimientos científicos, se van quedando con la
“chatarra” tecnológica que los desarrollados les dejan. A simple
vista nos daremos cuenta que pese al concepto de aldea global
que concede a todos las mismas oportunidades y recursos, esta
declaración solamente se queda en un discurso y dista mucho de
lo que sucede en los actuales momentos.

Así, cuando analizamos el tema de comunicación tecnoló-


gica12, encontramos casos que muchas veces nos llegan incluso

11 CREMADES, J (2007), Micropoder, la fuerza del ciudadano en la era


digital, Madrid, pp. 83-104.
12 Merece la pena ampliar el contenido en “La cuestión tecnológica”, en
CASTELLS, M, op. cit., p 66 // pp. 50.

en la nueva sociedad de la información 69


a alarmar, como por ejemplo el caso que narra Blanca Balles-
teros en su ensayo, Lugares en ninguna parte, quien indica que
“en nuestro país (España) existe un gran número de personas que
no utiliza Internet, pues no lo consideran útil, sin embargo, hay
más teléfonos móviles que habitantes”. Así mismo resulta curioso
conocer que en los países en vías de desarrollo de Sudamérica,
pese al alto porcentaje de pobreza que existe en dicha región,
casi el 60% de sus habitantes dispone de un teléfono móvil, y
de los escasos ingresos económicos que estos reciben, la suma
más importante de egresos es dedicada justamente a tecnología
y comunicación.

La actualidad del desarrollo tecnológico ha propiciado la


inmersión de la ciudadanía en la sociedad de la comunicación, en
la sociedad de la información y en la sociedad de la conmutación.
La tecnología de la comunicación puede utilizarse para servir al ser
humano o para unos cuantos, poderosos, se sirvan de los otros.
Los progresos tecnológicos tienen sus luces y sus sombras. Resulta
indiscutible que en numerosas ocasiones esos avances han acabado
provocando importantes agresiones a los derechos y libertades, lo
que ha proporcionado la búsqueda de formas de control de esas
innovaciones. La teoría de los derechos humanos tiene ante sí un
difícil reto cual es el de acomodarse a las nuevas demandas de la
sociedad del Siglo XXI13.

Cabe la pregunta, ¿la tecnología interviene y moldea la nue-


va configuración del ciberciudadano, o es a la inversa? Para ello
es necesario realizar una seria reflexión sobre todo respecto a

13 BELLOSO, M, “Estudios Jurídicos sobre la Sociedad de la Información


y Nuevas Tecnologías – Proyecciones Sociales, Iusfilosóficas y Políticas”, en S.
BELLO (Coord) (2005), Estudios jurídicos sobre la sociedad de la información y
nuevas tecnologías : con motivo del XX aniversario de la Facultad de Derecho de
Burgos, Burgos España, p. 151.

70
cómo la sociedad dueña de las nuevas tecnologías, las utiliza
para un desarrollo pleno de la comunidad o solamente para satis-
facer determinados intereses. La respuesta sea cual fuese, nece-
sariamente tendrá una fuerte carga ideológica y estará marcada
de poder, ya que muchos justificaran por ejemplo que se invierta
grandes contingentes en investigación para desarrollo armamen-
tístico o nuclear, poniendo como justificativo no solo la seguridad
de los habitantes, sino además indicando que a partir de dichas
experimentaciones se puede sacar provecho que contribuya al
colectivo humano, pues no es de olvidar que la Internet, es el re-
sultado de investigaciones militares, que en la actualidad brinda
otro tipo de servicios como una plataforma integral.

… los seres humanos hemos surgido ya tecnológicamente orientados.


Me refiero con esta afirmación a que el buscar herramientas para
solucionar nuevos problemas ha sido un continuum en nuestra
historia evolutiva.
De tal manera el ser humano ha concebido la comunicación,
como antes la supervivencia básica, como un problema que
requiere una solución tecnológica. Por lo tanto, la tecnología ya es
el resultado de una manera tecnológica de mirar y relacionarnos
con el mundo14.

14 BALLESTEROS, B (2006), Lugares en ninguna parte, Zaragoza, p. 17.

en la nueva sociedad de la información 71


1.3. La Nueva Sociedad de la Información y
La Nueva sociedad del Conocimiento

Dentro de nuestra investigación resulta conveniente, definir


y aclarar estos dos conceptos que, aunque semánticamente se
parezcan, sus significados y los objetivos que los guían distan
mucho, y en momentos ha llegado a producir confusión, al que-
rer asimilar información con conocimiento, que no en todos los
casos resulta lo mismo.

Es necesario situarnos en el siglo anterior, entre las décadas


de los setenta y ochenta, cuando el tópico de la información y
su relevancia cobró fuerza, sobre todo por el inminente merca-
do consumista que se iba desplegando alrededor del mundo, ya
que atrás quedaba el privilegio de tener en un hogar un aparato
reproductor de música o una televisión, y la gente empezaba a
mirar día a día todos los acontecimientos que se producían, en
telediarios e informativos; de esta manera las noticias se distri-
buían de manera menos rápida, y cada vez fuimos volviendo más
dependientes, de una información a la cual la podríamos llamar
industrializada15, ya que para su producción se utilizan métodos
similares a los empleados en las industrias, incluso hay quienes
afirman que por esa aceleración, se perdió la calidad y también
la seriedad de los contenidos, pues lo único que importa es la
venta de la producción final, afirmación que resulta muy cues-
tionable, ya que en la actualidad podemos apreciar que existen
medios de comunicación que aún utilizando las últimas tecnolo-
gías de la telemática por ejemplo, presentan al público material
de alta calidad.

15 MATTELART, A, op. cit., p. 64 // pp. 85.

72
Se ha llegado a utilizar incluso, aquella recurrida frase,
“información es poder”16, la cual podríamos adaptarla a nues-
tro contexto y decir que “tecnología es poder”; pero no siempre
se puede decir que el total acceso a la información nos otorga
conocimiento. Es justamente ahí donde radica la diferencia de
términos. Al referirnos a la Nueva Sociedad del Conocimiento,
los tratadistas intentan indicar que:

…hay muchas diferencias entre información y conocimiento. La


identificación entre ambos va a surgir en la década de los cuarenta,
desde las teorías de la información y la cibernética. Desde estos
postulados, la mente humana, se va a concebir como una máquina
capaz de adquirir y manipular información, de forma que pensar se
va a reducir a procesar esa información. (SANCHO J.M. y MILLAN
L.M., 1995).
¿Es cierto que tener información sobre determinados temas equivale
a poseer conocimiento a cerca del mismo? Nosotras coincidiendo
con múltiples autores, opinamos que no es así. Esta teoría es un
tanto reduccionista, y no tiene en cuenta otras muchas variables que
confluyen. Ya que conocer y pensar no es simplemente almacenar,
tratar y comunicar datos. Serán procesos de generalización de
distinto tipo y sus resultados, los que nos determinarán el saber
cómo actuar sobre algo en una situación dada. El desarrollar
procesos de pensamiento alternativos, creativos e idiosincrásicos. La
información no es en sí conocimiento. El acceso a ella no garantiza
en absoluto desarrollar procesos originales de pensamiento.
A pesar de que el conocimiento se basa en la información, ésta por
sí sola no genera conocimiento17

16 Con respecto a los modelos, actores y centro de la revolución de la


tecnología de la información en la sociedad actual, se puede ver “El paradigma
de la tecnología de la información”, en CASTELLS, M, op. cit., p. 66 // pp. 103.
17 CISNEROS, I y OTRAS (2008), “¿Sociedad de la Información o Sociedad
del Conocimiento? La educación como mediadora”, http://tecnologiaedu.us.es/
edutec/paginas/43.html, 16 de Abril de 2008.

en la nueva sociedad de la información 73


Vemos de esta manera cómo conocimiento viene ligado a
educación, por lo que tenemos que comprender que son aque-
llos recursos que se valen los medios parvularios para estimular,
generar, desarrollar y experimentar, con los individuos, para que
estos aprovechándose de los nuevos medios que en la actuali-
dad están a la disposición por los avances científicos, alcancen el
máximo desarrollo racional y crítico.

Es importante indicar que la Sociedad de la Información es


un término en constante renovación, por ejemplo la Directiva
Comunitaria de 8 de Junio de 2000 (2000/31/CE), la define como
la “extraordinaria expansión de las redes de telecomunicaciones
y, en especial, de Internet como vehículo de transmisión e inter-
cambio de todo tipo de información”. Volviéndonos talvez un
poco extremos, vemos que del otro lado, cual si se tratase de un
producto más del mercado, la información está cotizada y será
arrastrada por las fuerzas de la oferta y la demanda y se acomo-
dará y brindará su servicio, en las circunstancias que el individuo
las direccione18.

2. Las Nuevas Tecnologías y su Interacción


entre el mundo Socio-jurídico

No podemos olvidar que el hombre al crear el derecho lo


concibió como un sistema de reglas que le otorgan una seguridad,
y que establecen los cánones mediante los cuales los miembros
de una sociedad ponen normas y límites, para vivir dentro de la
comunidad, con la garantía que existirán unas normas básicas de
convivencia que le dejarán desarrollarse y crecer, las mismas que
irán cambiando y adaptándose conforme los individuos vayan

18 MATTELART, A, op. cit., p. 64 // pp. 165.

74
evolucionando. Sin duda, lo anotado es una definición muy pre-
caria y hasta anacrónica de lo que es el derecho, pero tiene un
elemento interesante, el cual lo vamos a utilizar para referirnos a
esa interacción y convivencia que debe existir entre las Nuevas
Tecnologías y la realidad socio-jurídica19, y es que el derecho
está para regular la convivencia de los sujetos adaptándose a los
cambios que se van a ir produciendo. Así podemos darnos cuen-
ta que el desarrollo jurídico y normativo respecto a los avances
científicos y tecnológicos, es más que insuficiente, puesto que
existe una especie de recelo por parte de juristas y legisladores,
de inmiscuirse en el tema, al considerar primero, que el desarrollo
científico incluye demasiados conceptos, los mismos que con el
estudio, a lo mejor pueden variar de un día al otro, y que el dere-
cho no puede inmiscuirse para otorgar definiciones; además con
el vertiginoso avance tecnológico y manifestaciones científicas,
sería absurdo detenerse a crear normas rígidas, cual camisas de
fuerza que posteriormente impedirían el avance de la ciencia20.

Sin embargo, consideramos necesaria una regulación, con


normas de tipo flexible y que intenten abarcar la mayor parte de
posibilidades, pues no hay que olvidar, como decíamos en párra-
fos anteriores, que las Nuevas Tecnologías, además del aporte y
ayuda que traen consigo, también crean conflictos y problemas
de todo tipo a la sociedad, que sin un marco normativo claro, se
sentirá indefensa ante esas realidades.

Al propio tiempo la consciencia de la rapidez que se producen los


avances tecnológicos, baste tener presente el ritmo trepidante con el
que se están sucediendo las distintas generaciones de ordenadores
electrónicos, ha generado un evidente recelo hacia cualquier tipo

19 J. CREMADES, op. cit., p. 69 // pp. 31-32.


20 Al respecto, se puede ver “Cibernética y Organización Judicial”, de
FROSINI, V., op. cit., p. 65 /pp.68 – 69.

en la nueva sociedad de la información 75


de conceptualizaciones, que parecen hallarse abocadas a devenir
obsoletas en un corto espacio de tiempo21.

El jurista debe siempre estar conciente de estos cambios,


pero debe también encaminar sus acciones para que se dé una
verdadera interacción entre tecnología-derecho-sociedad; se
debe afrontar las realidades, aplicando criterios y conceptos mu-
cho más plurales, que permitan por un lado que el desarrollo
científico se logre, sin que las normas sean un impedimento para
su progreso, pero sí vale la pena poner puntos y directrices claras,
mediante las cuales se puedan realizar los estudios por parte de
los científicos apegados al desarrollo de la humanidad y no de su
destrucción o violación de parámetros éticos.

De esta manera hemos visto cómo la justicia a nivel mundial,


respecto a la libertad de expresión en las nuevas tecnologías, ha
tenido que pronunciarse y no se ha quedado sin establecer una
normativa clara para regular los contenidos de los criterios que
mediante estos nuevos medios. Los individuos ponen en la socie-
dad sus criterios, teniendo en cuenta la garantía para el desarrollo
libre y autónomo de las comunicaciones entre ciudadanos nor-
males; pero no todos los criterios de los juristas van por un mismo
camino. En el texto de Antonio Pérez Luño, se recogen algunas
sentencias americanas que han sido recurridas ante la Supreme
Court, donde por ejemplo en un caso de Pennsylvania, refirién-
dose a la primera enmienda constitucional se dice que “como un
aspecto de la tradición constitucional que, en ausencia de eviden-
cia en contrario, se presume que la regulación gubernamental del
contenido de las comunicaciones tiende más a interferir el libre
intercambio de ideas que a promoverlo. El interés por fomentar
la libertad de expresión en una sociedad democrática sobrepasa
cualquier teórico o improbable beneficio de la censura”.

21 PÉREZ-LUÑO, A (1987), Nuevas Tecnologías, Sociedad y Derecho. El


impacto socio jurídico de las N.T. de la Información, Madrid, p. 57.

76
Mientras que en el caso europeo, los líderes de la UE, se han
encargado a partir del año de 199622, de establecer normas míni-
mas para los contenidos en Internet, respecto a su criminalidad,
interesante propuesta que sobre todo busca “un correcto equili-
brio entre la garantía de la libre circulación de la información y
la protección del interés público”, como es obvio el equilibrio
perfecto entre estos dos elementos, en nuestra sociedad convul-
sionada, ha hecho que algunos casos sean llevados al Tribunal de
Derechos Humanos de Estrasburgo, donde ha primado el criterio
de que “la libertad de expresión defiende no sólo ideas e infor-
maciones que no suponen intromisión u ofensa en los valores o
derechos ajenos, sino también las susceptibles de ofender, con-
tradecir o perturbar23”. Los expresados, no son sólo criterios que
ha establecido el Tribunal, que siempre busca una correcta con-
vivencia de derechos y de ciudadanos en igualdad de oportuni-
dades, sino directrices que se van implementando en la sociedad
para su correcto desarrollo.

En los siguientes párrafos afrontaremos otra implicación que


nace por las nuevas tecnologías de la sociedad de la información:
la influencia que estos tienen en la esfera política de los Estados,
donde poco a poco los nuevos recursos van formando parte de la
vida de los ciudadanos, y éstos se sienten influenciados, llegan-
do incluso a crear nuevos paradigmas, formas de legitimación,
soluciones, etc. Es por ello que debemos iniciar el manejo de la
nueva terminología complementada con:

La tecnociencia que se caracteriza ante todo por la emergencia,


consolidación y desarrollo estable de un sistema científico-

22 HABËRLE, P (1996), Derecho Constitucional Europeo, Trad. de


MIKUNDA, E, en PÉREZ LUÑO, E. (comp.) (1996), Derechos Humanos y
constitucionalismo ante el Tercer Milenio, Madrid, p. 187-224.
23 STEDH, Handyside/Reino Unido, 1976.

en la nueva sociedad de la información 77


tecnológico que da lugar a un nuevo modo de producción de
conocimiento.
Uno de los factores característicos de la tecnociencia es la
instrumentalización del conocimiento científico-tecnológico, con
lo cual el avance de la ciencia deja de ser un fin en sí mismo para
convertirse en un medio para otros fines24.

3. Tecnología Informática, Almacenamiento y


Protección de Datos

Con los grandes avances científicos se ha podido lograr que


los archivos y acumulación de información, que antes se tenían
que almacenar en grandes espacios físicos, sean reducidos sim-
plemente a códigos y guardados en pequeños dispositivos infor-
máticos, así también ya no es necesario el soporte material para
publicaciones de diarios, libros, revistas, pues ahora basta una
página Web de soporte, o ya no hace falta tener que escribir car-
tas, introducirlas en un sobre, sellarlas y esperar que el servicio
de correos lo entregue al destinatario, pues con las cuentas gra-
tuitas a correos electrónicos los usuarios en cuestión de segundos
trasmiten información a sus contactos, incluso sin costo. Sin em-
bargo, dentro de todas las acciones descritas, existe un elemento
común que muchas veces se nos escapa y es el que se refiere a la
protección de datos personales y su interrelación con la libertad
informática, ya que nos encontramos en un verdadero límite en-
tre información e intimidad25.

24 BALLESTEROS, B. op. cit., p. 71. // pp. 133-134


25 PÉREZ LUÑO, A (1976), Cibernética, informática y derecho (un
análisis metodológico), Bolonia, p. 21.

78
Además las nuevas tecnologías también han ingresado a la
esfera del Estado contemporáneo26, el cual usa esta infinidad de
recursos para simplificar la administración y brindar mayor acce-
so a sus ciudadanos, pero actualmente se concibe el hecho que
será el Estado el encargado de asegurar una correcta protección
de la información de los individuos, la misma que se encuentra
almacenada y ha sido entregada a determinados fines, y no pue-
de usarse de otra manera. Nace así la protección de los derechos
fundamentales en relación con el tratamiento de la información.

El caso español es claro, en el Art. 18.4 de la Constitución,


indica que:
“La ley limitará el uso de la informática para garantizar el
honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el
pleno ejercicio de sus derechos”.
Se complementa con el Art. 1 de la Ley Orgánica de Protec-
ción de Datos:

La presente Ley Orgánica tiene por objeto garantizar y proteger,


en lo que concierne al tratamiento de los datos personales, las
libertades públicas y los derechos fundamentales de las personas
físicas, y especialmente de su honor e intimidad personal y
familiar”. Entendiéndose que el espíritu es la protección de los datos
personales y que estos no pueden ser para otros fines que para los
dispuestos en las normas legales, y siempre con la salvaguardia de
los derechos fundamentales de los interesados.
… desde una dimensión normativa se ha procedido a la protección
del derecho fundamental a la protección de datos (con un elenco
de derechos sustantivos para cado uno de los ciudadanos), y, a la
vez, se ha impuesto a la Administración pública la obligación de

26 BAUZÁ, M, La protección jurídidca de los datos personales en Uruguay


a través de la Ley No. 17.838, en VV.AA (2006), El Derecho en red, estudios en
homenaje al profesor Mario G. Losano, Madrid, pp. 113-140.

en la nueva sociedad de la información 79


“velar por el cumplimiento de la legislación sobre protección de
datos y controlar su aplicación”, art. 37.1.a) LOPD, lo que significa
que esta Administración ha pasado a ampliar su ámbito de tutela
y protección (Estado social) al sector de la protección de datos
personales27.

Es aquí donde merece la pena destacar que en ocasiones los


usuarios de servicios que se ofrecen en la red, en pocas ocasiones
leen las condiciones de uso de dichas prestaciones, las mismas
que al aceptarlas, cedemos nuestros derechos para que un tercero
pueda controlar nuestras cuentas, y sacar provecho de estadísti-
cas, preferencias, etc.; la situación se vuelve aún más complicada
cuando en algunos Estados, al no existir una libertad de expresión
total, se llega a vetar el acceso a páginas Web, o cual si se trata-
se del Gran Hermano de Orwell en su novela 1984, el gobierno
se convierte en vigilante pleno de los movimientos, actuaciones
y declaraciones, intercambio de información de sus ciudadanos,
mientras que otros países argumentando motivos de seguridad in-
terna y usando el interés público, realizan funciones similares que
obviamente lesionan las libertades de sus habitantes.

Es el argumento que presenta el prestigioso profesor de la


Universidad de Stanford, Lawrence Lessig, en su obra Cultura Li-
bre (Free Culture), donde manifiesta que:

... si piensas que la gente debería tener el “derecho” de hojear


cualquier cosa en una biblioteca sin que el gobierno sepa qué libros
miras, entonces este cambio en la tecnología de control puede

27 BELLO, S, Las Agencias de Protección de Datos en la Sociedad de


la Información: un interesante ejemplo de actuación administrativa tutelar e
independiente, en BELLO, S (Coord) (2005), Estudios jurídicos sobre la sociedad
de la información y nuevas tecnologías : con motivo del XX aniversario de la
Facultad de Derecho de Burgos, Burgos España, p. 141.

80
preocuparte. Si recopilar y ordenar datos sobre quién hace qué en
espacios digitales se convierte en algo sencillo, entonces se esfuma
la privacidad inducida por la fricción que tuvimos en el pasado.
Es esta realidad la que explica la presión por parte de muchos
para definir qué es la “intimidad” en Internet. El reconocimiento
de que la tecnología puede eliminar todo aquello que la fricción
nos dio antes es lo que conduce a muchos a promover leyes que
hagan lo que la fricción hacía antes… Un cambio en la tecnología
nos fuerza ahora a los que creemos en la intimidad a actuar de
una forma afirmativa donde, antes, la privacidad se nos daba por
defecto28.

Por otro lado nace la complejidad mediante la cual se logra
la definición del usuario, en Redes tan importantes como Inter-
net, pues ante la pantalla, en muchos casos se crea identidades
que pueden ser usadas para cometer fraudes, abusos, y hasta de-
litos: de pornografía infantil, difamación, estafa, entre otros, son
crímenes en los cuales el delincuente del Siglo XXI, se esconde
detrás de un ordenador para cometer sus fechorías, haciendo que
en ocasiones el ente de control estatal se vea atado de manos
para desenmascarar y atrapar a quienes quebrantan la ley29.

Así, el 28 de mayo de 2004, con motivo del III Encuentro Ibe-


roamericano de Protección de Datos, se elaboró la Declaración
de Cartagena, en la cual entre sus postulados se destaca que:

El desarrollo de todos estos servicios de la sociedad de la


información supone necesariamente el tratamiento de datos de

28 LESSIG, L (2000), Cultura Libre <Free Culture>, trad. CÓRDOVA, A,


Creative Commons.
29 Javier Cremades realiza un interesante estudia respecto a “Los Usos
del Micropoder: libertad versus seguridad, en CREMADES, J, op. cit., p. 69 // pp
233 y ss.

en la nueva sociedad de la información 81


carácter personal, que en ocasiones serán necesarios para lograr
el acceso a la información o a los servicios requeridos por parte
de los usuarios. No obstante el tratamiento de dichos datos puede
generar riesgos para la privacidad de los usuarios y su derecho
fundamental a la protección de datos de carácter personal. Estos
riesgos se aprecian, en especial, en la utilización de Internet,
mediante el uso de dispositivos que inciden directamente en la
esfera más íntima del usuario…
… es preciso el establecimiento de un marco regulatorio que
garantice la adecuada implantación de medidas de seguridad en
las redes de comunicaciones electrónicas y, lo que resulta esencial,
reconozca y enumere expresamente los derechos de los abonados
y usuarios en relación con la protección de sus datos personales.

Por estas razones, las legislaciones en algunos Estados pre-


vén la posibilidad de realizar investigaciones para acceder a la
identidad de los ciudadanos mediante una orden judicial que,
dentro de un proceso de investigación o de juzgamiento, no se
deje en indefensión a la víctima y se acceda a datos reservados
del infractor, quien al cometer esta posible irregularidad, la auto-
ridad judicial puede levantar esa identidad que en un principio
era reservada y formaba parte de sus derechos fundamentales.

4. Teledemocracia
Las redes de telecomunicaciones avanzadas que se están
construyendo hoy en día, pueden apoyar el aumento y desarrollo
de la participación ciudadana en muchos aspectos de la vida30.

30 Véase al respecto, la investigación realizada por María Eugenia


Rodríguez Palop, en La nueva generación de Derechos Humanos: origen y
justificación, texto que recoge una nueva perspectiva sobre los Derechos de la
sociedad tecnológica.

82
Estos podrían apoyar el equivalente electrónico de los es-
pacios públicos, donde las personas se unen como ciudadanos
informados o que podrían aportar sólo algunos instrumentos
electrónicos, donde las personas se dirigen como espectadores
y consumidores31.

En los proyectos de planificación de las diferentes áreas de


progreso de la sociedad y en especial de la comunicación y las
libertades informáticas, existe una serie de obstáculos, principal-
mente los económicos, con verdaderas desigualdades, que no
solo se plasman en el aspecto material, sino también en el in-
formativo. Así, podemos advertir tres barreras que se interponen:
económica (carencia de infraestructura para comunicaciones),
una de carácter técnica (falta de desarrollo y cooperación en di-
ferentes idiomas a nivel de ordenadores), y una que detenta un
fuerte poder decisión como es la política, donde la administra-
ción pública da avances lentos respecto a la modernización y
optimización de sistemas32.

Los autores coinciden con el criterio que si se aprovechan


las innovaciones tecnológicas y científicas, muchas dificultades
enunciadas se podrían eliminar, sin embargo en las sociedades
en vías de desarrollo sobre todo, se tiende a asociar el acceso a
las nuevas tecnologías, con una elite, en tanto, los más desfavo-
recidos tendrían que verse relegados.

Ahora, es importante definir Teledemocracia33, y su inciden-


cia en la Sociedad del Siglo XXI.

31 PÈREZ-LUÑO, A (2004), ¿Ciberciudadaní@ o ciudadaní@.com?,


Barcelona, pp. 60-65.
32 COTINO, L (coord.)(2007), Democracia, participación y voto a través
de las nuevas tecnologías, Granada, p. 25.
33 FISHKIN, J (1995), Democracia y deliberación. Nuevas perspectivas
para la reforma democrática, trad. MALEM, J, Barcelona

en la nueva sociedad de la información 83


Este término se utiliza para designar el conjunto de teorías
y fenómenos prácticos referentes a la incidencia de las nuevas
tecnologías en la política. En su acepción más amplia y genéri-
ca, la teledemocracia puede definirse como la proyección de las
nuevas tecnologías a los procesos de participación política de las
sociedades democráticas.

1) Desde el punto de vista metodológico, se trata de apli-


caciones de las nuevas tecnologías en su significado más
extenso, comprensivo de sus más diversas manifestaciones:
televisión, video, informática, telemática, Internet…

2) En lo que atañe a su objeto, se proyecta sobre procesos


de participación política de los ciudadanos.

3) En lo referente a su contexto de aplicación, se halla siem-


pre construido por Estados de derecho, es decir, la telede-
mocracia sólo es predicable en proyecciones políticas de
las nuevas tecnologías en el seno de sociedades democrá-
ticas34.

El individuo que se desenvuelve en la sociedad actual, ha


encontrado nuevos soportes mediante los cuales difundir sus
ideas, pensamientos y manifestaciones ideológicas. El surgi-
miento de portales Web con acceso libre y gratuito para los
usuarios ha generado cambios de gran trascendencia, y como
no se puede escapar, la política, es una de las que más ha senti-
do su influencia, podemos enumerar casos como los de Francia
en 1997, la campaña electoral española desde el año 2000, el
enfrentamiento Bush versus Kerry en 2004, las primarias ameri-
canas de Demócratas y Republicanos de 2008, que ha generado
unas verdaderas YouTube Election, entre otras, donde se puede

34 PÉREZ-LUÑO, A, op. cit., p. 83 // p.60

84
apreciar claramente que la participación del elector es cada vez
más directa, y su opinión suma para la construcción de los pro-
yectos gubernamentales35.

Ahora que la libertad no sólo de expresión, sino de acceso


casi ilimitado a la información, ha diseñado en el espectro polí-
tico una especie de cercanía entre el usuario (futuro votante) y el
candidato, no es difícil encontrar los sitios Web de los candida-
tos, e incluso apariciones en todo tipo de redes sociales, como
facebook, hi5, entre otros, donde esa noción de alto cargo y de
“elegido”, inalcanzable, que antes tenía el postulante a un esca-
ño de elección popular, ahora se ha transformado en la cerca-
nía, afinidad, y la pérdida total de intimidad de dicho candidato,
cuestión que atrae sobremanera al ciudadano que se acerca más
a su candidato, llegándose incluso a identificar con él en sus inti-
midades más arcanas. Todo esto sin duda contribuye a ampliar la
participación del individuo36 que valiéndose de nuevos medios,
pone sus ideas y criterios para ser compartidas y debatidas con
el resto de conciudadanos, pero también nacen problemas simi-
lares a los del siglo XVI, cuando en Francia se vivió l’ affaire des
placards o el asunto de los pasquines, que eran escritos anóni-
mos, injuriosos y sediciosos que se pegaron en las paredes de Pa-
rís, contra las autoridades civiles y de la realeza, situación similar
actualmente ocurre en blogs, páginas Web, correos electrónicos,
entre otros, donde abusando de los soportes para difundir el pen-
samiento que tiene el usuario, se difama y calumnia a políticos,
artistas, etc.; manifestación que preocupa y que poco a poco va
siendo regulada por la justicia.

35 RODRIGEZ, M (2002), La nueva generación de derechos humanos,


Madrid, pp. 52-65.
36 Además se debe hacer incapié en los nuevos modelos democráticos
gracias al micropoder y la democracia interactiva, que por lo visto ha creado un
ciudadano político en Internet, CREMADES, J, op. cit., p. 69 // p. 215.

en la nueva sociedad de la información 85


4.1 La Teledemocracia en la Nueva Sociedad
de la Información

Para poder entender la dimensión y la repercusión que ha


representado la Nueva Sociedad de la Información y el concepto
de la Teledemocracia en nuestra sociedad actual, resulta apro-
piado recurrir a un ejemplo que presenta Javier del Rey Morató
en su obra Comunicación Política, Internet y Campañas Electo-
rales, quien manifiesta que: “Hace cuarenta años, cuando el Che
Guevara se internó en Bolivia, escribía en pequeños papeles que
entregaba a los campesinos, con la ingenua esperanza de que
llegaran a los periodistas, y en los años noventa, cuando el sub-
comandante Marcos se internó en la selva lacandona, se presentó
al mundo desde el Internet”. Así podemos apreciar que en menos
de cuatro décadas, las manifestaciones por parte de actores so-
ciales para difundir su pensamiento, variaron aceleradamente la
forma de transmisión, mientras muchos políticos aún se niegan a
interactuar con sus electores y aún piensan en las formas mediá-
ticas tradicionales37.

En esta panorámica, es fácil apreciar que el bastión de la


lucha de los ciudadanos, las calles, ahora ha sido suplantado por
el intercambio de información en las redes, y los grandes pensa-
dores, escritores y políticos forzosamente tienen que cambiar sus
obras y sus mensajes que usualmente se encontraban en folletos,
libros, hojas volantes, de manera impresa, por una nueva tecno-
logía, como es el soporte digital.

Sin embargo, lo importante de la Teledemocracia y lo que le


diferencia del concepto de democracia que se manejaba en el si-
glo pasado, es la capacidad de interactuar y construir un proyecto
basado en la interculturalidad, que gracias a las Nuevas Tecno-

37 COTINO, L. (coord.), op. cit., p. 83 // pp. 281 y ss.

86
logías permite poner los avances de la ciencia en un programa
cercano a los ciudadanos, que resuelva sus verdaderas necesida-
des gracias a esa constante interacción, que es lo que podemos
encontrar en algunos ejemplos de administración pública38.

Además, la Nueva Sociedad de la Información ha entrado


con el aporte de sus medios en el ámbito del control electoral,
la promoción de la participación o el gobierno digital, y sobre
todo a manejar de una manera diferente las Campañas Electo-
rales, donde hemos visto que el uso de la Internet y telefonía
móvil, han cambiado la manera de llevar a cabo estos procesos,
que hasta hace poco giraban simplemente en torno a los medios
tradicionales de comunicación, ya que ahora la ciberciudadaní@
permite estar más cerca del panorama electoral, por el constante
debate público de los políticos en la Red, a los que se han suma-
do foros de cibernautas, blogs políticos, redes sociales, correos
electrónicos, páginas web de apoyo, etc.

Uno de los aportes más interesantes que presenta sobre todo


la Internet, dentro de la democracia y la participación ciudadana,
es el hecho que la estructura mediante la cual estábamos acos-
tumbrados a que se difundan los mensajes, donde existían un
emisor y un receptor plenamente identificados, con las nuevas
tecnologías, lo que importa es la información y si dicho mensaje
va a ser difundido y llegará a un gran número de ciudadanos,
quienes por medios tecnológicos se encargarán de multiplicar, y
ampliar su difusión, y cuando sea el caso, aportará con su opi-
nión y criterios, creando de esta manera canales por los cuales
el ciudadano complementa la información con sus ideas particu-
lares, incluso llegando a rectificar contenidos cuando estos son
alejados de la verdad; pues solamente gracias a ese intercambio
y a esa verdadera democracia de la información, muchas veces

38 RODRIGEZ, M, op. cit., p. 85 // pp. 61.

en la nueva sociedad de la información 87


dichos datos que carecen de veracidad pueden llegar al propio
partícipe de la noticia, y éste manifestarse respecto a lo que se
difunde en dicha crónica.

Como hemos apreciado, sin duda la Red constituye una


fuente de apoyo a la democracia del Siglo XXI, pues pone en ma-
nos de los ciudadanos la información generada minuto a minuto,
para que sea utilizada, difundida y valorada. Sin embargo, cabe
anotar que al igual que Internet trae grandes beneficios respecto
a datos y noticias que nos sirven para llevar acabo un correcto
desarrollo, también se mezcla por esos canales información vi-
ciada, de fuentes desconocidas, que con el afán de crear caos y
confundir a la colectividad mediante la introducción de crónicas,
informes y datos, que tienden a distorsionar y confundir al intern-
auta. Por ello, es necesario crear en el usuario una suerte de cons-
ciencia con criterio reflexivo que permita separar e identificar la
validez de los contenidos que se encuentran en línea.

La Red atraviesa transversalmente a la sociedad, y a los flujos de


información ascendentes y descendentes añade un circuito con
centro en ninguna parte, y una forma de comunicación horizontal
que apenas se ha manifestado, y que está haciendo un lugar en el
complejo de nuevas tecnologías…
…la relación entre Internet y la libertad es compleja, como
también lo fue cuando irrumpieron nuevos medios: la prensa de
masas, la radio y la televisión. A las aspiraciones de libertad se
contraponen los instintos básicos de las burocracias políticas. Pero
apostamos por las posibilidades que abren los nuevos circuitos de
información impulsados por la red, en los que podrán irrumpir
nuevas formas de lazo social, y nuevas formas de la agnóstica, las
dos dimensiones de la política39.

39 DEL REY MORATÓ, J (2007), Comunicación Política, Internet y


Campañas Electorales, Madrid. p. 305 y 309.

88
Aunque no todos coinciden en pronunciarse a favor de la
Nueva Sociedad de la Información y la Teledemocracia, pues
consideran que a esfera mundial, pese a los logros que se ha
dado en ciencia y tecnología, los últimos avances solamente son
disfrutados por países que se encuentran en bonanza económica,
sin que el intercambio a través de estos medios se pueda lograr
en todos los Estados, donde por ejemplo los niveles de acceso a
Internet, aún no llegan a superar el 10% de su población. Por otro
lado, aún son muchos los países donde no se ha podido alcanzar
una democracia plena, con una participación directa por parte
de los ciudadanos, sin que se puedan cumplir las premisas de un
verdadero Estado de Derecho, lo cual nos lleva a realizar una se-
ria reflexión, pues realmente se han dado importantes pasos que
nos llevan a revolucionar la visión respecto de la participación
ciudadana con las nuevas tecnologías y la administración públi-
ca, pero es también primordial centrar el debate para conseguir
el pleno acceso de recursos, tecnologías y libertades, sobre todo
en países en los cuales aún siguen vedados estos derechos.

4.2. La sociedad estadounidense – The Net Effect

El caso de los Estados Unidos de América40 se presenta in-


teresante, puesto que ha sido el primero en mostrar repercusio-
nes de su sociedad a través de las nuevas tecnologías, dentro de
procesos de democracia directa, en los cuales los ciudadanos se
han manifestado y han hecho conocer sus planteamientos y pro-
puestas a través de canales no convencionales de comunicación,
que para la época resultaron innovadores y marcaron referentes
tanto para lo que serían las posterior cibercampañas políticas41,

40 PÉREZ LUÑO, A., op. cit., p. 83 // pp. 115-118.


41 CREMADES, J, op. cit., p. 69 // p 205.

en la nueva sociedad de la información 89


así como es el iniciador de los procesos de participación de los
individuos en los diálogos y resolución directa de conflictos,
Administrador-Administrado, gracias a las vías que ofrecen las
nuevas tecnologías.

Así. el Internet es capaz de facilitar el intercambio rápido de


información que puede convertirse en esencial para la coordina-
ción de la actividad política.

Para comprender este proceso, es necesario reconfigurar las


redes de comunicación a las que hemos estado acostumbrados,
pues los nuevos canales mediante los cuales se debe lograr ese
acuerdo deben volverse familiares tanto para los actores políti-
cos, así como para la colectividad. Así el uso dado a las nue-
vas tecnologías, se ha visto sobre todo en campañas políticas,
movilización de organizaciones sociales, y en la coordinación y
organización de eventos, manifestaciones, o simplemente para
la difusión de información a través de foros, mensajes de correo
electrónico, teleconferencias, blogs, entre otros medios42.

Un interesante caso se presentó en los Estados Unidos, a ini-


cios de 2000, donde se realizó una campaña a través de la Web,
en la cual los ciudadanos fueron partícipes en la generación de
información que era trasmitida al resto de usuarios, situación que
antes la hacía la prensa, pero al verse distorsionado sus conteni-
dos, la participación activa de los cibernautas hizo que se cree
un gran colectivo que protestaba respecto a una superposición
de código telefónico en un condado de Los Ángeles, California,
por parte de una compañía, la cual no consultó, ni informó a sus
usuarios sobre las repercusiones que el proyecto iba a tener, es-
pecialmente sobre el exceso de números que tenían que marcar

42 CARLSON, T (2001), “Old Wine in New Bottles?, The 1999 Finnish


Election Campaign on the Internet”, en Press/Politics, Oxford, pp. 68-86.

90
para comunicarse con los vecinos de la zona43.

La administración nunca pensó que nacería un movimiento


y una propuesta tan grande con un tema aparentemente tan sim-
ple con la superposición de un código telefónico, pues para ellos
existían problemas “más” importantes que discutir.

Los usuarios inconformes por la decisión que se tomaba, por


su propia iniciativa realizaron una investigación sobre la conve-
niencia o no del cambio, además crearon una comisión de ren-
dición de cuentas dirigida a los miembros de la administración y
ver si habían estudiado detenidamente el caso, a ello se sumó la
colaboración de un periodista que en uno de sus artículos incitó
a la gente a no rellenar formularios de reclamo eterno, sino que
lo haga a través de correos electrónicos en los cuales exprese sus
puntos de vista, su inconformidad y criterios, y sobre todo para
generar una comunicación directa y participativa, para crear un
canal más cercano con la administración; todo esto propició pos-
teriormente la aparición de un portal en la Web que permitía a
los visitantes informarse sobre la campaña, noticias, y compartir
criterios con ciudadanos que vivían similares problemas y nece-
sidades; así mismo se fue creando una base de datos de los visi-
tantes a los cuales posteriormente se les enviaba actualizaciones y
convocaba a los eventos que se organizaban a favor de la causa.

Al poco tiempo, el efecto se empezó a sentir en la política,


ya que miembros de la oposición a través de la página iniciaron
el apoyo al proyecto de los vecinos de Los Ángeles, y llevaron los
planteamientos a la mesa de negociación frente a la administra-
ción, la cual al verse que la situación se salía de las manos llama-
ron a un grupo de representantes para el diálogo, sin embargo el

43 VV.AA., “The Net Effect in Politics, The ‘Stop the Overlay’ Campaign in
Los Angeles, en Party Politics, Vol. 9, No. 1, Londres 2003, pp. 124-136.

en la nueva sociedad de la información 91


canal que ya usaban los vecinos era un portal, el cual al recoger
las verdaderas necesidades pasó a ser un lugar netamente plura-
lista, donde se aceptaban todos los criterios de los visitantes, ha-
ciendo que el ciudadano se sienta partícipe del proceso de cons-
trucción de su sociedad44. Tanta incidencia tuvo la protesta que
se generó especialmente a través de Internet, y posteriormente la
cobertura que le dieron los medios de prensa gracias a ese gran
efecto de la red net effect, que la administración se vio obligada
a cambiar su política concerniente a la superposición de códigos
telefónicos, redefiniendo su agenda, ahora con la participación
de los afectados. Gracias a este evento, se comienza a hablar
de una participación directa por parte de la ciudadanía a través
de nuevos canales como Internet, y además se aprecia el efecto
que puede llegar a tener el intercambio de datos a través de las
nuevas tecnologías que pueden ser utilizadas para organizar a la
sociedad en la consecución de aspiraciones comunes.

4.3. Aportaciones y Riesgos de la Teledemocracia

en la Sociedad del Siglo XXI

El profesor Antonio-Enrique Pérez Luño, incluye en su libro


un interesante trabajo respecto a la Teledemocracia, “¿Ciberciu-
dadaní@ o ciudadaní@.com?”, donde clasifica a la Teledemocra-
cia otorgándole una faceta débil (partidos políticos-democracia
representativa) y otra fuerte (participación directa del ciudada-
no), sin embargo vemos cómo estos planteamientos doctrinales
elaborados durante los últimos años, muchas veces tienden a no
reflejar fielmente lo que cada sociedad democrática logra, y so-
bre todo no encontramos un Estado donde se puedan observar

44 Véase “Las democracias occidentales frente al micropoder”, donde se


amplia el caso americano, en CREMADES, J., op. cit., p. 69 // p 242.

92
elementos de una sola de las categorías citadas, pues al no ser
estáticos, siempre cambian y se acoplan a adversidades y avances
tecnológicos.

Como ya nos referimos al proceso mediante el cual los suje-


tos políticos usan actualmente nuevos canales para establecer el
contacto con los electores, talvez se nos ha escapado advertir un
criterio interesante que lo inició Sartori, quién al referirse a la re-
lación del ser humano con los nuevos canales mediáticos, realiza
una fuerte crítica en la cual advierte que el hombre se va convir-
tiendo en un simple usuario, dispuesto a satisfacerse solamen-
te con las informaciones que le brindan los medios, dejando de
lado su labor crítica y reflexiva, llegando a aceptar lo que viene
dado de antemano, situación que se verá reflejada en el aspecto
político y social, con un desapego total del individuo ante su rea-
lidad, y sobre todo esa pérdida de capacidad de reacción ante los
problemas que se le puedan llegar a presentar, puesto que este
se encuentra diseccionado por el pensamiento de quien maneja
la información, y si éste es quien tiene los recursos, podríamos
asistir a una nueva forma de dominación, donde el ciudadano
al volverse usuario dependiente del sistema tecnológico, confía
plenamente en él, entrega su opinión y voluntad a terceros, que
pueden someterle a una “servidumbre de la información”, donde
pese a estar con noticias y detalles, las ideas claras y el creci-
miento en conocimientos del individuo son realmente escasos45.

Sin duda, esta tesis resulta extremadamente crítica con la in-


fluencia de las nuevas tecnologías en la Teledemocracia, sin em-
bargo es interesante reconocer que en el procesos de integración
de la ciudadanía con la administración, no solo la sociedad de la
información ha servido como enlace durante el proceso electoral,
para la planificación de los planes de gobierno para cada comu-

45 COTINO, L (coord.), op. cit., p. 83 // p. 202.

en la nueva sociedad de la información 93


nidad, sino lo importante es que los medios disponibles que en
la actualidad dinamizen la comunicación y la retroalimentación
entre administrador y administrados, para que el intercambio de
ideas y pensamientos además de ser canalizado de manera rápi-
da y efectiva, sea sincero, crítico y sobre todo libre, dejando que
el ciudadano pueda a su vez trasmitir sus necesidades, quejas e
ideas al jefe del distrito, ayuntamiento, prefectura, etc.; creando
un sistema de comunicación entre iguales, que otorga sobre todo
una dosis importante de reflexión política al individuo, quien al
sentir que su criterio es atendido, no solo que se interesa más
por el desarrollo de la sociedad que le rodea, sino que al estar
satisfecho genera un sentimiento de confianza en el sistema de
democracia y participación directa a través de las NT, como lo
explica el profesor Pérez Luño.

Las repercusiones de las NT no se circunscriben a los procesos


electorales, sino que se proyectan en un amplísimo mosaico de
relaciones entre los poderes públicos y los ciudadanos. Uno de
los grandes retos de las democracias del presente es posibilitar
una red de comunicación directa entre la Administración y los
administrados que redunde en una profundización democrática y
en una mayor transparencia y eficiencia de la actividad pública.
En los países anglosajones y escandinavos existe, desde hace algunos
años, una fecunda experiencia de conexión de los ciudadanos a
redes virtuales aplicadas a la Administración Pública46.

46 PÉREZ-LUÑO, A, op. cit., p. 76 // pp.64.

94
4.4. Masuda y las Ventajas Políticas de la

Sociedad Informatizada

No podíamos terminar este capítulo sin antes referirnos a


Yoneji Masuda, uno de los personajes del proyecto tecnológico
japonés, considerado como el pionero en la idealización de la
“Sociedad de la Información”, y sobre todo a quien en la década
de los ochenta se atrevió a realizar un aventurado planteamiento
del manejo de la sociedad de manera automatizada a través del
uso de ordenadores donde la administración estatal cuenta con el
apoyo y realiza el control tecnológico, todo esto para otorgar ma-
yores libertades a los ciudadanos, concentrando las actividades
en equipos electrónicos, proyecto que en sus palabras era “una
sociedad sin clases, libre de un poder dominante y cuyo núcleo
social serán las comunidades voluntarias”.

Su clara visión sobre el futuro influenció en las últimas déca-


das del siglo XX, para que los científicos en su país realicen gran-
des avances y experimentaciones tendientes a apalear los proble-
mas de la sociedad. Se evidenció nuevas invenciones científicas
que ayudaran a abaratar costos y hacer más eficaz, ágil y confia-
ble al sistema tecnológico que se empezaba a instalar en fábricas,
centros de telecomunicaciones, instalaciones militares, etc.

La idea de esta nueva sociedad se centraba sobre todo en la


mayor disponibilidad de información y tiempo libre, traducido
en la disminución de materialismo, pero sobre todo en esa par-
ticipación cívica voluntaria por parte de los individuos, donde
la actualización de conocimientos incrementaría una conciencia
ecologista y global. Cabe anotar que todas estas conceptualiza-
ciones, expresadas ya a mediados de los ochenta, fueron tomadas
en cuenta por la administración pública japonesa, que a través de

en la nueva sociedad de la información 95


sus ministerios, vieron este nuevo recurso tecnológico como la
opción para salir de la crisis que se vivía respecto a mano de obra
y recursos naturales, llegando a ser la “sociedad de la informa-
ción”, política de Estado. El “milagro japonés”, Japanese miracle,
fue tomado como modelo para su implementación sobre todo en
Estados Unidos y algunos países europeos, para encontrar solu-
ciones a la recesión que había traído la posguerra, por lo que la
robotización en la industria y la reorganización sistemática de la
economía, darían buenos resultados, y no fue sino hasta que en
1978, tras una conferencia de expertos en comunicaciones entre
Japón y Estados Unidos, que se publicó el primer libro en Amé-
rica del Norte , utilizó el término “sociedad de la información”
en su título, como nos cuenta Nick Dyer-Witheford, en su obra
(Cyber-Marx: Cycles and Circuits of Struggle in High Technology
Capitalism).

Dentro de la teoría conceptual construida por Masuda, para


contribuir a la garantía de libertades ciudadanas, dentro de los
derechos civiles y políticos, se pensó en estructurar un sistema
con carácter de democracia participativa, pensado para que los
individuos puedan estar vinculados de cerca en todas las deci-
siones políticas del gobierno, puesto que el autor argumenta que
cuando se instaure la sociedad de la información, los ciudadanos
entrarán en un comportamiento que los llevará a estar insatisfe-
chos en cuanto a sus necesidades materiales, y el proceso para
satisfacer las demandas del pueblo encontrarán respuesta en la
producción y utilización de la información, en la selección de
acciones y en la consecución de objetivos establecidos.

Vemos cómo las aspiraciones variarán, pues los objetivos de


participación ciudadana se verán trastocados, y en la adopción
de decisiones en la conducción de los Estados, los ciudadanos
deberán incrementar su participación de manera sustancial.

96
Sin embargo, Masuda al sostener esta teoría de la demo-
cracia participativa, indica que esta se debe sustentar sobre seis
principios básicos.

Primero. Todos los ciudadanos tendrían que participar en la toma


de decisiones o, por lo menos, en el mayor número posible de
ellas.
Segundo. El Espíritu de sinergia y de ayuda mutua debe permanecer
en todo el sistema.
Tercero. El público debe tener acceso a toda información
importante.
Cuarto. Tanto los beneficios que se reciban como los sacrificios
a realizar deben ser distribuidos equitativamente entre todos los
ciudadanos.
Quinto. Debe buscarse una solución por medio del acuerdo y la
persuasión.
Sexto. Una vez decidida la solución, se esperará que todos los
ciudadanos cooperen en la puesta en marcha de la misma47.

A lo largo de este capítulo hemos podido analizar cómo los


avances tecnológicos y las nuevas concepciones doctrinales so-
bre la democracia, han ido repercutiendo poco a poco en nuestra
sociedad. Algunos autores han llegado a catalogar estos nuevos
tipos de manifestaciones, en las que es evidente que existe una
interrelación entre las nuevas tecnologías, las teorías sobre go-
bernabilidad, elaboración de leyes y comportamiento humano,
que conlleva a que cada estudio y análisis se lo haga de manera
integrada entre todas estas áreas, pues es de esa manera como el
individuo realiza ahora su integración a la sociedad.

47 MASUDA, Y (1984), La Sociedad Informatizada como sociedad Post-


Industrial, trad. OLLERO, J, Madrid. pp.123,124,125,126,

en la nueva sociedad de la información 97


La formidable velocidad como se han realizado las inno-
vaciones a nivel tecnológico, también debería ser utilizada para
avanzar en la protección de las libertades a favor del ser huma-
no, siendo así, que los aportes de la ciencia no sean frenos que
perjudiquen a la evolución de los derechos del ciudadano, sino
canales mediante los cuales las nuevas tecnologías contribuyan
en el desarrollo de los individuos, que buscan un mundo digno y
justo con igualdad de oportunidades para todos, y un crecimien-
to equilibrado que nos permita disfrutar del planeta por muchas
generaciones.

Tal vez la propuesta del japonés Yoneji Masuda no se haya


plasmado en la realidad tal como él la concibió, sin embargo
sentó una base doctrinal importante sobre la cual inició un gran
desarrollo sobre la sociedad de la información, y sobre todo esa
gran visión de hombre, en trabajo conjunto con las nuevas tecno-
logías, en su afán de conseguir mayores libertades, oportunidades
y desarrollo para la humanidad.

98
Capítulo III

Planteamiento Jurídico y Doctrinal de la


Libertad de Expresión
La libertad de expresión, es decir lo que la gente no quiere oír.
Geroge Orwell.

en la nueva sociedad de la información 99


1. La Libertad de Expresión en el
Ordenamiento Jurídico y su Concepción
La libertad de expresión ha sido reconocida como un De-
recho Humano en el Art. 191 de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos de 1948, de esta manera gran parte de Es-
tados son suscriptores de Pactos, Tratados y Convenciones que
han recogido este derecho en sus ordenamientos jurídicos2, para
catalogarlo como un medio válido para la libre difusión de las
ideas del individuo y otorgarle las debidas garantías.

Este derecho no se encuentra específicamente definido en


el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, pero

1 “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión;


este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de
investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación
de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
2 Ecuador. Constitución – 2008. Art. 39.-“ …El Estado reconocerá a las
jóvenes y los jóvenes como actores estratégicos del desarrollo del país, y les
garantizará la educación, salud, vivienda, recreación, deporte, tiempo libre,
libertad de expresión y asociación…”
Art. 66.- “Se reconoce y garantizará a las personas:…6. El derecho a opinar y
expresar su pensamiento libremente y en todas sus formas y manifestaciones. 7.
El derecho de toda persona agraviada por informaciones sin pruebas o inexactas,
emitidas por medios de comunicación social, a la correspondiente rectificación,
réplica o respuesta, en forma inmediata,obligatoria y gratuita, en el mismo
espacio u horario…”
Art. 384.- “El sistema de comunicación social asegurará el ejercicio de los
derechos de la comunicación, la información y la libertad de expresión,
y fortalecerá la participación ciudadana. El sistema se conformará por las
instituciones y actores de carácter público, las políticas y la normativa; y los
actores privados, ciudadanos y comunitarios que se integren voluntariamente a
el. El Estado formulará la política pública de comunicación, con respeto irrestricto
de la libertad de expresión y de los derechos de la comunicación consagrados
en la Constitución y los instrumentos internacionales de derechos humanos.
La ley definirá su organización, funcionamiento y las formas de participación
ciudadana.”.

100
podemos conceptualizarlo como el derecho de manifestar, de-
fender y propagar las opiniones propias, en tanto, la libertad de
imprenta sería la facultad de imprimir cuanto se quiera, sin previa
censura, y con sujeción a las leyes. En sentido amplio lo reco-
nocemos como el derecho de todos a manifestar y comunicar
sin trabas el propio pensamiento, por lo que hay que referirnos
a dos aspectos, el de la dimensión individual, que se relaciona
con la afinidad de la persona, situación que es corroborada por
Dworkin3, quien indica que “el derecho a la libertad de expre-
sión deriva de la idea de la dignidad de la persona humana y de
su derecho a un trato que no desmerezca de esa dignidad. Un
hombre a quien se le impide o dificulta la comunicación libre se
tratado indignamente y vejado en su auténtica condición como
ser comunicativo y locuaz, condenándole al aislamiento social y
al empobrecimiento espiritual”.

Referente al aspecto político, éste liga la libertad de expre-


sión con los sistemas democráticos que hacen que su presencia
sea imprescindible, ya que gracias a ésta se pretende garantizar
una transparencia y responsabilidad política, caso contrario se
reprimiría la libertad de pensamiento llegando a mutilar a la li-
bertad de expresión, como se refería Kant:

Se dice habitualmente que el poder supremo puede arrebatarnos


la libertad de hablar y de escribir, pero lo que no puede quitarnos
es la libertad de pensar. ¿Pero en qué medida y con qué rigor
sabríamos pensar si no pensamos, por así decir, en comunión con
los demás, a quienes comunicamos nuestros pensamientos y de
quienes recibimos los suyos4.

3 DWORKIN, R (2004), Deliberative democracy and human rights,


Barcelona, p. 75.
4 VEGA, P, “El principio de publicidad parlamentaria y su proyección
constitucional”, Revista de Estudios Políticos núm. 43, 1985, en AGUILERA,
A (1990), La Libertad de expresión del ciudadano y la libertad de prensa o
información, Granada. p.8

en la nueva sociedad de la información 101


En 1969 el escritor Nicholas Capaldi, refiriéndose a la obra
de John Stuart Mill, esboza un concepto de libertad de expresión,
como “aquella libertad para explorar, descubrir, formular y difun-
dir lo que sabemos, pensamos o sentimos, agregando que este
tipo de libertades solamente pueden darse en sociedades demo-
cráticas donde los ciudadanos son los responsables de la toma
de decisiones, y para poder elaborarlas deben tener total acceso
a la información”.

Así dentro del ordenamiento jurídico español, la Constitu-


ción de 1978 recoge este derecho, otorgándole una doble sig-
nificación: como derecho a la libertad y como garantía de una
institución política fundamental de las sociedades democráticas
como es la opinión pública libre, destacado en el Art. 20.15 del
mencionado cuerpo legal.

Si nos detenemos en la lectura de esta norma, podemos


identificar dos momentos, el primero reconoce el derecho a ex-

5 España. Constitución – 1978. Art. 20. “Libertad de expresión. 1. Se


reconocen y protegen los derechos:
a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante
la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción. b) A la producción
y creación literaria, artística, científica y técnica. c) A la libertad de cátedra. d)
A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de
difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto
profesional en el ejercicio de estas libertades. 2. El ejercicio de estos derechos
no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa. 3. La ley regulará
la organización y el control parlamentario de los medios de comunicación social
dependientes del Estado o de cualquier ente público y garantizará el acceso a
dichos medios de los grupos sociales y políticos significativos, respetando el
pluralismo de la sociedad y de las diversas lenguas de España. 4. Estas libertades
tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en este Título, en los
preceptos de las leyes que lo desarrollen y, especialmente, en el derecho al
honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la
infancia. 5. Sólo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y
otros medios de información en virtud de resolución judicial

102
presar y difundir libremente ideas y opiniones; mientras que en
segunda instancia establece el derecho a recibir y comunicar de
manera veraz la información.

Para concluir con respecto al doble carácter de la libertad de


expresión, el profesor Modesto Saavedra, realiza un esquema en
el cual concibe plenamente esta idea:

….en primer lugar es un derecho de libertad, pero también es un


derecho de participación. Tiene, en principio, un sentido puramente
negativo (como libertad de, o independencia), pero no se agota en
él, sino que le es consustancial el sentido positivo de la libertad, la
libertad entendida como participación en los asuntos públicos…
… La libertad en sentido negativo consiste para el individuo en
verse libre de la intervención de poderes ajenos, de tal forma que
pueda decidir según su propio criterio. Al Estado le corresponde
según eso la obligación de dejar que el individuo actúe. La libertad
de expresión, en este sentido negativo, se traduce en un derecho
subjetivo (o más bien en una serie de derechos subjetivos: a hablar,
a escribir, a fundar y poseer la propiedad de un periódico, a emitir
por radio y televisión y a financiar la empresa correspondiente
como desee...)…
…Ahora bien, la libertad de expresión tiene también un sentido
positivo, como condición necesaria para participar en un proceso
de debate y deliberación en el que se encauza y se controla
democráticamente el poder….
… Es su contribución a la formación de la opinión pública lo que
dota a la libertad de expresión de su sentido más pleno6…

6 SAAVEDRA, M (2004-2005), Lección para el programa del máster on-


line de la Universidad de La Coruña sobre “Derechos Fundamentales y Sistema
de Garantías”, curso 2004-2005

en la nueva sociedad de la información 103


1.1. El Objeto Jurídico Protegido y su Titularidad

El Tribunal Constitucional español, mediante sentencia STC


12/1982, de 31 de marzo7, realiza un análisis respecto del bien
jurídico que protege la libertad de expresión, el cual lo reconoce
como un derecho fundamental que versa principalmente sobre
la protección que debe existir ante cualquier tipo de interferen-
cia por parte del ente estatal, para garantizar así la libre crea-
ción y posterior difusión de ideas, para asegurar de esta manera
una sociedad donde prime una opinión pública libre. Podemos
entender que la estructura jurídica netamente se encamina a la
protección de la expresión y difusión de las ideas, pensamien-
tos y opiniones de los individuos a través de cualquier medio,
mientras que la libertad de información se refiere a comunicar o
recibir información veraz sobre determinados hechos. Por lo que
gráficamente podríamos decir que el derecho a la libertad de ex-
presión tiene una doble faceta: la primera negativa, que se refiere
a la no intervención por parte de las instituciones estatales; y la
segunda positiva, que permite a los ciudadanos emitir libremente
sus opiniones a través de cualquier medio8.

Así, el objeto de la comunicación que la libertad de expre-


sión protege, es de carácter indeterminado, ya que garantiza la
libre comunicación y transmisión de cualquier tipo de mensaje,
incluyendo los de carácter político.

Refiriéndonos al bien jurídico protegido por la libertad de


expresión, vemos como la Primera Enmienda de la Constitución
Americana manifiesta expresamente que “el Congreso no hará
ninguna ley… que restrinja la libertad de expresión o de prensa”,

7 Caso de la Sociedad <Antena 3>.


8 GUERRERO, E (2006), Límites y excepciones del Derecho de Autor en
el entorno digital, Quito, pp. 33-36.

104
apreciamos claramente que es una manifestación negativa y li-
mitante al ejercicio legislativo del Estado, que no reduzca estas
garantías a las libertades específicas señaladas en la Carta Política
de Estado. Es por ello que cuando se litiga respecto a este tema
en la justicia americana, lo que se busca siempre es observar si el
Estado realizó alguna acción que restringió el derecho del ciuda-
dano a expresarse libremente, y si la hizo, qué argumentos utili-
zó, ya que normalmente cuando se da este tipo de limitaciones,
es por razones de contraposición de intereses y derechos que son
justificados por parte de la administración, en pro de la defensa
de otros derechos o por el interés público, se usan argumentos
como “palabras provocadoras, expresiones que supongan peligro
claro e inminente9”, por lo que dichos contravalores a ser aduci-
dos por el Estado deben ser sólidos y de mucho peso.

Además de las situaciones enunciadas, en los últimos tiem-


pos, por razones de desarrollo de la sociedad se han sumado
otros temas, como “expresiones de odio (denigración de los
valores y dignidad de las víctimas y sus grupos), pornografía10
(reducción de la mujer a objeto sexual, generando violencia) y
financiamiento de campañas electorales (fundamentos de igual-
dad política y lucha contra la corrupción)”, que son contravalores
que se ponen a prueba en las sentencias de la Corte Suprema en
temas de libertad de expresión, donde se manifiesta un libera-
lismo clásico donde prevalece las libertades garantizadas en la
primea enmienda, situación apoyada por los grupos libertarios.
Al aparente conflicto entre libertad e igualdad, doctrinarios como
Owen M. Fiss, lo intentan resolver encontrando las regulaciones
que promueven la libertad de expresión, en lugar de las que la
restringen, sin embargo afirma que en los casos que se han pre-
sentado en la órbita americana:

9 Caso. Brandenburg v. Ohio. 395 U.S. 444 (1969)


10 Caso Miller v. California, 413 U.S. 15 (1973)

en la nueva sociedad de la información 105


…quien amenaza los valores de la libertad de expresión no es el
Estado, ni es necesario que lo sea. La exigencia de que el Estado
intervenga no se funda en la idea de que la actividad a regular es en
sí misma una violación de la Primera Enmienda, sino simplemente
en la teoría según la cual fomentar un debate completo y abierto
constituye un fin legítimo para el Estado… Lo que hace el Estado
es simplemente ejercer su poder de policía para promover un fin
público valioso, como sucede cuando dicta leyes sobre el control
de armas, o que establecen un límite de velocidad. En este caso,
el fin que se persigue representa una concepción de la democracia
que exige que la expresión del poderoso no ahogue o menoscabe
la del menos poderoso...El Estado no trata de arbitrar entre los
intereses autoexpresivos de los diversos grupos, sino que trata
de establecer las precondiciones esenciales para el autogobierno
colectivo, asegurando que todos los puntos de vista sean expuestos
al público11.

Respecto a la titularidad de derechos que conciernen a la li-


bertad de expresión, su carácter imprescindible y universal, hace
que no sean exclusivos de periodistas12, sino que se generaliza a
todo individuo ya que es uno de los pilares fundamentales que
colabora en el desarrollo de la libertad de expresión.

Del contenido en que consiste la libertad de expresión se


desprende quienes son los sujetos del mismo. En efecto, hemos
visto que la libertad de expresión consistía en poder difundir –que
incluye también buscar- y recibir informaciones y opiniones por
cualquier medio de comunicación. Por tanto, cualquier ciudada-

11 FISS, O (1999), La ironía de la Libertad de expresión, trad. FERRERES,


V, Barcelona. p. 29-30
12 STC 6/1981. “Quienes hacen profesión de la expresión de ideas y
opiniones o de la comunicación de información los ejercen con mayor frecuencia
que el resto de ciudadanos pero no derivan de ello ningún privilegio”.

106
no es sujeto de este derecho13…

Por estas razones el sujeto de derecho puede ejercerlo en


doble vía, ya sea como potencial difusor, así como receptor de
opiniones e informaciones.

2. Estado de Derecho y Sociedad


de la Información
La mayor parte de doctrinarios14 concluyen que uno de los
requisitos fundamentales para la existencia del Estado de Dere-
cho, es el respeto a los Derechos Humanos, pues su relación
y manejo proporcionan la armonía que deberá primar entre los
derechos de los particulares y la soberanía Estatal, que se verá
traducida en un manejo basado en la garantía de las libertades de
los individuos y su apego a las normas.

De esta manera, los derechos fundamentales llevan a cabo una


función específica en el ordenamiento de todo Estado constitucional
de Derecho, presentándose como normas jurídicas dentro de un
subsistema de esta naturaleza. Mas por la descripción hecha, no se
refieren solamente a un subsistema normativo, sino a situaciones
en las que se halla una persona o grupo de ellas en relación a
un conjunto materialmente, por pertenecer a las personas en sus
dimensiones individuales y comunitarias15.

13 FREIXES, T (1990), “Libertad de expresión”, Anuario 1990


Departamento de Ciencia Política y Derecho Público, Universitat Autònoma de
Barcelona. p.32.
14 DÍAZ, E (1996), Estado de Derecho y sociedad democrática, Madrid.
15 PALOMBELLA, G, Derechos Fundamentales. Argumentos para una
teoría, en GARRIDO, I (2007), Derechos Fundamentales y Estado Social y
Democrático de Derecho, Madrid, p. 53.

en la nueva sociedad de la información 107


Las Nuevas Tecnologías y su incursión en la Sociedad de la
Información, también han tenido su repercusión en el derecho a
la libertad de expresión, que se expresa de manera constante en
la concepto de Estado Social de Derecho, en el gobierno y en los
ciudadanos, gracias a este pueden acceder a mayor información
que permite concretizarse y reclamar los derechos que les corres-
ponden, así como a la administración para ejercitar sus acciones
con un mayor espectro de conocimiento.

La estructura de los nuevos medios de comunicación han


experimentado una serie de cambios, como bien hemos anotado
en los capítulos precedentes, situación que ha llevado a refor-
mular la estructura clásica que se tenía respecto a la relación del
Estado y los medios, siempre con los objetivos fijados en otor-
gar una garantía de autonomía individual al ciudadano con una
consecuente igualdad en acceso de oportunidades de difusión
y sobre todo esa independencia por parte de los entes de la ad-
ministración pública. Claro está que al tratarse de un servicio
público, los particulares para poder acceder a la concesión de las
frecuencias radioeléctricas respectivas para canalizar a través de
estas su información para su público, tienen que cumplir deter-
minados requisitos exigidos por la legislación de cada país, que
lo que buscan es otorgar la suficiente calidad al ciudadano, la re-
presentación y participación de la sociedad y la independencia y
objetividad, situaciones que en caso de ser incumplidas, pueden
provocar que dichas frecuencias otorgadas por parte del ente bu-
rocrático, luego de cumplir el debido proceso, se reviertan a fa-
vor del Estado; práctica, que en ocasiones ha llevado a que a tra-
vés del abuso del derecho, se utilice la reversión de frecuencias16

16 28 de Mayo de 2007, el Gobierno de la República Bolivariana de


Venezuela, revierte la concesión radioeléctrica a la Cadena “Radio Caracas
Televisión”. Denuncia Reporteros sin Fronteras. http://www.rsf.org/IMG/pdf/
Informe_Venezuela.pdf

108
para limitar la libertad de expresión de determinados medios de
comunicación, o simplemente para mostrar su poder frente a la
comunidad, con un consecuente efecto intimidatorio17.

Coincidimos con la opinión del profesor Modesto Saavedra


López, en el sentido que:

Una información no restringida, y la discusión y el debate de


opiniones, valoraciones y actitudes, así como también la publicidad,
en el sentido no mercantil del término, harían posible el control de
los actos del gobierno y de la administración, así como de todos
los elementos del sistema político. El derecho a estar informado
quedaría garantizado al quedar garantizado el derecho a expresarse
y a informar a través de unos medios multifacéticos y pluralistas.
La satisfacción de las necesidades culturales y de esparcimiento
podría realizarse, por lo que a los medios respecta, de una manera
adecuada a las expectativas de los usuarios, sin menoscabo de las
calidades estéticas y del goce personal18.

Lo anotado es la estructura que todos deseamos, sin embar-


go encontramos que no solo es el aparato operativo gubernamen-
tal el que se inmiscuye en el proceso diario de los medios de co-
municación, sino que en ocasiones, éstos pierden su objetividad
ya sea por influencias externas o intereses propios, creando una
serie de obstáculos para los individuos que buscan en los medios
información clara y veraz, encontrándose con matices que dis-
torsionan sus contenidos en teoría independientes, y su función

17 La restricción de la libertad de expresión a priori se da cuando un


Estado, por medio de los tribunales, intenta detener la publicación de cualquier
material, en lugar de castigar a quien llevase a cabo la publicación ilegal de
dicho material, situación considerada como un grave riesgo para la libertad de
expresión.
18 SAAVEDRA, M (1987), La Libertad de expresión en el Estado de
Derecho, entre la utopía y la realidad, Barcelona, p.150.

en la nueva sociedad de la información 109


esencial de partícipes en el sostenimiento del sistema democrá-
tico como legitimador de una comunicación que sea ante todo
libre y plural y podría decirse que constituyen…

…un elemento funcional de este tipo de sociedad (de masas) y


tan esencial que inclusive la define, ya que, prescindiendo de
las posibilidades de regeneración y transformación política de
la misma, mantiene a sus miembros en un estado de conciencia
adormecido para la discusión racional de problemas sociales y
políticos, y vigilante y receptivo para los estímulo dirigidos a la
sensibilidad19.

Es importante apuntar que además de las características in-


dicadas, serán los medios de comunicación verdaderos capacita-
dores en el proceso de construcción de la cultura democrática de
los ciudadanos, y su opinión ejercerá una fuerte influencia en la
decisión que estos puedan tomar al momento de acercarse a las
urnas para la elección de las dignidades que les representen en
las diferentes esferas de la administración pública, ahí radica la
importancia de la libertad e independencia de los medios.

19 MILLS, C.W., La elite del poder, en, SAAVEDRA, M, loc. cit. 103. p.
185.

110
3. El Mercado y el Bien Jurídicamente Protegido
en el Derecho a la Libertad de Expresión

El profesor americano Lawrence Lessig, sostiene que res-


pecto al bien jurídico protegido en la libertad de expresión y su
relación con el mercado, éste se encuentra frente a dos tipos de
modalidades que le influenciarán en su desarrollo y que son las
restricciones (poderes), que a manera de una lanza apuntan di-
rectamente frente al objeto que se protege, y por otro lado están
las protecciones (derechos), que a manera de escudo se imponen
para defender al objeto frente a las regulaciones20.

Es así que dicho escudo se reflejará a través de los mecanis-


mos que el Estado ponga en función del individuo para garantizar
su derecho, dependiendo de la cobertura y financiamiento que
cada gobierno otorgue. También va a depender de las políticas
de Estado, si es que le interesa que exista mayor o menos tipo de
restricciones para la consecución de sus fines.

Ya entrando en el tema, cuando apuntamos hacia el ciberes-


pacio enseguida lo relacionamos con cierto anonimato que nos
da el trabajar en la Red, siendo lentas y escasas las normas que
regulen los contenidos y limitaciones en este ámbito, como se
apunta del caso americano:

…el mercado proporciona una mayor protección a la libertad de


expresión en el ciberespacio. En efecto, en comparación con las
del espacio real, las restricciones que impone el mercado en el
ciberespacio son mínimas…
…sin embargo, en la lista de protectores de la libertad de expresión

20 CALVO, J (2006), “Ironías de la libertad de expresión”, en Actualidad


Jurídica Aranzadi num. 701/2006, Pamplona, pp. 1-2.

en la nueva sociedad de la información 111


en el ciberespacio, el número uno es para la arquitectura. El relativo
anonimato, la distribución descentralizada, los múltiples puntos
de acceso, la no necesaria vinculación geográfica, los sistemas
poco eficaces de identificación de contenidos, las herramientas
de encriptación, todas estas características y consecuencias del
protocolo de Internet dificultan el control de la expresión en el
ciberespacio. La arquitectura de este espacio es el verdadero
protector de la libertad de expresión; constituye la verdadera
Primera Enmienda en el seno del ciberespacio, y esa Primera
Enmienda va más allá del ámbito nacional21.

La labor de los juristas será ajustar todos aquellos principios


doctrinales y constitucionales22 y adaptarlos en función de las
características que en la actualidad presenta la Red como motor
dinamizador del intercambio de información, no solo quedándo-
nos en una defensa interna, sino expandiendo este tipo de pro-
tección hacía las restricciones externas que puedan existir, ya que
con la facilidad que en estos momentos nos encontramos inter-
conectados con el resto de Estados, es necesaria que la garantía
sea de carácter supraestatal, para que la libertad del individuo
pueda estar presente en razón de su dignidad humana, y no por
su nacionalidad o situación en la que se encuentre.

Así también, merece la pena reflexionar respecto a la situa-


ción que se presenta cuando, ya sea en la esfera tradicional o
del ciberespacio, los comentarios emitidos por un individuo o un
medio de comunicación, escudándose en su libertad de expre-

21 LESSIG, L (2001), El Código y otras Leyes del Ciberespacio, trad.


ALBEROLA, E, Madrid, p.307.
22 GONZÁLEZ, P (2001), “Relación entre el Derecho al Honor y la Libertad
de Expresión e Información”. El conflicto entre ambos Derechos Fundamentales”,
en Boletín Aranzadi Penal, Pamplona, pp. 3-7.

112
sión (abuso del derecho23), caen en supuestos que no solamente
pueden ofender, sino que además podrían afectar dichas asevera-
ciones a la imagen de la víctima, para estos existen determinados
parámetros que nos ayudan a fijar los límites, así se sostiene que:

…la Constitución (española) dice que uno de los límites en la libertad


de la información y expresión está en la protección de la infancia y
la juventud. Límites de la Convención Europea de 1950 que son los
valores de la Seguridad Nacional, del Orden y de la Moral públicos
en una sociedad democrática. Estos conceptos, que son lo que
llamamos los juristas «conceptos jurídicos indeterminados» son
muy peligrosos, porque quienes tienen que interpretarlos son los
jueces, y un juez puede tener una interpretación más conservadora
o reaccionaria ante estos conceptos, y otro una concepción mucho
más liberal o progresista24.

En estos momentos que la información se ha convertido en


un bien más del mercado, y que su intercambio se lo hace de
manera acelerada, hay criterios y bases doctrinales de la libertad
de expresión que no podemos olvidar. Es necesario recordarlas
y hacer que estas sean la base de la labor de difusión informati-
va de los medios de comunicación, pues a través de su función
se debe contribuir al desarrollo y convivencia democrática de la
sociedad, que garantiza la dignidad interna y libertad de los in-
dividuos y sobre todo es el instrumento de expresión de los seres
humanos.

23 Situación que se produce cuando el titular de un derecho subjetivo


actúa de modo tal que su conducta concuerda con la norma legal que concede
la facultad, pero su ejercicio resulta contrario a la buena fe, la moral, las buenas
costumbres o los fines sociales y económicos del Derecho. Igualmente, es el
accionar de quien en ejercicio de un derecho actúa con culpa o dolo, sin utilidad
para sí y causando daños a terceros.
24 GÓMEZ, D (Coord) (1990), El cambio: Libertad de expresión y Medios
de Comunicación Social, A. Coruña, p.81.

en la nueva sociedad de la información 113


Es por ello que ante las posibles arbitrariedades que se
pudiesen realizar ya sea por parte los medios estatales o parti-
culares, cobijados en una legislación que no pone límites a los
contenidos a emitirse, cabe aquí sugerir la posibilidad de auto-
rregulación por parte del agente emisor del mensaje, quien desde
su formación personal y profesional, tendrá la tendencia de ejer-
citar su trabajo de acuerdo a los principios éticos y profesionales,
evitando argumentos que posibiliten crear leyes mordazas que lo
único que hacen es limitar las libertades del individuo.

3.1. Límite en el Respeto a los Derechos: Honor,

Intimidad, Propia Imagen y a la Protección

de la Juventud y la Infancia

Ya el profesor Santiago Muñoz Machado25, indica que las


escasas normas jurídicas que se refieren a la regulación de los
conflictos que se presentan con respecto al honor, intimidad,
propia imagen y a la protección de le juventud y la infancia, no
logran resolver los problemas que estas situaciones presentan
al existir una colisión entre estos derechos fundamentales26, lo
cual hace que el jurista tenga que recurrir a otros instrumentos
jurídicos. Nos referimos a la colisión entre derechos con reco-
nocimiento constitucional, que amerita un tratamiento asimis-
mo constitucional para la fijación de los límites en el ejercicio
de los derechos mencionados, ya que el derecho a la libertad

25 En el artículo “Mitos, insuficiencias y excesos en la construcción


jurídica de las acciones por difamación”, publicado en la Revista Poder Judicial,
núm. 1, de marzo de 1986, y en el libro «Libertad de Prensa y procesos por
difamación», editorial Ariel, Barcelona, 1988, p.54.
26 ACEDO, A (2007), Derecho al honor y libertad de expresión,
asociaciones, familia y herencias: cuestiones jurídicas actuales. Supuestos
concretos y soluciones jurisprudenciales, Madrid, pp. 20-59.

114
de expresión debe estar desarrollado y entendido en el contexto
constitucional, donde los principios de dignidad inherentes al
individuo deben primar.

…el Tribunal Constitucional (español) viene declarando que a los


Jueces ordinarios corresponde la ponderación de los derechos de
la personalidad y de libertad de expresión e información, cuando
los mismos entran en conflicto. Un primer paso fundamental en esa
función es la correcta identificación y delimitación de cuáles son,
en el supuesto concreto enjuiciado, los derechos fundamentales
en conflicto, habida cuenta de la distinta significación y función
de cada uno de ellos27.

Por lo que se debe llegar a una delimitación precisa en la


que sobresalga la naturaleza, el concepto y la noción básica que
debe tener la libertad de expresión, teniendo en cuenta la con-
notación que pueda tener en el ejercicio del resto de libertades,
para lo cual se mirarán los parámetros constitucionales y analiza-
rán en cada caso si el hecho se encuentra dentro del supuesto de
la intromisión de derechos de la personalidad28.

Dentro de la enumeración que otorga la Constitución, tene-


mos el derecho al honor, el cual deriva de principios inherentes
a la dignidad humana, siendo el derecho a la propia estimación,
al buen nombre o reputación29, cuyos límites lo establecen cada
sociedad a través de su órgano judicial, lo que lleva a una au-
sencia de su definición legal estable y permanente, así, lo que se
intenta proteger según lo entiende Adriano de Cupis es “la digni-

27 SARAZA, R (1995), Libertad de expresión e Información frente a


Honor, Intimidad y Propia Imagen, Pamplona. p. 109.
28 MIRA, J (1995), Los límites penales a la libertad de expresión en los
comienzos del régimen constitucional español, Valencia, p. 26.
29 ATC 106/1980, de 26 de Noviembre.

en la nueva sociedad de la información 115


dad personal reflejada en la consideración de los demás y en el
sentimiento de la propia persona.

Veamos como la justicia se ha pronunciado sobre el bien


que se protege en este derecho:

…la dignidad de la persona, confiere a su titular el derecho a no ser


escarnecido o humillado ante uno mismo o ante los demás, lo cual
impide que puedan entenderse protegidas por las libertades de
expresión e información aquellas expresiones o manifestaciones
que carezcan de relación alguna con el pensamiento que se formula
o con la información que se comunica o resulten formalmente
injuriosas o despectivas, y ello equivale a decir que esos derecho
no autorizan el empleo de apelativos injuriosos utilizados con fines
de menosprecio, puesto que la Constitución no reconoce ni admite
el derecho al insulto30.

De esta manera el criterio jurisprudencial indica que la li-


bertad de expresión no legitima el derecho al insulto, pues pese
a que se reconozca el derecho constitucional de este derecho, se
deben fijar límites para que las expresiones realizadas no afecten
a la dignidad del sujeto. Así, en el supuesto que la libertad de
expresión pudiese prevalecer sobre el derecho al honor, es ne-
cesario que se cumplan dos requisitos: que la información verse
sobre hechos de interés general o que la veracidad de la noticia
haya sido contrastada.

Por otro lado encontramos el derecho a la intimidad per-


sonal y familiar, garantía que se empezó a discutir a finales del
siglo XIX, influida por factores externos de la época, sobre todo
intromisiones por parte de la prensa de Boston en asuntos fami-
liares de Samuel D. Warren; situación que lo llevó a reflexionar

30 STC 85/1992, de 8 de Junio.

116
acerca de cómo los medio de comunicación con el poder que
iban alcanzando podían inmiscuirse en situaciones privadas de
los individuos, y posteriormente narrar las situaciones al colec-
tivo, generando lesiones en la intimidad del sujeto, con efectos
negativos en el orden familiar.

La clásica expresión desarrollada por el juez norteamerica-


no Cooley en 1873, quien en una sentencia expresa que los in-
dividuos tienen el derecho “a que nos dejen en paz” the right to
be alone. Situación que no ha variado hasta nuestros días, donde
diariamente se emiten todo tipo de programas televisivos, notas
de prensa, se crean blog´s, páginas web, que escudriñan e in-
vestigan hasta los últimos detalles de las relaciones amorosas,
actividad sexual, adicciones, etc., de todo tipo de personas que
a criterio del mercado, son considerados como “famosos”, qui-
tando totalmente la noción de privacidad de la persona, que en
situaciones busca alejarse del medio, para superar una crisis, sin
embargo estos intrometidos medios se valen de todos los recursos
para emitir exclusivas de su vida privada, generando de esta ma-
nera una verdadera industria de la información polémica.

Prossrer, manifiesta que existen cuatro supuestos considera-


dos atentatorios a la intimidad de la persona:

1) Intromisión en el hogar del sujeto o sus pertenencias (as


pecto material).
2) Divulgación de hechos que pertenecen al círculo íntimo
de la persona.
3) Manejo falso de la información False Light public eye.
4) Apropiación de la imagen de otro en su beneficio (eco
nómico).

en la nueva sociedad de la información 117


Por último es necesario referirnos al límite que imponen los
ordenamientos jurídicos a la libertad de expresión frente a la pro-
tección de la Juventud y la Infancia, colectivo que al encontrar-
se dentro de otras condiciones que los vuelven más vulnerables
ante la información o criterios que se puedan verter sobre ellos,
o sobre los contenidos que estos reciban, afectarán su desarrollo
y lo reflejarán posteriormente dentro de su comportamiento de
manera negativa.

Así las constituciones de los países tienen dentro de su ar-


ticulado, preceptos que limitan la libertad de expresión e infor-
mación, como excepciones cuando se busca la protección de un
bien jurídico considerado por el legislador como superior, que
sería el caso de la juventud y de la infancia; de esta manera po-
demos ver el caso español donde:

La protección de la juventud y de la infancia como límite a las


libertades de expresión e información, regulada en el artículo 20.4
de la Constitución, tiene su fundamento en la formación moral de
estas personas que, por su edad, no han podido consolidar aún
decisivamente una escala de valores de tal naturaleza, por tratarse,
en el caso del joven y el niño, de seres en desarrollo, y aunque
lo cierto es que el contenido de esta protección estará siempre
determinado por criterios históricos de moral social, que será lícito
combatir ideológicamente, lo importante no es tanto el contenido,
sino el principio de la que aquélla arrancia y que acabamos de
referir31.

Por lo que los limites a ser impuestos, no deberán salirse de


los criterios de las buenas costumbres y educación sexual, acorde
con el proyecto de participación libre y eficaz de la juventud,

31 CARMONA, C (1991), Libertad de expresión e Información y sus


límites, Madrid, p. 246

118
para un correcto desarrollo político, económico y social, como
apunta la norma constitucional, razón por la cual se realiza una
clasificación de los contenidos, asignándoles una determinada
calificación para la audiencia que le es accesible.

Dentro de este campo, la doctrina americana32 se ha pro-


nunciado sobre todo respecto a la pornografía y a las informacio-
nes que contengan contenidos obscenos, así las posiciones más
conservadoras, basan sus argumentos sobre el daño que pueden
ocasionar a infantes y jóvenes, socavando el tejido moral de la
sociedad, lo cual lo convierte en inaceptable33, ya que todo esto
podría incluso afectar a otro tipo de receptores.

Quizá mucho más aceptable sea la posición de quienes sos-


tienen que la pornografía debe ser controlada, en la medida que
ésta, a pesar de que puede ser considerada como una molestia
pública, no obstante es válida para el público que se encuen-
tre preparado para comprarla. El punto clave es que el material
considerado obsceno, puede ser sujeto de diversos métodos de
control, pero no de represión, creando en ocasiones discusiones
entre este dos tipos de situaciones al no saberlas distinguir cla-
ramente.

En otra situación, a manera de ejemplo, lo que prevé la le-


gislación respecto al derecho a la intimidad, es que todo aquel
material que se envía a los hogares, no contenga material obsce-
no que pueda llegar a afectar la sensibilidad del receptor de los
documentos.

32 BARENDT, E (1985), Freedom of Speech, New York, p 273.


33 La recomendación del Comité Williams, indica que se debe proceder
a una restricción al material ofensivo para la gente en el cual se retrate o se
refiere a la violencia, sexo o funciones de los órganos genitales, de manera
distorsionada y que llegue a afectar la sensibilidad del receptor.

en la nueva sociedad de la información 119


3.2. Referencia al Mandato Constitucional Español.

Autonomía de la Voluntad y Responsabilidades

El Mandato que se encuentra en el Art. 20 de la Constitución


española, como veíamos al inicio de este capítulo, reconoce y
protege el derecho a expresar y difundir libremente los pensa-
mientos, ideas y opiniones; por lo que al ser un derecho funda-
mental, el ejercicio del mismo le es dado a cada individuo, el
cual tiene la potestad para expresarse y difundir su conocimiento
a través de cualquier medio de reproducción.

Cabe indicar que el texto constitucional español34 separa la


libertad de expresión, de la libertad de información, por lo que
al incluir dos derechos distintos pero claramente conectados, el
derecho a comunicar información que, en cierto sentido, puede
considerarse como una simple aplicación concreta de la liber-
tad de expresión y el derecho a recibir esa misma información.
El marco jurisdiccional debería garantizar la existencia de una
libertad de comunicación y recepción situaciones necesarias en
toda sociedad democrática, en la cual no solo el titular de los
medios de comunicación tenga el acceso a la información y co-
nocimiento, sino que a estos tengan libertad de acceder también
los miembros de la comunidad.

De esta manera se intenta plasmar ese concepto de libertad


individual, que otorga la facultad al ser humano de disponer de
sí mismo como consecuencia del ejercicio de la autonomía de
la voluntad, la cual intenta garantizar la libertad e igualdad que

34 El artículo 20.1 c) de la CE. Reconoce y protege el derecho a comunicar


o recibir libremente información verídica (el precepto dice veraz de modo algo
impreciso). Ello plantea el problema del estatuto constitucional de la información
errónea y de la falsa. En GONZÁLEZ, loc. cit., p. 89.

120
tienen todos los individuos, para acceder en la esfera práctica, a
un normal desempeño en los ámbitos jurídico, social, político y
económico, gracias al sistema de libertades que la sociedad le
brinda al sujeto y donde puede elegir su desarrollo de acuerdo a
su propio criterio. Es por ello que la libertad de expresión refle-
ja marcadamente la autonomía individual del ser humano, pues
uno de sus requisitos indispensables es no sujetarse a ningún tipo
de dogma, otorgando libertad de pensamiento y dejando expre-
sar totalmente lo que uno quiere, mostrando ante la sociedad un
individuo auténtico y libre.

Obviamente que ese amplio espectro que se otorga a la li-


bertad de expresión para que pueda intervenir, también acarreará
consecuencias en sus declaraciones, tanto en cuanto estas lle-
guen a afectar a otro miembro de la sociedad, es por ello que
este derecho acarrea también la consecuente responsabilidad y
madurez por parte de quien lo ejerce, pues no se lo debe utilizar
de manera abusiva, ya que siempre hay que tener presente que la
libertad de expresión, no da derecho para insultar35.

Es por ello que se debe propender a que dicha autonomía


individual logre plasmarse dentro de una sociedad democráti-
ca, con la participación y colaboración en el desarrollo de la
comunidad.

Por tanto, para hacer realidad la autonomía que reclama para sí


el individuo moderno, tanto en la orientación de la vida social
en general, como sobre todo en la orientación de la vida política,
es necesaria la preservación de una esfera pública diferenciada y
dinámica, no limitada por el peso de autoridades ni de dogmas, en

35 Para que prevalezca la libertad de expresión sobre el derecho al honor


han de concurrir dos requisitos: que la información verse sobre hechos de interés
general o que la veracidad de la noticia haya sido contrastada.

en la nueva sociedad de la información 121


la que todos gocen de las mismas oportunidades de participación, y
en la que pueda desarrollarse el proceso de deliberación necesario
para que la libertad individual dé sus mejores frutos36.

No podemos olvidar que este es uno de los derechos que se


han podido plasmar en la mayor parte de textos constitucionales
del mundo, como una reivindicación plena a esa necesidad del
ser humano de creación y expresión intelectual, que durante mu-
cho tiempo estuvo vedada , o en su momento, atada al Estado o
Iglesia, manteniendo a la sociedad alejada de una información li-
bre que permite su desarrollo gracias a la manifestación de ideas,
libre discusión y crítica pública, que han dado mayor ilustración
a los ciudadanos.

4. Medios de Comunicación y Límites


de la Libertad de Expresión
Desde el nacimiento de la democracia como forma de ma-
nejo colectivo del gobierno, representado a través de un manda-
tario que se encarga de tomar las decisiones de administración de
un Estado; se considera como una prerrogativa de los electores,
el estar bien informados respecto de los candidatos a quienes
van a elegir para que los representen, con sus correspondientes
proyectos. En esta esfera, los medios de comunicación dentro de
las sociedades modernas van tomando un papel preponderan-
te en su tarea de trasmitir la información a los ciudadanos. Por
tan delicada función, la prensa deberá poseer siempre un grado
considerable de independencia y autonomía de las funciones del
Estado, para que ésta no se vea influenciada o corrompida.

36 BETEGÓN, J (coord.) (2004), Constitución y derechos fundamentales,


Madrid, p. 674

122
Es por ello que a lo largo de la historia se ha venido defi-
niendo la autonomía que la prensa debe ostentar. Algunos auto-
res37 sostienen que se debe evitar sobre todo aquella dependen-
cia económica, para que los cargos públicos no interfieran en
la administración y manejo de la prensa, situación que tiende
a variar especialmente en países europeos donde los medios de
comunicación público son comunes, sin que por ello exista inter-
ferencia y dependencia hacia el Estado.

Pese a que en algunos países se ha ganado la batalla ante


la censura, la lucha para la defensa de la libertad de expresión
continúa. Ahora arremete contra de algunos gobiernos pseudo
demócratas, pues en ocasiones el Estado ha censurado medios
de comunicación considerados conspiradores, y por otro lado
la empresa privada, manejada por el mercado, ha impuesto sus
leyes en el proceso de formación de opinión, creando una gran
influencia en el público38.

Además para que la independencia sea plena, las normas


jurídicas deben garantizar la no interferencia del Estado sobre la
información a ser difundida, pues es obvio que toda sociedad de-
mocrática otorgará a sus ciudadanos medios que sean libres de
todo dogma o ideología, y que respondan a criterios de objetividad
y veracidad, así por ejemplo la primera enmienda en los Estados
Unidos ha servido de referente para plasmar este concepto, al igual
que la Constitución española analizada a inicios de este capítulo.

37 FISS, O, loc. cit. p. 106. p 71. “La autonomía en primer lugar debe ser
de índole económica. Durante más de doscientos años, en los Estados Unidos
los periódicos han sido de propiedad privada, y ha existido propiedad privada de
radio y televisión tan pronto estas tecnologías aparecieron. La prensa no depende
económicamente del Estado para su financiación ni pueden los cargos públicos
manipular la prensa a base de contratar y despedir a periodistas o emisoras.
38 GÓMEZ, D (coord.) (1990), El cambio: libertad de expresión y medios
de comunicación social, A. Coruña, pp. 76-84.

en la nueva sociedad de la información 123


Algunos doctrinarios, en coincidencia con ciertos Estados,
son de la concepción que:

La autonomía jurídica de la prensa refuerza su autonomía


económica. Ambas mantienen al Estado a distancia, y se nutren
de las ideologías dominantes en América, el capitalismo y el
liberalismo. El capitalismo ortodoxo concibe una separación
estricta entre el Estado y la economía, y exige que la interferencia
estatal en la actividad empresarial sea mínima. De manera similar,
el liberalismo clásico imagina al Estado como el enemigo natural
de la libertad, e insiste en que la intervención del Estado en la vida
de las personas debe ser limitada39.

Sin embargo, no todos se han conformado con este modelo


que faculta al Estado, realizar algún papel dentro de los medios
de comunicación, sin afectar su independencia. Del mismo modo
que los medios, al depender necesariamente de publicidad, ha-
cía que su supuesta libertad de expresión que estaba garantizada
por la no interferencia del Estado, se veía afectada por el poder
económico que podían ejercer sus patrocinadores.

Por otro lado se acusaba que los medios al realizar medicio-


nes de su audiencia y de las programaciones que les traían mayores
rentas, poco a poco podían dirigir sus contenidos hacia un público
determinado que era el que les interesaba a sus patrocinadores,
llegando de esta manera a limitar el espectro de sus receptores,
provocando así una limitación al llamado público en general40.

39 FISS, O, loc cit. p. 106, p 72-73


40 Modesto Saavedra, critica esta situación indicando: “Mientras tanto,
la audiencia tendrá que seguir consumiendo su diaria ración de programas en
los que lo público aparece como dominio privado (apropiado por el partido
gobernante), y lo privado aparece como público (expuesto a la mirada de todos
sin ningún sentido del pudor ni del ridículo, y lo que es más grave, convertido
en dueño y señor de ese ámbito, del que ha quedado desalojada la auténtica
dialéctica de los intereses públicos.”

124
Agregan que los altos costos para mantener un medio de
comunicación con todos los recursos tecnológicos que se prestan
en la actualidad, ha hecho que distintas regiones y ciudades se
vean privadas de acceder al manejo de la prensa, y en los casos
que existen, éstos no se igualan en servicios que las grandes ca-
denas, lo cual limita plenamente la libertad de expresión de los
ciudadanos de esas regiones o ciudades.

Estos argumentos enunciados, han constituido los justi-


ficantes, para que el Estado, a través de gobiernos nacionales,
autonómicos o regionales, ingrese en el manejo de medios de
comunicación, para ello se ha creado un marco jurídico, en el
cual se definen los límites hasta donde la administración puede
interferir, para garantizar de alguna manera esa independencia
de la que hablábamos; claro está que para justificar una medida
como ésta, es necesario que se aplique en países que se encuen-
tren bajo un Estado de Derecho pleno, pues se ha visto durante la
historia como un sinnúmero de países con dictaduras, gobiernos
ilegítimos, o incluso en regímenes disfrazados de democráticos,
los medios de comunicación han sido utilizados para tener el
monopolio de la información, distribuyendo contenidos alejados
de la verdad, impartiendo las prácticas del dictador, y evitando
difundir abusos cometidos contra la ciudadanía.

Cabría aquí la idea que, tanto gobierno como economía,


pueden trabajar como aliados dentro de la protección a la liber-
tad de expresión. En ocasiones, ha sido la empresa privada la
que ha hecho posible que la sociedad civil tenga independencia
del gobierno, permitiendo que las propuestas e iniciativas de sus
miembros puedan salir y ser difundidas a la sociedad; en tanto
que el Estado, ha sabido suplir las zanjas que ha dejado la empre-
sa privada cuando movidos simplemente por el ánimo de lucro, y
se ha visto obligada a restringir la participación total de todos los

en la nueva sociedad de la información 125


individuos, por lo que el gobierno, a través de sus agencias, ha
llegado a suplir y otorgar ese pluralismo que debe primar sobre
los medios.

Es por ello que se debe manejar el tema con sumo cuidado,


para evitar perder la noción básica que defiende la libertad de
expresión, para que los seres humanos puedan expresar sus ideas
y pensamientos libremente, y que los medios emitan sus criterios,
trasmitan el mensaje lo menos distorsionado e influenciado, para
que el diálogo e intercambio de criterios que emerjan de este
ejercicio, permitan a la sociedad la construcción de un proyecto
de Estado basado en los criterios y las verdaderas necesidades
de sus ciudadanos, haciendo posible el verdadero concepto de
democracia.

4.1 Sociedad Informatizada y “Telebasura”

Los nuevos recursos tecnológicos que se han implementado


en los últimos tiempos han llevado al individuo a tener acceso a
todo tipo de información, ya sea en audio, video o multimedia,
lo cual ha contribuido a que parte del conocimiento que antes
solamente se albergaba en determinadas sedes universitarias o
centros de investigación, pueda ahora ser compartido y explora-
do por el resto de la comunidad, a través de las conexiones de
Internet o televisión digital. Sin embargo, cada vez importa más
los contenidos que se pueden llegar a difundir, ya que estos men-
sajes son portadores de un sinnúmero de significados y sistemas
de valores con clara influencia en los individuos que la reciben,
los que se encargan de expandirlo hacia la sociedad. Así pode-
mos observar una total distorsión, ya que:

126
El ideal normativo clásico (liberal) de la función de los medios
de comunicación fue concebido así en un contexto netamente
optimista acerca de las capacidades de la razón. Del mismo modo
que la mano invisible del mercado transformaba en bienestar
colectivo la búsqueda individual del interés propio, de la libre
manifestación y difusión de las opiniones, tal y como lo hacía
posible la existencia de una prensa libre, debía emerger con toda
seguridad la verdad y el bien colectivo41.

Además, debemos anotar que el protagonismo que han ido


adquiriendo los medios en los últimos tiempos, cada vez tienen
mayor repercusión al momento de crear el imaginario y la menta-
lidad colectiva de nuestras sociedades, ya que no solo se limitan
a trasladar información al público, sino que su rol es más activo,
traduciendo, contextualizando la noticia, etc., lo que sin duda va
a otorgar mayor influencia sobre la audiencia, pues no es mas ese
simple agente social, sino que ahora son ellos mismos los que se
han convertido en auténticos vertebradotes del espacio público
virtual, moldeando así los resultados de una sociedad, que se
limitará a fijar su agenda en base a la información que estos le
suministren, repercutiendo incluso en instituciones de decisión
de los Estados.

Mucho se ha hablado de los mass media, a los cuales sim-


plemente se lo analizaba por su repercusión en el campo de la
televisión, pero ahora con la aparición del resto de medios de
transmisión, es necesaria la re-conceptualización de esa idea
que antes se la veía simplemente como una mezcla armónica
de imágenes que intentaban satisfacer la necesidad sincrética de
todo proceso de socialización, dando respuestas generales a los

41 AZNAR, H (2002), La Doctrina Libertad de la libertad de expresión y


sus límites: El papel actual de los medios de comunicación. Anuario de Filosofía
del Derecho núm. 19, Madrid, p.225.

en la nueva sociedad de la información 127


individuos de una comunidad; así el riesgo que se presenta en la
actualidad, es esa incorporación que se ha dado del consumo de
los medios por parte de grupos cada vez más numerosos, donde
priman los individuos que pertenecen al estrato bajo y con me-
nor formación. Así los medios han sabido clasificar a su público
en dos, el primero formado por una especie de elite restringida y
minoritaria, que es capaz de criticar y razonar los contenidos que
se le ponen, y por otro lado, la gran masa, que la integran esos
receptores pasivos, carentes de capacidad crítica, colectivo que se
vuelve blanco fácil de programación de bajo contenido y manipu-
lación comercial, sobre todo a los menores de edad, quienes según
las estadísticas42, cada vez pasen más horas frente al televisor.

Los nuevos recursos han permitido un intercambio entre es-


pectador y medio, sin que este sea de la esfera objetiva, de re-
flexión y razonamiento, sino que se ha desvirtuado, a la interac-
ción de este a razón de estímulo respuesta, a través de mensajes
de textos para la descarga de melodías, juegos, concursos, etc.,
para los teléfonos móviles, situación que ha hecho que quien an-
tes era un televidente que digería la información que se le entre-
gaba, ahora al volverse participe del medio busca dejar su huella
y presencia durante las transmisiones, así es fácil encontrarnos
con la publicación de sms que por el pago de una tarifa aparecen
en la pantalla de nuestras televisiones, donde existen desde faltas
de ortografía, mensajes violentos, amenazas y manifestaciones
eróticas, situaciones que denotan un exceso y rebasa los límites
normales de la libertad de expresión del individuo y de la con-
vivencia racional basada en comportamientos éticos y morales

42 Las estadísticas dicen que los niños españoles consumen alrededor


de 3 horas de televisión diarias, cifras no tan alarmantes si se las compara con
las de Estados Unidos donde un niño ve la televisión un promedio de 6/7 horas
diarias, y donde se expone a los niños al consumo desde su más tierna infancia,
convirtiéndose así la televisión en un componente más de la familia al que va a
ser imposible renunciar.

128
aceptados por la sociedad, pues por el hecho de ser el beneficia-
rio de un derecho, no por esto se puede extralimitar su accionar
y con este ofender, o herir susceptibilidades de terceros.

Por otro lado, cabe referirse a la manipulación de los conte-


nidos por parte de los propios medios de comunicación en países
que garantizan el libre acceso a la información a sus ciudadanos,
ya que a través de estos se logra establecer vínculos del especta-
dor con determinado mensaje.

Hoy los ampulosamente llamados medios masivos de comunicación


social, específicamente los televisivos, y con las excepciones de
rigor, amparándose en el fundamental derecho a emitir información,
manipulan, agraden, intoxican, deforman, deseducan y pervierten. La
libertad de información ha terminado por ser una libertad propia de
los medios y no de la sociedad y el ciudadano como debería ser43.

Es que la sociedad actual ha ido convirtiendo al individuo en


un verdadero dependiente de los medios en todas sus formas, situa-
ción que hace que tanto series de televisión como chat´s, blog´s,
etc., atropellen criterios de objetividad y veracidad de información,
e incluso en ocasiones caen en vulgaridades obscenas para com-
placer el morbo del usuario, manteniendo en vilo a la audiencia
para de este modo acaparar mayor atención y raiting, lo que genera
mayores ingresos económicos a los poseedores de los medios.

Aunque el llamado fenómeno de la Telebasura no se queda


ahí, se une al de la agresividad y violencia que se refleja en los
mensajes que se emiten, situación ya analizada en el aspecto de
la televisión, pero que ahora ha recobrado su interés por la pre-

43 GONZÁLEZ, T (2004), La Tutela del Derecho a las Libertades de


comunicación, con especial referencia a los audiovisuales, Revista Europea de
Derechos Fundamentales núm. 3, I semestre. p. 113.

en la nueva sociedad de la información 129


sencia de nuevos medios en la era de las Nuevas Tecnologías. Y
serán los video juegos, en todas sus modalidades, Internet y otros
recursos, los que en la actualidad son portadores de contenidos
generadores de modelos que indiscriminadamente se transmiten
a los espectadores.

La violencia se muestra así, sin interrupción, sin ninguna


consecuencia e incluso enfocada bajo aspectos cómicos al gran
público, y lo que para los adultos representa materia de diversión
para los niños resulta instrucción. Por ello cuando a los más
jóvenes les llega la ocasión de reproducir la conducta agresiva
de los adultos, la sociedad en su conjunto tiende a aprobar sus
respuestas imitativas…
…Los productores de series necesitan aumentar su audiencia, para
ello recurren al más fácil de los atractivos humanos: la violencia.
Ésta despierta la atención de los jóvenes y adultos, y hace de
aquellos sus más fieles espectadores (podemos poner por caso las
emisiones de sobremesa que someten al público a un constante
bombardeo de intrigas, violencia física y verbal)44.

Las situaciones indicadas demuestran que el fenómeno tele-


basura, que antes simplemente se lo teorizaba y se lo limitaba a
la televisión, ahora es ya una realidad que ha invadido el sinnú-
mero de recursos que nos han traído las nuevas tecnologías, sin
embargo, pese a que la ley no realiza una enumeración taxativa
de la regulación de contenidos de los mensajes a ser trasmitidos al
público, sí existen Normativas, Reglamentos y Estatutos, que bus-
can marcar principios básicos que deberían regir en los medios de
comunicación y que a manera de resumen los enunciamos.

1. Imparcialidad, Objetividad y Veracidad.


2. Diferenciación entre Opiniones (libertad de expresión) e

44 GÓMEZ, D (coord.), loc. cit. p. 113 // p.140-141.

130
Información (libertad de información).
3. Respeto irrestricto al pluralismo político, religioso,
cultural y lingüístico.
4. Respeto al honor, fama, vida privada de las personas
y cuantos derechos y libertades reconocen los pactos
internacionales y la Constitución.
5. Protección de la juventud y la Infancia (tratados en este
capítulo).
6. Respeto a los valores de Igualdad.

Cabría revitalizar el papel y función social que los medios


deberían cumplir en la sociedad, es fundamental que justifiquen
su existencia, basando sus contenidos en los principios enuncia-
dos, para evitar una serie de riesgos que afectarían a la comuni-
dad, y que el profesor Hugo Aznar Gómez los enuncia en su obra
sobre “La Libertad de Expresión”:

a) La capacidad de expansión que tienen los medios, ha


hecho que éstos ejerzan una especie de “colonización”
sobre otros sistemas, provocando un cierto desconcierto, y
una sensación de efecto de confusión en la colectividad.
b) Estado y Empresa privada, a través del acaparamiento de
los medios, podría degenerar su razón de ser, poniéndolos
a su servicio, instrumentando y orquestando desde
estos procesos que atenten contra las libertades de los
ciudadanos (nazismo, franquismo).
c) La presión derivada del mercado ha hecho que algunos
medios se vean obligados a sumarse a grandes grupos
o crear corporaciones, cayendo en manipulación de
contenidos por parte de quienes mantienen el capital de
la empresa, llegándose incluso a nocivos monopolios de
la comunicación, la cual debería residir en la esfera de
los ciudadanos.

en la nueva sociedad de la información 131


132
Capítulo IV

Garantías de la Libertad de Expresión,


Perspectivas y Posibles Soluciones
El Respeto a la Justicia es la paz
Benito Juárez.

en la nueva sociedad de la información 133


1. Protección de Derechos Humanos y su
Especial Protección da la Libertad de
Expresión en los Sistemas Jurisdiccionales

Como mencionamos en el primer capítulo de esta investi-


gación, la lucha por la defensa de los derechos fundamentales
del individuo se concentraron principalmente en Europa durante
los siglos XVIII y XIX, donde grandes filósofos y defensores de los
principios básicos del ciudadano, a través de sus textos e ideas
pusieron en manifiesto la necesidad del reconocimiento de unos
derechos propios del ser humano, que le sean respetados y que
basado en la dignidad del hombre, fueron posteriormente plas-
mándose en concesiones, leyes e instrumentos jurídicos. Sin em-
bargo, durante la primera mitad del Siglo XX la humanidad tuvo
que atravesar momentos muy duros, sobre todo por los conflictos
bélicos y una creciente forma de administración de los Estados
marcado por el despotismo, el irrespeto a la dignidad del indivi-
duo, y la estela gris de la muerte.

No fue sino después de terminada la Segunda Guerra Mun-


dial, que la comunidad internacional aterrorizada frente a los
acontecimientos que les tocó atravesar, decide poner en marcha
un proyecto común para que a través de un instrumento jurídico
y posteriormente un sistema para su aplicación, el respeto hacia
los derechos humanos vuelva a instalarse, donde la noción de
integración entre pueblos y culturas, acerquen más y revitalicen
las destruidas relaciones postguerra, entre los países1.

De la misma manera, el Continente americano, en la II Gue-


rra Mundial, tuvo que atravesar no solo guerras fratricidas, sino

1 VILLÁN, C (2006), Curso de Derecho Internacional de los Derechos


Humanos, Madrid, p. 69 y ss.

134
sangrientas dictaduras que justificadas en un falso liderazgo a tra-
vés de la fuerza, sembraron de temor e impunidad la historia de
los movimientos de liberación nacional en la región, que costa-
ron tantas muertes. Los Estados de manera regional, el Consejo de
Europa, (CE) a la par con la Organización de las Naciones Unidas
preparaban su Declaración Universal, para la implementación
de instrumentos jurídicos que protejan los Derechos Humanos,
surge por un lado el Convenio Europeo de Derechos Humanos,
(CEDH), implantando el 4 de Noviembre de 1950, y por otro la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, (CADH), del
año de 1969. Instrumentos jurídicos que a la vez que reconocían
los derechos fundamentales de los habitantes, también estable-
cieron un sistema jurisdiccional para su aplicación, con organis-
mos como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, o la Corte
Interamericana de Derechos Humanos.

Sistemas éstos, que serán analizados y criticados en este ca-


pítulo, destacando el valor de su jurisprudencia y además refi-
riéndonos a las eventuales fallas que pueden llegar a producirse
al ser organismos influenciados por la política.

2. Ámbito de protección del Convenio


Europeo de Derechos Humanos
El nacimiento del Convenio Europeo de los Derechos Hu-
manos2, celebrado en 1950 en Roma, representa un gran avan-
ce en la protección de los derechos de los individuos, luego de
haber vivido el Continente, serias vejaciones y agresiones a los
derechos durante la Segunda Guerra. El Convenio contribuyó a
consolidar los objetivos que el Consejo de Europa tuvo desde

2 MORENILLA, J (1985), El Convenio Europeo de Derechos Humanos:


ámbito, órganos y procedimientos, Madrid, p. 34-37.

en la nueva sociedad de la información 135


su formación, pues se buscaba, sobre todo, evitar el surgimien-
to de nuevos regímenes dictatoriales y guerras que convulsionen
nuevamente a los países miembros, situación que tanto daño les
había generado, quedando claro que dos conceptos eran funda-
mentales en este movimiento, el primero la irrestricta protección
de los Derechos Humanos, y la segunda una construcción con-
junta y sólida de Europa del siglo XX.

Sin embargo, el Consejo de Europa necesitaba de un texto


en el cual se articulen todos esos principios de paz y democra-
cia a los cuales aspiraban los Estados parte, es por ello que en
el CEDH, se plasman todas esas normas en las que se reconoce
la preeminencia del Derecho y el disfrute total de los derechos
humanos y libertades fundamentales a toda persona que se en-
cuentre bajo su jurisdicción.

Este texto se encuentra enmarcado dentro del Derecho In-


ternacional de los Derechos Humanos, pese a ser un instrumento
de carácter regional, entre sus características le correspondería
a criterio de Vasak, que es “un derecho ideológico, un derecho
derivado, un tratado internacional que instituye obligaciones de
carácter objetivo, un derecho internacional convencional y un
derecho dirigido a crear un estándar mínimo”3.

Al ser una declaración de derechos, ésta se encuentra acom-


pañada de un mecanismo que permite su aplicación a los países
que lo han aceptado y ratificado. Además se dice que los autores
de este Convenio, se guiaron por las mismas líneas de aquellos
que elaboraron la Declaración Universal de Derechos Humanos,
dando principal importancia a la dignidad del individuo, la mis-
ma que le es inherente.

3 VASAK, K (1984), Hacía una legislación internacional específica de los


derechos humanos, Barcelona, p.869.

136
Es importante señalar, que el carácter netamente político de
este instrumento, ha hecho que existan dos posibilidades para
ponerlo en práctica, la primera es aquella mediante la cual el
individuo puede demandar ante un Estado una supuesta viola-
ción de sus derechos contemplados en la Convención, y el otro
caso, es la situación que se otorga a los Estados, para que puedan
hacerse demandas entre sí, frente a un caso de incumplimiento o
transgresión a los derechos contemplados en el Convenio, enten-
diéndose que no lo hace de manera individual, sino en pro de la
defensa de los Estados partes del Consejo de Europa.

En el plano jurídico, una primera cuestión se refiere al carácter


restringido del CEDH. Efectivamente, como el propio texto
establece en el Art. 66, está abierto, únicamente, a la firma de los
Estados miembros del CE. Por tanto, hay que ser miembro del CE
para poder ser parte en el Convenio, dándose la circunstancia,
desde principios de la presente década, de que la práctica ha
establecido la exigencia de comprometerse a firmar el Convenio
para poder ser parte del CE4.

Por último podríamos decir que a través de este instrumento


jurídico el CE, ha buscado elaborar un verdadero orden público
común en materia de Derechos Humanos, donde los verdaderos
beneficiarios sean los individuos y no propiamente los Estados.

2.1. Generalidades del Sistema

Para la aplicación del CEDH, se ha estructurado el Consejo


de Europa, el cual se encuentra constituido por tres órganos, El
Comité de Ministros, formado por los Ministros de Asuntos Ex-

4 GARCÍA, M (1998), El Convenio Europeo de Derechos Humanos en el


umbral del siglo XXI, Valencia, p.33.

en la nueva sociedad de la información 137


teriores de cada país miembro, el cual se encarga de verificar
el cumplimiento de sentencias (órgano político y jurisdiccional).
La Asamblea Parlamentaria, compuesta por delegaciones de los
parlamentos de cada país, y la Secretaria General, la cual realiza
la función Ejecutiva y aplica las resoluciones tomadas por los dos
órganos anteriormente mencionados.

Para el desarrollo de esta parte de la investigación, fueron


fundamentales los aportes recibidos por parte de Santiago Que-
zada Polo5, dentro de su conferencia sobre la presentación de de-
mandas ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos- TDEH.

Con la entrada en vigor, el 1 de Noviembre de 1998 del


Protocolo 11, documento que representa la culminación de una
valiosa reflexión sobre la mejora del procedimiento de protec-
ción de los Derechos Humanos por parte del CEDH, por el alar-
gamiento de procesos, se decidió proceder a una racionalización
del sistema, mediante la actual fusión de los dos órganos de con-
trol (Comisión y Tribunal), en un Tribunal único y permanente.
Creando algunas novedades, entre las que se pueden señalar que
ahora las demandas se pueden presentar directamente ante el
Nuevo Tribunal, lo que representa acceso directo al individuo;
además para declarar una demanda inadmisible se debe hacer-
lo por unanimidad; ya cuando se haya dictado la sentencia, se
puede pedir que la misma vaya a la Gran Sala, luego de lo cual
es inapelable; se establece que el procedimiento es público, así
como los documentos de los mismos, permitiendo mayor acce-
sibilidad y sobre todo se reduce las competencias del Comité de
Ministros con respecto al Tribunal, devolviendo al sistema mucho
más jurisdiccionalidad.

5 Secretario de la Tercera Sala del Tribunal Europeo de Derechos


Humanos. Profesor del IV Master en Protección de Derechos Humanos, Alcalá
de Henares 2007.

138
Al ocasionarse alguna violación del CEDH, se puede pre-
sentar la demanda dirigida ante el Secretariado del Tribunal, re-
calcando que el trámite es gratuito, sin ser obligatoria la asis-
tencia de un letrado, donde se expone el caso, planteando los
agravios de los cuales se cree víctima el individuo, teniendo que
cumplir requisitos formales (agotamiento de recursos internos,
presentación de la demanda dentro del plazo de 6 meses desde
la decisión interna), y requisitos materiales (compatibilidad del
Convenio, tanto temporis, ratione loci, personae y materiae; y
que no sea infundada). La demanda será analizada por un Comité
de tres jueces, si pasa este proceso, va el asunto a Sala, donde un
miembro designado por el Presidente será el ponente del caso,
pudiendo admitirla, mandar a completarla o declarar su inadmi-
sibilidad.

Si se admite a trámite la demanda, el Tribunal determina


los hechos, y si se puede se intenta una conciliación o acuerdo
amistoso entre las partes, caso contrario en el mismo instrumen-
to (declarando admisibilidad, así como fondo), se pronuncia la
sentencia, las mismas que son publicadas, y aquí se declara en
qué puntos ha sido violado el Convenio o Protocolos. Por último
entra el Comité de Ministros, que vela por la ejecución de la
sentencia, haciendo que los Estados adopten medidas necesarias
para remediar la violación realizada en contra del individuo.

en la nueva sociedad de la información 139


2.2. Protección de Libertad de Expresión

El derecho a la libertad de expresión se encuentra recogido


en el Art. 106 del CEDH, planteándola como una noción autó-
noma dentro del propio Convenio Europeo, lo cual dificulta la
correcta interpretación del ámbito hasta donde se extienden estas
actividades humanas, así como también se tendrán en cuenta para
el análisis las distinciones que se deben dar de libertad de pensa-
miento y creencias que también reconoce este instrumento.

Algunos autores como Gay Fuentes, sostienen que “la liber-


tad de expresión se presente como una libertad plural que com-
prende por un lado la libertad de opinión y, por otro la libertad de
recibir y de comunicar informaciones o ideas”, a lo cual se puede
agregar la explicación que hace Jordi Bonet, quien al referirse a
la libertad de expresión dentro del CEDH, sostiene que debe ser
entendida como una “mención exterior y objetiva, que permite
a quien tiene ideas la posibilidad de comunicarlas o recibir otras
ideas provenientes de los demás”.

6 CEDH. 1950. Art. 10. Libertad de expresión.1. Toda persona tiene


derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión
y la libertad de recibir o de comunicar informaciones o ideas, sin que pueda haber
injerencia de autoridades públicas y sin consideración de fronteras. El presente
artículo no impide que los Estados sometan a las empresas de radiodifusión,
de cinematografía o de televisión, a un régimen de autorización previa.2. El
ejercicio de estas libertades, que entrañan deberes y responsabilidades, podrá ser
sometido a ciertas formalidades, condiciones, restricciones o sanciones previstas
por la ley, que constituyan medidas necesarias, en una sociedad democrática,
para la seguridad nacional, la integridad territorial o la seguridad pública, la
defensa del orden y la prevención del delito, la protección de la salud o de la
moral, la protección de la reputación o de los derechos ajenos, para impedir la
divulgación de informaciones confidenciales o para garantizar la autoridad y la
imparcialidad del poder judicial.

140
Así el interés que subyace a las libertades de palabra no es sólo,
ni primariamente, el interés del individuo en poder comunicar a
los demás sus propias ideas y opiniones, es ante todo el interés
público, el hacer posible la existencia y funcionamiento efectivos
del orden vinculante de convivencia de que la comunidad se ha
dotado7.

Además la libertad de recibir y comunicar ideas, forman par-


te de la garantía que se establece el Art.10, lo que da al individuo
esa posibilidad de expresarse libremente su posición frente a la
sociedad, claro está que la propia Comisión Europea a su tiempo,
ha establecido una serie de limites, que indican que la libertad
de comunicar tiene un carácter restrictivo en tanto en cuanto se
refiere a los profesionales o medios de prensa8.

Además la jurisprudencia del Tribunal ha establecido una


diferencia entre la comunicación de informaciones y de ideas,
situación que nos parece importante, ya que el receptor debe
estar consciente que el contenido de la noticia o artículo al cual
accede, es una información (narración de un hecho o una si-
tuación de manera objetiva), o se trata de una comunicación de
ideas (relato sobre un hecho con el correspondiente valor crítico
y de opinión del profesional que escribe la nota).

Para el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, (TEDH), el


derecho a la libertad de expresión es de vital trascendencia, por
su fuerte influencia en la sociedad democrática, además dentro
de la jurisprudencia siempre se ha destacado que este derecho
forma parte del núcleo duro del CEDH, es por ello que RYSSDAL,

7 CATALÁ, A (2001), Libertad de expresión e información, La


jurisprudencia del TEDH y su recepción por el Tribunal Constitucional, Hacia un
derecho europeo de los derechos humanos, Valencia, p.76.
8 CEDH, Decisión sur la recevabilité de la Requête 4515/70, X et
Association Z. 12 juillet 1971.

en la nueva sociedad de la información 141


al referirse a la jurisprudencia del TEDH, y sobre sus interpre-
taciones del Art. 10, indica “la libertad de expresión no es so-
lamente una garantía contra las injerencias del Estado (derecho
subjetivo) sino también un principio fundamental (objetivo) para
la vida democrática”.

Así entendemos a este núcleo duro de derechos de la CEDH,


como un grupo de derechos intangibles e inderogables incluso
en período de guerra o de graves desórdenes públicos que ame-
nacen la vida de la nación no permitiendo a los Estados suspen-
derlos, núcleo del cual forma parte el derecho a la libertad de
expresión.

2.3. Jurisprudencia, Límites y Situación de la Li-

bertad de Expresión en el Continente Europeo

Para comprender cómo el TEDH se ha pronunciado respecto


a la protección de la libertad de expresión, previamente cabe
señalar, que para entender el alcance real del CEDH, se hace
necesario mencionar unas líneas jurisprudenciales básica del Tri-
bunal, las mismas que han sido sacadas de su jurisprudencia du-
rante más de cuarenta años, y con las cuales se debe contar antes
del análisis de un caso, de las cuales destacan:

a) El efecto útil del convenio.- Indica que bajo determinadas


situaciones, un individuo que podría creerse víctima de
una violación ocasionada por la simple existencia de
medida secreta o de una legislación que permita esas
medidas, aunque no pueda demostrar que le han sido
efectivamente aplicadas9. Por lo que el TEDH ha creado

9 Sentencia Klass y otros de 6 de Septiembre de 1978.

142
sus propios conceptos autónomos, y no haciendo caso a
los Estados le digan que tiene que entender como tal.

b) Obligaciones positivas de los Estados.- El goce real y


efectivo por las personas ya sean físicas o morales de
numerosos derechos implica de parte del Estado parte,
no sólo la obligación de abstenerse de hacer sino que
conlleva la adopción de medidas positivas, a menudo de
orden económico y social10.

c) Margen de apreciación nacional.- Los Estados son


libres para adoptar las medidas más adecuadas en
aras de conformarse con las obligaciones suscritas. Se
debe compaginar el respeto entre soberanía nacional
con las obligaciones derivadas del Convenio, tomando
en cuenta la diversidad de situaciones sociales,
económicas y culturales, otorgando cierto relativismo
en la interpretación. Se trae de vuelta el principio de la
subsidiaridad del Derecho Internacional de los Derechos
Humanos, pues al no ser suficiente la determinación de
derechos en la Convención, ese espacio debe ser llenado
por la legislación interna de los Estados. Cabe recalcar
que este principio nunca ha sido aplicado a un caso que
tenga que ver con el núcleo duro (libertad de expresión
por ejemplo), pues son innegociables.

d) Interpretación Evolutiva del Convenio.- El Tribunal se ha


atrevido a dar una interpretación audaz y novedosa del
Convenio, pues se identifica al instrumento como vivo,
situación que debe ser tenida en cuenta, puesto que
los sentimientos y la mentalidad de cada época, deben

10 Sentencia interestatal Irlanda contra el Reino Unido de 18 de Enero de


1978. Concepto de Obligación positiva.

en la nueva sociedad de la información 143


también ser plasmados en las sentencias11. Principio que
sobre todo da énfasis en una protección real y efectiva,
no una quimérica o ilusoria.

De esta manera primero la Comisión y ahora el TEDH, de


los criterios que hemos apuntado, en sus sentencias que tienen
que ver con el Art. 10 de la Convención, han sido del criterio
de utilizar al momento de fundamentar los límites, dos doctrinas
básica, la del “margen de apreciación” y la de “interés público”,
con estos criterios se ha podido determinar el real alcance que
tiene la libertad de expresión cuando se encuentra con otros de-
rechos, sin olvidar:

El carácter esencial que para una sociedad democrática revista


la libertad de expresión e información exige que se demuestre,
sin ningún género de dudas, que las restricciones aplicadas eran
estrictamente necesarias12.

Todo esto se debe coordinar con el requisito de proporcio-


nalidad al utilizar el medio menos lesivo a la hora de imponer
los límites para obtener el fin legítimo. Sin olvidarnos que: De
esta manera los límites que se han planteado, han marcado en
el ente europeo líneas claras13 sobre las cuales han pronunciado
sus sentencias, así anotamos los casos representativos cuando se
trate de:

Información confidencial y la defensa del Estado y la Orga-


nización Social, situación en la cual normalmente se identifica

11 Caso López Ostra contra España – Medioambiente sano; Caso X contra


Francia – cambio nombre transexuales.
12 CATALÁ, A, op. cit., p 141,// pp. 288.
13 PULLIDO, M (2000), “Libertad de expresión y Tribunal Europeo de
Derechos Humanos”, en Repertorio Aranzadi del Tribunal Constitucional num.
2/2000, Pamplona, pp. 2-4.

144
a aquellos datos que se encuentren bajo la protección de la se-
guridad nacional, y aquella discreción que debe existir entre los
funcionarios encargados del manejo de los denominados secre-
tos oficiales. Aquí se pone de manifiestos aquel criterio de interés
público ligado a la seguridad nacional de los habitantes.

Desde la perspectiva del Art. 10 del Convenio Europeo, la


interrelación entre la seguridad nacional y la confidencialidad
informativa se manifiesta en un doble sentido: en la subsunción
de los supuestos relativos a la confidencialidad sobre ciertas
materias dentro del ámbito de aplicación de la seguridad nacional;
o también en la apreciación conjunta de ambos fines, siempre con
preferencia de la seguridad nacional14.

Dos casos interesantes que ilustran esta situación, son los


que se presentan en la demanda 10078/82, donde se ratifica la
prisión a un ingeniero francés que había suministrado informa-
ción, que estaba bajo su protección, a una nación extranjera,
bajo el criterio de la seguridad nacional15 y sobre la limitación
para difundir información cuando ésta pueda afectar a intereses
nacionales. Así también el caso Leander16, nos ayuda a ilustrar
esta situación, donde se accede a ficheros de datos administra-
tivos secretos para apreciar la aptitud de una persona que ha as-
cendido a un puesto en zona militar secreta, planteamiento que
parecería en inicio que solo hace referencia a la vida privada del
individuo, sin embargo se relaciona con la “necesidad de impe-
dir la divulgación de informaciones confidenciales con las exi-

14 BONET, J (1994), El Derecho a la Información en el Convenio Europeo


de los Derechos Humanos, Barcelona, p. 279-280.
15 Commission Européenne des Droits de l´Homme: M c/ France, du 13
décembre 1984.
16 Cour Européenne des Droits de l´Homme: Affaire Leander, du 26 mars
1987.

en la nueva sociedad de la información 145


gencias derivadas, en una sociedad democrática, de la seguridad
pública o del orden público”, como lo indica el profesor Bonet;
situación diferente ocurrió en el caso de Andrew Neil17, donde
se le prohibió publicar su libro Spycatcher, donde narraba sus
experiencias como ex agente secreto, caso que fue considerado
como violación del Convenio.

La protección de los derechos ajenos, se tiene como la par-


ticularidad que intenta limitar y por ende proteger sobre todo la
posible vulneración de los derechos de determinado individuo o
grupos sociales, por la publicación y divulgación de informacio-
nes confidenciales acerca de éstos.

Es por ello que el TEDH se ha pronunciado acerca de la ne-


cesidad en ocasiones de optar previamente por la verificación de
informaciones, previa a la publicación de sus contenidos, pues
piensa que es primordial mantener la confidencialidad de ciertos
aspectos cuando estos puedan afectar los derechos ajenos, esta
situación se plasma en la sentencia del caso Mark intern Verlag
GMBH y Klaus Beerman18, donde se ve apropiado prohibir la
publicación de una nota, que se considera que contiene informa-
ción comercial falsa, sin embargo vemos que:

…la práctica de los órganos jurisdiccionales del Convenio


Europeo en líneas generales ha intentado en este ámbito ponderar
verdaderamente los intereses en juego, y efectuar un balance entre
ellos. Esto se demuestra, por ejemplo, en la forma en que se ha
aplicado la doctrina del (margen de apreciación) en aquellos
supuestos en que se ha debido apreciar la necesidad de proteger
derechos ajenos19.

17 Commission Européenne des Droits de l´Homme: Times Newspapers


Ltd. & Andrew Neil c/ United Kingdom. 12 July 1990.
18 Cour Européenne des Droits de l´Homme: Mark intern Verlag GMBH
y Klaus Beerman, du 20 novembre 1989.
19 BONET, J. op. cit., p. 145 //, pp. 315.

146
La protección de la moral y su desarrollo, sin duda alguna la
sentencia sobre el caso Handyside20, acerca de las publicaciones
obscenas del libro “The little Red School Book”, marcó la línea
de interpretación respecto a la moral por parte de los órganos ju-
risdiccionales estatales, pues deja de manifiesto los criterios que
hay que tener en cuenta para valorar y limitar contenidos, cuan-
do existe la plena necesidad de proteger la moral pública.

Es importante mencionar que en este caso, el señor Han-


dyside era un editor de libros para niños, por lo que se hizo un
balance entre los intereses del individuo (libertad de expresión y
publicación), y los de la sociedad (moral pública), llegando a la
conclusión que: se puede realizar una restricción a la libertad de
expresión del individuo, de manera que se respete la sensibilidad
del otro, que sería la de proteger la moral de niños y jóvenes.

La Comisión Europea en un inicio examinó el caso bajo dos


criterios, el de la necesidad genérica de la modalidad de restric-
ción adoptada y concediendo un amplio margen de apreciación,
pues con respecto a los valores morales, la sociedad no ha llega-
do a un consenso.

Sin embargo, no todos han estado de acuerdo con el crite-


rio expresado por la Comisión, para Fawcett y Triantafyllides, el
libro no ofrecía pornografía, sino que más bien era de carácter
informativo, e incluso no se tomó en cuenta que en Reino Unido,
se toleraba de cierta manera esta publicidad de carácter sexual,
situación que no había sido tomada en cuenta por la Comisión.
Sin embargo, el TEDH, fue del mismo criterio de la CEDH, y pasó
a analizar con mayor detalle los contenidos del libro, donde en-
contró que los mismos podrían ser perjudiciales para la forma-

20 Cour Européenne des Droits de l´Homme: Handyside, du 7 décembre


1976.

en la nueva sociedad de la información 147


ción de los niños. Pese a ser criticable la decisión, el caso Han-
dyside ha servido de base para las decisiones del TEDH, en otros
caso como Müller, o en el Open Door y Dublín Well Woman c/
Irlanda, donde se pondera la moral pública.

La protección de la reputación ajena, este es uno de los as-


pectos en los que últimamente se ha generado mucha polémica,
donde se ha puesto en debate esta restricción frente a la libertad
de expresión e información, pues el fin único de la limitación
se dirige a aquella desacreditación de un individuo por la publi-
cación de contenidos que vayan en contra de su honor y fama;
además podemos incluir en este apartado las situaciones que
suceden cuando se afecta a un individuo con una persecución
mediática, que puede llegar a afectar su vida privada.

Un elemento decisivo en estas situaciones serán las publica-


ciones que se hagan por parte de terceros ( sin la autorización del
afectado), de informaciones de manera pública. Nos encontra-
mos en este caso frente a un efecto balance, entre la libertad de
expresión, recibir información y comunicar ideas, y el derecho a
una reputación, propia imagen y honor.

Así también hay opiniones, como la de la Comisión Europea


en el caso Lingens21, donde el periodista tachó con calificativos
duros a un político por su comportamiento frente al nazismo;
aquí la CEDH indicó que se debe tener en cuenta “la importan-
cia de la prensa como instrumento de control en una sociedad
democrática”. Criterio que lo veremos repetido en otras senten-
cias, pues se tiene en cuenta el debate público que debe existir
dentro de la comunidad. Agregan además, que cuando se emitan
criterios (opiniones), estos no pueden exigir una condición de
veracidad, pues son juicios de valor.
21 Commission Européenne des Droits de l´Homme: Lingens c/ Autriche,
du 11 octobre 1984.

148
Por otro lado analizamos las situaciones cuando de por
medio se pone en juego la vida privada de las personas, caso
que es reciente, y que tiene que ver con la Princesa Carolina de
Mónaco22, el cual se refiere a unas publicaciones de fotografías
comprometedoras de la princesa en una revista sensacionalista,
en actividades de su vida privada.

Ante ello en TEDH, considera como determinante el equili-


brio entre la protección de la vida privada y la libertad de expre-
sión, ya que este deba residir en la contribución que, las fotogra-
fías y los artículos publicados, hacen al debate. Sin embargo en
el caso se nota que no existe tal contribución, “ya que la deman-
dante no desempeña funciones oficiales y las fotos y artículos
en litigio hacían referencia exclusivamente a detalles de su vida
privada”, por lo que pese a que exista un interés público o comer-
cial de lo que ocurre con la demandante dentro de sus activida-
des personales, este carece de interés legítimo, pues sobre éstos
se encuentra la protección efectiva de la vida privada.

Por último los miembros del Tribunal, indican que “pese al


margen de apreciación de que dispone el Estado en la materia, el
Tribunal considera que los tribunales alemanes no mantuvieron
un equilibrio justo entre los intereses en cuestión”. Por lo que
considera que existe violación al Art. 823 del Convenio.

22 Cour Européenne des Droits de l´Homme: Von Hannover c/ Alemania,


du 24 june 2004
23 CEDH. 1950. Art. 8.

en la nueva sociedad de la información 149


3. Ámbito de Protección de la Convención
Americana de DDHH

Como indicamos en el apartado introductorio de este Ca-


pítulo, el Continente americano también luego de salir de difíci-
les situaciones bélicas y políticas, se planteó la creación de un
instrumento jurídico que regule los derechos humanos en la re-
gión, idea que surge en 1945 en la Conferencia Interamericana
sobre Problemas de la Guerra y de la Paz; pero no fue sino hasta
1948, cuando a través de la creación de la Organización de Es-
tados Americanos- OEA, donde se agruparon los países de Amé-
rica Latina, el Caribe y Norteamérica, con su Carta constitutiva,
se establece la estructura orgánica, derechos y deberes de sus
miembros.

En materia de derechos humanos, el principal tratado es la


Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH),
también conocida como “Pacto de San José de Costa Rica”, por
haber sido aprobada en dicha ciudad en 1969. La Convención
entró en efecto en 1978, cuando un número suficiente de Estados la
ratificó. Esta Convención regula el funcionamiento de la Comisión
y de la Corte y consagra los principales derechos. En su versión
original, la Convención se refiere fundamentalmente a derecho
civiles y políticos, como el derecho a la vida, a la liberta personal,
a la libertad de expresión, a elegir las autoridades y a ser elegidos
a cargos públicos, etc.24

Es interesante señalar que de todos los países miembros, so-


lamente a uno se le ha suspendido sus derechos, y es Cuba, que
mantiene esta suspensión desde 1962.

24 GONZÁLEZ, F (2006) El Sistema Interamericano de protección de los


Derechos Humanos, Chile, p.2.

150
Dentro de la protección que la OEA otorga en el tema de
Derechos Humanos, el Sistema Interamericano opera a través de
dos órganos principales:

1. Comisión Interamericana de Derechos Humanos; y

2. Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Organismos que operan con profesionales y especialistas en


el tema, y no representan a un país específico en la OEA. Por otro
lado, realizan otro tipo de funciones el Consejo Permanente y la
Asamblea General de la OEA, los mismos que a diferencia de
los anteriores, se encuentran integrados por representantes de los
Estados parte (cargos políticos).

Por último es interesante mencionar que el Pacto de San


José, con la evolución y mayor cobertura de los derechos, fue
complementado por otro instrumento que vela por la protección
de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC), que
entró a funcionar en 1999, conocido como el Protocolo de San
Salvador.

3.1. Generalidades del Sistema

El Sistema Interamericano para la protección de los Dere-


chos Humanos, como veíamos anteriormente, prevé una serie
de pasos entre los dos órganos principales, para poder valorar las
denuncias que llegan a su conocimiento y de ser el caso, darle el
tratamiento jurídico que se merecen25.

La Comisión Interamericana de Derecho Humanos, cumple


con una serie de funciones, entre las que cuenta las siguientes:

25 VV.AA (1966), El sistema interamericano Estudio sobre su desarrollo y


fortalecimiento, Madrid, p. 34.

en la nueva sociedad de la información 151


Prepara Informes sobre la situación de los derechos humanos
en determinados países; realizar Visita In Loco, cuando considera
necesario evaluar la situación de los derechos humanos en de-
terminado Estado de manera directa; realiza un trabajo especia-
lizado en áreas temáticas (derechos humanos de la mujer, niños,
etc), a través de relatorías; dentro de sus funciones adicionales
se encarga de la promoción de los derechos y la importancia de
la protección a los ciudadanos; y por último la más importante
y que nos interesa en nuestra investigación, que es la de cono-
cer y resolver las denuncias en casos específicos presentados por
cualquier individuo o organización que sientan que sus derechos
fundamentales han sido vulnerados, y si son del caso, luego de su
estudio y seguimiento, de cumplir los requisitos, serán enviados a
la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Para ello la denuncia debe ser presentada ante la Secretaría


de la Comisión con todos los requisitos formales previstos en la
Convención. Así se podrá pasar al análisis de la admisibilidad
de la petición, donde se debe cumplir con: el agotamiento de
los recursos internos (haber intentado solucionar el caso según
la legislación interna del país del que se trate), debe presentarse
dentro de los 6 meses siguientes a la fecha de la notificación de
la decisión con la que se agotó los recursos internos, además no
se podrá presentar un caso que ya esté siendo conocido dentro
de otro mecanismo internacional de protección de los derechos
humanos, se debe tratar de la violación de derechos de una per-
sona humana, y por último no podrá ser admitida una petición
que trate sobre una fórmula de cuarta instancia26.
26 La Cuarta Instancia fue desarrollada en el caso 9260, CIDH 154, OEA,
se considera que no serán admisibles aquellos casos que han sido decididos
por tribunales nacionales imparciales e independientes. Es decir, como explica
el miembro de la Comisión, Felipe González Morales, “la Comisión no puede
servir como un tribunal de apelación, para revisar las sentencias de los tribunales
nacionales, simplemente porque el peticionario considera que la sentencia es
errónea o injusta”.

152
De esta manera cuando dicha petición sea admisible por
parte de la Comisión, esta será enviada ante la Corte Interame-
ricana de Derechos Humanos, órgano convencional, que no
depende orgánicamente de la OEA, formada por 7 jueces que
no representan a ningún Estado, sino que acceden al puesto por
méritos propios.

La Corte tiene 3 competencias en materia de Derechos


Humanos:

a) Preventiva o Cautelar.- diseñada para que no se


produzca un daño irreparable a la persona (medidas
provisionales).

b) Consultiva.- puede dar respuesta a las consultas de


los Estados o a los órganos de la OEA, respecto a
compatibilidad, interpretación de la Convención, etc.

c) Contenciosa.- para resolver las controversias que le


someten los Estados o la Comisión; en esta también
se encuentra la de supervisar el cumplimiento de sus
propias sentencias, de acuerdo a lo que desarrolla Héctor
Faúndez Ledesma27:

Así tenemos que debe existir la declaración expresa del Es-


tado para someterse a la competencia de la Corte, aceptándola
casi todos los países latinoamericanos a excepción de Estados
Unidos y Canadá.

Una vez recibida la denuncia por parte de la Comisión, el


Presidente de la Corte luego de verificar el cumplimiento de los

27 FAÚNDEZ, H (2004), El Sistema Interamericano de Protección de


Derechos Humanos, Aspectos institucionales y procesales, San José, p.595.

en la nueva sociedad de la información 153


recursos, notificará a las partes (Estado demandado y víctima o
su representante). De esta manera el Estado contestará en un solo
escrito a la demanda, exponiendo las excepciones preliminares
(falta de competencia de la Corte o Inadmisibilidad de la deman-
da), cuestiones de fondo e indemnizaciones.

De esta manera se pasa al examen de fondo por parte de los


magistrados de la Corte, donde se estudiará el establecimiento de
los hechos y la determinación del derecho aplicable, valorando
aquí las pruebas de acuerdo al acervo del conjunto probatorio,
sin que esta pueda ser tasada, presentando pruebas de lo más
variadas según el caso.

Con la relación de los hechos con el derecho, se puede lle-


gar a dos conclusiones:

a) No se violó los derechos humanos previstos en la Convención,


y el caso termina; o,
b) Se determina que efectivamente se violó un derecho, y se pasa
a las reparaciones a la víctima, siendo estas pecuniarias (indem-
nizaciones de carácter económico por daño material o moral), y
las no pecuniarias (petición de perdón por parte del gobierno en
medios de comunicación, publicación de la sentencia, etc.).

154
3.2. Protección de Libertad de Expresión

La Convención Interamericana sobre Derechos Humanos,


desarrolla en su artículo 1328, la protección respecto a la libertad
de expresión, así también la doctrina y jurisprudencia que se ha
emitido por parte de la Comisión, así como la Corte, es extensa,
y es un importante tema dentro de este instrumento jurídico, y
forma parte del núcleo duro, pues tiene gran importancia históri-
ca, pues como veíamos desde su creación, uno de los derechos
que se encontraba más desprotegido era justamente el de otor-
gar al individuo esa libertad para expresar ideas y pensamientos,
ya que los regímenes dictatoriales americanos, restringían justa-
mente estas libertades. Por lo que este derecho fundamental, es
considerado como la piedra angular que debe existir dentro de la
sociedad americana.
28 Convención Americana sobre Derechos Humanos 1969. Artículo 13.
Libertad de Pensamiento y de Expresión. 1. Toda persona tiene derecho a la
libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de
buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración
de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o
por cualquier otro procedimiento de su elección. 2. El ejercicio del derecho
previsto en el inciso precedente no puede estar sujeto a previa censura sino a
responsabilidades ulteriores, las que deben estar expresamente fijadas por la ley
y ser necesarias para asegurar: a) el respeto a los derechos o a la reputación de
los demás, o b) la protección de la seguridad nacional, el orden público o la
salud o la moral públicas. 3. No se puede restringir el derecho de expresión por
vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares
de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y
aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros medios
encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones.
4. Los espectáculos públicos pueden ser sometidos por la ley a censura previa
con el exclusivo objeto de regular el acceso a ellos para la protección moral
de la infancia y la adolescencia, sin perjuicio de lo establecido en el inciso
2. 5. Estará prohibida por la ley toda propaganda en favor de la guerra y toda
apología del odio nacional, racial o religioso que constituyan incitaciones a la
violencia o cualquier otra acción ilegal similar contra cualquier persona o grupo
de personas, por ningún motivo, inclusive los de raza, color, religión, idioma u
origen nacional.

en la nueva sociedad de la información 155


La Corte Interamericana dentro de una de sus opiniones
consultivas más importantes, sobre la colegiación obligatoria de
periodistas, expresa que “la libertad de expresión se inserta en
el orden público primario y radical de la democracia, que no es
concebible sin el debate libre y sin que la disidencia tenga pleno
derecho de manifestarse”.

Además, ya sea dentro de procesos de elección popular, or-


ganización sindical, cinética o cultural, la libertad e intercambio
de ideas y de información debe ser de la manera más efectiva
para que al momento que los miembros de determinado colec-
tivo tomen decisiones sobre cualquier aspecto, éstos se encuen-
tren debidamente informados, lo cual convierte a la libertad en
una conditio sine qua non.

En el aspecto democrático el control que ejerce la sociedad


civil a través de una constante petición y rendición de cuentas,
con consecuentes responsabilidades a los funcionarios públi-
cos han hecho que justamente, sea la libertad de expresión la
encargada de generar un debate político, pues permite la libre
circulación de ideas e información, así los ciudadanos podrán
cuestionar o indagar sobre las capacidades ya sea de candidatos
políticos, o ya con los electos, discutir y disentir con sus ideas y
opiniones, fortaleciendo la democracia gracias al intercambio,
de ahí se explica la importancia de este derecho y su protección
dentro de los Estados y cómo fue el espíritu de la misma, donde
derechos políticos y libertad de pensamiento y expresión se en-
cuentran íntimamente ligados.

Un tema interesante para el análisis se refiere a la opinión de


la Corte Interamericana respecto a la censura previa en relación con
la veracidad de la información que se comunica, indicando que:

156
Un sistema de control al derecho de expresión en nombre de una
supuesta garantía de la corrección y veracidad de la información
que la sociedad recibe puede ser fuente de grandes abusos y, en
el fondo viola el derecho a la información que tiene esa misma
sociedad29.

Vemos aquí que el ejercicio de la libertad de expresión no


se verá condicionado a la veracidad de la información que se va
a trasmitir, pues se estaría eliminando la posibilidad a la sociedad
de estar debidamente informada a pretexto que la información
pase previamente por un filtro crítico de un órgano censor.

A juicio de la Corte Interamericana, la libertad de expresión


debe ser vista y tratada desde dos esferas:

a) dimensión individual; y
b) dimensión social.

Al referirnos a la dimensión individual, ésta no será simple-


mente aquella que reconoce el derecho a hablar o escribir, sino
que se extiende al derecho a utilizar cualquier medio apropiado
para difundir el pensamiento y hacerlo llegar al mayor núme-
ro de destinatarios. La Corte indica que “cuando la Convención
proclama que la libertad de pensamiento y expresión comprende
el derecho de difundir informaciones e ideas (por cualquier pro-
cedimiento), está subrayando que la expresión y la difusión del
pensamiento de la información son indivisibles, de modo que
una restricción de las posibilidades de divulgación representa
directamente, y en la misma medida, un límite al derecho de
expresarse libremente”30.
29 Corte Interamericana de Derecho Humanos: La Colegiación Obligatoria
de Periodistas. Opinión Consultiva OC-5/85, de 13 de noviembre de 1985.
30 Corte Interamericana de Derecho Humanos: caso Baruch Ivcher
Bronstein vs. Perú, de 6 de febrero de 2001.

en la nueva sociedad de la información 157


Mientras tanto, la dimensión social, se entiende como aque-
lla que permite el intercambio de ideas e informaciones entre las
personas, pero además el derecho a que todas conozcan opinio-
nes, relatos y noticias. Agrega la Corte en su Opinión Consultiva
sobre la colegiación obligatoria a periodistas que: “la libertad de
expresión es un medio para el intercambio de ideas e informa-
ciones y para la comunicación masiva entre los seres humanos”.
De esta manera si tanto comunicación como expresión, son un
todo indivisible, en el supuesto de restringir a un medio de co-
municación, también se estaría haciéndolo contra los medio de
expresión, sin que el Estado intervenga en este sentido limitando
indebidamente ideas y opiniones.

En la misma opinión consultiva se dice que debe existir “la


pluralidad de medios, la prohibición de todo monopolio respecto
de ellos, cualquier que sea la forma que pretenda adoptar, y la
garantía de protección a la libertad e independencia de los pe-
riodistas”.

Como veremos más adelante, al referirnos a las limitaciones


a la libertad de expresión, dichas restricciones serán previstas por
la ley y solamente para los fines que se establecen en la Con-
vención, y que son las necesarias para asegura el orden público,
seguridad nacional y paz social, entendidas dentro de toda socie-
dad democrática, y no deben limitar más allá de lo estrictamente
necesario, para no caer en un instrumento directo como la cen-
sura previa.

158
3.3. Jurisprudencia, Límites y Situación
de la Libertad de Expresión en el
Continente Americano

Como vimos en el apartado anterior, la Corte ha elaborado


una doctrina clara respecto a la libertad de expresión a través de
sus opiniones consultivas y sentencias; pese a que este Tribunal
es relativamente joven, en los últimos años se ha entrado a tratar
este tema, y como bien lo señala Abramovich:

La Corte Interamericana de Derechos Humanos produjo por su


lado cinco decisiones vinculadas específicamente a la libertad de
expresión. Si en 1997 decíamos que la jurisprudencia del Tribunal
era prácticamente inexistente, hoy podemos decir que el avance
es promisorio…
… Este aumento de jurisprudencia en el sistema interamericano ha
tenido un impacto a nivel local, lo cual quedó demostrado en el
cambio de legislación interna (incluso a nivel constitucional) y en
decisiones judiciales acordes con los estándares internacionales31.

De esta manera enunciaremos las sentencias y opiniones


consultivas que han marcado la línea respecto a la libertad de ex-
presión, indicando los fundamentos de hecho y su relación con
el derecho, y el criterio tomado por la CIDH.

Colegiación Obligatoria de Periodistas32.- en esta opinión


consultiva el gobierno de Costa Rica, solicita a la CIDH que se
pronuncie respecto a la compatibilidad del Art. 13 de la Conven-

31 ABRAMOVICH, V (2007), La aplicación de los Tratados sobre


Derechos Humanos en el ámbito local, La experiencia de una década, Buenos
Aires, p.908
32 Corte Interamericana de Derecho Humanos: Opinión Consultiva OC-
5/85, a petición del Gobierno de Costa Rica, de 13 de Noviembre de 1985.

en la nueva sociedad de la información 159


ción, y una ley interna que imponía la obligación de inscribirse
los periodistas al colegio profesional, como requisito para ejercer
su profesión; es a partir de este pronunciamiento que se establece
un importante aporte a la doctrina de la libertad de expresión,
sobre todo en lo que concierne al principio de necesidad (impor-
tancia de difundir ideas e información, así como de recibirlas).
Concreta el principio de la dimensión individual y social de la
libertad de expresión, recalcando que “la expresión y la difusión
del pensamiento son indivisibles”. Además al referirse a las even-
tuales restricciones que pueden darse con respecto a otros bie-
nes jurídicos, los magistrados indican que existe una dificultad
al momento de precisar el concepto de “orden público” y “bien
común”, y que estos no podrían por lo tanto usarse para justificar
una limitación al derecho consagrado en la Convención, y su
interpretación debe estar ceñida a las “justas exigencias de una
sociedad democrática”.

De ello se evidencia la importancia de la libertad de expresión,


particularmente la ejercida a través de los medios de comunicación
social, como garantía de una sociedad democrática. Por ello, el
derecho fundamental a la libertad de expresión debe ser protegido
en las sociedades democráticas, a fin de garantizar el derecho
colectivo a la información, especialmente contra las limitaciones o
restricciones indebidas a esa libertad, tales como las censuras previas
(directas e indirectas) o el ejercicio indiscriminado de las demandas
judiciales, que conduzcan a anular esa libertad33.

Y en relación a la consulta respecto a la colegiación, indica


que si bien los objetivos de la medida son legítimos, la medida no
puede ser considerada como necesaria:

33 AYALA, C (2000), “El Derecho Humano a la Libertad de expresión:


Límites aceptados y responsabilidades ulteriores, Ius et praxis año/vol.6, nú, 001,
Talca, p. 36 // pp. 33-52.

160
Porque es perfectamente concebible establecer un estatuto que
proteja la libertad e independencia de todos aquellos que ejerzan
el periodismo, sin necesidad de dejar ese ejercicio solamente a un
grupo restringido de la comunidad34.

La Última Tentación de Cristo35.- los hechos que motivan a


la demanda, es la censura judicial impuesta a la exhibición de la
cinta cinematográfica “La Última Tentación de Cristo”, por parte
de las autoridades chilenas que amparadas en la Constitución y
demás normas del país, estaban facultados para censurar y orien-
tar la exhibición cinematográfica, efectuando una calificación
previa a las cintas.

En este caso la Corte decidió que el Estado violó el dere-


cho a la libertad de pensamiento y de expresión consagrados en
el artículo 13 de la Convención Americana, con una novedosa
inclusión para el sistema, al referirse que éstos no sólo pueden
ser emanados por vía ejecutiva o legislativa, sino que incluye al
ámbito judicial, en perjuicio de los demandantes; se refirió a las
dos dimensiones de este derecho, indicando que debe primar
el estándar democrático, estableciendo que puede existir una
excepción a la censura previa, solamente cuando se refiere al
acceso a espectáculos públicos, en los cuales se puede regular
el ingreso de menores en pro de la protección moral de niños
y adolescentes, y que en el resto de casos, cualquier limitación
implica una violación del derecho a la libertad de expresión;
continuando con la sentencia dice que no violó el derecho a la
libertad de conciencia y religión consagrado en el artículo 12 de
la norma. Pidió que el Estado en un plazo razonable, modifique
su legislación interna, para eliminar la figura de la censura previa

34 Ibíd. OC-5/85, párr. 79.


35 Corte Interamericana de Derecho Humanos: Caso “La Última Tentación
de Cristo”, Olmedo Bustos y otros vs. Chile, de 5 de Febrero de 2001.

en la nueva sociedad de la información 161


y que dicha película pueda ser exhibida36.

Caso Ivcher Bronstein37.- En el año de 1984 el señor Baruch


Ivcher Bronstein, adquirió la nacionalidad peruana, requisito pre-
vio para ser propietario de medios de comunicación en el Perú;
posteriormente pudo comprar cerca del 54% de las acciones de la
empresa operadora del Canal 2 de la televisión peruana, cadena
que emitía un programa de denuncias, donde se realizaron algunas
acusaciones de tortura en contra del gobierno y sobre el enriqueci-
miento de Vladimiro Montesinos, asesor del presidente Fujimori.

Ante esto, el gobierno peruano inició un proceso para pre-


sionar a la víctima a que “modifique”, la línea del programa, ante
la negativa se abrió un proceso penal, y se expidió un decreto
que daba la posibilidad de cancelar la nacionalidad a los pe-
ruanos naturalizados, como coacción en contra del señor Ivcher
Bronstein; haciendo desaparecer su expediente de naturaliza-
ción, y por tanto declarando que al no ser peruano, este no podía
ser accionista de un medio de comunicación en el país; sin que
las acciones judiciales de la víctima hayan tenido algún efecto
para solucionar este grave incidente.

La CIDH, al analizar el caso hace referencia a su doctrina


respecto a la dimensión individual y social que debe existir en la
libertad de expresión, apunta dentro de su sentencia que: “una
restricción de las posibilidades de divulgación representa directa-
mente, y en la misma medida, un límite al derecho de expresarse
libremente”. Además, destaca el papel de los medios dentro de

36 Conferencia “Libertad de Pensamiento y Expresión”, dictada por el


Juez Manuel Ventura Robles, 30 de Octubre de 2007, Universidad de Alcalá de
Henares.
37 Corte Interamericana de Derecho Humanos: Caso Ivcher Bronstein vs.
Perú, de 6 de Febrero de 2001.

162
los Estados, pues dice que: “en una sociedad democrática, los
medios de comunicación son verdaderos instrumentos de la li-
bertad de expresión y no vehículos para restringirla, razón por la
cual es indispensable que recojan las más diversas informaciones
y opiniones”.

Con respecto a la petición de la demanda, la CIDH indica


que se violó el Art.13 de la Convención, en los numerales 1 y 3,
ya que la resolución con la cual el gobierno peruano privó la na-
cionalidad del Señor Ivcher, “constituyó un medio indirecto para
restringir su libertad de expresión, así como la de los periodistas
que laboraban e investigaban para el programa Contrapunto de
Canal 2… el Estado no sólo restringió el derecho de éstos a cir-
cular noticias, ideas y opiniones, sino que afectó también el de-
recho de todos los peruanos a recibir información, limitando así
su libertad para ejercer opciones políticas”. Por lo que la impor-
tancia de la decisión radica en la identificación de estos medios
indirectos de violación de la libertad de expresión. Además se
estableció reparaciones económicas, y se obligó al Estado otor-
gar las facilidades para que el demandante recupere las acciones
dentro de la empresa de comunicación.

Caso Palamara Iribarne vs. Chile38.- los hechos que motivan


la demanda son que el señor Humberto Antonio Palamara Iribar-
ne, oficial retirado de la Armada chilena, y que al momento de
ocurridos los hechos laboraba como funcionario civil de esta ins-
titución, se le prohíbe la publicación de su obra “Ética y Servicios
de Inteligencia”, donde narraba las situaciones personales que
había atravesado durante su servicio en la armada y cómo éstos
debían ser ajustados a los comportamientos éticos; y además se
incauta el Cd que contenía el texto integro del libro, con su res-

38 Corte Interamericana de Derecho Humanos: Caso Palamara Iribarne


vs. Chile, de 22 de Noviembre de 2005.

en la nueva sociedad de la información 163


pectivo material de matricería dentro de la imprenta; y se procede
a la eliminación del archivo en el disco duro de su computadora
que contenía la mencionada obra; siendo posteriormente juzga-
do por delitos de desobediencia y condenado por desacato. Ante
estos acontecimientos la CIDH se pronuncia, y hace uso de algu-
nos criterios que ya mantuvo en otros casos39, sobre todo aquel
en el cual los Estados no pueden impedir ni restringir, más allá de
lo legítimamente permitido, el derecho de las personas a “buscar,
recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, ya que la
norma establecida en la Convención indica ciertos supuestos en
los cuales se puede realizar una restricción y la excepción que se
puede dar con respecto a la censura previa.

Es el caso del señor Palamara Iribarne, se debe tener presen-


te que, tanto la expresión como la difusión de los pensamientos,
deben ser indivisibles, así que al Estado no le bastaba solamente
con garantizar que la víctima pueda escribir sus ideas y opinio-
nes, sino sobre todo que no se restrinja su difusión a través de la
publicación del libro.

Con respecto a la solicitud de la demanda, la CIDH indica


que el Estado de Chile violó los derechos de libertad de pensa-
miento y de expresión, libertad personal, garantías judiciales y
protección judicial, con respecto al demandante. Además indica
que Chile permitirá la publicación del libro del señor Palamara,
que se le devuelva el material del cual fue privado, que se publi-
que la sentencia en el Diario Oficial y en el sitio web, dejar sin
efecto las sentencias a las que fue condenado la víctima, modifi-
car la legislación interna para que no se vuelvan a cometer estos
abusos y esté acorde a los estándares internacionales; y por últi-
mo una reparación económica al demandante por los perjuicios
causados en su contra.

39 Se refiere al Caso de Ricardo Canese, Caso Herrera Ulloa, Caso “La


Última Tentación de Cristo” y la Colegiación Obligatoria de Periodistas.

164
4. Protección Interna:
Tribunal Constitucional Español
El 3 de Octubre de 1979, el Congreso de los Diputados de Es-
paña, expide la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, y no será
sino hasta el 12 de Julio de 1980, cuando inicien las actividades.

Compuesto por doce miembros, escogidos entre juristas de


reconocida competencia, los magistrados tienen un período de 9
años improrrogables. El Tribunal Constitucional Español, (TCE),
está dirigido por un Presidente que es elegido entre sus miem-
bros, quiénes se encuentran divididos en 2 Salas, que se encar-
gan del juzgamiento de los casos que llegan a su conocimiento.

Esta institución se encuentra regulada en la Constitución de


1978, en el título IX, y se le define como la encargada de la de-
fensa de la Norma Fundamental en la dimensión jurídica y por
métodos y formas jurisdiccionales. Y sigue el modelo de otros
modelos jurisdiccionales europeos, que surgen a partir de la pri-
mera postguerra.

Aunque el fundamento primero del origen de la Justicia constitucional


constituye la necesidad de preservar la Constitución como norma
suprema del Estado y depurar el ordenamiento jurídico de aquellas
normas o preceptos que la vulneren, de manera su función
primordial vino constituida por el control de constitucionalidad en
sus distintas vertientes, no obstante, el llamado <sistema europeo>
de jurisdicción constitucional, ha ampliado las competencias de
los Tribunales Constitucionales residenciando en ellos, de un lado,
la protección de los derechos y libertades a través del recurso de
amparo, y de otra, los ha convertido en árbitros entre los órganos

en la nueva sociedad de la información 165


del Estado, o entre Estado y los distintos entes territoriales en que
se estructura aquél40.

Se lo tiene como una figura constitucional concentrada y


especializada. Se encuentra sometido únicamente a la Consti-
tución y a su Ley Orgánica, y es considerado como el intérprete
supremo de la Constitución.

4.1. Generalidades del Sistema

El Art. 161 de la Carta Política del Estado, regula las compe-


tencias del TCE y que las desarrolla además su Ley Orgánica, con
una enumeración abierta; sin embargo es importante mencionar
el sistema de competencias de una manera esquemática:

a) Control de Constitucionalidad de normas con rango de ley.


b) Conflictos Constitucionales.
c) Conflictos en defensa de la autonomía local.
d) Control previo de constitucionalidad de Tratados
Internacionales.
e) Recurso de Amparo.

La protección que puede darse de la libertad de expresión,


respecto a la legislación interna española, será mediante el Recur-
so de Amparo Constitucional, como mecanismo jurídico median-
te el cual podemos llevar acabo la defensa del derecho, puesto
que la libertad de expresión se encuentra dentro de los derechos
susceptibles de protección, puesto que al estar redactada en el
Art. 20.1 de la Constitución española, cae dentro del núcleo duro
de los derechos, establecidos en la sección 1ª del Capítulo II del
Título Primero (art. 15 al 29); por lo que quien se creyese afecta-

40 GOIG, J (Coord) (2006), El Sistema Constitucional de derechos y


libertades según la Jurisprudencia del Tribunal Constitucional, Madrid, p.595.

166
do en su derecho, podrá recurrir ante el TCE. Y dependiendo de la
clase de recursos a presentarse, este pude ir en contra de decisio-
nes o actos sin valor de ley de órganos legislativos (art. 42 LOTC);
contra actos de órganos ejecutivos (art. 43 LOTC), y contra actos
u omisiones de órganos judiciales (art. 44 LOTC).

4.2. Jurisprudencia, Límites y Situación

de la Libertad de Expresión

En el Capítulo III, en los apartados 3.1 y 3.2, hicimos refe-


rencia al tratamiento que la legislación española tiene con res-
pecto a la libertad de expresión, y los límites que se han podido
establecer a la misma. Como bien lo señala Luís Martín Rebollo
en la edición comentada de la Constitución de España, “La Ju-
risprudencia constitucional sobre libertad de expresión es muy
abundante y no es posible en la obra dar cuenta de ella. En la
medida en que apunta a algunos de sus límites, puede consul-
tarse sentencias importantes al respecto”. Coincidiendo con este
criterio, ilustraremos cada límite de la libertad de expresión con
un caso representativo emitido por el TCE41.

Sentencia - Límite en el respeto al derecho al honor intimi-


dad y propia imagen.- Uno de los supuestos más frecuentes de
colisión entre libertad de expresión o información, representa la
reserva que se tiene de la propia imagen, pues esta como parte
del honor42 y dignidad de la persona, constantemente se encuen-
tra expuesta y asequible al resto de la sociedad. De esta manera

41 En el campo del derecho penal, el tratamiento que se brinda, se puede


ampliar en R. REBOLLO, Aproximación a la jurisprudencia consitucional: libertad
de expresión e información y límites penales, Barcelona 1992, pp. 41-54.
42 ACEDO, A (2007), Derecho al honor y libertad de expresión,
asociaciones, familia y herencias: cuestios jurídicas actuales. Supuestos concretos
y soluciones jurisprudenciales, Madrid, pp. 20-59.

en la nueva sociedad de la información 167


el titular del derecho tiene la facultad de oponerse y controlar
que las imágenes o el material que se difunda no perjudique sus
intereses, ya que como lo indica la profesora Concepción Car-
mona Salgado “hoy en día existe un periodismo agresivo que,
amparado por la coartada del derecho a la expresión e informar,
carece de mecanismos de inhibición ética, y haciendo gala de
insensibilidad, lesiona gravemente la intimidad personal a través
del empleo de modernos procedimientos técnicos, en la medida
en que esto es así y dichos atentados no suelen ser lesivos al ho-
nor, tal y como se concibe en los delitos de calumnia e injuria”43.
Sin embargo, vemos que en la legislación interna española44, ya
se regula los supuestos de intromisión ilegítima, donde se puede
considerar afectado el derecho del individuo, indicando excep-
ciones en el Art. 8.2, que permite “la captación, reproducción
o publicación por cualquier medio cuando se trate de personas
que ejerzan un cargo público o una profesión de notoriedad o
proyección pública y la imagen se capte durante un acto público
o en lugares abiertos al público”.

Una sentencia que recoge esta limitación es la pronuncia-


da por el TCE, 213/2006, de 3 de julio, por ciertas afirmaciones
y expresiones vertidas en rueda de prensa que superan de manera
patente, por su notorio carácter infamante, el nivel de lo lícito al ex-
presar un evidente menosprecio a S.M. el Rey y a la institución que
encarna su persona afectando al núcleo último de su dignidad.

De esta manera el recurrente presenta una demanda de


amparo contra una resolución dictada por el TS del País Vasco,
que le condena por delito de injurias con motivo de la visita de
sus Majestades los Reyes de España, a la Comunidad Autónoma

43 CARMONA, C (1991), Libertad de expresión e Información y sus


límites, Madrid, p. 227-228.
44 Ley Orgánica, de 5 de mayo de 1982.

168
del País Vasco, para la inauguración de la Central de Generación
Eléctrica “Bahía de Vizcaya”, el demandante, convocó a una rue-
da de prensa, donde realizó graves declaraciones:

“¿Cómo es posible que se fotografíen hoy en día en Bilbao


con el Rey español, cuando el Rey español es el jefe máximo del
Ejército español, es decir, el responsable de los torturadores y que
ampara la tortura y que impone su régimen monárquico a nuestro
pueblo mediante la tortura y la violencia?”45.

La Fiscalía consideró que se encontraban dentro del delito


de injurias graves contra el Rey, por lo que se inició el proceso
penal correspondiente.

Ya en la parte resolutiva de la Sentencia, al no admitir el


amparo que se solicitaba, por cuanto se considera que las afirma-
ciones realizadas, son de carácter notoriamente infamantes, evi-
denciando un claro menosprecio a SM el Rey, situaciones que al
afectar el núcleo de su dignidad y de la institución que encarna,
no puede considerarse como amparadas bajo la protección de la
libertad de expresión; además se agrega que:

Naturalmente, en un sistema democrático, con libertad ideológica


y de expresión, tal caracterización no le hace inmune a la crítica
«en el ejercicio de sus funciones o con motivo u ocasión de éstas»
(en los términos del precepto penal aplicado al recurrente: art.
490.3 CP [ RCL 1995, 3170 y RCL 1996, 777] ), pero tal eventual
crítica no puede implicar la imputación de actuaciones efectivas del
poder público –algo que imposibilita la Constitución según antes
se ha señalado– como pretexto para menoscabar gratuitamente su
dignidad o su estima pública46.

45 STC, 213/2006, párr. 2.f.2.


46 STC, 213/2006, párr. Fund. Jur. 6.

en la nueva sociedad de la información 169


Sentencia- Pantoja contra Reprographic, S.A - Límite en el
respeto al derecho a la intimidad personal y familiar47.- Este caso
enfrentó a la cantante Isabel Pantoja, contra una empresa que
comercializó unas cintas de video sin autorización previa, en las
cuales se muestran escenas de las cornadas recibidas en la plaza
de toros, y su traslado a la enfermería del matador de toros Fran-
cisco Rivera Paquirri, esposo de la demandante, la cual pretendía
indemnización económica.

En primera instancia, el Tribunal Supremo desestima la de-


manda al indicar que dichas escenas “no pertenecen en manera
alguna a la concreta intimidad protegible, ya que no son sino el
propio espectáculo, consistente en sortear el necesario riesgo”.
Sin embargo, cuando el Tribunal Constitucional conoce el recur-
so de amparo, lo estima, alegando que si bien es cierto la seño-
ra Pantoja no era titular del derecho a la imagen de su marido,
dentro de lo concebido por la norma constitucional, sin embargo
indica que si le es extensible el derecho a la intimidad perso-
nal y familiar, pues esto afecta a otras personas estrechamente
unidas por especiales vínculos personales y familiares, y que la
revelación de estas imágenes de manera pública pueden haber
incidido en la esfera de su intimidad. Además recalca, que dicho
material comercializado, no se encuentra cubierto bajo la esfera
de la protección del Art. 20, ya que son captaciones realizadas
fuera del ruedo (dejan de ser públicas), ya que tienen que ver
con el tratamiento de las heridas mortales de Paquirri dentro de
la enfermería. Por tanto, estas no forman parte de la profesión y
espectáculo propios del fallecido – la lidia de toros-.

Ni la enfermería, por la propia naturaleza de su función puede así


considerarse como un lugar abierto al público (y de hecho, los que
allí entraron fueron conminados a desalojar el lugar) ni la reacción

47 Sentencia del Tribunal Constitucional 231/1988, de 2 de diciembre.

170
del señor R. ante sus heridas el ejercicio de una «profesión de
notoriedad pública48.

Por lo que encontramos que el TCE, encuentra en la esfera


de la protección a la intimidad personal y familiar, el límite frente
al Art. 20, como queda explicado.

Jurisprudencia respecto al Límite en el respeto al derecho a


la protección de la juventud y la infancia.- Alzaga, al referirse a
este límite que se encuentra en la Constitución, frente a la liber-
tad de expresión, indica que todo acto de protección “tiene su
fundamento en la formación moral de las personas, que por su
edad, no han podido consolidar aún decisivamente una escala
de valores de tal naturaleza, por tratarse, en el caso del joven
y el niño en seres en desarrollo”. Es deber del Estado, que se
promuevan las condiciones para que los jóvenes mantengan una
participación de manera libre y eficaz en el desarrollo político,
social, económico y cultural de la sociedad, para ello se deben
establecer ciertos límites, los cuales contribuirán para que la for-
mación total de estos, se lleve acabo de una manera plena y mo-
ralmente aceptable.

Así dentro de la sentencia 49/1984, de 5 de abril, el Consejo


Ejecutivo de la Generalidad de Cataluña, presenta un recurso de
Inconstitucionalidad, contra la Ley que regulaba las salas espe-
ciales de exhibición cinematográfica. Al respecto el TCE, al des-
estimar el recurso interpuesto, fue del criterio que “la protección
de la juventud y a la infancia originan una limitación cuya justi-
ficación constitucional está en el Art. 20.4, y tratándose de una
limitación debe garantizarse un mismo contenido básico en esa
vertiente negativa de la libertad que proclama dicho precepto”.

48 STC, 231/1988, párr. 8.

en la nueva sociedad de la información 171


La regla preferente es aquí la que arrancando del carácter de
limitación tal como resulta de la protección a la juventud y a la
infancia (fundamento quinto), actuando mediante la técnica de
prohibición (art. 1.º de la Ley 1/1982) y la de presión económica,
a través de medidas negativas (art. 5.º) sujeción a una exacción
parafiscal (art. 3.º) y agravación de una modalidad impositiva (art.
4.º) requiere un tratamiento básico uniforme. Tratándose de una
limitación que tiene su justificación constitucional en el artículo
20, 4, de la CE, debe garantizarse un mismo contenido básico a
esta vertiente negativa de la libertad que proclama el indicado
precepto, contenido que atrae a la competencia estatal en el marco
del artículo 149, 1, 1.ª, la calificación de las películas «X»49.

Por lo que la calificación de las películas X, se encuentra


orientado a la protección que se ejerce respecto a la juventud y
la infancia, en relación con la sensibilidad moral del espectador
medio. Que si bien son medidas negativas, coactivas y de signo
policial, se encuentran justificadas como límite a las libertades
del Art. 20.4.

Además en la sentencia del TCE, 153/1985, de 7 de no-


viembre, hace referencia a las limitaciones que deberán existir,
cuando se difunda, reciba información o ideas, entre las cuales
se tendrán en cuenta las que se refieren a la protección de la ju-
ventud y la infancia. Por lo que dichas limitaciones, al referirse al
resto del público no las debemos tomar como censuras, sino es
preferible entenderlas como una información al espectador so-
bre el contenido de determinado espectáculo, de esta manera se
potencia la libertad de decisión de este, pues con los elementos
básicos que se le presenta, se está dejando en su esfera que elija
o no determinada opción.

49 STC, 49/1984, párr. 7.

172
5. Autorregulación Ética como Opción de
Tratamiento, el Caso Europeo
Los profesionales de la comunicación50, ante los problemas
que han surgido durante el desarrollo de sus carreras, respecto
a los límites que pueden existir en su libertad de expresión e
información, a nivel mundial se han visto avocados a realizar
una serie de reuniones, donde se ha hablado de los lineamien-
tos básicos que deben conducirlos al momento de realizar su
trabajo, para no sobrepasar las garantías y libertades, es por ello
que se han definido una serie de normas de estilo, declaraciones,
manuales y códigos, encaminados a la reflexión, basados en una
especie de autorregulación de carácter ético, es por ello que se
ha redactado por ejemplo, “Los Principios Internacionales de Éti-
ca Profesional del Periodismo” o más conocida como la “Decla-
ración de la UNESCO”. En el ámbito interno se tiene, el “Código
Deontológico de la profesión periodística de la Federación de
Asociaciones de Periodistas Españoles”, y a nivel europeo, ya en
1993, se aprobó el “Código de Deontología del Periodismo” por
parte de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, don-
de su ponente y redactor fue el profesor Manuel Nuñez Encabo,
instrumento que pone lineamientos éticos para la autorregula-
ción por parte de los profesionales de la comunicación a la hora
de informar a la sociedad, al ser un pilar básico sobre el cual
descansa la democracia de un Estado.

Dentro de su labor diaria se consideran los deberes y dere-


chos de libertad y responsabilidad, además como hemos recalca-
do durante la elaboración de esta investigación, se debe marcar
claramente la diferencia entre noticias (información de hechos y
datos) y opiniones (ideas o juicios de valor).
50 PÉREZ, C, “La libertad de expresión, en el paradigma de las nuevas
tecnologías y la sociedad de la información”, Revista Latina de Comunicación
Social N. 61, Tenerife 2006, p. 13.

en la nueva sociedad de la información 173


El Código además señala la veracidad que debe existir, a
través de un criterio imparcial, con periodismo investigativo;
además resulta interesante la mención contenida en el Código,
acerca de que “Los medios de comunicación efectúan una labor
de <mediación> y prestación del servicio de la información y los
derechos que poseen en relación con la libertad de información,
están en función de los destinatarios que son los ciudadanos”.

Se recalca que cualquier poder público no puede ser consi-


derado como propietario de la información, y se excluye la idea
de censura previa, pues se debe garantizar una pluralidad de me-
dios, que sean el reflejo del ejercicio pleno de la libertad de ex-
presión e información. No se deja de lado el tema de reforzar las
garantías de estos derechos para los periodistas, sobre todo en lo
concerniente a secreto profesional, cláusula de conciencia, entre
otras, pues éstos serán a la final los encargados de trasmitir a tra-
vés de los medios, la realidad que sucede en la sociedad.

Merece resaltar que el documento aprobado por el Consejo


de Europa, a la hora de referirse a los límites dice: “…el ejercicio
del periodismo no debe condicionar ni mediatizar la información
veraz o imparcial y las opiniones honestas con la pretensión de
crear o formar la opinión pública, ya que su legitimidad radica
en hacer efectivo el derecho fundamental a la información de los
ciudadanos en el marco del respeto de los valores democráticos.
En este sentido, el legítimo periodismo de investigación tiene su
límite en la veracidad y honestidad de informaciones y opiniones
y debe ser incompatible con campañas periodísticas realizadas
desde tomas de posiciones previas e intereses particulares”.

Se tratan los temas de vida privada, respeto al honor e in-


timidad, derecho a la rectificación, xenofobia, racismo, proble-
mas con minorías. Al referirse a los medios, se pide la existencia

174
de una independencia y autonomía, para que de esta manera
se sientan libres al momento de informar, con la consiguiente
desvinculación política. El documento trata de uno de los temas
más complicados, pues se refiera a la creación de organismos
de autocontrol, conformados por editores, periodistas y agentes
de la sociedad civil, previo el consentimiento de los medios de
comunicación. Ente, que estaría encargado de analizar y emitir
recomendaciones frente a supuestos eventos de alteración de las
normas establecidas en el Código.

Ante ello, creo que los principios que se establecen en el


mencionado instrumento, son de gran valor para el correcto des-
envolvimiento de la sociedad junto a los medios, sin embargo,
la creación de un organismo autorregulador, conformado por los
propios interesados, crea sin duda una lucha de intereses, que
aunque en ocasiones aparezca camuflada, siempre existirá, es
por ello interesante abrir un debate a partir de los aportes que nos
trae el documento que hemos analizado, para buscar soluciones
reales, y sobre todo que en la práctica contribuyan al correcto
desenvolvimiento de los medios de comunicación, como garante
de la libertad de expresión y la democracia.

en la nueva sociedad de la información 175


5.1. Perspectivas y Retos frente a la Libertad

de Expresión

Hemos visto dentro de este capítulo como la comunidad in-


ternacional, a través de órganos regionales o internos, se ha visto
en la necesidad de crear instrumentos jurídicos que permitan la
defensa de las garantías fundamentales del ser humano. En lo que
respecta a nuestra investigación, la jurisprudencia acerca de la li-
bertad de expresión, demuestra cómo ésta ha ido evolucionando
su nivel de protección y actuación dentro de los límites necesa-
rios en la sociedad contemporánea51, que con el paso del tiempo
y avance tecnológico en el que nos encontramos, hace que se
establezcan niveles de protección, para que no exista contraposi-
ción entre derechos protegidos; aún más cuando vemos que este
derecho, es la base de las sociedades democráticas. Sin embargo,
ya es tiempo de adaptar todos los conceptos, así por ejemplo:

El sentido clásico de ciudadanía se está difuminando en la Red. La


evolución de la sociedad hacia un mercado global, conspira contra
los procedimientos políticos tradicionales e instaura una forma
de individualidad que puede establecer contacto directo con las
instancias superiores de la política empresarial52.

Esta apertura hace que las nuevas plataformas como Inter-


net, alberguen la mayor parte de la información que compartimos
a diario, incluido la publicidad, que en los últimos tiempos ha
hecho que se degenere por ejemplo en la tergiversación de la
información por parte de los medios, apuntando hacia el público

51 CALVO, J (2006), “Ironías de la libertad de expresión”, en Actualidad


Jurídica Aranzadi num. 701/2006, Pamplona, pp. 1-2.
52 PÉREZ, C (2003), Libertad de expresión en España, Nuevas Tecnologías
y Sociedad de la Información, Madrid, 251

176
que le deja mayores réditos económicos, relegando en ocasiones,
profesionalismo, veracidad de contenidos, e imparcialidad que
ven reducidos ante el control por parte de empresas, que definen
contenidos, programaciones y desvían sus políticas inherentes a
la libertad de expresión e información, simplemente con normas
de marketing53. No obstante, esa presión para manipular conteni-
dos, no solamente viene dada por la empresa, en ocasiones son
los gobiernos de los Estados, quienes a través de su poder, ejercen
una gran presión, para que a través de los medios, apoyar las ges-
tiones de determinado régimen, u ocultar información sobre de-
terminados actos realizados, intentando crear una máscara para
llegar a los ciudadanos mediante los medios de comunicación.

Ante ello, una de las ventajas que ofrecen las nuevas tec-
nologías, es precisamente la democratización del uso de los me-
dios, pues con la aparición de blogs, foros, chats, la información
no debe ser canalizada solamente a través de “medios oficiales”,
sino que el intercambio es continuo entre los usuarios, incluso de
primera mano y desde el lugar de los hechos, teniendo la posibi-
lidad de tener varias perspectivas de un mismo acontecimiento,
gracias a las alternativas que la Red nos otorga, claro está, tenien-
do en cuenta ese factor “riesgo”, al acceder a portales o sitios,

53 Uno de los aportes de CNN es que ha aplicado al pie de la letra el


precepto macluhaniano de que “el medio es el mensaje”, en el sentido de que la
comunicación instantánea proporciona la interrelación entre el medio ambiente
y las experiencias humanas convirtiendo el planeta en una “aldea global”,
pero tal instantaneidad obliga a dramatizar los hechos noticiosos y volcarse en
aquellos sucesos que estén aconteciendo por nimios que sean, necesariamente
dramatizados. No es fácil llenar por 24 horas la pantalla de noticias atractivas
visualmente. No obstante, CNN es una referencia obligada para los demás
medios, impresos o audiovisuales, que se ven arrastrados a su vez a la
espectacularidad y a luchar por la primicia. Pero esta práctica del periodismo no
informa mejor porque sean online and live; recibir más y constantes noticias no
significa necesariamente una mejor calidad de éstas en cuanto a su elaboración,
precisión y veracidad.

en la nueva sociedad de la información 177


cuya veracidad de contenidos, muchas veces es mínima, creando
en ocasiones un problema respecto la fidelidad de información y
fuentes. Ante ello Carlos Pérez Ariza, nos indica:

Creemos que Internet abre espacios para la expresión personal e in-


terpersonal, y que efectivamente, las posibilidades son amplias. Pero
también, como hemos visto, la Red cede cada vez más espacio a la
información comercial, y los intentos por regular sus contenidos des-
de los gobiernos y las corporaciones son también acuciantes.
Si, por una parte se puede interactuar con márgenes amplios de liber-
tad en la Red, por otra, el orden establecido teme que, sin controles
definidos, el caos se instale haciendo incontrolable este medio de
medios54.

De esta manera podemos darnos cuenta que pese al esfuerzo


que se realiza por parte del Estado para otorgar mayores garantías
respecto de la libertad de sus ciudadanos, en el aspecto práctico
y por los acelerados cambios en los que nos encontramos, no so-
lamente es necesario la existencia de instrumentos jurídicos que
proclamen y defiendan la libertad de expresión, sino que hace
falta una formación integral de los individuos, dentro de sólidas
bases éticas y morales.

54 PÉREZ, C. op. cit., p. 173 // p p. 258.

178
Reflexiones Finales
Las sociedades han tenido que evolucionar y pasar por
diferentes períodos, matizados con la contribución de pensado-
res y filósofos, que a través de sus teorías han tenido que desvir-
tuar dogmas que aquejaban a la sociedad; de esta manera, se
tuvo que implantar cimientos sólidos en el tema de garantías a la
libertad de expresión, ejerciendo un importante valor los funda-
mentos filosóficos que dieron origen a su nacimiento, dentro de
los que se destacan la idea de tolerancia, respeto al criterio ajeno
y el sometimiento al ejercicio de la razón.

Las luchas históricas libradas a favor de la libertad de culto


y de imprenta, sin duda fueron alicientes para que la libertad de
expresión sea tratada como elemento esencial de la dignidad del
ser humano, y que de esta manera sea protegida. Por lo que los
fundamentos a los que nos hemos referido, no deben ser olvi-
dados en los actuales momentos en los que la intolerancia y la
insensatez de algunos Estados, pretenden arrebatar por medio de
la fuerza, conquistas respecto a derechos fundamentales alcanza-
das por la humanidad a través de los tiempos.

Hay que tener en cuenta que la protección de esta liber-


tad, surge como respuesta a situaciones concretas por las cuales
atravesaba la humanidad de ese entonces: Magna Charta o The
Bill of Rigths, para atender problemas por los cuales la sociedad
se encontraba convulsionada, el derecho llegó para servir como
un vínculo racional, el cual no hizo más que canalizar las nece-
sidades de los individuos, y ponerlos en contraposición de los
intereses de otros, otorgando soluciones a través de instrumentos
jurídicos, los mismos que posteriormente fueron usados para la
protección y garantía de otros derechos, como fue el caso de la
libertad de expresión.

en la nueva sociedad de la información 179


Resultaría conveniente utilizar esta fórmula en la actualidad
frente al reto de las Nuevas Tecnologías, pues es nuestro deber
buscar soluciones alternativas para que los avances tecnológicos
no mermen las libertades, sino más bien podamos ampliar la co-
bertura de los derechos, en base al desarrollo científico que po-
dría brindar mayores beneficios para la ciudadanía.

Al estudiar la evolución de la libertad de expresión en los


modelos internacionales americano y francés, se puede eviden-
ciar su riqueza basada en la construcción de procesos multicul-
turales que estos tuvieron, no obstante, resulta importante señalar
que pese a las diferencias lógicas que existe entre estos sistemas,
se mantiene un vínculo común respecto a la teoría de protección
de las libertades, fundamentada en el concepto de dignidad de la
persona, poniendo al Estado como elemento protector y garantis-
ta, para que el individuo pueda disfrutar de los derechos que le
han sido reconocidos.

Respecto a la protección de la libertad de expresión, ambos


sistemas, mantienen la posición de su garantía total frente a las
restricciones por parte del Estado, dejando a salvo las limitacio-
nes puntuales establecidas en la ley.

Y aunque en la práctica estos modelos puedan estructurar


de una manera diferente la protección a la libertad de expresión,
en su esencia buscan el desarrollo de una sociedad democrática
sin ataduras, ni mordazas, donde prime el respeto al criterio del
individuo; conceptos éstos que pese a ser desarrollados en épo-
cas pasadas, actualmente recobran todo su valor al existir aún
violaciones en este sentido, que no permiten un progreso pleno
de los individuos.

180
Moldeando a un ciberciudadano: a lo largo de la investiga-
ción hemos estudiado los aportes que las Nueva Tecnologías han
traído a nuestra sociedad, y la ventaja de su utilización respecto a
estrategias de comunicación que nos posibilita estar conectados
sin importar el espacio físico o geográfico, llegando a superar lí-
mites que pensábamos no lo íbamos a lograr en esta generación,
pues vale la pena señalar que en medio siglo hemos conseguido
y avanzado, mucho más que la suma de los tres anteriores, sin
embargo cada día crece nuestra dependencia a dichas tecnolo-
gías, situación que resulta perjudicial al perder el contacto con
las realidades y problemas cotidianos, y volvernos adictos al sis-
tema.

Pese a todo ello, la contribución evidente que se está conso-


lidando, es la concepción del ciberciudadano, entendido como
el individuo que navega en la Red, sin importar nacionalidad,
raza, sexo, religión, planteando la posibilidad de alcanzar el tan
ansiado status de ciudadanía planetaria, aquella nueva concep-
ción de ser humano.

La protección supraestatal: son evidentes las contribuciones


que han traído para la sociedad las Nuevas Tecnologías, sin em-
bargo, también es cierto que a pesar de existir un sin número de
aperturas y libertades, existe el riesgo que gobiernos o empresas,
puedan manejar la información usando esos avances, alterando
contenidos, censurándolos o limitándolos, puesto que por razo-
nes técnicas, éstos pueden ejercer el control de las plataformas
tecnológicas, viéndose el usuario atado de manos frente a estas
situaciones.

Así queda demostrado que podrían cometerse atropellos


mediante el abuso de las Nuevas Tecnologías; y ante ello la res-
puesta legal aún no es la mejor, pues los instrumentos jurídicos

en la nueva sociedad de la información 181


no dan soluciones eficientes frente a estas situaciones, y en el
caso de existir una legislación (protección de datos), por el ace-
lerado desarrollo de las tecnologías, las normas van quedando
obsoletas, dejando en indefensión al individuo. Ante todo esto
creemos que es una obligación de los juristas, redactar normas
claras respecto a la regulación del intercambio de información
y la posibilidad de una libertad de expresión plena, expidiendo
marcos jurídicos generales que garanticen la tan ansiada protec-
ción supraestatal.

Una cuarta generación de derechos: con el desarrollo tec-


nológico se ha obteniendo beneficios como el de la democra-
tización de los medios. El hecho de unir las libertades civiles y
políticas del individuo (DCIP), con los nuevos derechos como
el de la garantía de acceso a plataformas informáticas, abre la
posibilidad a la persona a que emita sus opiniones libremente,
sin pedir permiso a nadie, y sobre todo cuente con un medio
mediante que pueda difundir las ideas, y hacer que llegue a un
mayor número de receptores.

De esta manera la red constituye una fuente de apoyo a la


democracia del siglo XXI, pues pone en manos de los ciudadanos
la información generada minuto a minuto, para que la utilicen,
difundan y valoren. Obteniendo con esto un elector informado y
un usuario de servicios en constante diálogo con su Administra-
ción, pudiendo alcanzar a través de estas alternativas basadas en
la tecnología, la tan ansiada eliminación de barreras, fundamen-
tada en la participación democrática responsable, que otorga una
mayor transparencia y eficiencia a la actividad pública, y por qué
no decirlo, un verdadero ejercicio de la libertad de expresión.

La positivización del derecho: durante la conformación y


estructuración de los Estados modernos, el hecho de adoptar un

182
ordenamiento jurídico propio para regular su convivencia, hizo
que se den grandes avances respecto a la protección de los de-
rechos del individuo, así la libertad de expresión tuvo el valor
de entrar en este reconocimiento dentro de la estructura de los
llamados derechos de primera generación (DCIP), destacando la
labor que ésta desempeña en el Estado, y que a veces la olvida-
mos, pues de su ejercicio depende que en una sociedad prime
una opinión pública libre, y de su protección nace la libre expre-
sión y difusión de pensamientos e ideas.

De esta manera, la experiencia a nivel internacional también


ha sido del todo positiva, ya que los principales instrumentos in-
ternacionales suscritos por las más importantes organizaciones
internacionales y regionales, reconocen la libertad de expresión
y la hacen exigible, y se vela por su protección, a través de visitas
por parte de relatores especiales, que han brindado a la comu-
nidad internacional, la seguridad del desarrollo de las sociedad
democrática a través de la libertad de expresión, a pesar de estas
buenas acciones emprendidas, aún no se logra comprender el ca-
rácter indeterminado que posee este derecho, nos referimos a la
libertad de expresarse incluso frente a temas políticos, situación
que no es aceptada por algunos gobiernos intolerantes a nivel
mundial, y es aquí donde se deben concentrar los esfuerzos.

“Telebasura” a pretexto de libertad de expresión: mirando el


aspecto positivo vemos la importancia que tiene que la informa-
ción pueda difundirse libremente y a todo el mundo, sin restric-
ciones gracias a las Nuevas Tecnologías, generando condiciones
de igualdad entre los individuos, pero existe el riesgo de convertir
a la información en una simple mercancía, que pueda ser ma-
nejada a su antojo por los medios, cayendo así en una peligrosa
manipulación de las opiniones de los ciudadanos, a través de una
conducción tergiversada. De ahí la importancia de parámetros

en la nueva sociedad de la información 183


claros mediante los cuales, ciudadanos y periodistas, manejen
de manera clara, objetiva y veraz la narración y publicación de
acontecimientos; dejando claro dónde termina la narración de la
información, y dónde inicia el análisis de opinión periodística.

Soy del criterio que pese a la aparente necesidad de la exis-


tencia de un órgano externo que se encargue de esta regulación,
por la justificación anteriormente anotada, es preferible, en caso
de acaecer una infracción, ésta debe encontrarse recogida como
un límite a la libertad de expresión por los instrumentos jurídicos,
por lo que se pueda acudir a los Tribunales, ventilándose aquí
dicho conflicto dentro de un proceso legal y ajustado a derecho.

Los límites necesarios al derecho: para alcanzar la debida


armonía dentro de las relaciones de los individuos en una socie-
dad, el derecho ejerce su papel regulador, para que las garantías
reconocidas a favor de las personas no se extralimiten, y que en
el ejercicio de éstas, un tercero no se vea afectado. Otro tanto su-
cede con la libertad de expresión reconocida por los Estados, la
misma que tienen determinadas limitaciones que han sido previs-
tas por parte del legislador, para que de acuerdo a una valoración
mesurada prime sobre todo la dignidad del ser humano.

Los límites comunicacionales en nuestra sociedad son tema


de actualidad total, pues al existir un incesante intercambio de
información, y manejo de los medios de comunicación por un
tipo de prensa que persigue un colectivo de “famosos”, para ven-
der morbo al público, que se deleita con las aventuras y desven-
turas de estos personajes, que distan mucho de ser consideradas
plenamente figuras públicas, pues su injerencia en la sociedad
es sobre todo desde la música, televisión, cine, etc. Es por ello,
que se debe identificar claramente, conforme a la jurisprudencia
de los distintos tribunales, qué situaciones realmente merecen la

184
pena ser investigadas y difundidas por su repercusión en la socie-
dad, y cuáles otras sin duda afectan los derechos y las libertades
de las personas y no pueden ser tratadas.

La experiencia internacional: el siglo XX estuvo marcado por


dos acontecimientos bélicos que no sólo afectaron el panorama
político y económico mundial, sino que también lanzó abajo las
incipientes aspiraciones de protección de derechos que se había
conquistado hasta la fecha, y que en algunos Estados ya habían
sido reconocidos, pues pudo más la sangre y muerte, que la ra-
cionalidad y el pensamiento.

Sin embargo, al salir de estos procesos la herencia que nos


dejó la comunidad internacional al pensar primero en una So-
ciedad de las Naciones y luego en la Organización de las Na-
ciones Unidas, fue de gran importancia, pues no solo ayudó al
desarrollo y pacificación de los pueblos, sino al reconocimiento
de los garantías y libertades de los seres humanos en los ordena-
mientos jurídicos tanto nacionales, como internacionales; así el
concepto que se desarrolló frente a libertad de expresión, se debe
analizarlo en ese contexto, y de acuerdo a las realidades que vi-
vía la época. Si bien se ha avanzado mucho en esta protección,
las amenazas han variado y ahora son otras las restricciones que
se tienen frente a la expresión de ideas y pensamientos, de esta
forma, el trabajo del jurista debe plantear las soluciones a estos
nuevos retos e incógnitas que nos trae la nueva sociedad de la
informática.

Los Tribunales Internacionales: el largo trabajo que han rea-


lizado la CEDH y la CIDH en sus órbitas de acción respecto a la
libertad de expresión han sido realmente favorables, así como
explicamos ya en el análisis de la jurisprudencia, el valor de la
libertad de expresión dentro de las sociedades democráticas visto

en la nueva sociedad de la información 185


por ambos Tribunales, así como también el aporte que presta la
prensa para esta construcción, han sido los elementos que han
permitido crear el ambiente propicio para el intercambio de ideas
y criterios que posibilitan al individuo elegir a sus representantes
de manera informada.

En este punto es importante mencionar que el trabajo en


defensa de la protección de los Derechos Humanos, es una lucha
relativamente nueva, no obstante luego del análisis de la jurispru-
dencia de los principales tribunales internacionales, gratamente
he podido ver que existe un exhaustivo trabajo en pro de la defen-
sa de la libertad de expresión y sus situaciones paralelas, lo cual
demuestra que pese a que no todo el trabajo está hecho, como lo
hemos anotado, los importantes criterios y doctrinas, refuerzan
el criterio de defensa del pensamiento y expresión del individuo,
para el correcto desarrollo de las sociedades democráticas, que
contribuyan con la paz y seguridad internacional.

Los retos del Siglo XXI: como hemos visto a lo largo de esta
investigación, el vertiginoso avance de la tecnología ha llevado
a que se impulsen grandes cambios, en los que el derecho no
ha quedado de lado, y ha tenido que adaptarse a estas nuevas
realidades, para regular y proteger las facetas de la vida de los
ciudadanos.

Más allá de las ventajas y desventajas que hemos apuntado,


no podemos negar que este siglo se presenta con una interesante
apertura respecto a la pluralidad de información e ideas, permi-
tiendo una mayor participación ciudadana, dando una verdadera
interacción en los ámbitos públicos y privados, a través de canales
directos, con el manejo de un discurso frontal, que permite que
las ideas fluyan libremente en la construcción de una comunidad
abierta al aporte de sus miembros, a través de canales directos

186
(portales de ayuntamientos, ministerios, etc.) o indirectos (blog´s,
foros, chats), que nos permiten como ciudadanos convertirnos en
parte integrante del Estado.

Por ello, las avanzadas redes y soportes telemáticos que po-


seemos en la actualidad, pueden contribuir al desarrollo de la
participación ciudadana, sobre todo en la creación de un equiva-
lente electrónico a los espacios públicos, donde las ciudadanos
a través estos instrumentos, puedan ejercitar un papel más activo
en el desarrollo de la comunidad y no se mantengan estáticos
como simples espectadores o consumidores. Cambiando de esta
manera el bastión de la lucha de los ciudadanos que antes re-
posaba solo en las calles, y que ahora ha sido suplantado por el
intercambio de información en las Redes.

en la nueva sociedad de la información 187


188
BIBLIOGRAFIA
ACEDO, A (2007), Derecho al honor y libertad de expresión,
asociaciones, familia y herencias: cuestiones jurídicas actuales.
Supuestos concretos y soluciones jurisprudenciales. Madrid.

ABRAMOVICH, V (2007), La aplicación de los Tratados sobre


Derechos Humanos en el ámbito local, La experiencia de una
década. Buenos Aires.

ANSUATEGUI ROIG, F (1994), Orígenes Doctrinales de la Liber-


tad de expresión, Madrid.

AZNAR, H (2002), La Doctrina Libertad de la libertad de expre-


sión y sus límites: El papel actual de los medios de comunicación.
Anuario de Filosofía del Derecho núm. 19, Madrid.

BALLESTEROS, B (2006), Lugares en ninguna parte, Zaragoza.

BARENDT, E (1985), Freedom of Speech, New York.

BELLO, S (Coord) (2005), Estudios jurídicos sobre la sociedad


de la información y nuevas tecnologías : con motivo del XX
aniversario de la Facultad de Derecho de Burgos, Burgos.

BENEYTO, J (1982), Los derechos fundamentales en la España Me-


dieval, Revista de Estudios Políticos No 26, Marzo-Abril, Madrid.

BOBBIO, N (1991), La Revolución Francesa y los derechos del


hombre, trad. de ASIS, R, Madrid.

BONET, J (1994), El Derecho a la Información en el Convenio


Europeo de los Derechos Humanos, Barcelona.

en la nueva sociedad de la información 189


CARMONA, C (1991), Libertad de expresión e Información y sus
límites, Madrid.

CASTELLS, M (2005), La era de la información, Vol. I y 3, La so-


ciedad red, Madrid.

CATALÁ, A (2001), Libertad de expresión e información, La juris-


prudencia del TEDH y su recepción por el Tribunal Constitucional,
Hacia un derecho europeo de los derechos humanos, Valencia.

CISNEROS, I. y OTRAS (2008), ¿Sociedad de la Información o


Sociedad del Conocimiento?
La educación como mediadora, http://tecnologiaedu.us.es/edu-
tec/paginas/43.html, 16 de Abril de 2008.

COTINO, L (coord.) (2007), Democracia, participación y voto a


través de las nuevas tecnologías, Granada.

CREMADES, J (2007), Micropoder, la fuerza del ciudadano en la


era digital, Madrid.

DE RÓTTERDAM, E (1999), Elogio de la Locura, trad. P. Voltes


Bou, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, Alicante.

DEL REY MORATÓ, J (2007), Comunicación Política, Internet y


Campañas Electorales, Madrid.

DÍAZ, E (1966), Estado de Derecho y sociedad democrática,


Madrid.

DWORKIN, R (2004), Deliberative democracy and human rights,


Barcelona.

190
FASSO, G (1979), Historia de la Filosofía del Derecho, II vol, trad.
LORCA, J, Madrid.

FISS, O (1999), La ironía de la Libertad de Expresión, trad. FERRE-


RES, V, Barcelona.

FISHKIN, J (1995), Democracia y deliberación. Nuevas perspecti-


vas para la reforma democrática, trad. J. MALEM, Barcelona.

FRAGA, M (1957), Persona, Estado y Derecho, Madrid.

FREIXES, T (1990), Libertad de expresión, Anuario 1990 Departa-


mento de Ciencia Política y Derecho Público, Universitat Autò-
noma de Barcelona.

FROSIN, V (1982), Cibernética, derecho y sociedad, trad. por


SALGUERO, C, Madrid.

GARCIA, M (1957), Derecho constitucional comparado, Madrid.

GARCÍA, M (1998), El Convenio Europeo de Derechos Humanos


en el umbral del siglo XXI, Valencia.

GARRIDO, I (2007), Derechos Fundamentales y Estado Social y


Democrático de Derecho, Madrid.

GETTEL, R (1930), Historia de las ideas políticas, trad. GONZÁ-


LEZ, T, Barcelona.

GOIG, J (Coord) (2006), El Sistema Constitucional de derechos


y libertades según la Jurisprudencia del Tribunal Constitucional,
Madrid.

en la nueva sociedad de la información 191


GÓMEZ, D (Coord) (1990), El cambio: Libertad de expresión y
Medios de Comunicación Social, A. Coruña.

GONZÁLEZ, J (1984), Orígenes de la Declaración de derechos


del hombre y del ciudadano, Madrid.

GONZÁLEZ, T (2004), La Tutela del Derecho a las Libertades de


comunicación, con especial referencia a los audiovisuales, Re-
vista Europea de Derechos Fundamentales núm. 3, I semestre,
Valencia – Bolonia.

GUIZCET, F (1968), Historia de la Civilización en Europa, prólogo


de José Ortega y Gasset, Madrid.

GUSDORF, G (1988), Les révolutions de France et d´Amerique


(La violence et la sagesse), París.

GUERRERO, E (2006), Límites y excepciones del Derecho de


Autor en el entorno digital, Quito.

LESSIG, L (2000), Cultura Libre - Free Culture, trad. A. CÓRDO-


VA, Creative Commons.

L, LESSIG (2001), El Código y otras Leyes del Ciberespacio, trad.


ALBEROLA, E, Madrid.

LOCKE, J (1988), Carta sobre la Tolerancia, edit. BRAVO, P, Madrid.

LUKES, S (1975), El individualismo, trad. ALVAREZ, J, Barcelona.

MARTIN, A von (1981), Sociología del Renacimiento, trad. de


PEDROSO, M, México.

192
MASUDA, Y (1984), La Sociedad Informatizada como sociedad
Post-Industrial, trad. OLLERO, J, Madrid.

MATTERLART, A (2007), Historia de la Sociedad de la Informa-


ción, Barcelona.

MIRA, J (1995), Los límites penales a la libertad de expresión en


los comienzos del régimen constitucional español, Valencia.

MORENILLA, J (1985), El Convenio Europeo de Derechos Huma-


nos: ámbito, órganos y procedimientos, Madrid.

OSTRANDER, G (1969), The Rights of man in America, 1606-


1861, Columbia.

PECES-BARBA, G y Otros (2001), Historia de los Derechos Fun-


damentales, Tomo II, Siglo XVIII, Madrid.

PECES-BARBA, G (2004), Lecciones de Derecho Fundamentales,


Madrid.

PECES-BARBA, G (1993), Derecho y Derechos Fundamentales,


Madrid.

PECES-BARBA, G (1982), Tránsito a la modernidad y derechos


fundamentales, Madrid.

PEGUERA, M (2005), Derecho y Nuevas Tecnologías I, Madrid.

PÉREZ, C (2003), Libertad de expresión en España, Nuevas Tecno-


logías y Sociedad de la Información, Madrid.

en la nueva sociedad de la información 193


PÉREZ LUÑO, A (1976), Cibernética, informática y derecho (un
análisis metodológico), Bolonia.

PÉREZ LUÑO, A (1987), Nuevas Tecnologías, Sociedad y De-


recho. El impacto socio jurídico de las N.T. de la Información,
Madrid.

PÉREZ LUÑO, E. (comp.) (1996), Derechos Humanos y constitu-


cionalismo ante el Tercer Milenio, Madrid.

PÉREZ LUÑO, A (2004), ¿Ciberciudadaní@ o ciudadaní@.com?,


Barcelona.

POPKIN, R (1983), La historia del escepticismos desde Erasmo


hasta Spinoza, trad. UTRILLA, J, México.

PREVOST, A (1972), Tomás Moro y la crisis del pensamiento


europeo, trad. de MORENA, M, Madrid.

PULLIDO, M (2000), Libertad de expresión y Tribunal Europeo


de Derechos Humanos, en Repertorio Aranzadi del Tribunal
Constitucional num. 2/2000, Pamplona.

RODRIGEZ, M (2002), La nueva generación de derechos huma-


nos, Madrid.

SAAVEDRA, M (2004-2005), Lección para el programa del máster


on-line de la Universidad de La Coruña sobre “Derechos Funda-
mentales y Sistema de Garantías”, A. Coruña.

SAAVEDRA, M (1987), La Libertad de expresión en el Estado de


Derecho, entre la utopía y la realidad, Barcelona.

194
SARAZA, R (1995), Libertad de expresión e Información frente a
Honor, Intimidad y Propia Imagen, Pamplona.

SPINOZA, B (1985), Tratado Teológico-Político y Tratado Político,


trad. TIERNO, E, Madrid.

VASAK, K (1984), Hacía una legislación internacional específica


de los derechos humanos, Barcelona.

VEGA, P (1985), El principio de publicidad parlamentaria y su


proyección constitucional, Revista de Estudios Políticos núm.
43,Madrid.

VILLÁN, C (2006), Curso de Derecho Internacional de los Dere-


chos Humanos, Madrid.

VV.AA (2006), El derecho en red, estudios en homenaje al profe-


sor Mario G. Losano, Madrid.

VV.AA (1966), El sistema interamericano Estudio sobre su de-


sarrollo y fortalecimiento, Madrid.

en la nueva sociedad de la información 195


196

Anda mungkin juga menyukai