Cienciailia

en fam
CICLO DE CONFERENCIAS

Los movimientos de los

dinosaurios
escritos en sus huellas:
UN EJEMPLO EN EL CRETÁCICO INFERIOR DE
LA CUENCA DE CAMEROS (ESPAÑA)
Los numerosos yacimientos de huellas de dinosaurios
de la Cuenca de Cameros (La Rioja, Burgos y Soria)
revelan claramente qué dinosaurios poblaban el Cretácico
español y, además, permiten entender el movimiento a
gran escala de estos animales, que estuvo fuertemente
influenciado por las condiciones paleogeográficas y
paleoambientales de la Península Ibérica.

PONENTE:
D. Joaquín Moratalla
Dr. en Ciencias Biológicas. Investigador Titular de Organismos
Públicos de Investigación en el Instituto Geológico y Minero de
España (Museo Geominero)

29 DE ABRIL
Sala Cinemax70-20:00 horas

COLABORA:

Gobierno
de Canarias
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dinosaurios
escritos en sus huellas:
CICLO DE CONFERENCIAS

UN EJEMPLO EN EL CRETÁCICO INFERIOR DE

LA CUENCA DE CAMEROS (ESPAÑA)
Los numerosos yacimientos de huellas de dinosaurios de la Cuenca
de Cameros (La Rioja, Burgos y Soria) revelan claramente qué
dinosaurios poblaban el Cretácico español y, además, permiten
entender el movimiento a gran escala de estos animales, que estuvo
fuertemente influenciado por las condiciones paleogeográficas y
paleoambientales de la Península Ibérica.

PONENTE:
D. Joaquín Moratalla
Dr. en Ciencias Biológicas. Investigador Titular de Organismos Públicos de
Investigación en el Instituto Geológico y Minero de España (Museo Geominero).

29DE ABRIL Sala Cinemax70-20:00 horas

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de Canarias
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UN EJEMPLO EN EL CRETÁCICO INFERIOR DE
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F. +34 828 011 001
29DE ABRIL
PONENTE:
Sala Cinemax70-20:00 horas

museoelder@museoelder.es D. Joaquín Moratalla

www.museoelder.org
Dr. en Ciencias Biológicas. Investigador Titular de Organismos Públicos de
Investigación en el Instituto Geológico y Minero de España (Museo Geominero)
La información que poseemos sobre los dinosaurios no
proviene únicamente de sus restos esqueléticos sino también
de sus fósiles indirectos, principalmente huevos (Paleoología)
y huellas o icnitas (Paleoicnología). Cada una de estas dos
ramas de la Paleontología y, en este caso de la Dinosauriología,
ha aportado novedades muy significativas que nos permiten
entender la paleobiología de los dinosaurios desde un punto
de vista multi-dimensional. El registro de cáscaras, huevos
y nidos revela sus estrategias reproductoras, variables tanto
en los diferentes grupos como también a través del tiempo.
Las icnitas son fósiles especiales, siempre localizados in situ
(dónde el animal realmente pisó), siempre necesitadas de
unas condiciones ambientales favorables para su producción
y siempre fascinantes porque son el resultado de la interacción
de un animal en movimiento con el sustrato, lo que produce
una especie de fotograma de un instante irrepetible.
Las icnitas individuales presentan una morfología consecuencia
del pie que las produjo, lo que permite identificar al dinosaurio
responsable, aunque casi nunca a nivel de género y especie.
La causa de esto es que la forma de la huella no depende
únicamente de la morfología del pie sino también de otros
factores extraorgánicos como son la velocidad de marcha,
las condiciones del sustrato y también diversos azares de
preservación. Aún así, las icnitas permiten conocer la com-
posición general de los dinosaurios de un ecosistema. Además,
las huellas no se encuentran solas, sino formando rastros, lo
que permite llevar a cabo deducciones interesantes sobre
ciertos aspectos de locomoción (velocidad de marcha, direc-
ción, orientación de las huellas, distribución del peso, etc.),
cuestiones en las que el estudio de las icnitas es clave ya
que la información que se obtiene a través de los restos
esqueléticos es aquí muy limitada. Por otro lado, los rastros
no se encuentran solos, sino formando conjuntos que permiten
observar la interacción de diversos individuos. Por ejemplo,
algunos yacimientos han evidenciado el hecho de que algunos
dinosaurios fueron formas gregarias (vivían y se movían en
grupo), aunque esta cuestión se conocía anteriormente a
través de otros tipos de restos (nidos, restos osteológicos,
etc.).
Los yacimientos paleoicnológicos de la Cuenca de Cameros
han revelado información muy interesante relacionada con lo
anteriormente expuesto, pero además, se formaron en unas
condiciones paleogeográficas un tanto especiales de la
Península Ibérica. En efecto, durante el Cretácico la actual
zona de la Cordillera Ibérica estuvo implicada en un prolongado
proceso de rift. Por ejemplo, durante el período Aptiense
(hace unos 110 millones de años aproximadamente), el mar
invadió la región Ibérica desde el noroeste y desde el sureste,
de modo que la Cuenca de Cameros se convirtió en el único
paso posible entre dos masas continentales: el Macizo del
Ebro y el Macizo Ibérico. Como consecuencia, los dinosaurios
tuvieron que atravesar necesariamente esta cuenca lacustre
para pasar de un lado a otro. Esto produjo, por un lado, tan
ingente cantidad de huellas y, por otro, que éstas muestren
una orientación preferencial bidireccional, evidenciando que
estos animales se movieron fuertemente influidos por estas
condiciones paleogeográficas.
Los movimientos de los
dinosaurios
escritos en sus huellas:
UN EJEMPLO EN EL CRETÁCICO INFERIOR DE
LA CUENCA DE CAMEROS (ESPAÑA)