1. Por amor. Esto tiene mucho que ver con nuestra cultura, muy
romántica. Ese romanticismo que puede apreciarse hasta por las letras de tangos.
Romanticismo que impregna las relaciones y crea ambientes propicios para la
intimidad. La razón más apuntada como motivo de las relaciones prematrimoniales fue
el amor. Muchas parejas cristianas creen que el amor lo justifica todo. “Con tal que haya
amor”, dicen. Parece ser que la línea de la moralidad está en el amor, no en el
mandamiento de Dios. Pero no te engañes, eso no es amor, eso es “pasión, deseo”. El
amor lo espera todo, dice la Biblia. El amor respeta al otro. El deseo es egoísta, piensa
en satisfacerse a sí mismo; el verdadero amor piensa en el otro y, por lo tanto, respeta y
espera.
5. Por un mal consejo. Una parejita de cristianos recién convertidos estaban buscando la
voluntad de Dios para sus vidas. Estaban siendo tentados a tener relaciones sexuales y
consultaron a un hermano de la iglesia para saber cómo buscar la voluntad de Dios
acerca de este tema. Aquel hermano les guió de esta forma: “ustedes deben ponerle un
vellón a Dios, es decir, deben pedir que por medio de una señal muestre Su voluntad.
Miren -les siguió diciendo, una noche cuando estén a solas en la casa y vuelvan a ser
tentados, oren a Dios y díganle: si alguien toca el timbre de la casa, significa que tú no
quieres que tengamos relaciones. Ahora, si nadie toca el timbre será la señal de que tú
apruebas que nosotros hagamos el amor”. Adivina qué sucedió aquella noche.
¡Acertaste! Nadie tocó el timbre. Un mal consejo puede llevar a la ruina.
6. Por ignorar la voluntad de Dios. Muchos jóvenes creen que tocarse los genitales,
acariciase los pechos y tener intimidad sin ropa no está mal; aun las relaciones sexuales
antes del matrimonio no son mal vistas. Sencillamente, ignoran la voluntad de Dios.
Piensan mal y, como consecuencia, actúan mal. Nuestra conducta es la manifestación de
nuestra creencia. Lo que pensamos determina qué es lo que hacemos.
7. Por temor a la soledad. En una encuesta que realizamos fue sorprendente descubrir
que un alto porcentaje, tanto de varones como de mujeres, tienen miedo a no encontrar
pareja y quedarse solos. El 38 % de esos jóvenes manifestaron haber tenido encuentros
sexuales. El deseo de intimidad, de relación afectiva, de calor, de amor, de sentirse
amados, les lleva a ceder en el plano sexual