Posicionamiento del Ingeniero Abraham González Uyeda,

Legislador por Jalisco, en relación con el dictamen de

decreto que autoriza al titular del Ejecutivo para contratar
un crédito hasta por mil quinientos millones de pesos para
destinarlo a inversiones en infraestructura y equipamiento
que requieren las tareas de seguridad pública y
readaptación social.

JUEVES 14 DE ABRIL DEL 2011

PALACIO LEGISLATIVO. RECINTO OFICIAL
GUADALAJARA, JALISCO

Compañeros diputados:

Hasta ahora, Jalisco tiene 20 contratos de

deuda vigentes, incluido el empréstito urgente
que se autorizó en septiembre para reparar la
infraestructura dañada de Puerto Vallarta.
La deuda del Gobierno Estatal supera ya los
16,300 millones de pesos, que equivalen a una
cuarta parte del presupuesto anual, y más de
2.5% del producto interno bruto de la entidad.
Somos, con el Distrito Federal, el Estado de
México, Michoacán, Nuevo León, Chihuahua y
Sonora, una de las entidades federativas con
mayor endeudamiento, y nuestras obligaciones
de pago se extenderán al menos hasta el 2030.
En un contexto como éste, cabe preguntar:
¿por qué adquirir más compromisos? ¿Por qué
incrementar en 10% el endeudamiento de
Jalisco?

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 En el gobierno, lo mismo que en la
empresa y en la economía familiar, la decisión
de endeudarse no se justifica en función de la
capacidad de pago, sino en el destino que
pretende darse a los recursos.
El dictamen que ahora se pone a votación
autorizará mil quinientos millones de pesos para
atender uno de los temas que más nos
preocupa: La seguridad pública. Por eso
estamos a favor.
Pero también hay que ser claros en los
alcances de esta decisión:
…Los recursos económicos sirven para adquirir
infraestructura y equipamiento…
…Los recursos pueden darnos más tecnología y
mejorar las instalaciones de los centros
penitenciarios…
Pero el dinero, así sean 1,500 millones de
pesos, no resuelve por sí solo el tema de la
inseguridad.

Lo más destacable, en este caso, es que

los Grupos Parlamentarios hayamos coincidido
en un acuerdo fundamental: No escatimar en
materia de seguridad.

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 La capacidad de ponernos de acuerdo es el
mejor mensaje que mandamos a los
jaliscienses.
Es lo mismo que pedimos a las autoridades
administrativas de los tres órdenes de gobierno:
Coordinación y acuerdos.
En las Comisiones dictaminadoras, y ahora
en la Asamblea, coincidimos en la necesidad de
conseguir recursos para mejorar la
infraestructura y el equipamiento para la
seguridad pública y la readaptación social.
Pero ni la tarea del Congreso, ni la del Poder
Ejecutivo terminan aquí.
Hemos dado un paso muy importante al
aprobar, de manera simultánea a este
dictamen, el proyecto de Ley en materia de
Extinción de Dominio, ya aprobado en
Comisiones.
Estamos generando el marco jurídico que
requieren los órganos de procuración y
administración de justicia para mejorar su
trabajo.
Pero no se nos olvide que todavía tenemos
otros temas pendientes:

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 Hace falta un sistema de normas que haga
efectivo el control de confianza a todos los
elementos operativos de las corporaciones
policiales.
Necesitamos aún adecuar el marco jurídico
para que el sistema judicial sea más eficiente, y
cierre el paso a la impunidad.
Debemos completar la reforma del sistema
penitenciario, y ofrecer al Ministerio Público los
mecanismos legales que faciliten sus tareas de
investigación.
Necesitamos generar los esquemas de
previsión social que respalden a nuestros
buenos policías.
En este punto, quiero hacer patente mi
reconocimiento a la fracción del PRI, y en
especial al Presidente de la Comisión de Puntos
Constitucionales, por el grado de compromiso
que han demostrado en el objetivo de crear un
régimen de seguridad social para los policías.

Y también se requieren, desde el lado de

las autoridades administrativas, que se
desplieguen planes, programas y acciones que
sirvan efectivamente para reducir los índices
delincuenciales.

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 La aprobación de los recursos es un paso
muy importante, pero no es menos importante
que la necesidad de que cada quien tome su
parte de responsabilidad, y muestren voluntad
para hacer concurrentes los esfuerzos.
Para eso se necesita valor.
Preocupa que no se estén tomando medidas
frente a los problemas sociales como la
deserción escolar, cuando está comprobada la
relación estrecha entre esos fenómenos y la
incidencia delictiva.
Preocupa que los gobiernos municipales no
estén prestando la atención debida al fenómeno
del pandillerismo, a pesar de que en otros
Estados es evidente que el crimen organizado
recluta jóvenes de agrupaciones callejeras.
Cabe aquí el reconocimiento al Presidente
Municipal de Tlaquepaque, Miguel Castro, por
las acciones que ha tomado su gobierno para
inhibir el ingreso de miembros de pandillas
urbanas a las filas del crimen organizado.

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 Muy diferente de lo que pasa en el municipio
de Guadalajara, donde la delincuencia común, el
vandalismo y los grupos que amedrentan lo
mismo a los transeúntes que a los
comerciantes, se han vinculado cada vez más
con los proveedores de drogas y con los que se
organizan para robar bancos, autopartes o
vehículos, que evidentemente son parte de la
delincuencia organizada.

Hoy, al autorizar este decreto, estamos

dando un paso muy importante. Pero no es la
panacea, porque más tecnología y equipo no
resuelven mágicamente las causas que,
deliberadamente o por descuido, permitieron el
avance de los criminales.
Reconozco la necesidad de que el tema ya
no se partidice, y acepto la responsabilidad de
anteponer el interés de Jalisco sobre nuestras
posiciones políticas, porque atribuir colores o
poner apellidos a cada acierto o desacierto, no
favorece la coordinación entre autoridades, que
tanto necesitamos.
Aprobado este crédito, lo que sigue es cerrar
filas con la administración estatal, con el
Gobierno Federal y con los ayuntamientos, para
acotar a los delincuentes e imponer el Estado de
Derecho.

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 El gran reto, insisto, es la cooperación.
No podemos dejarle al Gobierno Federal toda
la carga del combate al crimen organizado,
cuando sabemos que el Municipio es
responsable del control de las calles, de la
atención a pandillas, de la organización vecinal,
de la aplicación de programas preventivos en
las colonias.
Y la asignación de más presupuesto,
tampoco garantiza que los responsables de
investigar y perseguir el delito sean más
responsables. En este punto se necesita un
esfuerzo muy decidido de las autoridades
estatales.
Tendremos que entrar también al tema del
Poder Judicial, y necesitamos la colaboración de
los jueces y magistrados para que, en el marco
de la Ley, todos los responsables de la
administración de justicia se sometan al control
de confianza, sin judicializar el tema ni inventar
artilugios para evitar la aplicación de las
pruebas.
Tendremos que apurar el paso para que el
Congreso no demore más la aprobación del
paquete de reformas en seguridad.
En eso, Jalisco nos pide más resultados.
Muchas gracias.