Resumen:
Al intentar preguntarnos sobre las prácticas Pre – profesionales lo que estamos haciendo es
resignificar el aprendizaje de la profesión; lo cual implica la necesidad de una crítica de algunas
tradiciones en Trabajo Social.
Podemos decir que no hay intervención sin interpretación social. Por lo que hay una relación de
mediación insoslayable entre la práctica profesional y un modo de comprender lo social; para
esto los diversos aportes de la Teoría Social son imprescindibles.
Hablamos de una compresión que es siempre histórica porque estamos planteando la
intervención y su comprensión desde la inserción en la dinámica social, en la práctica social de
la sociedad, en cómo la cuestión social se expresa en la relación conflictiva entre los sujetos
sociales y sus necesidades.
De lo contrario existe imposibilidad de articulación cuando la relación con la complejidad social
no es más que una relación instrumental: medios – fines, sin saber por qué, para qué, desde
dónde y quiénes participan en la práctica social en la cual intervenimos.
_________________________________
* Profesora de la Carrera de Trabajo Social, Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza,
Argentina. Licenciada en Trabajo Social. Actualmente trabaja en su Tesis de la Maestría en
Ciencias Sociales de FLACSO, Buenos Aires. Ponencia presentada al XVII Seminario
Latinoamericano de Escuelas de Trabajo Social; Lima, Perú. 2001.
www.ts.ucr.ac.cr 1
Introducción
Con esta breve introducción quiero enmarcar el desarrollo del presente escrito;
señalando como limitación que hablaré desde mi lugar de docente y desde mi
trayectoria teórico-práctica específica. Pero propongo con mucha humildad
compartir ideas y propuestas que este ámbito de reflexión colectiva promueve.
¿Por qué planteo esto? Porque para intervenir es necesario saber por qué,
sobre qué y para qué intervengo. Es decir, comprender en toda su magnitud y
complejidad la intervención. Hablamos de una comprensión que es siempre
histórica porque estamos planteando la intervención y su comprensión desde la
inserción en la dinámica social, en la práctica social de la sociedad, en cómo la
cuestión social se expresa en la relación conflictiva entre los sujetos sociales y
sus necesidades.
www.ts.ucr.ac.cr 4
Por lo tanto, si no conocemos el contexto social y las manifestaciones
particulares de la cuestión social en el ámbito donde practico, si ni siquiera
tenemos claro desde qué categorías teóricas y epistemológicas estoy tratando
de ver ese ámbito y, finalmente, si desconozco desde qué lugar estoy
proponiendo mi práctica no sabremos de qué trama social estamos hablando;
porque sin teoría es difícil leer la realidad; y sin contextualizar la práctica, es
difícil superar el activismo.
Hay que dejar claro que, más allá de que haya correspondencia entre teoría y
práctica, la relación entre ellas no es inmediata sino que se produce a través de
mediaciones que implican experiencias, representaciones, visiones del mundo,
proyectos sociales y colectivos, relaciones sociales, construcción de
significados.
www.ts.ucr.ac.cr 5
Ahora bien, el problema surge cuando se quiere reducir la teoría
exclusivamente a dar respuestas inmediatas a situaciones concretas y proveer
instrumentos para la intervención. Porque identificamos teoría con
metodologismo y no podemos explicar cómo hacer para dar ese salto directo
de la teoría a la práctica o viceversa. Las teorías sociales son reflexiones
sistemáticas que tienden a dar explicaciones generales sobre la sociedad y los
sujetos y no tienen como objetivo inmediato resolver problemas prácticos. Sin
la producción teórica es imposible en el campo de la intervención profesional
enfrentar las demandas nuevas y emergentes y resignificar las tradicionales en
el contexto complejo que hemos caracterizado. Por ello el conocimiento crítico
sobre la dinámica de la realidad social con la cual interactuamos es
imprescindible e insoslayable. Pues al interior de esa realidad social es donde
se estructuran procesos de interacción simbólica, momentos de
consenso/dicenso y negociación, que hacen que la práctica profesional sea de
determinada forma y que, a su vez, ésta también transforme la relación con la
práctica social a través del juego entre poder y acción. Pero sólo desde una
mirada teórica puedo explicar, comprender y modificar esa intervención
singular.
Por lo que creo que sólo será posible que esas acciones profesionales sean
autorreconocidas, conocidas, aprehendidas y que aporten fundamento a la
teoría que se pueda producir desde el Trabajo Social si le ponemos voz a esas
www.ts.ucr.ac.cr 6
prácticas. Ponerle voz a la intervención profesional de cada uno, implica
ponerla en cuestión, mirarla en situación, es decir, mirarla desde una
perspectiva relacional y entonces, poder argumentarla.
Esto nos abre un camino –no para que el Trabajo Social cambie el mundo, las
instituciones o destruya la pobreza, desde una mirada omnipotente- sino para
que los trabajadores sociales en cada intervención, reconociendo ese marco
contradictorio y conflictivo, conquistemos espacios de autoafirmación y
ayudemos a que los sujetos con los cuales nos relacionamos en esas
intervenciones, también lo hagan. Por lo que esto nos permitirá poder tomar
decisiones en el Programa en el que estamos trabajando desde una posición
crítica, poder proponer modificaciones desde otra mirada, o plantear un
programa distinto. Siempre hay brechas desde donde se pueden construir
espacios distintos.
Es cierto que la realidad nos muestra que la palabra también es usada para
callar, para amordazar, para homogeneizar. Pero tengo la convicción de que
Trabajo Social en esa relación entre necesidades, intereses y poder, puede y
debe alzar su voz para decir que la realidad debe y puede ser de otro modo.
Porque el que calla otorga; y ése sí que es un camino sin salida, sin
esperanzas, un camino mudo y esclavo.
Y como dice Margarita Rozas Pagaza: “El sentido político de la profesión está
en la posibilidad de revalorización de la ética como indignación, de la ética
como interpelación y de la ética como relación con la acción, en la posibilidad
de seguir imaginando la emancipación (Servini, Sonia – 2.000, pág. 11).
Aquí seré más breve, porque con lo que he venido desarrollando creo que he
planteado bases interesante y complejas de cómo deben ser las prácticas.
Primero debemos tener en claro que cuando hablamos de perfil nos estamos
remitiendo a una serie de rasgos deseables, de formas ideales, de situaciones
que tienen la pretensión de horizonte a alcanzar. Por lo tanto, estoy haciendo
referencia a una aspiración, a un proyecto fundamentado y organizado
operativamente que me permita alcanzar dicha aspiración.
www.ts.ucr.ac.cr 9
4. Algunas reflexiones finales
Creo que hoy el desafío para el Trabajo Social es reconstruir el problema social
en el cual va a intervenir “en situación”; ya que no es posible pedir la existencia
de categorías a priori de las que partir incuestionadamente. Por lo tanto es
sumamente relevante y fundamental cuestionar la categoría con la cual se va a
trabajar: niño de la calle, pobre, menor en situación.
Algo que creo significa una ruptura y una superación de las debilidades de
nuestra profesión es el DEBATE al interior de la profesión, como configuración
de espacios colectivos de construcción de práctica y teoría, para que esa falsa
dicotomía entre estos dos términos que desde siempre arrastramos no nos
juegue nuevamente una mala pasada.
Por otro lado, debemos dejar precisado que todos los conceptos manejados en
la exposición se ponen en juego cuando empezamos a analizar los datos
obtenidos de la realidad. Por lo tanto, la práctica profesional no puede ser el
resultado de la aplicación de una metodología cerrada. ¿Cuántas metodologías
hay?. Pues, hay tantas como formas de entender la intervención hay. De allí
que podemos decir que los aspectos metodológicos son el conjunto de
procedimientos que van marcando la trayectoria de la intervención, van
señalando lineamientos generales, que tienen una direccionalidad dada por: el
posicionamiento teórico y el posicionamiento ético – político. Finalmente,
podemos sintetizar que la práctica profesional es ese proceso de inserción,
conocimiento y acción sobre una realidad concreta en el marco de lo expuesto
en esta jornada.
www.ts.ucr.ac.cr 11
5. Referencia Bibliográfica
(4) PAROLA, Ruth Noemí. Aportes al saber específico del Trabajo Social.
Buenos Aires, Espacio Editorial, 1997.
(5) PAROLA, Ruth Noemí. La nueva imagen del Trabajo Social hoy. Ponencia
desarrollada en el Taller de Trabajo Social de la Subsecretaría de Desarrollo
Social del Gobierno de la Provincia de Mendoza. Mendoza, 1999. (inédito)
www.ts.ucr.ac.cr 12