Este material consta de 5 temas, los cuales tienen como objetivo concientizar al
Joven en la realidad que el vive y trasladar la Palabra de Dios a su vida cotidiana.
Este material esta diseñado como materia de “apoyo”, y son propuestas que
hacemos para que el joven tenga un crecimiento integral en este tiempo, y tenga
conocimiento de la importancia de vivir el adviento juvenil no solo en las misas,
sino llevarlo a su entorno y que así se convierta en agente de conversión para su
familia y amigos.
Nos atrevemos a recomendar que revisen los temas con anterioridad, para que
puedan preparar el material que se necesitara para la reunión. Por ejemplo;
Para el primer tema hay que llevar lo necesario para preparar nuestra corona de
adviento, para el tercer domingo (4 tema) se necesitaran llevar revistar y recortes, y
para el cuarto domingo (5 tema) llevar lo necesario para poner el Nacimiento. Al
igual cabe mencionar que en todas las reuniones no puede faltar la Biblia.
Les Deseamos lo mejor para esta navidad, recordemos que el tiempo con nuestros
seres queridos es mejor que el regalo mas caro de este mundo, y el mejor regalo es
dar amor como Jesús nos lo dio.
1. Proclamar el texto. Una persona lee en voz alta el pasaje. Las otras la
escuchan o siguen en silencio la lectura del texto en su propia Biblia.
2. Analizar el texto. En parejas, identificar el contexto histórico de la lectura, los
destinatarios, la intención del autor y el género literario. Ubicar el texto en el libro
bíblico, en el capítulo en que se encuentra, y su relación con los pasajes anteriores y
posteriores.
3. Reflexionar personalmente. Se ofrece un tiempo de silencio, para que todos
profundicen la palabra e identifiquen las ideas más importantes. Pueden volver a leer
individualmente el texto en su Biblia.
4. Descubrir el corazón del mensaje. Todos oran en silencio, buscan lo que
quiere Dios comunicar a la comunidad y comparten lo que Dios les inspiró. En espíritu
de consenso, se descubre el mensaje para la comunidad. Si hay un mensaje
importante para sí mismo, se conserva para la oración personal.
5. Orar con el texto y saborearlo. Se hace un momento de oración para que
todos lleven a su corazón el mensaje de Dios. Esta oración permite que la palabra
penetre en el interior de cada uno, los llene de gozo y de paz, los consuele y desafíe a
la conversión.
6. Iluminar con el mensaje la vida de la comunidad. Todos reflexionan
para ver su realidad desde la perspectiva de Dios: ¿qué sucede en nuestro ambiente?
¿Cómo lo ve Dios?
7. Identificar las acciones que pide Dios. La comunidad dialoga sobre el
llamado de Dios en este texto: ¿Qué actitudes nos pide Dios que cambiemos o que
adquiramos? ¿Qué acciones debemos realizar? Se sugiere encontrar un símbolo o
escribir un lema para recordar y vivir el compromiso de esta reunión.
8. Celebrar la palabra de vida. La celebración es el punto culminante de la
reflexión comunitaria. Dios se comunicó con la comunidad mediante su palabra para
hacernos fieles seguidores de Jesús. En cada reunión se escoge lo más apropiado, de
forma espontánea: expresar una acción de gracias, pedir perdón, ofrecer la vida..., y
se entona algún cántico apropiado. Además, conviene ofrecer de forma simbólica el
compromiso asumido; pedir a Dios la gracia de vivir su palabra e invitar a María para
que nos ayude a ser fieles seguidores de
su Hijo.
Oración inicial
El adviento es el tiempo litúrgico de preparación espiritual para la gran fiesta de la navidad. Dura
cuatro semanas y en él recordamos que Jesús volverá glorioso algún día.
Adornar la casa, comprar regalos y enviar tarjetas caracteriza esta temporada. Pero lo importante es
prepararnos para celebrar que Dios se hizo uno de nosotros y para su segunda venida.
¿Cómo acostumbras prepararte? Este años Jesús saldrá a tu encuentro de manera especial; empieza
a preparar su venida dialogando con él sobre la misma
¿Qué significan los signos espectaculares en relación con la segunda venida de Jesús?
Lucas emplea un lenguaje apocalíptico, esto es, un modo de hablar lleno de signos y símbolos
provenientes de diversas culturas orientales, que eran usado s para expresar ideas, verdades o
experiencias difíciles de expresar con un lenguaje común. Con esos signos. Lucas describe el poder
absoluto de Dios sobre todas la cosas en el cielo y en la tierra, y afirma que Jesús es el Señor de todo
el cosmos, de toda la creación.
Este pasaje es una confesión de fe en la grandeza y el poder de Dios. Léelo nuevamente y ten en
mente esto, pues algunas personas al no conocer el lenguaje apocalíptico se confunde y piensan que
es una descripción del fin del mundo para asustar a la gente.
Al celebrar la Iglesia el Adviento, te invita a meditar en la venida del Señor. Esta venida se nos
presenta en tres dimensiones:
Adviento Histórico. Es la espera en que vivieron los pueblos que ansiaban la venida del Salvador.
Va desde Adán hasta la encarnación, abarca todo el Antiguo Testamento. Escuchar en las lecturas
a los Profetas, nos deja una enseñanza importante para preparar los corazones a la llegada del
Señor. Acercarse a esta historia es identificarse con aquellos hombres que deseaban con
vehemencia la llegada del Mesías y la liberación que esperaban de él.
Adviento Místico. Es la preparación moral del hombre de hoy a la venida del Señor. Es un
Adviento actual. Es tiempo propicio para la evangelización y la oración que dispone al hombre,
como persona, y a la comunidad humana, como sociedad, a aceptar la salvación que viene del
Señor. Jesús es el Señor que viene constantemente al hombre. Es necesario que el hombre se
percate de esta realidad, para estar con el corazón abierto, listo para que entre el Señor. El
Adviento, entendido así, es de suma actualidad e importancia.
Adviento Escatológico. Es la preparación a la llegada definitiva del Señor, al final de los tiempos,
cuando vendrá para coronar definitivamente su obra redentora, dando a cada uno según sus
obras. La Iglesia invita al hombre a no esperar este tiempo con temor y angustia, sino con la
esperanza de que, cuando esto ocurra, será para la felicidad eterna del hombre que aceptó a Jesús
como su salvador.
Esquema del adviento: Inicia con las vísperas del domingo más cercano al 30 de Noviembre y
termina antes de las vísperas de la Navidad. Los domingos de este tiempo se llaman 1°, 2°, 3° y 4°
de Adviento. Los días del 16 al 24 de diciembre (la Novena de Navidad) tienden a preparar más
específicamente las fiestas de la Navidad.
El color de los ornamentos del altar y la vestidura del sacerdote es el morado, igual que en
Cuaresma, que simboliza austeridad y penitencia. Son cuatro los temas que se presentan durante
el Adviento:
I Domingo, la vigilancia en espera de la venida del Señor.
III Domingo, el testimonio, que María, la Madre del Señor, vive, sirviendo y
ayudando al prójimo.
Corona de Adviento:
•Significado. El círculo de follaje verde, recuerda la eternidad de Dios y nos hace pensar en los
miles de años de espera del Mesías, desde Adán hasta su nacimiento y, en la actual espera de la
segunda venido de Cristo. El color verde significa la esperanza de la vida.
Las cuatro velas que se colocan alrededor, significan la luz que disipan las tinieblas del pecado,
son tres de color morado, que hablan del deseo de conversión y una rosa que habla de la alegría
vivida con María, por la inminente llegada de Jesús.
La vela blanca del centro es la Luz de Jesús que con su nacimiento, viene a iluminar
definitivamente la vida del hombre.
•Celebración. Es una costumbre que reúne a la familia, pues es allí en donde se sugiere la
celebración. La familia unida hace una oración en torno a la corona, con alguna meditación
alusiva a las lecturas dominicales; se enciende una vela cada semana cantando algo que hable de
la espera del Salvador. La noche del 24 de diciembre con las cuatro velas encendidas, se enciende
por último la vela blanca cantando villancicos y se "acuesta al niño Jesús" en el nacimiento, como
de costumbre, desde luego después de haber leído el Evangelio del relato del Nacimiento en Belén
y de haber hecho una reflexión y oración todos juntos. Generalmente en los templos se reparten
hojas con oraciones sugeridas para esta celebración.
Nuestra preparación:
Nuestra preparación no tiene que ser sólo litúrgica, sino también espiritual y moral. Llama a la
conversión del corazón y a la renovación de vida.
La figura de San Juan Bautista destaca de manera especial en adviento. Es un compañero ideal,
austero y gozoso a la vez. Su vida fue penitente en grado sumo, pero no resuena en ella nota
alguna de tristeza. Como heraldo y precursor del Señor, se regocijo al escuchar la voz de Jesús.
Este es el único capaz de sacarnos de nuestra propia complacencia. "¡Arrepentíos, el reino de los
cielos está cerca!", gritaba.
La venida espiritual
En Cristo, el Hijo eterno, Dios ha aparecido entre nosotros en forma humana. E intenta entrar en
lo más íntimo de nuestras vidas, a fin de compartir su vida con nosotros. Él está a la puerta y
llama, pero jamás forzará la entrada. La puerta que da acceso a nuestros corazones sólo puede ser
abierta desde dentro.
Tiempo de esperanza
La Iglesia es más consciente de que su esperanza descansa en el futuro. Ella mira hacia delante,
hacia la restauración de todas las cosas en Cristo, a unos nuevos cielos y una nueva tierra. Sólo
entonces alcanzará ella su perfección plena.
Ciertamente, es muy difícil practicar la esperanza en los tiempos que vivimos. Muchísimas son las
cosas que militan en su contra: las críticas y ataques a la fe, los valores morales en declive, el
materialismo, la secularización o falta de religión se vienen a la alza. Hablando humanamente,
hay poquísimos motivos para la esperanza; pero la esperanza (Fe) bondad y el poder de Dios.
Como pueblo de Dios, tenemos que poner lo que está de nuestra parte para la construcción de la
Civilización del amor y para preparar un camino al Señor. Ambas tareas son inseparables.
"Vigilar y orar"
La vigilancia es una virtud importante, pero bastante descuidada. Vigilar significa vivir en el
pensamiento de la segunda venida de Cristo. Debería ser una actitud de mente constante, que
gobernará toda nuestra conducta. Una virtud para todo momento, pero especialmente apropiada
durante el Adviento.
Si estamos dispuestos y preparados en todo momento para servir a nuestros prójimos y a Dios,
entonces estamos practicando la vigilancia; estamos al acecho de Cristo.
Esta actitud de vigilancia no es algo ansiosa, sino paciente y pacífica; pero es, al mismo tiempo,
una postura de alerta.
Actividad Comunitaria
Formar equipos.
Cuando se haya terminado de preparar cada parte de nuestra corona de adviento, la colocamos en
un punto estratégico de nuestro salón. Para poder tenerla lista para nuestro primer domingo de
adviento.
En cada reunión se realiza la oración inicial y mientras se procede con la Lectura se enciende la
vela correspondiente.
Nota: inviten a sus asesores a que participen de este momento, recuerden que es
momento de compartir, de prepararnos y aprender a vivir en familia, nuestra gran
familia que es iglesia.
Entrar en Oración
Ya madura la historia en promesas, sólo anhela tu pronto regreso; si el silencio madura la espera,
el amor no soporta el silencio.
Con María, la iglesia te aguarda con anhelos de esposa y de madre y reúne a sus hijos, los fieles,
para juntos poder esperarte.
Cuando vengas, Señor, en tu gloria, que podamos salir a tu encuentro y a tu lado vivamos por
siempre dando gracias al padre en el reino. Amen
o ¿Cuáles son los consejos más importantes que da Pablo en su carta a los tesalonicenses?
La segunda, hay que leerla en el contexto de la ciudad de tesalónica a fines del siglo I, que fue
cuando se escribió esta carta. Es una invitación de Pablo a dejar las prácticas paganas que
incluían una vida sexual desordenada. Hoy podemos leerla como una invitación a ser santos en el
contexto cultural en que vivimos, porque Jesús volverá otra vez a nuestra vida para instaurar el
reino del padre.
Vive la palabra
Construye tu esperanza
La esperanza cristiana se centra en el fin último para el que fuimos creados, vivir unidos a
Dios por el amor para siempre. Eso implica conformarnos día a día como hijos suyos. Reflexiona
un poco par ver si estás desarrollando todo potencial como hijo(a) de Dios:
o ¿Qué tan desarrollada está tu capacidad para amar? Piensa en tu amor a Dios, a ti mismo, a tu
familia, y a tus amigos, al prójimo en tu camino y a la humanidad entera.
o ¿Qué tan bien usas tu intelecto? ¿Cómo van tus estudios y lecturas para seguir aprendiendo y
superándote? ¿Cómo colaboras con Dios en su obra de creación?
o ¿De qué manera contribuyes a crear la Civilización del amor?
o ¿Cómo usas tu libertad? ¿Qué haces para fortificar tu voluntad?
o En resumen ¿Cómo estás construyendo tu esperanza?
Sentido del I Domingo, la vigilancia en espera de la venida del Señor.
Durante esta primer semana las lecturas bíblicas y la predicación son una invitación con las
palabras del Evangelio: "Velen y estén preparados, que no saben cuándo llegará el momento".
Es importante que, como familia nos hagamos un propósito que nos permita avanzar en el camino
hacia la Navidad; ¿qué te parece si nos proponemos revisar nuestras relaciones familiares? Como
resultado deberemos buscar el perdón de quienes hemos ofendido y darlo a quienes nos hayan
ofendido para comenzar el Adviento viviendo en un ambiente de armonía y amor familiar. Desde
luego, esto deberá ser extensivo también a los demás grupos de personas con los que nos
relacionamos diariamente, como la escuela, el trabajo, los vecinos, etc. Esta semana, en familia al
igual que en cada comunidad parroquial, encenderemos la primer vela de la Corona de Adviento, color
morada, como signo de vigilancia y deseos de conversión.
2. Desarrollando la Reunión.
2.1. Motivación.
EJERCICIO 1: Escribe sin pensarlo mucho todas las CUALIDADES que tienes. Dispones
solamente de tres minutos para escribir todo lo bueno que tienes en lo físico, intelectual, moral.
Para que puedas escribir más cosas usa sólo una o dos palabras para cada cualidad. Por ejemplo:
amable, sencillo.
Vuelve a escribir, sin pensarlo dos veces, todos tus DEFECTOS. Dispones también de 3 minutos.
EJERCICIO 3: En la escala de calificaciones del cero al diez, asigna la calificación que creas
merecer como persona. Es un juicio cuantitativo de valores. Escribe tu calificación.
2.4. Plenario.
El animador pregunta si los ejercicios personales y la discusión en pequeños grupos les ayudaron a
conocerse más. Se da el tiempo necesario para escuchar experiencias personales, impresiones y
comentarios sobre los ejercicios realizados.
3. Rasgos que te definen a la hora de actuar y manifestarte.
1. De la siguiente lista de adjetivos, señala cinco que reflejen las actitudes que se dan en ti
normalmente:
4. Deja que otro miembro del grupo te comunique las actitudes que más se reflejan en ti.
Oración Final
Cada persona escribe 2 acciones que podrían realizar en comunidad para preparase para la navidad.
En comunidad, elaborar una lista con todas las acciones. En consenso decidir cuales son mejores y
factibles, o sea, que tienen valor y se pueden realizar.
Cada persona escribe una oración ofreciéndole a Dios el esfuerzo que pondrá para prepararse a
recibir a Jesús y ayudar a su comunidad juvenil a hacer lo mismo.
De manera espontánea, algunos jóvenes leen la oración personal, todos responden: “¡Así sea!” Si el
grupo es pequeño, dar la oportunidad a que todos hagan su oración en voz alta. Terminar
ofreciendo las acciones que decidieron llevar a cabo en comunidad.
Entrar en oración
De luz nueva se viste la tierra, porque el Sol que del cielo ha venido, en la entraña feliz de la
Virgen, de su carne se ha revestido.
El amor hizo nuevas las cosas, el espíritu ha descendido y la sombra del que todo lo puede en la
Virgen su luz ha encendido.
Ya la tierra reclama su fruto y de bodas se anuncia su fruto y de bodas se anuncia alegría; el Señor
que en los cielos habita se hizo carne en la Virgen María.
Gloria a Dios, el Señor poderoso, a su hijo y Espíritu Santo, que amoroso nos ha bendecido y a su
Reino nos ha destinado. Amén.
Juan el Bautista (un primo de Jesús que lideraba un grupo reeligió que movía a la
conversión) es muy importante en la historia de la salvación. Juan fue el último de los profetas
antes de Jesús, quien es el profeta por excelencia.
Los dos fueron personajes históricos reconocidos por la historia universal. Lucas aclara la
función de Juan el Bautista y lo propone como modelo de lo que nos toca hacer a todos los
cristianos: preparar la llegada del Señor.
El corazón de este pasaje es el texto del profeta Isaías, Léelo nuevamente y observa como,
a través del profeta, Dios pide nuestra conversión y nos ofrece su salvación.
Vive la palabra.
Todas las familias sufren y tienen tragedias; en las escuelas hay conflictos; en el trabajo
hay tensiones; en la sociedad injusticias…Pasar por una mala racha o constatar que vivimos en
medio de problemas, crímenes, guerras… es deprimente y es lógico que se genere angustia,
intranquilidad, apatía o amargura, en vez de alegría y esperanza.
Durante la segunda semana, la liturgia nos invita a reflexionar con la exhortación del profeta Juan
Bautista: "Preparen el camino, Jesús llega" y, ¿qué mejor manera de prepararlo que buscando
ahora la reconciliación con Dios? En la semana anterior nos reconciliamos con las personas que
nos rodean; como siguiente paso, la Iglesia nos invita a acudir al Sacramento de la Reconciliación
(Confesión) que nos devuelve la amistad con Dios que habíamos perdido por el pecado.
Encenderemos la segunda vela morada de la Corona de Adviento, como signo del proceso de
conversión que estamos viviendo.
Durante esta semana puedes buscar en los diferentes templos que tienes cerca, los horarios de
confesiones disponibles, para que cuando llegue la Navidad, estés bien preparado interiormente,
uniéndote a Jesús y a los hermanos en la Eucaristía.
Los Sacramentos son instrumentos que nos dejó Jesucristo para ayudarnos a llegar al Cielo más
fácilmente.
La Confesión o Reconciliación es el Sacramento mediante el cual Dios nos perdona los pecados
cometidos después del Bautismo y recuperamos la vida de gracia, es decir, la amistad con Dios.
Es la gran oportunidad que tenemos para acercarnos de nuevo a Dios que es nuestra verdadera
felicidad.
No es el Sacramento del final de nuestra vida, sino el que nos da la oportunidad de empezar una
nueva vida cerca de Dios.
Debemos confesarnos cada vez que caigamos en pecado grave o por lo menos una vez al año
durante el tiempo de Pascua. Pero es aconsejable confesarse cuando menos una vez al mes, ya que
así fortalecemos nuestra alma para resistir la tentación y nos acercamos más a Dios.
Existen quienes piensan que el sacramento de la Reconciliación no fue instituido por Cristo, sino
que es un invento de la Iglesia. Cristo lo instituyó cuando le dijo a los apóstoles: “Recibid el Espíritu
Santo. A quienes perdonéis los pecados les serán perdonados, pero a quienes se los retengáis les
serán retenidos”. (Jn. 20, 23; Mt. 18, 18; 16, 18-19). La Iglesia es la que posee el poder de perdonar
los pecados y buscar la santificación de sus miembros, a través de la penitencia y de una renovación
interior.
Cuando nos reconciliamos con alguien: esposa, esposo, hijos, amigos, después de haber tenido un
período de separación a causa de una pelea, de un mal entendido o una ofensa, nos sentimos en
paz, nos da una gran alegría. Con más razón cuando nos reconciliamos con Dios a quien hemos
ofendido con nuestros pecados. ¿Cómo podemos darle la espalda a Aquél que nos ha dado todo?
A. Examen de conciencia: Que consiste en recordar todos los pecados que hemos cometido desde
la última confesión.
B. Arrepentimiento: Que consiste en sentir sincero dolor de haber ofendido a Dios; y detestar el
pecado. (Para alcanzar el arrepentimiento hay que pedírselo a Dios)
C. Propósito de la enmienda: Que consiste en decidirse firmemente a no volver a pecar; en estar
dispuestos a evitar el pecado, cueste lo que cueste.
D. Confesión: Que consiste en decirle al Sacerdote todos los pecados que hemos descubierto en el
examen de conciencia. E. Satisfacción: Que consiste en cumplir la penitencia que nos impone el
sacerdote, con la intención de reparar los pecados cometidos. Es obligatorio cumplir la
penitencia, porque es parte del mismo sacramento.
Sincera: Es decir, sin querer engañar al Sacerdote, pues a Dios es imposible engañarlo.
Completa: Es decir, sin callarse ningún pecado
Humilde: Es decir, sin altanería ni arrogancia.
Prudente: Es decir, que debemos usar palabras adecuadas y correctas, y sin nombrar personas ni
descubrir pecados ajenos.
Breve: Es decir, sin explicaciones innecesarias y sin mezclarle otros asuntos.
Oración final
o Recordar una experiencia pasada que les dio esperanza en esos momentos y reflexionar
por unos minutos: ¿por qué les dio esperanza? , ¿se ha realizado ya esa esperanza?, ¿sigue todavía
viva?, ¿tienen que renovarla?
o Pensar en su vida actual: ¿hay algún aspecto en que necesites adquirir o fortificar su
esperanza?
En comunidad, evaluar las acciones propuestas la reunión pasada, y elegir cuales son mejores y
factibles para seguir poniéndolas en práctica. Y Realizar una oración en comunidad ofreciéndole a
Dios el esfuerzo que pondrán para recibir a Jesús.
Oración Inicial
Entra en Oración
Pablo, al estar prisionero y encadenado, decía: “¡Estén siempre alegres en el Señor; les repito,
estén alegres!”(Flp 4,4), pues su alegría radicaba en Jesús, presente en él. Ora para que Jesús
mantenga viva tu esperanza, encienda en ti la alegría y fortalezca tu fe en Dios y en ti mismo(a):
Señor, Acompáñame como amigo en mis caminos y andanzas. Sé mi maestro, quiero aprender de
ti. Sé mi modelo, quiero ser como tú.
Nútreme con tu palabra, tu amor y el pan de vida. Déjame descansar en ti, para encontrarme con
la paz de mi Padre. Amén.
¿Por qué es tan importante para Pablo decir a los Filipenses que deben estar siempre alegres?
Posiblemente, cuando Pablo escribió esta carta, la comunidad Cristiana de Filipos vivía una época
de crisis o decaimiento. Era difícil mantener la fe ante la incomprensión y los desafíos de los
vecinos, quieres no eran cristianos. Tampoco era fácil vivir según los valores del Reino en medio
de las tentaciones de la cultura Grecorromana que tenía valores distintos al evangelio de Jesús.
Una comunidad triste por los problemas que enfrenta es una comunidad que nos invita, que no
atrae. Pablo insiste: “estén siempre alegres”. Porque quien tiene a Jesús no pude estar triste o
decaído, incluso en las situaciones difíciles cuenta con el Espíritu Santo para mantener su
esperanza y eso da una alegría interior que nada puede quietar. Son los cristianos alegres quienes
acercan a más personas al amor de Dios.
Vive la palabra
Varios estudios psicosociales revelan que un porcentaje alto de las familias latinoamericanas
sufren violencia domestica. Esto es una desgracia, pues las experiencias negativas en la infancia
son difíciles de borrar y suelen generar problemas en las relaciones interpersonales, si las heridas
no son sanadas y superadas.
Por eso es frecuente que una persona que sufrió violencia en su infancia sea violenta con
su propia familia. De ahí la importancia de romper la cadena de la violencia domestica. Y ,¿Cómo
hacerlo?
Hoy la liturgia nos invita a la alegría, sería magnífico llevar este don de Dios a nuestra familia. La
alegría llevada ala hogar por los jóvenes es como un bálsamo que sana, fortalece y aumenta la
posibilidad de mejorar la vida familiar y social. ¿Cómo puedes responder a la invitación de Jesús a
vivir la alegría?
III Domingo, el testimonio, que María, la Madre del Señor, vive, sirviendo y
ayudando al prójimo.
Sabemos que María está siempre acompañando a sus hijos en la Iglesia, por lo que nos
disponemos a vivir esta tercer semana de Adviento, meditando acerca del papel que la Virgen
María desempeñó. Te proponemos que fomentes la devoción a María, rezando el Rosario en
familia, uno de los elementos de las tradicionales posadas, que inician el próximo día 16.
Encendemos como signo de espera gozosa, la tercer vela, color rosa, de la Corona de Adviento.
Con esta guía podrás descubrir la inmensa satisfacción que proporciona el aportar un beneficio a
la vida de los demás. Al reflexionar en este valor, encontramos que la vida del ser humano esta
llena de oportunidades para servir y hacer un bien al prójimo; por eso es conveniente recordar
que:
La Generosidad es el valor que nos hace pensar y actuar a favor de los demás, buscando aportar
un beneficio a través de nuestra intervención desinteresada; poniendo el bienestar de quienes nos
rodean, por encima de los intereses personales.
- La disposición natural e incondicional que tiene para ayudar y servir a los demás sin hacer
distinciones..
- Resolver las situaciones que afectan a las personas en la medida de sus posibilidades, o buscar
los medios para lograrlo.
Antes de considerar las acciones que debemos tomar para vivir mejor este valor, conviene detenernos
a reflexionar un poco en nuestras actitudes:
- ¿Me esfuerzo por superar la propia comodidad, tomando conciencia de la necesidad ajena?
- ¿Espero recibir ayuda, favores y servicios sin considerar el esfuerzo que los demás realizan?
-¿Realmente actúo desinteresadamente? ¿Es igual la disposición con mi jefe, socio o la persona
que siempre me apoya, a la que tengo en casa, mis subalternos, amigos, conocidos y personas en
general?
- Antes o después de servir a los demás, ¿pienso o espero recibir un halago, felicitación,
reconocimiento, beneficio o el favor devuelto?
-¿Siempre tengo presentes los favores hechos? ¿Les recuerdo, sugiero o hago notar a las personas
mi ayuda e intervención?
Ser generoso es algo que muchas veces requiere un esfuerzo extraordinario. Para vivir mejor este
valor en lo pequeño y cotidiano, es de gran utilidad poner en práctica las siguientes ideas:
- Procura sonreír siempre. A pesar de tu estado de ánimo y aún en las situaciones poco favorables
para ti o para los demás.
- Se accesible en tus gustos personales, permite a los demás que elijan la comida, película, lugar
de diversión, pasatiempo, la hora y punto de reunión.
- Aprende a ceder la palabra, el paso, el lugar; además de ser un acto de generosidad denota
educación y cortesía. En algunos casos es válido ceder el turno a quien tenga una urgencia real.
- Cumple con tus obligaciones a pesar del cansancio y siempre con optimismo, buscando el
beneficio ajeno. Los padres de familia son un magnífico ejemplo, pues sin su labor, el sustento, el
orden en casa, la educación y bienestar de los hijos, etc. simplemente no se darían.
- Usa tus habilidades y conocimientos para ayudar a los demás: explicando la clase a otros;
colaborando en organización de eventos; enseñando como hacer mejor el trabajo o la reparación
de artículos domésticos; como instructor de pintura, música, deportes en algún club infantil o
juvenil.
- Atiende a toda persona que busca tu consejo o apoyo. Por más antipática o insignificante que te
parezca, considera en ti a la persona adecuada para resolver su situación.
- No olvides ser sencillo, haz todo discretamente sin anunciarlo o esperando felicitaciones.
El vivir en constante entrega a los demás, nos ayuda a descubrir lo útiles que podemos ser en la
vida de nuestros semejantes, alcanzando la verdadera alegría y la íntima satisfacción del deber
cumplido.
Oración Final
Actividad en comunidad
PREPARACION
Llevar revistas y periódicos variados, así como lo necesario par aahcer un periódico
mural.
Actividad
1. Formar 2 grupos. El primero hará un póster con rostros tristes, enojados o violentos, y
con encabezados de periódico que hablen de esas realidades; el segundo presentará rostros
alegres y amables, y encabezados de periódico que hablen de hechos positivos y esperanzadores.
2. Poner los pósteres al frente y contemplarlos por varios minutos, mientras se
reflexionan: ¿Qué escenas se relacionan más co tu experiencia personal y con la de las familias
con las que convives?
3. A la luz de la Palabra de Dios escuchada hoy, ¿Qué te motiva Jesús a hacer en tu familia
y con tus amigos?
o Invitar a los miembros del equipo que trabajo con las imágenes negativas a escribir una
oración por las personas que carecen de alegría, y que quienes trabajaron las imágenes alegres
escriban una oración dando gracias por las razones de su alegría.
o Formar un circulo y pedir a 2 o 3 integrantes del los equipos a leer su oración en voz alta,
todos contestamos “Ayúdanos a siempre estar alegres y fomentar la alegría”.
o Terminar entonando un canto de alegría.
Oración inicial
Entra en oración
Comienzos Humildes
Querido Dios, fortalece mi confianza en ti. Quiero ser parte del resto fiel de nuestro siglo, para
cuidar a otros jóvenes.
Gracias por escoger a personas sencillas para realizar tus planes. Así sé que es cierto que cuentas
conmigo, aunque no sea un gran personaje ni haya alcanzado la madurez de una persona adulta.
Amen.
Este pasaje muestra la actitud de servicio de María. A pesar de su embarazo, hizo el arduo camino
hacia la mañana para atender a su prima.
Isabel, con sus exclamaciones, manifiesta la grandeza del niño que María lleva en su vientre. María
responde cantando la grandeza de Dios ante la sencillez suya, con el precioso canto del
Magnificat(LC 1, 46-55), el cual está inspirado en el Cántico de Ana (1 Sm 2, 1.10). Lee estos dos
cánticos de alabanza y profetismo, ¡te encantarán!
Si María llegara hoy ante ti, con Jesús a punto de nacer, ¿qué le dirías? ¿cómo actuarías ante su
visita? Déjate visitar por María, y platica con ella y con Jesús en su vientre.
Actividad Comunitaria.
Preparación
Llevar los artículos necesarios para poner un nacimiento, cuidando que haya una pieza para
cada miembro del grupo.
Actividad
1. Colocar todas las piezas del nacimiento sobre una mesa e invitar que cada joven pase a
recoger una.
2. Reflexionar en silencio sobre el simbolismo de la pieza escogida. Por ejemplo, la paja como
símbolo de que la pobreza no impide buscar lo mejor posible para los hijos.
3. Poner el nacimiento en espíritu de oración. Cada joven coloca su pieza y hace una pequeña
meditación en voz alta, sobre lo que significa ser instrumento de Dios. Por ejemplo, al colocar la
paja, me veo poniendo mis posesiones, por sencillas que sean, a servicio de la Buena Nueva de la
Salvación.
4. Terminar la actividad con un villancico a Jesús.
5. Después se puede compartir un refrigerio en honor de María y la espera del Mesías.
IV Domingo, el anuncio del nacimiento de Jesús hecho a José y a María.
Las lecturas bíblicas y la predicación, dirigen su mirada a la disposición de la Virgen María, ante el
anuncio del nacimiento de su Hijo y nos invitan a "Aprender de María y aceptar a Cristo que es la
Luz del Mundo". Como ya está tan próxima la Navidad, nos hemos reconciliado con Dios y con
nuestros hermanos; ahora nos queda solamente esperar la gran fiesta. Como familia debemos vivir
la armonía, la fraternidad y la alegría que esta cercana celebración representa. Todos los
preparativos para la fiesta debieran vivirse en este ambiente, con el firme propósito de aceptar a
Jesús en los corazones, las familias y las comunidades. Encendemos la cuarta vela color morada, de
la Corona de Adviento.
Hacer conciencia de nuestra actuación como cristianos, y buscar un compromiso más concreto con
Cristo, con su Iglesia, con nuestro mundo, con nuestro grupo y con nosotros mismos.
DINÁMICA:
Se forman 4 equipos (usar algún juego o dinámica para ello) y a cada uno de ellos se les reparte uno
de los 4 puntos, mismos que tendrán que representar de la manera que deseen. Cada equipo leerá el
párrafo y dará una conclusión.
A lo largo de nuestra vida, seguramente nos vamos a encontrar, o ya lo hemos hecho, con diferentes
tipos de católicos, que se diferencian por los distintos grados de compromiso o de respuesta que le
dan a Dios.
1.- Nos encontramos primero con un tipo de católico que abunda como el pasto; a estos los vamos a
llamar: católicos de agua, son aquéllos que lo único que tienen de católicos es el nombre, pues en
algún tiempo muy lejano sus padres los bautizaron, pero, aunque son Hijos de Dios, nunca lo han
reconocido como Padre; son aquellas personas que se dicen católicos ante la sociedad, pero que no
van a misa, no comulgan y ni le hablemos de que se confiesen ni de que hagan caridad con algún
hermano; ellos simplemente viven su vida al margen de todo Dios que pueda existir. ¿Conocemos
alguno?... creo que sí.
2.- Luego nos encontramos con los católicos de aire, o llamados comúnmente golondrinas, pues
van, vienen, vuelven. Son aquéllos que luego de hacer un retiro, un campamento, quedan con todas
las fuerzas y son los super católicos, pero cuando pasa un poco el tiempo se van porque se aburren.
No le encontraron el verdadero sentido a las cosas, entonces, cuando no pasa nada extraordinario,
se cansan; pero luego cuando se sienten mal, necesitan o los llaman, vuelven, pero tarde o temprano
vuelan hacia lugares más cálidos. ¿Conocemos alguno?... creo que sí.
3.- Tenemos otro tipo de católicos a los que vamos a llamar católicos de plomo, son los famosos
fanáticos, ratones de sacristía, santurrones y que cuando lo vemos venir, generalmente decimos:
“¡uh, qué plomo!”... ¿alguno quiere ser así? Son aquéllos que andan con la Biblia bajo el brazo para
decir a todos que son católicos, será por eso que cuando abren la Biblia todos salen corriendo. Este
tipo de católicos quiere resolver todo con Padrenuestros pero sin comprometerse. ¿Conocemos
alguno?... creo que sí.
4.- Finalmente tenemos al católico al que debemos apuntar, es el que aguanta todo por todos, y que
por eso le decimos católico de fierro. Éste tiene de todo un poco, pues distribuye su tiempo entre el
compromiso con Cristo, con su familia (que es también su compromiso) y su trabajo o su estudio.
Es aquella persona que no sólo nos va a decir que le pidamos a Dios que solucione nuestro
problema, sino que también él nos ayudará, es el católico al cual muchos acuden porque ven en él a
un Hombre de Dios, alguien que nunca los va a dejar en banda.
CONCLUSIÓN:
Jesús te pide que te quedes de su lado. Nos pide que ante su llamado no nos quedemos callados,
aunque nos equivoquemos, pero que le digamos el por qué de las cosas. Los fariseos, a quienes tanto
criticaba Jesús, hacían lo contrario (Mc. 3, 1-6), cuando Jesús les preguntaba algo, ellos sólo
callaban y cuando Él se retiraba ellos murmuraban contra Él; a Jesús no le gusta que hablen a sus
espaldas. ¿A ti sí? ¡A mí no!; Él quiere que nosotros le digamos las cosas de frente, si no vamos a ser
como los ídolos de los que nos habla el salmo 113b, 1-7: tienen boca y no hablan... y aquéllos que los
siguen son iguales. Por eso Jesús nos pide la actitud de Pedro (¡San Pedro!) quien, aunque a veces
se equivoca, se anima a hablar (Mt. 16, 13-23). Jesús elogia la buena respuesta de Pedro y corrige su
respuesta incorrecta, pero sobre él tiene la confianza de edificar su Iglesia... ¡aunque se equivoque!
Hay muchas maneras de contestar a Jesús, a este llamado que Él nos hace, sólo es necesario que
nosotros nos preguntemos qué vamos a darle a Jesús, y por supuesto que no podemos darle otra
cosa que no sea lo que hemos recibido de Él. Las cosas que Él nos propone están siempre al alcance
de nuestra mano, tan a mano como los clasificados de un diario, a diferencia de que en estos
siempre encontramos lo que buscamos.
Oración Final.
Celebremos nuestra Fe
1. Elegir una persona en el grupo para que proclame el Magnificat(Lc. 46-56) y pedirle que se
prepare para leerlo.
2. Invitar a que, conforme se proclame esta oración de María, observen su mensaje y dejen
que les llegue al fondo el corazón.
3. Proclamar el Magnificat de nuevo, dando unos minutos para la reflexión personal después
de cada estrofa.
4. En parejas o grupos de 3 dialogar: ¿Qué frase les llegó más al corazón? ¿Por qué? Si es
necesario, leer con atención nuevamente el Magnificat.
5. pedir que dos jóvenes compartan su reflexión con todo el grupo.
6. Terminar con la oración del Ave María todos juntos.