BIOGRAFÍA DE ISABEL ALLENDE

Nació en Lima mientras su padre se desempeñaba como embajador de Chile en

Perú. Desde 1959 hasta 1965 trabajó en la Organización de las Naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en Santiago de Chile. En 1963 nació su
hija Paula y en 1966 nació su hijo Nicolás.

A partir de 1967 tomó parte en la redacción de la revista Paula, al tiempo que

publicó artículos sobre diversos temas. Posteriormente realizó diversas
colaboraciones para la revista infantil Mampato y publicó dos cuentos para niños La
abuela Panchita y Lauchas y lauchones y una colección de artículos titulada Civilice
a su troglodita; además trabajó en dos canales de televisión chilenos.

En 1973 estrenó su obra de teatro El embajador. Ese mismo año, se produjo el

golpe de Estado encabezado por el dictador Pinochet, en el que murió su tío. En
1975 se autoexilió con su familia a Venezuela. Allí permaneció 13 años trabajando
en el diario El Nacional de Caracas y en una escuela secundaria hasta 1982, y
publicó su primera obra teatral La casa de los siete espejos (1975).

En 1981, teniendo su abuelo 99 años y estando el mismo a las puertas de la

muerte, comenzó a escribirle una carta que se convirtió en un manuscrito. La casa
de los espíritus (1982), su primera novela y, su obra más conocida. Ésta suscitó un
gran interés y más tarde fue adaptada al cine (por Bille August) y al teatro.

En 1984, publicó De amor y de sombra, la que rápidamente se convirtió en otro

gran éxito y que también fue llevada al cine. Los viajes constantes que emprendió
promocionando sus libros hicieron que su matrimonio con Frías llegara a término.
Divorciada de su marido, se casó con Willie Gordon el 7 de julio de 1988 en San
Francisco.

En 1988, concurrió a votar en el plebiscito que hizo dimitir al dictador Pinochet. En

1990, con el retorno de la democracia en Chile, fue distinguida con el premio
Gabriela Mistral por el presidente Patricio Aylwin. Tras la muerte de su hija Paula,
Allende publicó el libro de memorias Paula (1994). Éste está escrito en forma de
carta dirigida a su hija, cuando ésta se encontraba en coma en un hospital de
Madrid. Son una memoria de sus años de niñez y de exilio.

Actualmente reside en San Rafael (California). Ha sido distinguida en la Academia

de Artes y Letras de Estados Unidos.

Obras

• La casa de los siete espejos (1975).

• La casa de los espíritus (1982).
• La gorda de porcelana (1984).
• De amor y de sombra (1984).
• Eva Luna (1987).
• Cuentos de Eva Luna (1989).
• El plan infinito (1991).
• Paula (1994).

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 • Afrodita (1997).
• Hija de la fortuna (1999).
• Retrato en sepia (2000).
• La ciudad de las bestias (2002).
• Mi país inventado (2003)
• El reino del dragón de oro (2003)
• El bosque de los pigmeos (2004)
• El Zorro: Comienza la leyenda (2005)
• Inés del alma mía (2006)
• La suma de los días (2007)
• La Revolución desarmada (2007) (Sólo el prólogo, ya que la obra pertenece a
Catriel Etcheverri. Trata sobre Salvador Allende)

RESUMEN DEL LIBRO

Alexander Cold es un muchacho de 15 años que vive con su madre Lisa, con
su Padre, John Cold y sus hermanas menores Nicole y Andrea. La madre de Alex
está enferma de cáncer.
Un día, Alex tenía ensayo y cuando ya estaba en el colegio tuvo que volver a
su casa porque se había olvidado la flauta. Al entrar oyó a su madre llorando y vio
a su padre cortándole el pelo. Alex se fue a su cuarto y sufrió una crisis nerviosa,
se encerró y rompió muchas cosas. Se quedó dormido y al despertar pensó que
debía disculparse con su padre. Éste le dijo que su madre tenía que irse y recibir un
tratamiento para su enfermedad. Que él se iría a vivir a Nueva York con su abuela
Kate, y que sus hermanas se irían con la otra abuela.
Cuando llegó a Nueva York, su abuela no estaba esperándole y se dio cuenta
de que tendría que buscar él sólo la casa. Mientras esperaba un autobús, conoció a
una chica llamada Morgana que parecía querer ayudarle. Morgana le contó que le
habían robado y a Alex le tocó prestarle dinero. Morgana llevó a Alex a un bar a
comer, pero Alex sabía que le iba a tocar pagar todo. Alex entró al servicio y
cuando salió le habían robado la mochila, y lo que es peor, la flauta que iba dentro.
Se dio cuenta también de que Morgana había desaparecido. Afortunadamente
llevaba su pasaporte en un bolsillo. Caminando mucho por las calles nevadas llegó
a casa de su abuela. Ella no sólo le regaló la flauta de su abuelo, también le dijo
que al día siguiente viajarían al Amazonas.
Llegaron a Manaos con una expedición financiada por la revista International
Geographic para encontrar una extraña “Bestia” que decían que era un gigante
humanoide con un olor penetrante tan insoportable que la gente que estaba cerca
se ponía enferma. En la expedición iban Timothy Bruce que era fotógrafo y su
ayudante Joel González, además viajaba con ellos dirigiendo el grupo Ludovic
Leblanc, que era un antropólogo muy famoso y bastante presumido. La expedición
pensaba ir por el Río Negro hasta Santa María de La lluvia. En la embarcación iba
también la doctora Omayra Torres.
El profesor Leblanc pensaba que los indígenas eran unos salvajes que
afianzaban su posición en la tribu matando gente. La doctora Torres y Kate no
estaban de acuerdo; la doctora Torres opinaba que lo que hacían eran ritos
ceremoniales mientras que las personas en la civilización causan verdaderas
masacres.

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 La tripulación y muchos de los pasajeros eran Cabodos, gente del amazonas
mezcla de muchas razas. Uno de ellos le enseñó a Alex a distinguir a los caimanes
por la separación de sus ojos en la oscuridad. Kate no le prestaba mucha atención
a Alex ni a sus problemas ni al hambre que pasaba porque no comía “cualquier
cosa”.
Un día que el motor de la embarcación se estropeó y se pararon, Alex se tiró
al agua y se bañó con un delfín de río. Aquella iba a ser una gran aventura.
Al llegar a Santa María de las Lluvias conocieron a su guía Cesar Santos y a
su hija Nadia, que tenía unos 12 ó 13 años y andaba siempre con un mono.
Hablaba diferentes lenguas y era aceptada por los indígenas. Nadia llevó a Alex a
conocer el pueblo. Cuando se puso a llover se refugiaron en la capilla, allí Alex
conoció al padre Baldomero. El cura consideraba a los indígenas muy primitivos en
lo material, pero muy avanzados en lo mental y espiritual y además amantes de la
naturaleza. El cura les cuenta que vio a La Bestia, y que le habló. Por eso mucha
gente lo consideraba un loco.
Por la noche Alex salio con Nadia al embarcadero. Allí se encontraron con un
indígena muy anciano llamado Walimai que era un Chamán (un brujo muy
poderoso), Nadia le dijo a Alex que era el único que conocía el camino al Dorado y
que su esposa era un espíritu que no todos ven. El chamán le dio como talismán a
Nadia un collar. También le dijo que los extranjeros no debían ir en busca de la
Bestia porque muchos morirán, pero que Nadia y Alex si deben ir porque han sido
“llamados” por tener el alma blanca.
Esa noche Alex no podía dormir, cree oír una voz y despierta a Nadia. Así
descubrieron a Mauricio Carías y a Ariosto hablando sobre un plan secreto para
obtener grandes sumas de dinero matando a todos los indios de la región. Mauricio
Carías era uno de los pocos que se había vuelto rico en el Amazonas, muchos
decían que era un criminal.
Recibió a los expedicionarios en uno de sus remolques. Comenzaron a hablar
y Nadia dijo que ella podía hablar con los animales, entonces Mauricio llevó a todos
a donde tenía un Jaguar negro encerrado. Alex se quedó mirándolo y se sintió
hipnotizado por sus ojos, se sentía en otro mundo, en uno hermoso, donde había
seis lunas. Después Mauricio le dio un mono al Jaguar. El jaguar mató al mono y
Santos le disparó al Jaguar porque creía, al igual que los indígenas, que era mejor
estar muerto que sin libertad. Todos salieron de ese lugar y Alex le contó a Nadia lo
que había sentido entre él y el jaguar. Ella no parecía sorprendida, le dijo que había
encontrado su animal totémico. Le dijo que todos tenemos un animal que nos
acompaña, que es como nuestra alma. Así comenzó a llamar a Alex “Jaguar” ya que
según ella este era su verdadero nombre.
La expedición iba a seguir su camino hacia el Orinoco en busca de la Bestia,
pero Leblanc no quería a Nadia en el viaje, así que Kate hizo a la niña su asistente
personal. En la expedición Alex se dio cuenta de que nadie confiaba en nadie.
El contacto con los extranjeros no sólo estaba contagiando distintas
enfermedades a los indígenas, su influencia dañaba sus costumbres y su cultura.
En el recorrido los tripulantes pudieron observar la maravillosa flora y fauna de allí.
A los animales les gustaba cuando Alex tocaba su flauta.
De repente se desencadenó una tragedia. Uno de los soldados murió
instantáneamente por un dardo envenenado que había sido lanzado desde la selva
y le había atravesado el corazón. Decidieron dejar al cadáver en una orilla para
después volver por él y llevárselo a su familia. Hubo que aumentar la vigilancia y

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enseñaron a los chicos a manejar un arma. Kate dijo que prefería ser asesinada allí
que morir de vieja en Nueva York. A Joel González, uno de los fotógrafos, lo atrapó
una anaconda, todos trataron de ayudar, entonces Santos decapitó a la serpiente
con un cuchillo. No se desperdició ningún resto del reptil. Hasta Alex que se había
negado a comer muchas otras cosas comió su carne.
Esa noche acamparon pero no pudieron dormir bien debido a un olor
espantoso. Alex sentía que en pocos días había cambiado mucho, ya se podía estar
quieto solo pensando. Una noche uno de los hombres que vigilaba desapareció. Al
amanecer lo encontraron con la cabeza girada hacia la espalda como si se la
hubiera retorcido una mano gigante. Santos recogió insectos de alrededor para
llevarlos al padre Valdomero que sabía entomología. Todos creían que había sido la
Bestia. Leblanc cayó en un charco enorme de excremento que sólo podía
pertenecer a un animal enorme.
Nadia y Alex se habían dado cuenta de que a Cesar Santos le gustaba
Omayra.
Los pocos que quedaron instalaron una trampa para la Bestia según un plan
trazado por Leblanc: un hoyo con una red. Decidieron que necesitaban ayuda de los
indios de la región para orientarse, además la doctora también necesitaba
vacunarlos. La noche antes de que muriera el soldado, Nadia había visto que uno
de los indígenas que los acompañaban, Karakawe, estaba manipulando la radio.
Durante la noche un par de soldados habían escapado en la última lancha, ya no
tenían como regresar a Santa María de la Lluvia, solo podían quedarse esperando
ayuda.
Otro día Nadia vio a Karakawe donde estaban las vacunas y él la amenazó y
le dijo que no fuera a decir nada. Pero ella y Alex se lo dijeron a la doctora. Ella les
dijo que esas vacunas eran la única esperanza para los indios. Una noche unos
indígenas raptaron a Alex y a Nadia y los llevaron a un lugar, lejos del
campamento. Alex se dio cuenta de que no les querían hacer daño. Alex y Nadia
cenaron con los indígenas que les ofrecieron masato. Cuando todos dormían, Nadia,
que no había tomado masato, vio a la bestia, pero no tuvo tiempo de reaccionar
antes de desmayarse por su olor. Pasaron unos días con los indígenas y Alex trato
de aprender el arte de la invisibilidad que ellos parecían tener.
Los indígenas les condujeron hasta una gran catarata. Alex ayudó a Nadia a
subir con una cuerda. Se ayudaban con una resina en las manos y en los pies que
los sostenía a la roca húmeda. El Jefe sufrió un accidente y a Alex le tocó ir en su
rescate. Arriba estaba el país de la niebla, al que llamaban Ojo del Mundo. El Jefe
estaba muy mal herido y Alex lo ayudó con una camilla improvisada. La aldea de
estos indígenas era recóndita y difícil de distinguir a una corta distancia, por esto la
gente de la neblina había conseguido escapar a los ojos de la civilización. A Alex le
tocó dormir entre los hombres solteros y adolescentes. Llamaban a Nadia y a Alex
“las dos almas blancas”. Alex ya comenzaba a entender su idioma.
Alex observó a un hombre alejado de todos, estaba cumpliendo su
“purificación” por haber matado a alguien. A su lado había una cerbatana con
dibujos idénticos a los del dardo que había matado a uno de los expedicionarios. A
Alex le comenzó a gustar la vida en la aldea y aunque trabajaban mucho, él se
sentía en libertad y amaba la naturaleza. El jefe estaba muy enfermo. Llamo a Alex
y a Nadia, les dijo que Nadia tenía el destino de ayudar a su gente. También les
contó que vivían escondidos para esconderse de unos pájaros chupasangre
llamados “Rahakanariwa”. El jefe murió al amanecer.

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 Para saber cual había sido el culpable de su muerte, los indígenas se
drogaron y comenzaron a ver “visiones” en las que veían al jefe y este les decía
quien había sido, uno de ellos dijo que había sido Alex, entonces todos fueron
detrás de él, lo atraparon y lo ataron, pero Nadia lo rescato enfrente de todos, con
seguridad y todos estaban atónitos. Entonces llegó Walimai, porque Nadia lo había
llamado con su amuleto, Alex se dio cuenta de que ya podía ver a su esposa y se
puso muy feliz, esto era porque había hecho lo que Nadia le había dicho y había
“visto con el corazón”. Walimai dijo que Alex tenía el alma del Jaguar, un animal
sagrado, y que había llegado a ayudar a la gente de la neblina. Comenzaron a
hablar e identificaron a los forasteros y las enfermedades que les podían transmitir
con los Rahakanariwa. Nadia les dijo que podían salvarse si se dejaban vacunar por
la doctora Torres. Nadia y Alex trataron de convencerlos de que no todos los
forasteros o Nahab eran malos. Después Walimai le dio una poción a todos,
incluyendo a Alex y a Nadia, para ver en el fondo de sus corazones. Alex sintió que
se moría, y después se vio convertido en un jaguar. Nadia soñó que era un gran
águila, y supo que ella era la protectora de esos indios, “la madre águila de la gente
de la niebla”. Ella se iba a su nido, donde encontró tres huevos de cristal. Al día
siguiente contaron sus experiencias, Nadia dijo que debía tener esos huevos para
salvar a la gente de la neblina. Después de incinerar al Jefe, los indios hicieron un
ritual y una sopa con las cenizas, invitaron a tomar también a Alex y a Nadia, les
dijeron que ahora eran parte de la tribu.
Había llegado la hora de escoger al nuevo jefe; ellos elegían por “visiones” y
no por votos, en la noche, Walimai dijo que la visión mas fuerte había sido de
Iyomi, la esposa del anterior jefe, así que ahora ella debía ser el jefe. Ella eligió a
otros jefes también: a Nadia, a la que llamaban Águila, para aplacar a
Rahakanariwa; Jaguar, para negociar con los Nahab; Tahama (el que siempre
acompañaba al otro jefe), jefe de la guerra y la caza; y Walimai, para visitar a los
dioses. El jefe de los jefes sería ella. Dijo que Águila debía “mantener su alma
blanca” para realizar su labor, pero que Jaguar debía convertiste en hombre y tener
sus armas de guerrero. En la tribu se debía hacer un ritual para convertirse en
hombre: solo participaron hombres adultos, con una piedra afilada le cortaron la
coronilla de la cabeza, luego fue pintado de negro, y llevado donde había
instrumentos que solo podían tocar los hombres ya iniciados. En el rito le dieron
moras amargas, lo dejaron en posición fetal y comenzaron a bailar y soplar los
instrumentos a su alrededor, fumaban y lanzaban tierra, así Alex comenzó a
sentirse enfermo.
Por la noche se fueron al río, y lo hundieron en el agua varias veces, hasta
que se sintió medio muerto, después le rasparon la piel con hojas para quitarle la
pintura, y encima le echaron pimienta, luego comenzaron a pegarle en todo el
cuerpo sin hacerle daño, lo mismo con flechas, e intentaban asustarlo, así
despertaron al Jaguar y todos se pusieron felices. La prueba final era ser picado por
hormigas de fuego y resistir sin huir, Alex terminó la prueba con éxito, pero quedó
inconsciente; soñó con su madre, y le dio ánimos. En ese mismo momento, en
Texas, su madre también lo veía a él. Parecía más fuerte y maduro. Al despertar,
muy cansado y aturdido, pero feliz por ver a su madre, ya era hombre y le dieron
sus armas. Alex le preguntó a Walimai que si había alguna cura para su madre en
la selva, él dijo que tal vez el agua de la vida podría lograrlo, pero que era peligroso
conseguirla. Después Nadia y Alex fueron guiados por Walimai a la montaña de los
dioses, Nadia saldría para buscar los huevos de cristal, Alex iría a por el agua.
Estaban en una especie de balcón en la gran montaña, Desde allí se veía una gran
ciudad como “El Dorado” que habían buscado los colonos durante tantos años.
Descendieron y se dieron cuenta de que el color dorado del que estaba hecha la

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ciudad, no era oro verdadero sino “el oro de los tontos”. Después vieron a Las
Bestias, parecían perezosos, pero mucho más grandes. Walimai y el resto de la
gente de la niebla os veían como a dioses. Les explicaron que estos gigantes eran
casi inmortales, ya que el chaman nunca había visto morir a ninguno y ya tenia
mas de un siglo de edad. Cuando los indígenas se dieron cuenta de que no podían
ellos solos con los Nahab, que los mataban sin ningún esfuerzo con sus armas, les
pidieron ayuda a sus dioses que salían de vez en cuando a matarlos usando su
olor. Creían que los invasores eran pocos, pero Alex logró explicarles que eran
muchos, y que se apropiarían de sus tierras y los matarían.
Como Nadia necesitaba los huevos de cristal y Alex el agua mágica para su
madre pensaron dar a cambio un regalo para las bestias. A Alex lo primero que se
le ocurrió fue sacar su flauta y tocar. Lo hizo muy bien, como nunca lo había hecho,
las Bestias jamás habían escuchado música, ese fue el obsequio de Alex, entonces
Nadia comenzó a bailar enfrente de ellos al ritmo de la suave melodía de la flauta, y
se movía con la gracia del águila y la rapidez del viento, esto era algo que las
Bestias nunca habían visto, ese fue el regalo de Nadia. Lo que habían presenciado
lo iban a guardar en su memoria el resto de sus vidas, y estaban muy agradecidos,
por esto le dijeron a Nadia donde encontrar los huevos, estaban en la cima de la
montaña de donde habían llegado, también le dijeron a Alex en donde encontrar el
agua mágica, en las profundidades del suelo. Nadia, ya en la cima, entendió que la
felicidad consiste en alcanzar aquello que se ha esperado con ansias. Como por
instinto encontró el nido con los huevos de cristal en una de las grietas que veía.
Trato de tomarlos pero parecían muy pesados, no pudo, entonces recordó la ley de
la reciprocidad que había tenido que usar con las bestias, se dio cuenta que lo único
valioso que tenia a cambio de los huevos era su talismán y pudo levantar los
huevos. Entonces descendió de la montaña.
Mientras sucedía esto, Alex bajaba por un pasaje angosto hacia el vientre de
la tierra, no veía nada, y en un momento se canso y calló, y se sintió derrotado,
entonces recordó los consejos de su padre cuando escalaban. Se dio cuenta que
podía utilizar el sonido para ubicarse, como los murciélagos. Después vio que la luz
y el aire aumentaban, y oyó agua. Después vio una laguna, y al otro lado una
persona, al parecer una mujer, creyó que era la niña que tanto quería en California,
pero no podía ser, era una alucinación. Y se dio cuenta de que el agua que veía era
también imaginación, entonces siguió su camino. Se dio cuenta de que la caverna
parecía hacerse más pequeña. Recobra las fuerzas y siente al jaguar que hay en él.
Entonces llegó a un lago pero no podía coger el agua porque dejaba de salir.
Entonces él también se dio cuenta de la ley de la reciprocidad y dejó a flauta de su
abuelo.
Walimai les acompañó de vuelta al campamento. Todos se alegraron mucho
de su vuelta. Kate les contó que un helicóptero les había rescatado y que habían
pedido por radio refuerzos para la búsqueda de los chicos. Por la noche Nadia salió
de su tienda como si fuera invisible para llamar a Walimai y convencerlo de que los
indios debían vacunarse. Alex soñó con un jaguar que le llamaba por su nombre
“Alexander...” pero no decía nada más. Por la mañana su abuela le dijo que su
nombre significaba “defensor de los hombres”.
A Leblanc le preocupaba no tener pruebas definitivas de que la Bestia
existiera, decía que había perdido el tiempo y quería regresar a la ciudad. Por la
tarde apareció toda la gente de la neblina frente al campamento. Omayra le dijo a
Nadia que les pidiera que se dejaran poner las vacunas. Nadia le dijo a Carías que
si él se inyectaba, tal vez los indígenas no tendrían miedo, en ese momento Carías
se puso pálido del miedo.

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 Esa noche Nadia vio a la doctora Torres escabullirse para verse con Mauro
Carías, eran novios. A la mañana siguiente, la gente de la niebla regresó pero Nadia
y Alex después de lo sucedido la noche anterior y recordando un sueño colectivo
que habían tenido se dieron cuenta de que las verdaderas intenciones de la doctora
Torres y Carías era matar a los indígenas con las jeringuillas y dieron la voz de
alarma. Fue entonces cuando Karakawe confesó que pertenecía al Departamento de
Protección del Indígena y que estaba investigando las muertes masivas de tribus
que vivían cerca de minas de oro y de diamantes. Sospechaba que las vacunas
contenían una dosis mortal de sarampión. Ariosto le disparó a Karakawe, lo mató.
Santos disparo a los frascos de la “vacuna” y los destruyó.
Al ver esto los indígenas creyeron que el Rahakanariwa había escapado para
convertirse en pájaro y matarlos. Entonces Tahama grito y le pegó un garrotazo a
Carías. Luego la tribu se dispersó. Entonces Ariosto le pegó a Alex por intervenir.
Ahora había muchos indios muertos y soldados heridos en la selva. A una indígena
que mataron se le cayó en bebe que llevaba y Leblanc, inesperadamente, fue a
ayudarlo y alejarlo del tiroteo. En ese momento Leblanc se dio cuenta de que los
indios no eran los salvajes, sino ellos. Entonces salvó al bebe y se lo dio a Kate.
Ariosto estaba preocupado porque ahora le tocaba explicar la muerte de los
indígenas y de Karakawe al gobierno y debía deshacerse de los testigos. Kate no se
iba a quedar simplemente esperando que la mataran, por esto lo distrajo diciéndole
que había que mandar a los heridos al hospital. Mientras ellos podían huir a la
selva. Pero Leblanc dijo que lo mejor era hacer como si no sospecharan nada y
hacer creer a Ariosto que lo consideraban un héroe y ya en la civilización contar la
verdadera historia de lo sucedido.
Ariosto cayó en la trampa. y dejo dormir a todos en las tiendas para
mantenerlos bien vigilados. De todas formas para él Alex y Nadia eran una
amenaza, especialmente Alex, por ser estadounidense, así que lo ató a un árbol.
Nadia mandó a su mono a la selva en busca de ayuda. Leblanc fue el único que
salió de su tienda y se quedo jugando cartas con Ariosto. Después Nadia también
salió volviéndose invisible. Alex en el árbol estaba muy mal herido, con frío y se
sentía muy mal. Entonces llegó el mono de Nadia y a su lado estaba Walimai, y así
se sintió más tranquilo. Con la navaja el chaman lo desató y se fueron a la selva. A
la mañana siguiente Santos tomó el mando. Los indios creían que el causante de
las muertes de sus compañeros había sido el Rahakanariwa y querían devolverlo a
su mundo y echar a los nahab del Ojo del Mundo. Los forasteros se enteraron de
que los indios todavía no relacionaban la muerte de sus compañeros con las armas
de fuego de los soldados, porque jamás las habían visto.
Leblanc aseguró que gracias a él ese sitio sería declarado reserva indígena y
protegido de cualquier forma de explotación. Alex le contó a su abuela todo lo que
sabía sobre Las Bestias, incluso le dijo que hablaban. También le pidió que no
publicara ningún artículo sobre las criaturas o que dijera que no eran más que una
superstición. Todos se intercambiaron información para el reportaje de la revista y
para el nuevo libro de Leblanc. Se despidieron de los indios. En la ciudad les dijeron
que Mauro Carías tenía daño cerebral a consecuencia del garrotazo, la doctora
Torres decía que todo lo que había pasado en la selva había sido culpa suya. Santos
le contó al padre Valdomero que había guardado uno de los frascos de las
supuestas vacunas como prueba para demostrar que los indios habían sido
asesinados por codicia.
El padre Valdomero sugirió crear una fundación destinada a cuidar el Ojo del
Mundo y a su gente. Alex y Nadia estaban en el embarcadero, los dos sentían que
habían cambiado muchas cosas. Nadia le dio los huevos de cristal, que eran de

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diamante, para que el dinero sirviera para ayudar a la gente de la neblina. Se
sentían tristes por separarse.

PERSONAJES PRINCIPALES:
• Alexander Cold: Protagonista de la novela. Es un chico que pasa por un mal
momento, ya que su madre esta enferma de cáncer. La aventura por el
Amazonas le ayudará a madurar y a aprender mucho sobre sí mismo.
• Kate Cold: Abuela de Alexander. Es una abuela muy poco normal, Parece no
preocuparse mucho por su nieto, pero se ve que lo quiere mucho cuando Alex
desaparece en la selva. Parece fría y dura pero lo que quiere es enseñar a su
nieto a valerse por sí mismo para que pueda conocer el mundo como ella.
• Profesor Ludovic Leblanc: Es el jefe de la expedición, un viejo presumido y
egoísta que también deja ver su lado generoso cuando se juega la vida para
proteger a un bebé en la selva.
• César Santos: Guía de la expedición, una buena persona que es el padre de
Nadia. Conoce bien el Amazonas y les sacará de más de un aprieto.
• Nadia: Hija de César y mejor amiga de Alexander en la expedición. Es una niña
muy lista que tiene una extraña conexión con l naturaleza y con los indígenas.
• Omayra Torres: Doctora de la expedición. Una persona con doble cara que por
amor está dispuesta incluso asesinar.
• Mauro Carías. Novio de la doctora Torres y culpable de os planes de asesinar a
los indios.
• Walimai. Indio chamán que ayudará a Alex y Nadia a vivir su fantástica aventura
en el Ojo del Mundo y les enseñará otras realidades.

OPINIÓN PERSONAL
El libro me ha gustado mucho. Es una historia muy emocionante. La aventura
que vive Alex en la gran ciudad que es Nueva York no es nada comparada con la
que vive luego en la selva. Aprende que las personas llamadas civilizadas pueden
ser más traicioneras y mentirosas que las que se encontrará en una zona sin
apenas civilizar como es el Amazonas. El libro es muy interesante también porque
el Amazonas es un mundo desconocido, completamente distinto al nuestro. Las
personas tienen otras formas de vida y nos sorprenden determinadas costumbres.