La tilde diacrítica, sin embargo, no sirve para distinguir cada uno de los pares mínimos,
opuestos por la tonicidad, que existan en español —como la preposición átona para de
la forma verbal para (de parar), o el sustantivo masculino tónico don del tratamiento
átono don, así como la preposición de y el pronombre te átonos, de los nombres de las
letras t (te) y d (de) tónicos—, ya que estos últimos aparecen solo en contextos muy
restringidos e imposibles de haber caso de ambigüedad. Asimismo, tampoco se usa el
acento diacrítico cuando palabras con la misma escritura son tónicas y no tienen una (o
más) correspondientes átonas. Por ejemplo ve del verbo ver (tercera persona singular del
presente de indicativo) y ve del verbo ir (segunda persona singular del imperativo) no se
diferencian con tilde diacrítica, puesto que ambas son tónicas en el habla. No obstante,
en el caso de sé de saber y sé de ser (imperativo), ambas formas deben llevar tilde,
porque hay que distinguirlas de la forma átona se (pronombre personal).
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Se trata de parejas de palabras en las que existe una forma tónica y una forma átona,
ambas formas con significado diferente, y se marca con acento la forma tónica para
diferenciarla de la átona.
de Preposición (del latín DĒ) dé Forma del verbo dar (del latín DEM, DET)
Vengo de Alemania. Espero que mi primo no te dé la espalda.
Esperó de pie. Dé recuerdos a su mujer de mi parte.
si Conjunción (del latín SĪ) sí Adverbio afirmativo (del latín SĪC), caso
Si mañana hace buen tiempo, preposicional reflexivo y recíproco de tercera
me voy a la playa. persona (del latín SIBI) o sustantivo que indica
Dime si lo hiciste. aprobación
¿Vienes? Sí, voy.
Tú sí que sabes.
No está seguro de sí mismo.
Me costó darle el sí a su proyecto.
Las formas acentuadas pueden funcionar como sustantivos (Se propuso averiguar el
cómo, el cuándo y el dónde de aquellos sucesos).
Un caso que da lugar a confusiones es la grafía correcta de porque, por que, por qué y
porqué debido a la existencia de acentos (diacrítico en por qué y debido a las reglas
generales de acentuación en porqué) y a la escritura en una o en dos palabras.
Sin embargo, la reforma ortográfica académica vigente desde finales del 2010 permite
el único uso sin tilde, exista o no caso de ambigüedad, considerando que la posibilidad
de esta es mínima y que esta puede resolverse casi siempre usando sinónimos como
solamente o únicamente.