Su origen
En los años 80, empezando sus estudios doctorales, Philippe Turchet trabaja sobre la
racionalidad del comportamiento. Recalca la importancia de ciertos movimientos de la
cara y del cuerpo en la comunicación humana. En esta época descubre, filmando
a individuos tanto de origen occidental como árabe, que los movimientos inconscientes
de la mirada no parecen programados desde un punto de vista neurológico, como se
creía hasta ese momento. Eran diferentes los de los árabes de los occidentales, los
movimientos no conscientes de la mirada dependen de nuestras enseñanzas de base y
concretamente de la escritura. Después nos demuestra que la gestualidad no consciente
encaja con las mismas reglas. Philippe Turchet muestra igualmente, en esa época, que
el antagonismo entre nuestros pensamientos y nuestras acciones se puede observar
gracias a indicios visuales muy claros, cuando se observan sistemáticamente ciertas
partes del rostro y del cuerpo en interacción. Comprende entonces que la actividad de la
comunicación no verbal exige que se aprenda con más rigor, a través de una red de
conceptos dinámicos. En 1996 funda la disciplina que permitirá la lectura sistemática
de la comunicación no verbal humana, estableciendo la primera nomenclatura de la
sinergología. Cerca de veinte años después del comienzo de los trabajos de su autor, los
equipos de sinergología disponen hoy en día de un banco de datos, de una riqueza
de varias decenas de miles secuencias de vídeo. Los principios de una lectura rigurosa y
científica se describen en ellos con precisión. Los vídeos más interesantes se visionan
en los cursos de formación. Philippe Turchet ha escrito varias obras de divulgación de
la sinergología que ya son best-sellers y que están traducidos a una decena de
idiomas en todo el mundo.
Los gestos conscientes son de dos naturalezas, que además se pueden recortar: los
gestos motores (coger un vaso de agua, por ejemplo) y los gestos culturales (llamar a un
taxi...)
Los gestos conscientes motores se proyectan bastante sistemáticamente en disciplinas
como la neuromotricidad o la psicomotricidad en concreto.
Los gestos conscientes culturales han sido estudiados muy seriamente en una línea que
se remonta a Darwin, pasa por Desmond Morris y cruza la etología y la
etnometodología concretamente.
Por el contrario, hasta hoy, las reglas de lectura de la comunicación no verbal, cuando
ésta es no consciente, no han sido dictadas. Evidentemente, se han hecho innumerables
observaciones, el corpus de la neuropsicología, pero no se ha emprendido ninguna
investigación real de sistematización de esta forma de comunicación.
Enseguida nos damos cuenta que el sistema de comunicación del momento no nos
permite contestar a esta cuestión de forma satisfactoria, el hecho de ser diestro o zurdo
tampoco, el hecho de ser americano, colombiano, francés o español tampoco.
No obstante, la base de datos de miles de vídeos clasificados en los que las personas
beben, nos permite fabricar tipologías precisas de fenómenos tan amplios como la
relación de la mano, del vaso y de la boca.
Al plantearse con rigor ciertas preguntas que ninguna disciplina científica se cuestiona
sistemáticamente, es como paradójicamente la sinergología permite aportar respuestas
que interesan a todas las disciplinas científicas.
3. Luego, verificar que las claves de se corresponden con lo que se había observado.