Es lamentable que se haga tanto hincapié en la muerte del Señor Jesús pero
se suela omitir Su resurrección corporal. Su muerte y resurrección están tan
unidas que la muerte del Maestro sin resurrección no serviría para nada.
Obvio, nunca pudo haber resurrección sin muerte.
Pudiera pensarse que los apóstoles del Señor empezaron a testificar sin
tener reales evidencias de que había resucitado corporalmente. En realidad, los
primeros incrédulos de la resurrección del Cristo fueron los apóstoles. Tal era
su incredulidad que el Hijo de Dios tuvo que aparecérseles vivo durante ¡40!
días. (Además, se les apareció a más de ¡500! personas a la vez) Ningún
apóstol creía (ni podía entender) que después de pasar por lo que tuvo que
experimentar, el Cristo resucitaría al tercer día. Las mujeres que servían y
seguían al Señor tampoco consideraban tal posibilidad. El primer milagro que
tenía que ocurrir luego de la resurrección del Maestro era que ³resucitara´ la
fe de Sus seguidores, pues fue hecha papilla al verlo clavado en una cruz
como un vulgar malhechor.
Sobre teorías contra la resurrección del Cristo, William Lane Craig afirma:
³La gente que promulga estas teorías admitirían: µSí, nuestras teorías son
improbables pero no son tan improbables como la idea de que ocurriera ese
milagro espectacular [resurrección del Cristo]¶. Sin embargo, la cuestión ya no
es histórica. Es
: si los milagros son posibles. La hipótesis de que
Dios resucitó a Jesús de entre los muertos no es improbable. En verdad,
basados en la evidencia, es la mejor explicación de lo que sucedió. Lo
improbable es la hipótesis de que Jesús resucitó V de entre los
muertos. Eso es extravagante. Cualquier hipótesis sería más probable que
decir que el cuerpo de Jesús volvió a la vida en forma espontánea´.
El autor es periodista