“UNA VISIÓN EPISTEMOLÓGICA MÁS ALLÁ DEL SIGLO XXI”
Los diversos cambios y situaciones que está viviendo el mundo en materia
política, económica, educativa, social y cultural, aunado a los grandes avances de la ciencia, la tecnología y la información en estos tiempos ha producido un nuevo contexto socio histórico donde la persona cada día debe asumir los retos establecidos por la "sociedad del conocimiento". Estos cambios tensionan los modelos de educación recibidos como parte de la tradición de la sociedad industrial. Sin embargo, a pesar de estos avances muy significativos, se presenta una situación mundial alarmante como lo es, el desempleo de la futura generación de relevo. Quien está desempleado no tiene ingreso, su vida se degrada y su autoestima se deteriora. La proporción de los trabajadores ocupados en la economía informal tampoco ha dejado de aumentar. La insuficiencia de puestos de trabajos en las diferentes profesiones o especialidades, ha ocasionado una masificación de facilitadores, sin perfil formativo, quienes incursionan en el área. Son personas desempleadas o subempleadas, diferentes a la carrera formal del educador, sin ninguna experiencia en ella. El inicio en esta especialidad educativa es debido a una búsqueda de una fuente de trabajo o empleo estable, mientras se supera la situación económica reinante. Esta postura de ciertos profesionales no docente afecta la calidad del instructor en el sistema educativo de Venezuela. En este contexto, la educación sigue siendo una de las esperanzas para todo aquel que por necesidad o situación económica encuentra en la educación el medio de sustento. Sin embargo, el pedagogo tiene la responsabilidad de educar a los hombres del mañana, y debe estar siempre en constante formación académica para desempeñar su profesión con mística, vocación y ética. El agotamiento del sistema educativo nacido ya hace tres siglos está demandando reformas profundas con la finalidad de retomar su papel original de transmisor del conocimiento válido, con eficiencia y calidad Calidad no es un concepto estático, es una característica de las cosas que indica perfeccionamiento, mejora, logro de metas. Ella no es igual a perfección. Ninguna acción humana y por lo tanto, ningún sistema educativo puede ser perfecto, pero sí puede y debe aspirar a mejorar. La acción docente necesita estar vinculada con la finalidad de la educación, en correspondencia con el producto que se quiere obtener, al establecer un modelo, a fin de lograr, el perfil del docente deseado, reflejando lo óptimo del ser humano y acorde con las necesidades de la sociedad. Finalmente, el interés por analizar el papel fundamental del profesional no docente, es hacer hincapié en que la calidad humana no depende del desarrollo de habilidades intelectuales ni de destrezas tecnológicas. Si no de la formación docente como un medio sustancial para alcanzar una educación de calidad. Los educadores son distribuidores de conocimiento y de cultura, porque de su función depende el futuro de la sociedad de Venezuela en el siglo XXI. Ing. Douglas Pastor Barráez Herrera Cédula de Identidad: 4.738.892 dtrucu@hotmail.com