( o To d o E m p e z ó c o n J u l i o Ve r n e )
R a m ó n P e d r o s a L ó p e z
UNIVERSIDAD DE L AS A MÉRIC AS
R a m ó n P e d r o s a L ó p e z
Título de la Obra:
Sobreviviendo a las Redes (o Todo Empezó con Julio Verne)
Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos
Colección:
Investigación para la Docencia
Impreso en México
Printed in Mexico
A mi hija.
A modo de Prólogo 11
A Modo de Conclusión:
A Modo de Prólogo
Por Pilar Ferreira García
Vicepresidenta de Información de la Organización Editorial Mexicana.
Ex Directora de El Sol de México.
Cómo recorrer ese camino, qué cambios hacer, es lo que los perió-
dicos impresos deben dilucidar, en un proceso que, casi como en un labo-
ratorio de experimentación dejará a su paso errores y aciertos. Fórmulas
matemáticas no existen para superar esta crisis que a nivel mundial afecta
a los medios impresos que ven declinar de forma paulatina pero cons-
tante su circulación; sin embargo parece obvio que sobrevivirán aquellos
periódicos que sepan adaptarse a la nueva realidad que pasa indiscutible-
mente por la Red.
tienen todavía mucha vida por delante, siempre y cuando sepan innovar
y adaptarse a las nuevas generaciones y su entorno. Hay ejemplos que
nos permiten abrigar esa esperanza. Tal es el caso del periódico español
El País que busca y explora nuevos caminos tanto en el impreso como en
la versión digital, lo cual le está dando buenos resultados, reflejados en el
aumento de su circulación.
Sin más preámbulo, los invito a leer estos Apuntes sobre el Fu-
turo de los Periódicos que constituyen una magnífica reflexión sobre la
situación actual del medio periodístico y que sin lugar a dudas aportan
elementos nuevos para un debate por demás apasionante.
A modo de Introducción
a Estos Apuntes
Tras 150 buenos años de prensa escrita de pago, parecía claro que
Internet iba a acabar con ella casi inmediatamente. Mientras que los pe-
riódicos ofrecían el mundo de ayer a cambio de un euro, o de diez pesos,
o de un dólar, Internet ofrecía el mundo de ya a cambio de nada. Era de-
masiado bueno para ser cierto.
La brecha real que existe entre los New Media y los Old Media
es principalmente de tiempo y de inmediatez. Ahora que nadie está dis-
puesto a esperar al noticiero de las tres para saber qué ha ocurrido en el
mundo o en su comunidad, no sólo el modelo tradicional de periódicos
se irá agotando paulatinamente, sino que también se agotará el modelo
de la radio analógica y la televisión tal y como las hemos conocido hasta
ahora.
radio y la televisión. En muchos casos han tomado el toro por los cuernos
y en otros están reinventando Internet. Los periódicos se siguen impri-
miendo en papel, pero también han desarrollado portales de noticias so-
bre la base de la interacción. En muchos casos alcanzan niveles impensa-
bles de lectores y son las estrellas de la Web 2.0. Creo firmemente que los
periódicos se adaptarán a las Redes de la misma manera que se adaptaron
a la radio, a la televisión y, sí, al teletexto. Pero también creo que esa fase
de transición únicamente se puede llevar a cabo tras un proceso intenso
de análisis y planeación que tenga en cuenta el mundo del mañana y la
evolución de las audiencias.
Lo que pasa es que apenas un año más tarde, en 1981, el diario es-
tadounidense Columbus Dispatch y otros 11 periódicos norteamericanos
comenzaron a publicar en línea, y la gran revolución digital de los perió-
dicos se disparó. Hoy en día, según el libro The Vanishing Newspaper, los
diarios pierden un uno por ciento de sus lectores al año. Y los periódicos,
en su desesperación inicial por intentar encontrar una solución a la crisis,
cometieron el error de tratar de emular a la televisión y a Internet, se
volvieron cada vez menos profundos y empezaron a perder el favor de
los lectores que habían encontrado su refugio en ellos durante muchos
años.
Por primera vez en siglo y medio, los diarios no tienen sus mer-
cados perfectamente bajo control. Pero está claro que el periodismo se
encuentra en su momento más apasionante desde la invención de la ra-
dio. La Revolución Digital, lejos de representar la desaparición de los pe-
riódicos, como muchos vaticinaban a principios de los años noventa, va a
representar la reinvención de la profesión y de los medios. La aparición de
Este libro es fruto de mis propias filias y mis propias fobias. En él,
seguramente soy extremadamente duro con los que quieren acabar con
la libertad de expresión en la Red y con los que hacen de la profesión un
lugar peor donde vivir. Mi visión es optimista, pues el pesimismo se lo
debemos dejar a los débiles. Mi compromiso, si es que debo tener alguno,
es con el cambio. Y sólo con el cambio.
desaf íos a los que se enfrentan las ediciones impresas de los periódicos
ante el auge de Internet y la aparición de alternativas gratuitas e inmedia-
tas para satisfacer las necesidades informativas de ejércitos de lectores.
Es justo y perfecto agradecer, por ello, a las personas que han par-
ticipado en este libro. Mi primer agradecimiento es, obviamente, para el
Dr. Alejandro Gertz Manero, Rector de la Universidad de las Américas,
A.C. y la persona que ha permitido que este proyecto se haga realidad.
I. El Nuevo
Entorno Digital
Enchufados y Desenchufados
Internet, hasta cierto punto, ha permitido revivir muchos de los presu-
puestos que se dieron con la creación de la democracia ateniense. Y sí, por-
que Internet representa la ficción de ser un campo de juego igualitario.
Según el sitio web Internet World Stats, tan sólo el 9,6 por ciento
de los internautas del mundo están en América Latina y el 3,4 por ciento
en África, a pesar de que es uno de los continentes más poblados del
mundo. Pero, además, hay un indicador muy interesante que vale tomar
en consideración. El índice de penetración de la Red –y todo lo que gira
en torno a ella- en Estados Unidos es del 71,1 por ciento, mientras que
en América Latina la cifra es muy inferior: 22,2 por ciento. En África, tan
sólo del 4,7 por ciento. Datos muy significativos.
inaccesible para la mayor parte de la población. Pero eso sí, con mucho
desparpajo. El régimen, por ejemplo, creó no hace mucho un Ministerio
de Informática y las Comunicaciones cuyo objetivo, se supone, es pro-
mover la informatización de la sociedad cubana. Es muy significativo, no
obstante, que la persona elegida para liderar el ministerio no sea otro que
Ramiro Valdés, uno de los líderes de la Revolución Cubana y la persona
que fue encargada, en los años 60, de crear de la nada el todopodero-
so sistema de inteligencia y represión política que ha hecho de la isla de
Cuba uno de los lugares del mundo con mayor índice de violación de los
Derechos Humanos.
Según esta otra iniciativa, los países donde más se practica la cen-
sura de la Libertad de Prensa Digital y de Internet se encuentran en Áfri-
ca, en Oriente Medio y en el Lejano Oriente. En naciones como Cuba,
Irán, Birmania, Corea del Norte, China, Siria, Túnez o Vietnam, la censu-
ra es considerada “penetrante” y “omnipresente”.
Hoy por hoy, tanto las principales revistas (Time, por ejemplo)
como el resto de grandes medios norteamericanos tienen blogguers des-
plazados en la campaña electoral, y no hay diario que se precie (sea del
país que sea) que no invite a sus periodistas más destacados a adornar su
trabajo diario con el escaparate gratuito que le ofrece el blog.
Ahora bien, parece que toda esta realidad no es más que un espe-
jismo. Un estudio elaborado por dos expertos de la Universidad de Ohio,
en Estados Unidos y publicado en la Newspaper Research Journal cues-
tiona la importancia real de los blogs y afirma que los lectores que se
sirven únicamente de ellos para conocer las noticias son apenas una sexta
parte de los que leen diarios.
No sólo eso; también afirma que los lectores de blogs son los prin-
cipales consumidores de periódicos impresos y de espacios informativos
de radio y televisión. Los principales consumidores de blogs igualmente,
son aquellos adultos con ingresos superiores a 100.000 dólares, una cifra
nada despreciable, y con estudios de posgrado.
con los diarios, que data de hace 160 años, no deja de ser el motivo histó-
rico y simbólico que dio con el nacimiento de AP, por lo que la agencia ha
decidido echarle una mano a los medios impresos. Y por ello, ha decidido
colaborar en su supervivencia aunque sea tan sólo recortando los precios
de los servicios que les brinda.
Vuelvo a ello: los periódicos han sido, desde hace al menos 150
años, un producto que muchos han visto amenazado. Amenazado por
los cambios tecnológicos y por el interés cada vez menor por parte de
los lectores de sumergirse en los papeles de noticias, diarios pequeños
y grandes han desarrollado una impresionante capacidad de adaptarse
al cambio. De ahí que, desde hace ya un siglo, la pregunta que surge no
es tanto “¿cuándo morirán los periódicos?” sino “¿qué harán esta vez los
periódicos para no morir?”. En el siglo y medio que ha pasado desde que
el relato de William Howard Russell sobre la carga de la Brigada Ligera
convirtiese a The London Times en el producto más imprescindible de la
Inglaterra victoriana, el periódico ha sobrevivido al telégrafo, a la radio, a
la televisión, al fax, al teletexto y estoy seguro de que también sobrevivirá
a Internet.
Deslocalizando el Periodismo
Estamos en la era del “outsourcing”. De la deslocalización. Todo en estos
tiempos parece subcontratable. Cuando digo “todo”, también me refiero
al periodismo. Y no estoy hablando de freelances, sino de la contratación
de periodistas en la India para que hagan el trabajo de reporteros occi-
dentales. En los últimos dos años, se ha registrado en la industria de los
periódicos una tendencia a subcontratar trabajos de reporteros en otros
países.
III. Inventando el
Periodismo Digital
Analizar algo tan etéreo como la prensa digital siempre ha tenido mucho
de Ciencia Ficción. Hablar del futuro de los periódicos es siempre un ejer-
cicio de predicción de escenarios y, en algunas ocasiones, de imaginación,
de ensoñación e incluso de alquimia. Pero es un ejercicio necesario en
tanto que los medios de comunicación deben ser reinventados constante-
mente para ceñirse a las necesidades de la tecnología y, en gran medida, a
las expectativas de los lectores. Hasta ahí, imaginar los periódicos del fu-
turo, como hacía la versión f ílmica del Minority Report de Philip K. Dick,
es tan plausible y tan necesario como imaginar el futuro de la robótica y
las Tres Leyes de la Robótica de Isaac Asimov.
Por mi parte, sería ridículo tratar de averiguar cómo serán los dia-
rios del 2020. Tan ridículo como era imaginarse hace pocos años que las
portadas de los sábana británicos o de El País iban a ser a color. ¿O no?
Según Williams, entre las normas que los periodistas de la era Web
2.0 deben tener en cuenta para sobrevivir se encuentran las siguientes:
5. “Léete el manual”.
6. “Escribe el manual”.
La Redacción Reinventada
Algunos periódicos ya han comenzado a adaptar sus estructuras a las
nuevas tendencias. Y lo han hecho poniendo en orden sus respectivas
casas. En Estados Unidos, el The Atlanta Journal-Constitution, que es
el primer diario de su mercado, ha comenzado la gran reorganización
diseñando un modelo inédito de redacción pensado especialmente para
satisfacer las demandas digitales de los lectores.
El AJC tomó el toro por los cuernos y eliminó las viejas seccio-
nes. En su lugar, creó una nueva redacción con sólo dos secciones: News
and Information y Enterprise. El objetivo de estas secciones es producir
contenido (principalmente local) para publicarlo tanto en la edición on-
line como en la edición en papel. Los reporteros locales a la búsqueda de
material de primera página o los periodistas de opinión se encuentran
en News and Information. Lo curioso es que los coordinadores de in-
formación no local (internacional, nacional…) se encuentran en el área
de la edición online y su propósito es más canalizarla a los lectores que
generarla.
mente más que la media (lo que hace de ella un target muy apetitoso).
Navegan por Internet a través de sus teléfonos. Son letrados en materia de
vídeos digitales y podcast, y saben de computadoras. Hacen inversiones
bancarias y compran online. Y, obvio, toman vuelos internacionales con
frecuencia.
Así, mientras que los diarios locales de Europa registran cada vez
niveles más bajos de ventas y de lectores, los diarios comunitarios norte-
americanos - muchos de ellos sin presencia relevante en la Red - conocen
niveles de penetración de casi el 100 por cien. El The Daily Astorian, el
periódico local de Astoria, tiene una tirada diaria de 8.400 copias. La ciu-
dad, según el último censo oficial, tiene 9.800 habitantes. El diario publica
casi un ejemplar por cada habitante. ¿Qué gran periódico de España o de
México, por ejemplo, podría preciarse de semejante tasa de penetración?
La Redacción Limitada
Suelo sonar muy apóstata - y decididamente, bastante traidor a la causa
de los periodistas sindicalizados y gremiales - cuando digo que un diario
local no debe tener una redacción superior a seis u ocho personas. Seis
personas, por ejemplo, es un número justo y perfecto para elaborar la edi-
ción diaria de un periódico de unas 12 páginas de una ciudad de menos
de 200.000 habitantes.
Sin embargo, yo creo que hay dos iniciativas clave para garanti-
zar la completa transición a la Red. La primera es ir haciendo las cosas
paulatinamente. Ésto es, ir reclutando poco a poco a gente para que haga
pequeños proyectos que puedan ser introducidas en webs 1.0 y luego ser
transformados.
Pues parece que sí. La prueba está aquí. En la propia Wired, que
presenta en su web una selección de las mejores novelas brevísimas que
publicaron sus páginas, y que vale la pena leer. Mi favorita es la de Arthur
C. Clarke, que lee: “God said, ‘Cancel Program GENESIS.’ The universe
ceased to exist.” Alguna más de seis, pero el maestro manda.
Ese experimento, que al principio nadie sabía para qué servía real-
mente, ha comenzado a ser utilizada por muchos medios de comunica-
ción (norteamericanos, por supuesto) para mantener a sus seguidores
informados con increíble celeridad de las noticias que realmente son de
urgencia (de ahí la metáfora de la campanita).
multimedia, donde los periodistas son cada vez más generalistas en lo que
respecta al aspecto productivo.
Nada más fácil que conectar el iPod diez minutos por la mañana y
descargar de manera automática los textos del periódico que te interesan
(esta vez sí, leídos por un locutor profesional) para más tarde conectarlos
(en el tren o en el coche) y escucharlos camino del trabajo.
riódicos con sus lectores (que ya no son lectores exclusivamente, sino que
también son radioyentes y televidentes) y para atraer un nuevo público.
A Modo de Conclusión:
La Obligación de
Satisfacer Necesidades
Pocos productos han nacido más versátiles que los periódicos. Desde los
tiempos de la República de Venecia, el periódico ha vivido mil y una mu-
taciones hasta llegar a su momento actual. Un momento en el que The
Times y The Daily Telegraph se imprimen en formato tabloide, en que el
Wall Street Journal juega con formatos, plataformas y ediciones diferen-
tes, y en el que muchos periódicos no representan ya más que una puerta
de entrada a la Red.
El rol del periódico, hoy en día, va más allá del de mero informador
u orientador. Para sobrevivir, el periódico debe convertirse en elemento
imprescindible e insustituible en la vida de cada uno de los lectores. Pero
eso no es imposible en una sociedad de medios desmasificados, donde las
nuevas tecnologías de la información permiten la “audiencia de una sola
persona” y donde los contenidos son segmentados de manera automáti-
ca por los portales. Por ello, sin abandonar el papel, los diarios deben ir
moviéndose cada vez más hacia la Red. Red que ya no sólo es accessible
desde dispositivos portátiles, sino que dentro de muy poco (el Media Lab
lleva 20 años trabajando en ello) serán carne de los lectores de libros digi-
tales, se parezcan a lo que se parezcan.