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Sobreviviendo a las Redes

( o To d o E m p e z ó c o n J u l i o Ve r n e )

Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos

R a m ó n P e d r o s a L ó p e z

UNIVERSIDAD DE L AS A MÉRIC AS

COLECCIÓN DE INVESTIGACIÓN PARA LA DOCENCIA


Sobreviviendo a las Redes
( o To d o E m p e z ó c o n J u l i o Ve r n e )

Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos

R a m ó n P e d r o s a L ó p e z
Título de la Obra:
Sobreviviendo a las Redes (o Todo Empezó con Julio Verne)
Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos

Colección:
Investigación para la Docencia

Universidad de las Américas, A.C.


Puebla 223, Col. Roma, C.P. 06700, Ciudad de México

Distribuido bajo licencia


Reconocimiento - Sin Obras Derivadas 2.5. de
Creative Commons por decisión del titular.

El lector es libre de copiar, distribuir y comunicar públicamente la obra,


bajo las condiciones de reconocer los créditos de la obra de la manera
especificada por el autor (pero no de una manera que sugiera que tiene
su apoyo o apoyan el uso que hace de su obra) y de no alterar, transfor-
mar o generar una obra derivada a partir de esta obra.

Impreso en México
Printed in Mexico
A mi hija.

A mi padre. Compañero del alma, compañero.


Sumario

A modo de Prólogo 11

A modo de Introducción a Estos Apuntes 15

I. El Nuevo Entorno Digital 23

II. Los Periódicos Amenazados en la Era Digital 34

III. Inventando el Periodismo Digital 47

A Modo de Conclusión:

La Obligación de Satisfacer Necesidades 63


Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 11

A Modo de Prólogo
Por Pilar Ferreira García
Vicepresidenta de Información de la Organización Editorial Mexicana.
Ex Directora de El Sol de México.

Recibir la invitación a prologar un libro es una encomienda que se acoge


de entrada con cierta aprensión o reticencia. ¿Y si discrepamos o no nos
gusta el material que se nos presenta? Esa es la pregunta que ronda por la
mente; sin embargo, en esta ocasión, no hubo ninguna duda. Desde que
tomé en mis manos los Apuntes Sobre el Futuro de los Periódicos escrito
por Ramón Pedrosa, lo tuve claro y no necesité agarrarme a ninguna ex-
cusa para declinar tal invitación.

Desde el título quedé gratamente sorprendida: Sobreviviendo a las


Redes (o Todo Empezó con Julio Verne). ¿Cómo un periodista osa violar
una de las leyes sagradas de nuestra profesión? Empezar un titular con
un gerundio pondría los pelos de punta a más de una vaca sagrada de
este mundillo tan especial; pero ahí precisamente, desde ese encabezado,
descubrimos el espíritu de quien escribe, huir de recetas acartonadas y
romper con moldes que encorsetan a una de las profesiones más apasio-
nantes que existen.

No caigamos en el absurdo que protagonizó el gobernador de Bra-


silia, José Roberto Arruda, al prohibir por decreto el uso de los gerundios

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a toda su Administración, con la ridícula pretensión de evitar así las dis-


culpas ante la falta de eficiencia.

El lenguaje es la herramienta básica del periodista y todos sus ele-


mentos, todas las formas verbales tienen su razón de ser; amén de que la
lengua, el idioma de cada comunidad es algo vivo que evoluciona a la par
que la sociedad y los cambios que se dan en ella. Esto que es una verdad
incuestionable, se aplica también al vehículo, al medio por el cual se llega
al público receptor.

Y aquí llegamos al punto medular de este libro. Ramón Pedrosa


pone el dedo en la llaga y analiza el impacto que Internet está ejerciendo
sobre los diarios, con una conclusión que comparto enteramente: Los pe-
riódicos se adaptarán a las Redes, de la misma forma que se adaptaron a
la radio y a la televisión.

Cómo recorrer ese camino, qué cambios hacer, es lo que los perió-
dicos impresos deben dilucidar, en un proceso que, casi como en un labo-
ratorio de experimentación dejará a su paso errores y aciertos. Fórmulas
matemáticas no existen para superar esta crisis que a nivel mundial afecta
a los medios impresos que ven declinar de forma paulatina pero cons-
tante su circulación; sin embargo parece obvio que sobrevivirán aquellos
periódicos que sepan adaptarse a la nueva realidad que pasa indiscutible-
mente por la Red.

Si para salir exitosos no hay receta mágica, sí la hay para fracasar.


Aquel periódico que pretenda seguir igual que hace unos años, con los
mismos contenidos, idéntica presentación y tratamiento de la informa-
ción, de las noticias, ahí sí encontrará el camino cierto para fracasar y
desaparecer en no mucho tiempo.

Pese a la intención manifiesta del autor de no elaborar un libro


de texto ni un manual de periodismo digital, sino explorar y recopilar
reflexiones que permitan comprender los cambios que sufre la industria,
creo que estos apuntes deberían ser leídos por todos aquellos que aspiran
a convertirse en periodistas. En pocas páginas, escritas de manera ágil y

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 13

amena encontrarán un panorama general de la situación a la que se van a


enfrentar en breve, cuando empiecen su vida profesional.

Este libro es también una herramienta imprescindible para los


dueños de periódicos, para los directivos y editores que se enfrentan al
reto de sobrevivir, y que verán sintetizadas las diferentes perspectivas,
puntos de vista y teorías desarrolladas en torno a este tema.

Tres son los capítulos en los que Ramón Pedrosa ha dividido su


ensayo: El Nuevo Entorno Digital; Los Periódicos Amenazados en la Era
Digital y el tercero, que por sus aportaciones se me hace el más intere-
sante a nivel personal, Inventando el Periodismo Digital en el que sin la
pretensión de tener una bola de cristal ni hacer ciencia ficción apunta
algunas opciones que pueden ser exitosas para garantizar un futuro pro-
misorio a la prensa escrita.

El autor de este libro pone todo el énfasis en la necesidad de utili-


zar el periódico para forjar comunidades virtuales de lectores, que depen-
dan del medio y con las que se pueda interactuar de manera masiva. Y es
que la interacción es fundamental y algo que ya han entendido la mayoría
de los diarios, al tener sus propios portales de Internet. Cómo llevar a
cabo esa interacción es el reto a superar.

Resulta indudable que la prensa escrita hace tiempo que dejó de


competir en noticias nacionales e internacionales. Por su propia dinámica
y tiempos de producción, los periódicos están en desventaja frente a la
televisión, a la radio y sobre todo a Internet, que de forma casi inmediata
nos da a conocer lo que sucede en el mundo. Así, pues, parece que la
mejor opción para los diarios es abocarse a los miembros de su comuni-
dad y ofrecerles información local, que responda a sus necesidades y se
convierta en un elemento imprescindible en la vida de cada uno de los
lectores.

De todas formas, y frente a las visiones catastrofistas que vaticinan


la desaparición de los periódicos impresos en un futuro cercano, creo
que hay motivos para ser optimistas y pensar que los diarios en papel

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tienen todavía mucha vida por delante, siempre y cuando sepan innovar
y adaptarse a las nuevas generaciones y su entorno. Hay ejemplos que
nos permiten abrigar esa esperanza. Tal es el caso del periódico español
El País que busca y explora nuevos caminos tanto en el impreso como en
la versión digital, lo cual le está dando buenos resultados, reflejados en el
aumento de su circulación.

Pienso que de la misma forma que los chats no pueden sustituir


una buena conversación con los amigos, al calor de una buena cena y una
copa, los periódicos tampoco desaparecerán ante la competencia de la
Red si saben encontrar su nicho, si conocen a sus lectores y atienden sus
necesidades, o dicho de otro modo, si son capaces de reinventarse.

Sin más preámbulo, los invito a leer estos Apuntes sobre el Fu-
turo de los Periódicos que constituyen una magnífica reflexión sobre la
situación actual del medio periodístico y que sin lugar a dudas aportan
elementos nuevos para un debate por demás apasionante.

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 15

A modo de Introducción
a Estos Apuntes

Louis Rossetto, fundador de la revista Wired, escribió una carta a sus


hijos hace unos meses. En ella, Rossetto, uno de los personajes más influ-
yentes de esta generación, trataba de explicarles a sus hijos cómo había te-
nido lugar la Revolución Digital, y cómo esa susodicha “revolución” había
cambiado el mundo desde, más o menos, el año en que ellos nacieron.

En su carta, el ex director de Wired, sin duda el buque insignia


de la Era Digital, reconocía que “la Revolución Digital atravesó nuestras
vidas como el meteorito que extinguió los dinosaurios”. Y explicaba que,
mientras desde la redacción de Wired contaban la historia más importan-
te de los últimos sesenta años, en algo se habían equivocado. Él y su gente
habían creido que las Redes iban a acabar casi de forma inmediata con los
periódicos en papel. Pero no fue así.

Desde que la Revolución Digital comenzó a tomar forma (en algún


momento entre el lanzamiento del MS-DOS y el iPod Nano) lo primero
que visualizaron los futuristas no fue tanto un mundo con coches volado-
res como un mundo sin periódicos.

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16 Sobreviviendo a las Redes

Tras 150 buenos años de prensa escrita de pago, parecía claro que
Internet iba a acabar con ella casi inmediatamente. Mientras que los pe-
riódicos ofrecían el mundo de ayer a cambio de un euro, o de diez pesos,
o de un dólar, Internet ofrecía el mundo de ya a cambio de nada. Era de-
masiado bueno para ser cierto.

La obsesión por acabar con los periódicos alcanzó niveles de abso-


luta histeria. Un estudio publicado por la World Future Society en 1982
observaba un mundo donde los formatos tradicionales de información se
verían sustituidos en las primeras décadas del siglo XXI por el teletexto,
un sistema que, entre mil y una bondades, ofrecería la posibilidad de leer
las noticias en el televisor. Como todo el mundo de mi generación recuer-
da, el teletexto se desvaneció de la nada en cuanto se popularizó Internet.
Los periódicos siguen aquí.

“Predijimos la muerte de lo que llamamos Viejos Medios una y


otra vez, pero aún siguen vivos”, explica Rossetto en la carta a sus hijos.

Y siguen vivos porque los periódicos son el producto más versátil


del mundo. Tienen audiencias muy definidas que identifican perfecta-
mente su marca. Tienen índices de penetración elevadísimos y en mu-
chos casos son la argamasa que une a la comunidad. Son baratos, son
completos… y la gente no sabe vivir sin ellos.

Es cierto que los diarios ofrecen altos niveles de profundidad a la


hora de explicar el mundo, y también es cierto que generaciones enteras
han desayunado con las páginas blancas del periódico. No obstante, sería
obtuso pensar que los diarios no están siendo amenazados por Internet.
Internet, ahora más que nunca, ofrece información inmediata gratis, pero
también ofrece profundidad, y los sitios de noticias y los dispositivos por-
tátiles que permiten acceder a la información en tiempo real han ido sus-
tituyendo a las páginas de los diarios.

Para acabar de estropear las cosas, se ha unido el factor demográ-


fico: la generación que ahora está cumpliendo los 30 años y que está co-
menzando a ocupar los cargos directivos del mundo es aquella que nació

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 17

al mismo tiempo que la MTV. Aquella que ha aprendido a recibir infor-


mación de manera estrictamente visual. Aquella que ocupa computado-
ras desde que eran niños (mi padre me regaló mi primera computadora
a los ocho años; mi hija ha nacido en un hogar con cuatro ordenadores).
Aquella que se ha acostumbrado a recibir su dosis diaria de información
más allá del texto y que ahora la quiere en audio, en imagen, en video y en
pantalla, y la quiere al mismo tiempo y además, hecha a medida.

El consumidor de noticias de nuestros días es enormemente dis-


criminativo. Sólo consume lo que le interesa y cuando le interesa. Cual-
quier otra opción está dejando de servir. El único camino a tomar – y es-
pecialmente para los periódicos – es comprender ya mismo esa realidad
y actuar en consecuencia.

La brecha real que existe entre los New Media y los Old Media
es principalmente de tiempo y de inmediatez. Ahora que nadie está dis-
puesto a esperar al noticiero de las tres para saber qué ha ocurrido en el
mundo o en su comunidad, no sólo el modelo tradicional de periódicos
se irá agotando paulatinamente, sino que también se agotará el modelo
de la radio analógica y la televisión tal y como las hemos conocido hasta
ahora.

Internet no está siendo la única amenaza a la supervivencia de los


periódicos. En La Tercera Ola, allá por 1981, Alvin Toffler predijo para
los diarios un futuro muy parecido al actual. Sin embargo, no le echó la
culpa a las nuevas tecnologías de su destino, sino a la enorme compe-
tencia que se ha desarrollado en torno al papel desde los años cincuenta.
“Cada uno de los diarios de gran circulación actuales se enfrenta con una
competencia cada vez mayor de una creciente multitud de publicaciones
de escasa circulación, semanarios (…). Habiendo llegado a la saturación,
el diario de circulación masiva de la gran ciudad se encuentra en una
situación muy apurada. Los medios de comunicación desmasificados le
están pisando los talones”, explicaba.

Aún así, lo cierto es que en ese proceso de desmasificación, los pe-


riódicos están siendo más capaces de adaptarse al nuevo contexto que la

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radio y la televisión. En muchos casos han tomado el toro por los cuernos
y en otros están reinventando Internet. Los periódicos se siguen impri-
miendo en papel, pero también han desarrollado portales de noticias so-
bre la base de la interacción. En muchos casos alcanzan niveles impensa-
bles de lectores y son las estrellas de la Web 2.0. Creo firmemente que los
periódicos se adaptarán a las Redes de la misma manera que se adaptaron
a la radio, a la televisión y, sí, al teletexto. Pero también creo que esa fase
de transición únicamente se puede llevar a cabo tras un proceso intenso
de análisis y planeación que tenga en cuenta el mundo del mañana y la
evolución de las audiencias.

Mi intención, a la hora de escribir este libro, no ha sido la de ela-


borar un manual de periodismo digital ni un libro de texto. No se pueden
escribir libros de texto sobre el futuro de los medios de comunicación.
Sin embargo, sí creo que se puede averiguar cómo salvar la existencia
de los periódicos frente a las amenazas que suponen los nuevos medios
mediante el análisis de las alternativas que han aparecido recientemente.
Mi objetivo ha sido el de recopilar una serie de reflexiones que permitan
comprender los cambios que están teniendo lugar y que permitan a la
industria ser un poco más capaz de adaptarse a los nuevos contextos.

Echemos un vistazo al mundo. El mercado de los periódicos ya


no se parece nada al de hace 30 años. Todo – absolutamente todo – está
siendo reinventado. Los nuevos diarios tienen que pensar en función de
las Redes digitales, y muchos han comenzado ya a hacerlo, y con mucho
éxito. El Wall Street Journal, USA Today, El País o The South China Mor-
ning Post no sólo no han visto su influencia y beneficios minimizados,
sino que están encontrando nuevos nichos de mercado y nuevas audien-
cias.

Sin embargo, esos medios, que se estudian como ejemplos exito-


sos en las Facultades de Comunicación, no son más que excepciones. La
mayor parte de la prensa tradicional apenas está empezando a reconocer
que se encuentra ante la principal amenaza de su historia. A muchos ni
siquiera se les ha ocurrido por dónde empezar la remodelación.

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 19

En términos globales, a consecuencia tanto de Internet como de


la desmasificación, la circulación impresa de los periódicos se ha visto
drásticamente reducida, lo que ha llevado consigo menores números de
lectores, menores niveles de influencia social y sobre todo, menores in-
gresos publicitarios.

En 1980, el Informe MacBride, el histórico texto en el que se basa-


ron las discusiones en la UNESCO sobre la instauración del Nuevo Orden
Mundial de la Información y la Comunicación, mostraba un enfoque casi
idílico de los periódicos. Explicaba que, entre 1970 y 1980, la circulación
de los periódicos impresos había crecido en un 20 por ciento. Hablaba
incluso de países que, como Suecia, tiraban 600 copias por cada 1.000
ciudadadanos. Y citando a un director de periódico, describía así la fun-
ción del papel: “Los periódicos tienen la responsabilidad de preparar a sus
lectores para el cambio social… los directores tienen la responsabilidad
de producir periódicos que sean más adecuados para las necesidades de
la sociedad, que tengan mayor profundidad”.

Lo que pasa es que apenas un año más tarde, en 1981, el diario es-
tadounidense Columbus Dispatch y otros 11 periódicos norteamericanos
comenzaron a publicar en línea, y la gran revolución digital de los perió-
dicos se disparó. Hoy en día, según el libro The Vanishing Newspaper, los
diarios pierden un uno por ciento de sus lectores al año. Y los periódicos,
en su desesperación inicial por intentar encontrar una solución a la crisis,
cometieron el error de tratar de emular a la televisión y a Internet, se
volvieron cada vez menos profundos y empezaron a perder el favor de
los lectores que habían encontrado su refugio en ellos durante muchos
años.

Por primera vez en siglo y medio, los diarios no tienen sus mer-
cados perfectamente bajo control. Pero está claro que el periodismo se
encuentra en su momento más apasionante desde la invención de la ra-
dio. La Revolución Digital, lejos de representar la desaparición de los pe-
riódicos, como muchos vaticinaban a principios de los años noventa, va a
representar la reinvención de la profesión y de los medios. La aparición de

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20 Sobreviviendo a las Redes

nuevos canales permitirá un periodismo más global, aún más influyente y


más vinculado a los cambios estructurales que está viviendo el mundo.

El auge de las Redes está significando nuevos niveles de interacción


social y nuevas necesidades de comunicación. Y en el centro de todos
esos cambios deben estar y deben buscar su lugar los periodistas digitales,
notarios de nuestro tiempo y cuyo rol debe ser, siempre, el de servir de
auditor a aquellos que quieren destruir la ciberlibertad de prensa incluso
antes de que ésta sea mayor de edad.

Este libro es fruto de mis propias filias y mis propias fobias. En él,
seguramente soy extremadamente duro con los que quieren acabar con
la libertad de expresión en la Red y con los que hacen de la profesión un
lugar peor donde vivir. Mi visión es optimista, pues el pesimismo se lo
debemos dejar a los débiles. Mi compromiso, si es que debo tener alguno,
es con el cambio. Y sólo con el cambio.

Hasta donde he podido llegar en mi análisis, este libro tiene mu-


cho de la mella que han hecho en mí dos autores: Alvin Toffler (sobre
todo en su última etapa) y especialmente Nicholas Negroponte, uno de
los grandes visionarios de nuestro tiempo y cuyo trabajo ha marcado toda
mi carrera profesional.

He dividido este volumen en tres capítulos, en los que me permito


reflexionar en relativa profundidad sobre diferentes aspectos relaciona-
dos con el futuro de los periódicos.

El primero, titulado El Nuevo Entorno Digital, es una descripción


de esa ciberlibertad de prensa y una explicación de cómo el acceso a la
información, y la tarea de los informadores, está determinada por dos fac-
tores: las iniciativas censoras de quienes no quieren ver el florecimiento
de los flujos de información, y la brecha que existe entre “enchufados” y
“desenchufados”.

El segundo capítulo se titula Los Periódicos Amenazados en la Era


Digital, y es, básicamente, una enumeración de algunos de los principales

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 21

desaf íos a los que se enfrentan las ediciones impresas de los periódicos
ante el auge de Internet y la aparición de alternativas gratuitas e inmedia-
tas para satisfacer las necesidades informativas de ejércitos de lectores.

Finalmente, el capítulo Inventando el Periodismo Digital apunta


apenas algunas de las soluciones alternativas que han ido apareciendo en
los últimos meses/años para permitir la supervivencia de los periódicos
ante la crisis de lectores y anunciantes que sufre.

Durante los últimos meses he vivido sumergido en este libro. Lo


he leído, lo he escrito y lo he soñado. Algunas de las piezas que están re-
cogidas en él fueron publicadas por primera vez en mi blog Querer Com-
prender, que ahora se encuentra en http://www.ramonpedrosa.info.

El resto son mayormente inéditas y fruto de mi trabajo en la Uni-


versidad de las Américas, Ciudad de México. Es significativo, de alguna
manera, que un libro impreso en papel haya nacido de la Red.

Que este trabajo sirva, fundamentalmente para tratar de entender


qué es lo que está pasando y poder comenzar a tomar decisiones el día de
mañana. En México, la Revolución Digital en el campo de los medios de
comunicación aún es un espejismo. No me queda duda, no obstante, de
que los mejor preparados serán los únicos capaces de sacar lo mejor de
los tiempos que vienen y de no hundirse ante las crisis.

Cualquier crítica, halago, opinión o comentario sobre los medios


de comunicación actuales es fruto de mi propia cosecha y como tal soy
el único responsable de ellos. Sin embargo, este texto, mi propio análisis
personal sobre otra de las múltiples facetas de la Tercera Ola, de la Revo-
lución Digital, no hubiera sido posible sin la ayuda de unos cuántos.

Es justo y perfecto agradecer, por ello, a las personas que han par-
ticipado en este libro. Mi primer agradecimiento es, obviamente, para el
Dr. Alejandro Gertz Manero, Rector de la Universidad de las Américas,
A.C. y la persona que ha permitido que este proyecto se haga realidad.

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22 Sobreviviendo a las Redes

Para Pilar Ferreira, vicepresidenta de Información de la Organiza-


ción Editorial Mexicana y ex directora de El Sol de México, quien accedió
a última hora a redactar el prólogo del libro, sólo tengo palabras de gra-
titud.

También debo agradecer a los profesores y estudiantes de la Facul-


tad de Comunicación de mi universidad su compromiso con este trabajo
y con mis clases sobre el futuro de la prensa, así como a Mariela Paredes,
incansable y absoluta, quien ha tenido la paciencia de editar este libro y de
asegurarse de que haya llegado a la imprenta en condiciones. Mis Maes-
tros (con mayúscula), los doctores Miguel Herráez y Fernando Rodrigo,
han estado presentes en cada página del texto.

Y con Judith tengo algo más que un simple agradecimiento. Su


presencia en mi vida da mucho más que lo que se puede esperar de una
esposa, compañera, amiga o madre. Nunca dejaré de recriminarle que
no me dedicase su primer libro,… así que he decidido dedicarle éste a
Aitana, nuestra hija.

Ramón Pedrosa López


ra@ramonpedrosa.info
Ciudad de México, Junio del 2008

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 23

I. El Nuevo
Entorno Digital

El proceso globalizador se nos ha adelantado a todos. Hoy en día, es una


realidad incontestable que el desarrollo de las redes digitales han modifi-
cado las vidas de muchos de nosotros, y especialmente de los residentes
de los países occidentales. La aparición de Internet y el auge de la World
Wide Web (www) desde su creación por Tim Berners Lee y el CERN en
1989 han hecho del mundo un lugar muy diferente.

El desarrollo de las tecnologías ha alcanzado hitos absolutamente


históricos y ha satisfecho algunos de los sueños que la humanidad llevaba
anhelando desde los tiempos de las civilizaciones antiguas. Por primera
vez en la historia, la conectividad absoluta entre las gentes lleva cami-
no de completarse – y los entes políticos y sociales que somos los seres
humanos parecemos haber encontrado finalmente la forma definitiva
de conectarnos. Se prevé que, para el año 2013, haya 2.000 millones de

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24 Sobreviviendo a las Redes

usuarios de Internet y prácticamente una tercera parte de la población


mundial tenga la oportunidad de comunicarse entre sí, sin barreras y de
forma directa.

En Octubre del 2007, un estudio de la compañía californiana Ra-


dicati Group, con sedes en todo el mundo y que se ocupa de investigar
los mercados de la comunicación por Internet, reveló cifras asombrosas.
En un análisis, la firma explicó que cada segundo se envían dos millones
de emails y que 183.000 millones de correos circulan por la red diaria-
mente.

El número de usuarios de correo electrónico es, hoy por hoy, de


1.200 millones. Más o menos el 20 por ciento de la población mundial.

Internet ha traído índices de conectividad jamás conocidos ante-


riormente, pero también ha puesto sobre la mesa concepciones enfrenta-
das de lo que diferentes civilizaciones entienden por Libertad de Expre-
sión o Libertad de Información o, incluso Libertad de Reunión.

A ese respecto, los Derechos Humanos y las Libertades Funda-


mentales se han visto fortalecidas por el auge de la Revolución Digital,
algo de lo que podrían sentirse bien satisfechos los ponentes de la Decla-
ración Universal de los Derechos Humanos. Las libertades de asociación,
circulación, enseñanza, de empresa, religiosa, de expresión, reunión,
pensamiento, prensa, etcétera… han encontrado un aliado en las nuevas
tecnologías, pero sus enemigos también se han hecho más grandes y más
poderosos gracias a ellas. No es común que una civilización vea en tan
pocos años el nacimiento de una libertad. Sin embargo, lo que es todavía
menos común es que todas las grandes civilizaciones del mundo hayan
visto el nacimiento de varias nuevas libertades al mismo tiempo: la Liber-
tad de Internet y la Libertad de Prensa (digital, ahora sí).

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 25

Enchufados y Desenchufados
Internet, hasta cierto punto, ha permitido revivir muchos de los presu-
puestos que se dieron con la creación de la democracia ateniense. Y sí, por-
que Internet representa la ficción de ser un campo de juego igualitario.

De la misma manera que en la Grecia Clásica ciudadanos y escla-


vos estaban claramente diferenciados, la sociedad actual ha sido dividida,
dice el periodista español Juan Luis Cebrián, entre “enchufados” y “des-
enchufados”. Bien es cierto que Internet y el uso de computadoras ha ido
creciendo de manera exponencial desde la aparición de las primeras com-
putadoras personales en los años setenta, pero su uso parece confinado
principalmente a Occidente y a las economías emergentes, quienes han
entendido la Red como un punto de apoyo sobre el que basar su creci-
miento económico. Es precisamente en esos lugares donde se ha podido
desarrollar una prensa digital libre e influyente.

Según el sitio web Internet World Stats, tan sólo el 9,6 por ciento
de los internautas del mundo están en América Latina y el 3,4 por ciento
en África, a pesar de que es uno de los continentes más poblados del
mundo. Pero, además, hay un indicador muy interesante que vale tomar
en consideración. El índice de penetración de la Red –y todo lo que gira
en torno a ella- en Estados Unidos es del 71,1 por ciento, mientras que
en América Latina la cifra es muy inferior: 22,2 por ciento. En África, tan
sólo del 4,7 por ciento. Datos muy significativos.

Google frente a la Biblioteca de Alejandría


Internet otorga derechos, pero algo similar a lo que pudo haber pasado en
tiempos de la polis griega puede pasar en el mundo actual. El derecho a la
ciberdemocracia, en este tiempo, es otorgado por la capacidad de acceder
a una computadora y a una red. La Biblioteca de Alejandría palidecería
hoy en día ante iniciativas como el Gutenberg Project, y Demetrio de
Falero (el gran primer bibliotecario de aquella maravilla) quedaría desem-
pleado ante la fuerza de Google Books.

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26 Sobreviviendo a las Redes

Los apocalípticos – que diría Umberto Eco – argumentarán con


todo derecho que Internet es una herramienta extraordinaria y un gran
proveedor de derechos, pero también dirán que no es democrático. No
en vano, el acceso a Internet está limitado por lo elevado del costo de las
computadoras y las conexiones.

Los intentos democratizadores de las Redes, como siempre, vienen


directamente de las potencias. En los países en vías de desarrollo es don-
de se dan mayores niveles de desigualdad en el uso de computadoras (y
las tarifas más altas, restringiendo así el acceso de la clase no dominante).
Y no es extraño que hayan sido los países desarrollados – y especialmente
economías del bienestar como los países nórdicos – los que han desplega-
do un mayor esfuerzo para llevar terminales a todo el mundo.

El proyecto One Laptop per Child (Una computadora por niño),


pilotado por Nicholas Negroponte, fundador del Media Lab del Instituto
Tecnológico de Massachussets, es un buen ejemplo. Su objetivo es que
todos los niños del mundo tengan acceso a computadoras especiales con
acceso a Internet. El proyecto, que agrupa a algunos de los más renombra-
dos expertos del mundo en la materia, y que ha asociado a los principales
productores de tecnología digital, tiene como objetivo crear computado-
ras cuyo costo no sea superior a unos cien dólares, pero no para que sean
comercializadas, sino para que sean compradas por países desarrollados
para donarlas a los niños del Tercer Mundo. Este proyecto entiende per-
fectamente que, en una economía del conocimiento, la capacidad de los
pueblos de conectarse a las Redes es un activo fundamental.

¿Existe la Libertad de Internet?


La Libertad de Internet es, a todos los efectos, un nuevo exponente de
libertades individuales clásicas como la Libertad de Prensa o la Libertad
de Expresión o Asociación. La Libertad de Internet es un derecho fun-
damentalmente individual porque individual es, a pesar de todo, la expe-
riencia de sumergirse en Internet. El derecho derivado de esta libertad,

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 27

que yo creo que se podría llamar Derecho a Internet, es el derecho de las


personas a buscar, recibir, transmitir y difundir información de cualquier
tipo sin que pueda mediar censura ni restricción, más allá de las razona-
bles y directamente vinculadas a la defensa de la seguridad nacional o a la
protección de la infancia.

El proyecto de Negroponte, que fue presentado ante el Foro Eco-


nómico Mundial de la ciudad suiza de Davos, sí es un experimento que
puede ayudar a democratizar la Red y a hacer que los medios de comuni-
cación masivos sean, ahora, universales. El principio básico del proyecto
One Laptop per Child es precisamente el desarrollo de computadoras que
estarán orientadas a niños de entre seis y 12 años, con software espe-
cialmente diseñado para ellos con programas de código abierto y que les
permitirá conectarse y entrar a formar parte de la Revolución Digital sin
quedarse atrás.

¿Incluso en lugares sin electricidad? Sí, pues la nueva computado-


ra – una de las recetas más atrevidas de los últimos tiempos para extender
el Derecho a Internet – va prácticamente a cuerda, y cualquier niño de
cualquier parte del globo podrá intentar aprovecharse así de lo que le
ofrece el nuevo mundo. Ya digo, Internet de derechos.

Como cualquier otro derecho, la Libertad de Internet tiene un


ámbito definido, y de la misma manera que la Libertad de Prensa, está
directamente vinculada a un desarrollo tecnológico concreto. El Derecho
a la Libertad de Internet es un curioso derecho de carácter dual. En pri-
mer lugar, es indudablemente una poderosa oda a la individualidad. La
Red permite, por vez primera de manera global, que los seres humanos
conformen los conocimientos que desean adquirir de manera personal,
según sus propios intereses y sin pisar los derechos de los demás. Internet
es, sin duda, un medio de comunicación, pero también es un canal de
transmisión. Los internautas son, al mismo tiempo, receptores de con-
tenidos y generadores de información, lo que les da una influencia que
antes no existía. Son los llamados “periodistas ciudadanos”. Así, el De-
recho a Internet se convierte en una fusión del Derecho a la Libertad de
Expresión y de la Libertad de Prensa.

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28 Sobreviviendo a las Redes

El Nuevo Medio de Expresión


La Declaración Universal de los Derechos Humanos, en sus artículos 18
a 21, recoge los derechos de pensamiento, de conciencia, de religión y
libertades políticas. Y reza: “Todo individuo tiene derecho a la libertad
de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a
causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opinio-
nes, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio
de expresión”.

¿Podría ser Internet ese nuevo “medio de expresión”? Estoy seguro


de que sí, y más importante que nunca pues sirve para consolidar y garan-
tizar todo lo anterior. ¿Es posible, de hecho, que un desarrollo tecnológico
suponga la creación de una nueva libertad? Ahora parece que sí, más te-
niendo en cuenta que Internet ha representado, para muchos ciudadanos,
la capacidad de mostrar su inconformidad con el estado de las cosas.

Internet también es un elemento de fusión colectiva. La interac-


tividad entre los usuarios y la horizontalidad de la transmisión de la in-
formación han derivado en la creación de redes sociales que piensan de
manera uniforme y que, de alguna manera, han ido autorregulando los
derechos inherentes al nuevo canal y a la nueva forma de organización
que le ha sido dada al ser humano. La aparición de redes sociales virtuales
ha llevado a la creación de nuevas maneras de interacción entre las per-
sonas, así como de identificación social e incluso política.

La Libertad de Internet es, de alguna manera, la libertad del hombre


moderno de expresarse en un entorno donde la capacidad de conectarse
es absoluta. Es la guinda de un mundo que lleva milenios desarrollando
formas de interacción y buscando nuevos modelos de conectarse global-
mente. Internet ha contribuido a satisfacer dos de las necesidades intelec-
tuales básicas del ser humano: el entrar en contacto con otras personas
- ¿la lógica de la polis griega, verdad? – y la adquisición de información.
Información que le permita tomar decisiones y enfrentarse al mundo que
le rodea. De igual manera, otorga al usuario la oportunidad de escoger y
de optar entre un número prácticamente ilimitado de opciones.

Universidad de las Américas. Ciudad de México


Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 29

Lo complicado de todo esto es que Internet nació como un terreno


virgen sin regulación central, como reguladas están el resto de las esferas
de las civilizaciones. Es precisamente en la regulación de Internet donde
radica el problema de su libertad, pues cada Estado ha optado por normar
la Red de acuerdo con su concepción del mundo, con su ideología y con
su necesidad de estabilidad política, sin tener en cuenta la mayoría de los
casos, la esfera de individualidad aparejada a su uso.

En casi la totalidad de países occidentales de tradición liberal – los


mismos que consagraron la Libertad de Prensa y fomentaron el comercio
ultramarino y el contacto con otras culturas – los gobiernos han dejado
la regulación de la Red al buen criterio de sus ciudadanos. Únicamente
han optado por poner límites en lo relativo a la seguridad de las personas,
la protección de la infancia y, precisamente, de los Derechos Humanos.
La Unión Europea, Estados Unidos, Canadá o Australia han optado por
permitir a sus gentes que saquen lo mejor de la Red, a nivel empresarial o
a nivel personal. Pero no muchos otros países.

Juan Luis Cebrián escribió en su texto La Red, patrocinado por el


Club de Roma, que “si en el caos informal de las infocarreteras no se esta-
blecen códigos de circulación y autoridades que los hagan cumplir, la des-
orientación del usuario puede llegar al paroxismo. Pero si se procede de
esa forma, muchos verán levantarse de nuevo el fantasma de la censura,
y una abdicación de la libertad absoluta de los cibernautas”. La aparición
de Internet ha supuesto el fortalecimiento también de los enemigos de la
Libertad, expresada en esta nueva versión, ya que la intolerancia reinven-
ta nuevos métodos de mantener el totalitarismo en el poder. En algunos
casos, como en el de la República Popular China – el censor más eficiente
del mundo – sobre la base de la armonía social según los criterios del
comunismo. En otros, como en el de Malasia – que cuenta con uno de
los tramos más poderosos de la Red (el Multimedia Super Corridor) y la
primera ciudad digital del mundo (Cyberjaya) - en virtud de los llamados
“valores asiáticos”.

La Libertad de Internet – dadas las posibilidades que ofrece la Re-


volución Digital – está, pues, amenazada en muchos lugares del mundo.

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30 Sobreviviendo a las Redes

Incluso en esos países que no dudan en fomentar el uso de las nuevas


tecnologías para promover el comercio estatal o para fortalecer su poder
político.

Reporteros sin Fronteras, una de las organizaciones de periodistas


más influyentes del planeta, y cuyo objetivo es defender la Libertad de
Prensa en el mundo, elabora cada año una clasificación con los países
donde la Libertad de Prensa Digital está más censurada. Según la pro-
pia organización, esos enemigos “son los países que aplastan Internet de
manera más dura, censurado sitios de noticias independientes y publica-
ciones opositoras, vigilando la Red para abatir voces disidentes atacando,
intimidando y a veces haciendo prisioneros a los usuarios de Internet y
escritores de blogs que se desvían de la línea oficial del régimen”.

Eso ocurre en la Red, y representa también una prueba fehaciente


de que la Libertad de Internet existe, aunque sea por el pavor que le su-
pone a unos pocos.

De acuerdo con esta organización, entre los Estados más violentos


se encuentran Bielorrusia (la última gran dictadura europea), Birmania,
la República Popular China, Cuba, Irán, Libia, Corea del Norte, Siria y
Túnez.

En Birmania, por ejemplo, sitios de correo electrónico tan popula-


res como Gmail o Hotmail están bloqueados por completo, mientras que
todos los cibercafés son controlados por agentes del gobierno. Los pre-
cios de una conexión Internet son tan elevados que prácticamente nadie
tiene derecho a acceder a ellos.

China ha sido capaz de generar sistemas de control tan sofistica-


dos que es capaz de encarcelar a decenas de personas acusadas de ciber-
disidencia al mismo tiempo que ayuda a su economía a estar cada vez más
digitalizada.

El régimen que mantuvo Fidel Castro en Cuba, por presentar tan


sólo un último ejemplo, ha sido capaz de tener toda la Red controlada e

Universidad de las Américas. Ciudad de México


Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 31

inaccesible para la mayor parte de la población. Pero eso sí, con mucho
desparpajo. El régimen, por ejemplo, creó no hace mucho un Ministerio
de Informática y las Comunicaciones cuyo objetivo, se supone, es pro-
mover la informatización de la sociedad cubana. Es muy significativo, no
obstante, que la persona elegida para liderar el ministerio no sea otro que
Ramiro Valdés, uno de los líderes de la Revolución Cubana y la persona
que fue encargada, en los años 60, de crear de la nada el todopodero-
so sistema de inteligencia y represión política que ha hecho de la isla de
Cuba uno de los lugares del mundo con mayor índice de violación de los
Derechos Humanos.

Parecería que los requisitos tecnológicos y el avance del software


libre habrían hecho más capaces a los ciberdisidentes de zafarse de las
barreras electrónicas, pero no ha sido así. La Iniciativa OpenNet, que es
un proyecto conjunto de varias instituciones punteras en la investigación
y desarrollo en materia de redes digitales (incluyendo el Punk Centre for
International Studies de la Universidad de Toronto, el Berkman Center
for Internet and Society de la Universidad de Harvard y las universidades
británicas de Oxford y Cambridge), y cuyo objetivo es el de monitorear de
qué manera los países filtran y controlan la transmisión de contenidos vía
Internet, cuenta con un sistema para clasificar esta censura: penetrante,
sustancial, nominal o indirecta.

Según esta otra iniciativa, los países donde más se practica la cen-
sura de la Libertad de Prensa Digital y de Internet se encuentran en Áfri-
ca, en Oriente Medio y en el Lejano Oriente. En naciones como Cuba,
Irán, Birmania, Corea del Norte, China, Siria, Túnez o Vietnam, la censu-
ra es considerada “penetrante” y “omnipresente”.

Como modo de reivindicar una manera de hacer las cosas, el ci-


berperiodismo y la ciberlibertad de expresión que son azotadas en África
o Asia son premiadas de manera consistente en Occidente. Por ejemplo,
el conocido periodista digital Wael Abbas, quien fue detenido y torturado
por el gobierno egipcio por hablar en su blog sobre la situación de los
Derechos Humanos en su país, acaba de ser galardonado con el Premio
Knight de Periodismo. Mientras, Steven Gan, quien es director y funda-

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32 Sobreviviendo a las Redes

dor de Malaysiakini, la principal fuente de información independiente


de Malasia, ha sido reconocido como uno de los principales luchadores a
favor de la Libertad de Expresión en su país.

Recetas en Favor de la Ciberlibertad de


Prensa
Las recetas más fuertes que se han puesto en marcha en los últimos tiem-
pos para defender el Derecho a Internet tienen carácter prácticamente
global. Una de las grandes peculiaridades de las redes digitales tal y como
se comportan ahora es que los mecanismos para que los ciudadanos del
nuevo milenio se pongan de acuerdo para trabajar en favor de la defensa
de la Libertad Online. El paso adelante ha venido, obviamente, del país
que sentó las bases de la Revolución Tecnológica: Estados Unidos.

Hace pocos meses, el Congreso de los Estados Unidos comenzó


a discutir la aprobación de la conocida como Ley de la Libertad Online
Global.

La ley, que actualmente se encuentra en la cámara legislativa nor-


teamericana, servirá para varios propósitos. En primer lugar, para pro-
mover la Libertad de Expresión en toda la Red, indistintamente del lugar
de origen de los contenidos o la nacionalidad de sus participantes. Tal es
la importancia de tomar medidas para salvaguardar ese derecho, y espe-
cialmente en sociedades como las descritas, que algunas naciones Occi-
dentales ya han dado los pasos para trabajar en su favor a nivel mundial.
Estados Unidos (y Europa, obviamente) han puesto en marcha iniciativas
globales para defender el derecho de los pueblos a utilizar Internet tanto
para informarse como para expresarse.

El 14 de febrero del 2006, el Departamento de Estado norteameri-


cano anunció el lanzamiento de su Global Internet Freedom Task Force,
una suerte de departamento especializado cuya función es la de ofrecer
soluciones a las amenazas globales a la Libertad de Internet. Según ex-
plicó en su momento el propio Departamento de Estado, los principales

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 33

objetivos de operación de este grupo de trabajo – que opera desde su


fundación al más alto nivel – son los de identificar los modos en que los
Estados de todo el mundo utilizan la tecnología para censurar la disiden-
cia política, para reprimir las actividades de los disidentes políticos o los
procedimientos empleados por los países en vías de desarrollo para evitar
los flujos de información.

Para ello, la aprobación de la ley – que se da prácticamente por


garantizada – representaría la creación de una nueva división dentro del
Departamento de Estado de Estados Unidos, formada por expertos en
generar mecanismos para favorecer la libre circulación de contenidos e
ideas en la Red. Esta oficina será llamada Oficina para la Libertad Global
en Internet y servirá para coordinar los esfuerzos de la administración,
la sociedad civil, la industria y el resto de la ciudadanía para proteger la
transmisión de información y el ciberperiodismo en Internet.

Es interesante, además, que las políticas de defensa de la Libertad


de Internet están concebidas prácticamente como estrategias de política
exterior. Tanto en Europa como en Estados Unidos, se exige el trabajo
conjunto de órganos de gobierno, expertos de la academia, compañías
privadas y usuarios para trabajar en conjunto, pues al defender las liberta-
des vinculadas a las nuevas tecnologías se trabaja a favor de la democra-
cia, los Derechos Humanos, etcétera.

Esa misma influencia debería ser utilizada por el gobierno de Esta-


dos Unidos para convencer o forzar a otros países a aprobar legislaciones
similares y para promover a nivel internacional la protección del Derecho
a Internet. En el futuro, será responsabilidad del Presidente de los Esta-
dos Unidos el señalar, cada año, a aquellos países que ejerzan censura en
Internet (con excepción de aquellas medidas que se toman por motivos
razonables de seguridad) y, más allá, se prohibiría a las empresas norte-
americanas tener relaciones comerciales con esos países.

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34 Sobreviviendo a las Redes

II. Los Periódicos


Amenazados en la
Era Digital

Ante el afán apocalíptico de tantos, quienes creen que la muerte de la


prensa impresa es inminente, no me queda más remedio que hacerme eco
de la opinión de aquellos que comienzan a enterrar a los periódicos y que
ya los consideran un elemento característico de épocas pasadas. “Internet
acabará con la prensa en papel”, dicen. “La gente leerá los periódicos en
Internet”, dicen. Pero cuando dicen eso, no toman en cuenta la capacidad
de adaptación de los periódicos. Y con eso están de acuerdo muchos de
los principales gurús de la Comunicación.

Ya hace un par de años, el Digital Technologies Project del Institu-


to Tecnológico de Massachusets (MIT) reunió a algunas de las principa-
les luminarias de la comunicación digital para que discutieran entre ellos
el futuro de la prensa (a puerta cerrada, así trabaja la elite). Sus conclusio-
nes fueron relativamente claras. Según este grupo de expertos, la prensa
necesita repensarse a sí misma de manera integral para poder superar el
modelo tradicional de diarios, que ya no encuentra ni clientes ni lectores
suficientes. Para ello, no les queda más remedio que comenzar a desarro-
llar sus propias estrategias orientadas a la Red.

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 35

Las principales amenazas a las que se enfrentan los periódicos son


el periodismo ciudadano, las audiencias fragmentadas y el riesgo de que
las fuentes de ingresos se muevan a la Red en lugar de quedarse en los
medios impresos.

Para el 2015 la información de actualidad llegará a la mayor par-


te de los lectores a través de RSS y servicios sindicados de información.
Entonces más que nunca, no tendrán necesidad de ir a buscar sus conte-
nidos a ningún otro sitio.

Para sobrevivir, los proveedores de información y los periódicos


deben, a partir de ya, repensar sus productos desde nuevas perspectivas,
teniendo en cuenta que las nuevas generaciones han nacido y crecido con
Internet. Así, tendrán que tratar de llegar a más y más lectores a través
de paquetes multimedia, como los que ya ofrecen las grandes agencias de
noticias.

Los Blogs como Amenaza


Mucho se ha escrito en los últimos (digamos) tres años sobre la impor-
tancia de los blogs, la influencia de los blogs o el modo en que los blogs
supuestamente van a modificar la manera en que la gente entra en con-
tacto con la información. Incluso se ha dicho que los blogs - el tan traído y
tan llevado periodismo ciudadano - van a representar una seria amenaza
para los periódicos tradicionales.

Al fin y al cabo, cualquier persona cercana al lugar de una noticia,


con una computadora a mano y una cuenta de blogspot, está mejor posi-
cionado que cualquier reportero para contar una historia. O eso cuentan.

La campaña electoral estadounidense del 2004 dio un espaldarazo


a la tarea de los bloggers (¿cuánto hará falta para que la RAE dé cabida en
el Diccionario a la palabra bloguero?), que además de cubrir la política
de su localidad comenzaron pronto a ser invitados a Davos y a la Casa
Blanca.

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36 Sobreviviendo a las Redes

Hoy por hoy, tanto las principales revistas (Time, por ejemplo)
como el resto de grandes medios norteamericanos tienen blogguers des-
plazados en la campaña electoral, y no hay diario que se precie (sea del
país que sea) que no invite a sus periodistas más destacados a adornar su
trabajo diario con el escaparate gratuito que le ofrece el blog.

Ahora bien, parece que toda esta realidad no es más que un espe-
jismo. Un estudio elaborado por dos expertos de la Universidad de Ohio,
en Estados Unidos y publicado en la Newspaper Research Journal cues-
tiona la importancia real de los blogs y afirma que los lectores que se
sirven únicamente de ellos para conocer las noticias son apenas una sexta
parte de los que leen diarios.

No sólo eso; también afirma que los lectores de blogs son los prin-
cipales consumidores de periódicos impresos y de espacios informativos
de radio y televisión. Los principales consumidores de blogs igualmente,
son aquellos adultos con ingresos superiores a 100.000 dólares, una cifra
nada despreciable, y con estudios de posgrado.

Mi lectura del informe, cuyos autores son Thomas Hargrove y Gui-


do H. Stempel III (Use of Blogs as Source of News Presents Little Threat
to Mainline News Media, se llama su trabajo) es no sólo que la evolución
que está viviendo la prensa escrita la está llevando cada vez más a una
suerte de fusión con Internet, sino que los lectores reclaman cada vez
más esa fusión.

Un 80,5 por ciento de los consumidores de blogs, dice el informe,


leen al menos un periódico a la semana. El futuro de los periódicos impre-
sos pasa por una alianza real con la red.

El auge del blog como medio de comunicación no es más que una


fase más de la lógica evolución que está sufriendo el periodismo, e incluso
yo lo enseño en la Facultad de Comunicación como uno de los más im-
portantes géneros periodísticos de opinión. El futuro de la prensa, y de la
relación con sus lectores, pasará por la manera en que los periódicos va-
yan incorporando a sus productos la lógica de los blogs. ¿Dejára entonces
ese periodismo ciudadano de tener razones para existir?

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 37

Periodismo sin Presupuesto


Los periódicos, no obstante, no pueden continuar siendo uno de los prin-
cipales pilares de la democracia si no tienen fondos para cubrir las histo-
rias que la ciudadanía quiere conocer. Las grandes coberturas y las gran-
des historias no pueden contarse si no hay presupuesto y si los recursos se
ven diezmados cada vez más. Además, los lectores ya no tienen necesidad
de ir a un periódico (ni siquiera a la página web de un periódico) para co-
nocer el porqué de una historia. Google News, o Yahoo News, o OhMy-
News o tantas diferentes aplicaciones – los RSS, y los feeds de Twitter o
las alertas al teléfono móvil o los correos electrónicos con los titulares del
día – permiten que la mayor parte de personas consiga por otras vias su
dosis diaria de información, dejando así el análisis y la reflexión para los
que realmente no pueden vivir sin él o lo necesitan por motivos profesio-
nales. O en manos de los bloggers.

Uno de los momentos más dramáticos en la historia del periodis-


mo político de las últimas dos décadas se vivió durante la campaña que
llevó al nombramiento de Barack Obama como candidato del Partido De-
mócrata a la presidencia de los Estados Unidos. Cubrir la campaña presi-
dencial norteamericana siempre ha sido algo costoso para los medios de
comunicación de ese país a causa de su duración y de la enorme dificultad
que representa seguir al pretendiente al trono del mundo libre. Según un
artículo que The New York Times publicó cuando me encontraba buscan-
do ideas para este libro, muchos periódicos, compañeros incansables de
los candidatos desde hace dos siglos, han optado por abandonar las cara-
vanas de campaña porque ya no compensa económicamente.

Subirse al avión de Obama costaba, en marzo del 2008, 2.000 dó-


lares por persona y día. Y en un mundo donde las informaciones más
afinadas sobre la campaña venían de bloggers y donde los discursos se
podían seguir en tiempo real a través de las webs o de YouTube, a nadie
se le antojaba imprescindible mandar a reporteros a viajar por el país para
sacar una o dos citas de su intervención para acompañar un artículo in-
formativo. Pero, lo realmente relevante es que los periódicos que decidie-
ron, a principios del 2008, no unirse a las caravanas de los candidatos de

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38 Sobreviviendo a las Redes

una campaña que se alargó demasiado no fueron los medios pequeños,


sino algunos de los emblemas del periodismo norteamericano: los USA
Today, Boston Globe, Baltimore Sun, Miami Herald, Philadelphia Inqui-
rer o Dallas Morning News, entre otros.

La tendencia al ahorro, evidentemente, afectará no sólo a los pe-


riódicos, sino a las demás industrias asociadas con ellos. Las grandes
agencias de noticias, como Reuters o Associated Press, que nacieron con
la misión de servir información a los periódicos, han ido perdiendo esa
función de manera progresiva.

Pongamos como ejemplo a la Associated Press. AP es una de las


principales agencias de noticias del mundo. Seguramente una de las cua-
tro más importantes, junto a Thomson Reuters, Agence France Presse y,
seguida de lejos, la Agencia EFE.

En tanto que empresa, AP sigue al servicio de muchos periódicos:


más de 1.700 a principios de este siglo XXI. Pero, sobre todo, sirve a otros
medios de comunicación: 5.000 emisoras de radio y televisión e inconta-
bles sitios de Internet. Cuando fue fundada, en el año 1846, su objetivo
era el de recopilar noticias sobre Europa que llegaban en los barcos que
embarcaban en los puertos de la costa Este de Estados Unidos. Hoy en día
tiene más de 240 delegaciones y un ejército de periodistas. En el 2007, sus
beneficios netos ascendieron a 24 millones de dólares, casi el doble de lo
obtenido en el año anterior. Sus ingresos superaron los 700 millones.

Pero lo cierto es que esos ingresos no llegaron de sus clientes en los


periódicos. A medida que los diarios han ido viendo cómo sus ingresos
se reducían y comenzaron los recortes, muchos periódicos optaron por
cancelar sus cuentas con las agencias de noticias y empezaron a fiarse
de la Red para llenar sus páginas. Y a las agencias parece que les ha dado
lástima.

A principios del 2008, Associated Press, cuya mayor base de clien-


tes se encuentra en la Red y en las grandes emisoras, no necesita tanto de
los ingresos provenientes de los periódicos para crecer. Pero su relación

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 39

con los diarios, que data de hace 160 años, no deja de ser el motivo histó-
rico y simbólico que dio con el nacimiento de AP, por lo que la agencia ha
decidido echarle una mano a los medios impresos. Y por ello, ha decidido
colaborar en su supervivencia aunque sea tan sólo recortando los precios
de los servicios que les brinda.

En los últimos años, AP ha estado diseñando modelos para seguir


aumentando sus ingresos al mismo tiempo que baja los precios que cobra
a los periódicos. En un primer momento, expuso a los periódicos que re-
duciría sus precios, y que a cambio modificaría sus servicios para ofrecer
un paquete básico muy barato y paquetes adicionales a diferentes precios.
Ese modelo, que entrará en vigor en el año 2009, permitiría a los medios
impresos un ahorro de más de 5,5 millones de dólares anuales.

Todo Empezó con Julio Verne


Cuando se trata de ejercer de futurista, ya lo decía Ray Bradbury, todos
somos hijos de Julio Verne. Para mi, todo empezó con un texto de Julio (y
dicen que Michel) Verne - En el siglo XXIX: un día de un periodista nor-
teamericano en el año 2889 – que debí leer de manera inconsciente hace
años, cuando comencé a estudiar periodismo. La tentación de predecir de
qué manera va a ser el mundo en el futuro ha sido algo demasiado habi-
tual en los últimos tres siglos, pero nadie puede culparnos por pretender
imaginar escenarios mejores, donde el progreso lleve a los hombres a ma-
yores cotas de felicidad o, al menos de comodidad.

En sus más de cincuenta novelas, escritas entre 1863 y 1904, Verne


fantaseó y se imaginó las exploraciones submarinas, las conquistas de los
polos, los viajes a la Luna. Todo el mundo ha leído, soñado e imaginado
20.000 leguas de viaje submarino y La vuelta al mundo en 80 días. Su
trabajo ha marcado la forma en la que muchas generaciones han concebi-
do el concepto de mañana. Y además de ello, como muchos de los gran-
des escritores de Ciencia Ficción (como Arthur C. Clarke, Isaac Asimov
o el propio Bradbury) Verne dedicó algo de su tiempo a imaginarse cómo
sería la prensa del futuro.

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40 Sobreviviendo a las Redes

Vuelvo a ello: los periódicos han sido, desde hace al menos 150
años, un producto que muchos han visto amenazado. Amenazado por
los cambios tecnológicos y por el interés cada vez menor por parte de
los lectores de sumergirse en los papeles de noticias, diarios pequeños
y grandes han desarrollado una impresionante capacidad de adaptarse
al cambio. De ahí que, desde hace ya un siglo, la pregunta que surge no
es tanto “¿cuándo morirán los periódicos?” sino “¿qué harán esta vez los
periódicos para no morir?”. En el siglo y medio que ha pasado desde que
el relato de William Howard Russell sobre la carga de la Brigada Ligera
convirtiese a The London Times en el producto más imprescindible de la
Inglaterra victoriana, el periódico ha sobrevivido al telégrafo, a la radio, a
la televisión, al fax, al teletexto y estoy seguro de que también sobrevivirá
a Internet.

Julio Verne, tan acertado analista de los cambios de su tiempo, no


estaba tan de acuerdo. En el siglo XXIX: un día de un periodista norte-
americano en el año 2889 es un relato que cuenta cómo vive el propieta-
rio de un gran periódico global en una jornada de trabajo cualquiera. En
su fantasía, el escritor situó su texto en el año 2889, diez siglos después
de la fecha en que lo escribió, pero seguramente le hubiera sido mejor
situarlo en 1999, en apenas cien años. Pues Verne, al contar la historia
de Francis Bennett, propietario del Earth Herald (digno sucesor del New
York Herald y, suponemos que del International Herald Tribune, funda-
dos por su ilustre antepasado James Gordon Bennett) imagina un mundo
donde los periódicos ya no se publican en papel.

Lo que se lleva entonces es el periodismo telefónico. “Todas las


mañanas, en vez de ser impreso, como en los tiempos antiguos, el Earth
Herald es hablado; en una rápida conversación con un reportero, un po-
lítico o un sabio es como los abonados se enteran de lo que les interesa o
puede interesarles”, escribe Verne en los primeros párrafos del relato.

Para Verne no hay duda de que el diario va a sobrevivir incluso


diez siglos. Y es que, para bien o para mal, la gente se enamora del men-
sajero y no puede dejar de vivir sin las historias de los Henry Stanley de
cada una de las generaciones. ¿Qué diría mi amigo Nick Stout, director

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 41

adjunto del International Herald Tribune, si le dijeran que su periódico


va a sobrevivir, con toda seguridad, 1.000 años más?

Lo interesante es la forma en la que el padre de la Ciencia Ficción


se imagina un periódico del futuro. Para Verne está claro que el periódico
no va a seguir imprimiéndose en papel. No porque sea una empresa de-
masiado costosa, sino porque la inmediatez de lo que se imaginaba como
el futuro no da lugar para esos lujos. En el año 2889 lo que se lleva es el
periodismo telefónico, en un modelo en el que los lectores interactúan
directamente con los hacedores de noticias y los protagonistas de la in-
formación. La opción para los no abonados es conectarse al periódico
“del día” a través de lo que describe como un “gabinete telefónico”. Estas
innovaciones, en un mundo en el que se llega de Nueva York a París en
un rato y donde existen colonias en otros planetas del Sistema Solar, han
conseguido que el Earth Herald tenga 85 millones de suscriptores. Algo
nada despreciable, incluso para los patrones de Rupert Murdoch.

Desde el primer momento, y teniendo en cuenta que el texto fue


escrito hace 120 años, no deja de sorprenderme que el modelo de perió-
dico que se imaginaba tenga tantas similitudes con el actual. Similitudes
en tanto que los periódicos actuales, a través de sus ediciones en Internet,
también hablan. Y en ellos, a través de los foros de discusión, o a través de
los encuentros digitales, los protagonistas de la información interactúan
directamente con los lectores. La interactividad, precisamente, se ha con-
vertido en la principal característica de la Web 2.0, si es que alguna vez ha
habido una. Y Julio Verne ya pensó en ella.

Sin embargo, en plena imaginación verniana, el salto a lo digital


ha sido superior a lo que ninguna mente del siglo XIX pudo haberse ima-
ginado. Los mundos virtuales y los periódicos en línea no sirven en el
marco de una concepción donde todo es f ísico y en tres dimensiones. Si
hacen el esfuerzo de intentar imaginarse qué espacio f ísico ocuparía un
portal web de noticias pueden llegar a análisis interesantes. Pongamos un
ejemplo.

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42 Sobreviviendo a las Redes

Según el sitio Alexa.com, el portal de The New York Times (qué


cosas, también sucesor simbólico del New York Herald en el que se basó
el novelista para dibujar su Earth Herald) recibe diariamente decenas
de millones de visitas y está entre las 30 webs más visitadas del mun-
do. ¿Dónde cabría toda esa gente? ¿Cuántos millones de copias habría
que imprimir para llegar a todos esos lectores? ¿Cómo se transportarían?
¿Dónde se almacenarían?

En el relato, Verne se imagina un Earth Herald que ocupa un “co-


losal edificio de cuatro fachadas, que mide cada una más de tres kiló-
metros”. Algo así tendría que parecer el diario para recibir a toda su au-
diencia. Pero, maravillas de la ciencia y la tecnología, los periódicos son
virtuales y es posible para un medio como el propio Times recibir a 300
millones de lectores al día. Infinitamente más que a los que podría haber
aspirado con el papel.

Esa es la realidad sobre el futuro de la prensa. Que los periódicos,


en su capacidad de adaptación, fruto de siglos de experiencia vayan a en-
contrar su nuevo hogar en un espacio f ísico que no existe. En un mun-
do digital, y sin el desarrollo del periodismo ciudadano, el Earth Herald
habría necesitado “1.500 reporteros, colocados ante un igual número de
teléfonos”. Menos mal que los medios de comunicación son incapaces de
financiar el costo de similar redacción.

Sin embargo, grandes o pequeños, pasados o futuros, los perió-


dicos parecen continuar una tónica constante en lo que se refiere a su
función social. En la obra, se ve a Bennet entrando en su despacho, donde
los embajadores de grandes potencias europeas se disputan la distribu-
ción de mundo. Y en el calor de la discusión, todos se vuelven a mirar al
director del periódico para ver qué es lo que él opina. El periódico, en la
fantasía del primero de los grandes futuristas, sigue siendo el gran pilar de
una comunidad, aunque no se imprima en papel.

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 43

El Diario como Producto Boutique


Con el tiempo, las aguas parecen haber vuelto a su cauce. Los portales
de Internet se han quedado con la información puntual y los diarios van
convirtiéndose en boutique products que ofrecen de todo menos lo que
se puede encontrar en Internet. Los anuncios por palabras son cada vez
menos territorio vedado de la prensa y webs como Craiglist han comen-
zado a amenazar la principal fuente de ingresos de los diarios.

Sin embargo no hay que preocuparse; en los principales mercados,


hoy por hoy, un periódico ya no es un conjunto de noticias adornadas con
un dificilísimo crucigrama. Es un producto sofisticado, atractivo en lo vi-
sual y generalmente también en lo intelectual, que atrae al lector no tanto
desde sus necesidades de información, sino de sus necesidades de saberse
parte de un conjunto social. Este ejercicio de adaptación, no obstante,
requiere mucho esfuerzo y requiere ser capaz de pensar en términos del
siglo XXI. Los diarios viejos, los que se elaboran de la misma manera que
se elaboraban en 1970, tienen los días contados. ¿Pero alguien se hubiera
imaginado que el Daily Telegraph acabaría siendo tan bonito?

Únicamente aquellos periódicos nuevos, creados desde la con-


ciencia de que la generación actual de jóvenes tomadores de decisiones
ya piensa en términos de Internet, serán capaces de sobrevivir.

En este sentido, uno de los libros más significativos sobre el futuro


de los periódicos es The Vanishing Newspaper, escrito por el periodista
y académico Philip Meyer. En su libro, Meyer vaticina que los periódicos
en papel desaparecerán, exactamente, en el año 2043. Analizando los ín-
dices de lectores de periódicos norteamericanos desde los años 70, Meyer
descubrió que, cada año, la prensa de ese país pierde el uno por ciento de
sus seguidores.

En 1970, el 70 por ciento de los estadounidenses leía un diario al


día. En el 2000, la cifra era del 40 por ciento. Según las operaciones de
Meyer, el último diario en papel (¿norteamericano?) dejará de imprimirse
en septiembre del 2043.

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44 Sobreviviendo a las Redes

Afirmación arriesgada, pero que desde luego representa un intere-


sante ejercicio de predicción para el futuro.

La gran virtud de este trabajo es, precisamente, la de preguntarse


cuántos años de vida le quedan a las ediciones impresas. En algún mo-
mento he apuntado la cifra de 15 o 20 años, pero 35 se me hace una cifra
igualmente válida.

Lo que resulta más curioso es que hay expertos preguntándose ya


cuál será el último periódico que se imprima en papel. ¿Será el alemán
Bild, con su gran capacidad y sus recursos casi infinitos? ¿Será acaso un
diario británico como The Scotsman? O, mejor, ¿no será tal vez un diario
local de alguna ciudad del Tercer Mundo donde Internet no se haya aún
generalizado?

Mientras, el fundador del legendario buscador Netscape (¿alguien


se acuerda ya de él?) se ha sentado a esperar a que el New York Times se
muera. Así lo explicó en una entrevista que dio a la revista Fortune y que
fue publicada a mediados del 2008. Para Marc Andreessen, el Times (y
por ende, todos los periódicos) es “un producto f ísico obsoleto e inconve-
niente y que nadie quiera en la era del acceso universal a la Red”. Viniendo
de uno de los grandes gurús de Silicon Valley, un tipo que cambió la Red
en sus primeros años y que hoy, a los 36 años, es multimillonario, proba-
blemente habría que hacerle caso. En su influyente blog, Andreessen ya
optó por inaugurar la “cuenta atrás” para la muerte del que se considera el
mejor periódico del mundo sobre la base de sus resultados más recientes,
que mostraron números muy preocupantes a finales del 2007.

Lo que ocurre es que, a pesar de todo, no lo veo. Los ingresos por


publicidad se han visto diezmados en los últimos años, pero la indus-
tria ha reaccionado con la creación de QuadrantONE, un consorcio de
grandes periódicos estadounidenses a través del cuál quieren robarle a la
competencia la publicidad local online.

Es posible que en algún futuro lejano el New York Times abandone


el papel igual que abandonó el blanco y negro. Pero lo cierto es que la

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 45

edición f ísica del periódico - ¡y especialmente la de The New York Times!


– continúa siendo un elemento icónico en las vidas de muchas gentes.
Quizás haya que esperar a la generación de mi hija (una generación que
seguro no va a desayunar los domingos por la mañana con el periódi-
co) para que realmente los diarios abandonen el papel para tomar para
siempre la Red. Al periódico, ya lo he dicho aquí, le quedan al menos 15
buenos años en papel.

Deslocalizando el Periodismo
Estamos en la era del “outsourcing”. De la deslocalización. Todo en estos
tiempos parece subcontratable. Cuando digo “todo”, también me refiero
al periodismo. Y no estoy hablando de freelances, sino de la contratación
de periodistas en la India para que hagan el trabajo de reporteros occi-
dentales. En los últimos dos años, se ha registrado en la industria de los
periódicos una tendencia a subcontratar trabajos de reporteros en otros
países.

El diario Columbus Dispatch de Ohio (Estados Unidos) contrató


a 90 trabajadores de Pune (India) para encargarse de parte de su depar-
tamento de publicidad. La agencia británica Reuters paga a una legión
de periodistas en su oficina de Bangalore para que cubran desde allí, via
Internet, los mercados financieros de Wall Street. Y el movimiento más
controvertido tuvo lugar dentro del grupo Knight Ridder que, antes de
que lo comprase McClatchy, estuvo a punto de enviar todos sus departa-
mentos de Edición a la India (y eran muchos).

Y tiene sentido. Al igual que en otros sectores, los periodistas


indios hablan inglés, están relativamente bien preparados y son trabaja-
dores. ¡Ah,… y cuestan una tercera parte de lo que cuesta un periodista
norteamericano! Muchos de ellos, incluso tienen títulos por parte de uni-
versidades de habla inglesa.

El diario local Pasadena Now encargó hace un año a dos perio-


distas indios que informaran sobre las sesiones del ayuntamiento de la

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46 Sobreviviendo a las Redes

ciudad de Pasadena, donde no habían estado nunca y que se encuentra


a unos 13.000 kilómetros de distancia. El ayuntamiento dichoso emite
sus sesiones via streaming, y a los editores no les pareció necesario pagar
40.000 dólares al año a un periodista para que cubriese sus reuniones. El
precio por los dos reporteros indios era de menos de 20.000 dólares al año
(sin impuestos, vacaciones o prima navideña).

La empresa MediaNews, que posee ese periódico, está poniendo


en marcha operaciones similares en parte de los 57 medios que tiene, y
cuya circulación diaria combinada oscila alrededor de los tres millones de
copias al día. Los servicios de voz sobre IP, la mensajería en tiempo real
más básica, el streaming y el correo electrónico permiten que la elabora-
ción remota de información se haga con absoluta facilidad.

Muchos han puesto el grito en el cielo por esta tendencia. Sin


embargo, en la prensa internacional, estas rutinas son práctica habitual.
¿Acaso no reportó El País el comienzo del Tsunami del 2004 - que tuvo
lugar en la isla de Sumatra - desde Pekín, a miles de kilómetros de distan-
cia? ¿Cuál es la ética detrás de esas acciones? ¿Y por qué las quejas sólo
aplican a la prensa local?

La prensa local es, precisamente, la primera que se está viendo


afectada por los grandes cambios digitales, y la primera que necesita ac-
ciones innovadoras para sobrevivir y seguir creciendo. En algunos casos,
como en el del The Standard de Hong Kong, la opción es convertirse
en un medio gratuito, para tener acceso a mayores cuotas de mercado
y mayores ingresos publicitarios. En otros, como en el del New Zealand
Herald, la salida consiste en subcontratar los servicios editoriales (esto es,
la redacción y edición de los contenidos del periódico) a otra empresa.

A pesar de las críticas de algunos, que aseguran que la subcontra-


tación dará paso a una peor calidad informativa, provocada por la falta de
perspectiva sobre las noticias locales, lo cierto es que también es señal de
una producción de información más eficiente y de la necesidad de crear
nuevos productos para competir en los nuevos escenarios.

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 47

III. Inventando el
Periodismo Digital

Analizar algo tan etéreo como la prensa digital siempre ha tenido mucho
de Ciencia Ficción. Hablar del futuro de los periódicos es siempre un ejer-
cicio de predicción de escenarios y, en algunas ocasiones, de imaginación,
de ensoñación e incluso de alquimia. Pero es un ejercicio necesario en
tanto que los medios de comunicación deben ser reinventados constante-
mente para ceñirse a las necesidades de la tecnología y, en gran medida, a
las expectativas de los lectores. Hasta ahí, imaginar los periódicos del fu-
turo, como hacía la versión f ílmica del Minority Report de Philip K. Dick,
es tan plausible y tan necesario como imaginar el futuro de la robótica y
las Tres Leyes de la Robótica de Isaac Asimov.

Desde que comencé a interesarme por el periodismo, hace 12 o 13


años, se ha estado hablando de cómo serían los periódicos del mañana. Y
las innovaciones más obvias - las pantallas versátiles de los ordenadores
portátiles, la equiparación del tamaño del Wall Street Journal al de los
monitores de mesa, el auge de los mynews.com o los readers de ebooks tal
y como los imaginó Negroponte - se han ido, uno por uno, convirtiendo
en realidad.

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48 Sobreviviendo a las Redes

Por mi parte, sería ridículo tratar de averiguar cómo serán los dia-
rios del 2020. Tan ridículo como era imaginarse hace pocos años que las
portadas de los sábana británicos o de El País iban a ser a color. ¿O no?

Como todo los futuristas de la prensa, yo también tengo mi lista de


recetas para garantizar el futuro de los periódicos: ser más local en cuanto
a contenido, ofrecer nuevos servicios a las tradicionales listas de anun-
ciantes… Sin embargo, después de darle vueltas en los últimos meses, me
quedo con una fundamental: utilizar el periódico para forjar comunida-
des virtuales de lectores, que dependan del medio, y con las que se pueda
interactuar de manera masiva a través de herramientras como Facebook,
Twitter o LinkedIn.

De esa manera se garantizará la función social del periódico en


tanto que amalgamador de individuos de una comunidad y fortalecerá
la dependencia de esa comunidad en el medio de comunicación para sa-
tisfacer varias de sus necesidades vitales y, entre ellas, las dosis diarias de
información y de orientación. ¿Qué cómo se hace eso? Échenle un ojo al
Nashua Telegraph. Consciente de lo dif ícil que es llegar a los lectores, el
Telegraph de esta ciudad de New Hampshire se ha propuesto buscar a
todos y cada uno de los miembros de su comunidad a través de diferentes
canales digitales: alertas al teléfono móvil, podcasts, Twitter, Facebook,
etcétera… Lo importante es hacer llegar el mensaje.

Haz que Sea Gratis


Mediashift Idea Lab, uno de los blogs más interesantes que se escriben
en estos días sobre el futuro de los medios de Comunicación, cuenta con
un brillante texto: “10 cosas que los periodistas deberían saber sobre la
supervivencia en una industria de alta tecnología”.

El artículo, escrito por Lisa Williams, dice que el periodismo se


ha convertido, en apenas pocos años, en una industria “high-tech”, que
se guia por patrones “high-tech” y no por los patrones tradicionales que
habían guiado hasta ahora la contratación de periodistas. Moraleja: hay
que tener cuidado.

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 49

Según Williams, entre las normas que los periodistas de la era Web
2.0 deben tener en cuenta para sobrevivir se encuentran las siguientes:

1. “Los trabajos son temporales. Los amigos son para siempre”.

2. “Nadie tiene las calificaciones adecuadas”.

3. “La lealtad corporativa está obsoleta”.

4. “Romper cosas es un privilegio”. Y dice, cualquier cosa que funciona


al cien por cien está rota al cien por cien… ¿alguien se acuerda de
Napster?

5. “Léete el manual”.

6. “Escribe el manual”.

7. “Apréndete todo… sobre una sola cosa.

8. “Haz que sea gratis”. Y es que nadie se acuerda de Napster.




Todos Necesitamos un Chief Innovation
Officer
En estos tiempos, todos necesitamos un Chief Innovation Officer, es-
pecialmente los periódicos. En un entorno como el actual, el Chief In-
novation Officer - ¿el Director de Innovación? - es la figura necesaria y
adecuada para pilotar el cambio en los periódicos y demás medios de
comunicación hacia el mundo del 2.0.

La innovación es considerada hoy en día en las empresas como se-


ñal de liderazgo. Y para ser capaz de cambiar la cultura de una empresa -
el future shock del que hablaba Alvin Toffler - y de ayudar a los redactores
o periodistas a cruzar el Mar Rojo de los cambios digitales, se necesita un
Chief Innovation Officer firme y fuerte.

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50 Sobreviviendo a las Redes

El Chief Innovation Officer es alguien capaz de tomar riesgos, de


ser creativo, de inventar estrategias de negocio atrevidas, de extraer de
diferentes culturas para crear nuevos productos mediáticos… En fin, de
todo lo que implique ser capaz de pensar dos pasos adelante de los demás,
de adquirir lo que tiene que ofrecer el futuro y de implementarlo en los
medios para ayudarles a salvar el Babel al que se enfrentan.

Muchos periódicos y grupos de medios, especialmente en Améri-


ca Latina, están muy necesitados de un Director de Innovación fuerte y
eficiente que sea capaz de pensar qué caminos deben seguir sus empresas
para llegar con éxito al futuro. Gente capaz de cuestionar el Status Quo.
Y eso no siempre es fácil.

Es sintomático, por ello, que el LA Times, uno de los diarios más


importantes de Estados Unidos, elevase a principios del año 2008 a su Di-
rector de Innovación, Russ Stanton, como nuevo Director del periódico.

Desde que fue nombrado Director de Innovación, en enero del


2007, Stanton dio el gran espaldarazo a las operaciones digitales del pe-
riódico, lo que le ha supuesto una legión de admiradores que siguen sus
pasos de cerca. En fondo y forma, Stanton parece comprender perfecta-
mente que las claves de la supervivencia del tipo de prensa que es el Los
Angeles Times pasan directamente, y de manera absolutamente indiscu-
tible, por la Red.

El Publisher del periódico californiano, David Hiller, lo dejó claro


en las declaraciones que acompañaron en su momento al nombramiento
de Stanton: “Estamos literalmente en una batalla para salvar el futuro de
este gran periódico, y tenemos que cambiar para sobrevivir y triunfar en
el nuevo mundo”.

Igualmente sintomático es que el nuevo responsable del periódico


fuera seleccionado por encima de dos pilares de la empresa: el director
adjunto del periódico, John Arthur, y el director de su página de Opinión,
Jim Newton, o que seleccionase a un periodista digital (por encima de
periodistas con premios Pulitzer y mucho prestigio) para dirigir la nave
en un momento de transición.

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 51

En los últimos años, el futuro de Los Angeles Times ha pasado a


sus operaciones online. El número de lectores de su página web crece a
un ritmo del veinte por ciento anual, mientras que su tirada en papel se
reduce constantemente. En una década, ha pasado de imprimir más de un
millón y pico de copias al día para tirar apenas 780.000.

No es de extrañar tampoco que el cambio ha venido acompañado


del despido de entre 100 y 150 empleados.

La Redacción Reinventada
Algunos periódicos ya han comenzado a adaptar sus estructuras a las
nuevas tendencias. Y lo han hecho poniendo en orden sus respectivas
casas. En Estados Unidos, el The Atlanta Journal-Constitution, que es
el primer diario de su mercado, ha comenzado la gran reorganización
diseñando un modelo inédito de redacción pensado especialmente para
satisfacer las demandas digitales de los lectores.

Tradicionalmente, las redacciones de los periódicos se habían dis-


tribuido por secciones. Los diarios contaban con una sección de Local,
una sección de Economía o una sección de Deportes. Cada una de ellas
contaba con un (redactor) jefe de sección y un puñado de periodistas ex-
pertos en esa información.

Había periodistas que cubrían el ayuntamiento durante 30 años


y que a la larga se convertían en los principales expertos de la ciudad en
política local. O había periodistas que cubrían las oscilaciones de la bolsa
local, sin que nadie pudiera entrar en su feudo.

Sin embargo, todo esto ha cambiado. Donde antes se premiaba el


conocimiento detallado de un reportero sobre un aspecto concreto de la
realidad, ahora se premia su capacidad de producir productos multime-
dia (prensa, cortes de voz, vídeos para la web o blogs). A ese respecto, el
Atlanta Journal-Constitution ha reinventado la rueda.

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52 Sobreviviendo a las Redes

Hace justo un año, la directora del periódico, Julia Miller, anunció


la renovación de su redacción. En el nuevo AJC, ya sólo hay cuatro divi-
siones.

Antiguamente, como en cualquier diario, se primaba la obtención


de noticias. Eso se hace ahora a través de Google News y otros servicios
RSS. Igualmente, significaba inflar las redacciones de jefes de sección y
secretarias de redacción; algo que los modelos actuales no pueden so-
portar. Algunos hasta tenían unas pocas gentes encargadas de su versión
on-line, pero sin creérselo demasiado. Pero este modelo ya no sirve. Los
diarios tienen que dejar de competir en noticias internacionales o nacio-
nales para centrarse en lo que mejor saben hacer: proveer de información
local a su comunidad. Y ante el declive del papel, es imprescindible, al
menos, dar a las versiones on-line la misma importancia.

El AJC tomó el toro por los cuernos y eliminó las viejas seccio-
nes. En su lugar, creó una nueva redacción con sólo dos secciones: News
and Information y Enterprise. El objetivo de estas secciones es producir
contenido (principalmente local) para publicarlo tanto en la edición on-
line como en la edición en papel. Los reporteros locales a la búsqueda de
material de primera página o los periodistas de opinión se encuentran
en News and Information. Lo curioso es que los coordinadores de in-
formación no local (internacional, nacional…) se encuentran en el área
de la edición online y su propósito es más canalizarla a los lectores que
generarla.

En Entreprise se produce todo lo que no es información diaria:


desde reportajes interpretativos a obituarios, perfiles, etcétera.

Además, tiene dos departamentos de producción: Print y Digital,


que se encargan de canalizar la información elaborada por las secciones.
Lo interesante es que las decisiones en Print y Digital se toman de ma-
nera coordinada, siempre teniendo al lector en mente. En Print están los
especialistas en el papel, desde correctores de estilo a nuevos roles de pe-
riodistas encargados de que todo el producto tenga una imagen integral.

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 53

Además, la renovación ha supuesto la creación de varios nuevos


cargos. El de Director de Cultura y de Cambio, por ejemplo, cuyo objetivo
es el de liderar todo el proceso de evolución (así como el training, y demás
etcéteras) o el Director de Innovaciones. Y eso que el AJC no es cual-
quier cosa. Fundado en 1868, ha sido uno de los motores del cambio en
la prensa norteamericana durante años. Fue uno de los primeros medios
en apoyar el famoso movimiento de Derechos Civiles y su primer premio
Pulitzer por Servicio Público (el más importante de los Pulitzer) lo obtuvo
en 1931. La propia Julia Wallace fue nombrada “Directora del Año” en el
año 2005 por Editor and Publisher. El Director General (Publisher), John
Mitchell, lo puso de esta manera: “We are not in the business of preserva-
tion. We are in the business of creation”. Lo dejo en inglés.

Los Lectores de la Prensa Digital


Un estudio reciente de la Newspaper Association of America reveló datos
muy interesantes sobre qué tipo de audiencias leen los portales digitales
de los periódicos. Al parecer, aquellos que leen las ediciones web de los
medios impresos son la crema y nata de la Red, los que ocupan posicio-
nes sociales y económicas más elevadas y los que mejor se manejan en
Internet.

De acuerdo con el estudio, elaborado por la consultora Nielsen


Online, los lectores de prensa en Internet consumen tres veces más in-
formación política tanto escrita como en formato multimedia que los que
no la leen o se actualizan a través de otros formatos (como Yahoo News,
Google News o las páginas web de las cadenas de televisión).

En lo demográfico, los lectores de portales de periódicos tienen


características muy definidas. En general, son ricos y son sofisticadso.

Casi la mitad tiene estudios de posgrado e incluso un 27 por cien-


to gana más de 100.000 dólares al año. Una tercera parte de los lectores
digitales ocupan cargos de gestión. Igualmente, consume considerable-

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54 Sobreviviendo a las Redes

mente más que la media (lo que hace de ella un target muy apetitoso).
Navegan por Internet a través de sus teléfonos. Son letrados en materia de
vídeos digitales y podcast, y saben de computadoras. Hacen inversiones
bancarias y compran online. Y, obvio, toman vuelos internacionales con
frecuencia.

Estos datos son especialmente interesantes si se tiene en cuenta


que durante el primer trimestre del año, las páginas de periódicos recibie-
ron 66,4 millones de visitas únicas al mes, o un 12,3 por ciento más que
en el mismo periodo del año anterior.

Nunca las ediciones digitales de los periódicos habían registrado


números tan altos, lo que de alguna manera representa un respiro ante
el declive constante del número de lectores de las ediciones en papel de
esos mismos medios, y que muestra de qué manera los medios impresos
comienzan a saber qué hacer en Internet.

Sólo en el mes de marzo del 2008, por ejemplo, se registraron 65,6


millones de visitas únicas a los periódicos norteamericanos. Cada uno de
estos visitantes navegó por un promedio de 47 páginas y se pasó casi tres
cuartos de hora frente al portal. De los 30 sitios de noticias más visitados
en la Red en Estados Unidos en este primer trimestre del 2008, nueve
correspondieron a páginas de periódicos, incluyendo el de USA Today,
el portal de noticias del grupo Gannett y los de diarios locales como el
Milwaukee Journal Sentinel, que están devorando sus respectivos mer-
cados.

El Éxito de Los Periódicos Comunitarios


He dicho muchas veces que los periódicos que quieran mantenerse en el
papel necesitan tomarse muy en serio la primera de las reglas de la super-
vivencia de ese mercado: stay local.

Universidad de las Américas. Ciudad de México


Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 55

Los Community Newspapers (o Periódicos Comunitarios) son un


fenómeno propio de Estados Unidos. Ese país cuenta con miles de peque-
ñas ciudades donde residen comunidades con poder adquisitivo medio y
alto. En casi todas esas comunidades (Savannah, en Georgia - o Astoria,
en Oregón) uno de los pilares de sus respectivas comunidades ha sido, y
es, el periódico local.

El concepto de periódico local en Estados Unidos es muy distinto


al de Europa. En Europa, los periódicos locales son grandes o pequeños
diarios que informan sobre los acontecimientos que tienen lugar en su
área de interés.

En Estados Unidos, por el contrario, esos diarios han sido, desde


hace siglo y medio, publicaciones cuyo principal objetivo ha sido el de
mantener unidas a comunidades que nacieron de la nada, y a grupos de
personas que fueron capaces de llevar a cabo sus sueños a través del tra-
bajo en equipo.

Los diarios locales europeos tienen ínfulas de grandeza, y quieren


ser el gran periódico de su pueblo (eso lo vi yo cuando formé parte en el
equipo fundador del ya desaparecido - gracias a Dios - Diario de Valen-
cia). Los diarios comunitarios de Estados Unidos cuentan la vida de esas
pequeñas ciudades, y dan a los éxitos del equipo de la escuela local el
lugar que se merece: la primera página.

Con el tiempo, en Europa, la gente ha sustituido a sus periódicos


locales por la red o el servicio de noticias de Google. En Estados Unidos,
por el contrario, nadie sabe vivir sin sus diarios comunitarios. Son parte
de su vida, una extensión de su forma de comprender el mundo, y desper-
tar sin ellos sería como hacerlo sin agua potable o luz. Son, en definitiva,
el orgullo de su comunidad.

Así, mientras que los diarios locales de Europa registran cada vez
niveles más bajos de ventas y de lectores, los diarios comunitarios norte-
americanos - muchos de ellos sin presencia relevante en la Red - conocen
niveles de penetración de casi el 100 por cien. El The Daily Astorian, el
periódico local de Astoria, tiene una tirada diaria de 8.400 copias. La ciu-

COLECCIÓN DE INVESTIGACIÓN PARA LA DOCENCIA


56 Sobreviviendo a las Redes

dad, según el último censo oficial, tiene 9.800 habitantes. El diario publica
casi un ejemplar por cada habitante. ¿Qué gran periódico de España o de
México, por ejemplo, podría preciarse de semejante tasa de penetración?

La Redacción Limitada
Suelo sonar muy apóstata - y decididamente, bastante traidor a la causa
de los periodistas sindicalizados y gremiales - cuando digo que un diario
local no debe tener una redacción superior a seis u ocho personas. Seis
personas, por ejemplo, es un número justo y perfecto para elaborar la edi-
ción diaria de un periódico de unas 12 páginas de una ciudad de menos
de 200.000 habitantes.

Creo sinceramente que las páginas de información local, sin duda


el principal atractivo de un diario de estas características, las puede re-
dactar y editar un equipo de una o dos personas. La información nacio-
nal, internacional, la financiera y la deportiva se debe extraer de agencias
de noticias (que tienen especialistas destacados de manera permanente
en los puntos donde se genera la información) como Reuters, Efe o em-
presas de carácter local como Notimex. Para editarla y montarla sirve un
equipo de una o dos personas, máximo.

El trabajo de edición de las páginas correría a cargo de un único


director de arte /maquetador/editor de fotograf ía (para fotograf ías de
agencia), al igual que la fotograf ía dependería de un único fotógrafo, en-
cargado de las imágenes locales.

Finalmente, la gestión editorial del periódico dependería de un Di-


rector, generalmente asistido de un Redactor Jefe o Jefe de Redacción.

En Macao, la que fuera la última colonia europea de Asia, el diario


Jornal Tribuna, que dirige el portugués José Rocha Dinis, cuenta con el
siguiente staff: un director, un director adjunto, un puñado de seis redac-
tores y dos grafistas. Dos personas más de las que realmente necesita.

Universidad de las Américas. Ciudad de México


Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 57

Ese modelo es aplicable prácticamente a cualquier diario pequeño,


y especialmente útil para los periódicos de provincias de las Américas,
incluyendo a los Estados Unidos.

Las excesivas inversiones en periodistas han sido, tradicionalmen-


te, el principal lastre para el desarrollo financiero de un periódico. Impi-
de, en muchos casos, la transición del medio hacia el futuro y además,
es innecesaria como medio de recopilación de información. Invertir en
Thomson Reuters es una aventura mucho más segura que el reclutar pe-
riodistas de forma masiva. Nunca he entendido la necesidad de que un
diario como Las Provincias de Valencia tuviera, cuando yo trabajaba en
él (hace 11 años), doscientos empleados.

Las nuevas tecnologías permiten que la información eficiente y


de calidad - y la impresión, y la edición, y todo lo demás - se elabore de
la misma manera que se hacía hace 150 años: con un puñado de buenos
periodistas.

Las Redacciones en el Mundo Digital


Los geeks del periodismo venimos experimentando desde hace varios
años una gran oposición al desarrollo de proyectos que consideramos na-
turales. La redacción multimedia (o convergente), por ejemplo.

Cuando tratamos de explicar la necesidad de un portal interacti-


vo para un periódico o una revista, o al contar que la mejor manera de
promover un medio o incluso un programa educativo es a través de redes
sociales, nos encontramos con caras de estupor y miradas de incompren-
sión entre los viejos representantes de la prensa tradicional.

Algunos, como Ryan Sholin, hablan de la necesidad de generar una


cultura de lo digital en las redacciones de medios de comunicación. Para
generar esta cultura, evidentemente, es imprescindible convencer a al-
guien influyente dentro de la redacción de lo maravilloso e imprescindible
que representa ya el salto a la web.

COLECCIÓN DE INVESTIGACIÓN PARA LA DOCENCIA


58 Sobreviviendo a las Redes

Sin embargo, yo creo que hay dos iniciativas clave para garanti-
zar la completa transición a la Red. La primera es ir haciendo las cosas
paulatinamente. Ésto es, ir reclutando poco a poco a gente para que haga
pequeños proyectos que puedan ser introducidas en webs 1.0 y luego ser
transformados.

Por ejemplo, un día invité a mis estudiantes a que se adentraran


en la Red mediante la elaboración de un pequeño proyecto de periodismo
multimedia que les ayudase a responder a la siguiente pregunta: “¿Cómo
se cuenta una historia en el mundo digital?”.

La segunda iniciativa clave debe ser, claramente, el compartir los


éxitos. En el mundo de competitividad que es el periodismo, el éxito de
un proyecto depende de cuánta gente lo lea y hable de él. Como se ha
repetido en muchos blogs especializados, para fortalecer los ánimos de
las redacciones no hay nada más eficiente que hacer partícipe a todo el
mundo de los éxitos digitales de tal o cual reportero o productor de con-
tenidos multimedia.

Una de las modificaciones que ha supuesto la transmigración del


papel a la Red es la siguiente: las piezas y reportajes no son ya de 10.000
palabras, sino apenas de unos pocos cientos, que es el espacio que una
persona cabal está dispuesta a leer en Internet.

Enseño en la Facultad que, en la Red - gracias al auge de la blogos-


fera, de los Twitter, los SMS y las redes sociales - los artículos periodísticos
se han reducido al mínimo necesario. Y esa tendencia ira fortaleciéndose
cada vez más a medida que el periodismo se pase a los nuevos canales.

En muchos casos, medios de comunicación ya transmiten sus his-


torias a través de los 140 caracteres de Twitter. Los portales de informa-
ción, y las ediciones digitales de los periódicos se conforman con infor-
mar en cinco párrafos y los titulares a través de email han modificado el
tiempo que una persona se detiene en una noticia.

Universidad de las Américas. Ciudad de México


Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 59

Estos cambios, evidentemente, también han ido pasándose a la li-


teratura. Desde que Augusto Monterroso escribiera la novela más corta
en muchos años (“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”), el
género conocido como flash fiction, que ha adoptado mucho de la preste-
za que exige la comunicación por Internet, se ha consagrado.

Hace no demasiado tiempo, la propia Wired pidió a algunos de


los principales escritores de Ciencia Ficción que redactasen una novela
en seis palabras. ¡En seis palabras! ¿Se puede escribir una novela en seis
palabras?

Pues parece que sí. La prueba está aquí. En la propia Wired, que
presenta en su web una selección de las mejores novelas brevísimas que
publicaron sus páginas, y que vale la pena leer. Mi favorita es la de Arthur
C. Clarke, que lee: “God said, ‘Cancel Program GENESIS.’ The universe
ceased to exist.” Alguna más de seis, pero el maestro manda.

Noticias en 140 Caracteres


Muchos de nosotros jamás llegamos a ver las campanitas que llevaban los
teletipos de las agencias de noticias hace no tantos años. Recuerdo que,
cuando comencé a trabajar en Las Provincias, aún quedaba un teletipo
donde sonaba una campanita cuando saltaban noticias realmente impor-
tantes. Una invasión de Irak, o cosas así.

Pero los tiempos han cambiado y las campanitas quedaron ente-


rradas hace tiempo en los museos de Periodismo. Las campanitas fueron
sustituidas por la CNN, la CNN fue sustituida por los titulares a través
de email y hoy, los molestos titulares del email han sido sustituidos por
Twitter, que es una red social que permite a cada usuario contar su vida
en miniposts de un máximo de 140 caracteres. Es una red especialmente
particular porque a uno le permite escribir su miniblog minuto a minuto
tanto desde su ordenador como desde un teléfono portátil.

COLECCIÓN DE INVESTIGACIÓN PARA LA DOCENCIA


60 Sobreviviendo a las Redes

Ese experimento, que al principio nadie sabía para qué servía real-
mente, ha comenzado a ser utilizada por muchos medios de comunica-
ción (norteamericanos, por supuesto) para mantener a sus seguidores
informados con increíble celeridad de las noticias que realmente son de
urgencia (de ahí la metáfora de la campanita).

Además - y ésto es aún más importante en tiempos de transición


en los periódicos impresos -, Twitter permite establecer un diálogo cons-
tante entre el medio y los lectores, pues lo que antes eran las siempre
solemnes Cartas al Director ahora son mensajes de 140 caracteres que
viajan de manera bidireccional entre el medio y la audiencia.

La apuesta ha sido clara. El Twitter de CNN cuenta hoy con más de


2.200 seguidores, mientras que el del New York Times cuenta con 2.500.
Seguidores que reciben información de urgencia mucho más rápido que
los que la reciben por email o a través del portal de la publicación. Incluso
agencias tradicionales como Reuters o Associated Press también tienen
sus propios feeds.

Un medio como éste permite que una persona se convierta en un


medio de comunicación por sí sola. El ejemplo más claro es el de Robert
Scoble, un popular escritor sobre el mundo de las nuevas tecnologías cuyo
Twitter alcanza ya más de 27.000 suscriptores. Cada vez que Scobleizer
escribe algo en la Red, hay casi 30.000 personas a quienes le llega, de ma-
nera directa, a su computadora, garantizando así que su audiencia real y
comprobable sea más alta que la de muchos periódicos del planeta.

Podcast y Contenidos Multimedia


Las Redes llevan mucho tiempo ofreciendo de manera exponencial nue-
vas formas de transmitir contenidos. Lo particular del caso es que, hoy
por hoy, las rutinas productivas para la transmisión de texto, audio o vi-
deo son prácticamente idénticas, y los medios necesarios se han redu-
cido a un ordenador con conexión a Internet de banda ancha. Con eso
se puede hacer prácticamente de todo.Para minimizar costos, algunos
medios de comunicación han comenzado a generar sus propios equipos

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 61

multimedia, donde los periodistas son cada vez más generalistas en lo que
respecta al aspecto productivo.

El que no sepa agarrar una información y empacarla como texto


(para prensa o para la Red), como vídeo (en bruto o editado) o como corte
de audio, simplemente será engullido por el mercado. Y nadie se acordará
de él, lo que será realmente doloroso para periodistas veteranos con al
menos un par de décadas en la profesión, que llegaron a los periódicos en
los tiempos en que aún había linotipias y a los que no les apetece adaptar-
se a nuevas rutinas.

Si el mercado exige periodistas capaces de compaginar antiguos


medios con nuevas rutinas es precisamente porque los propios periódi-
cos se han encargadado de reinventarse a sí mismos en proveedores de
contenidos multimedia. Los buenos diarios ofrecen ya, sin pudor de nin-
gún tipo, vídeos y sus propias emisoras de radio en forma de podcast…

Sin embargo, reconozco sin pena que me equivoqué. Los podcast


se han convertido en un extraordinario complemento para las ediciones
digitales de los diarios. Los grandes periódicos fueron capaces de encon-
trar una gran valía en ellos, y decidieron que eran realmente útiles para
transmitir contenidos en el nuevo contexto.

Por ejemplo, en un momento histórico en que el mercado está


inundado por 141 millones de iPods y en el que casi nadie tiene tiempo
para sentarse a leer el periódico, los podcast se han convertido en un ex-
traordinario sustituto del papel.

Nada más fácil que conectar el iPod diez minutos por la mañana y
descargar de manera automática los textos del periódico que te interesan
(esta vez sí, leídos por un locutor profesional) para más tarde conectarlos
(en el tren o en el coche) y escucharlos camino del trabajo.

La función de transmisión de información se sigue cumpliendo, y


sigue siendo el International Herald Tribune o el The Guardian el que la
cumple, sólo que en lugar de leer el periódico, alguien te lo lee… Brillante.
Estas nuevas plataformas sirven para fortalecer la vinculación de los pe-

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62 Sobreviviendo a las Redes

riódicos con sus lectores (que ya no son lectores exclusivamente, sino que
también son radioyentes y televidentes) y para atraer un nuevo público.

Los podcast han revolucionado la forma de comprender la fun-


ción social de los periódicos, pero su aparición también ha significado el
nacimiento de un nuevo canal de comunicación. Un canal que muchos
han encontrado extremadamente útil. Periódicos (digitales) enteros ela-
borados a base de podcast. The Economist ya ofrece una versión leída de
su edición impresa. Y si un medio tan tradicional como aquel se atreve a
hacerlo, debe ser por algo.

Una de las opciones que presentan los podcast es precisamente


esa. El desarrollo de portales temáticos en los que un periodista, con me-
dios mínimos, puede ofrecer una suerte de revista tanto en texto como
en audio.

Al fin y al cabo, si los propios periódicos han adoptado los pod-


cast es precisamente porque con los podcast se puede llenar suficiente
contenido para una producción de calidad y que satisfaga las necesidades
de información (los infocast) y entretenimiento de los lectores/radioyen-
tes/televidentes.

Lo único que necesita uno es, me temo, una estrategia. El gran


problema que represena la democratización de la Red es, precisamente,
que para triunfar uno tiene que ser aún más imaginativo que la compe-
tencia.

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 63

A Modo de Conclusión:
La Obligación de
Satisfacer Necesidades

Pocos productos han nacido más versátiles que los periódicos. Desde los
tiempos de la República de Venecia, el periódico ha vivido mil y una mu-
taciones hasta llegar a su momento actual. Un momento en el que The
Times y The Daily Telegraph se imprimen en formato tabloide, en que el
Wall Street Journal juega con formatos, plataformas y ediciones diferen-
tes, y en el que muchos periódicos no representan ya más que una puerta
de entrada a la Red.

Sin embargo, hay algo que no ha cambiado para los periódicos;


desde entonces, y hasta hoy, los diarios han sido uno de los elementos im-
prescindibles en la vida de muchas sociedades. Durante decenios, civili-
zaciones enteras se despertaron con los periódicos de la mañana para irse
a dormir con los periódicos de la tarde. Los periódicos fueron el cemento
que servía para unir comunidades enteras y que permitía fortalecer y fo-
mentar los valores sobre los que se sustentaba. Las gentes se informan a
través de la televisión e imaginan a través de la radio, pero construyen su
realidad a través de la prensa. Es por ello que ninguna de las amenazas
anteriores a la Era Digital puso realmente en peligro el futuro del papel.

COLECCIÓN DE INVESTIGACIÓN PARA LA DOCENCIA


64 Sobreviviendo a las Redes

La auténtica amenaza al futuro del papel únicamente llegó cuando los


lectores tuvieron la opción de un dispositivo portátil que les permitiera
informarse, formarse y entretenerse con la misma facilidad y profundidad
que con el papel.

De alguna manera, los lectores de periódicos son una especie un


tanto fetichista. En familias enteras de España, la tradición de desayunar
con un periódico cuya suscripción comenzó a pagar el bisabuelo hace 75
años aún continúa. La tradición de mirar el periódico para saber “cómo es
el mundo hoy” está integrada en pueblos enteros. Pero todo esto parece
que ya está llegando a su fin. Ya se sabe la fecha del comienzo del fin del
papel: es ahora.

Y es ahora porque la nueva generación de seres humanos – al me-


nos en Occidente, en buena parte de América Latina y en la mayor parte
del Lejano Oriente -, los que nacieron después de 1975 ya apenas han
conocido el papel. Han crecido aprehendiendo el mundo a través de una
pantalla o un dispositivo móvil. El papel no forma parte de sus vidas y
el sentido del tacto a la hora de comprender la realidad ocupa ahora un
segundo plano.

Los periódicos hoy se encuentran en uno de los momentos más


críticos de su existencia. Sin embargo, siendo un producto tan versátil – y
siendo la información la piedra angular de la Economía del Conocimiento
– es seguro que los diarios van a ser capaces de montarse sobre la Revo-
lución Digital para seguir llevando a cabo su tarea. Aunque, eso sí, es más
que probable que deban desprenderse del papel en ese proceso. De la mis-
ma manera que ya no hay páginas web sino portales de información, creo
que en el futuro los periódicos serán una combinación de papel y bits. Un
servicio integral que ofrezca un producto boutique en papel intermezcla-
do con un producto digital que satisfaga las necesidades de los lectores en
material de contenidos visuales y paquetes multimedia.

El objetivo de los periódicos debe ser precisamente ese: el de sa-


tisfacer necesidades. El informe Newspaper Next: Blueprint for Trans-
formation, encargado por los principales periódicos de Estados Unidos

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 65

al American Press Institute explica precisamente eso: para sobrevivir, las


empresas periodísticas deben ofrecer un producto capaz de convertirse
en un motor de la vida de las personas.

Según el informe, las funciones que debe cumplir un periódico


para garantizar su presencia en la vida de un lector cualquiera son las
siguientes:

1. Ilumínar al lector. Ayudarle a estar informado sobre los asuntos


que son relevantes para su comunidad.

2. Educar al lector. Ayudarle a tomar mejores decisiones. Ayudarle a


vivir más seguro y más saludable.

3. Enriquecer al lector. Proveerle de información acerca de aquello


que le aportará beneficios materiales e información o que le ayuda-
rán a ahorrar tiempo y dinero.

4. Entretener al lector. Salvarle del aburrimiento. Darle placer o di-


versión. Ayudarle a relajarse.

5. Comprometer al lector. Conectarle con la gente que comparte sus


puntos de vistas o sus intereses. Hacerle sentir parte de la comuni-
dad.

6. Dar Poder al Lector. Ayudarle a emprender acciones sobre aspec-


tos de la vida que le son importantes.

El rol del periódico, hoy en día, va más allá del de mero informador
u orientador. Para sobrevivir, el periódico debe convertirse en elemento
imprescindible e insustituible en la vida de cada uno de los lectores. Pero
eso no es imposible en una sociedad de medios desmasificados, donde las
nuevas tecnologías de la información permiten la “audiencia de una sola
persona” y donde los contenidos son segmentados de manera automáti-
ca por los portales. Por ello, sin abandonar el papel, los diarios deben ir
moviéndose cada vez más hacia la Red. Red que ya no sólo es accessible

COLECCIÓN DE INVESTIGACIÓN PARA LA DOCENCIA


66 Sobreviviendo a las Redes

desde dispositivos portátiles, sino que dentro de muy poco (el Media Lab
lleva 20 años trabajando en ello) serán carne de los lectores de libros digi-
tales, se parezcan a lo que se parezcan.

Y muchos lo tienen claro, así que por qué no usted. En la impara-


ble Thomson Reuters ya han creado una divisón de Mojo (Mobile Journa-
lists): periodistas digitales minimalistas que llevan a cabo coberturas de
eventos internacionales armados exclusivamente con un teléfono Nokia
con teclado externo - y conectado vía satélite a una plataforma de Wor-
dpress - que funciona gracias a un cargador de baterías solar. ¿Qué lugar
le queda a las rutinas productivas tradicionales cuando un sólo periodista
puede enviar imagen fija, vídeo, audio y texto a través de un equipo que
pesa unos pocos gramos?

¿En qué escenarios de futuro debemos pensar para los periódicos


y para los periodistas? A estas alturas, está claro que únicamente el cam-
bio meditado y orientado a las necesidades de las audiencias permitirá
su supervivencia. A los impactos tecnológicos le seguirán cambios en la
manera en que los lectores se comportan ante la información. Y si los pe-
riódicos de siempre no quieren ser engullidos por los portales digitales - o
por los servicios de información general y financiera o, sencillamente, por
los blogs - deben pasar a la acción ahora mismo.

The Economist aventuraba en julio del 2008 que el volumen de tira-


je de periódicos locales en países del Tercer Mundo en África y América
Latina va a seguir una curva creciente en los próximos años. Pero no es-
toy seguro de si eso se debe a mayores niveles de aperturismo político en
esas regiones o a una enfermiza falta de penetración de Internet.

La Revolución Digital está modificando nuestros modos de trans-


misión de información, a todos los niveles. En lugares como México y
el resto de América Latina, puede que llegue un poco más tarde que a
Estados Unidos y Europa, pero seguro que llegará. Nadie puede escapar
a la globalización y nadie puede escapar al cambio, ...aunque esa historia,
por supuesto, ya la han leído ustedes en los periódicos.

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Apuntes sobre el Futuro de los Periódicos 67

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RAMÓN PEDROSA LÓPEZ es Profesor de Periodismo y
Director del Departamento de Comunicación de la Universidad
de las Américas, Ciudad de México. Durante varios años fue
corresponsal de la Agencia EFE en Hong Kong y Kuala Lumpur,
así como colaborador de opinión en el International Herald
Tribune. Su blog sobre el futuro de la prensa se encuentra en
www.ramonpedrosa.info

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