Anda di halaman 1dari 81

- Preludio -

Una vez más se me da la oportunidad de editar esta revista, y


una vez más me siento orgulloso de ver como crece cada vez
más y tanto en aportes como en calidad esto se va convirtiendo
en un proyecto de peso en la comunidad hispanohablante de
Touhou que, como todos sabemos, crece cada vez más y se llena
de grandes artistas que, con su ímpetu de colaborar y su afán
por mejorar cada vez más sus trabajos, hacen de este fanzine un
proyecto cada vez más rico e importante.

Debo reconocer que cargo sobre mis hombros una gran parte
del retraso de esta revista en esta ocasión (tampoco todo, pero si
una buena parte) pero espero que sepáis perdonarme, después
de todo lo bueno se hace esperar, ¿verdad? En este número el
material sigue aumentando, y hay novedades jugosas en cuanto
a una parte que poco a poco se está apoderando de la revista, la
música. Este número cuenta con un impresionante proyecto a
cargo de prácticamente todos los artistas musicales que
poseemos en el foro, cuya calidad no tiene nada que envidiar a
muchos de los circles doujin japoneses que, como ellos, están
empezando ahora. Espero con toda mi ilusión que este proyecto
siga adelante, ya que realmente son artistas prometedores, que
simplemente necesitan de la experiencia para convertirse en
arrangers tan buenos como los que hoy en día muchos de
nosotros escuchamos y admiramos.

Sin mucho más que decir, os dejo con la revista, que espero que
disfrutéis con la misma ilusión con la que yo la he preparado.
Contenido

Música
Mitternatchskonzert ImperialLeon
Witness of Death Malicent
Kazukun
Wildflame
Illusionary Frontier ImperialLeon
Volume I Msnshame
Alfynith
Malicent
Fanfiction
Gensokyo no Kuni no Shinichi S_Kite
The Sorrow of a World Reyolcan
The spiriting away of Gensokyo Loki
La oscuridad de mi último día Cuchu
Dragon Age Reitou Flame
Fanart
Kazukun
Patrasche
S_Kite
Windy_Sadie
Crazy_Spin
Touhou 13 Ten Desires
Review por Azrael Yvstyr
Mitternatchskonzert
Witness of Death

01. Psydoll (Doll’s Desire) 人形裁判 ~ 人の形弄びし少女

02. Dark Frozen 無何有の郷 ~ Deep Mountain

03. Dominatrix 妖々跋扈

04. Moonlight Flower 少女幻葬 ~ Necro-Fantasy 東方妖々夢


05. Sanctus - Innocent Sinner Girl 幽雅に咲かせ、墨染の桜 ~
06. Law of Mortality Border of Life,
07. Sanctus - Repository of Hirokawa. ボーダーオブライフ

08. Black Winged Angel Complete Darkness 東方封魔録


09. Allegro, Movement IX - The Witches Oratorio 魔女達の舞踏会 ~ Magus 秋霜玉

Tracks 01, 02, 04 & 08 por Malicent


Tracks 03, 05, 06, 07 & 09 por Aensland (ImperialLeon)
Illusionary Frontier
Volume I

01. skygrazer 仰空 東方萃夢想


02. Revenge of the Scythemerang 霊戦 ~ Perdition crisis 東方幻想郷
03. Vivace a piacere, Movement III - Bucuresti Aria ブクレシュティの人形師 東方妖々夢
04. 4th Aether 運命のダークサイド 東方風神録
05. Samsara Reincarnation 東方夢時空
06. Night of the Magician メイガスナイト 妖精大戦争
07. Une petite mémoire de Kyoto レトロスペクティブ京都 東方文花帖
08. Festival of the Wind 風神少女 東方花映塚
09. Wissenschaftliche Kreuz Strawberry Crisis!! 東方夢時空
10. Atonia 幽夢 ~ Inanimate Dream 東方幻想郷
11. Girl's Virginity ~ Pandora 少女神性 ~ Pandora's Box 秋霜玉
12. Midnight -XII- もう歌しか聞こえない 東方永夜抄
13. Requiem, Opus13. Funeral Beneath the Earth's Crust 緑眼のジェラシー 東方地霊殿
14. Judas -XIII- 裏切りの少女 ~ Judas Kiss 東方怪綺談

Track 01 por Kazu Rainmaker (Kazukun)


Tracks 02, 06 & 11 por Saga Rebelion (Wildflame)
Tracks 03, 09 & 13 por Aensland (ImperialLeon)
Tracks 04, 05 & 10 por Sigillium (Msnshame)
Tracks 07 & 08 por The Oneiric Orchestra of the Unfindable Palace (Alfynith)
Tracks 12 & 14 por Malicent
東方神霊廟 ~ Ten Desires
- Review - por Azrael Yvstyr

Estoy seguro de que muchos ya saben que una versión demo de Touhou 13, cuyo
nombre es Touhou Shinreibyou (Templo de los espíritus divinos), ha sido publicada
por ZUN en formato descargable entre el día 15 y 16 de abril. ¿Qué novedades nos
ha preparado ZUN en la decimonovena entrega de esta saga que tanto esperábamos?

En primer lugar, en el menú principal podemos observar que de nuevo estará


disponible para esta entrega un sistema que muchos echarán de menos desde
Imperishable Night, el Spell Practice, donde se pueden enfrentar las spellcards de los
personajes individualmente.

La historia que conocemos del juego, hasta el momento, es la siguiente: unos


espíritus, conocidos como espíritus divinos, que son almas de humanos que llevaron
una vida buena o que consiguieron resarcir sus pecados una vez muertos, y que están
destinadas a convertirse en dioses (esto es una creencia del Budismo) comienzan a
aparecer a gran escala sin motivo aparente. Reimu y Marisa, que en el momento se
encuentran disfrutando del Hanami (festival japonés típico en el que se contemplan
pétalos de flores, normalmente de cerezo) deciden salir esa misma noche a investigar
qué está sucediendo. Sanae piensa que puede usar esos espíritus para reunir más fe,
de modo que se dirige hacia el lugar para ver cómo puede aprovecharse de ello, y
Youmu, que en este juego regresa al plantel de personajes jugables, cree que es su
deber exterminar todos aquellos espíritus que están fuera de su control, por lo que se
encamina a cumplir con su recién adquirida misión.
Dentro de una lógica razonable, al ser un problema con espíritus las chicas se dirigen
al Hakugyokurou a preguntar a la princesa de los espíritus, Yuyuko Saigyouji, qué es
lo que sucede. Ella les dice que no es la responsable de lo ocurrido, y tras comprobar
que están preparadas, guía la investigación de las protagonistas hacia el cementerio
que se encuentra tras el Templo Myouren. ¿Qué se encontrarán allí las chicas?

 Nuevos personajes

幽谷 響子 - Kasodani Kyouko

Es una yamabiko, con el poder de reflejar las ondas de sonido.


Vive en el Templo Myouren, y se encarga de las tareas del
hogar como la limpieza y la cocina, y de recibir a los visitantes.

Kyouko es una chica simpática que se encuentra con Reimu y


compañía y, cumpliendo con su deber, recibe a las chicas…
con una pelea danmaku. Su danmaku tiene un efecto curioso,
con las ondas de sonido que puede manipular (eco), refleja las
balas en barreras que las retienen hasta que decide liberarlas.
Parece que este efecto lo crea llevándose la mano a la boca y
haciendo vibrar sus orejas mientras silba o grita. Tras
derrotarla, las protagonistas llegan al cementerio tras el templo.
宮古 芳香 – Miyako Yoshika

Una Jiang Shi (más popularmente conocidos como vampiros


chinos) con la habilidad de comerlo todo. Las chicas se la
encuentran en el cementerio (tras un fortuito reencuentro con
Kogasa), donde parece estar protegiendo algo que se encuentra
en el interior del mausoleo, aunque no sabe muy bien el qué.
Su mente es controlada por alguien superior, al parecer, y
todavía no se sabe bien por quién. Su poder de comerlo todo le
permite devorar los espíritus que genera (comida por la que
parece sentir cierta preferencia) y recuperar vida, lo que hace
que derrotar sus spellcards sea un martirio.

En las capturas que se pueden ver al inicio de la siguiente página, son apreciables los
efectos de Kyouko de reflejar las balas y Yoshika invocando espíritus que
posteriormente devorará (nótese que el jugador, con un poco de práctica, puede
impedir esto recogiendo los espíritus antes que Yoshika) para recuperar vida.
 Nuevo sistema de juego - Espiritus

El nuevo sistema de juego de Ten Desires está centrado principalmente en los


espíritus divinos, que aparecen cuando derrotas a los espectros y hadas de las fases, y
también se generan por los enemigos.

Estos espíritus existen en cuatro colores diferentes y cada uno de ellos cumple un
cometido distinto. Los espíritus rosas (1) rellenan un fragmento del medidor de vidas
(2). Se necesitan diez fragmentos para rellenar la primera vida, y a partir de ahí el
número de fragmentos para una nueva vida va aumentando de cinco en cinco. Los
espíritus verdes (3) rellenan un fragmento del medidor de bombas (4). Las bombas
siempre cuestan diez fragmentos. Los espíritus grises (5) rellenan el medidor de
trance (6) cuya función explicaremos luego. Todos los tipos de espíritus rellenan este
medidor, pero los grises se dedican exclusivamente a ello por lo que su efecto es
mayor y son importantes para rellenar el medidor rápidamente. Por último los
espíritus azules (7) son esenciales para aumentar la puntuación, pues recogerlos hará
que el valor de los ítems de puntos aumente (9). Por último, podemos observar los
clásicos indicadores de poder (8) y graze (10).
El sistema de poder es igual que el de la predecesora entrega de la serie, UFO. Los
ítems de poder te aumentarán 0.01 el valor, y a cada número entero conseguirás un
power up. Si mueres, perderás 1.00 y soltarás 7 ítems de poder. La función del graze
en esta entrega es meramente la de aumentar el valor de los ítems de puntuación,
complementando a los espíritus azules.

 Nuevo sistema de juego - Trance

El trance es la nueva adición al sistema de juego, junto con los espíritus, y ambos
sistemas van ligados. El medidor de trance se rellena cuantos más espíritus absorbas,
y al completarse su carga puede ser activado, haciendo que el personaje entre en un
poderoso estado de trance espiritual durante el cual será invencible, sus disparos
tendrán un mayor poder, y la efectividad de los espíritus recogidos aumentará (x2
para los espíritus rosas y verdes y x10 para los azules, los grises no tendrán efecto
mientras dure el trance). El trance resultará activado automáticamente si tienes al
menos una de las tres barras cargadas (la función de deathbomb estará desactivada
entonces), y eres golpeado por una bala. Este trance tendrá una duración reducida si
no tienes la carga completa, y al finalizar perderás una vida. La estrategia de juego
para conseguir tanto puntuación como completar vidas y bombas es pues, rellenar el
medidor de trance lo más frecuentemente posible, y activar el trance en momentos
de la stage o boss battle en los que aparezcan espíritus rosas o verdes. Situarse debajo
de la jefa durante una pelea en modo trance, también proporcionará un importante
puntaje, ya que los espíritus se liberarán de ella con más velocidad y serán absorbidos
al instante por nuestro personaje.

 Nueva musica

Este juego consta de 7 nuevas composiciones musicales por parte de ZUN. Se tratan
de canciones más melódicas y suaves que en otras entregas, más serias y oscuras, sin
la vivacidad de otros juegos anteriores. No obstante, pese a que no haya sido
confirmado de manera oficial, ZUN ha mostrado de nuevo su genialidad con la
música en Ten Desires. Cada canción del juego (ignorando la canción del título)
consta de dos versiones, una normal y otra que es alternada en la reproducción
cuando el jugador entra en trance, llamada “Spirit World version”. Ambas versiones
tienen la misma duración y, ¡sorpresa!, al combinarlas se puede obtener una versión
“completa” de la canción. Se especula que son estas las auténticas canciones de Ten
Desires, y que las versiones que se pueden escuchar en el juego son solo sus mitades
separadas e incompletas, claro que este hecho no ha sido confirmado por ZUN.

En definitiva, una demo que en lo personal me ha dejado con buen sabor de boca,
exceptuando un par de cosas que no me han terminado de agradar, y que me hace
esperar con ansias la versión completa que tendremos, con suerte, este verano.
Fanfiction – Indice –

Pág. 011 – Gensokyo no Kuni no Shinichi – Capítulo 6 –

Pág. 027 – The Sorrow of a World – Capítulo 1 –

Pág. 031 – The spiriting away of Gensokyo – Capítulo 1 –


Pág. 036 – Capítulo 2 –
Pág. 044 – Capítulo 3 –

Pág. 052 – La oscuridad de mi último día – Capítulo 2 –

Pág. 059 – Dragon Age –


- Escrito e ilustrado por S_Kite -

-¿Un viaje?-Pregunto sorprendido.


-Claro, los cuatro acampando en las montañas y en el bosque, ¿se escucha como una
idea interesante verdad?-
-Me suena muy gay si vamos solo nosotros- Dijo Shinichi sentado sobre su banco
-Dios Shinichi, que persona mas malvada sos- Le dijo su amigo Tanaka.
-Solo es una broma.
-Aunque es verdad suena gay ir nosotros solos nomás-Comentaba Teratani con los
brazos cruzados.
-Vos decís eso porque no te gusta salir al aire libre.
-Miren, si llevan chicas si me mando, porque es verdad, seria muy gay ir nosotros
solos- Exclamo Tetsuo a sus amigos sentado en su silla sin sacarle los ojos de encima a
una revista que ojeaba.
-Eso es muy pajero de tu parte- Lo miro Shinichi frunciendo el ceño.
-¡Pajero es la persona que tiene como fetiche esto! A ver espera - Dijo el y buscando
algo entre las paginas de la revista -Justo acá - Exclamo abriéndola para mostrar una
foto de una chica disfrazada de coneja y Shinichi al verla no pudo evitar el ponerse
colorado -Eso si es un pajero.
-¡Dios! ese es un arma maléfica no es justo.
-Ya no se desvíen del tema- Dijo Tanaka imponiendo orden- Ahora, tengo una idea,
si quieren traer chicas, lo haremos pero cada uno invitara a algunas que sean amigas
entre ellas. Si invitamos a chicas que no se conozcan entre ellas no querrán venir.
-Entonces deberían ser del curso.
-No queda otra opción- Justo en ese momento el timbre del colegio sonó retumbando
en todos lados - Bueno, invitaremos a las chicas durante el transcurso del día, ahora
vamos a sentarnos antes de que venga el barbudo feo - Justo cuando Tanaka da la
vuelta ve a un adulto de ancha espalda y brazos gruesos y con una característica
barba en su cara.
-Dime Ryugu, ¿quien es el barbudo feo?
-Profesor Takara... yo
-Ve a tu asiento antes de recibir un doloroso castigo jejeje- Expreso su profesor y
rápidamente se sentó en su asiento, los demás alumnos hicieron lo mismo. Shinichi
fue tranquilo y se sentó mirando al pizarrón, donde estaba el profesor, y se puso a
pensar sobre las cosas que haría en el viaje. Repentinamente empezó a sentir un
sentimiento de Deja Vu, en eso, todo se empezó a distorsionar y oscurecer, quedando
en la oscuridad total. Abrió los ojos con dificultad observando sus piernas en el suelo,
levanto la vista y contemplo el amplio lago que estaba ubicado frente a él. Los
árboles estaban rociados por el rocío matinal, y frente a el estaban los restos de los
leños húmedos de los cuales había echo un fuego para pasar el frío. Se saco su
campera que tenía para cubrirse mientras dormía, se levanto y fue a su mochila
donde saco un par de alimentos que tenía guardados y se sentó a comer en un tronco.
-Que mal, últimamente queda poca comida, la verdad es que no la puedo esperar
para siempre- Dijo mirando hacia el lago nuevamente -Parece que soñé con ellos de
vuelta.

Capitulo 6 – Soledad
Habían pasado ya una semana desde que Shinichi se había visto obligado a dejar la
Mansión, y lo único que hacia era dar un par de vueltas pero nunca abandonaba el
lago. Esos días le eran tediosos, el dormir le era difícil, y sentía mas hambre de lo
normal, cosa mala ya que llevaba comida limitada para su viaje. El empezó a armar
una especie de colchón con sus ropas y se recostó allí, mirando al cielo. "Es como si
fuese un mal sueño" se dijo a él mismo, el cielo se veía igual que ese día que había
pasado todo, Shinichi cerró sus ojos empezando a hundirse en sus recuerdos.
-La verdad es que es una pena- Decía Meiling mientras suspiraba, ella y Shinichi
estaban sentados en el portón de la mansión, el cual permanecía en silencio, sin un
alma cerca- ¿Pero te ha dicho el porque?
-Solo dijo que tenía que irme sin explicación alguna, encima, no tengo nada allí
fuera, y volver a mi casa es imposible.
-La verdad es feo...- Dijo Meiling con la mirada perdida- ...Porque siento como si no
fuera a verte nunca más a partir de mañana.
-Mi suerte es muy incierta allí afuera. No creo que dure en Gensokyo por lo que me
han contado ustedes.
-Bueno esto... Sos mas fuerte ahora, no deberías decir eso.
-Pero Remilia me venció así nomás- Exclamo ella intentando animarlo sin éxito -¡No
te deprimas así por favor!
-Lo que pasa es que ella es una persona muy fuerte- El no respondió, solo miraba al
cielo.
-Pero no tengo que hacerme drama- Dijo Shinichi lentamente y Meiling volteo a
mirarlo- Creo lo mejor ahora es disfrutar mi ultimo día con ustedes- Termino
diciendo con una sonrisa que contagio a Meiling después. Ella se acerco a Shinichi y
lo levanto con un solo brazo.
-¡Tenés razón!- Exclamo feliz -Es nuestro ultimo día juntos así que hay que
disfrutarlo a full.
-¡Tené cuidado china lenta!
-Viene a hablar de lentos el que recibió una golpiza de una mujer.
-Al menos no recibí un cuchillo en la cara
-¡Eso fue por tu culpa!- Dijo y habían empezado a discutir como siempre, algo que les
hizo olvidar que no se verían en largo tiempo o tal vez nunca.

La costa se veía tranquila, silenciosa, Shinichi había empezado a caminar alrededor,


necesitaba mover las piernas, y de paso recorrer el lugar. Si hubiera algún Youkai
cerca, agarraría sus cosas y se marcharía a otro lado pensó .Quedarse en el mismo
lugar era peligroso pensaba, además sus suministros se terminaban, debería ir a
buscar comida en cualquier momento. Repentinamente siente que el mundo da un
giro extraño y cae al suelo golpeándose fuertemente la espalda. Al palpar el suelo, lo
encontró helado y se percato que se había resbalado con hielo, algo inusual en
verano. Un pedazo de hielo aparece de entre los árboles y congela su mano al piso
dejándolo atrapado "No puede ser, un Youkai!!" pensaba mientras una risa rompía el
silencio. De las sombras emerge una niña con un vestido azul, su color de pelo y ojos
eran iguales, y tenía la particular de tener unos fragmentos de hielo en su espalda
como alas.
-Vaya vaya, al fin me decido a atraparte, te he estado observando hace días- Dijo ella.
-Eso te convierte en un Stoker, muy mal por vos, Youkai pervertida- Se expreso
Shinichi al ver a su pequeña contrincante.
-No soy ninguna pervertida.
-Entonces porque te quedabas observándome.
-Desvías el tema.
-Puede ser.
-¡Basta! - Vocifero la chica e hizo una espada de hielo y apunto a Shinichi con ella-
¿Quien eres? ¿Y que haces acá?- El chico se quedo pensando y entonces abrió su boca
para decir algo.
-Lo que sucede es que yo no soy real.
-¿Eh?
-Como escuchaste, en realidad soy una representación de tu mente, un ser
imaginario- La niña lo vio detenidamente, Shinichi intentaba permanecer lo mas
serio posible para ver si su plan funcionaba.
-¿En serio?- Dijo ella.
-Claro, debí haber salido de tu cabeza debido a la soledad que pasas, no ha pasado
mucha gente por aquí ¿verdad?
-La verdad que no,
-Yo aparecí para darte compañía, para darte un momento de calidez- Mientras
hablaba sentía como se derretía el hielo y la niña lo ayudo a levantarse.
-Disculpa no quería hacerte daño.
-Así esta bien, acuérdate de nunca recurrir a la violencia - Termino diciéndose y
empezó a emprender camino hacia el lado contrario. "Uf, nunca pensé que fuera tan
fácil, la verdad que es algo ingenua" Justo cuando terminaba de pensar en eso sintió
un fuerte golpe en la cabeza, la niña le había tirado un bloque de hielo- ¡¿Estas loca?!
-Me engañaste, quisiste hacerte el vivo conmigo, la pagaras caro.
-Eso si me atrapas- Termino diciendo el y empezó a correr, cosa que la niña hizo
también.

La biblioteca se encontraba silenciosa esa tarde como de costumbre, aunque no se


percibían buenas vibras, parecía ser un silencio incomodo y triste, en unas
estanterías estaban Koakuma y Shinichi acomodando los libros que estaban sueltos
por la biblioteca.
-Es una pena, yo verdaderamente me divertía con vos.
-Jeje, vos eras una de las chicas de las cuales no me golpeaba.
-Jejeje, nunca me hiciste nada malo a mi- Dijo ella riendo pero al poco tiempo
borrando esa sonrisa mirando el libro que tenia en las manos - Aún así viviste mucho
aquí dentro, nos fuiste una sorpresa.
-La sorpresa me fueron ustedes, ahora se que los bichos raros existen.
-¿Bichos raros?- Exclamo ella con enojo.
-Por eso odio las historias fantásticas- Dijo el sin escucharla.
-Ey eso fue ofensivo ¿sabes?
-El que hubiera pasado si no hubiese entrado acá es algo misterioso.
-¿Quieres dejar de hablar solo?
-Tienes razón Koakuma.
-¿Eh? ¿En serio?
-Si, no tengo que pensar en esas cosas y ponerme a pensar en el presente.
-¿¡Cuando dije eso!?
-Iré a ver un rato a Patchy, toma, voy a pasar un rato con ella también.
-A veces no te entiendo - Dijo resignada
Patchouli siempre estaba en el medio de la biblioteca, concentrada en su lectura,
pareciendo no percatar que Shinichi estaba parado al lado de ella, justo cuando el iba
a abrir su boca Patchouli reacciono.
-No- Dijo la chica.
-Yo no te iba pedir nada sabes.
-¿Entonces que haces acá?
-Que persona mas fría, yo pensaba pasar un rato con vos, porque es seguro que no
nos veremos mas.
-Lo sabia desde antes que tú lo supieras.
-¿Eh? ¿En serio?
-Ella hablo conmigo del tema. Le dije que no era necesario pero ella quiso, además,
esta es su mansión y ella pone las reglas.
-¿No hiciste nada para hacerle cambiar de opinión?
-Le mencione que no era necesario.
-Ya me imaginaba de antemano que me valorabas como a una piedra.
-¿Puedes irte? Si te quedas mas tiempo puede que te extrañare de verdad.
-¡Wow! ¿En serio me extrañaras? Ya pensaba que me odiabas de verdad.
-Ya puedes llevarte eso - Dijo Patchouli apuntando la PSP - Te puedes aburrir afuera
en el bosque- Shinichi agarro el gorro de Patchouli, metió adentro la PSP y volvió a
ponerle el gorro a ella- ¿Que haces?
-Ahora es tuyo, puedes quedártelo, se nota que te gusto demasiado, además esas cosas
no me llaman tanto la atención - Patchouli sacaba del gorro la PSP y la dejaba junto
al libro que siempre llevaba.
- Bueno, ahora si te dejare en paz, con saber que me extrañaras es suficiente -
Termino diciendo emprendiendo su caminata, pero este en un momento cayo al
suelo y se dio cuenta que tenia una cuerda y era jalado por Patchouli- ¿Cuando
carajo hiciste esto?
-Eso no importa, ahora te quedas un poco mas.
-¡¡¡Ahora no me quiero quedar, sácame esto!!! ¡¡Noooo!!!- Grito pero era inútil, ya
había sido atrapado.

Shinichi estaba sentado arriba de un árbol mirando para todos lados como una
criatura que estuviera siendo cazada, termino su vigilancia. "Porque me habré
acordado de la biblioteca en una situación de escape, maldita Patchouli, extrañare
molestarla, y pasar esos ratos graciosos con Koakuma, aunque, me hubiera gustado
que Flandre hubiera...... “Pensaba el hasta que empezó a sentir un extraño frío en el
ambiente, al darse vuelta pudo ver unos ojos color agua y al retroceder la vio.
-¿Pensabas que podrías escaparte así de fácil y engañarme?
-Esa era la idea- Término diciendo, sabiendo que esas palabras solo desatarían la furia
de la niña.

Estaban los dos parados frente a la puerta que llevaba al sótano, Shinichi no dejaba
de mirar la puerta, con intenciones de entrar.
-¿Es en serio lo que dijo? ¿Que no quería verme?
-Lo siento, pero me dijo que si te veía intentando entrar, te sacara, ella no tiene
muchas intenciones de verte.
-¿Aun siendo la ultima vez que me vea? Porque hablando en serio, veo poco
probable que pueda volver.
-Ella no tiene muchos amigos, y despedirse de uno no debe ser fácil para la señorita.-
Shinichi suspiro y se alejo de la puerta.
-Bueno, será alguien menos a quien despedir, Sakuya, ¿Quieres hacer algo juntos?
Me falta pasar un rato con vos, ya estuve con las maids pero me faltas vos- Sakuya
sonrío cuando el dijo eso.
-La verdad si hay algo que quiero hacer, te enseñare una ultima cosa, tu
entrenamiento nunca termino, pero antes de que te vayas quiero enseñarte algo más.
-Uh, los entrenamientos son como las tareas de las escuelas, son tediosas.
-No seas tonto, aunque en realidad solo te enseñare lo básico, después te mostrare
como hacer para que lo aprendas solo, ya que esto lleva mucho tiempo para
aprender.
-Bueno, si es lo que quieres hacer lo hacemos.
-Vamos donde siempre entrenamos- Dijo la jefa de la maid, quien fue seguida por un
no muy animado Shinichi.
La noche había caído sobre el lago, el bosque permanecía oscuro y misterioso. En el
borde del lago estaban sentadas dos personas llenas de tierra al rededor de una
fogata, aunque con la particularidad de que una estaba muy alejada del fuego.

-Podrías haberme dicho eso en el principio, Shinichi Ibuki.


-Aunque eso no cambia las cosas hadita, me hubieras atacado igual.
-Para ser humano eres algo fuerte.
-Si, pero me hiciste ver como un ser patético y triste, nunca pensé que seria vencido
por alguien tan bajita.
-Puede que sea bajita, pero soy poderosa.
-Ah, este, me olvide de tu nombre.
-¡Cirno! acórtate C-I-R-N-O, tienes que memorizarte el nombre para siempre-
Exclamo ella intentando demostrar una extraña importancia a su persona. Shinichi
solo se limito a mirarla mientras jugaba con la leña para la fogata. Por alguna extraña
razón ella le daba mucha charla y el empezaba a incomodarse al no poder comer
tranquilo.
-¿Porque estas tan callado?- Pregunto ella ingenuamente.
-¿Estoy comiendo?- Dijo irónicamente.
-Deberías comer una sola vez al día, se nota que no sos de tener muchas fuerzas, por
eso perdiste ante mí.
-Sos una persona ingenua, bueno Cirno, ya puedes irte a tu casa y dejarme comer en
paz.- El hada lo miro frunciendo el ceño.
-¿Quieres quedarte solo? Sabes, yo vivo acá de hace mucho tiempo y capaz podría
ayudarle a un extranjero del Mundo Exterior.
-No necesito la compañía ni la ayuda de un hada engreída- Dijo Shinichi algo
impaciente y Cirno cambio su expresión.
-Engreída....- Empezó a murmurar Cirno mientras se ponía roja de la furia -
¡¿ENGREIDA?!- Grito, y agarro a Shinichi y lo lanzo al lago, este al levantarse del
agua vio como Cirno le congelaba su fuego.
-¡¡¡QUE CARAJO HACES!!!! ¡Me cuesta mucho hacer fuego de la nada!
-¡No vengas mas a pedirme algún favor o algo parecido!- Le grito y se fue volando.
-¡Nunca te pedí nada! Dios, odio a la gente que habla pavadas - Termino diciendo
aproximándose a su campamento. Después de un largo tiempo encendió otro fuego y
fue a buscar un poco más de comida, pero al abrir su bolso vio que ya no quedaba
mucho- No puede ser, solo queda una sola porción de comida.

La brisa acariciaba la superficie del lago y su costa, encima de una roca se veía un
muy pálido Shinichi con una caña de pescar, habían pasado ya tres días desde que su
comida se había terminado, y buscar comida por el mismo, le había costado, llevaba
todas sus tardes en esa roca intentando pescar peces que no venían. Cansado, tiro su
caña en el lago dejándola flotar en su superficie.
Buscaba entre los follajes y árboles haber si encontraba alguna clase de fruta pero
nunca lo conseguía. No se alejaba mucho de su campamento, pero si no lo hacia,
moriría de hambre. Cada día estaba más débil, y la soledad lo debilitaba aun mas,
aceptaría estar incluso con Cirno, ya no lo podía soportar. Se sentó a los pies de un
árbol, y empezó a pensar sobre sus sueños, casi siempre eran recuerdos sobre sus días
antes de caer en Gensokyo, entonces hizo el esfuerzo de recordar aquellos lejanos
días.
-Todo parece tan lejano y distante- pronuncio Shinichi levantándose con dificultad
de donde estaba, se sacudió y emprendió viaje de regreso. Ya empezaba a oscurecerse
y lo único que había encontrado era un par de manzanas pequeñas, podría pasar bien
con eso esa noche. Era primavera pero las noches se ponían frías así que tenía la
necesidad de preparar una fogata todas las noches. Shinichi no era de comer
manzanas, nunca le habían gustado, pero en ese momento las podía sentir como un
manjar. Se recostó sobre su intento de cama intentando conseguir el sueño. El único
lugar donde se podía sentir a gusto era dentro de su mente, dio media vuelta y quedo
mirando la luna- Sakuya...... no te puedo esperar para siempre- Murmuro y luego de
un instante se quedo dormido.

Al otro día, Shinichi ya estaba decidido, se marcharía del lago o terminaría muriendo
de hambre. Había empezado a juntar sus cosas de apoco, por suerte lo único que traía
era ropa y un par de cosas electrónicas. El estar en ayunas no le ayudaba, le costaría
llevar su bolso, pero aun así debía hacer el esfuerzo. Cuando se preparaba para irse
cuando sintió una brisa mas helada de lo normal, ya se imaginaba de quien podría
tratarse.

-Cirno, que haces acá.


-Guau, debes tener ojos en la espalda ¿Como te diste cuenta que era yo?
-Debes ser la única cosa acá con presencia helada ¿no crees?
-Te vas de aquí, al fin lo decidiste por lo que veo.
-Así es, si sigo acá moriré de hambre, ya no encuentro comida, capaz que mas
adelante si pueda.
-Si quieres te puedo pasar de mi comida.
-No me apetecen los menús de hadas- Se expreso el con una extraña mueca
intentando imaginar que clase de comida consumiría ella.
-Pero ni sabes lo que como.
-Por eso, ya me da miedo tan solo pensarlo.
-¿Piensas irte solo? Podes perderte
-¿Acaso me quieres acompañar?
-Si - Dijo ella con extraña firmeza. Shinichi pensó en Cirno como un ser lento e
ingenuo, pero reguló mejor sus pensamientos.
-Si sigo solo, me volveré loco, así que si, podes venir.
-¡¡Si!!- Grito Cirno, y lo acompaño. Con el solo hecho de tener compañía estaba feliz,
el estar solo era una idea horrible para el, no podía creer como pudo pasar esos días.
Mientras caminaba sintió un tironeo en su remera- Oye, ¿pero porque te quedabas?
Podrías haber hecho esto hace rato.
-Lo hice por alguien por así decirlo.

Cielo estaba teñido de rojo debido a la marcha del sol para dejar que la luna ocupara
su lugar con su brillo, en el portón de la mansión estaba Shinichi con su bolso que
había crecido un poco mas de su llegada allí. Por otro lado estaban Meiling, Sakuya y
Koakuma observando al muchacho caminar fuera del portón.
-Bueno Shinichi, unas últimas palabras- Dijo Meiling.
-Eso suena a una sentencia, no lo asustes así - Dijo Koakuma
-Además, le estas demostrando que se puede morir afuera- Agregó Sakuya.
-Saben, ya me están asustando mucho.
-Perdona, bueno, ojala nos veamos de vuelta.
-Ojala no te pase nada- Exclamo Meiling.
-Ojala tengas suerte- Dijo Sakuya
-Ojala....... las odio- Dijo Shinichi con una sonrisa algo triste y emprendió su
caminata, una que no sabia a donde lo llevaría. No conocía nada del lugar a donde se
aproximaba, era como lanzarse ciego. Este era otro mundo, pensó, aunque, debería
encontrar la manera de volver a su casa...
-¡Shinichi! - Grito Sakuya, y este dio media vuelta- ¡Hablare con mi Lady para que te
haga volver, intentare convencerla, así que quédate cerca por favor, haré todo lo
posible para que vuelvas! - Este quedo sorprendido con las palabras de la Maid, y
sonrío.
-Ojala puedas.

-Bueno, parece que anochece, creo que dormiremos acá.


-¿Dormir? Eso es para débiles, vamos a seguir caminando.
-¿Estas loca? no tengo energías
-¿Como que no tienes energías?
-No he comido bien en días, y ahora pase mucho tiempo en ayunas, eso es suficiente
para abatirme.
-Tsk! sos mas débil, ¿porque habré aceptado tu petición de ayuda?
-¡En ningún momento te pedí ayuda! - Justo en ese momento, Shinichi sintió el rugir
de su estomago y cayo para atrás totalmente débil, sus pocas energías del día se
agotaban, necesitaba dormir y comer. Levanto la vista y vio como Cirno se agacho y
se acerco a el con cierta preocupación.
-En serio te ves mal. Puedo ir a buscar comida para ti.
-No quiero comida de hadas.
-No se a que te referís a comida de hadas.
-Yo me entiendo.
-Si no te ayudo morirás antes de llegar a un poblado o algo- Ella tenia razón, no
había posibilidades de que el llegara muy lejos en ese estado. Desperdicio mucho
tiempo en el borde del lago, ahora veía la consecuencia, era seguro que Sakuya no
había logrado convencer a Remilia, ahora estaba sin comida, solo con Cirno, quien
era la única que podía salvarlo.
-Ufff....., esta bien, comeré tu comida de hada- Dijo el levantándose pero Cirno no se
lo permitió.
-Tu te quedas aquí, no estas con fuerzas, solo me estorbaras.
-Hada engreída- Dijo riendo, y esta también se río y se desapareció en la oscuridad
de la noche, Shinichi se acomodaba para dormir- ¿Acaso todas las mujeres de acá son
engreídas?- Termino diciendo y se quedo dormido.
Había pasado toda la mañana y mitad de la tarde esperando en el mismo lugar sin
moverse, y Cirno no había vuelto todavía, ya era demasiada espera.
-¿Donde carajo te metiste hada? Lo que mas me preocupa es mi estomago, pensé que
volvería pronto- Se dijo para si mismo. Agarro su bolso y empezó nuevamente su
marcha- Disculpa, pero si te espero puede pasar cualquier cosa- Murmuro.
Lo que mas le había sorprendido era que el nunca se había encontrado nada en el
bosque, pensó que capaz los youkais no se molestarían en atacar a una persona
debilitadas. Había visto a un par de youkais en su camino pero había decidido
esconderse por su bien, los relatos que había escuchado en la mansión no eran del
todo agradables, otra cosa que recordaba haber visto fue una esfera negra, algo que lo
había descolocado, por lo cual se había alejado mucho de ella.
Sus días siguientes no habían sido agradables, apenas si había encontrado comida,
había tenido un par de roces con un par de Youkai, pero no había encontrado a nadie
como para poder hablar un poco, pensaba a veces la soledad lo mataría antes que su
hambre.
Sus pasos se habían vuelto cada vez mas pesados, sentía que llevaba rocas en su bolso,
pero seguía llevándolo. Sus fuerzas llegaban a ser nulas, había pasado una semana
desde que no vio mas a Cirno y el tuvo que valerse solo de vuelta. El cansancio y el
hambre habían echo estragos en él. Ya había llegado a su límite, tambaleó en su
siguiente paso y cayo al suelo. Su visión empezaba a nublarse, ya no podía seguir
mas, se dio media vuelta y pudo ver el cielo azul. No tenia fuerzas ni para mantener
sus ojos abiertos los cuales se cerraron, y lentamente era consumido por el sueño.

El sol irradiaba su luz con fuerza esa mañana, el verano se hacia mostrar con firmeza.
La estación de colectivos estaba repleta de personas preparadas para sus vacaciones
de verano, subiendo a sus respectivos colectivos para ir a otro lugar para
desestresarse de sus jornadas. Por otro lado de la Terminal, llegaba un colectivo, al
cual los cuatro chicos esperaban con ansias.
-¿Preparados? - Exclamo Tanaka
-¿Y las chicas?- Pregunto Teratani
-Onda que se van a quedar si no se apuran- Agrego Tetsuo preocupado.
-Ellas viajaban de otra manera, los llevaban los viejos, así que las encontramos allá.
-Que mierda, hubiera sido mejor ir todos juntos.
-Claro. Sus padres iban a aceptar que salgan de viaje así nomás con cuatro hombres.
Además es seguro que veremos a sus padres allá.
-Espera- Dijo Shinichi- Eso nos arruina un poco, no podremos hacer casi nada si hay
adultos.
-Shinichi ya pensaba lanzarse sobre una de las chicas- Exclamo Teratani.
-No, me refiero a que nos tendrán restringidos a todo.
-No se preocupen, que sus padres solo nos quieren conocer. Ósea ven que no somos
malos chicos y se van.
-Pero con Tetsuo no pasamos.
-Que buena persona que sos.
-No se hable mas, dejemos nuestros bolsos y subamos al colectivo, y vayamos a un
intrépido viaje de verano.
-Lo decís como un personaje sacado de algún manga- Suspiro Shinichi con una
sonrisa, subió al colectivo, se acomodo al lado de la ventana y sintió como el
colectivo empezó su marcha. "Cierto, no me había acordado que ese día todo
marchaba tan bien. Nunca antes había pensado que pasaría lo que pasaría. El
perderme en el bosque, en caer a otro mundo, en pasar meses en una mansión, tener
que dejarla y volver al lugar donde yo......" De pronto ese recuerdo se oscureció,
empezó a abrir sus ojos de vuelta y se percato que seguía tirado en el césped del
bosque. "... Terminaría así. Tirado en medio de un bosque, este será mi fin de
verdad, si es así, solo quiero dormir de vuelta, y perderme en ese sueño por favor"
volvió a cerrar sus ojos, cayendo poco a poco en un estado de inconciencia.
*Click* *Click*
Por un segundo el creyó escuchar ruidos de una cámara, ya estaba delirando.
*Click* *Click*
Pensar en alguien sacando fotos era totalmente irracional, no había cámaras en ese
lugar, y menos gente que supiera manejarlas.
-Vaya, esto es muy interesante, "Cadáver extraño aparece en medio del bosque" ese
podría ser un buen titulo- No podía ser, era la voz de una chica, acaso seria una
persona, ¿o un Youkai? ¿Verdaderamente el estaba en Gensokyo? ¿O tan solo había
tenido un largo sueño y el seguía en el bosque en el cual se había perdido? Ya no
entendía nada- Aunque lleva ropas muy raras, pero será mejor dejarlo acá mientras
tanto, después veré si le aviso a la Youkai de los limites- Podría ser una persona, era
seguro, no podía perder tal oportunidad. Intento levantarse pero no tenia fuerzas,
solo pudo emitir un gemido, el cual puso en alerta a la chica- ¡Epa! Parece ser que no
estas muerto- Shinichi apenas podía abrir los ojos y pudo ver la silueta de la chica
que lo miraba- Se ve que estas en las ultimas, aunque capaz que podes salvarte. Creo
que haré mi buena acción del día- Dijo ella y lo levanto del suelo- Ya se donde te
llevare, de por si, es el único lugar que esta cerca, disfruta tu viaje- Le dijo y Shinichi
termino completamente dormido.

Nunca antes había se había sentido tan perdido, a tal punto de no saber donde
verdaderamente estaba ¿Había entrado a otro mundo, o tan solo se habría golpeado
con algo y el haber soñado todo lo que el recuerda? Lentamente el fue abriendo los
ojos, y lo primero que vio fue un techo de madera. El se encontraba en un futon
“Puede que hallan pasado días, desde que quede inconciente en el bosque“, pensó.
Todo el lugar estaba hecho de madera, parecía ser un templo. Se levanto y empezó a
recorrer el lugar. Se dirigió a la puerta y salio despacio. Todo el lugar estaba rodeado
por el bosque, no podría estar muy lejos del lugar donde lo debieron encontrar.
Tenía razón, estaba en un templo. En la entrada de este pudo ver a una chica vestida
de miko, tenia el pelo largo y llevaba un moño grande y rojo en su cabeza, su vestido
de miko era rojo y blanco, con un pañuelo blanco en el pecho. Ella estaba tomando
te allí y al darse vuelta pudo observar a Shinichi, ella se levanto y lo fue a ver.
-Parece que estas de energías hoy- Dijo ella al muchacho.
-Puede ser...- Dijo este poco seguro- ¿Cuanto dormí exactamente?
-Un par de días, te trajeron en mal estado, tuve que salir a buscar muchas medicinas,
¿puedo saber tu nombre?
El pudo notar cierta seriedad en ella, así que decidió no hacer ironías ni nada por el
estilo y ser obediente.
-Shinichi Ibuki- Dijo el con firmeza.
-Bueno, Shinichi Ibuki, ya de por si me debes demasiado, salve tu vida,
verdaderamente no entiendo porque a alguien se le puede ocurrir ir a dar vueltas por
el bosque-El se había disgustado un poco por la reprimenda dada por un extraño- ¿Y
de donde sos? ¿De la aldea de los humanos?- Shinichi no pudo evitar el fruncir el
seño y le toco la cabeza a la miko como si esta estuviera enferma.
-¿Te suena un lugar llamado Tokio?
-¿Tokio?- El chico empezaba a frustrarse mas con la cara de confusión de la miko.
-¿Japón?- Ella solo lo miro como si mirara a un loco.- Por favor, no me veas como un
ser patético y triste.
-Y como quieres que te vea, estas preguntando cosas raras.
-Entonces todo esto concluye con......- se detuvo antes de decirlo, considerándolo
como algo horrible- ...que estamos en Gensokyo?
-Donde más piensas que podríamos estar.
Shinichi se alejo unos pasos de la miko y pego un gran grito de "NO" que retumbo
con un gran eco y dejo confundida a la pobre chica.

CAP6 – END – To be continued…


- Escrito por Reyolcan -

Prólogo
Una noche normal en el Inframundo. Youmu, que había terminado sus labores no
hace mucho caminaba con una bandeja en mano, en la que se podían ver algo de té y
algunos dulces. Se trataba de lo que su ama, Yuyuko Saigyouji, le había pedido nada
más entrar en la mansión.
Su pelo blanco se movía de acorde a sus pasos mientras se dirigía a la habitación
donde Yuyuko le había dicho que estaría. Nada más salir le echó un vistazo a la mesa
colocada en el centro de la habitación, pero allí no había nadie.
-¿Señorita Yuyuko? – dijo mientras colocaba la bandeja en la mesa.
Pero no había signos de que nadie estuviera allí, entonces la chica expandió su
búsqueda al jardín, pero algo extraño pasaba. No era la misma sensación que cuando
lo había dejado hacía escaso tiempo. Un aire oscuro se cernía sobre las flores y
plantas del lugar pero eso no fue lo que dejó a Youmu sin habla y atónita. Lo
verdaderamente impresionante en ese momento era ver al Saigyou Ayakashi, cerezo
más grande de todo Hakugyokurou el cual hacía años que no mostraba ninguna flor
y su ama había intentado hacer florecer fallidamente en el pasado, completamente
florecido. Aunque por si eso no fuera suficientemente insólito de por si, las flores
eran grisáceas y despedían una especie de oscura agonía.
-Esto no me gusta – hasta su mitad fantasma se había estremecido.
Preparándose para una posible lucha, siguió buscando a Yuyuko, en aquella
situación debía asegurarse de que se encontraba bien.
-¿Señorita Yuyuko? ¿Se encuentra aquí? – no podía evitar sentir como que algo la
atacaría en cualquier momento.
Entonces, mientras escudriñaba atentamente cada rincón del lugar una sombra
apareció detrás suya, notando peligro desenvainó rápidamente una de sus espadas y
la dirigió rápidamente a lo que había proyectado la sombra. Pero al final no pudo dar
el golpe, cuando vio quien se encontraba allí se paró en seco.
-¡Se…! – la jardinera no lograría decir más que eso…

Esa fría noche, en otra parte, mientras eso sucedía cierta sacerdotisa andaba
comprobando por quien sabe ya cuantas veces su caja de donaciones vacía.
-Uh, sigue vacía – se quejaba mientras volvía al templo –a pesar de que cada vez
viene más gente al templo… bueno, aunque no son precisamente el tipo de gente
que dejaría una donación.
Reimu suspira y entra al templo donde a pesar de que la temperatura era algo mayor
seguía haciendo frío.
-Ahora que lo pienso hace tiempo que no se pasa ninguno por aquí… aunque me
preocupa más este frío. ¡Se supone que ya acabó el invierno!
Mientras se dirigía a prepararse algo para comer no pudo evitar fijarse en los copos
de nieve que se veían caer por la ventana.
-¡¿Nieve?! Y eso es…
No pudo evitar salir rápidamente de nuevo, aunque esta vez la esperaba un escenario
diferente. No solo estaba nevando cuando no debía, había extraños espíritus por
todos lados y una niebla escarlata cubría el cielo.
-No puedo evitar sentir que todo esto me suena… - decía la sacerdotisa mientras
escudriñaba el cielo.
Pero no tuvo tiempo de pensar en motivos, ya que no tardó en sentir como algo
afilado le apuñalaba en la espalda sintiendo un intenso dolor. Cuando se giró solo
pudo ver una extraña energía de color gris que salía de su herida y la cara de la que
lo había hecho.
-¿Sa-ku…ya? – murmuró casi sin energías.
La chica desapareció de la vista tan pronto como había aparecido y Reimu cayó
desplomada al suelo. Los copos de nieve seguían cayendo incesantemente, algunos
tiñéndose de rojo al contacto con la sangre que estaba comenzando a salir.

La perpetradora del terrible acto se encontraba ahora mirando la luna, una luna casi
llena que se veía incluso a través de la neblina escarlata, parada en medio de un
claro. Sus ojos apagados y de color amarillo oscuro sólo mostraban un vacío y
mientras seguía contemplando el cielo dijo en voz baja:
-La sacerdotisa, la maga, la medio fantasma, la sirvienta… casi todas las personas que
podrían haberse entrometido ya no podrán hacerlo. Pronto este mundo sentirá
nuestro dolor, nuestra pena… pronto podremos resurgir y seguir con la vida que
perdimos. Sólo un poco más…
Mientras el viento zarandeaba sus plateados cabellos, volvió a echar una rápida
mirada al cielo donde varias nubes estaban empezando a reunirse y comenzaban a
tronar antes de proseguir su camino.

Capítulo 1 - Una herida interesante.


Un extraño silencio cubría el Templo Hakurei, un silencio rodeado de extraños
fenómenos que pronto se vería roto por otro más.

En la cocina del templo una mano aparecía repentinamente de una abertura violeta
de decoración extraña. La extraña mano atacó las reservas de comida cogiendo una
botella y metiéndose rápidamente por donde había salido.
No mucho después algo similar se abriría en otro lugar del templo, esta vez
apareciendo de ella una chica de largo pelo rubio con un vestido de colores púrpura
y rosa claro.

- Reimu ¿estás aquí? Llevo un tiempo notando algo raro en esta zona así que decidí
hacerte una visita. Ya me he invitado yo a algo así que no hace falta que me prepares
nada. – decía despreocupadamente mientras caminaba a paso lento por el templo.

Su silueta se proyecto en la nieve que había acumulada en la entrada. Echando un


vistazo a la blanca decoración que cubría los alrededores del templo terminó
posando su mirada en un bulto que se podía ver no muy lejos de la puerta.
Una vez pudo discernir claramente de que se trataba no pudo evitar expresar un
gesto de sorpresa, el cuerpo de la sacerdotisa del templo se encontraba allí, medio
enterrado en la nieve.

- ¿¡Reimu?! – exclamó mientras se acercaba – Que ha podido pasar… - después de


fijarse fijamente – sigue con vida.
Su mirada voló a la herida de la cual aun fluía un ligero vapor de color gris.
- Me pregunto que será, aunque ahora no es momento para eso… - una nueva
abertura aparece bajo ellas tragándoselas a ambas.

___

Unas orejas de conejo habían reaccionado ante un ligero ruido.

- ¿Qué fue eso? – dijo la dueña de dichas orejas, una chica con el pelo liso y de color
violeta vestida con una corbata roja sobre una camisa blanca y una falda azul.
Volviendo a su habitación, de donde le pareció haber oído el ruido, se encontró con
una escena poco menos que sorprendente una vez miró a través de la puerta.
“¿Esa no es Reimu? ¿Qué hace en mi…?”

- Udonge, ¿por qué hay una sacerdotisa en tu cama? – estas palabras interrumpieron
los pensamientos de la chica.
- ¡Ah! ¡N-no es lo que parece! ¡Puedo explicarlo! Bueno… en realidad, no puedo –
respondió sobresaltada a la figura que había aparecido detrás suya.
La chica que acababa de llegar ignoró el nerviosismo de la coneja entrando en la
habitación.

- Creo que yo si puedo. ¿No es así, Yukari? – dijo dirigiendo su mirada a una zona
que no era visible desde la puerta. - ¿Qué haces aquí? – preguntó con un tono serio.
- ¿Qué puedo estar haciendo en la consulta de una doctora? – le respondió en un
tono burlón.
- Si lo que quieres es ayuda con alguna enfermedad deberías venir en horas de
consulta y pagar la cuota adecuada, además, incluso te has equivocado de habitación.
Pensaba que igual eras más lista.
- Eso fue desafortunado, nunca pensé que ese extraño vapor de la herida afectaría a
mis habilidades.
El rostro de la chica de pelo blanco cambió ligeramente al escuchar ese detalle.
- Pensé que igual te interesaría echarle un vistazo – continuó Yukari.
- ¿A qué se debe ese interés tuyo?
- Seguro que te has dado cuenta ¿no? Los cambios en el tiempo, la niebla escarlata, la
fuga de espíritus malignos… eventos que ya sucedieron en un pasado están
volviendo a repetirse.
- Y piensas que hay alguna relación ¿no? – la chica se acercó a la cama. La luz de la
luna proveniente de la ventana iluminó ligeramente su vestido, compuesto por una
mezcla de rojo y azul.
- A simple vista puedo decir que nunca había visto nada así. Me llevará un tiempo
sacar algo en claro – observó mientras examinaba la herida en la espalda de Reimu.
- Creo que no hacen falta mas explicaciones, tengo algo que comprobar – dijo
usando un tono más serio de lo que había hecho hasta ahora – dejo esto en tus
manos. Deberías darle alta prioridad. – la rubia abrió uno de sus bordes y entró en el
desapareciendo de la vista.

- ¿Qué vamos a hacer? – pudo decir finalmente Reisen, que había estado
contemplando todo sin habla.
- La verdad es que esto ha despertado mi curiosidad, supongo que le seguiré el juego
un rato. ¡Trae el equipo!
- ¡En seguida! – Reisen salió disparada en busca de lo que le habían ordenado.
- Esta herida… a pesar de que debería ser mortal parece que mantuviera su vida a
propósito, dañando sólo lo justo para que no pueda moverse. Interesante…

CAP1 – END – To be continued...


- Escrito por Loki -

Capítulo 1 - Un brusco despertar


Todo me duele... Todo esta negro y oscuro... Siento como si estuviera muerto...
¿muerto?... quizás si… solo el dulce menear de mi cuerpo hacia arriba y hacia abajo
me tranquiliza. Como si me acarrearan hacia el cielo, si…

Pero, por alguna razón cada vez hace mas y mas calor… con cada segundo que pasa
el dulce movimiento que me tranquilizaba se convierte mas y mas en un viaje salvaje
que envés de menearme hacia arriba y hacia abajo ahora me sacude y me hace saltar
en el aire. De momentos el dolor agudo de mi cuerpo pasa a segundo plano
conforme me golpeo contra lo que sea que este detrás de mi. Esto… esto no es el
cielo… se parece mas al… al…

-¡¡Al infierno!!
- ¡Oh dios!... esto si que es nuevo…

Algo esta mal aquí. Mi cuerpo me duele pero lo puedo mover aunque torpemente.
Veo a mí alrededor preguntándome a mi mismo si aun sigo soñando o si de verdad
estoy muerto al ver lo que veo. A mi alrededor no hay mas que llamas y oscuridad…
el calor es tan seco y sofocante que mis pulmones comienzan a quemarme. Es una
imagen tan desoladora que el pensamiento de haber muerto parece cada vez mas una
realidad que una simple mala broma, ni siquiera la chica orejas de gato que esta
junto a mi parece distraerme de este triste panorama, es como si… un momento…
¿chica orejas de gato?. Ahí parada serenamente junto a mí, ostentando un curioso
vestido largo color verde oscuro, cabello rojizo del cual colgaban dos coletas atadas
con dos moños negros a cada lado. Fuera de eso de momento les estaría describiendo
cualquier chica normal que podrían ver por la calle de su ciudad en cualquier
momento, sin embargo había un detalle mas… sus orejas… no sus orejas normales
(que por cierto eran puntiagudas) si no las orejas que estaban sobre su cabeza, orejas
de gato rebosantes de un cabello pelaje tan negro como sus moños.

- Oye, los muertos se supone que no hablan… - me dice la extraña chica mientras
me observa cuidadosamente.
- Entonces eso significa que no lo estoy, ¿no lo crees? –Le digo enfadado pero
extrañamente confundido, ¿de que esta hablando?
- No puede ser... – dice la muchacha con una cara de confusión también, pero a
diferencia mía, en la suya no hay enfado, si no desilusión. – Que mala suerte, y tan
cerca que estábamos del infierno de las llamas ardientes. Apuesto que hubieras
ardido hermosamente.
- ¡Hey hey!, ¿que es lo que acabas de decir?

No puedo creer lo que acabo de escuchar. ¿Acaso dijo aventarme al fuego? No señor,
a mi nadie me cocina vivo. Mientras trato de levantarme para alejarme de la mujer
rara me doy cuenta que es sumamente difícil… en lo que estoy acostado hace difícil
que siquiera pueda colocar mis brazos para poder levantarme.

- ¿Que demonios?
- ¡Hey, no te sacudas o voltearas mi carro!
- ¿¿Tu carro?? ¿¡En serio te parezco un cuerpo sin vida que puedes tirar a una fosa
común!?
- Pues… hace unos momentos si… y no es a una fosa común, es a un horno, es muy
diferente.
-…

No se que esta ocurriendo aquí y la verdad, la sonrisa que me da esta muchacha mas
que darme tranquilidad solo me asusta mas. A pesar del gran (y misterioso) dolor
que siente mi cuerpo logro bajarme del carro. Me volteo para ver a esta persona y
ahora veo algo mas que no había podido notar por mí incomoda posición en ese
carrito… dos colas.

- Ok… ¿qué hace una cosplayer rara como tu cargándome en un carro y


balbuceando locuras de tirarme en un horno? –Le pregunto.
- ¿Cosplayer? ¿Qué es eso? Y ya te lo dije, creí que estabas muerto por lo que te iba a
tirar al horno del infierno, ¿es que no soy lo suficientemente clara?
- Por favor… una cosplayer es lo que eres tú, con esas orejas y cola de gato. Y no,
¡por supuesto que no entiendo! ¿¿Quién en su sano juicio tira un cuerpo a un
incinerador… a menos que… querías matarme??
- Yo no soy una cosplayer, soy una Kasha. ¿Y para qué quiero matar a alguien que yo
pensaba llevaba ya una semana muerto?

Una semana… ¿por qué me suena mucho eso? Espera un momento, ahora recuerdo.
Hubo un accidente y yo estaba ahí. Conforme hago memoria comienzo a recordar…
Íbamos por la carretera hacia unas aguas termales muy famosas y el día anterior
había llovido… un momento, ¿íbamos…? ¿Quiénes íbamos? No lo puedo recordar,
es tan frustrante, pero a lo mejor esta muchacha sabe algo. Conforme la observo más
y más no puedo evitar pensar más y más que esto no es más que un sueño. ¿Kasha
acaba de decir? ¿Esos gatos demonio que cargan los cadáveres? Sí, claro…

- Seguro… una cosplayer vestida de Kasha – Le digo sarcásticamente.


- Si que eres necio. Quizás debería matarte en este lugar y así los dos actuamos como
si nada hubiera pasado –me dice con una sonrisa.
- Hah, buena bro… ¿ma?

Cual no es mi sorpresa cuando veo que sus orejas y sus colas se comienzan a mover
al unísono y en direcciones opuestas al movimiento de su cuerpo. Al mismo tiempo
unas extrañas esferas azules aparecen de la oscuridad y comienzan a sobrevolarla y
dentro de estas bolas flameantes puedo ver lo que parecen ser cráneos.

- Que pasó humano, ¿te comió la lengua "el gato"? –me dice mientras una sonrisa se
dibuja en su rostro.

No contesté nada… volteo a mí alrededor y no veo nada que al parecer pueda


producir semejante efecto y para ser honestos, todo se ve muy real.
- ¿Dónde estoy? –le pregunto simplemente.
- ¿Eh? ¿Acaso no lo sabes? Estamos en el borde del Infierno de las llamas ardientes y
el palacio de los espíritus terrenales.
- Entonces, ¿sí estoy muerto?
- Pues, a lo que mí concierne pareces estar muy vivo…
- Pero dijiste que este es el infierno…
- Si, el infierno de las llamas ardientes en Gensokyo… dios, ¿acaso me vas a hacer
repetir todo una y otra vez?
- ¿Genso… kyo? ¿Qué me paso esta semana?
- ¿Cómo voy a saberlo? Te encontré hace unos días tirado a las puertas de la ciudad
antigua. Por una semana completa permaneciste inmóvil así que decidí que estabas
muerto.
- Ya veo… tú lo decidiste… >_>

No tenía sentido. Recuerdo que estuve en un accidente automovilístico… ¿cómo


pude haber terminado aquí después de algo así? ¿Algo ocurrió después del accidente?
El calor de este lugar me comienza a sofocar cada segundo más y más, parece como
si estuviera en una cueva a kilómetros por debajo de la superficie. Necesito salir de
aquí, pero ¿por dónde?

-Vaya, si no estas muerto entonces no tiene caso bajar… creo que volveré. – Dice la
muchacha poniendo uno de sus brazos detrás de su nuca mientras que con la otra
mantiene sostenido al carrito. Con paso firme y seguro a pesar de lo perpetua de la
oscuridad la muchacha comenzó a caminar lejos de mí. ¿Qué demonios?
- ¡H-hey, espera…!
- ¿Que pasó?
- ¿¡Acaso piensas dejarme aquí!?
- Umm… ¿sí, que no? No estás muerto, no tiene caso que te lleve al infierno.
- ¡Tú me trajiste aquí en primer lugar!
- Hehehe, ok, ok, sígueme entonces. –me dice la muchacha con una sonrisa que
simplemente ya no puedo diferencia como si maligna o sincera. – ¡Pero ya no te voy
a cargar en mi carro! Sólo llevo a los muertos aquí, ¿entendiste?
- Créeme… espero nunca mas volver a subirme a ese carro – le digo con completa
honestidad.
- Muy bien… a todo esto, soy Rin Kaenbyou pero llámame Orin, me disgustan los
nombres largos – Me dice la muchacha mientras se voltea hacia mí con una sonrisa
de “oreja a oreja”.
- ¿Eh...? E-este… soy Makoto. Makoto Ichiharu.
- ¡Oh, Maru entonces!
- ¿Maru?
- ¿Sep, no te lo dije? Detesto los nombres largos, hehe.
- ¿Llámame por mi nombre sí?
- ¿Qué paso Maru? ¿Dijiste algo?
- Dios santo… - *suspiro y facepalm*

Conforme caminaba con Orin, mis dudas se despejaban cada vez más y más. En
momentos las esferas de fuego estaban tan cerca que podía sentir su calor y su frío
fantasmagórico mientras estas mismas iluminaban nuestro camino como antorchas
deambulantes. En un momento o dos pude sentir como sus colas rozaban mis piernas
y que tan real se sentía el calor que estas emitían, como si fueran una extensión real
de su cuerpo. podía sentir el ardor de las los muros de piedra a mi alrededor cada vez
que me tenia que aferrar al muro debido a lo escarpado de la caverna y también
podía sentir un enorme peso en mis hombros cada vez que miraba hacia detrás
mío… como si me estuviera alejando de millares de espíritus malignos. En cierta
forma me sentía aliviado de volver por donde aparentemente venimos en primer
lugar.

- ¿Dónde estamos?

La verdad no sabía si mis ojos simplemente ya me odiaban y me jugaban mas


jugarretas. ¿De una caverna a una mansión? ¿Exactamente dónde estábamos? El
lugar era enorme y aunque poseía enormes ventanales llenos de vitrales por donde
luz cegadora penetraba el lugar parecía extrañamente oscuro y enigmático. Pilares y
pilares apilados uno después de otro sosteniendo un techo amplio y largo… o por lo
menos eso quería creer por lo negro que se encontraba el techo este mismo ni
siquiera se podía ver. Sin embargo eso no fue lo que mas me llamo la atención, si no
la increíble cantidad de gatos, hadas, aves y otros animales que se encontraban a
nuestro alrededor. En cierto sentido parecía la típica mansión de una vieja loca
amante de los animales.

- ¿Vieja loca amante de los animales? Admito que amo a mis mascotas pero… ¿vieja
y loca? Me siento un poco ofendida para ser sincera.
Una voz resonó por detrás nuestro, una voz para nada familiar. Orin y yo nos
volteamos hacia donde la voz se escuchó, ella con un semblante relajado y yo, con
asombro en mis ojos. ¿Quien se encuentra ahí?

- Parece que tuviste un despertar algo inquietante. En nombre de Orin te pido


disculpas. Después de todo ella solo estaba cumpliendo con su trabajo.

Cada vez que la voz resuena en el gran salón, mi confusión y mis preguntas se
incrementan cada vez más y más. Sin embargo a esta persona ni a Orin parece
preocuparles… en especial esta nueva persona. De las sombras de un pasillo frente a
nosotros se comenzaba a vislumbrar una figura.

- No te preocupes, todas esas dudas que tienes yo te ayudare a contestarlas ya que


eso es lo mínimo que puedo hacer para enmendar el error de mi mascota.

Ostentando un largo un vestido azul claro con olanes rosas en las mangas y una falda
igual de rosa, con cabellos de un ligero color púrpura y pantuflas en sus pies, la
figura se revelo a si misma. Una mujer tan misteriosa o incluso mas que la que se
encontraba a mi lado, Orin. Poseía un aura de respeto y temor alrededor de ella,
como si por alguna razón supiera los secretos más oscuros de tu corazón… como si
ese extraño accesorio que llevaba en su hecho con forma de ojo el cual se unía con
hilos alrededor de su cuerpo pudiera ver a través de ti como si fueras agua cristalina.

- Sé que puede ser un poco abrumador para un humano como tu el despertar en un


lugar como este, en especial cuando no eres ni siquiera de Gensokyo. “¿Nos estabas
observando a lo lejos?” No, de hecho acabo de notar su presencia. “La manera en que
ve a través de mi es…” Justamente como te lo imaginas… la habilidad de poder leer
mentes es un poder escalofriante pero como puedes ver tiene sus usos. Parece por fin
comienzas a comprender en donde te encuentras y que te encuentras rodeado de
“criaturas supernaturales” pero estate calmado… Gensokyo es una tierra de
oportunidades para todos aquellos que lo habitan. Una tierra que no hace distinción
entre razas, donde humanos y seres supernaturales pueden vivir en armonía los unos
con los otros…

Gensokyo… por alguna razón presiento que este nombre, que este lugar es un lugar
como ningún otro…

- Esas serian las palabras que yo, Satori Komeiji usaría para calmar tus
preocupaciones, como veras. Y así, se bienvenido al palacio de los espíritus
terrenales, Makoto Ichiharu.

El palacio de los espíritus terrenales… Gensokyo… ¿justo en qué estoy metido?


Capítulo 2 - De youkais y humanos…
- Aquí tienes tu té. Espero sea de tu agrado.
- Ehm… much-
- No hay de que Makoto, y por favor llámame Satori. Komeiji suena muy formal.

No había duda alguna… no había nada que ella no pudiera saber de mi. Incluso en
cuanto lo pensaba ella ya lo me tenia leído. Ella llamaba su poder aterrador… sin
duda alguna era una habilidad digna de respeto y cautela, pero definitivamente una
habilidad interesante. Digo… ¿quién nunca ha deseado tener la habilidad de poder
leer la mente de otros? No podría ser tan malo. Eso si… el hecho de no poder
siquiera completar los enunciados en mi mente sin que antes Satori los haya
descifrado y completado en la suya propia y salieran de su boca envés de la mía era
algo que se estaba convirtiendo en algo desesperante y en cierta forma frustrante.

- Lo siento, a veces me dejo llevar. Como entenderás soy una satori youkai, por lo
que esta en mi naturaleza decir en voz alta los pensamientos de los demás. –
responde Satori, una vez mas leyendo mis pensamientos a pesar de lo claro que estos
fueron respecto a este tema.
- Ya veo... por ahí escuche que a los satori youkai les molesta mucho que uno les
ignore, ¿es cierto?
-…
-…
- ¿Qué te parece si yo hago como que tu nunca me llamaste vieja loca amante de los
animales y tu haces como que no te molesta que lea tu mente?
- Hecho…

No solo rápida para leer las mentes de otros si no también rápida con la boca.
Claramente estaba en un lugar completamente ajeno a cualquier cosa que conociera
como normal, no seria sabio hacerme de problemas, mucho menos con alguien
quien es capaz de leer mentes. Satori sonríe levemente por un segundo… puedo
apostar que sabe que es lo que estoy pensando justo en este momento, pero
desconozco el porque sonríe tan misteriosamente.

- Te seré sincera Makoto… no mucha gente viene por estos rumbos, ni siquiera los
Youkais que rondan por Gensokyo. Es poco común encontrar a alguien con quien
siquiera pueda entablar una conversación.
- Umm, disculpa… creo que tenemos diferentes opiniones de lo que es una
conversación.
- Hehehe… en efecto.
- Hahahaha.
Es raro… ella complementa todo lo que pienso y si alguien ajeno a nosotros nos
viera pensaría que solo Satori es la que se encuentra hablando. Pero, por alguna
razón se siente como si fuera una verdadera conversación entre ella y yo. A pesar de
nuestro obvio sarcasmo e ironías no se siente ninguna clase de hostilidad en su
hablar… aunque sí hay algo que mantengo, y es el hecho de que me completen mis
ideas antes de que pueda decirlas es sumamente enfadoso. Sin embargo me deja
pensando… honestamente que será una conversación para alguien como Satori?
Dejando de lado el sarcasmo y las bromas… ¿tendrá alguien como Satori una
verdadera conversación en el sentido de que pueda sentarse con alguien y tener un
buen rato platicando, sabiendo que ella puede leer mentes?

- No te preocupes por esos detalles. Como ves no hay muchas personas aquí pero no
es un problema para mí.

Ella me contesta con una pequeña sonrisa. Ambos sabemos a que me refiero en mi
mente pero aun así ella con sus propias palabras trata de ocultar la verdad, no
porque no sea obvia… si no porque es dolorosa.

- Dejemos de lado los pequeños detalles, ¿te parece? Creo que hay cosas mas
importantes de que hablar, como en dónde estas parado en estos momentos y
principalmente, como terminaste aquí…

Directo al grano… aparentemente Satori no solo es capaz de leer mis pensamientos


conforme los voy pensando si no que también es capaz de leer hasta los confines más
profundos de mi mente. Por horas Satori me explica mi situación actual…
Gensokyo. Una tierra de maravillas en donde humanos y youkai viven en relativa
“armonía”. Es impresionante de creer, si no me encontrara en la situación en la que
me encuentro y si no fuera por las pruebas que ya e presenciado en mi corto tiempo
aquí podría decirles que esta seria una muy buena historia para contarle a los amigos
o para hacerla una historieta o algo.

- Y así es como estas aquí…


- Entonces… debajo de nosotros esta el “Infierno de las llamas ardientes”, donde
Orin trabaja cargando los cuerpos.
- Así es.
- Ok… y encima de nosotros se encuentra Gensokyo.
- Exacto. Al parecer ya entendiste todo lo que te he explicado.
El problema no es entenderlo… - le comento mirando a las ventanas que se
encuentran detrás de Satori – El problema es aceptarlo…
- Se que es difícil, pero estoy seguro que con el tiempo podrás hacerlo.
-…

No digo nada en respuesta a su comentario… no hace faltan palabras después de


todo, ella ya sabe lo que pienso. Suspiro profundamente, como si tratara de una vez
tragar toda la información que Satori me acaba de proporcionar cuando de momento
caigo en cuenta que algo faltaba, o más bien, alguien.

- ¿Y Orin?, lleva un buen rato que no la veo, desde que nos sentamos a conversar.
- Oh, ella esta aquí con nosotros, de hecho nunca se fue.
- ¿Eh?

Al principio no comprendo sus palabras pero luego caigo en cuenta de que a su


costado, junto a ella se encuentra un hermoso gato negro con pelaje rojo en
secciones de su cuerpo y dos colas.

- Por favor, no me digas que… -digo apuntando al gato.


- Está bien, no te lo diré - dice Satori cerrando los ojos mientras sonríe
sarcásticamente.
- Me tomas la palabra cuando mas te conviene, ¿no?

Era tan obvio pero sin embargo parecía que mi mente aun estaba en un estado de
negación parcial hacia lo que estaba ocurriendo a mi alrededor… ¿acaso era el
sentimiento de quererme aferrar a la normalidad lo que me impedía aceptar el
hecho de que estaba en un lugar en donde simplemente la normalidad a la que estoy
acostumbrado no aplica? Para mi sorpresa la gata se levanta de su cómoda posición
junto a Satori y brinca hacia mí. Trapa por mis hombros y se echa encima de mi
cabeza, mirando a Satori con sus grandes ojos gatunos y luego mirándome a mi.
Satori no puede evitar sino reírse ante la escena y yo no puedo evitar sacudir mi
cabeza en señal de protesta, a lo cual lo único que consigo es que Orin se aferre a mi
cabeza con sus uñas.

- ¡Ouch! ¡Hey!
- Hehehe… parece que le caes bien Makoto.
- Me cuesta creerlo…
- Por favor… ¿acaso quieres que diga lo que en verdad piensas? – Me dice con una
sonrisa malévola.
- No… - le contesto mientras me sonrojo ligeramente… insisto, leer la mente de
otros si que es enfadoso…
- Hehehe. Porque no pasamos a algo de mas interés… como el accidente que tuviste.

Mis ojos se agrandan al oír la palabra accidente. Si alguien debía saber algo acerca de
eso, ese debería ser yo, y si alguien debería saber que esta oculto dentro de mi
cabeza, esa debería ser Satori. Una vez mas mi enfado y desesperación se convierten
en interés y confusión…
La noche cae en Gensokyo… o por lo menos eso fue lo que me dijo Satori una vez
que terminamos de conversar. En estos momentos me es más fácil creer que youkais
existen a creer que ya es de noche debido a que de las ventanas sigue entrando una
gran cantidad de luz, y para ser francos… ¿¡que no nos encontramos en una
caverna!? ¿¡Acaso hace alguna diferencia el día de la noche!? Ah… aun estaba
consternado por lo que me había dicho Satori hace algunas horas…

- En efecto, tuviste un accidente en esto que tú conoces como “automóvil”.


Derrapaste por el camino y caíste al borde del barranco por la montaña en la que
ibas. El que ocurrió después no puedo decirte que es…
- ¿Que? ¿Por qué?
- Porque ni siquiera tú lo recuerdas…
- ¿Q-Que…?
- Al haber caído debiste haber perdido el conocimiento… las imágenes en tu mente
son tan borrosas que incluso yo no puedo distinguir mucho entre el caos que
ocurrió.

“Ni siquiera yo lo recuerdo”… ¿cómo puede ser eso? Estoy seguro que algo paso y
que estuve conciente en aquel momento, pero Satori tiene razón en algo ahí. Los
recuerdos en mi mente están tan desordenados, tan mezclados que nada esta claro ni
siquiera para mi.

- Quizás dormir me haga bien…

Eso me digo a mi mismo, pero la verdad es que da miedo… me da mas miedo cerrar
mis ojos y despertar en algún otro lugar extraño que tener mi mente leída por Satori
o incluso morir. La preocupación me carcome, la confusión me ciega… y el sueño y
el cansancio me vencen…

No puedo dormir… no, mejor dicho ya no puedo dormir más. Me encuentro a mi


mismo sudando frió en la cama que Satori me ofreció para pasar la noche. Por alguna
razón jadeo fuertemente y mi corazón late a mil por minuto. Algo soñé… una
pesadilla que me despertó en seco de mi sueño. Podía oírlo… voces que por alguna
razón parecían familiares gritando mi nombre mientras caía al vació. No puedo
mas… necesito encontrar respuestas a que paso, a porque estoy aquí. Me levanto de
la cama y con cuidado salgo de la alcoba adjudicada para mí. No hay nadie por los
largos y oscuros pasillos de la mansión. Con rapidez, sigilo y cuidado salgo de la
mansión por la entrada principal y vislumbro lo que se encuentra frente a mí. El
paisaje aun recuerda a cualquiera que lo vea a una caverna, pero el camino es claro
frente a mí. Como un viejo camino por en medio del bosque corre un camino
adelante mió. No es difícil saber hacia donde lleva…

- La ciudad antigua… y más allá… la superficie de Gensokyo.


Satori me pidió quedarme en el palacio de los espíritus terrenales por un tiempo para
que meditara todo lo que me a contado y para que me acostumbrara al lugar, pero
simplemente no puedo esperar, no con estas dudas y pesadillas que me aquejan.
Volteo a mis espaldas una vez más y contemplo en gigantesco y majestuoso palacio
de Satori Komeiji…

- Muchas gracias por el té…

Murmure con una pequeña sonrisa en mis labios… sentía que debería de decirlo con
mis propia voz, agradecer con mi propia voz a esa youkai que no tenia necesidad de
oír la voz de otros.

Debieron haber pasado un par de horas desde que abandone la mansión de Satori y
me aventure por mi propia cuenta dentro de la oscura cueva. Según me comento
Satori mi siguiente destino seria la ciudad antigua y de ahí debería ser capaz de
encontrar algún túnel que me llevara a la superficie. A lo lejos para mi gusto
comencé a reconocer lo que parecían ser luces. Sin lugar a dudas esa debía ser la
ciudad antigua. Comencé a correr hacia las murallas exteriores de la ciudad, feliz de
por fin llegar a un nuevo lugar… en cierta forma sentía que con cada nuevo lugar al
que llegaba, nueva gente conocería la cual serian capaces de ayudarme y acercarme
más y más a la verdad detrás de mí estar en Gensokyo. Oh dios… que equivocado
estaba.

Conforme me acercaba a las puertas principales de la ciudad, tres hombres me


detienen. Sus miradas fijas en mi, podía sentir un extraño sentimiento de cuidado de
ellos… a diferencia de Orin o Satori, por alguna razón sentía que no podía confiar en
estas personas. Los observe detalladamente por un par de segundos, los tres poseían
facciones muy humanas en ellos, pero sabia que no eran humanos, justo como no lo
eran ni Orin ni Satori.

- Vaya… pero que tenemos aquí. – dice uno de ellos, rompiendo el silencio entre
nosotros.
- Un humano diría yo… aunque si que es una rara ocurrencia… - Agrega otro de
ellos, asintiendo con la cabeza.
- Hey… - Les digo, tratando de parecer lo menos extraño posible, pero supongo que
eso es imposible… a lo mejor los youkai tienen alguna forma de distinguir entre los
suyos y los humanos. No tiene caso hacerme pasar por algo que no soy, pero puedo
tratar de simular que soy alguien de donde ellos son… Gensokyo. – con su
permiso…
- ¿A donde crees que vas… humano? – Me detiene uno de ellos poniendo una
katana entre la ciudad y yo.
- ¿A la ciudad...? Tengo algo de prisa…
- ¿En serio? Me pregunto para qué. Hace años que no viven humanos en la Ciudad
Antigua, me pregunto que otra mentira tienes para nosotros.
- … - Atrapado. Supongo que mi conocimiento de Gensokyo puede ser considerado
nada viendo como ni siquiera puedo engañar a un demonio sobre los detalles mas
obvios y básicos de por aquí.
- Ya suficientemente malo es que un humano se atreva a bajar a nuestro territorio…
no conforme con esa osadía ahora nos miente… ¿luego qué? ¿Nos dirás que vienes
del palacio de los espíritus terrenales?
- Ehm… si – Les digo no teniendo caso en tratas de mentirles mas… claramente
hacerlo simplemente me estaba consiguiendo mas problemas de los que ya tenia en
este momento.
-…

La sonrisa burlesca en la cara de los 3 youkai se desvaneció el momento que


mencione que si venia del palacio de los espíritus terrenales… ¿metí la pata verdad?

- Jefe… y es capaz de que si. Después de todo en esa dirección se encuentra el


palacio. ¿Y si es amigo de Satori Komeiji? Estaremos en gordos problemas si se
entera.
- No te preocupes… apuesto que esa maldita no puede leer la mente de alguien a
quien nunca mas vuelva a ver.

Doy un paso hacia atrás cuando los oigo murmurar entre ellos… nunca creí que
Satori fuera tan temida… “la habilidad de poder leer mentes es un poder
escalofriante”, esas palabras volaron a mi mente con la velocidad del rayo. Ahora lo
comprendía… Satori era temida por los youkais que habitaban la ciudad antigua y
por eso vivía en soledad… Vivía en soledad para evitar el dolor de ser odiada, de leer
las mentes de personas que no harían más que pensar en amenazas de muerte, en
groserías y en maldiciones. Ahora también comprendía el pedido de Satori de
quedarme en la mansión. Que tonto soy…

- Nada personal humano… jejeje – Dijo el líder del grupo mientras levantaba su
espada en el aire – Bueno… en realidad si, me caen mal los humanos y cualquiera
que tenga algo que ver con el palacio de los espíritus terrenales… jajajajaja.

¿Así terminaba realmente esto? ¿Con una estupidez mía? No… no podía dejarlo así.
No tenía siquiera mis respuestas aun, pero más que nada, no podía permitir que
semejante odio fuera transmitido a Satori a trabes de mis acciones. Juntando todas
mis energías brinco hacia mi derecha y esquivo el letal ataque.

- ¡Estás loco si crees que me matarás por razones tan egoístas!

Claro… eso le decía yo, pero veamos. Uno… dos… tres… cada uno con una espada
y seguramente todos eran más fuertes y veloces que yo. ¿Quién estaba hablando alto
ahora? No puedo morir… no debo morir… no quiero morir… ¡no me dejare morir!
Me levanto y tomo una roca grande en mis brazos y observo a los 3 “hermanos” con
detenimiento y decisión.

- Interesante… ¡el humano se rebela!


- Haré más que rebelarme…
- Muy bien entonces… ¡muere!

Ambos brincamos de frente y corremos hacia el otro. Él con una espada, yo con una
roca… una roca tan dura y fuerte como mis deseos de vivir. Ya solo me encuentro a
unos cuantos metros de el antes de que uno de nosotros dos aseste el golpe mortal
que terminara con la batalla cuando de repente siento algo que no había sentido en
un buen rato… un calor intenso… no solo eso, el calor crecía mas y mas y ahora que
me fijaba bien… ¿desde cuando el lugar se ilumino tanto?

- ¡¡Deténganse ahí!!

Se oye un grito de repente por sobre nuestras cabezas. Alzo mi mirada y me detengo
en seco. ¿Alguna vez han visto un pequeño sol avanzar hacia ustedes a toda
velocidad? Si la respuesta es no, entonces simplemente no me quedan otras palabras
para describir la escena que estaba tomando lugar.

- ¡¡¡¡Dios, dios, dios, dios, dios!!!! – Comienzo a devolverme a toda velocidad,


alejándome de la mortal bola de fuego que se acercaba hacia nosotros a toda
velocidad.

¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!

Una gran explosión sacude la caverna alrededor de nosotros mientras centenares de


pedazos de roca caen sobre nuestras cabezas. Para estos momentos yo ya me
encuentro en el suelo, sudando frió de nuevo al ver el cráter al rojo vivo que quedo
donde impacto la bola de fuego. Del otro lado se encuentran los 3 hermanos youkai
con la misma cara de sorpresa y horror que yo.

- Bien… por fin pude llamar su atención.

Oigo de nuevo una voz sobre mi y volteo una vez mas y veo quien en cierta forma
estoy seguro es el culpable de que ocupe un nuevo cambio de ropa interior y de que
mi cabello le haga honor a los 70… mas rizado y quemado no puede estar. Sobre mi
se encuentra una muchacha con largos cabellos negros y dos alas tan oscuras como
este ultimo. Llevando una camisola blanca, una falda verde y una capa (¿una capa?
¿Qué demonios?), la muchacha nos observa detenidamente a mi y a los hermanos
youkai.
- Bueno, ahora… ¿como era quien me dijo ama Satori que tenía que proteger?

¿Dijo Satori? ¿Acaso la envió Satori? No puedo creer la suerte que tengo… una vez
mas le debo a Satori las gracias y en esta ocasión también, mi vida.

- Hey, tu… esas son ropas extrañas las que llevas. Por lo tanto… tú no debes de ser
quien Satori-sama me pidió proteger… ¡por lo tanto tu debes de ser el malo!

¿Qué demonios dijo…?

- ¡Toma esto, por molestar a Makoto Ichiharu!

La extraña muchacha apunta hacia mí lo que parece ser un largo lápiz sin punta y…
oh, dios… ¿son mas mini-soles lo que están saliendo de él…? ¿Acaso esta
apuntándolo hacia mi…? ¿¡ACASO CREE QUE YO SOY EL MALO AQUÍ!?

- ¡Ahí va! ¡Declaración de spellcard! ¡Atomic Fire “Nuclear Excursion”!


- ¡¡¡¡No, no, no, no, no, no!!!! – grito en protesta mientras comienzo a correr por mi
vida, esquivando una ráfaga de esos mini-soles que ahora son solamente dirigidos
hacia mí en rápida secuencia. – ¡¡¡SATORI, ERES UNA IDIOTAAAAAAAA!!!
Capítulo 3 - Amigos y enemigos.
Era curioso como hace unos momentos estaba dando gracias a la “benevolente”
Satori por haber enviado a alguien a que me salvara y ahora me encontraba
corriendo por mi vida, no huyendo de los maleantes que me emboscaron en la
entrada de la ciudad antigua sino de la misma persona que muy probablemente
Satori envió para salvarme. Era irónico como envés de decir gracias ahora gritaba
maldiciones. Podía sentir como el suelo detrás de mi se convertía en magma o
cuando menos en algo muy parecido debido al calor y al impacto de lo ataques de
quien fuera quien Satori hubiera enviado.

- ¡Hey! ¡Atacas al equivocado atolondrada! –Le gritaba desesperado tratando de


hacerle ver su error. ¿Acaso Satori fue tan distraída como para no darle una
descripción detallada de mi o es que simplemente esta persona no se fijo o se le
olvido? Sea cual sea la razón mi única esperanza en esta situación es tratar de hacerla
recapacitar. Era impresionante la cantidad de energía y poder destructivo que esta
mujer poseía, podía sentir detrás mió el retumbar característico de cada ataque
cuando impactaba contra el suelo y no bromeo al decir que de detenerme por un
segundo todo se acabaría para mi.

Mientras tanto los 3 hermanos Youkai observaban perplejos y paralizados del miedo
como corría de un lado a otro. Viendo sus rostros podía sentir como que era un
milagro el simple hecho de que aun estuviera vivo.

- ¡J-Jefe...! ¿Qué hacemos?


- ¿¡No es obvio!? ¡Irnos de aquí!
- ¿Y qué hay del humano?
- ¿Qué importa el humano ya? ¡Sólo ve eso! –Dice apuntando a la cruel escena de la
cual yo soy el trágico protagonista. – No durará por mucho esquivando eso. Además
ya la escuchaste, ella viene del palacio de los espíritus terrenales en nombre de
Satori… ¡es pedir que nos maten si nos quedamos aquí!
- ¡Vámonos entonces!
- ¡Ya nos estamos tardando en hacerlo!

Curiosos Youkai terminaron siendo estos… carroñeros oportunistas que atacan a


presas desprevenidas pero cuando alguien mas fuerte aparece ni el rastro se les ve.
Sin embargo problemas mas críticos e inmediatos tengo en estos momentos como
para andarme preocupando por cobardes… aunque era un poco irónico como
llamaba cobardes a estos tres cuando yo mismo corría de un lado a otro tratando de
esquivar cuantos ataques mis pies me permitieran. La caverna a nuestro alrededor
comenzaba a emitir extraños sonidos conforme la ráfaga azotaba la rocosa
estructura… no podía evitar pensar que en cualquier momento el lugar completo se
nos caería encima matándonos en el acto. Esto tenía que terminar ya…
- ¡Yo soy Makoto, Makoto Ichiharu! ¡Detente antes de que nos mates a ambos! –Le
gritaba a todo pulmón esperando que mi voz fuera lo suficientemente fuerte para no
ser opacada por el ruido producido por las explosiones, sin embargo a pesar de todos
mis esfuerzos y de casi quedarme afónico mi voz no parece alcanzar sus
endemoniados oídos...!

- ¡Dios, como te mueves! – Se queja la muchacha deteniendo su frenesí mortal. Por


fin una oportunidad para recuperar mi aliento. - ¡Muy bien, ahora iré con todo! –
¿Osease que eso fue el aperitivo...? Oh dios, es en momentos como este que extraño a
los hermanos youkai. – ¡Spellcard, “Subterranean Sun”!

Si había algo que Satori no me había explicado era algo referente a estas “spellcard”
pero no se necesitaba ser un genio para notar que cada vez que usaban la palabra
“Spellcard” algo malo estaba por ocurrir… algo muy, muy malo, por lo menos para
mi. Dicho y hecho, la mujer coloco su brazo a frente suyo y una gran cantidad de
energía y calor comenzó a conglomerarse en el extraño accesorio de su brazo. Para
mi sorpresa comencé a sentir como era jalado hacia ella con una gran fuerza, como si
el aire entre y alrededor de nosotros fuera succionado con gran potencia. En la
punta de su “arma” de nuevo apareció un pequeño sol pero esta vez a diferencia de
las veces anteriores no lo disparo hacia mí sino que comenzó a crecer cada vez más y
más. Lo que comenzó como una minúscula esfera luminosa en poco tiempo se
convirtió en un gran círculo de fuego. Ya no tenia duda alguna de que era eso… por
un buen rato los estuve llamando mini-soles pero ya no podía catalogarlos como
tales, ni siquiera de broma ya. Eso era claramente una estrella en expansión.

Conforme el pequeño astro crecía en tamaño la fuerza de empuje hacia esta era cada
vez mayor. Podía sentir como en cualquier momentos mis pues se despegarían del
suelo, saldría disparado hacia la estrella y moriría calcinado instantáneamente sin
siquiera dejar los huesos. Pequeños pedazos de roca del suelo ya comenzaban a volar
hacia el centro explosivo del mortal ataque y sabía que dentro de poco seguiría yo.
Frenético volteo a mis lados, tratando de ver una ruta de escape inmediata pero cual
no es mi sorpresa y decepción al ver que no hay nada como tal en las cercanías, sin
embargo si veo algo que me puede salvar la vida, ¡una estalagmita que se encuentra
en la hora y en el momento justo! Sin pensarlo dos veces me aferre de la maciza
estructura de roca y una vez mas comienzo a gritar para captar la atención de la
explosiva chica.

- ¡Detente por el amor de dios! ¡Yo soy Makoto Ichiharu, los sujetos peligrosos ya se
fueron!
- Heh, no me engañaras. Basta con verte para saber que no eres de por aquí. ¡De
seguro vienes con las mismas intenciones con las que vinieron esa Miko y esa bruja
hace tiempo!
- ¿De qué tanto hablas? ¡No entiendo nada de lo que ocurre aquí!

Mis palabras no logran tener ningún efecto conforme estas simplemente caen en
oídos sordos. Trato de vislumbrar otra salida… otra opción ante semejante situación
tan desalentadora y para ser honestos la cosa no se ve nada bien. De repente
comienzo a sentir como la estalagmita que me salva la vida se sacude violentamente
como si la golpearan con bastantes y pequeños martillos. Al asomarme mis
esperanzas de sobrevivir se achican aun más cuando veo que del centro de la ahora
más grande estrella emanan pequeñas esferas de luz que son las que golpean la
estalagmita con furia.

Esto es todo… hasta aquí llegué. Puedo sentir que este pedazo de roca no durara por
mucho más tiempo. El vació que crea la estrella y los pequeños pero violentos golpes
que recibe la estalagmita llegaran dentro de muy poco al punto critico y será
entonces cuando se acabara todo… ah, como desearía haber escuchado a Satori y no
haberme dejado llevar por mis preocupaciones. Supongo que esto solo muestra lo
estúpido y desesperado que… oh, genial… mi camisa se está comenzando a quemar.

- ¡Okuu, tenemos problemas!

De la nada una voz resonó en la distancia, una voz familiar y que en cierta forma
restauro mis esperanzas de sobrevivir. Era la primera voz que escuche desde que
recupere el conocimiento y me encontré a mi mismo en esta tierra de fantasía. Orin.

- ¡Satori-sama esta en problemas! ¡Ven! – grito Orin fuertemente para que Okuu,
como aparentemente se llamaba la muchacha, reaccionara a lo que ella le decía y
como su hubiera dicho las palabras mágicas o algo la estrella letal comenzó a
apagarse lentamente hasta el punto que era tan pequeña y se desvaneció en el aire.
Sin chistar ni perder tiempo Okuu brinco rápidamente hacia donde Orin estaba (en
dirección opuesta a mí) con una cara de preocupación.

- ¿Qué? ¿Satori-sama está en problemas? ¡Rápido, tenemos que ir a ayudarla


entonces! –Dijo Okuu sobresaltada.
- Si, pero primero necesito que veas algo… - le dijo Orin, apuntando hacia su
derecha.
- ¿Qué cosa? – pregunto Okuu asomándose.
- ¡Esto! – acto seguido Orin saco de su izquierda su carro, aquel mismo carro donde
por quien sabe cuanto tiempo ella me estuvo cargando de arriba para abajo como un
cuerpo sin vida. Sin embargo el carro ahora estaba lleno de otra cosa, una fría y
reveladora sorpresa…

*¡Splash!*
De un momento para otro Okuu paso de ser una “chica infernal” a “un pájaro
mojado” en cuestión de un segundo. El agua escurría a través de los negros cabellos y
plumaje de Okuu y se podía ver como el agua se convertía en vapor cuando tocaba
su brazo mecánico.

- ¿¡Por qué hiciste eso!? – Pregunta Okuu enojada mirando a Orin con ojos
desafiantes.
- Y todavía preguntas… ¡mira a tu alrededor! – Dice Orin devolviéndole la mirada a
Okuu.

Okuu se voltea a su alrededor y observa la caverna a nuestro alrededor con


detenimiento. Supongo yo que ya no puede ser mas considerada como una estable
caverna si no como un hermoso monumento al queso gruyere. Por suerte para Okuu
la entrada de la ciudad antigua estaba intacta aunque para ser justos más que suerte
fue gracias a mí… si no fuese porque corrí como loco en dirección opuesta a la
ciudad dios sabe que hubiera pasado…

- Ehm… ¿oops?
- ¡Nada de “Oops”! ¡Casi nos metes a todos en serios problemas con los habitantes de
la ciudad antigua, incluyendo a Satori sama!
- ¡Ah, Satori-sama! ¿Dónde se encuentra?
- Tonta… Satori-sama esta bien. ¡Solo te dije eso para captar tu atención!
- ¿Eh? ¿Entonces ella esta bien?
- ¡Por supuesto que ella esta bien! Ella me mando aquí en primer lugar.

Yo observaba de lejos la plática que parecía mas un regaño que una platica. Tal
escena era bastante curiosa debo admitir… un gato demonio regañando a… bueno,
un ave capaz de incinerar lo que sea que se le ponga enfrente, nomás faltaba un
youkai perro para terminar el cuadro, hehehe. Mientras brincaba a través de los
múltiples hoyos dejados atrás por la violenta y despistada Okuu podía escuchar a las
dos mascotas de Satori aun discutir acerca del desastre que apenas tubo lugar aquí.

- H-hey… Orin, es bueno verte… en serio… - Digo realmente aliviado de verla


aquí. A diferencia de Satori y Okuu, en este momento Orin parecía ser persona más
normal en este lugar.
- ¡Hey Maru, es bueno verte con vida aún! – Me contesta la gata carmesí con una
sonrisa.
- ¿Acaso me esperabas ver muerto…?
- Pues… conociendo a Okuu…
- ¡No lo digas…!
- Hehehehe.

Enserio… parece que efectivamente es un milagro que este vivo ya que ni siquiera
Orin esperaba verme con vida y para ser sinceros cuando volteo mi cabeza hacia
atrás y veo el caos dejado por Okuu realmente no puedo evitar pensar como
demonios le hice para no terminar como un bulto de cenizas.

- Vamos al palacio antes de que la gente de la ciudad antigua venga y se ponga la


situación difícil de explicar. – Nos dice Orin a Okuu y a mí. Parece lo mas lógico
viendo como la ciudad antigua aparentemente es un “territorio de youkais”. Seria
raro (y peligroso) que un humano como yo caminara solo por las calles de la ciudad,
si tan solo en la entrada fui emboscado por tres, dios sabe que me espera si me atrevo
a ir solo… ya aprendí mi lección. Asiento con la cabeza a la idea de irnos de vuelta
al palacio aunque estoy un poco preocupado por volver ay, Satori se encuentra halla
y la verdad no tengo cara para verla… a pesar de lo que me dijo y me ofreció yo
simplemente me fui sin siquiera dar las gracias ni nada. Espero que no este enojada
conmigo. Volteo a ver a Okuu quien también asiente con la cabeza a la sugerencia
de Orin de volver y me pregunto a mi mismo ¿O será que Satori esta tan enojada que
envió a Okuu sabiendo que más que salvarme me daría un muy mal rato?
- Qué miedo…
- ¿Dijiste algo Maru? – me pregunta Orin con una cara de confusión por mi suspiro
tan aleatorio.
- No, no, no, todo está bien, hehehe… - le contesto mientras observo a Okuu con
una sonrisa medio forzada. Por suerte ninguna de las dos entiende pero no indagan
más en el tema.
- ¡Vámonos entonces! Okuu, por favor ayúdame con Maru, ¿si?
- ¡Seguro!
- ¿Eh?

Al principio no comprendo de que hablan con “ayudarme” pero cuando veo a Orin
transformarse en gato y a Okuu desplegar sus alas de nuevo siento por mi cuerpo un
horrible escalofrió. Sin aviso ni advertencia Okuu me toma del brazo con gran
fuerza y de un tirón siento como me jalan hacia el aire.
- ¡Oh dios mío!
- ¿Qué pasó Maru-kun? – me pregunta Okuu.
- ¡E-e-estamos volando!
- Por supuesto, ¿qué tiene de raro?
- ¡El simple hecho de volar es raro! – no se como no me había percatado antes que
Okuu volaba… quizás fue por la confusión la adrenalina de la batalla o quizás fue
porque en cuando la vi tuve que comenzar a correr por mi vida.
- ¿De que hablas? ¿No es volar de lo más común en la superficie?
- ¡Yo no soy de aquí! – Le digo a la despistada Okuu. ¿¡Que acaso Satori no le dijo
nada de mí a excepción de mi nombre!?
- Oh, ya veo, ya veo – me contesta con una expresión sabihonda. Definitivamente
Satori no le dijo nada fuera de mi nombre… - Maru-kun… te quiero pedir disculpas
por lo que paso hace unos momentos.
- N-no te preocupes… - le respondo recordando que necesitaba ropa interior nueva
por los sustos por los que me hizo pasar con su explosivo saludo.
- Si quieres enojarte con alguien que sea conmigo, no culpes a Satori-sama… - Me
dice con verdadero arrepentimiento. Cierro mis ojos en culpa preguntándome si
acaso soy tan obvio como para que se diera cuenta que culpaba a Satori de haber
enviado a tan torpe protector. – Soy un poco despistada y…
- ¿Un poco?
- Bueno, algo… el caso es que no lo hice con intención y…
- ¿No lo hiciste…? – La miro con ojos sarcásticos.
- Bueno, si…
- Te perdono, hehe. No te preocupes.
- Te juro que me reivindi… ¿eeh, en serio?
- Si, no te preocupes… emm…
- ¡Utsuho Reiuji! – Me contesta con una gran sonrisa. Podía notar que la felicidad se
desbordaba de ella cuando le dije que todo estaba bien – ¡Qué bien!

Conforme festejaba de felicidad Okuu comenzó a volar alto y bajo sacudiéndome


todo en el proceso. No soy una persona con muchas preocupaciones y miedos pero a
decir verdad… le tengo un miedo terrible a las alturas. De momento pude resistir el
vértigo y el miedo debido a que Okuu no volaba muy alto pero de repente cuando le
dije que la perdonaba esta comenzó a menearse para arriba y abajo, de izquierda a
derecha con gran entusiasmo.

- ¡Dios, cuidado, cuidado! – Le grito conforme tengo que levantar mis piernas para
esquivar el suelo o las estalagmitas que se alzan del suelo cuando Okuu vuela bajo –
¡¡Sube, sube, sube!! ¡¡¡¡Baja, baja, baja!!!! – le grito desesperado. ¡Primero esquivando
el suelo, ahora resistiendo el vértigo y el miedo de volar alto!
- ¡Ahí vas, hahaha! – dice Okuu mientras me suelta en el aire conforme volaba hacia
arriba y me hace formar una mortal parábola en caída libre.
- ¡¡¡Okuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!
- ¡Hahaha, estás bien, estás bien! No te preocupes, ¡soy una de las mejores volando
en el subterráneo! – Okuu me agarra de los brazos mientras caía en picada hacia el
suelo… no importa que diga que es la mejor volando en todo Gensokyo, ¡apuesto
que ni siquiera el mejor terapeuta del mundo podrá curarme este trauma ahora!

A diferencia de las horas que tarde caminando para llegar a la ciudad antigua, el
volar de vuelta nos tomo alrededor de 30 minutos. Era impresionante lo practico y
veloz que era volar y también era triste y vergonzoso lo mucho que deseaba nunca
mas volver a volar. Una vez mas me encontraba frente al palacio de los espíritus
terrenales pero esta vez volvía con la cola entre las patas. Una vez adentro volví a
contemplar los magníficos e imponentes vitrales, los altísimos pillares una vez mas
se imponían poderosamente frente a mi y a nivel del suelo, sentada en medio de la
sala principal en un pequeño sillón se encontraba la ama del palacio de los espíritus
terrenales… aquella Youkai que podía leer hasta lo mas profundo de tu mente.
Satori Komeiji.
- Ah, Makoto, es bueno verte sano y salvo.
- ¿Por qué siento un ligero tono de sarcasmo cuando todos dicen eso?
- Hehe, simples apariencias Makoto. Pero dime… ¿qué te pareció tu primer escape?
- Creía que Gensokyo era un lugar donde humanos y youkai podían vivir en
armonía, como dijiste…
- Armonía y paz son dos cosas totalmente diferentes Makoto además que no todos
los youkai de Gensokyo comparten nuestra misma ideología. Eso si, te aseguro que
Gensokyo es un paraíso para humanos y youkai si lo comparas de donde tú vienes…
¿no lo crees así?

Touché… haciendo memoria en la historia de Japón los youkai son vistos como seres
malignos que deben ser exterminados.

- Aunque no todos los humanos o youkai de Gensokyo se aceptan los unos a los
otros te puedo asegurar que no encontraras ningún otro lugar en el mundo donde
estos puedan vivir juntos en el mismo lugar. Justo como lo piensas… como podrían
youkai vivir en un mundo en donde incluso humanos se odian entre si, en donde
seres “fantásticos” como nosotros podrían ser considerados una amenaza natural
contra la humanidad. Aquí en Gensokyo Youkais y humanos pueden vivir sin miedo
mortal el uno del otro… claro, aun hoy ocurren incidentes entre ambos pero estos
conflictos no llegan al nivel que podrían llegar de donde tú vienes.

No pude contestar nada ante palabras tan ciertas y verdaderas. Me pregunto si Satori
podía ver en mi mente todas aquellas noticias que veía en la televisión acerca de
asesinatos, robos, guerras y demás crueles cosas de las que los humanos somos
capaces de hacernos los unos a los otros. Era horrible pensar en lo que seriamos
capaces de hacer si hubiera youkais viviendo abiertamente fuera de Gensokyo. Sin
embargo en este momento me cruzo por la mente un caso muy especial… ¿que
había de aquellos youkai que ni siquiera en Gensokyo eran aceptados…? youkais
como-

-Bien bien, lo que importa es que están de vuelta sano y salvo. Debes estar cansado
por todo lo que ocurrió Makoto, ¿por qué no descansas? Me gustaría hablar contigo
de nuevo una vez que estés descansado. Okuu, Orin, muchas gracias por su ayuda.
- No hay de que Satori-sama –dijeron las dos al unísono. Yo mientras simplemente
observaba a Satori con ojos melancólicos. Asentí con la cabeza al no tener ningún
derecho de rechazar su sugerencia… ya una vez la había ignorado y solo traje
problemas a todos con mi actitud.

Mientras regresaba al cuarto que se me había sido asignado una vez mas volví a
revisar mis pensamientos. Volví a pensar en aquellos que ni siquiera en Gensokyo
podían encontrar felicidad y aceptación, o que por lo menos tenían una gran
dificultad encontrándola, Youkais como Satori Komeiji… Ella mejor que nadie debía
de ser capaz de entender el dolor de ser diferente a los demás, de ser temida sin ser
malvada. No había comprendido nada de esto hasta que me encontré con aquellos
hermanos Youkai, simplemente el mencionar su nombre provocaba odio y miedo en
sus corazones… no era descabellado pensar que así como ellos tres pensaban igual lo
hacían muchos otros, humanos como Youkai.

Esa noche de nuevo volví a tener sueños relacionados con el accidente. Iba en un
automóvil platicando alegre de la vida. Podía escuchar las risas y voces lejanas de
otras personas mientras disfrutaba del paisaje de las montañas cuando entonces
pasó… el auto comenzó a derrapar por el camino, ¡izquierda… derecha! ¡No
podíamos controlarlo! ¡Oh no, nos acercamos al barranco!

- ¡¡Makoto-nii-san!!

- ¡No! ¡Kanon!... – grito fuertemente mientras abro mis ojos y extiendo mi brazo en
el aire como si tratara de alcanzar algo o a alguien. Jadeo fuertemente y puedo sentir
como si mi corazón estuviera a punto de salir brincando de mi boca. Me levanto de
la cama aun jadeando tratando de recuperar tanto mi aliento como mi calma y es
entonces cuando la veo a ella ay parada junto a la puerta de mi cuarto. Sus ojos serios
fijos en mi rápidamente delatan el porque se encuentra aquí.

- Satori...
- Buenos días Makoto.
- … buenos días.
- Vamos, tenemos que hablar.
- ¿Hablar?… te refieres a…
- Así es, tu sueño… tenemos que hablar de tu hermana…
- Escrito por Cuchu -

Capítulo 2 - Perdido en el bosque.


Poseído por el terror, dejo que estas pequeñas figuras me arrastren hacia la profunda
oscuridad del bosque, veo a mi costado y decenas de estos demonios arrastran a más
personas; algunas aún ofrecen resistencia, las demás parecen muertas, inertes,
paralizadas del miedo, que de seguro, recorre cada poro de su cuerpo… como al mío.

El aire comienza a hacerse irrespirable, el olor a descomposición es terrible, la


cabeza me da vuelta con sólo imaginar lo que nos espera. Pero es peor de lo que
imaginaba, nos arrastran hacia una montaña de cadáveres, un cerro de muerte se
alza ante mí. En un claro del espeso bosque que sólo ilumina la plateada luna, veo
como la luz de la caprichosa luna baña cientos de cuerpos apilados en un montículo;
veo cientos de cadáveres bañados de sangre, veo la muerte cada vez más cerca de mi
vida; veo aún más niñas riñendo o jugando con pedazos, de lo que imagino, son seres
humanos. Pelean entre ellas y se escuchan chillidos infernales, las más fuertes hacen
valer su posición literalmente lanzando a las más débiles, desde lo alto de la
pirámide a la tierra del bosque. Escalando el cerro de muerte puedes ver a las
demonios que no pueden alcanzar la cima sacar trozos de cuerpos, metiendo la
mitad de su cuerpo entre los cadáveres, y saliendo con algún trozo de ser humano
como si fuese un trofeo y sueltan alaridos escalofriantes como si hubiesen
encontrado una especie de manjar delicioso, mostrando una expresión de locura que
jamás había visto y que nunca olvidaré. Las más débiles revolotean, como jaurías
endemoniadas de perros salvajes, por la base de la pirámide; por el suelo, mezcla de
tierra húmeda y descomposición pútrida, pisando los huesos, calaveras y órganos
buscando algo de valor que quede entre ellos.

Veo a esas pequeñas monstruos escalar con la gente a cuestas el pequeño monte de
cuerpos, dejándolas en la cúspide mientras las terminan de matar. Puedo ver cómo
les arrancan el corazón, les cortan el cuello, le sacan los pulmones, las mutilan; la
sangre salta a borbotones mientras baña a las demonios cercanas, que cuando notan
que los cadáveres son más frescos dan saltos de jolgorio y tratan de arrebatar las
partes de los cuerpos a las recién llegadas, las que luchan desenfrenadamente por la
presa que ellas cazaron. Esto es un carnaval de sangre.

Yo ya estoy a los pies de semejante barbarie, viviendo cada segundo de terror,


sintiendo a la putrefacción penetrar mis narices haciéndome toser y vomitar bilis no
creyendo aún lo que estoy viendo. Antes de comenzar a ser arrastrado hacia cima
recojo, tratando de no ser visto, algo de polvo y tierra para ser utilizado en el
momento exacto.
Unas cuantas personas que también están siendo arrastradas conscientemente tratan
de copiar lo que acabo de hacer, pero lamentablemente las pequeñas demonio se
percataron de que un humano trataba de revelarse.

Comienzan los aullidos infernales, como si todos los demonios del infierno
comenzaran a cantar un himno diabólico que volvería loco a cualquiera que lo
escuche, comienzan todas a acercarse a nosotros. El primer humano en ser
descubierto se suelta de su captora, una señora con su zapato de tacón le revienta el
ojo a una demonio. Comienza una batalla tan macabra e inverosímil que, estoy
seguro, ni el mismo Dante hubiese imaginado. Mi captora, trata de sujetarme
firmemente para asestarme el golpe final, pero en el momento que fija su vista en
mi, le lanzo la tierra, que recogí momentos atrás, a los ojos. Soltando un chirrido
infernal, cubre sus ojos y trata de, instintivamente esconderse, para no ser atacada
nuevamente.

Trato de buscar algo con que defenderme, y encuentro una pierna que tomo con las
dos manos, en forma de espada comienzo a defenderme del ataque de los pequeños
demonios. El primer señor que se libero, no alcanzó a cubrirse con nada y se
abalanzaron sobre él 5 niñas, que lo desmembraron en el acto. La fuerza de estas
pequeñas niñas es fuera de lo común, es como si fuesen lobos salvajes, hambrientos,
llenos de rabia e impotencia por no encontrar alimento en varias semanas. Si caes
presa de sus fauces no saldrás con vida. Un par de jóvenes mas a mi izquierda tratan
de arrancar, al entrar al bosque desaparecen de mi vista, siento el barullo de las hojas
y ramas rotas, segundos más tarde aparecen muchas demonios con partes de lo que
parecen ser los jóvenes que trataron de escapar.

Se abalanza sobre mí un demonio, a la cual le pego con la pierna que uso de espada,
pero sólo alcanzo a cambiar un poco el rumbo de su embestida. No sirve de mucho
lo que uso para defenderme. Debo encontrar algo más contundente, sino de seguro
esta orgía de putrefacción será mi tumba y no quiero que mis últimos recuerdos sean
revolcándome con un ser desconocido en un charco de sangre putrefacta.

Un joven defiende lo que al parecer es su madre que se torció el tobillo, y trata de


alejar a las amenazantes fauces de las demonios, la madre con lágrimas en los ojos,
lágrimas de impotencia o lágrimas de dolor o lágrimas de dicha al ser protegida por
el amor de su hijo, cierra los ojos al escuchar un sonido seco, a su hijo una de las
demonios lo atrapó y le quebró el brazo, el grito de dolor es ahogado mientras otra
demonio se lanza sobre su cuello y lo comienza a asfixiar. La madre indefensa ahora,
cae rendida al suelo, mientras se abalanzan sobre ella un gran número de demonios
y silenciar sus sollozos para siempre.
La señora que le había reventado el ojo a un demonio, está enfrascada en una lucha
con dos demonios, usando de escudo a la criatura sin ojo que da saltos de dolor, ya
que sus movimientos impredecibles con manotazos incluidos, ya han herido a dos de
sus pares. La dama es muy hábil y con un lápiz como protección se ve q puede hacer
mucho más que yo.

Tres tipos luchan a mano limpia con las demonios, espalda con espalda, enfrentan a
cada una dando puñetazos y patadas a cada ser que se acerque. Es tan ridículo que
me deja sin reaccionar unos segundos, ver como abaten a cada demonio que trata de
acercarse a tratar de hacerlos su presa. Comienzan a ser rodeados de a poco por
muchas niñas y comienzan a retroceder hasta dar con un gigantesco árbol que le
cubre las espaldas, pero en realidad están atrapados y es cosa de tiempo que sean
devorados. Uno es alcanzado por un demonio, ésta le muerde un brazo y lo tira al
suelo, y comienza a arrastrarlo hacia las demás demonios que esperan ansiosas.

Sus amigos no pueden hacer nada, ya que si se desconcentran un segundo también


encontrarán el mismo destino que su compañero de armas. La dama que luchaba,
con una lápiz se percata y se dirige a toda velocidad, hacia el hombre desamparado,
salta por sobre las niñas y coge al hombre por una pierna y comienza a jalarlo para
que su destino no sea la muerte inevitable. Al ver tal demostración de habilidad y
valentía, tuve que tragarme todo mis miedos y correr hacia ellos. Trato de saltar a las
demonios, pero no lo logro del todo cayendo sobre la cabeza de una de ellas, algunas
tratan de sujetarme pero logro zafarme y abrirme paso hasta llegar al lado de la dama
y con todas mis fuerzas la ayudo a jalar nuestro compañero de combate.

Ella con una sonrisa que casi me da un infarto me dice: “Agárralo fuerte, ¿ok?” y en
un acto casi felino salta sobre el humano, se dirige hacia la demonio empuñando el
lápiz y se lo clava en un ojo. La niña comienza a dar saltos, gritos y golpes a ciegas,
golpeando a sus pares. Todas las demás demonios salen corriendo, y se apodera del
lugar un silencio que me dio la más horripilante sensación que había sentido hasta
ahora.

En un segundo, casi por arte de magia, el claro del bosque que estaba iluminado por
la luz de la luna se oscurece completamente. No puedo distinguir nada. No puedo
ver ni la punta de mi nariz, es algo completamente inaudito, el silencio y la
obscuridad son absolutos, solo puedo sentir la respiración de la gente que está cerca
de mío, nadie dice una sola palabra, la tensión es máxima porque estoy seguro que
todos sentimos la presencia de algo macabro, si las pequeñas demonios me hacían
erizar los pelos, ahora me siento completamente indefenso, la presencia es
aterradora, es diferente, ahora tengo la certeza de que moriré, estos son mis últimos
segundos. En un acto de terror absoluto, al mismo tiempo los cuatro humanos que
estamos en pie comenzamos a respirar más despacio, queriendo hacer desaparecer
completamente nuestra existencia.
Incomprensiblemente comienzo a sentir mucho frío, cuando casi por instinto me
cubro con mis manos la cara prediciendo que algo me golpeará con mucha fuerza.
Siento que algo golpea fuertemente carne humana, siento más golpes, me tiro al
suelo instintivamente, y siento que golpes pasan rozando mi cara mientras voy
cayendo.

Sin previo aviso, todo se ilumina nuevamente, el cambio es tan brusco que mis ojos
duelen un poco al abrirlos, me revuelco y me pongo de rodillas. Pestañeando,
rápidamente y poniendo mi brazo sobre mi frente comienzo a vislumbrar una figura
rodeada de una tenue oscuridad. Llevando un falda negra, una blusa blanca y sobre
la blusa, un chaleco negro. Sentada frente al cerro de cadáveres inmutable, como si
fuese lo más normal de mundo, comiendo algo que no logro reconocer debido al
dolor de mis ojos. Como dije anteriormente la rodea un aura, negra muy tenue,
como si la estuviesen consumiendo pequeñas llamas negras que resaltan de manera
muy llamativa el color dorado de sus cabellos que corona con un pequeño listón
rojo.

Cuando mis ojos recobran la visibilidad en su totalidad, ella deja de comer y se


levanta sobre sus dos frágiles piernecitas. Girando hacia su izquierda se frena
bruscamente diciendo “Acá está la otra”, con un tono de voz muy suave. Un tanto
desconcertado me acerco hacia ella para tratar de advertirle del peligro que corre
estando en este sitio, para preguntarle cómo es que llegó a este lugar, ¿estás sola?,
¿dónde están tus padres? Comienzo a imaginarme la pequeña charla que tendremos
ella y los demás que están acá conmigo. Pero me detengo bruscamente cuando mis
ojos no pueden dar crédito a lo que ven, cuando abre sus grandes ojos color carmesí.

El parecido con las demonios es espeluznante, solo la diferencia el vestido y el color


de su piel, parece estar más viva. No parece un animal hambriento, y eso es lo
espantoso, parece un ser humano, una pequeña niña humana. El frío, comienzo a
sentir mucho frío nuevamente, la sensación de terror comienza a apoderarse de mí,
caigo de rodillas en el mismo instante que ella levanta a la dama que peleaba a mi
lado contra las demonios instantes atrás, inerte, casi sin vida, sus lacios brazos
cuelgan macabramente tocando el suelo, el color de su piel, alguna vez blanco como
la leche, es ahora marrón. La niña da un certero golpe en el pecho a la dama, y le
saca de cuajo el corazón. Mientras deja caer al suelo el cuerpo, da mordiscos al
corazón recién mutilado, yo miro atónito, y giro mi cabeza para tener un completo
panorama de lo que sucede. Un hombre yace a mi derecha y el otro a mi izquierda,
ambos boca abajo y con un gran agujero en su espalda.
En menos de un segundo, esa pequeña niña, masacró a 3 seres humanos que
lucharon estoicamente por su vida. Este es el verdadero demonio, en un segundo
devoró 3 corazones. ¿Cómo es que tiene tanto poder algo tan pequeño?

“¿Quién eres tú?” Pregunta con cara de inocente la pequeña niña. “Yo, mi nombre es
Vicente”. “JAJAJAJAJAJA que gracioso nombre, mi nombre es Rumia, nunca había
escuchado un nombre como el tuyo”. “Yo nunca había escuchado el nombre Rumia
en mi vida”. “¿Qué te parece mi nombre?”. “No sé, me suena a vaca”. “¿Qué es una
vaca?”. “Es una animal que da leche”. “Un animal que da cosas ¿Es eso cierto?”. Que
mierda de conversación, que ridiculez, que alguien me explique qué está pasando.
Esto no tiene el menor sentido. “Eres un ser muy interesante, Vicente”. “¿Por qué?”.
“Me gustas, tienes algo especial” dice la pequeña sonrojándose.

Ya no sé qué pensar, si esto es un juego macabro o es el destino burlándose de mí. A


lo mejor una mujer perdida y despechada, que deseo que esto me pasara. Magia
negra, voodoo, lo que pensaba que era ridículo en mi vida cotidiana, entre los
gigantescos muros de concreto, ahora se viene a mi mente como si fuese la única
verdad que explique esta misteriosa nueva realidad.

Al estar más relajado, pensando en que la niña no me hará daño por que le intereso,
me pongo de pie y sigo con la conversación. “De verdad piensas que soy especial”.
“Realmente no lo sé, sólo lo siento” dice cerrando los ojos y elevándose un metro por
sobre el nivel del suelo. Comienzo a sentir a su presencia se hace cada vez intensa, la
presión del aire comienza a crecer y mantenerme de pie me cuesta un poco más.
“Siento que debo...”. Esto se está poniendo raro la tenue oscuridad que la rodeaba se
comienza a hacer más intensa, las pequeñas llamas negras que la cubrían se hacen
más grandes y sus ojos se tornan un rojo más profundo.

Abriendo completamente sus brazos, veo como energía oscura se comienza a


concentrar, esto es malo, el frío recorre mi cuerpo nuevamente, estoy atónito, debo
correr como sea, olvidarme de mis miedos, el frío comienza a desaparecer,
olvidarme de ellos, olvidarme de todos, ahora corre, CORREEEEEEEEE.

Mientras me voy internando en la inmensidad del bosque, todo se vuelve oscuridad


y silencio, al parecer las demás demonios se alejaron al sentir la presencia de Rumia,
porque nadie me ataco al entrar al bosque como a aquella pareja de jóvenes. Pero sé
que ella me persigue, la presencia no desaparece y siento que se acerca, con
dificultades, pero se acerca.

Correr entre los árboles es muy molesto, debo encontrar un sendero para poder
avanzar sin tratar de esquivar lo que no veo. Pero escucho el barullo y el sonido de
que algo choca contra los árboles, ¿acaso ella no puede seguirme, ni pelear si me
encuentro en el bosque? La oscuridad va desapareciendo a medida que voy
avanzando, y diviso un pequeño camino por el cual escapar. Me dirijo raudo hacia
él.

Enfilando el rumbo para donde sea, sigo esta pequeña senda. Pero es el peor error
que pude cometer, la oscuridad me alcanza y siento a Rumia nuevamente en mis
talones. Cuando nuevamente no escucho nada ni puedo ver mis narices, veo un haz
de luz dorado que pasa al lado mío. “¿Por qué corres?”. “¿Tú me quieres comer?”.
“¿Es eso cierto?”. “¿Entonces por qué te emocionaste tanto?”. “No te quiero comer,
solo quiero tu corazón” dijo riéndose, mientras revoloteaba cerca de mí.

Súbitamente cambio de rumbo y me interno al bosque que rodea el sendero. “HEY


espera” Grita Rumia. Y se interna nuevamente al bosque, pero no antes sin chocar
con el primer árbol que se encuentra como obstáculo, y eso lo aprecio claramente.
Mi triunfo en esta batalla será seguir corriendo por el bosque, no es muy buena idea
tratar de escapar a través del bosque, pero es lo único que tengo en este momento.

Sigo escuchando que Rumia choca contra los árboles del bosque, pero ya muy a lo
lejos. Mi primera victoria sobre una de estas cosas que me encuentro por acá. Pero al
seguir corriendo, y dar un salto para esquivar un tronco que yacía en el camino, me
doy cuenta que no aterrizo en nada y caigo al vacío cual roca que cae por un
despeñadero. Como dije anteriormente, correr por el bosque no es muy buena idea,
porque no existen caminos establecidos, puede ser que des un paso en falso y caigas a
un precipicio, a una zanja o te encuentres con el fin de la cara de un cerro. Es
exactamente lo que me ocurrió.

Al recobrar el conocimiento, estoy en un pequeño camino. Me doy cuenta que todo


mi cuerpo me duele mucho, y que la excitación del momento que me hizo olvidar de
todo ya pasó y ahora con suerte puede mover mis piernas. Estoy aquí tirado en
medio de la nada, puedo imaginarme el bosque a mis espaldas y hacia delante no sé
que podrá existir, una lago, un iceberg, más bosque, un castillo medieval, un
rascacielos, in geiser, mi imaginación se terminó en el momento que entré a este
lugar. Todo puede ser en este maldito territorio.

Después de un largo rato, intento incorporarme y ponerme de pie. No lo logro, y


sigo inerte en medio del camino. Pero el sonido de los matorrales hace que mis
sentidos se agudicen, y de alguna forma me pongo de pie. Aterrorizado, y pasmado
de que algo pueda sucederme, aprieto bien los dientes y me alisto para cualquier
cosa.

Lo que primero se me viene a la mente es comenzar a caminar y alejarme los más


posible, pero súbitamente veo una figura escondida tras la maleza. Me acerco
pesadamente, para cerciorarme qué es realmente, pero se aleja rápidamente
evitándome a toda costa. Doy vuelta para seguir por el camino y añejarme lo más
rápido posible de ahí. Pero la figura comienza a seguir mis pasos. Lentamente
comienzo a retomar la marcha, bruscamente paro y me doy vuelta para ver quién
me sigue; pero nuevamente se aleja raudamente. O sea, que mierda pasa. No puedo
creerlo que hace unos minutos casi me come una niña de 6 años y ahora, alguien
quiere jugar conmigo. Puede ser que el olor a sangre la haya atraído y me quiera
devorar, como un ave de rapiña que no puede atrapar a la presa con su fuerza y solo
espera los restos putrefactos que sobraron del macabro banquete. Intento correr con
las pocas fuerzas que me quedan, pero no se a donde ir, amago ir para la derecha
pero un gigantesco árbol me bloquea el paso y la izquierda, por extraño que pueda
sonar, comienza un bosque de bambúes. Muy cansado y resignado a cualquier
destino, apoyo mi espalda en el gran árbol y me dejo caer pesadamente al suelo
cerrando los ojos.

“¿Estás peredido?”. Dice una voz juguetona. “Nunca he estado en un lugar como este
y no sé a dónde ir. Puedes concluir que sí, estoy perdido”. “Hablas muy entraño
señor”. “Jaajajajajaajajajajajajaajajaj”. “¿De qué se ríe señor?”. “Me recuerdas a mi
sobrina”. “Huele muy feo señor”. “Jajajajajaajajajajaajajajaja”. “Usted es muy entraño
señor”. “Ese comentario me causa mucha gracia”. “¿Poru qué?”. “Por qué de donde
vengo, este lugar sería considerado extraño”. Abro mis ojos y allí esta ella, tan cerca
de mí que parece hasta ridículo. Tan ridículo como su apariencia, es prácticamente
una niña con orejas de conejo, su pelo negro ondulado cae hasta sus hombros y lo
que más me llama la atención es su extraño collar en forma de zanahoria. Lleva
puesto un vestido largo color rosa pálido, muy simple y suave a la vista. “Un hombre
miedo mueruto es muy entraño ¿Estás peredido?”. “Si estoy perdido y algo
confundido”. “Yo puero ayurarte”.

Confiar o no confiar, he ahí el dilema. No tengo fuerzas para seguir escapando y


pensándolo un poco si esta niña conejo fuese a comerme o a hacerme algo raro ya lo
hubiese hecho. Le seguiré el juego por ahora. “¿A dónde iremos pequeña?”. Con una
gran sonrisa me responde “A donde debes ir”. La mierda ahora me encuentro con
una coneja retrasada mental, pero por lo menos no es peligrosa.
Agradecimientos
Este fic fue posible gracias a una intervención divina, me llegó una luz de esperanza e
inspiración y no me pude resistir en compartirlos con todos ustedes queridos
lectores, el nombre de la deidad que guió mis pasos es GATURRO-sama… No, no
bromeo… (>;D)

Sin su colaboración, el fic conocido como Dragon Age no sería lo que ahora es. Doy
verdaderamente las gracias por tan maravilloso trabajo en recrear la atmosfera y
haberme permitido ver a mis personajes vivos y con un estilo único. GATURRO, tu
trabajo es merecedor de reconocimiento, las molestias que pasaste por mis
peticiones algo ridículas y vergonzosas, además también por qué te encerré junto con
Flandre hasta que terminaras los bocetos (XD).

Igualmente doy gracias a los lectores que estuvieron presentes en la apertura de


Gekkou proyect, y al otro Dios que me ayudó a inspirarme en la historia, S-Kite-sama,
pero bueno, no deseo retrasar una hoja escribiendo mi lista de las mil y una deidades
que, considero, se encuentran escondidos dentro de Bunbunmaru (XD)…

Sin más, este trabajo es Seinen así que ya se los advertí (XP)
Prologo

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

– Se puede decir que necesitas ayuda, debes de olvidar el pasado y centrarte en el futuro,
quedarte sin hacer nada es malo para tu “salud” mmmh ¿qué otra cosa te puedo
enumerar? Y no te quedes callado ¿Acaso no ves que da vergüenza afirmar una
obviedad? Exprésame tu opinión al respecto.

– ……

– Oh vamos, si me vienes con la filosofía del silencio menos te puedo aconsejar, sabes
que necesitas avivar esos „ánimos‟. El tiempo se acaba, y no dispondré del mío para
sacarte de tus ensoñaciones ¿Acaso esperas qué suplique tú contribución? Porque sabes
que no lo haré.

–…

– Ahhhaa. Es la primera vez que estoy tirando la toalla, y es en frente de un mediocre


vejestorio… Mira, tengo en la mira un “incidente”, y deseo que me ayudes, incluso
podrías entretenerte y aprovecharte de la ocasión…… además los “Mjeseca” colaborarán
en ello.

–… ¿Qué tengo que hacer?

– ¡Qué calor! ¡¡Dios ayúdame!! – En medio de una extensa arboleda, encima de una
colina y casi apretujándonos unos contra otros, me incomoda no saber de lo que se está
hablando, ¿Cuál fue el motivo por el cual me escape de la comodidad de mí hogar? Por
no decir país…… ha, ya me acordé. – ¿Qué fue lo que dijo?

– “El recinto ha estado abandonado por más de una centuria”, pon un poco más de
entusiasmo en aprender el idioma, no puedo simplemente trata de ser tu traductora
personal, jejeje, – no es que no me interese dominar la lengua japonesa, es que se me
hace difícil y tú lo sabes, ¿Por qué me haces sufrir? Me voy a poner a llorar, mira, las
lágrimas no paran de salir – por favor, no empieces… ahora nos están viendo como un
par de extraños, – yo no soy raro, ellos lo son, me sobaré la nariz y me taparé la boca con
las manos al estornudar, ¿lo intentó? – Sé que significa esa mirada tuya así que, no, no lo
hagas, ¡estarás insultando su cultura! – no me susurres, ¡háblame bien!

– ¡Ejem, ejem! – No lo puedo creer, una niña me está llamando la atención, pero bueno
no se puede divertir en un país tan serio y desprovisto de emociones fuertes, ¿verdad?
Estamos a la mitad de una excursión, si se le puede llamar así, protagonizada por una
Universidad japonesa, Todai, o algo así. Yo no entiendo esa clase de cosas, y menos
proviniendo de los japoneses, sin embargo mi novia, misma que es nacionalidad nipona
y también había sido estudiante de tan renombrada Universidad, deseaba ser partícipe
del proyecto estudiantil, aun si fuera solamente de invitada/turista.

– Por favor Pye-kun ¡pon atención y no interrumpas más!, si no entiendes aprende a


escuchar y veras que tan fácil puede ser después el hablarlo y comprenderlo – si tu lo
dices, pero odio cuando me dices Pye-kun, más alejado de mi nombre no puede estar.
Haaahh, es triste estar en medio de una multitud y no saber que dicen de ti, que mi
novia entiende perfectamente el habla japonés ¿Cómo debería de sentirme? Debí de
instruirme al menos de un diccionario, escuchar el discurso de una niña es algo mmmh
¿deprimente? La verdad no lo sabría decir.

–… El Shogunato estaba por encontrar su fin, fue entonces que había comenzado la
nueva era, Meiji, en el cual la autoridad que eran antes los Samurais sería abolida. Ante
lo que vendría muchos seguidores del Shogunato se levantarían en armas originando
una guerra civil conocida como Boshin Sensou. Sin embargo como ya estaba previsto,
Japón estaba en medio apogeo de la industrialización, la Corte Imperial logró vencer sin
ningún esfuerzo al ejército del shogunato, ya que este último solo contaba con samuráis
blandiendo espadas mientras que sus contrapartes portaban una sofisticada artillería que
constaba de cañones Armstrong, fusiles Minié y algunas ametralladoras Gatling, a lo
lejos se notaba la diferencia de poder y fue de ese modo que el bando del shogunato
perdía facciones que en un principio los apoyaban, mientras que el…

¡LA VERDAD NO ME LO PUEDO CREER, ES DEMASIADO ALUCINANTE! Y… y


sería más impresionante si pudiera entender lo que dice, solo logré captar tres tipos
diferentes de armamento militar, de la era de los dinosaurios, haaahh. Al menos Kiku si
se divierte, ¿Me da un poco de consuelo?, si, aun así me estoy aburriendo.

– ¡¡Koji-niichan, Koji-niichan, ¿qué es Seppuku?!! – Un pequeño barulló atrás de mi me


desconcierta, no sé que dijo la niña, sin embargo al voltear para ver mejor, quien la
cargaba estaba dudando en contestar, como si le preguntara „¿de donde nacen los bebes
papa?‟…… ¡tal vez sea eso!, entonces koji significa padre mmmh ¿seppuku sería bebes o
nacer? Pero bueno, Kiku tiene razón, ¡¡¡esto de poner atención está dando sus frutos!!!

Tratando de demostrar el entender la situación y comprender lo que dicen, pruebo


suerte con otra persona. Virando la cabeza de un lado a otro, empiezo a buscar a
cualquier individuo que esté haciendo algo fácil de comprender, como el mirar al cielo,
con cara de hastiado y exclamar “estoy aburrido”… jeje, al parecer me estoy
describiendo. Al reconocer a un joven como de mi edad peleando con una mujer de
cabello rubio, puedo acertar que son novios, es muy común las discusiones así como
también, y sin miedo a fallar, predecibles para alguien como yo. Ya estaba poniendo la
atención debida cuando me intriga unos murmullos algo más fuerte que un suspiro que
apenas y acanzé a escuchar, era una mujer que estaba recatada del grupo, parecía más
obsesionada por mirar de cerca las ruinas del templo que escuchar a nuestra „guía‟ sin
embargo ella al notar que la estaba observando, voltea a verme con el ceño fruncido, lo
que más me asustó eran las ojeras que cargaba, como si no durmiera desde hace ya varios
años. Nuevamente posiciono mi mirar y atención a su lugar de origen. Esa niña
excursionista ya había terminado de explicar las memorias referentes a este lugar, la
verdad que estaba apasionado por aprender de una cultura muy rica en historia y
mitología, lo único que me lo impide es mi ineptitud y gandul de ponerme a estudiar,
¡BIEN! ¡Le haré caso a Kiku y pondré total consideración a todo lo que diga!

– ¿Hay alguna pregunta? – Esta es fácil, cada vez que un guía termina de recorrer la
historia de cualquier monumento, es el momento de las cuestiones, entonces… ¿qué
hago?...... Comenzaré con algo muy simple, ¡¡esto lo escuche en una caricatura de esas
que ve mi novia!!
– ¿Dios está… haciendo aquí? – Silencio,… luego un tosido,…. los murmullos se
acrecientan a un punto que parece una algarabía y después mi desesperación hace
acto… ¡MALDITA SEA, DIGAN ALGO ENTENDIBLE!

– Creo… que trató de decir si hay algún Dios que moré en el recinto, jeje – la vergüenza
ajena de mi novia es un incentivo motivador, indicándome que no dejará que me
atormente yo solo. Más el alborozo que se estaban dando estos chinos me estrujaba el
estomago y hacía quemar mi rostro de lo sonrojado que estaba. Como mal habito, trato
de imaginar que estoy en otro lugar, desconectando mi mente de la realidad.

– Eh~ bue…no, pri…mero… – ya no puse atención a lo que decía o incluso ignoraba mi


alrededor, deseaba desaparecer de este infierno, oh Dios mío, te lo ruego, te lo imploro,
has que la tierra me trague ahora mismo…

– Vamos, no te deprimas, – como no deprimirme si unos completos extraños se estaban


burlando de mi, ¡tendré traumas por el resto de mi vida! – Deja de mirarme como si
fueras un niño buscando consuelo de su madre, por favor, a todo el mundo le ha pasado
alguna vez en su vida, es cuestión de superarlo y aprender de tus errores.

– ¿Ah sí? Entonces ¿Cuándo fue la primera vez para ti?

– Ah~, mmmh, – me voy yendo – ¿¡¡A dónde vas!!? – A desahogarme, con un gesto de la
mano le doy poca importancia, en ello tiene razón, nunca me ha gustado darle tantas
vueltas por una cuestión, “a pesar que siempre lo hago”, además he tenido peores
momentos, ¡cómo cuando vomite en medio de un examen!...... ya me siento fatal
nuevamente, esa experiencia creí haberla borrado de mi memoria gracias a mi ingenio
regresaron los peores días de mi vida institucional…
Recorriendo la colina, observo a los estudiantes japoneses admirar el lugar, a los adultos
contemplar los cerezos, mientras tienen el decoro y cuidado de no alterar el medio que
lo rodea, algo de lo cual admiro y me da cierta envidia, no es que reproche a mi país de
tal modo de civilización, Canadá tiene un estilo de vida algo parecido, aunque y aun así
en cualquier lugar donde se voltee a ver, en donde quiera uno esconderse en un rincón,
siempre se hallará el miedo y la incertidumbre del mal, llamado ‟ser humano‟, podría
apostar que aun en Japón, por lo mínimo, la delincuencia domina una calle o dos.

Viendo el cielo, mientras me mantengo sentado debajo de la sombra de un árbol,


recuerdo las noticias que me estimularon para salir del continente. Una revuelta en toda
América, niños, jóvenes, adultos, ancianos, sin importar la clase social o la edad, las
condiciones o las limitaciones que uno pueda tener la gente desaparecía para no volverse
a saber de ella. Nadie se salvaba, cada uno aparecía muerto, desmembrado o nunca se
hallaba su cuerpo, aun no se sabe con certeza que es lo que originaba los secuestros o
cual era el motivo, lo único tangible sería que solo sucedía en Norte de América. Ahora
no deseo recordar nada de eso, de todos modos no es que haya escapado con estos chinos
sino que solo estoy de „vacaciones‟, relegando las memorias de mi pasado. Cierro los ojos
tratando de olvidar la mirada de mi madre, antes que desapareciera de mi vida… ¿Qué
habrá sido de mi hermano?

– Disculpe, – una voz algo aguda para mi gusto perturba mi descanso, me levanto aun en
contra de mi voluntad sin embargo, no le pondría mala cara a una niña de escasos años,
– ¿no gustaría de acompañarnos a comer, Onii-chan? – Al verla mejor era la hija de
aquel señor, trato de entender lo que quiere comunicarme, más no localizo el mensaje,
un brazo extendido y una sonrisa en la cara eran todas las pistas que disponía a la mano.
– Estar… ¿perdida? Usted – creo que vuelvo al punto de partida, la vergüenza invade mi
ser, y es otra niña la que provoca mi angustia. Ella se ríe levemente, ocultando su boca
con las dos manos ¿esa es una costumbre aquí en Japón? Y ¿Qué significa? A pesar de
haber dispuesto de los “videos educativos” de mi novia, sobre las costumbres de los
estudiantes del sol naciente así como de los hábitos infantiles de los niños, no me queda
del todo claro lo que trata de indicarme esta infante son sus ademanes.

– Dice que si deseas acompañarla a comer, – una voz gélida, sin vida y algo ronca,
desprende emociones perturbantes en todo mi cuerpo, tanto como para obligarme a
tomar una posición defensiva, enfrente se hallaba la extraña mujer, ahora analizaba
incluso el tronco de un árbol. Se me queda mirando “con mil ojos”, detallando cada
esquina de mi cuerpo, logro notar un brillo en sus ojos que se va apagando a la misma
velocidad que se había mostrado, luego de mirarme durante una eternidad para mí, que
solo fueron dos segundos en la realidad, y desaparece de la escena.

– ¿Onii-chan? – Volteo a ver a la niña, estaba preocupada se notaba en la cara, no sabría


descifrar si era por mí, o por que verdaderamente estaba asustada por la parición de la
singular fémina, eso no cambia el hecho que estaba sudando frío, y de seguro vomitaría
ahora mismo si no tuviera el estomago vacio. Mi cuerpo no tuvo el tiempo necesario
para procesar tantas sensaciones a la vez, por lo que optó a realizar la única acción
comprendida inconscientemente y que servía para aligerar la carga y el estrés del
espíritu. En resumen, me había desmayado.
Suena ridículo, y creo yo que hasta ofensivo, no solo provoque pánico entre los
visitantes, sino que le causé molestias a la señora, misma que aun sigue siendo
interrogada por lo ocurrido. No la puedo voltear a ver a la cara, me da retraimiento, al
parecer entiende perfectamente el idioma inglés, sería fácil pedir una disculpa personal,
si no fuera que soy demasiado depresivo y apocado en dados casos, como este. Me sentía
como in niño en medio de un circo de mirones, a pesar que nadie me tomaba en cuenta,
excepto una persona.

– ¿Qué fue lo que sucedió? – Esa voz de mando, es raro que ella lo utilice en mí persona,
más ahora no estoy a gusto como para mostrarme sarcástico. Trato de voltear al lado
contrario de su mirada.

– Solo me asustó, nada más, no había tomado en cuenta que estaba detrás de mí. –
Cierro mis ojos tratando de imaginar que todo es una pesadilla, que todo es una broma
pesada, pero ¿de quién? No hay a nadie que pueda culpar, ni lo habrá.

– ¡¡POR FAVOR, NO ME DIGAS QUE FUE SORPRESA O MIEDO!! ¡¡¿Cuántas veces


hemos escalado cerros, colinas y montañas? Me vas a decir que una mujer que está por
entrar a los cincuenta te asusta más que la sensación de caer en un precipicio!! – Por
favor ahora no necesito de más carga o culpa, ya suficiente tuve con este día. Ella nota
mi preocupación, deja ese “espíritu de gobernante” y se dedica hacer la única cosa que
puede calmarme, me estaba abrazando, eso me conforta más que tratar de olvidar toda
esta jornada, o imaginar el „si hubiera‟. – Sabes que me preocupa tu salud, tu bienestar,
hemos sido amigos por tres años y novios por dos, ¿no crees que ya deberías de confiar
más en mí? Mírame a los ojos y dime que paso. – La melodía de su voz, la ternura de sus
ojos, mi estómago se está torciendo más de lo requerido.

– Me sorprendió cuando tenía la guardia baja – es la verdad, nada de una precognición o


algo por el estilo, nada de espiritualismo o un presentimiento, solo fue que se me bajó la
presión por no haber comido durante todo el día y el susto de la consternación solo
empeoró el caso. No necesito decirle todo esto, ella lo sabe con solo mirar en lo más
profundo de mis ojos.

– Te creo… pero debes disculparte con ella, – Dios no lo quiera, – deja de hacer esa
mueca, considera cuantos problemas le has causado por ese „susto‟, desde ahora la
aislarán del grupo, ten empatía, si alguien te ocasionara un problema por un
malentendido ¿Cómo te sentirías?

– Muy mal. – Pero también desearía pasar desapercibido, irónico ¿no? Antes trataba de
llevar una conversación con extraños, aunque solo lo hacía por la necesidad del ser
humano de estar en compañía. Siempre he sido un ser que gusta de estar en perfecta
comunión con su sombra, sin embargo desde que conocí a Kiku ni vida había cambiado.

– Entonces, adelante♪ – no puedo creer que yo tenga veintiséis años y actúe como un
infante, mientras mi novia que es dos años menor que yo, sea más madura y reflexiva
que un adulto de cuarenta años. A veces envidio su fortaleza, su carácter y positivismo.

Ahí estaba ella, sola, desarraigada de la comunidad, solo porque un idiota extranjero se
había desmayado de la impresión, no es que fuera un ser horripilante o algo que temer,
de hecho era muy hermosa a pesar de su edad, es solo que su presencia era demasiado
inquietante. No sé qué obsesión tendrá con las reliquias del pasado, aunque está más
concentrada en su “trabajo” que no le parece importar que la estén observando con
cautela y renuencia. Solo me separaba una distancia de cinco metros de donde se
encontraba parada en medio de lo que antes se consideraría un „Tori‟.
Ella me vio a los ojos, mantuvo la mirada durante solo un segundo para perder el
entusiasmo, volteando a ver de nueva cuenta el Tori, era como si esperara a que yo diera
inicio, que hablara primero. Di un paso, luego dos, para finalizar retirarme del lugar sin
mirar atrás, ¿estaba asustado? No, ¿era vergüenza? Ni cerca, entonces ¿Cuál fue la causa?
No lo sé, o mejor dicho “era la misma de siempre”.

……

– ¿Te disculpaste con ella? – Ya sabes la verdad, ¿lo tengo qué decir? Tengo la mirada
por los suelos, al igual que mi coraje, estoy perdido en mis pensamientos, en lo más
profundo de mi consciencia, con los ojos cerrados deseando desaparecer.
Es por eso que no siento la presencia de nadie a mi alrededor, sin embargo sé con
certeza que Kiku está sentada a mi lado, no necesito que me diga nada, no requiero de
un contacto físico, ella siempre ha estado cuando me deprimo y me pongo a llorar, como
ahora mismo estoy haciendo. Lloro desconsoladamente en su pecho, en búsqueda de un
refugio donde resguardarme de todos mis complejos, yo ya lo sabía mi aptitud es el
problema, mi carácter es una torpeza, mi vida se define como completo fracaso, siempre
evadiendo responsabilidades, de hecho nunca fui sociable, fue gracias a Kiku que mi
mundo fue expandiéndose, ella fue la primera en tomarme en cuenta y la primera en
hablarme de tu a tu.

– Lo siento, en verdad lo siento – no soporto esta impotencia, no es la primera vez que


me siento así, y no sería la última si sigo así. No hice nada cuando a mi madre la
asaltaron y no fui a visitarla en el hospital, temiendo que feneciera frente a mis ojos, y
por tal motivo perdí la oportunidad de despedirme, desaproveche el momento de darle
la paz que necesitaba para no temerle a la muerte. ¿Cómo es posible que después de más
de 5 años tenga que recordar de golpe todas las decepciones de mi vida? Y ahora un
simple desmayo me estaba llevando al borde del colapso. – Por favor perdóname, –
incluso me inculco yo mismo traumas, y una de ellas, un complejo que no me deja
dormir en certeros días nublados, es que mi novia me deje y no tenga un objetivo en la
vida, pensar en ello me deprime aun más. Estoy en una espiral de decadencia, nadie me
lo tiene que decir, vago en la vida sin un fin concreto.

– Olvídalo, no tiene importancia, – si lo tiene, – no necesitas probar nada, – ¡¡ya probé


cuan cobarde puedo ser!! – Eres un buen chico, no necesitas agregarle un peso a tu vida
por algo tan insignificante, – pero… ¿qué puedo hacer?, me siento confundido, me
siento apresado, mi vida es esclavo de mis preocupaciones, y lo peor es que fui yo quien
lo permitió – nada lograras lamentándote por las acciones de tu pasado, aprende de ellas
y has que en el futuro no se vuelva a repetir el mismo error, si no confías en ti, confía en
mí que yo creo en ti…

¿Cómo es posible que una pequeña acción involucre a un gran tifón? El cumulo de las
participaciones que he dado en la vida, definen mi destino. Estoy haciendo el ridículo
llorando por no poder disculparme, me siento insignificante por no tomar el
compromiso de aceptar el error y diseminar la tergiversación. Lo peor, o extraño, es que
la señora no dio comentario alguno o reprochara mi falta de cooperación en el asunto
sino que se comprometió a resolver toda la confusión por su propia mano, “desearía que
me criticaran por haber existido”.

Dejando el dramatismo por la paz, suelo imitar lo que hacen esas caricaturas chinas,
recostarme en las piernas de mi novia, mientras ella acaricia mi cabellera con gran
entusiasmo, creando remolinos y rizos con mí cabello, debo decir que me relaja y
avergüenza. En medio de la entrada del templo, no puedo creer que me dejara llevar por
su petición, parecemos un par de tortolitos, no quiero alzar la mirada y comprobar que
somos el centro de atención.

– No te importó interrumpir a Ren-chan, – por favor no hables así y eso era diferente.
Kiku desde la primera vez que la conocí siempre me ha tratado de una forma un tanto
“especial”, más parece mi madre que mi novia… recordar a mi progenitora me da
escalofríos, – me haces cosquillas, eres un pervertido~ jeje, además no debemos de hacer
esto al aire libre♫ – la pervertida eres tú, solo deseo ahogarme en tu cuerpo… no, creo
que ya soy un depravado. ¿Tendré complejo de Edipo? A pesar que ella no esa mi madre,
me gusta que actúe como tal, solo hay algo que me incomoda, deseo saber una cosa.
– ¿Por qué eres mi novia? – La verdad iba a preguntar por qué me amaba, o mejor aún,
por qué la amo yo. Odio tener que acomplejar el asunto una vez más o tener que
preguntar idioteces que puedan malinterpretarse en nuestra relación, más la curiosidad
y la incertidumbre invaden mi alma.

Kiku se me queda mirando a los ojos, no con duda ni reflexionando, es como si le


hubiera preguntado si existía el viento. Mi visión me está engañando, la veo cada vez
más grande, o ¿soy yo el que se está encogiendo? Nada de eso…… solo me está dando un
beso, ¡en frente de todos! ¡A LA VISTA DE TODOS!

– ¿Ya lo has olvidado, verdad? – Estaba colorado, me faltaba el aire, y el sonrojo hacía
que me asfixiara todavía más. No entiendo que es lo que trata de decirme, sin embargo
se acerca nuevamente a mi rostro, yo me cubro posando mi cabeza bocabajo – jeje, no lo
volveré a intentar, pero ¿no deseas saber la respuesta? – Descubro mi oído y espero a que
hable, –………– Fueron murmullos, susurros maravillosos, no podía creer que ella
tuviera tal concepto de mí, cuando yo mismo me repudio, cuando yo mismo detesto mi
vida. Ella me estaba redefiniendo, ¡no! Ella ya tenía ese concepto de mí, solo que yo no
lo tenía en cuenta, – ¿Por qué lloras? Si es la verdad~, si te dijera que en la Luna no hay
vida, ¿también llorarías? Vamos déjame ver esa cara roja jeje, no te preocupes por lo que
los demás piensan de ti, están demasiado ocupados preocupándose por lo que piensas tu
de ellos.

– Eres una otaku ¿lo sabías? – Tratando de sonar toda una entendida en el mundo de las
emociones humanas, cuando sus palabras las saca de esas caricaturas o películas chinas.

– Oh~, puedo apostar sin dudar que es la única palabra japonesa que sabes.

– También se que significa friki, – de nueva cuenta peleamos sin razón aparente o sin un
sentido aparente, como que friki no viene del japonés o que ella es la tutora de sus
palabras, en fin aunque siempre habrá momento que discutimos, ella no para de sonreír,
sea discretamente o no, he de decir que me gusta como ríe, demuestra que nada la tiene
atada en este mundo lleno de preocupaciones o miedos, que no importaría las
calamidades que afrontáramos, nosotros estaríamos siempre juntos.

– To je ono sto mislite

– ¿Sucede algo Pye-kun? – Había alzado la cabeza levemente, por extraño que suene,
escuché la voz, o mejor dicho el canto, de alguien dentro del templo, podría ser mi
imaginación, ya que nos advirtieron que no entráramos por el estado en que se
encontraba, además de ser un patrimonio del estado, ignorando este hecho, trato de
levantarme y cuando me levanto de mi „almohada‟ preferida una gota cae sobre mí
rostro.

– Creo que tendremos que olvidarnos sobre ver las estrellas al aire libre, – ¡estaba
lloviendo! ¿Cómo es posible que se reunieran las nubes tan rápido, si hace media hora
estaba despejado? Rápidamente, la pequeña llovizna se estaba convirtiendo en un
monzón.

– ¡Vamos Pye-kun! Al parecer ya nos tenemos que ir, – no sé si entristecerme,


alegrarme, felicitar al que está en los cielos, más este día había por fin acabado…… o eso
creí en su momento.

– No cabemos todos en el autobús, necesitarán esperar al siguiente, – ¡Dios! Ya


estábamos todos empapados y esa niña nos detenía al desear entrar, no sé que decía pero
ya me lo estaba imaginando, el autobús estaba lleno y no cabíamos, sin embargo ¡¡A
NOSOTROS NO NOS IMPORTA ESTAR DE PIE!! – Siento todas las molestias causadas,
reglas del Campus.

– ¿Entonces? – Que Kiku baje los hombros es signo que no estaba errado del todo, solo
somos seis personas, esperando en los adentros del templo Hakurei, muy hermoso por
cierto, dejando a un lado el moho, la insalubridad, el olor maloliente, los escombros en
el piso y las goteras infernales que no nos dejaba en paz, en serio es demasiado
alucinante como para ignorar este vestigio del tiempo.

– Sé en qué estás pensando, aun así deja de mirar al templo como si fuera algo que tú
harías mejor, – debe de tener un antepasado brujo, acierta en todo lo que pienso, como
si leyera mi mente – es que eres muy predecible, – ¡no lo soy! – ¿Ves?, tú cara muestra
las emociones que estás experimentando y aparte son muy precisas, no hay nada que se
me escape cuando de leer tus pensamientos se tratase – ¿no es porque eres sicóloga? – no
creo además porque solo funciona contigo.

Me voy a volver loco, estoy conversando con mi novia sin siquiera medir palabra
alguna, aunque esto es envidiable para muchos hombre, ¿verdad?... Al virar la cabeza en
todas direccione me doy cuenta que está la niña y su padre, además de esa señora
extraña, mi estomago nuevamente se retorcía, por la culpa o el miedo, quizás, tal vez,
más lo que me llamó la atención era que tenía cierto libro grueso entre sus manos como
si fuera un salvavidas en medio de una tormenta en el mar, al parecer siempre lo ha
llevado en todo el trayecto, hasta ahora es que me vengo enterando. Cuando se entera
que la estoy observando, voltea su rostro, aunque yo escondo el mío. Como un escape de
la realidad, me quedo mirando las gotas de lluvia caer al suelo, mismas que me
transportan al pasado distante cuando vivía con mi hermano mayor.

– ¡¡MALDITO DESGRACIADO!! – Estaba llorando, como siempre lo he estado haciendo


desde que tengo consciencia – ¡¡NO TIENES CORAZÓN, NI ALMA POR LA CUAL
DEBAS LLORAR!! ASÍ QUE SECA ESAS LÁGRIMAS DE COCODRILO – Mi hermano
me estaba golpeando y no podía defenderme, jamás le he tocado cabello alguno, y ahora
que no estaba madre para detenerlo, se desquitaba conmigo, aunque en esta ocasión le
doy la razón. – ¿POR QUÉ NO VISITASTE A MADRE? – Igualmente lagrimeaba,
liberaba sus penas a base de fluidos oculares, era la primera vez que lo veía en tal estado,
era la primera vez en más de veinte años que volvía a golpearme, aun sí solo fueran
cachetadas, cada uno dolía, y no físicamente.

– ¡¡YA DEJALO!! – Kiku, una amiga que apenas y conocía, era muy extrovertida y no
gustaba de las disputas, más también era la primera vez que la notaba con una ira
irrisible, aunque la detuve antes que comenzara a golpear a Joseph, el seguiría siendo el
primogénito sin importar su comportamiento. Al acercarse comienza a llorar,
igualmente era la primera vez que la notaba triste e impotente.

– ¡NO TE QUIERO VOLVER A VER EN MI VIDA! – Azotando la puerta, se marcha a


un destino incierto, nunca ha actuado por impulso, siempre piensa antes de hacer
cualquier cosa, ¿hoy fue igual o mi aptitud cobarde infecta a todo cuanto me rodea?
Estaba atónito, Madre ya no existía y mi hermano me había negado, estaba solo, solo en
este mundo.

– ¡Pierre! ¡PIERRE, COMPORTATE, QUEDATE CONMIGO! – No deseaba escucharla,


sus gritos no me interesan, solo deseo descansar y olvidar que estoy vivo, tenía miedo de
verla morir y ahora no sé qué voy hacer de ahora en adelante, mi corazón late muy
aprisa para después, lentamente, detenerse. Lógico, nadie puede soportar tanta carga sin
que tu espíritu colapse y deteriore tu mente, entonces ¿A dónde iré ahora?

– ¡¡¡PIERRE!!! – Me levanto del suelo inmediatamente, algo desorientado y sin saber


quién soy, ¿estaba dormido? – Por Dios, no te quedes debajo de la lluvia, después te
quejas de las gripe. – Me limpio la cara que estaba toda sudada y algo húmeda, volteo al
frente para reencontrarme con el monzón de antes, no había nadie en el templo, salvo
Kiku y yo, ¿en qué estaría soñando? Sea lo que sea, fue una pesadilla, porque sentía
malestar y algo de engorro, – el autobús ha llegado, nos están esperando.

– ¿Cuánto tiempo estuve durmiendo?

– Será acaso hora u hora y media, no fue mucho, pero dejemos de hablar ¡el autobús nos
va dejar! – No creo que sea verdad, digo, ¿Japón no es un país solidario en donde la tasa
de delincuencia eran escazas? Se iría dejando a dos extranjeros en medio de la nada...
Pregunta tonta, en donde sea existe la maldad envenenando al mundo y se llama ser
humano, pero dejando el tema para otro día, sigo a Kiku en medio de la tormenta que
cada vez se estaba haciendo más fuerte. – ¡Ya falta poco! Apresura el paso, no deseo que
te dé pulmonía en esta época del año. – Preocúpate por ti misma, la verdad necesitas
tener algo de consideración a tu persona e ignorarme de vez en cuando.

Al llegar al lugar indicado por Kiku, lo que me encuentro en frente me deja estupefacto,
la verdad no me lo puedo creer, ¿será acaso una broma de mal gusto? Simplemente esto
es casi un insulto… no, es un ultraje.

– ¡¡ESTO NI SIQUIERA ES UN AUTOBUS!! – No solo estoy todo empapado, sino que


también ahora estaré apretado durante todo el trayecto de ¡¡TRES HORAS!!

– ¿Qué esperabas? Solo somos cinco personas, la Universidad tiene prestados todos y
cada uno de los ómnibus, fue una suerte que para el proyecto estuviera disponible uno y
uno no puede simplemente a esperar que el Campus te preste otro solo por cinco
personas. – Ya dentro, queja alguna no podía decir, sin embargo deseaba saber sobre la
incómoda situación.

– Entonces ¿por qué simplemente no regresaron por nosotros, una vez desocupado?
Digo, no es tanta la molestia ¿o sí?
– No sabría decirte, al parecer se quedó estancado a medio camino que venía a
recogernos, todo lo que pudimos hacer era pedir el coche de un maestro prestado.

– ¿Hay algún problema? – Esa voz grave me había asustado, habíamos ignorado al
conductor por mucho tiempo, se notaba como la sonrisa era forzada, antes de subir, el
coche se mostraba todo lodoso. Sé que no soy un experto en la lengua japonesa, sin
embargo incluso yo me enojaría si alguien se disgustara por la ayuda que estoy
ofreciendo a pesar del tiempo y las condiciones, y lo más importante, si es gratis.

– Muchas gracias – la lluvia se estaba haciendo más progresiva, era muy raro, ya que
estamos en otoño. Sin esperar más me acomodé lo más que pude en el asiento de atrás,
lo grandioso de ahora, es que la extraña mujer estaba en el asiento de adelante bien
dormida, ¿será acaso mi culpa?... no, debo de dejar de imputarme todos y cada uno de los
errores de las personas ajenas. Sin aviso ni advertencia, el conductor se encomienda a
dejarnos secos y salvos a nuestro destino… ¿no sé nos olvida algo? – ¡¡ESPERE, AUN
FALTA UNO!!

– ¿Disculpe? – Kiku me había dado un codazo por mi griterío, se lo voy a perdonar, por
esta vez, sin embargo a mí no me gustaría que me dejaran en un santuario todo
derruido.

– Pye-kun, ¿de qué hablas? Ya estamos todos adentro – se podría decir que la mayoría,
el joven padre y su hija en la esquina derecha y mi novia y yo, la señora mayor. Aun así.

– Éramos seis en el recinto, ¿no te acuerdas? – Ciertamente, no estoy mintiendo,


recuerdo que en medio de los escombros que estaba analizando la señora, se encontraba
en el fondo, husmeando, un señor o joven, no tengo la certeza puesto que estaba oscuro.

– Mmm voy a preguntar de todos modos. Disculpe, ¿A cuántos tenía que recoger, según
el profesorado?

– Que recuerde, solo a ustedes cinco, pero la verdad es algo extraño, ya que un solo
autobús salió del Campus y ningún maestro tuvo que prestar su auto para transportar a
los restantes, es más, cuando se contaron a los alumnos e invitados, eran solo 35, había
cabida para cinco personas más.

– ¿Qué fue lo que dijo? – Nuevamente no entendí nada de la conversación, aunque debía
de ser serio, Kiku estaba algo molesta, más no debió de ser sobre el miembro faltante, ya
que el auto no se detuvo en ningún momento.

– Qué contaron mal los asientos y por eso nosotros estamos retrasados y todo mojados,
¡cuando ahora estaríamos en el apogeo de nuestra cita en el hotel! – El pobre hombre
estaba algo asustado por el tono de Kiku, la verdad no era para tanto, y la cita era solo
unas copas de soda y un plato de fideos o udon, no me acuerdo. Sobre el tema, entonces
¿quién era la persona que estaba con nosotros? ¿Un fantasma?... Creo que ahora sí me he
vuelto esquizofrénico, aunque, pensándolo mejor, la peculiar mujer estaba hablando con
él, entonces no había sido mi imaginación, probablemente era el que cuidaba el
santuario. Dejando a un lado mis cavilaciones me dedico a descansar, todos ya estaban
durmiendo, incluso mi novia estaba cabeceando, tan solo habíamos recorrido media
hora del trayecto y aún faltaba salir de las montañas. Sin tener sueño me dedico a ver el
paisaje, que la verdad era muy hermoso, la lluvia le daba esa sensación poética a las hojas
descoloridas del suelo, abrigando las raíces de los árboles… Dios, escúchame hablar, ¡¡ya
me creo un trovador!!

……

Han pasado ya una hora desde que salimos del santuario, la niña está igual o más
inquieta que mi persona, en serio es algo cansado estar apretados, así que no puedo
culparla. Al observar el cielo lo noto despejado,… debo de estar soñando. La luna se
mostraba realmente hermosa, muy grande y esplendorosa, además no sabía que hoy
había eclipse lunar, estaba extrañamente esbozada de escarlata, algo muy inquietante, a
pesar que no soy supersticioso.

– MIRA KOJI-NIICHAN, UN ESCARABAJO RINOCERONTE – No sé que habrá visto,


más la emoción que emanada de sus palabras me dio curiosidad por saber a qué estaba
apuntando. Viendo la cima de la colina que tenía al lado izquierdo, pude apreciar un
lobo, este sin embargo tenía los ojos rasgados, ¿eso era posible?, y era enorme, que si lo
comparamos con la elevación de uno de los árboles cercanos, tendría como dos metros
de altura, no sabía que Japón guardaba ejemplares así de extravagantes especímenes.

– Uhh ¿qué pasa Kiku? – Ella estaba abrazándome tan fuerte que casi podía sentir como
mis costillas se estaban fracturando – Kiku… por..favor…… suelta…me – al soltarme,
pude ver con claridad, como tenía la cara pálida – Dios, ¡¡que sucede, ¿tienes escalofríos?
¿Le digo al chofer que se apresure en búsqueda d un hospital?!! – Ella solo hundió su
rostro en mi pecho, estaba temblando, aunque su piel no estaba para nada fría… ¿tenía
miedo? Y si es así ¿de qué?

– Vi un grotesco perro encima de un árbol… no, creo que ni perro era, – al ver por el
cristal trasero no pude ver nada, sin embargo casi al voltear y tomar mi lugar, algo pasó
volando muy rápido al lado de ventanilla derecha. – POR DIOS, ¿QUÉ FUE ESO?

– ¡¡Abrochen sus cinturones!! No sé qué fue eso, pero parece que desea volcarnos –
maldición ¿QUÉ DEMONIOS ESTÁ PASANDO? Todo este día fue un completo fracaso
y ¿va a terminar con nosotros en el barranco? ¡¡Maldita sea!!

– Koji-niichan, tengo miedo – la niña comienza a lloriquear, incluso la señora estaba


temblando levemente mientras sujetaba con fuerzas su libro, ¿es que piensa que eso la va
a salvar? Por el corto lapso que la conocí, nunca esperé ver temor reflejado en su rostro.

– ¡¡Gubi se odavde, OVO JE UPOZORENJE!! – Ese canto, ¡Es casi el mismo que
escuché en el santuario!... y fue lo último que escuché de este “mundo”.
– ¡¡SUJÉTENSE DE ALGO!! – El auto había descarrilado, por el impacto de un enorme
lobo que se atravesó en el camino, el mismo que supongo nos ha estado siguiendo con la
mirada, ¿ya tenía planeado el matarnos? ¿Esto es un sueño, verdad? ¡¿Esto no puede
estar pasando?! ¡ESTO NO ES VERDAD!

– Pierre, ¡no te pierdas! ¡¡Ponte el cinturón!! – En que puede ayudarnos un simple


arreglo de seguridad en una caída libre de casi cincuenta metros, esto no pude estar
pasando. Todo sucedió tan rápido.

Kiku había abrochado el cinturón por mí y se sujetaba de mi brazo haciendo que mi


peso se recargará en su cuerpo, ¿es que desea servir como amortiguadora? ¿Por qué no
trata de salvarse ella misma? Simplemente ya nunca más podré reclamar, la abrazo con
todas mis fuerzas, esperando que esta pesadilla termine sin dolor o angustia alguna…

El tiempo pasa, como medio minuto, y nuevamente siento la imperecedera emoción del
estrago espiritual, por tener los nervios de punta. Todos estaban sujetándose de sus
equipajes, menos el conductor que ya estaba llorando. La niña no entendía la situación y
se quejaba de que su padre la cubría con todo lo que podía.

Tenía curiosidad de mí… de nuestra muerte, así que evadiendo un poco el miedo, volteo
a ver a mi izquierda, en la ventanilla, para sorprenderme o esperanzarme, un camino
estaba guiaba al auto en medio del aire, ALGO EVITABA QUE CAYERA AL
PRECIPICIO. Fue en ese momento que me topé con la última cosa que vería del
“mundo real”, era las alas de un enorme „murciélago‟ en la espalda de un hombre ya
viejo, mirándome con desaprobación mientras negaba con la mirada, era como
indicándome que algo hice mal o que algo había funesto había dejado pasar, después
sentí que mi estómago se revolvía y que el mundo comenzaba a dar vueltas, para luego
sentir lo que al principio me había negado a experimentar. Estábamos cayendo al vacío.
Todo lo que recuerdo fue que despertamos en medio de un bosque, el conductor había
desaparecido y Kiku estaba gravemente mal, este era un mundo donde tendría que
aprender a cómo sobrevivir solo.
- Afterword -
¡Y así finaliza una nueva edición de Bunbunmaru EXTRA!, la
número 5 para ser precisos; y realmente la cifra a la que hemos
llegado hubiera parecido algo lejana en un principio. De todo
corazón espero que hayan disfrutado las obras aquí presentes,
aunque pocas dudas me quedan al respecto.

Antes de olvidarme, quisiera agradecer a la gente que ayudó a


que esto fuera posible. A Riicien y Yukiluck, los
administradores de Bunbunmaru, por su apoyo y por estar
siempre supervisando el proyecto. A Azrael Yvstyr, mi
compañero en la edición. A Alfynith por la imagen de portada
y a Malicent por la edición. A todos los artistas que participaron
en esta edición; Y también a los molestos que día tras día nos
presionaron para que trabajemos más rápido, ustedes saben
quienes son.

Esta es la segunda oportunidad en la que participo como editor


para esta revista, y me pone muy orgulloso ver la atención que
reciben los trabajos hechos por fans en nuestra comunidad.
Espero que este proyecto siga ayudando a que más de estos
trabajos sean creados, y a que sigamos fomentando esta afición
nuestra que es Touhou Project. Que el número 5 se quede
corto, ¡por 100 ediciones más de Bunbunmaru EXTRA!
(siempre hablo de más, ¿no?)

Esperamos su apoyo y participación en la próxima edición


también.

Anda mungkin juga menyukai