gastronomía moderna y una referencia de para los amantes de la cocina. Nació en Collonges-au-Mont-d'Or, a diez kilómetros al norte de Lyon, el 11 de febrero de 1926, de padre cocinero, se impregnó en la historia gastronómica de su familia, toda una cultura que se remonta hasta el siglo XVII, con bases firmes en la cocina clásica francesa, Paul Bocuse se prende de la técnica en su máxima expresión, la desprovee de romanticismo, y aligerada la presenta elegante y pulcra, sin dejar de lado el aire embelesado característico de la cocina francesa tradicional. El legado de Paul Bocuse también se edifica en el concurso internacional Bocuse d’Or, su escuela para cocineros el Institut Paul Bocuse, sus libros de cocina y sus recetas, encumbradas y ya clásicas que marcan la pauta para la alta cocina internacional. Siendo un Chef encumbrado y legitimado por su trayectoria, a sus 83 años, Paul Bocuse sigue renovándose, desechando los experimentos fallidos e innovando con nuevas tendencias como la apertura de su restaurante fast good, que sirve comida de buena calidad para comensales que requieren de un servicio rápido. Paul Bocuse y la Nouvelle Cuisine
La Nouvelle Cuisine fue una
respuesta a la cocina clásica y se fundamentó en la creación de platos más livianos y delicados con mayor creatividad y sobre todo con una gran importancia en la presentación de las comidas. Fueron dos críticos gastronomicos franceses, H. Gault y C. Millau los que acuñaron el nombre de Nouvelle Cuisine para destacar la actividad que estaban ejerciendo muchos jóvenes chefs de cocina deseosos de liberarse de la rutina en materia culinaria. La nueva cocina se elabora partiendo de una forma de hacer las cosas y de no hacerlas…, no hacer preparaciones demasiado espesas, laboriosas e indigestas ya que en unos tiempos de sobrealimentación no conviene demasiada grasa ya que se sabe que causa graves enfermedades; hacer los platos con sabores mas naturales evitando sabores falsificados y apreciando la naturalidad de los mismos. Al decidir trabajar así, con productos auténticos, simples y naturales, los cocineros pretenden defender unas formas o incluso llevándolo a un extremo, una moral – algunos hablan de una “visión del mundo” que se preocupa de la medicina y de la dietética -, respetando unas normas muy estrictas: los alimentos que manipulan son totalmente frescos, pocos aderezos sin excesos y naturalmente armónicos, sencillez en las formas de cocción, quedando fuera de la cocina el exceso de grasa, las ligaciones con harina, las mezclas. La Nouvelle Cuisine impulsa a utilizar salsas ligeras, a base de jugos de carne, de esencias y de plantas aromáticas; se reencuentra con los productos naturales, hortalizas y legumbres, a las que les confiere la condición de nobles; prefiere cocciones cortas, al dente, y sin grasa; cocción seca en la salamandra o bajo la parrilla del horno, cocción al vapor, al estofado, al baño de maria; acorta los tiempos de cocción, por lo que, los alimentos conservan mejor su valor nutritivo. Es en definitiva un regreso a la naturaleza de los alimentos, respetandolos y sacando lo mejor que nos ofrecen en aras de aprovechar todos los nutrientes y sabores que nos pueden aportar. Fuente: Internet Alfredo Escalante