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“Los niños cuyo padre o madre

tienen una fuerte tendencia a


castigar o son indiferentes, no
consiguen reafirmar con
propiedad su masculinidad o
femineidad”.

Albert Bandura.
INTRODUCCIÓN.

La sexualidad es el reconocimiento de nuestro ser y nuestro cuerpo,


permite saber a que sexo pertenecemos e influye en el papel de cada
persona, en su familia y en la sociedad. Las personas somos producto de
todo lo que nos rodea, nos vamos formando como hombres y mujeres desde
que nacemos, las características físicas, biológicas, sociales, culturales,
emocionales y psicológicas hacen del individuo un ser sexual.

La educación sexual es un proceso largo, de toda una vida. Siempre


hay tiempo de corregir e intervenir para que una persona vaya mejorando su
concepto, su conocimiento y su vivencia sobre sexualidad. Como tantas otras
tareas, esa no es la más o menos fácil para los padres. Normalmente, se
estimula el desarrollo del niño, y se está muy pendiente de su evolución en
cuanto al comer solos, a caminar, a inculcarle buenos hábitos, entre otros,
pero se les olvida el tema de la sexualidad. Existe todavía en niveles muy
altos el cuidado, “respeto” o el “tabú” a hablar sobre el tema de sexualidad,
los padres están siempre lanzando elogios al pelo, a los ojos, a las distintas
partes del cuerpo, pero no hablan de los órganos sexuales del infante. Es
bueno saber que, asumiendo o no la tarea de orientarlos, de charlar con ellos
los infantes van a recibir esa información del medio en que se desenvuelven,
del hogar y en especial de los padres.

La familia, indiscutiblemente, es el núcleo principal donde se les debe


entregar un marco de referencia ético, moral, social y especialmente sexual,
puesto que la relación afectiva que une a los padres genera un clima propicio
para la comunicación y el aprendizaje.

La escuela también juega un papel importante en la educación sexual


del niño, debe tenerse en cuenta que esta solo debe ser una extensión de la
que se le imparte en el hogar y debe haber disonancia entre ambas,
estableciéndose como objetivo que el niño pueda de forma asertiva u
operativa aclarar sus dudas y recibir la información de forma adecuada.
EDUCACIÓN SEXUAL.

Es el proceso formativo intencionado realizado por expertos, a través


del cual una persona adquiere los conocimientos y valores que le permiten
optar entre diversas actitudes y comportamientos sexuales para lograr un
desarrollo sexual armónico con libertad y responsabilidad.

SEXUALIDAD

Es el conjunto de condiciones anatómicas, fisiológicas, y psicológicas –


afectivas del ser humano, que caracteriza cada sexo.

SEXUALIDAD INFANTIL.

El desarrollo de la sexualidad humana empieza con el contacto físico,


cuando los bebes son sujetados y acariciados, eso es necesario y natural
que ocurra. No se debe privar al bebe de contactos corporales. Es necesario
reconocer al niño como ser sexuado, en relación consigo mismo y con otros,
para que se construya una identidad sexual propia. La sexualidad infantil es
una de las puertas por la cual el niño desarrolla su personalidad y sus
relaciones afectivas.

La sexualidad es natural en los seres humanos, una función como


tantas otras, como comer, caminar, leer, estudiar, entre otras y como tal,
debe ser un tema tratado con honestidad, respeto, naturalidad y cariño, y
teniendo su propio espacio dentro del proceso educativo del niño.

El descubrimiento de la sexualidad infantil proviene del padre del


Psicoanálisis, Sigmund Freud, quien después de realizar muchos estudios y
a pesar de pertenecer a una familia y a una época conservadora como lo fue
principios del siglo XX, observó científicamente que los niños mostraban
conducta sexuales ya desde recién nacidos, pues su primer deseo
provocado por la necesidad es el deseo del hambre que estará relacionado
inevitablemente con la lactancia y el contacto con la madre.

Pero guste o no, la mayoría de especialistas, sexólogos, psicólogos y


demás coinciden hoy en día en que el niño es tan sexual como cualquier
adulto, aunque claro existen varias diferencias.
En primer lugar, el niño no ha sido educado. Su cultura y la conducta
correcta no ha sido aprendida por él, y de esta forma, no se encuentra
reprimido ni asume sus deseos sexuales como algo malo o pervertido, y lo
menos que experimenta es la culpa. No conoce el tabú, ni conoce la
prohibición.

Por el contrario, el niño utiliza su sexualidad, no sólo como fuente de


placer, sino que también como fuente de conocimiento. Es un medio para
comprender el mundo, para divertirse, para relacionarse, para conocerse a sí
mismo y conocer a los demás.

El problema por lo general sobreviene cuando los padres por


desinformación, se escandalizan con las actitudes que evidencian alguna
presencia de sexualidad en su hijo y lo reprimen violentamente, lo que
muchas veces puede producir verdaderos traumas y cuando el niño es adulto
puede generar una incapacidad de relacionarse sexualmente y profunda
frustración, lo que tendrá como consecuencia trastornos en la psique del
sujeto. De ahí que sea fundamental que los padres conozcan qué
comportamiento esperar en sus hijos.

Las etapas de desarrollo del niño son muy diversas y complejas, pero
se puede decir a grandes rasgos que antes de los cinco años las conductas
relacionadas con la sexualidad son el mamar, el chupar, el querer percibir
todo con la boca, bailar, abrazarse, tener objetos de textura suave, e
inconscientemente manejan cierto placer con la actividad de higiene y
limpieza a la que son sometidos comúnmente por la madre.

En consecuencia, es esperable que mientras duerme el niño se


toquen los genitales mientras duermen, o que incluso los exploren con
curiosidad y risas. Además, con recurrencia el niño buscará las mamas de su
madre o de otras mujeres porque ha comprendido que esa zona le produce
placer... le da comida.

De los cuatro años en adelante, el niño tendrá mayor curiosidad por


las zonas genitales y buscará comparase a sí mismo con otros niños e
incluso con adultos. Es en este momento que se inician las preguntas
difíciles como ¿por qué yo no tengo lo mismo que papá o mi hermano, o ¿por
qué tus pechos son grades y los de papá no?, por mencionar algunos
ejemplos. Ante estas preguntas, hay que tratar de no turbarse, de responder
con naturalidad y con la verdad clara, si se desconoce será necesario que los
padres se informen, por el bien del niño.

Como en este momento el género del niño no está definido (pues el


género no sólo depende del condicionamiento biológico que indica que se es
hombre o mujer), será común que adopten conductas femeninas y
masculinas indistintamente. Esto no es de preocuparse, ni es un serio
indicador de confusión en el niño, sino que todos lo vivimos en alguna etapa
del desarrollo, y luego es superado. La educación en gran parte puede
contribuir a bloquear la debida canalización de estos impulsos, pero, este
desarrollo está orgánicamente condicionado y es hereditario. Por lo tanto, en
este periodo la energía sexual puede ser desviada en parte o totalmente
hacía otros fines diferentes, socialmente aceptables, y este proceso lo
denominamos sublimación.

Después de los seis años, el niño comenzará una actitud más activa,
entrará en contacto con otros niños o niñas, y es posible que se den juegos
urogenitales, imitación de posturas sexuales, y además estarán en su etapa
anal, pues el niño descubrió casi al nacer que la excreción de las heces le
producía placer.

Ya más adelante, los niños empiezan a definir sus límites y es clásico


que los hombrecitos jueguen sólo con hombrecitos y las mujercitas igual, por
lo que establecen evidentemente una frontera entre lo que es ser mujer y lo
que es ser hombre.

Y a partir de los nueve años, el niño sabrá que el sexo se encuentra


rodeado de secretos, por lo que así lo tratará en grupo, pero sólo con los
amigos más íntimos, se inicia la masturbación a veces incluso grupal y las
competencias en torno a la sexualidad y al desarrollo de los genitales.

Los pre-adolescentes entre los 9 a 12 años necesitan toda la


información acerca de la menstruación, los sueños mojados y otras señales
de la madurez sexual. En esta época comienzan a preocuparse si son
“normales”. Los varones se preocupan por el tamaño de su pene, las niñas
por el tamaño de sus senos. Se debe dejar que los jóvenes encajen con los
niños de su edad, pero también hay que animarlos a que piensen por si
mismos.

La mayoría de los niños tocan sus órganos sexuales para sentir


placer, para tranquilizarse, o simplemente para explorarse, acto que parte de
la curiosidad natural que sienten por su cuerpo, la masturbación es muy
común durante esta etapa, .Es importante que les aseguremos a los niños
que la masturbación es normal, pero que se debe hacer en privado.

Nuestra actitud debe ser natural y relajada, sin que el niño asocie el
acto de descubrimiento o disfrute de sus genitales con algo negativo o
prohibido. Dependiendo de la edad podremos hablarle más o menos
claramente sobre aspectos sexuales, pero lo fundamental es controlar y
vigilar que el niño no se obsesione con el tema. Los niños no deben anticipar
etapas de desarrollo, así que, sin nervios, debemos ofrecer opciones de
entretenimiento, y otras vías de disfrute y de relajación para el niño. Además
debemos enseñarles correctos hábitos de higiene con sus genitales (evitar
que los manipulen con las manos sucias, protegerlos con ropa interior en
todo momento y enseñarles progresivamente a preservar su intimidad: ir al
baño, vestirse después del baño y no mostrar los genitales cuando son ya
algo mayorcitos. El respeto hacia la intimidad de los otros también es
importante: el niño debe respetar el cuerpo de los otros, sean mayores o
pequeños. El toqueteo y la exploración propias son normales, pero deben
entender que eso es parte de su intimidad y no debe hacerlo extensible a
otros niños.

Ahora bien, lo que hay que comprender como padres es que nada de
esto es pecaminoso, que todo ser humano posee, desde que nace su propia
sexualidad y que ésta irá en desarrollo conforme el niño vaya creciendo, sin
que esto este mal. Un desenvolvimiento sexual sano, sin culpas, sin abusos,
sin extremos y con educación, es ideal para la formación de un ser integral.

Lo mejor es que como padres se tengo esto presente y más que


utilizar la reprimendas se le guie a nuestros hijos, la sexualidad es un tema
del cual hay que hablar y es mejor hacerlo en casa a que ellos lo realicen con
extraños. No podemos tapar el sol con un dedo y de la misma manera no
podemos obviar que los niños como cualquier persona tienen sexualidad, y lo
más importante es que tienen derecho a tenerla.

LOS PADRES Y LA SEXUALIDAD DE SUS HIJOS.

Dependiendo de la actitud de los padres, los niños aprenden si el sexo


es bonito o feo, correcto o incorrecto, un tema de conversación o no. Los
padres son un modelo de actitud, hablen o no del tema. Que el niño no
pregunte no significa que no quiera saber. Puede que simplemente no se
anime a preguntar por la actitud de recelo de sus padres hacia el tema. Aún
en muchos hogares, cuando el niño realiza alguna pregunta relacionada con
el tema de la sexualidad es mal interpretado como “grosero”, “mal educado”,
“fuera de lugar”, “degenerado”, entre otros.

Los padres deben tener muy claro el tipo de orientación que desean y
deben dar a sus hijos, deben considerar que hoy día los niños están
expuestos a todo tipo de información sobre el sexo; en razón de eso, es
necesario “vigilar” las actividades de los niños, y si es el caso, ofrecer nuevas
opciones de entretenimiento, buscando programas, comprándole CD, ropa
que estén de acuerdo con la edad del niño, y así garantizando un mínimo de
protección. es conveniente que los niños no sobrepasen etapas, que no
abandonen los juegos infantiles por imitaciones adultas y comportamientos
similares.

Otra actitud que los padres deben olvidar es aquella vieja historia de
separar los niños y niñas en grupos diferentes o distintos en lo que se refiere
a la sexualidad, se debe hablar con los dos por igual, independientemente
del sexo que tenga. El hecho de negar igual derecho a la información y al
placer, harán niños pasivos, educados para la sumisión y muy pocos
preparados para resolver posibles problemas en el futuro. La información
adecuada a los hijos les ayuda a enfrentarse a una vida sexual sana de
forma protegida y orientada asertivamente.

¿PORQUÉ A LOS NIÑOS SE LED DEBE INFORMAR ACERCA DE


LA SEXUALIDAD?

La sexualidad ayuda a los niños a manejar sus emociones y la presión


de sus amistades y compañeros. Con esta información, ellos pueden ejercer
el control de sus vidas, emociones y sus relaciones amorosas, igualmente los
protege contra el abuso sexual y que se conviertan en abusadores
sexuales.los niños aprenden sobre su sexualidad desde el momento que
nacen, y el hogar es quien suministra el aprendizaje más significativo, allí se
les orienta positivamente sobre su sexualidad, para que adquieran confianza
sobre el tema.

La información operativa no alienta al infante a ser activos


sexualmente, por el contrario al llegar a la etapa de la adolescencia pueden
tomar mejores decisiones sobre el tema del sexo ya que han recibido la
adecuada y oportuna información.

LO QUE DEBEN SABER LOS PADRES SOBRE LA SEXUALIDAD


INFANTIL

Responder a los ¿qué?, ¿por qué?, de los hijos es una tarea de los
padres que deben asumir con confianza, naturalidad y responsabilidad.

Ser padres no es una tarea fácil, y se complica aún más cuando los
hijos en su corta edad empiezan a preguntar de donde viene, como entraron
a la barriga de la mamá, por qué no tienen lo mismo que el hermano o
hermanita. Con el avance de la tecnología y todos los estímulos presentes en
el medio como la televisión, y otros recursos la teoría de que “el papá sembró
la semillita en la barriguita de la mamá y de ahí saliste tu”, ya está muy
obsoleta, de ahí que los padres con frecuencia se preocupen por la forma de
abordar la sexualidad infantil. Esto pasa principalmente por la ignorancia
sobre el tema y porque la sexualidad continua siendo un “tabú”. Entendiendo
por sexualidad “La forma de vida, como tu te va a relacionar con el sexo
opuesto”.

Actualmente el niño conoce una serie de opiniones sobre sexualidad


que le da la madre, el padre, la abuela, la profesora, entre otros; entonces se
deben aunar criterios en cuanto a la enseñanza, para que todos hablen sobre
el tema lo mismo y no creen confusión en el niño. En ese contexto, la
educación sexual de los niños no debe ser delegada, como padres de familia
debemos ser el modelo y la referencia fundamental que necesitan para
definir su sexualidad los infantes, tanto así, que la sexualidad del niño puede
depender del comportamiento, afinidad y afectividad de los padres. La
educación sexual debe estar en concordancia con la afectividad y los valores
vividos y transmitidos en el hogar, tales como, el amor, la generosidad, el
respeto hacia el otro, la fidelidad, entre otros. Con todo, la tarea educativa es
un proceso gradual y no una simple conversación o una simple repuesta para
evadir algunas preguntas o un tema determinado.

La educación afectivo – sexual tiene una duración en el tiempo, en la


que se debe respetar la evolución del niño y lo que él es capaz de entender
en cada una de las etapas de su desarrollo.

LO QUE SE LE DEBE ENSEÑAR A UN NIÑO ENTRE 3 Y 6 AÑOS DE


EDAD.

El niño desde que nace hasta los 2 años no plantea diferencias entre
los géneros y tanto niños y niñas lo que van descubriendo es su cuerpo y van
haciendo un disfrute del tacto de sus órganos, de su piel, aquí interesa
fundamentalmente el vínculo con la madre y el padre, pero en particular el
tema de la lactancia y la alimentación, digo lactancia y alimentación
específicamente porque no necesariamente sólo cuando hay lactancia se
produce este vínculo, el vínculo de la alimentación en esta etapa es uno de
los más importantes del niño con su madre, con su padre, para formular el
tema del placer. Porque la alimentación es una necesidad básica que cuando
es satisfecha produce placer y cuando es satisfecha en un ambiente
adecuado empieza a generar toda la concepción del placer y la satisfacción
del mismo es importantísima luego para el tema de la sexualidad y la
afectividad. Por tanto, las conductas habituales que aquí tenemos son el
descubrimiento y la exploración del cuerpo y sus genitales y el placer de
estar desnudos. Y las propuestas para abordar en esta etapa son el uso del
lenguaje sencillo y exacto para ir nombrando las partes del cuerpo, y el tema
de permitirles estar desnudos y fomentar la caricia, el masaje, el disfrute del
cuerpo es algo que resulta fundamental desde esta etapa en adelante.
Hacia los 3 y 4 años empieza a aparecer el reconocimiento de la
conciencia de que hay órganos sexuales diferenciados. En principio no hay
reconocimiento de las diferencias entre nosotras y ellos, pero sí empiezan a
sentirse sensaciones a nivel de la genitalidad; entonces empiezan a tocarse
y a ver que los niños y las niñas orinan de diferente manera y por tanto a
explorar el cuerpo.
A los 4 años comienza también la práctica del exhibicionismo, a
mostrarse, a compararse y empiezan a preguntar sobre cómo nacen los
niños, qué es esa señora panzona. La curiosidad por el cuerpo de los amigos
y aparecen algunas preguntas sobre la reproducción humana.
A partir de los 6 años de edad las preguntas se vuelven un poco más
complicadas y algunas ponen a los padres en pequeños compromisos, a
veces es difícil contestar adecuadamente,

En el transcurso de esta edad abundan las preguntas ¿qué?, ¿por


qué?, por lo tanto, tienen los padres la responsabilidad de enseñarles:

Respecto al nacimiento: que es un proceso, en el cual un gran porcentaje


de niños salen por la vagina, una vez que el feto o el ser que se estaba
desarrollando en el útero de la mamá alcanza la madurez necesaria para
ello y que esto ocurre en un lapso aproximado a 9 meses.
Hay que ser más abiertos: los niños son juguetones, curiosos, las cosas
que pregunten no son por picardía, es por curiosidad, es decir, los padres
tienen que ser más sanos de mente en cuanto a lo que los niños
pregunten no mal interpretarlos.
Utilizar un vocabulario adecuado: entre la preguntas que los padres se
hacen con frecuencia esta el referirse a los órganos sexuales por su
nombre, lo prudente es que en esta edad se utilicen palabras que sin
tergiversar correspondan a un lenguaje infantil propiamente útil para tal fin.
El niño tiene que ir incorporando con mucha naturalidad todas las palabras
con mucha naturalidad todas las palabras relativas al sexo, pero debe
existir gradualidad, por ejemplo: colita, pirulin, en el caso de los varones y
rayita en el caso de las mujeres, son algunas denominaciones para los
genitales que se pueden utilizar en los primeros años.
El tema de la homosexualidad: si un niño se disfraza de mujer para imitar
a la madre, se debe aprovechar la ocasión para dejar muy en claro cuál es
el papel de cada uno en la reproducción humana y que los hombres no
pueden anidar un bebe en su abdomen porque no disponen de un órgano
para ello y solo las mujeres pueden realizar este proceso.
Vestimenta. Si el niño pide ropa de mujer para vestirse, se le debe explicar
que estas prendas son de mujer y explicarles él porque ellos no la deben
usar, y señalándole cual es la vestimenta acorde para ellos.

Vivimos en u mundo muy sexualizado, hay mensajes a todo nuestro


alrededor, en la radio, televisión, el internet, en las películas, las revistas y
hasta en la música, el sexo se utiliza para vender cualquier producto desde u
jabón hasta autos, casa,… es por ello que educar adecuadamente a los
niños con respecto a la sexualidad es parte fundamental para su desarrollo
integral, el cual debe partir dl hogar.

CONSEJOS PARA LOS PADRES


 Sea un buen ejemplo para demostrar a los niños como se enriquece la
vida a través de los valores.
 Asegúreles que son normales.
 Desarrolle la autoestima de sus hijos, reconozca sus talentos y logros, con
consejos constructivos y evite el castigo y la crítica destructiva.
 Respete la privacidad del niño, sin dejar de estar alerta.
 Utilice nombres correctos para los órganos sexuales y los
comportamientos sexuales.
 Aproveche los momentos oportunos para la enseñanza, tales como: el
embarazo de una amistad, chismes del vecindario o un programa de
televisión.
 Incluya temas como la orientación sexual, el abuso sexual y la prostitución
dentro de las conversaciones familiares.
 Sea claro en cuanto a sus valores y déjele saber a sus hijos que hay
personas con valores diferentes, señáleles que es importante respetar
esas diferencias.
 No use tácticas para asustarlos, en cuanto a la sexualidad.
 De respuestas honestas, cortas y sencillas.
 Admita cuando no sabe una respuesta.
 No asuma nada, no mal interprete las preguntas de los niños.
 Hágales preguntas aunque ellos no las hagan, indague sobre lo que
piensan y sienten.
 Que los niños sepan que están disponibles para cualquier tema de
conversación inclusive de sexualidad.
 Deje que sus expresiones faciales, el tono de voz y el lenguaje del cuerpo
apoyen lo que dice con palabras.
 Prediquen con el ejemplo.
 Conozca el mundo en que viven los niños, a que presiones se someten,
que consideran normal, que piensan, que sienten, entre otros.

Cabe destacar que la educación sexual no acelera el


comportamiento sexual, al contrario, si es la adecuada, favorece la
responsabilidad y el buen manejo de la sexualidad. A las y los menores no
les daña saber y conocer sobre la sexualidad; lo que les puede dañar es la
información errada, erotizada y mal canalizada.

CONCLUSION.
EL PRECIO DE LA BUENA COMPAÑÍA
Erase una vez una vez un niño que se
acercó a su padre y le preguntó: “Papá
¿Cuánto vale una hora de tu tiempo? El
padre, que andaba muy ocupado, le dijo:
¡Qué cosas me preguntas, hijo! ¿Para qué lo
quieres saber? Por nada papá, dímelo. El
papá responde: Mira pues,.. Cincuenta euros.
Vale, responde el niño. Una semana después,
el niño se acercó nuevamente a su padre que
estaba, como siempre, ocupado, y le pidió
quince euros. ¿Para qué los quieres? Es para
algo muy importante para mí. Pero… ¿para
qué hijo? … Anda, vete a jugar. Que no,
papá, que los necesito. El papá, al final le da
los quince euros: Bueno, anda toma y
déjame tranquilo. Entonces el niño se alejó…
y volvió al poco rato con una hucha. Papá,
toma cincuenta euros y dame una hora de tu
tiempo que no quiero estar solo.

¿Realmente es valioso?
¿Cómo “se compra”?
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.

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