Los hidratos de carbono, también llamados glúcidos , son la principal fuente de combustión para
obtener energía en el organismo humano
De todos los nutrientes que se puedan emplear para obtener energía, los glúcidos son los que
producen una combustión más limpia en nuestras células y dejan menos residuos en el organismo.
De hecho, el cerebro y el sistema nervioso solamente utilizan glucosa para obtener energía.
· El glucógeno del hígado regula la concentración de glucosa en sangre, y es esta glucosa la que
alimenta el cerebro de forma constante.
· Por su parte, el glucógeno muscular debe abastecer las necesidades del músculo para llevar a
cabo el trabajo derivado del desarrollo de la actividad deportiva.
Todos los procesos metabólicos en los que intervienen los glúcidos están controlados por el
sistema nervioso central, que a través de la insulina retira la glucosa de la sangre cuando su
concentración es muy alta. Todos los azúcares se convierten finalmente, en el organismo, en
glucosa.
Existen tres tipos de carbohidratos: los monosacáridos, los oligosacáridos, y los polisacáridos.
1. Monosacáridos. Son las sustancias glúcidas más simples que no se pueden desdoblar. Los más
importantes son: glucosa, fructuosa o levulosa, galactosa.
La glucosa, también llamada dextrosa o azúcar sanguíneo, se forma como un azúcar natural en los
alimentos o se produce en el cuerpo como resultado de la digestión de carbohidratos más
complejos. La glucosa puede ser utilizada directamente por la célula para sacar energía,
almacenada como glucógeno en los músculos y el hígado, o convertida en grasas para almacenar
la energía.
La fructosa o el azúcar de las frutas está presente en grandes cantidades en las frutas y en la miel
y es el más dulce de los azúcares sencillos. Aunque se absorbe algo de fructosa directamente del
tracto intestinal a la sangre, finalmente se convierte todo en glucosa. La galactosa no se encuentra
fácilmente en la naturaleza y debe ser producida a partir del azúcar de la leche en las glándulas
mamíferas de los animales lactantes. En el cuerpo, la galactosa se convierte en glucosa para el
metabolismo energético.
Para separar la lactosa de la leche y poder digerirla en el intestino es necesaria un enzima llamada
lactasa. Normalmente este enzima está presente sólo durante la lactancia, por lo que muchas
personas tienen problemas para digerir la leche.
La fécula es la forma más familiar del polisacárido vegetal. Se encuentra en las semillas, el maíz, y
los diversos cereales de los que se hacen el pan, los espaguetis, y las pastas. Existen grandes
cantidades en los guisantes, las judías, las patatas y las raíces, donde sirve como un almacén de
energía para su uso posterior por las plantas.
La celulosa y la mayoría de los demás materiales fibrosos que se resisten a las enzimas digestivas
humanas son otra forma de polisacáridos. Se encuentran exclusivamente en las plantas y
constituyen la parte estructural de las hojas, tallos, raíces, semillas y las cáscaras de las frutas.
Algunos tipos de fibra retienen varias veces su peso de agua, por lo que son la base de una buena
movilidad intestinal al aumentar el volumen y ablandar los residuos intestinales. Al cocer la fibra
vegetal cambia su consistencia y pierde parte de estas propiedades, por lo que es conveniente
ingerir una parte de los vegetales de la dieta crudos. Un consumo dietético de fibras de alrededor
de 30 g. por día es parte importante de una dieta bien estructurada.
En un hombre bien nutrido el almacén de hidratos de carbono puede suponer de 400 a 550 g.
Aunque en hígado es donde se alcanzan las mayores concentraciones de glucógeno, debido a la
mayor masa del músculo esquelético (40% a 50% del peso corporal), este último tejido es el que
contiene la mayor reserva de glucógeno. Del total almacenado en un sujeto de 70 kg.
(aproximadamente 530 g.),
Dado que cada gramo de glucógeno contiene 4 calorías de energía, la persona media almacena
entre 1.500 y 2.000 calorías de energía dentro de los enlaces de la molécula de los carbohidratos.
Existen varios factores que determinan tanto la formación como la degradación del glucógeno.
Durante el ejercicio, los hidratos de carbono almacenados como glucógeno muscular se utilizan
como fuente específica de energía para el músculo. En el hígado, en cambio, el glucógeno se
reconvierte por la glucogenolisis en glucosa, que pasa a la sangre y de ésta a los músculos que
trabajan. Cuando el glucógeno se encuentra agotado por restricciones dietéticas o por el ejercicio,
tiende a aumentar la formación de glucosa mediante gluconeogénesis a partir de otros compuestos
como el glicerol, procedente del tejido adiposo, o los aminoácidos del músculo.
Los carbohidratos son compuestos orgánicos compuestos por carbono, hidrógeno y oxigeno en una relación 1:2:1
respectivamente. Su fórmula química es (CH2O)n, donde la n indica el número de veces que se repite la relación para
formar una molécula de hidrato de carbono más o menos compleja.
Aunque todos ellos comparten la misma estructura básica, existen diferentes tipos de hidratos de carbono que se
clasifican en función de la complejidad de su estructura química (Tabla I).
- Monosacáridos:
Son los carbohidratos de estructura más simple. Destacan:
Glucosa: Se encuentra en las frutas o en la miel. Es el principal producto final del metabolismo de otros carbohidratos
más complejos. En condiciones normales es la fuente exclusiva de energía del sistema nervioso, se almacena en el
hígado y en el músculo en forma de glucógeno.
Fructosa : Se encuentra en la fruta y la miel. Es el mas dulce de los azúcares. Después de ser absorbida en el
intestino, pasa al hígado donde es rápidamente metabolizada a glucosa.
Galactosa: No se encuentra libre en la naturaleza, es producida por la hidrólisis de la lactosa o azúcar de la leche.
- Disacáridos:
Son la unión de dos monosacáridos, uno de los cuales es la glucosa.
Sacarosa (glucosa + fructosa): Es el azúcar común, obtenido de la remolacha y del azúcar de caña.
-Polisacáridos:
La mayoría de los polisacáridos son el resultado de la unión de unidades de monosacáridos (principalmente glucosa).
Algunos tienen mas de 3.000 unidades. Son menos solubles que los azúcares simples y su digestión es más compleja.
Almidón: Es la reserva energética de los vegetales, está presente en los cereales, tubérculos y legumbres. El almidón
en su estado original es hidrolizado en el aparato digestivo con gran dificultad, es necesario someterlo, previamente, a
la acción del calor. El calor hidroliza la cadena de almidón produciendo cadenas más pequeñas. A medida que
disminuye su tamaño aumenta su solubilidad y su dulzor, siendo mas fácilmente digeridas por las enzimas digestivas.
Cereales: Son la principal fuente de carbohidratos, destacando el arroz, trigo, maíz, cebada, centeno, avena y
mijo. En general contienen un 65-75% de su peso de carbohidratos, 6-12% de proteínas de bajo valor
biológico y 1-5% de grasa. En su mayor parte contienen almidón, aunque también son una importante fuente
de fibra.
Azúcar: Por importancia es la segunda fuente de carbohidratos. Se obtiene principalmente de la caña y de la
remolacha, aunque también puede proceder de otras fuentes (maíz, patata, miel, melaza, arce, etc). La
producción de azúcar de caña continua aumentado a razón de un 2% anual, mientras que la producción de
remolacha disminuye. La contribución del azúcar a la dieta occidental representa un 10-12% del aporte
calórico total.
Raíces y Tubérculos: Es la tercera fuente de carbohidratos. En este grupo el mas importante es la patata que
se consume en casi todo el mundo. Su principal carbohidrato es el almidón que representa el 70-75% de su
composición, pero también contienen azúcares simples.
Legumbres, vegetales, frutas y otras fuentes: Cuantitativamente los vegetales y las frutas tienen una mayor
producción que las legumbres, pero su contenido en hidratos de carbono es sensiblemente menor. Las
legumbres tienen un alto contenido en carbohidratos (50-60% de su peso seco) y son una de las fuentes de
carbohidratos más importantes en nuestro medio, también son ricas en proteínas aunque de bajo valor
biológico. Los vegetales y las frutas son una importante fuente de fibra.
Los carbohidratos deberían representar al menos el 55% de la energía de la dieta. A principios del siglo XX los hidratos
de carbono suponían mas del 60% de la energía de la dieta el mundo occidental, entre los años 50-80 hubo una caída
de su consumo hasta el 45% pero en los últimos años parece que el consumo de carbohidratos ha aumentado un poco
representando el 48.50% del total de energía ingerida. Por lo que se refiere al tipo de carbohidrato, en los últimos años
parece haber una leve reducción del consumo de azúcares y un aumento del consumo de almidón, principalmente
proveniente de los cereales.
Ver imagen
Los carbohidratos son indispensables para el mantenimiento de un adecuado estado la salud. No todos los
carbohidratos se metabolizan igual ni tienen las mismas funciones. Sabemos, por ejemplo, que el almidón no es
completamente digerido en el aparato digestivo, de hecho algunos almidones casi no son digeridos. Los carbohidratos
que no son digeridos también tienen un importante efecto fisiológico en el organismo (fibra dietética).
Para ser absorbidos los polisacáridos y los oligosacáridos han de ser hidrolizados y convertidos en monosacáridos. La
digestión del almidón comienza en la boca, con la acción de la amilasa salivar, pero es la amilasa pancreática, en el
intestino, la que realmente se encarga de la digestión del almidón, convirtiéndolo en moléculas más pequeñas.
Posteriormente las enzimas de la superficie de las células de la mucosa intestinal los hidrolizan hasta convertirlos en
monosacáridos que puedan ser absorbidos.
Los disacáridos son hidrolizados por las enzimas del borde de las células intestinales. La falta de alguna de estas
enzimas da lugar a intolerancia de determinados azúcares (como la intolerancia a la lactosa o azúcar de la leche por
falta de la enzima lactasa).
Tras la ingesta de carbohidratos puede verse una variación de los niveles de glucosa en sangre, esta variación es
conocida como Índice Glicémico y puede considerarse un índice valido del valor biológico de los carbohidratos. Se
define como la respuesta de la glucosa sanguínea tras la ingesta de 50 gr de carbohidratos, y se expresa en
porcentaje de la respuesta producida por un alimento estándar que se considera como 100 (habitualmente el pan
blanco) (Tabla 3). Este índice ha sido discutido por el hecho de que la mayoría de los alimentos contienen mezclas de
distintos nutrientes y a su vez comemos una mezcla de distintos alimentos.
Las fuentes energéticas son las proteínas, los carbohidratos y las grasas, que son oxidados para generar energía. Las
grasas son fácilmente acumuladas en el tejido adiposo con un mínimo gasto, por lo que el organismo tiende a
guardarlas. Sin embargo, las proteínas son funcionales y el organismo no tiene depósitos de proteínas para acumular
el exceso, por lo que las proteínas no utilizadas han de ser oxidadas. Los carbohidratos se acumulan en el organismo
en forma de glucógeno, pero los depósitos de glucógeno son pequeños (500 gr) por lo que el exceso ha de ser oxidado
o convertido en grasa y depositado en el tejido adiposo con un alto coste energético, además el sistema nervioso y las
células sanguíneas utilizan la glucosa como fuente casi exclusiva de energía.
En diferentes estudios se ha probado que en individuos obesos la fuente principal de calorías son las grasas y no los
carbohidratos. Por otro lado los alimentos que en carbohidratos producen en el organismo sensación de saciedad lo
que limita la ingesta.
-Carbohidratos y ejercicio:
La importancia de los hidratos de carbono en la dieta de los deportistas es bien conocida. Los carbohidratos han sido
reconocidos como los macronutrientes más importantes durante la preparación física, mientras que la importancia de
las proteínas de la dieta como fuente de energía y para el desarrollo muscular ha sido sobrevalorada.
En condiciones normales se considera que una dieta sana es la que suministra al menos un 50% de carbohidratos,
35% o menos de grasa y el resto en forma de proteínas. En deportistas se considera adecuada una dieta que tenga
alrededor de un 60% en forma de hidratos de carbono, 30% o menos de grasas y un 10-15% de proteínas, esta
distribución dietética asegura la capacidad de resistencia al ejercicio preservando los depósitos de glucógeno
muscular.
Se ha sugerido que los carbohidratos y los azúcares en particular, pudieran estar involucrados en la aparición de la
diabetes mellitus no insulinodependiente. En el momento parece que el azúcar no es un factor involucrado en el
desarrollo de esta enfermedad.
Pero sin embargo, una dieta rica en almidón y en fibra parece jugar un papel protector en su desarrollo.
En los pacientes con diabetes, hace algunos años se recomendaba la supresión total de los azúcares y la restricción
de ciertos carbohidratos complejos. En la actualidad esto ha cambiado, de forma que se pretende asegurar el balance
energético aportando una cantidad suficiente (alrededor del 60% del aporte energético) de carbohidratos con bajo
índice glicemico y ricos en fibra lo que facilita el control de la glucemia en sangre y reduce los niveles de LDL-
colesterol, incluso se permite el consumo cantidades moderadas de azúcar.
- Enfermedades cardiovasculares:
En las sociedades en las que la dieta estaba basada en el consumo de carbohidratos las enfermedades
cardiovasculares eran prácticamente desconocidas. Mientras que la incorporación a la dieta de mayores cantidades de
grasa, en especial de origen animal, ha hecho aumentar su incidencia.
Los hidratos de carbono tiene un efecto protector ante las enfermedades cardiovasculares. Este efecto podría ser el
resultado de diversos factores como son el mantenimiento de la sensibilidad a la insulina, el aporte de otros
micronutrientes y, sobre todo, incrementan la sensación de saciedad disminuyendo la densidad energética (grasas
saturadas) y por lo tanto la probabilidad de obesidad.
Fecha de publicación: Noviembre de 2000
Vista Rápida
¿Que son los Hidratos de Carbono?
¿Cuál es el consumo y producción de los alimentos que aportan carbohidratos?
¿Cómo se digieren y se absorben los carbohidratos?
¿Qué funciones realizan los hidratos de carbono en nuestro organismo?
¿Existe relación entre el consumo de carbohidratos y la aparición de enfermedades?
Para la dieta del limon para adelgazar, tomarse un vaso de agua tibia con limón a primera
hora de la mañana combinado con alimentación sana y ejercicios para quemar grasa resulta ser
una receta exitosa para perder peso y kilos indeseados especialmente en la barriga. La batalla
que mucha gente tiene que enfrentar para bajar de peso se debe a un sistema digestivo lento o
sea un metabolismo bajo. Para continuar el problema, las dietas rapidas convencionales
tienden a empeorarlo. Al incluir limones en tu dieta para bajar de peso, jugo y cáscara, vas
a mejorar tu digestión y te ayudara a perder esos kilos que no deseas.
• Es un antiséptico natural
Si planeas tomar la dieta del limon para adelgazar necesitarás tomarte entre 8 y 10 vasos de
8 onzas cada día, y una vez hayas bajado de peso debes tomarte por lo menos un vaso de 8
onzas de agua con limón diariamente.
6. Reduce los alimentos refinados como: Pan blanco, Arroz blanco, Papas
fritas, Pasta blancas.
7. Come las grasas apropiadas – las grasas no saturadas sirven para bajar
de peso porque ayudan a retrasar que los carbohidratos entren a tu
sistema sanguíneo. Asegúrate de comer omega y omega 6, que pueden
ser encontradas en: Frutos secos, Semillas y el Pescado.