percepción
(La producción de un nuevo espacio-
Jameson)
Proyecto de investigación fin de
master.
DNI: 22557373P
INDICE:
2
Velocidad y percepción
“Pero no había nada, ni cumbre, ni vida, ni ascenso. Ni tampoco era ésta su cúspide, una cúspide exactamente: no tenía
sustancia, no tenía bases firmes. También esto, fuera los que fuese, se desmoronaba, se desplomaba mientras que él caía…era el
mundo el que estallaba, estallaba en negros chorros de ciudades lanzadas al espacio, con él, que caía en medio de todo, en el
incontenible estrépito de un millón de tanques, en medio de las llamas en que ardían un millón de cadáveres, caía en el bosque,
volcán
a. Planteamiento y objetivo
3
horizonte a través cual nos aparecen los fenómenos y se desarrolla toda
desterrar al sujeto vivo por lo que Virilio denomina la “maquina visión” (producto
mentales colectivas.
4
acaecidos en el horizonte de visibilidad, fundamentalmente provocados por la
dice Jameson: “al igual que para Weber los nuevos valores religiosos,
b. Metodología
1
Es curiosa la similitud en los diagnósticos de estos dos autores, a pesar de sus diferentes estilos, formas
o juegos del lenguaje y sus distintos trayectos vitales e intelectuales.
5
En los dos primeros puntos hemos querido centraros en el fenómeno de
postmodernidad.
c. Estructura
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Por cuestiones de contenido y metodológicas hemos estructurado este
y de las comunicaciones.
representación y memoria
7
movimiento natural de la mirada, por la apelación a la actividad perceptiva. En
elección del objeto de la mirada. Como dice Virilio: “…una especie de travelling,
Pues bien, este “poner a punto” depende de una lejana memoria visual
2
Y también de prever, pues la percepción esboza las posibilidades de la acción, antes de reaccionar ante
una determinada situación hemos, de alguna manera, de haberla percibido.
8
(históricos, geográficos, sociales y económicos) y las diferentes posibilidades
cartográficas.
la mirada.
conjuga estos dos aspectos: el lugar y las imágenes de las cosas o de las
orador, del político. Se distinguía también, entre una memoria natural y otra
eficiencia, ciertos requisitos a sus lugares e imágenes: los lugares debían ser
claros.
3
3 El orador fabricaba en su mente lugares, reales o imaginarios, alojando en ellos determinadas
imágenes que se asociaban a lo que se quería recordar. Uno no tiene más que darse una vuelta por esa
ciudad o esa casa imaginaria y pararse en cada estancia para recordar lo que allí se ha confiado.
9
memoria técnica en cuanto que rompe con la memoria germinal, imponiendo
por su complejidad, no podemos abordar aquí. Pero, como denuncia Virilio, nos
parece un tema que urge abordar, pues parece evidente que las llamadas
mnemotecnología, con las consecuencias que ello tiene para libre la elección
II
temporales.
4
El pasado del que habla Benjamin es un “pasado puro”, sin pérdidas, un pasado que no ha sido
secuenciado por ninguna interpretación, un pasado que se conserva en sí mismo y es independiente de las
selecciones de la conciencia.
10
originalidad y diferencia con lo otro, difícilmente, podría surgir la conciencia
pero esta forma de medir los cambios se ha vuelto imposible una vez que la
de una historia por etapas continuas y progresivas, a una lectura del pasado
Benjamin busca hacer presente aquello que se oculta a través del eterno
5
En Las semillas del tiempo, Jameson apunta a una de las causas de la imposibilidad o dificultad de una
conciencia histórica hoy en día: la inexistencia de un “pensamiento del afuera” una vez que el
capitalismo ha invadido todas las esferas y reductos que, hasta hace bien poco, podían representar una
traba para su expansión.
11
través de ciertas imágenes particulares la verdad efímera de su historicidad
formales del tiempo y del espacio que subyacen a esta representación: “la
III
exterior, esta presente de alguna manera en sus efectos como una causa
ausente. Pues bien, las imágenes mentales que buscan tanto Virilio como
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siempre hay algo intraducible, algo que se excede, algo más allá del lenguaje
proposicional.
alegóricas que reniegan de los relatos maestros, las de Virilio -salvando las
(Deleuze 1987).
de Virilio, al igual que las imágenes ópticas y sonoras puras, han subordinado
6
Para la elaboración de este proyecto se han consultado, sobre todo, los capítulos 1, 2 y 3 de la edición
electrónica de La imagen-tiempo. Estudios sobre cine 2
13
subjetividad y objetividad siempre fluctuantes y no polarizadas. Una
formas de libertad humanas, márgenes que cada ser humano posee para
con los lugares con los que éstas se asociaron, ponen en marcha -gracias a la
14
alcanzaría para perturbar mi presentimiento… sólo la reconstrucción podría
Así pues, para Virilio, sólo la sustitución de las imágenes que supone la
eugenismo de la mirada.
desvelarlo todo, nuestra voluntad de saber (por y para dominar) desde lo más
15
ínfimo a lo mas descomunal, la que nos llevará, según Virilio, a apartarnos,
imaginarlo.
por los detalles, a consta de una detención del tiempo de la imagen que
16
Para Virilio, la comercialización de los instrumentos cronométricos y
distancias y dimensiones.
humano, asistido por los artilugios técnicos, puede alcanzar una visión
artificiales de “deslumbramiento”.
8
La emigración del campo a la ciudad, las enormes concentraciones de una fuerza de trabajo, desposeída
de su medio de vida, descualificada y hambrienta, hicieron pronto que las ciudades se convirtieran en
hervideros humanos llenos de invisibles fronteras interiores, mudables e irreconocibles para un ojo
inexperto.
9
La iluminación urbana se convierte en una tortura para la masa de los marginados que - como narra Jack
London en Los habitantes del abismo- estaban obligados, ante la prohibición de pernoctar en parques y
vías públicas, a errar hasta el amanecer.
17
nazis en sus actos propagandísticos. El nacionalsocialismo puso en marcha
18
constantemente formando todos ellos parte, al mismo tiempo, de las esferas
10
Deleuze y Guattari, en su Tratado de nomadología: La maquina de guerra y Aparato de captura
(capítulos 12 y 13 de su libro Mil Mesetas) describen dos regimenes pasionales: el de los sentimientos y
el de los afectos o “intensidades”, formados a través de los diferentes agenciamientos que produce la
máquina de trabajo (causa formal de la herramienta) y la máquina de guerra (causa formal del arma).
Mientras el modelo trabajo, al igual que el Estado, desarrolla una forma de interioridad que configura, a
través de la mediación de la herramienta, tanto al sujeto como al objeto, las armas ponen en juego
mecanismos proyectivos que deshacen y difuminan tanto al sujeto como al objeto.
Cuando Deleuze y Guattari hablan de máquina de guerra no entienden con este concepto las
formas que la guerra y el ejercito han tomado (y toman) a lo largo de la historia.
Para la concepción clásica de la filosofía, la violencia (incluida la guerra) es un monopolio de la
forma-Estado y sólo ejercida por él adquiere legitimación jurídica. Por eso, uno de los aspectos que más
llama la atención de la postura de Deleuze y Guattari, es la reivindicación del carácter de esencial
exterioridad de la máquina de guerra respecto al aparato de Estado, y la asociación de ésta con la forma
de vida nómada. (La exterioridad de la máquina de guerra no supone una ausencia de interrelaciones
dinámicas, ni una independencia real, ni con las formas de organización estatal ni con las llamadas
“sociedades primitivas”)
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de una mirada confinada durante siglos a la superficie terrestre, proyecta una
virtual.
neurálgicos y logísticos del enemigo requiere, cada vez más, de una mayor
informacional.
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El porvenir y las respuestas a situaciones o acontecimientos tienden a
inmediato. En cuanto “al tiempo diferido”, éste conserva una parte de ese
mentales de cartografiarlo, sino que también trasciende, al menos hoy por hoy,
21
Por otra parte, la guerra facilitará la desmaterialización de la realidad y el
de los hechos. “Se trata menos de hacer una maniobra innovadora, una táctica
Virilio nos pone sobre aviso sobre el peligroso fenómeno que supone el
11
La decisión respecto si nos hallamos ante una ruptura respecto con la época anterior o más bien ante
una continuidad, no se puede justificar ni empíricamente ni argumentar filosóficamente, ya que ella
misma dependen la percepción y la interpretación de los acontecimientos que van a narrarse.
22
tiene como consecuencias la formación de un nuevo tipo de superficialidad que
de modelos hermenéuticos.
tanto nuestro pasado histórico como nuestra vida personal, sino que, como ya
12
El modernismo todavía retiene un gesto utópico. Trata desesperadamente, mediante la misma
fragmentación de la sensibilidad (fragmentación que reproduce la creciente especialización y división del
trabajo capitalista), denunciar, impactar o encontrar una compensación utópica. Su espacio es un espacio
sinécdotico (en palabras de Jameson); un espacio fragmentado que aún remite a una huella de totalidad.
13
Para Virilio esta crisis de lo material en favor de lo virtual se manifiesta en todos los dominios, no
solamente en el campo visual o de la imagen: al crack visual le acompaña el crack bursátil, es más, éste
último, la burbuja virtual de los mercados interconectados, es consecuencia de esta constante
sobreexposición a un flujo de imágenes carentes de duración y materialidad.
23
Sin embargo, en general, las artes visuales de finales del XIX y
percepciones y la acción.
2. El Horizonte de visibilidad
Entendida así, la velocidad sería idea causante, idea anterior a la idea” (Virilio
1988, p.23) “Cuando Bergson afirma: el espíritu es una cosa que dura, se
podría añadir: es nuestra duración la que piensa la que experimenta, la que ve.
14
Jameson, utiliza las celebres obras de Van Gogh y Munch, Las botas del campesino y El grito, y las
compara con los Diamond Dust Shoes de Warhol, con el fin de esclarecer la ruptura que se ha producido
en el artes visuales entre la modernidad y la postmodernidad.
24
La velocidad es para Virilio algo así como lo “a priori” de nuestra
función de ésta.
progresivo, de esa extensión del tiempo que en su discurrir sirve para ver, sino
cumple esta función. A partir de ahora, la luz del tiempo ya no es la del día
la luz, patrón y límite último del mundo percibido” (Virilio 1999, p. 67 y ss.)
reducido a dos tiempos: tiempo diferido y tiempo real. “El tiempo, orden de
25
sistema de representación de un mundo físico en el que futuro, presente y
Una de las paradojas con las que nos encontramos hoy en día, es que la
velocidad aparente del mundo externo es una función de las demandas de una
lógica del desarrollo tecnológico (por otra parte, instancia no autónoma, pese a
ss.), sostiene la tesis de que el tiempo es, hoy en día, una función de la
26
compás implica siempre cierto automatismo y cierta medida, la recurrencia en
por el ritmo y los intervalos, una velocidad de “suspensión pura y simple (por
lo visible, lo real.
también las distancias y, por ende, los estados de animo que las acompañan.
15
Realmente, en una orquesta o un conjunto de instrumentos la imprevisión rítmica es impracticable.
27
2.2 Ausencia y narración picnoléptica
marcha, gracias a las nuevas tecnologías, del “tiempo real”, han terminado por
colonizar la totalidad de los territorios disponibles, incluidos los que hasta hoy
afecta sobre todo en la niñez, al igual que ciertos juegos infantiles, juega en
Por una parte, parece que el niño experimente placer con ciertos juegos
dice Benjamin, “con la labor ligada a su finalidad, más a aún con un recuerdo
como un margen de libertad dado a los hombres para que éstos inventen sus
Pero si lo más esencial trascurre entre los polos de lo visto y lo no visto, en los
28
silencios o en la ausencia entre dos presencias, es decir, en ese excedente
posibilidades. A no ser, que es lo que creo que sugiere Virilio, que los
prácticas y técnicas que terminaron “por hacer de sus días noches, para
dedicar sin estorbos, en el aposento oscurecido con luz artificial, todas sus
distancia picnoléptica? ¿De hacer salir a ese pasado que ahora es olvido, que
nunca nos pasó? Esa obsesión objetiva por aprehenderlo todo, por iluminar
Por último; ¿Qué posibles relaciones con el tiempo forman las ausencias
29
relacionarse con el tiempo, o al menos, las que, en términos darwinistas,
multitud en los pasajes parisinos. “Hacia 1840 fue, por poco tiempo, de buen
tono llevar de paseo por los pasajes a tortugas. El “flâneur” dejaba de buen
progreso hubiera tenido que aprender ese “pas”. Pero no fue él quién tubo la
última palabra sino Tylor, que hizo una consigna de su “abajo el callejeo”
modo de tipos ideales, es decir, en un periodo histórico hay una forma canónica
e infografía.
30
Estas tres formas distintas de representación (o presentación) de los
predominantes.
siglo XVIII), con sus formas sus representación canónicas: la pintura, escultura,
“estructura profunda” del modelo formal sufre pocas variaciones: “la teoría
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Bajo el concepto mimesis o imitación se incluyen aquí muy diversas variantes (incluido cierto arte
expresionista, pues remite, en última instancia, al modelo de profundidad exterior-interior). Seguimos la
noción Aristotélica de imitación (no como una copia fiel sino como una libre aproximación a la realidad)
e incluimos también la expresión mediante símbolos de una realidad espiritual.
(En la Edad Media, el contexto y el conjunto de los personajes se mantienen en un mismo plano de
legibilidad, de visibilidad. Varia el tamaño de los personajes, dependiendo de la importancia jerárquica
que a éstos se les otorga tanto dentro como fuera del cuadro. La atmosfera transparente que envuelve las
representaciones pictóricas establece el paralelismo entre visión y conocimiento)
31
general de la imitación pareció mantenerse firme y resistir todos los ataques
pensar el tiempo.
tiempo el que nos sirve para ver, sino su carácter intensivo: la exposición a la
lectura del tiempo (doble lectura del tiempo que Deleuze recupera de los
Estoicos).
32
efectuado o a los estados de cosas) y Aiôn; el tiempo que liberado de
presente definitivo, desde el punto de vista de aquel que lo encarna. Pero, hay,
que esquiva todo presente, porque está libre de las limitaciones de un estado
eventum tantum...; o, mejor, porque no tiene otro presente sino el del instante
y Aiôn.
17
DELEUZE, Guilles. Lógica del sentido. Morey, Miguel (trad.). Edición electrónica de
www.philosophie.cl Escuela de Filosofía. Universidad ARCIS
33
tiempo de un excedente del ser, el devenir de lo siempre aún no efectuado,
una claustrofobia que nos lanza a una necesaria exclusión de un mundo que se
ha vuelto carcelario.
(quizá, por que en esta época los hombres experimentan, a través de su praxis
18
Virilio, a diferencia de Lacan, utiliza ese término de una manera más fenomenológica, refiriéndose a la
sensación espacial de estar encerrado, clausurado, separado…el mundo, en cierta manera, trasformado en
un bunker.
34
Uno de ellos, que Virilio destaca en su obra La máquina visión, es la
(Virilio1989, p. 22).
instantaneidad visual como un fin en sí mismo. Ese resumen del tiempo que se
se extiende a casi todos los ámbitos del saber. Otra de las características de
representar.
35
la ilusión de totalidad, proyectando la ilusión de una representación única y
“La nueva imagen óptica y sonora remite a las condiciones externas que se dan
21
Para Deleuze todas las imágenes combinan los mismos elementos, pero la forma en cómo éstos se
organizan y lo diferentes grados de desarrollo afectan a todos los elementos de la combinación misma.
Además, de no ser posible cualquier combinación en un momento dado determinado. La taxonomía de
imágenes y signos que elabora Deleuze en La imagen-movimiento tanbien está atravesada por factores
históricos o geográficos.
36
pasan aún sistema distinto del sensomotor, sino que se construye un nuevo
supera las 60 imágenes por segundo. Si en toda toma de vista –al ser
37
La instantaneidad y la alta definición de la imagen virtual en tiempo real,
noción de realidad.
profundidad.
espacio-tiempo postmoderno.
podíamos imaginar.
38
La comprensión espacio-temporal no sólo engendra desconcierto, al
que las mismas tramas elementales de los ritmos vitales, de las creencias, de
teóricas (al menos, como observa Jameson, excede nuestro antiguo utillaje
forma que nuestras conciencias coinciden, cada vez más, con ritmos
39
Vivimos una época de una velocidad de cambios sin precedentes y, sin
novedad.
contenido material.
Tanto Virilio como Jameson ponen de relieve que esta comprensión del
40
la que hacíamos referencia, es producto de un completo despliegue del
proceso de modernización.
“y dejar el globo bien barrido y limpio para las manipulaciones de las grandes
modularización previa que abarca desde “los media hasta la vida privada”
espacio del tiempo, o el objeto del sujeto. Es nuestra subjetividad la que se lee
desde las cosas externas, la que se convierte en un asunto objetivo; basta con
79)
constatar toda una serie de cambios que ponen de relieve una incapacidad,
41
cada vez mayor, de forjar las representaciones de nuestra propia experiencia
actual:
• La dificultad de representar una Utopía, dado que cada vez nos resulta
espacial que hace cada vez más problemáticas las posibles formas que
42
significante, y no gracias a una relación entre el significado de un
II
separación no es real, pero facilita el acceso a una realidad tan compleja como
43
construido, como lo producido o lo proyectado), dentro del espacio social nos
parece fundamental la distinción que realiza Virilio entre espacio real o actual y
espacio virtual.
Por otra parte creemos, con Lefebvre, que hoy en día, la reproducción
del espacio percibido (y, con más ende, del concebido) ya se encuentra cierta
44
Las dos cuestiones cruciales a las que nos enfrentamos son: sobre la
caso afirmativo, qué formas deben tomar esas nuevas prácticas y experiencias
visitado, tanto por los habitantes de Los Ángeles como por los turistas. A través
este caso el edificio simula a una nostálgica California del Sur. Las vías
45
finales del XIX y principios del XX, son un asunto trasero, además de no
tejido urbano aún contenía un gesto utópico, gesto que falta a todas
saludo y recepción.
el conjunto de las superficies, desde las más ínfimas a las mas vastas,
de difusión en directo.
46
“Una telerrealidad presente, en tiempo real, que suplanta a la
sendas narrativas que nos permite hacer el edificio con nuestros propios
26
Si ha esta perdida de la extensión, de la duración, del cambio y del tiempo cronométrico (de la que se
ha hablado en el punto anterior) se le suma una intrusión fisiológica o intraorgánica de la técnica y sus
micromáquinas (hecho que ya no es solamente materia de ciencia ficción), además de abolir la diferencia
entre los externo y lo interno y la propia propiocepción, podríamos llear al cuestionamiento mismo del
concepto de humanidad o del concepto darwiniano de evolución. Podríamos llegar, si se puede decir así, a
la creación artificial de un superhombre, con la salvedad de los ritmos vitales de este hombre-artificial
son programados por los flujos producción, distribución y consumo. Sin humanidad no hay voluntad de
poder. Se trata de una forma de disciplinamiento que apunta, como en las utopías totalitarias, a crear un
nuevo hombre.
47
convenir, con Virilio, que el modelo de transeúnte de este hiperespacio
exteriores.
volumen”27
48
postmoderna, tanto a la producción teórica y cultural, como al antiguo
copia y el simulacro.
49
El tipo de imagen que se impone y consume en las actuales sociedades
copia, pues al contrario que ésta, aquél nunca remite a ningún modelo o
copias- iconos, los pretendientes bien fundados, y los malos pretendientes; los
modelo (lo Mismo) sobre la copia (lo semejante) y que concede a la mímesis
50
Para Platón, las buenas imágenes están dotadas de semejanza, a su
no exterior; es decir, se relaciona una cosa con su idea, no con otra cosa, de
manera que es la idea la que funciona como modelo al recoger las relaciones y
parada y descanso. Este devenir loco del simulacro impugna a la vez al modelo
los nombres de parada y descanso son arrastrados por los verbos de puro
28
DELEUZE, Guilles. Lógica del sentido. Morey, Miguel (trad.). Edición electrónica de
www.philosophie.cl Escuela de Filosofía. Universidad ARCIS, p. 9
51
Pero, ¿Cómo se produce el simulacro? Trastocando el orden, la
simulacro es por la inclusión del punto de vista del espectador que desplaza el
52
devenir sin fin que sustituye la coherencia de la representación, afirmando la
semejanza de lo desemparejado.
del futuro y el pasado, de la víspera y del día después, del más y del menos, de
todas.
29
DELEUZE, Guilles. Lógica del sentido. Morey, Miguel (trad.). Edición electrónica de
www.philosophie.cl Escuela de Filosofía. Universidad ARCIS, p. 9
53
Pues bien, siguiendo a Jameson, podemos encontrar en el discurso
teoría contemporánea, 4 grandes paradojas que no tienen que ver con lagunas
o anomalías, sino con el modo con el que la antítesis, “lo diferente”, resulta ser
uso, junto con sus cualidades materiales) que toma, hoy en día, la forma de
- nos centraremos, en este proyecto, en las dos primeras, aún estando las 4
estrechamente relacionadas.
54
permanente que el lenguaje de la identidad absoluta y de la
estandarización inalterable.
hasta una vida privada” (Jameson 2000, p. 28), permiten que las
55
Conquistar la heterogeneidad, la multiplicidad, lo subversivo de la
heterogeneidad.
56
4. Conclusiones
advierte del peligro del accidente, un peligro que aumenta a medida que una
veníamos utilizando.
nuestras vidas.
57
La tecnología óptica y cibernética hace posible hoy en día el
desdoblamiento de la visibilidad.
la máquina.
coherente.
de entre los posibles desarrollos, sólo los mejor adaptados a este mundo socio-
58
económico tan peculiar serán los que actualicen. Es decir, aquellos que
como armas.
II
59
El nuevo espacio-tiempo postmoderno se caracteriza por una
espacio físico y mental de las distancias, los lugares, los volúmenes y las
descubrimientos y las nuevas técnicas, se hizo cada vez más abstracto, más
un proyecto colectivo.
revolucionaria o de la utopia.
60
Por ello creo que ambos análisis y diagnósticos, pese a las diferentes
son complementarios.
de decir, nos encontramos ahora con una nueva pirueta del capital: desde que
61
BIBLIOGRAFÍA:
Taurus, 1973.
Taurus, 1988.
Paidós , 1984
Paidós, 1987.
62
- DELEUZE, Gilles. Conversaciones, 1.972-1.990. Pardo, J.L. (trad.). Valencia:
Pre-Textos, 1995.
Visor, 1989.
Anagrama, 1988.
Cátedra, 1989
2003.
- VIRILIO, Paul. Ciudad pánico: el afuera comienza aquí. Iair, Kon (trad.).
BIBLIOGRAFÍA DIGITAL:
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64