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Introduccion

EN LA VARIEDAD, CALIDAD... Y PRECIOS ESTA EL GUSTO

Altos estándares de calidad, gracias a importantes inversiones en tecnología y una gran


variedad de productos, son la clave del mercado de cecinas en Chile.

Una industria en constante crecimiento, cuyos principales actores están en continua


innovación, y no embutidos en el pasado.
Que los chilenos son buenos para comer cecinas, de eso no hay dudas. Según la
Asociación Nacional de Industriales de Cecinas (Anic), al año se consumen 11,6 kilos
por persona, casi el doble de Argentina y muy por sobre Brasil, Perú, Bolivia y
Colombia.

Y aunque aún estamos lejos de realidades como la de España, con 60 kilos per cápita,
estas cifras siguen aumentando. La Región Metropolitana, por ejemplo, ocupa el primer
lugar en consumo, con 70 mil toneladas anuales.

La verdad es que la industria de cecinas es una de las que más ha avanzado en el último
tiempo, con importantes innovaciones tecnológicas, tanto en los procesos de
elaboración como distribución. Esto explica en parte que la producción nacional de
cecinas haya pasado de 30.262 toneladas en 1979, a 178.000 toneladas en 2002.

Sin embargo, a pesar del desarrollo de la industria, hay productos que aún son
elaborados con estándares de baja calidad, malas condiciones higiénicas y sanitarias,
que pueden generar problemas de salud para los consumidores, además del perjuicio en
la imagen para las cecinas en general.
No obstante, la verdad es que existe un sector informal que no es debidamente
fiscalizado ni controlado por la autoridad, lo que puede llegar a perjudicar a las
empresas tradicionales, que deben asumir costos de distribución y venta por mantener
una dependencia con los supermercados.

Estamos enfrentados a un mercado muy competitivo, donde existe una gran cantidad de
actores. Por esta razón, la calidad resulta un elemento diferenciador. El problema parece
ser que muchos consumidores están privilegiando más la cantidad que la calidad, lo que
podría afectar a las principales compañías de cecinas chilenas, como San Jorge, PF,
Super, Winter, La Preferida y Llanquihue. Síntomas de un mercado tremendamente
competitivo, en que la gran variedad de oferta ha repercutido en una baja de los precios
en los últimos años.

Las principales compañías de cecinas chilenas nacieron al amparo de empresas


familiares, muchas de ellas de origen alemán, en las que por la complejidad del negocio
se sucedieron las generaciones, para mantener las recetas y otros secretos que hacen de
éste, un rubro difícil para quien quiera ingresar.

En todo caso, esta industria no puede ser analizada sino en relación con su mercado
objetivo. Así como sucede en otros mercados, aquí también nos encontramos con
empresas cuyos productos han sido pensados para el consumo masivo, como son San
Jorge, Super, Winter, PF y Ariztía, entre otras; y aquellas con características premium,
como La Preferida y Llanquihue.

Conclusion

La Industria de cecinas presenta un mercado futuro dedicado al aumento de las


exportaciones de sus productos. Para ello se han implementado medidas tales
como:

• Acuerdo firmado con el Servicio Agrícola y Ganadero, SAG. Esta entidad


está encargada de certificar los productos nacionales de exportación y de
superar las trabas sanitarias impuestas por los países destinatarios.

• Convenio firmado con PRO-Chile, el cual realiza estudios de los mercados


que presentan mayores atractivos a la industria cecinera, de manera que se
enfoquen los esfuerzos hacia estos destinos.

Las empresas que aún no realizan exportaciones y que


buscan abrir sus mercados, deberán realizar inversiones en tecnología e
infraestructura de manera que sus estándares de calidad sean del nivel de los
actuales exportadores y de acuerdo a las exigencias sanitarias de los
mercados de destino.

La industria cecinera deberá continuar su producción bajo el cumplimiento del


Reglamento Sanitario de los Alimentos, realizar las gestiones necesarias para
incorporar a la empresa la certificación de inocuidad de los productos.

Será necesario implementar medidas de producción limpia, con el fin de conseguir


la certificación por parte de la Comisión Nacional de Producción Limpia. La
incorporación de tecnologías de producción limpia llevarán a beneficios como:

• Ahorro en materias primas y energía


• Ahorro en el consumo de agua
• Reducción de pérdida de materiales
• Reducción de accidentes
• Operación estable
• Retorno adiciones, por venta de subproductos o recuperación de materia
prima.
• Disminución de costos en tratamiento y/o disposición final de residuos
• Mejor imagen ambiental

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