Prof.:
OCTUBRE, 2010
Introducción:
Nuestro tema está circunscrito a la conducta del Médico frente al paciente que
va a morir, sus familiares. Esto hace posible que podamos tratarlo en forma más
concreta y específica. Poco se ha escrito en la literatura médica con respecto a este
tópico. Quizá porque el contenido psicodinámico de la respuesta del Médico ante la
muerte sea en principio siempre negar la vulnerabilidad de la vida y la limitación de
esfuerzos ante la inminencia de la muerte inevitable. Se educa al médico desde el
primer año de la carrera en una filosofía que siempre tiende hacia la vida, a
promoverla y preservarla. Prácticamente nunca se les habla de la muerte y solo hasta
que tienen que vivirla con los enfermos o cuando les toca la experiencia en alguien
muy cercano es que llegan, después de un enorme esfuerzo de autocrítica, a
percatarse que es la muerte la que le da un sentido de existencia a la vida y nos
enseña a valorarla en una dimensión más objetiva: la de la finitud que nos hace
simplemente humanos.
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es reforzada por la competitividad inherente a la estructura social y hospitalaria de las
carreras médicas.
Los Médicos debieran tener un papel definido con respecto a las anteriores
consideraciones. Muchos de los pacientes y sus familiares tienden a adoptar aquellos
patrones de conducta y creencias de un Médico en el momento de verse enfrentados a
la muerte: tal es el estado de indefensión y vulnerabilidad de esa experiencia.
3
El momento del inicio de una vida humana o el momento del alta de un
paciente gravemente enfermo son situaciones felices en la práctica cotidiana. La
muerte digna de un paciente que ha sido adecuadamente conducido en su proceso es
una de las situaciones más nobles del quehacer médico.
Índice
Pág.
1. Introducción
2. Tema
2.3.4. Eutanasia…………………………………………………………… 15
2.3.5. La familia…………………………………………………………… 16
2.3.6. El paciente…………………………………………………………...
17
4
3. Conclusión……………………………………………………………………… 24
4. Citas……..……………………………………………………………………… 26
5. Bibliografía………………………………………………………………………27
6. Reflexión…………………………………………………………………….. … 30
7. Dramatización…………………………………………………………………... 31
Son pocos los estudios que hay sobre la relación del médico con la muerte en
nuestra cultura actual occidental desde un punto de vista antropológico sobre
medicina urbana que se han realizado. La antropología médica se ha dedicado más a
estudiar médicos en comunidades rurales o al margen del proceso civilizatorio.
5
El médico es muchas veces el mediador entre la muerte y el paciente, es el
portador de la mala noticia, el que le dirá al paciente que la lucha de ambos contra la
enfermedad está siendo vencida y que el fin llega.
Esta tarea es ser el anunciador de la muerte, fue asignada los médicos por los
papas en el período histórico como modernidad, o sea a fines del siglo XVIII y
principios del XIX. Hasta el siglo XX prácticamente, los médicos no se encargaban
de curar, sino más bien de ayudar a que la persona tuviera una "buena muerte", siendo
una especie de apoyo espiritual para el enfermo.
Para los médicos actuales que intentan la cura, admitir la muerte del paciente
es enfrentarse con su incapacidad para curar, es admitir que hay cosas que escapan a
su universo de conocimientos, admitir la impotencia de su conocimiento científico
frente al avance de microorganismos que provocan procesos perversos que no puede
detener.
"La aceptación de la muerte significa admitir que algo es, aunque trascienda
nuestra comprensión. Para esto es necesario renunciar a gran parte de la propia
omnipotencia"(5).
6
El retardo del momento de la muerte es causa y consecuencia de la
hospitalización del moribundo, que pasó a ser práctico corriente solo después de la
segunda guerra mundial.
La afirmación de los autores nos remite a los casos en que se prolonga la vida
de un paciente como forma de mantener el sistema funcionando en torno de él, casos
en los cuales el médico es el que toma la decisión de cuando el paciente debe morir,
lo que, en muchos casos puede estar subordinado a intereses económicos.
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Dos cuestionamientos pueden ser levantados ante esta afirmación. En primer
lugar, el hecho de que esta postura exista, no la transforma, en pasible de
generalizaciones. En segundo lugar, su existencia no la transforma automáticamente,
en una postura correcta.
"Lo moral es, pues, aquello que es normal en un cierto tipo de sociedad y en
una fase determinada de su evolución. Corresponde entonces a la razón modelar el
comportamiento mediante un corte práctico de la ética, derivado de un estudio
científico de la vida social"(8).
Dentro de este marco, existe otra relación posible del médico con la muerte
que es la de ayudar al paciente a tener una muerte tranquila, como lo fuera en siglos
anteriores, revitalizando un viejo axioma que dice: curar, paliar, acompañar.
8
preparación"(10) en los cuales los pacientes desahuciados tendrán el derecho a decidir
morir cuando así lo desearen.
Desde los tiempos más antiguos, la actitud del médico ha sido paternalista, es
decir, siempre decidiendo por sus enfermos y dando poca oportunidad a los mismos
de decidir y ejercer los principios de autonomía y libertad, correspondiendo a la
medicina hipocrática. Algunos autores la han llamado tiranía paternalista o
paternalismo tiránico. Aristóteles cita que la enfermedad hace que el enfermo sea un
sujeto incapaz de prudencia, con juicio moral perturbado, disminuido o nulo.
9
"democrática" en la cual se establece una relación médico-paciente más auténtica,
donde el paciente está informado y toma decisiones. Todos estos cambios se van
sucediendo en otros países especialmente en Estados Unidos. Entre los criterios de
autonomía y de beneficencia surge un criterio muy importante que es el de justicia,
según el cual nosotros juzgamos situaciones con un criterio regulador. La justicia es
el término medio (11).
10
4. El derecho del paciente a conocer la identidad del profesional que se encarga de su
atención médica.
5. Todo paciente tiene el derecho a una historia clínica elaborada por el médico y/o
médicos a su cargo. El paciente tiene derecho a que su médico tratante le entregue un
resumen certificado de su historia clínica en el cual se mencionen los aspectos de
importancia relacionados a su motivo de consulta, ingreso, procedimientos
diagnósticos y terapéuticos, evolución, causa y estado de egreso.
6. Todo paciente tiene derecho a que se respete su dignidad, privacidad,
confidencialidad.
7. Todo paciente tiene derecho a una segunda opinión médica
8. Todo paciente tiene derecho de propiedad sobre los exámenes paraclínicos que se
haya realizado a su costo; por tanto, el médico está en la obligación de, previa copia y
certificación en su propia historia clínica del paciente, devolverle a éste todos los
exámenes.
9. Todo paciente tiene derecho a la confidencialidad de todo lo conocido por el
médico con motivo de su atención profesional. El secreto profesional debe respetarse
aún después de fallecido el paciente.
10. Todo paciente tiene derecho al alivio del sufrimiento y del dolor. El médico debe
mantenerse al día en los procedimientos terapéuticos tendientes al alivio y control del
dolor.
11. El paciente tiene el derecho a la autonomía y libre autodeterminación. Este
principio involucra el derecho a la elección del médico y la institución; a no ser
sometido a procedimientos diagnósticos y/o terapéuticos sin su consentimiento;
derecho a negarse a medidas extraordinarias de prolongación de vida.
11
La palabra terminal es imprecisa y ambigua y los enfermos en esta condición
son ubicados en una situación de inferioridad, con muy poca o sin capacidad de
decisión(13). Los enfermos terminales tienen en cierto modo pérdida de su humanidad
y aparece el miedo a la muerte, miedo al dolor, pérdida de la capacidad de ordenar su
vida; por tanto se vuelven dependientes, vulnerables y pueden ser explotables.
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en primer lugar curar, luego aliviar y por último ayudar a buen morir. Se considerarán
sólo algunos aspectos de este tema tan extenso, los cuales generan permanentemente
inquietud y dudas.
El Dr. León en su libro sobre Ética en Medicina menciona que "la verdad es
aquello que el médico espera va a suceder, en base a un análisis honesto de su propia
experiencia y de la de otras personas calificadas, a las cuales debe consultar en lo
tocante a la situación específica del paciente"(16). En estos casos la actitud del médico
tiene que ser individualizando y considerando la capacidad del paciente para conocer
la verdad y sus posibilidades de adaptarse a esta nueva realidad. En algunas ocasiones
el paciente requiere que se le informe la situación y el médico debe hacerlo, más aun
cuando se trata de un paciente médico, con cáncer, situación terriblemente compleja,
pero en la que el médico debe sin duda informar de la enfermedad, pues de otra
manera no se podrían justificar ante el paciente, medidas terapéuticas necesarias en el
tratamiento paliativo de la misma.
13
muy común en los pacientes con cáncer, y es ella la que decide sobre la incapacidad
del paciente para asumir el diagnóstico. Cuando el médico acepta esta opción, se
produce el aislamiento y sufrimiento en soledad del paciente. La verdad no implica
situaciones de conversaciones frías, técnicas o demasiado concisas, sino más bien
compasión y estimulación de la esperanza. Nuevamente el médico se enfrenta a su
propia naturaleza y a sus creencias y experiencias, pero definitivamente debe apelar a
sus principios de ética médica para cumplir con su obligación.
2.3.2. Alivio del dolor y sufrimiento: este debe ser el objetivo fundamental
del tratamiento de un enfermo en una condición terminal. El médico tiene la
responsabilidad fundamental de aliviar el sufrimiento del paciente utilizando los
medios a su alcance, especialmente cuando se conoce que el desenlace será fatal a
corto plazo. El problema es que el médico también en esa situación se enfrenta a su
propia conciencia, a sus creencias religiosas, a su formación y a la presión de los
familiares cercanos del paciente. En estos casos se plantean innumerables preguntas
en la mente del médico: ¿Estaré prolongando un sufrimiento, en vez de aliviar una
agonía? ¿Es adecuado administrar tratamientos vigorosos sabiendo que no van a ser
efectivos? En estos casos existen obligaciones morales de tomar cuidados
proporcionados o medidas paliativas necesarias, pero no necesariamente cuidados
desproporcionados. Siempre se ha de tener presente el derecho del paciente a rehusar
el tratamiento. En los últimos momentos de la vida del paciente, al entrar en agonía se
plantea el dilema de la sedación porque esto influirá en la disminución de la
conciencia del paciente. En este momento el paciente no puede decidir y la familia se
encuentra en una situación emocional que le impide tomar decisiones. El paciente
debe morir con dignidad, lo cual implica tranquilidad del paciente y control
emocional de los familiares, capaces de identificarlo como la persona de siempre.
2.3.3. Calidad versus santidad de la vida: este es uno de los aspectos de más
difícil solución cuando el médico se encuentra ante la disyuntiva de prolongar o
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terminar la vida. Existen dos principios que entran en oposición cuando se discuten
situaciones vitales. Uno establece que se debe estimar formalmente el balance entre
sufrimiento y felicidad cuando se tomará una decisión de vida o muerte. El segundo
establece que la vida es santa, dedicada o consagrada a Dios. En nuestro país el
concepto de la santidad de la vida está muy arraigado, debido a la creencia religiosa
predominantemente católica, donde se cree que la supervivencia del hombre es
designio de Dios y sólo Él puede terminar con una vida humana. Esta creencia de la
santidad de la vida impide al individuo ejercer un control racional o irracional sobre
su existencia o la de otros. Cuando se pierden facultades y la vida pierde su calidad
humana, ¿conserva aún su santidad? La pregunta es similar a aquella en relación a si
el huevo producto de la fecundación es una vida humana santa. La iglesia no acepta el
control de los hombres sobre su vida, pero aprueba como algo distinto la ayuda que se
presta al moribundo para mitigar sus dolores según el principio del doble efecto
(efectos indeseables cuando no se intentan directamente y conduzcan a un bien, o en
el caso del paciente terminal, una muerte menos tardía y con menores sufrimientos).
El Papa Pío XII declaró en 1957 que está permitido utilizar con moderación
narcóticos que calmarán al moribundo sus sufrimientos, pero que también acarrearán
una muerte más rápida. Los médicos no están en la obligación de continuar el uso de
medidas extraordinarias para mantener con vida al paciente terminal (17). Siguiendo el
humanitarismo, tenemos la obligación de aliviar y evitar el sufrimiento. La santidad y
la calidad de vida son parte del ethos médico pero entran en conflicto cuando por
mantener el valor de la santidad de la vida, se prolonga el sufrimiento.
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enfermo en estado terminal y que sea un médico quien atienda esta demanda".
Significa muerte suave, indolora, sin agonía; muerte provocada sin sufrimientos por
medio de agentes adecuados.
16
casos. Muchas veces los miembros de la familia son heterogéneos en sus creencias en
tanto que son seres humanos únicos.
¿Qué hacer cuando se desea agotar todos los recursos disponibles porque no
se desea morir, especialmente en los casos en los cuales las facultades intelectuales
del paciente están deterioradas, pero desea vivir con dignidad y no ser objeto de
lástima? ¿Cómo solventar las diferencias cuándo un miembro familiar muy cercano
niega la posibilidad de la muerte inminente del paciente mientras el resto de la familia
acepta el hecho? Estas preguntas quedarán sin respuestas generalizables porque cada
caso es único y aun cuando se trate de respetar la autonomía y la libertad de decisión
del paciente, esta última existirá en cuanto el enfermo mantenga sus capacidades
intelectuales adecuadas para poder elegir. En último término, queda la soledad de la
familia y el temor de la misma ante la proximidad de la ausencia del ser querido, que
la mayoría de las veces no forma parte de la actitud médica comprensiva y
compasiva.
17
La comunicación efectiva en los casos de los cuidados paliativos es crucial
entre el paciente, los familiares y el equipo multidisciplinario. Implica no sólo la
transmisión de la información sino también el escuchar activamente, además del
compromiso para comprender y compartir las necesidades y emociones del
paciente(21). Los cuidados paliativos son aquellos destinados a las personas con
enfermedad terminal, donde el control del dolor y otros síntomas, así como los
aspectos psicosociales y espirituales son de gran importancia (22).
18
La calidad de vida incluye el grado de adecuación del individuo a su entorno,
principalmente al entorno físico (condiciones de vida como se mencionó
anteriormente), y a la opinión que éste tiene respecto al mismo.
19
el período helénico, se creía en una cierta vida después de la muerte y por ello los
muertos eran objetos de atenciones durante los primeros días sucesivos a su deceso.
“En la antigua Grecia, los fantasmas tenían derecho a tres días de presencia en
la ciudad,... Todo el mundo se sentía mal en esos días. Al tercero, se invitaba a todos
los espíritus a entrar en las casas, se les servía entonces una comida preparada a
propósito; después, cuando se consideraba que su apetito estaba saciado, se les decía
con firmeza”
Los pueblos que vivieron en siglos anteriores, veían la muerte como algo
natural, que hace parte de la vida. Esto puede ser visto tanto en los griegos, como en
20
la edad media, o en el siglo XIX entre los campesinos rusos o entre los pioneros que
fueron a poblar los Estados Unidos.
Tanto la literatura de ficción como los relatos de viaje muestran que la muerte
era algo natural, que no se escondía, que no se revestía de gran dramaticidad. Había
inclusive una reticencia a dar nombre a los niños al nacer, se esperaba un tiempo
prudencial hasta ver bien si iban a sobrevivir.
Esta actitud de resignación antela muerte de los niños como un hecho posible
puede observarse también entre comunidades pobres (mismo que pertenezcan a
países ricos) dentro de las cuales la lucha por la sobre vivencia es grande y la muerte
una de las posibilidades cotidianas. No es raro escuchar con total naturalidad a un
padre o una madre de familia decir que tuvieron un cierto número de hijos de los
cuales sobrevivió otro cierto número.
"La muerte no ha sido solamente una conclusión del ser, sino una separación
del haber: hay que dejar casas, huertos y jardines"(26).
Hubo después una etapa en que la muerte se tiñó de carácter romántico, así
como la agonía largamente acompañada por amigos y parientes que no solo honraban
21
al moribundo con su presencia sino que vivían la posibilidad de acompañarlo en su
lecho de muerte como una distinción.
22
"la muerte participa de la mayoría de las formas de la comunicación/espectáculo:
filmes, piezas teatrales, emisiones televisivas, canciones, novelas, la muerte entra en
el circuito de tipo informacional: avisos fúnebres, relatos de asesinatos o accidentes
mortales... la muerte información, como la muerte espectáculo, se venden bien"(27).
Hay algunos estudios de carácter periodístico que han intentado establecer una
relación entre el tamaño de las ciudades y la indiferencia de los habitantes frente a la
muerte un transeúnte, mostrando que en los grandes centros urbanos la indiferencia es
casi total al mismo tiempo, la ocultación de la muerte o el silencio sobre ella también
hacen parte de la cultura urbana actual, sobre todo en lo que se refiere a los niños, a
los cuales muchas veces no se les lleva siquiera al entierro de sus padres o parientes.
23
Elementos que conforman este procedimiento
Conclusión
Por otra parte el médico, como ser humano mortal, cada vez que se enfrenta a
la muerte potencial o consumada de un paciente lo hace con su potencial muerte y
con los consiguientes miedos que ella le provoca. Puede surgir de allí la aparente
frialdad con que muchas veces los médicos encaran la muerte próxima del paciente,
tanto en el momento de dar la noticia cuanto en el momento en que se produce. Es
posible que en este momento jueguen en el médico todos los mecanismos de defensa
y de negación de su propia muerte como fenómeno inevitable.
Quizás ello sea una componente de los esfuerzos desmedidos que se hacen por
mantener una persona viva, más allá de las implicaciones económicas que pueda
haber en algunos casos.
Visto desde otra óptica, se puede pensar que la lucha que entabla el médico
con la muerte y para la cual se sirve de todo el arsenal de la tecnología hospitalaria, es
una lucha para encontrar el camino de la inmortalidad que parece también ser la
24
búsqueda del hombre a través de los siglos, desde los alquimistas a nuestros días con
las experiencias de clonación.
El gran desafío del médico ante la muerte es conseguir manejar los síntomas
con la suficiente idoneidad como para conseguir darle a su paciente una buena calidad
de vida tanto tiempo como sea posible mantenerla en ese estado, y saber cuando ha
llegado el momento en que la calidad de vida que el paciente pueda tener no
justifique continuar la lucha. Esa calidad de vida implica el menor sufrimiento y la
mayor lucidez posibles para el paciente.
Para dificultar aún más la situación, en general, además del paciente en pauta,
juegan los intereses y deseos de sus familiares más próximos, que normalmente
delegan en el médico la responsabilidad de decidir sobre el enfermo, pero que a veces
piden o exigen que el médico tome una medida para prolongar, o no, la vida del
doliente.
El papel del médico en estas circunstancias se torna aún más complejo ya que,
por un lado, sus evaluaciones sobre el estado de los síntomas se pueden ver afectadas
por la presión de los parientes y por el otro, la necesidad de respetar la voluntad de
estos y del paciente puede interferir en sus decisiones sobre lo que sería mejor para el
afectado.
25
La actitud del médico ante la muerte debe ser la de aquella madre que, cuando
Salomón propuso que se cortara la niña en disputa al medio, prefirió abdicar de su
hija a favor de la otra postulante.
Citas
1
J.PRAT, J.PUJADAS y J: COMELLES.- Sobre el contexto social del enfermar,
in M.KENNY y J.M.
26
10
Ph. ARIES, op. Cit., p. 485
11
Gracia D. Los derechos de los enfermos. En: Gafo J, editor. Dilemas éticos de la
medicina actual. Publicaciones de la Universidad Pontificia Comillas, Madrid. 1986.
12
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: Artículo 46, numeral 3.
Edición Definitiva Corregida según Gaceta Oficial Extraordinaria Nº 5453 del 24 de
marzo de 2000.
13
Sorokin P. Aproximación conceptual a cuestiones humanas: todos somos
terminales. 1996. URL: http://www.cuadernos.bioética.org/comentarios4.htm
14
León A. La muerte y el morir. Caracas: Lagoven, S.A; 1980.
15
Sánchez C. El paciente terminal y el VIH positivo. Rev Col Psiq. 1996; 25:177-
185.
16
León A. Actitud ante el paciente incurable y el paciente moribundo. Ética en
Medicina. Barcelona: Editorial Científico-Médica; 1973.
17
León A. La muerte y el morir. Caracas: Lagoven, S.A; 1980.
18
Gracia D. Historia de la eutanasia. En: Gafo J, editor. La eutanasia y el arte de
morir. Madrid: UPCO; 1993.p.23.
19
RAZETTI L. Obras Completas. I. Deontología Médica. Publicación del Ministerio
de Sanidad y Asistencia Social. Caracas, Venezuela, 1963.
20
El respeto a la dignidad del moribundo. URL:http://www.edufam.com/doc5.asp?
Id=521 & Pg=Los abuelos y los ancianos & N2=La familia
21
FRANCO, M. La comunicación con el paciente terminal y su familia. 2002. PAHO.
URL: http://www.paho.org/Spanish/AD/DPC/NC/palliative-care-03.pdf
22
Levin, R. Cuidados paliativos: Principios generales. 2001. PAHO.
http://www.paho.org/Spanish/AD/DPC/NC/palliative-care-01.pdf
23
L.V.THOMAS, op. Cit. P. 39
24
ver para más detalles, ver H. RUESCH.- País de las sombras largas, Buenos Aires,
Emecé, 1962 y L.V.
27
THOMAS, op. Cit., p. 397
25
Ph. ARIES, op. Cit., p. 32
26
Ph. ARIES, op. Cit., p. 122
27
L.V.THOMAS, op.cit., pp. 377-379
28
Como el caso del programa Dying (Muriendo) producido por una emisora de TV
de Estados Unidos, en la década de 1980, que acompañaba los últimos momentos de
vida de cuatro personas diferentes, las reacciones desde el momento de recibir la
noticia, el deterioro físico y psíquico, del enfermo y de las familias (citado por Ph.
ARIES, pp. 489)
29
Tampoco ha sido objeto de suficientes estudios el efecto en el imaginario de las
personas, sobre todo de los niños- de la reaparición física, en otra serie o película, del
actor que murió como personaje en la anterior.
30
L.V.THOMAS, op. Cit., p. 373
Bibliografía
Fuente de Libros
28
NEUFELD, M.R.- Crisis y vigencia de un concepto: La cultura en la óptica de
la antropología, in LISCHETTI,M.- Antropología, Buenos Aires, Eudeba,
1995
RUESCH, Hans.- País de las sombras largas, Buenos Aires, Emecé, 1962
Fuente de Revista
Fuentes de Internet
29
Reflexión
Verwoerdt
30
Dramatización
31
A los 3 meses ella siente que esa pelotita esta mas grande, va al medico pero
hacerse la mamografía y la biopsia.
Fue a donde la Dra. Carelis Diaz le hace la mamografía le apareció que tenia
un gran tumor espero los resultados de la bioanalista Cinned que le aplico la biopsia y le
salio que era maligno.
Fue para su casa llorando y reunió a su esposo y su hija y ella les dijo que
tenia una mala noticia que le diagnosticaron cáncer de ceno su esposo y su hija no lo
podían creer y ella les dijo que le van a extirpar el ceno y que iva a quedar mutilada por
un largo tiempo.
Las placa se las aplica la Radióloga Carelis Diaz arrogaron positivo estaba
haciendo metástasis la doctora comienza con las quimioterapias a la Sra. Mayury se le
comienza a caer el cabello, las quimio no le están haciendo efecto ya el cáncer ha
avanzado mucho en el hospital donde le hacen la quimioterapia el médico Freddy Diaz
decide mandarle medicamentos paliativo para aliviar el dolor, mejorar el bienestar
emocional, mental y espiritual.
32
tiempo que hay que avisarles su familia que no le queda mucho tiempo pero no sabe
quien de los doctores ira a decirle porque es una dura información bueno uno de los
médicos decide ir, el Dr. Freddy Fernandez por ser el medico que la trato, pero el siente
mal por ser el que dirá esa mala noticia.
Llega el medico y le dice a la Sra. .Mayury que esta en su etapa terminal pero
que tratara que su muerte sea digna lo cual ella se siente tranquila solo pide que su
familia este con ella y el medico le dice que esta bien que estarán hasta el ultimo
momento.
El medico sale y se queda en el pasillo pensando que es fuerte ver que una de
sus pacientes esta en su etapa terminal. Se dirige hacia los familiares de la paciente y les
dice que ya pueden pasar. El Dr. Freddy Fernandez trata de hacer Eustasia para que su
paciente no sufra.
Ella al siguiente día ve por ultima vez a su esposo ya su hija y les dice que
esta cansada y les da las gracias por hacerla tan feliz y cierra los ojos, al cerrarlos los
monitor indica que no tiene signos vitales, llegan los doctores y doctores y le dicen que lo
lamentan por la perdida, el viudo les dice que gracias por hacer lo que hicieron
humanamente posible y que su esposa no sufriera en su muerte.
Pasaron los días y el doctor estuvo un poco decaído pero siguió con su
profesión y aprendiendo nuevas experiencias cada día.
33
Películas
34