Existen muchas formas de trabajar con los cristales para mejorar nuestro bienestar a todos los niveles del ser. Se
puede hacer simplemente un uso pasivo de ellos, colocándolos en lugares estratégicos del hogar o lugar del trabajo
para que propaguen sus energías benéficas. Sin embargo, si se trata de sanar algún tipo de malestar, se necesita un
impulso mayor.
Biofeedback
Es una técnica básica de autocuración que utiliza los estados de meditación, cristales, y el flujo de la polaridad
magnética que hace pasar la energía al lado izquierdo del cuerpo y los libera a través del lado derecho, de modo que
entran por la corona y salen por los pies, o viceversa. Utiliza un cuarzo transparent, para cambiar el estado de ánimo,
relajar, reducir la tensión sanguínea y alterar la respiración restableciendo la polaridad. Primero sostén un cristal en la
mano izquierda. Para obtener calor, visualiza el color rojo a través del cristal para que circule por tu cuerpo y devuel-
va el color a la Tierra, o cielo. Para enfriar, utiliza el azul o verde, hazlos circular y elimínalos de la misma manera, o
también, absorbe azul a través de la mano izquierda con el cristal colocado en la derecha y visualiza que el color
abandona el cuerpo a través del cristal y la mano derecha. La punta del cristal señala los dedos, pero también puede
señalar la tierra para que ésta absorba el exceso de calor.
En las aplicaciones contra el dolor, visualiza que el azul o el verde penetran en el cuerpo por el lado izquierdo y
el cristal situado a la izquierda, el color recorre la zona afectada y elimina el dolor. Imagina a éste como fragmentos
tocados por la luz del cristal y el color azul, y eliminando del cuerpo don el flujo que sale por el lado derecho. Visua-
liza la energía cambiada para tu reciclaje al penetrar en la Tierra o cielo.
Contra el insomnio, haz pasar una cálida somnolencia violeta o rosada a través del cristal, de modo que circule
por el cuerpo, y elimine el exceso a través de la corona. Visualiza cómo la tensión se disuelve en fragmentos que son
arrastrados por el flujo de polaridad. Reduce la velocidad de la respiración y los latidos cardíacos.
Para energizar, haz pasar el color naranja o el amarillo a través de la piedra, de modo que circule por el cuerpo,
aumenta la velocidad de respiración y los latidos cardíacos y elimina el exceso de energía. Al final del ejercicio, ase-
gúrate de descargar la energía mediante una "toma de tierra" cuando hayas terminado.
Al final de la curación purifica el cristal, pero con cuidado para no despojarlo de la nueva vinculación. Sopla so-
bre el cristal fuertemente, colócalo en un altar o al sol. La vinculación es sólo frágil al principio y con el tiempo llega
a ser caso permanente.
Equilibrado de chacras
Haz que el paciente se tienda y se relaje por completo, instruyéndolo para que entre en un estado meditativo
por medio de la respiración. Sosteniendo un cristal en cada mano (los que tienen doble terminación son especial-
mente apropiados en este caso), hazlos girar en el sentido de las agujas del reloj sobre un par de centros de chacras -
vientre y frente, raíz y corona...- hasta que la intención perciba que cada par de centros está equilibrado. Mientras
haces girar los cristales visualiza que el color apropiado para cada chacra entra en él y lo abrillanta.
Primero equilibra el chacra del vientre con el centro de la frente. El color para la primera es el naranja y para el
segundo el índigo. Envía a cada chacra su color, visualizando que penetra en el centro con un movimiento espiral a
través de los cristales. Cuando la energía se desvanece en las palmas y ambos cristales están equilibrados, pasa al
siguiente par de centros. Esto requiere un tiempo variable, presta atención a las respuestas del paciente.
El segundo par de centros es el raíz -de color rojo rubí- y la corona -violeta o luz transparent,-. El tercer par a
equilibrar es el plexo solar y la garganta, el amarillo con el azul, ambos claros y brillantes. El último centro es el del
corazón, que puede equilibrarse tanto con la frente como con la corona. Envía al chacra del corazón un verde claro o
un rosa a través de los cristales. Los centros están siempre equilibrados en estos pares y por este orden.
Si ocurriera el caso de que el paciente se desbordara emocionalmente, el papel del sanador sería el de propor-
cionarle consuelo y ayuda, asegurándole que está a salvo y puede desahogarse libremente. Las manos que tocan los
chacras de la frente y el corazón son especialmente consoladores en ese momento. Cuando se calme, acaríciale el aura
y suavízala, enviando luz rosa. Después de equilibrar los chacras, con o sin liberación emocional, deja dormir al pa-
ciente si lo desea.
Imposición de piedras
Para sanar con cristales se emplea siempre el estado meditativo o la conexión con la Tierra y el centrado, es im-
prescindible conectarse con las ondas sanadoras terrestres antes y después de la terapia con el fin de no absorber la
negatividad con la que trabajamos. El paciente se tiende boca arriba en estado meditativo, mientras el sanador coloca
piedras de una sola punta en la misma dirección, o una serie de piedras con dos terminaciones de un extremo a otro.
Si el cristal apunta a la corona, se experimentará una sensación de elevación, energizante y con posible experiencias
psíquicas y despertar. Si los cristales apuntan hacia sus pies, la curación se revela en sensaciones de serenidad y sosie-
go. Los cristales en dos terminaciones establecen un flujo de energía que se desplaza en ambas direcciones, un canal
de polaridad.
Coloca un cristal sobre cada chacra, empezando por el que se encuentra bajo los pies de la persona y el situado
en su punto transpersonal, más allá de la corona. Pon un cristal en cada una de sus manos, uno sobre el chacra raíz,
uno sobre el vientre, otro por encima del ombligo -plexo solar-,otro en el hueco del esternón, un cristal en la base de
la garganta, otro en el centro de la frente y otro en lo alto de la cabeza, descansando en el suelo.
El paciente se relaja por completo y respira rítmicamente mientras se imponen las manos por encima de los
chacras. Efectúa el movimiento desde la cabeza a los pies, abriendo cada centro y manteniendo las manos por encima
hasta que las sensaciones de la curación se disipan. Sacude las manos para eliminar la energía negativa antes de pasar
al siguiente. Cuando termines, acaricia toda el aura y apártate hasta que la persona esté dispuesta a moverse, enton-
ces retira los cristales. Este ejercicio está especialmente indicado para el dolor de espalda crónico.
Chacra de la raíz
Conseguir mantener activo y abierto el chacra de la raíz debe ser uno de nuestros objetivos, pues cuando está
armonizado sentimos un mayor equilibrio emocional y psíquico, nos otorga realismo, iniciativa, espíritu de lucha y
espontaneidad. Cuando está bloqueado sufrimos un estado de malhumor, miedo y frustración. Estas emociones nos
impiden expresar nuestros sentimientos, deseos y necesidades y puede favorecer enfermedades como la ciática, obesi-
dad o anorexia, hemorroides...
Para abrir el chacra raíz nos tumbaremos sobre una alfombra, con los brazos estirados y las piernas separadas.
Colocaremos un cuarzo ahumado apuntando hacia la base de la columna y otro sobre el pubis y, a continuación,
haremos algunas inspiraciones profundas con el objeto de tranquilizar nuestra mente. Ahora en este estado mental
más calmado, al inspirar pensaremos que el aire nos llena de amor y energía positiva, y visualizaremos cómo va reco-
rriendo todos los chacras. Cuando lleguemos al de la raíz, retendremos ahí el aire cinco segundos, mientras mental-
mente veremos cómo el primer chacra se va abriendo gracias a las irradiaciones procedentes del cuarzo ahumado que
está hacia él e del que se encuentra sobres el pubis. Seguidamente comenzaremos a vaciarnos de aire muy despacio
conscientes del recorrido que realiza por el interior de nuestro organismo y desprendiéndonos de toda la negatividad
que nos agarrota y que bloquea el chacra raíz. Repetiremos el ejercicio durante 15 minutos aproximadamente. Para
finalizar, nos sentaremos en postura de loto con las manos descansando sobre las rodillas y sosteniendo en cada una
de ellas un cuarzo ahumado de los utilizados en el ejercicio, y meditaremos en el chacra raíz visualizándolo abierto e
iluminado por una potente luz morada.
Chacra sacro
Este chacra controla los órganos sexuales y reproductores. Así pues, es fácil deducir que su apertura y equilibrio
tiene mucho que ver con la experiencia de una sexualidad saludable y la ausencia de problemas relacionados con el
sexo, la concepción y la reproducción. Este centro regula así mismo las relaciones con nuestros semejantes y tiene
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mucho que ver con el hecho de poseer carisma y magnetismo en nuestra personalidad. Cuando permanece abierto
somos más creativos, y tenemos más valor y coraje a la hora de enfrentarnos a las dificultades vitales.
Antes de iniciar el ejercicio de apertura colocaremos sobre el chacra sacro un coral rojo y un granate apuntando
hacia los genitales, que se convertirá en la puerta por donde se drene hacia las piernas la energía negativa que bloquea
el chacra sacro. Nos acostaremos en el suelo, y trataremos de relajarnos unos minutos, haciendo diez respiraciones
profundas, procurando visualizar el paso del aire pro todos los chacras hasta llegar al de la raíz, y después espiraremos
lentamente. Al hacer esto nos desprendemos de todas las preocupaciones que hayamos acumulado a lo largo del día.
Luego inspiraremos y seguiremos mentalmente el recorrido del aire hasta que alcance el chacra sacro. A continua-
ción retendremos el aire durante cinco segundos, notando cómo la energía positiva se llena por completo el segundo
chacra y la forma en que las cálidas vibraciones del coral rojo lo van abriendo y hacen posible que nos sintamos más
fuertes y vitales, así como capaces de reconocer nuestra capacidad creativa. Podremos deshacernos de los temores, la
indecisión y el comedimiento que impiden nuestras expresiones vitales creativas, a través del chacra raíz, estimulado
por el granate que apunta hacia él. Al espirar visualizaremos el paso del aire haciendo el recorrido de los chacras a la
inversa. Repetiremos este ejercicio durante quince minutos, y después, sentados en postura de loto, con las manos
descansando en las rodillas y sosteniendo en la izquierda el coral rojo y en la derecha el granate, meditaremos en el
chacra sacro visualizándolo abierto.
Chacra de la garganta
Es el primero de los centros de energía superiores de energía sutil, vinculado a la verdad, la expresión y el cono-
cimiento. Cuando se encuentra activo, tendemos a ser más honestos y abiertos a la hora de comunicarnos, y más
justos a la hora de analizar a los demás. No sólo está vinculado al sonido, sino también a la audición, tan importante
es saber expresarse como saber escuchar. Asimismo nos ayuda a comprender y transmitir verdades pertenecientes a
planos superiores del conocimiento. Cuando está cerrado tendemos a la melancolía, al aislamiento, a una actitud
rígida e incomprensiva, a la falta de ideas y pensamientos tortuosos. Intentamos controlar a los demás por medio de
la palabra y, físicamente, repercute en nuestro sistema inmunológico y respiratorio. Vestidos con ropa cómoda, nos
tumbaremos en el suelo, manteniendo las piernas estiradas y juntas y los brazos extendidos por encima de la cabeza,
con las palmas hacia arriba -es un gesto de apertura hacia el plano superior-.
En el hueco que se forma en la base del cuello, colocaremos dos aguamarinas. Con los ojos cerrados, nos con-
centraremos en nuestra respiración, procurando llenar por completo los pulmones al inspirar. Notaremos cómo el
músculo del diafragma desciende, y sentiremos que el aire se expande por todo el contorno del torso. Exhalaremos
lentamente hasta quedarnos vacíos, sin aire, e iniciaremos de nuevo el ciclo de respiración. Una vez normalizada la
respiración, visualizaremos el color azul de las aguamarinas. Imaginaremos las ondas energéticas generándose en el
interior de sus sistemas cristalinos hexagonales como potentes rayos azules. Al inspirar veremos cómo esas vibracio-
nes penetran hasta el quinto chacra y lo inundan con su revitalizador color. Retendremos el aire unos instantes, dis-
frutando de las sensaciones que genera la apertura del chacra de la garganta, y a continuación espiraremos muy len-
tamente. Cuando hayamos vaciado por completo los pulmones, permaneceremos sin aire cinco segundos y luego
volveremos a inspirar trabajando de nuevo con la visualización de las vibraciones azules de las aguamarinas. Repeti-
remos este ejercicio durante diez minutos. Al finalizar, meditaremos sobre el chacra de la garganta. Ahora que está
abierto sentiremos las bondades de sus virtudes.
Chacra de la corona
Se trata de nuestra puerta a la espiritualidad, nos permite la comunicación directa con el cosmos y la experiencia
mística. Es en él donde se experimenta la unión del ser finito con el infinito. Controla los centros superiores del
cerebro y la glándula pineal. Nos hace sentirnos más humanitarios, estimula nuestro sentido del humor y la imagina-
ción. Cuando está cerrado podemos experimentar trastornos físicos y psíquicos muy diversos, desde inestabilidad
emocional, estados depresivos, hasta una sensación general de agotamiento físico. Podemos sentirnos ególatras, am-
biciosos, tozudos, inflexibles e inadaptables.
Nos acostaremos en el suelo con las piernas y brazo estirados. Las palmas de las manos deben estar hacia arriba.
Colocaremos un cristal de roca de una sola punta a unos diez centímetros de la cabeza con el vértice dirigido hacia
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ella. Entre el cristal de roca y la cabeza pondremos un berilo hialino para intensificar la vibraciones del chacra coro-
na. Antes de comenzar el ejercicio de apertura, cerraremos los ojos y nos concederemos unos minutos para hacer más
profunda nuestra respiración y relajarnos. A continuación, inspiraremos por la nariz y visualizaremos el recorrido
vivificador del aire por todo nuestro cuerpo. Nos sentiremos llenos de la energía positiva contenida en el aire y nota-
remos cómo éste se expande por todas nuestras células y llega hasta la cabeza alcanzando el chacra corona. En este
momento, retendremos el aire durante cinco o seis segundos, percibiendo cómo el calor de las vibraciones luminosas
del cristal de roca y el berilo hialino estimula el chacra de la corona llenándolo de luz blanca. Seguidamente sacare-
mos muy lentamente el aire por la nariz imaginando un halo de luz en forma de ele, que se origina en la corona y sale
al exterior a través de las fosas nasales. Repetiremos todo el ciclo durante quince minutos. Finalmente, meditaremos
concentrándonos en el chacra de la corona, visualizándolo lleno de luz blanca y plenamente activo. Observaremos
nuestras sensaciones sin juzgarlas, disfrutando de ellas.
Chacra causal
Se localiza en la parte posterior de la cabeza, a unos diez centímetros del chacra corona. Se considera un vértice
de transición entre los chacras mayores y los transpersonales superiores, de forma que a través de él es posible activar
la totalidad de los chacras.
Nos acostaremos en el suelo, con las piernas juntas y los brazos separados del cuerpo. Previamente, habremos
colocado una cianita a unos diez centímetros por encima del chacra corona. Iniciaremos el ejercicio concentrándonos
en la respiración. A continuación visualizaremos el azul de la cianita, que fortalece la comunicación de los sistemas
sutiles a nuestro organismo. Dirigiremos la mirada interior hacia el chacra corona, e inspiraremos e imaginaremos un
haz de luz azul que a modo de puente parte del chacra causal y, penetrando por el de la corona, recorre todo el siste-
ma de chacras principales hasta el de la raíz. Retendremos unos segundos el aire y espiraremos. Repetiremos la visua-
lización durante diez minutos ayudándonos siempre de la respiración, y luego meditaremos sobre el chacra causal,
atendiendo a su naturaleza silenciosa y pacífica. Percibiremos cómo la activación de este chacra favorece la armonía
interior.
ÁMBAR_HAPUI
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