INTRODUCCIÓN
La utilización de seres vivos como bioindicadores se basa en que las alteraciones de la calidad medioambiental
se pueden comprobar observando a organismos especialmente sensibles a estos cambios. Estos organismos
deben estar adaptados en menor o mayor grado ha un ambiente especifico, y cuando se altere la mínima
condición de ese ambiente generan una determinada respuesta, cambiando sus funciones vitales, composición
química o genética o incluso acumulando el agente, o variando su comportamiento. La observación de cambios
en los organismos o sus números poblacionales nos dará información indirecta sobre las posibles alteraciones
ambientales de un ecosistema.
Los bioindicadores biológicos son por ello muy útiles, fiables y económicos para evaluar la calidad ambiental
del suelo, el aire o el agua.
1. iabilidad taxonómica, es decir, el organismo tiene que poder ser fácilmente identificado por el
investigador.
2. Biología e historia natural bien conocidas. El investigador debe tener acceso a información confiable,
actualizada y comprobada sobre la historia natural de la especie, hábitat ciclo reproductivo y periodo de
actividad.
3. Poblaciones fácilmente inventariables y manipulables. El investigador debe poder encontrar, observar,
capturar, marcar y o recapturar la mayor cantidad de individuos de la población de acuerdo a las
necesidades del estudio y las características de la especie.
4. Los grupos y especies relacionadas deben ocupar una variedad de hábitats y amplio rango geográfico
5. Especiación de la población a un nicho y/o hábitat restringido. Cuanto más especializada sea la especie,
más sensible a los cambios ambientales y a la modificación del hábitat será. La alta sens ibilidad puede
servir como un mecanismo de alarma para el ecosistema entero. Las especies generalistas pueden servir
como indicadores de alteración total del hábitat al ser generalmente especies pioneras.
Mediante el uso de bioindicadores se obtienen índices biológicos, que se utilizan para procesar la información
obtenida y llegar a conclusiones. Se basan en que dependiendo de la sensibilidad de cada organismo a la
contaminación el índice biológico le asigna un valor, y de la suma total de los valores e una comunidad
obtenemos un valor final que nos da información sobre el estado del medio observado.
TIPOS DE BIOINDICADORES
Podemos encontrar bioindicadores de distintos tipos:
1.Bioindicadores de la calidad del suelo:
Es muy común el uso de medidas de la actividad microbiana, sobre todo de bacterias.
También se usan especies de plantas con gran resistencia a la contaminación como bioacumuladores.
2.Bioindicadores de la calidad del aire:
Se utilizan habitualmente líquenes tanto como bioindicadores como bioacumuladores debido a que carecen de
sistema excretor, lo que proporciona medidas muy fiables.
Actualmente se lleva a cabo el proyecto ³EUROBIONET´ cuyo objetivo es evaluar la calidad del aire e
identificar los contaminantes atmosféricos en diversas ciudades de Europa usando plantas bioindicadoras. Para
ello se utilizan cuatro plantas bioindicadoras: -Tabaco (` ) para detectar la contaminación por
ozono.
-Tradescantia para detectar los efectos mutagénicos de los contaminantes.
-Hierba (
) para la detección del azufre y de los metales pesados.
-Col rizada (
) que acumula compuestos orgánicos procedentes de la
combustión incompleta de combustibles fósiles en las ceras de sus hojas.
3.Bioindicadores de la calidad de aguas:
Se utilizan multitud de organismos como bacterias, protozoos, fitoplancton, musgos, algas, peces y
macroinvertebrados.
Estos organismos permiten medir condiciones del agua como: Saturación de oxigeno, condiciones de anoxia,
condiciones de pH, estratificación térmica y de oxigeno en la columna de agua, turbulencia del agua y presencia
de determinados elementos.
Se utilizan generalmente como bioacumuladores los peces por ser el final de la cadena trófica.
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