Pero antes de pasar a las críticas veamos brevemente algunos conceptos centrales:
concentración, convergencia e integración.
-una dimensión comunicativa: “La revolución digital (...) ha planteado el reto de crear
una nueva retórica periodística multimedia”.
-una dimensión profesional: “Los nuevos entornos profesionales han hecho que los
periodistas, particularmente en los periódicos, vean cómo su trabajo se ha hecho más
exigente: ahora es preciso trabajar más deprisa (para ofrecer avances informativos
desde la edición en Internet), conocer nuevas técnicas de investigación para el uso de
las fuentes digitales, y dominar los códigos tanto textuales como audiovisuales para la
elaboración de contenidos multimedia".
Muchas empresas de comunicación optaron por estrategias en esta línea, aunque con
diferentes enfoques. La mayoría compartió la dificultad de combinar la cultura de los
periodistas de tradición impresa con los de las plataformas digitales. Y con el paso del
tiempo surgieron nuevos desafíos a esta apuesta.
En un artículo publicado en The Guardian que lo comenta se afirma que "uno de los
hallazgos más importantes" de la investigación (realizada en Estados Unidos, claro) es
que "si bien hay pruebas de que algunas integraciones de las redacciones y de los
departamentos de ventas son efectivos, hay más evidencia de que el progreso es más
rápido cuando las [áreas] digitales se mantienen separadas".
"Las compañías más grandes deberían analizar el potencial de crear staff separados,
particularmente en el sector de negocios. Hemos encontrado de hecho compañías
exitosas con integraciones (...) pero otras demostraron que pueden competir más
efectivamente al desarrollar departamentos digitales exclusivos para adaptarse a
circunstancias cambiantes", se lee en el informe de la entidad universitaria.
"El código fuente de las redacciones -online y offline- necesita actualizaciones, para
adquirir nuevas funcionalidades y reinventar la oferta. Porque como si se tratara del
software, en la industria del periodismo, tarde o temprano, por las buenas o por las
malas, vamos a tener que aceptar que ya no existen los productos cerrados, los
soportes inmortales ni las audiencias cautivas. Las fotos que tomamos al porvenir
siempre salen movidas, pero no es difícil saber que llevarán las de ganar aquellos que
logren rediseñar el modelo de organización periodística", agrega.