Una vez restaurada la democracia en la Argentina, quedó claro para las Abuelas
que necesitaban de técnicas científicas que pudieran identificar fehacientemente
a sus nietos secuestrados. De esa forma se conectaron con científicos de
distintos países que las han ayudado a través de su historia. Ya existían en el
país algunos centros que realizaban estudios de filiación. Uno de esos centros
era el Servicio de Inmunología del Hospital Durand, que había sido habilitado por
el Centro Unico Coordinador de Ablación e Implantes (CUCAI) como centro
tipificador para estudios de histocompatibilidad (HLA).
A pedido de Abuelas de Plaza de Mayo, en el año 1987 se promulga la Ley
Nacional 23.511 que crea el Banco Nacional de Datos Genéticos (B.N.D.G) que
funcionaría en el Hospital Durand. Desde el año 1984 se comenzaron a realizar
las primeras pericias para determinar la abuelidad y poder identificar a los
menores secuestrados por el terrorismo de Estado.
Los principales puntos que estipula esta ley son: *Los análisis son gratuitos
para todas aquellas personas que buscan a un menor secuestrado o nacido en
cautiverio durante la última dictadura militar. *El B.N.D.G. deberá funcionar por
lo menos hasta el año 2050, dada la expectativa de vida existente en nuestro
país. *Los jueces nacionales están obligados a pedir la pericia inmunogenética
en el B.N.D.G., de cualquier persona que se sospeche sea hijo de desaparecidos,
para el análisis y posterior entrecruzamiento de los datos genéticos, con la
información de todos los grupos familiares existentes en dicho Banco. *El
B.N.D.G tiene la capacidad de implementar cualquier técnica que surja en el
futuro para la identificación de personas.
Cuando se empezó a trabajar en el año 1984 en el B.N.D.G. se realizaban para
determinar la identidad de una persona las siguientes técnicas:
1)Grupos Sanguíneos
2)Proteínas plasmáticas
3) Enzimas eritrocitarias
4) Antígenos HLA
Las tres primeras son muy útiles para excluir un vínculo biológico, pero por sí
La Memoria
Prof. Andrea Raffa
mismas no podrían dar una inclusión. Por ejemplo: si un niño es grupo
sanguíneo 0Rh + y su padre alegado también es 0Rh +, no se puede concluir que
el sujeto es el padre del menor ya que el 66% de la población es 0Rh+. Pero si el
padre alegado es 0Rh -, sí se puede excluir la paternidad de ese hombre.
Estas tres técnicas unidas a los antígenos HLA permiten llegar a un rango de
exclusión del 99,9%. Los antígenos de histocompatibilidad (HLA) fueron
descubiertos por el profesor Jean Dausset. Su función en el organismo es la de
identificar las células propias del cuerpo y a los organismos invasores. Cuando
reconoce algo como ajeno activa el sistema inmune contra esa partícula. Es por
esta razón que se estudia el HLA en los transplantes de órganos para saber si
son compatibles con su receptor.
Los antígenos HLA se encuentran anclados en las membranas de las células
hacia el exterior Se encuentran en todas las células nucleadas del organismo y
su estudio generalmente se hace sobre los glóbulos blancos que se extraen de
una muestra de sangre.
Es bastante lógico pensar que si la función es la de reconocer lo “propio” de lo
“ajeno” estos antígenos tienen que ser muy variables de una persona a otra. El
sistema HLA es el más polimórfico que se conoce y está codificado por los
genes del Complejo Mayor de Histocompatibilidad que se encuentran en el brazo
corto del cromosoma 6. Su herencia es mendeliana (50% del padre y 50% de la
madre) y la frecuencia poblacional de estos antígenos está muy bien estudiada
en nuestro país.
A partir de 1989, el B.N.D.G. implementa el estudio del polimorfismo del ADN
para la identificación de menores secuestrados durante la dictadura y
posteriormente también empezó a realizar el estudio del ADN mitocondrial.
El estudio del polimorfismo del ADN mitocondrial para determinar un vinculo
biológico materno fue desarrollado por los doctores Mary-Claire King y Cristian
Orrego en los Estados Unidos. Para Abuelas de Plaza de Mayo fue muy
importante contactarse con ellos, ya que en muchos casos de niños
desaparecidos se desconoce la rama paterna, por lo que era necesario contar
con una técnica que determinara exclusivamente la rama materna (con las otras
técnicas se necesitan a ambas ramas) hasta que se pudiera averiguar quien era
el padre del menor secuestrado y analizar a su familia. El conocimiento de que el
conjunto de las características genéticas de cada ser humano es único, dio
origen a nuevas posibilidades para probar relaciones de parentesco y reabrió el
debate en torno a la legitimidad que de ello deriva. En efecto, el hecho de que las
pruebas genéticas de filiación se hayan convertido en el criterio político que, en
última instancia, determina el sentido de una acción, es un fenómeno
relativamente nuevo.