El llamado libro infantil y juvenil existe, en estrecha relación, no sólo con el sistema del
libro al cual pertenece por definición, sino también con otros factores que, de manera
el libro actúa como un indicador veraz del desarrollo porque es, a la vez, un hecho y un
espacio cultural.
Como hecho cultural, es una fuerza resultante de otras de carácter social, económico,
político que se fusionan en el soporte privilegiado del libro, expresando de esta forma
confrontan, aprehenden y asumen sus propias identidades individuales, las de sus pueblos, y
Entonces, cualquier política del libro infantil que se diseñe, además de centrarse en este
producto cultural, lo hará también en sus receptores y en la difusión del respeto de sus
derechos a una vida en la cual puedan desarrollar al máximo sus potencialidades y elegir
De esta forma, las políticas del libro infantil y juvenil estarán en mejores condiciones de
contrarrestar las políticas que crean abismos de desigualdad social y sumen en la pobreza
Tanto la elaboración de esta política como su ejecución deben inspirarse en una integración
local no debe faltar el concurso de los conocimientos y experiencias que resumen a lo largo
• Un fondo monetario para el desarrollo del libro infantil y juvenil, al cual tributarían
políticas del libro infantil y juvenil van a insertarse, la realidad de la situación de las
políticas vigentes para el libro infantil y juvenil y la promoción de la lectura, la realidad del
juvenil.
jóvenes, las políticas del libro infantil y juvenil deben considerar como objetivo principal
consumo y que garantice que no se coarte a los autores ni a los editores en su acción
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creativa o de selección, así como permita a las editoriales nacionales publicar obras
significativas que dimensionen las identidades de sus pueblos y preserven sus culturas.
competencia lectora no como una tarea técnica sino como un proceso social. Y es en este
ejercicio democrático que el niño y el joven deben ser escuchados, para contribuir a que
En consecuencia, las políticas del libro infantil y juvenil deben inspirarse y dirigirse a la
creación de las condiciones necesarias y suficientes para que este libro se pueda
crítico.
• la creación de un acervo regional que rescate las obras significativas de cada país y
desfasaje tecnológico de gran parte de los países de la región y que, además pueda
• Apoyar y promover las ferias del libro infantil y juvenil como lugar de encuentro y
de conocimiento mutuos, que den cabida a diversas formas editoriales que incluyan
reflexiones acerca del libro infantil y juvenil y la lectura, así como el conocimiento
• Apoyar los eventos que promueven la reflexión y el intercambio acerca del libro
En cualquier caso, tanto las políticas regionales como las nacionales, deben dirigir sus
acciones hacia las comunidades (rurales, indígenas, barriales), porque ellas, como espacio
dichas políticas.
lectura.
similares puedan realizarse, siempre quedará un lugar para inquirir sobre qué libro infantil y
juvenil se debe privilegiar; qué deben leer los receptores que ocupan, en última instancia, el