J. Uberos Fernández
ETIOLOGÍA.
En nuestro medio, el 32 % de las diarreas agudas supuestamente infecciosas
tienen un coprocultivo positivo, siendo los agentes bacterianos habituales Salmonella y
Campylobacter. En tanto, en niños menores de dos años el agente etiológico habitual es
el rotavirus. Se reconocen 5 categorias de virus humanos capaces de producir
gastroenteritis: rotavirus, adenovirus entéricos, virus Norwalk, calicivirus y astrovirus.
El rotavirus es la causa más frecuente de deshidratación aguda infantil por diarrea en
países desarrollados, siendo su máxima incidencia en edades entre 3 y 15 meses de vida.
El adenovirus sería el siguiente agente etiológico en orden de frecuencia, y en contraste
con los serotipos de adenovirus convencionales, no ocasionan ni nasofaringitis ni
queratoconjuntivitis (4,5).
La etiología habitual de las diarreas agudas en la infancia nos permite agruparlas
en dos grandes grupos: infectivas y alimentarias. Aunque deben considerarse otras
posibilidades etiológicas como alérgica, funcional, hepatobiliar, pancreática o
inflamatoria, que serán comentadas más adelante.
PATOGENIA.
Se reconocen al menos dos mecanismos de producción de diarreas infectivas:
invasión de la mucosa intestinal por el microorganismo y producción de enterotoxinas
(5).
Diarreas invasivas.
Algunas bacterias como Shigella, Salmonella, Yersinia, Campylobacter y
algunos virus (rotavirus fundamentalmente), pueden invadir el epitelio y originar diarrea
aguda por mecanismos fisiopatológicos distintos. Al contrario que las bacterias
toxigénicas que afectan preferentemente intestino proximal, las bacterias
enteroinvasivas tienen apetencia por las células de colon, ileon y yeyuno distal.
La secuencia patogénica de actuación de los gérmenes enteroinvasivos
consistiría básicamente en:
- Adherencia del germen a la membrana epitelial.
- Vacuolización del germen hacia el citoplasma epitelial.
- Proyección del germen hacía la lámina propia.
- Reacción inflamatoria a nivel de lámina propia.
- Elevación local de las prostaglandinas que inhiben la síntesis de AMPc y
bloquean la bomba de Na+.
Los virus originan diarrea por mecanismos citopáticos, originando descamación
celular de los enterocitos infectados, que son sustituidos por enterocitos inmaduros,
causa de diarrea secretora y déficit de lactasa.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS.
En función del agente etiológico la diarrea se puede manifestar como un
complejo sindrómico que incluye vómitos, deposiciones acuosas o sanguinolentas con o
sin tenesmo, dolor abdominal y fiebre. Aunque en las diarreas de origen infeccioso una
potencial causa de mortalidad y morbilidad puede deberse a la diseminación del
microorganismo originando sepsis, artritis o meningitis, sobre todo en individuos
inmunodeprimidos o lactantes en sus primeros meses de vida; la mayor mortalidad y
morbilidad de los episodios diarreicos se debe a la deshidratación originada del
disbalance entre pérdidas hídricas e ingresos (1).
Por otro lado, durante los episodios de gastroenteritis aguda se produce una
mayor absorción de macromoléculas por parte del intestino, que puede relacionarse en
los lactantes pequeños con el ulterior desarrollo de sensibilización a las proteínas
alimenticias; esta situación puede prolongarse durante meses, aunque desaparece
siempre en el curso del primer año.
La severidad de la deshidratación se estima en base a los criterios expuestos en
la Tabla 2. En todo paciente pediátrico con deshidratación moderada o severa se deben
efectuar determinaciones de Na+, K+, urea, creatinina y gases sanguíneos, la valoración
inicial de estos parámetros es de utilidad para el enfoque terapéutico inicial y la
elaboración de su pronóstico. La distinción entre oliguria de origen renal y prerenal la
hacemos en base a la excreción fraccional de sodio (FENa). En lactantes el índice FENa
<1-2 % indica origen prerrenal.
Na orina
Na plasma
FeNa =
Creatinina orina
Creatinina plasma
TRATAMIENTO.
La hidratación oral es adecuada en la mayoría de las deshidrataciones leves
moderadas, se observa fallo de esta terapia en un 3-4%, sólo entonces se precisará
rehidratación parenteral (11-13). La pauta a seguir se muestra en la Tabla 3.
Los niños deshidratados están sedientos y habitualmente no rechazan la
rehidratación oral; tan solo si la hidratación oral no es posible se debe recurrir la
rehidratación parenteral. Si existen vómitos se aconseja disminuir los volúmenes
administrados y la frecuencia de administración (de 5-10 ml/min a 2-5 ml/5 min.); se
consigue así generalmente mejorar la tolerancia digestiva y proseguir la rehidratación
por vía oral. En los países desarrollados las soluciones de hidratación oral deben
contener Na+: 60 mmol/l, Cl-: >25 mmol/l, K+: 20 mmol/l y glucosa: 74-111 mmol/l. En
la Tabla 4 se muestran las composiciones de algunas de las soluciones de rehidratación
utilizadas habitualmente.
Ante un paciente pediátrico con deshidratación los criterios de ingreso
hospitalario incluyen:
- Deshidrataciones severas (mayores o igual al 10% del peso corporal).
- Las deshidrataciones leves-moderadas deben ser observadas en el hospital
durante al menos 6 horas (4 horas en la fase de rehidratación y 2 horas en la de
mantenimiento).
- Alto riesgo de deshidratación: lactantes menores de 6 meses con deposiciones
líquidas muy abundantes y frecuentes (mas de 8/dia) o vómitos (mas de 4/dia).
- Condiciones familiares poco favorables para la administración del tratamiento.
Na actual
Pérdidas (L) = ( • L.C.T.) - L.C.T.
Na deseado
Siendo L.C.T. el líquido corporal total (LCT) en litros = (0.61 x Kg) + 0.25.
El sodio se administra el mantenimiento para 48 horas mas las pérdidas, siendo las
pérdidas (mEq)= 2-5 mEq por cada 100 ml de agua perdida.
Alimentación.
Debe introducirse la alimentación lo mas precozmente posible (14):
- Los pacientes en lactancia materna deben continuar la lactancia durante la fase
de rehidratación e hidratación de mantenimiento.
- Los pacientes con lactancia artificial reintroducirán la lactancia a la
concentración habitual durante la hidratación de mantenimiento, después de la
fase de rehidratación (4 horas).
- En etapas posteriores se introducirá la alimentación después de la fase de
rehidratación, evitando contenido graso y azúcares simples en los alimentos.
Los antidiarreicos con efecto sobre la motilidad intestinal no están indicados en
pediatría. El racecadotrilo, inhibidor de la encefalinasa intestinal es un reciente
medicamento que se ha aprobado para uso en la diarrea infantil ya que parece acortar la
secreción diarreica intestinal y disminuir la duración media del proceso diarreico, sin
embargo serán necesarios series de estudios mas amplias para establecer su utilidad real
(15).
El tratamiento antibiótico puede considerarse en los siguientes casos:
pacientes con enfermedad invasiva por Salmonella typhi, Shigella, amebiasis o
giardiasis, menores de 6 meses con otras infecciones por Salmonella y mal estado
general o inmunocomprometido; en los demás casos no parece justificado. El empleo de
antibióticos puede reducir la excreción bacteriana por heces y disminuir el riesgo de
infección cruzada en las diarreas por Shigella y V. colérico, donde puede estar indicado
el tratamiento antibiótico. La gastroenteritis infecciosa en lactantes de menos de 3
meses, la existencia de bacteriemia o la infección por Campilobacter jejuni pueden ser
indicaciones de tratamiento antibiótico (16).
REFERENCIAS.