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Proyecto 17168, Financiamiento

vivienda

ASAMBLEA LEGISLATIVA DE LA
REPÚBLICA DE COSTA RICA

PROYECTO DE LEY

ADICIÓN DE UN INCISO E) AL ARTÍCULO 66 DE LA LEY DEL


SISTEMA FINANCIERO NACIONAL PARA LA VIVIENDA,
N.º 7052, DE 13 DE NOVIEMBRE DE 1986, CON EL
FIN DE INCORPORAR A LAS ASOCIACIONES
SOLIDARISTAS COMO ENTIDADES
AUTORIZADAS

ÓSCAS LÓPEZ ARIAS


DIPUTADO

EXPEDIENTE N.º 17.168


DEPARTAMENTO DE SERVICIOS
PARLAMENTARIOS

PROYECTO DE LEY

ADICIÓN DE UN INCISO E) AL ARTÍCULO 66 DE LA LEY DEL


SISTEMA FINANCIERO NACIONAL PARA LA VIVIENDA,
N.º 7052, DE 13 DE NOVIEMBRE DE 1986, CON EL
FIN DE INCORPORAR A LAS ASOCIACIONES
SOLIDARISTAS COMO ENTIDADES
AUTORIZADAS

Expediente N.º 17.168

ASAMBLEA LEGISLATIVA:

Es un gran orgullo para el suscrito Diputado acoger propuestas,


presentadas por el pueblo, ya que ello nos demuestra que el pueblo no está de
brazos cruzados esperando que los demás resuelvan sus problemas.

Los miembros del Movimiento Solidarista quieren mediante la siguiente


propuesta formar parte de la solución del asunto no simplemente esperar a que el
sistema les dé soluciones.

En 1947 se sientan las bases del solidarismo en Costa Rica, gracias a la


visión del Lic. Alberto Martén Chavarría, quien el 15 de setiembre de ese año
expresó “Inicié yo conversaciones con un numeroso grupo de empresarios,
trabajadores y políticos y propuse un plan para unir a la clase trabajadora y a la
clase empresarial, con lazos de indestructible unidad para fomentar la prosperidad
de todos y me llevé una gran sorpresa de la acogida que recibí”.

El solidarismo es un producto tico, es nuestro, son 60 años de promover el


ahorro, la armonía obrero patronal y el desarrollo integral de los trabajadores y sus
familias.

En Costa Rica actualmente hay 1.600 asociaciones solidaristas, manejando


un patrimonio de más de 3.000 millones de dólares. Ningún movimiento en
nuestro país ha logrado captar la esencia del pacifismo en Costa Rica, la nacional
tendencia en pro del diálogo y la negociación y el rechazo de la lucha y la
confrontación.

Una asociación solidarista es conformada por los trabajadores, que


administran recursos provenientes de dos fuentes principales a saber: el ahorro
mensual de los trabajadores y el aporte mensual de la empresa. El aporte
patronal corresponde a un adelanto sobre la cesantía del trabajador, que se
entrega a este junto con el ahorro que hubiese acumulado, una vez que abandone
la empresa, independiente de si ese abandono ocurre con responsabilidad
patronal o sin ella. El fondo de ahorro se instituye a nombre de los trabajadores
quienes lo administran por medio de una directiva, permitiendo no solo el
resguardo de los recursos, sino también, la creación de programas de préstamo,
vivienda, asistencia socioeconómica y beneficios varios en favor de los
trabajadores.

Con este esquema se promulga en 1984, la Ley de Asociaciones


Solidaristas, que otorga al solidarismo los mismos derechos y prerrogativas
legales de otros movimientos sociales, como el cooperativismo y el sindicalismo
democrático. Con ello el solidarismo adquiere el reconocimiento legal que le
permite su expansión y desarrollo constante a lo largo de las dos décadas
siguientes.

No ha sido fácil para este movimiento abrirse camino en medio de una


sociedad y un mundo, terriblemente enfrazcado en el discurso del antagonismo.
No ha sido fácil propiciar el cambio de paradigma en materia laboral, porque el
propio Derecho laboral emanó históricamente de un contexto profundamente
confrontativo. Sin embargo, el éxito cosechado por el Movimiento Solidarista
Costarricense no deja lugar a dudas, el solidarismo constituye un mecanismo
efectivo para mejorar la calidad de vida de los trabajadores, sin lesionar la
convivencia pacífica en el seno de la empresa y sin sacrificar la productividad y
competitividad de la misma.

En cuanto a vivienda se refiere el solidarismo solo en los últimos cinco años


ha proporcionado 25,000 soluciones de vivienda para aquellos que menos tienen.
Actualmente tiene un programa con el Banco Popular y Desarrollo Comunal,
donde las asociaciones actúan con banca de segundo piso. A la fecha, con esta
alianza, se han colocado 1,350 millones de colones y hay más asociaciones
interesadas. Es conocido que estas organizaciones tienen bastante liquidez, pero
se trata de hacer más y aquí el rol del Banco ha sido fundamental. Estamos en
presencia de una unión de recursos para atender la creciente demanda de
vivienda de los solidaristas costarricenses.

No obstante, llama la atención que el solidarismo no está autorizado para


tramitar el bono de vivienda, como sí lo están las asociaciones mutualistas de
ahorro y préstamo, los bancos del Estado, los bancos privados, las cooperativas y
fundaciones; es decir, el Sistema Financiero Nacional e instituciones de la
economía social, de la cual el solidarismo forma parte.

De contar con esta herramienta que requiere una reforma a la Ley del
Sistema Financiero Nacional para la Vivienda, podría garantizarse el acceso a una
vivienda digna a más costarricenses y bajo una administración con poca
burocracia y un manejo “barato” de los recursos.

Por los motivos antes expuestos someto a consideración de las señoras


diputadas y los señores diputados el siguiente proyecto de ley.

LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DE LA REPÚBLICA DE COSTA RICA

DECRETA:

ADICIÓN DE UN INCISO E) AL ARTÍCULO 66 DE LA LEY DEL

SISTEMA FINANCIERO NACIONAL PARA LA VIVIENDA,

N.º 7052, DE 13 DE NOVIEMBRE DE 1986, CON EL

FIN DE INCORPORAR A LAS ASOCIACIONES


SOLIDARISTAS COMO ENTIDADES

AUTORIZADAS

ARTÍCULO ÚNICO.- Adiciónase un inciso e) al artículo 66 de la Ley N.º 7052, Ley del Sistema
Financiero Nacional para la Vivienda, de 13 de noviembre de 1986, el que dirá:

“Artículo 66.-

[…]

e) Las Asociaciones Solidaristas.”

Rige a partir de su publicación.

Óscar López Arias

DIPUTADO

25 de setiembre de 2008.

NOTA: Este proyecto pasó a estudio e informe de la Comisión


Permanente de Asuntos Económicos.

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