Universidad Autónoma de Chiapas

Facultad de Humanidades

Psicología en la comunicación

Carolina Farrera

Yessenia Cahuaré Morales

4to “A”

Eros en su travesía existencialista

Las ataduras y esclavitudes del mundo libre

 introducción

Desde la concepción mitológica de la leyenda de Eros (dios del amor, hijo de

afrodita) y Psique (alma, convertida por Zeus en inmortal), se une para siempre
el amor y el alma.

Para el hombre siempre ha existido la necesidad de compartir afección con otro

ser, siempre ha sido complejo comprenderlo, pero es de gran importancia para
la felicidad humana.

El amor, por más que sea un sentido universal tiene diferente asimilación en
cada persona. Como principio universal se tiene la afección hacia otras
personas, pero la forma de ser partícipe en esta afección es la variante.

Sin embargo, para nuestros días el sentido al amor se ha ido perdiendo o

modificando drásticamente; el deseo pasional y de intimidad del amor
romántico es lo que se impone antes del desarrollo pleno del verdadero amor.

<<Los hombres no disfrutamos de nuestro presente porque siempre deseamos

otro y, cuando logramos tener ese otro, sufrimos inconsolables por haber
perdido el anterior.>> (Sánchez, 1994).

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El existencialismo es la doctrina filosófica que concibe al hombre en su
existencia, en su goce por la temporalidad en la vida. En esta doctrina el
principio básico se mueve a través de la libertad. El hombre existe a partir de
que piensa.

 Desarrollo

El hombre está conformado de emociones, inteligencia y cuerpo; estos factores

son los que influyen en la determinación que cada uno tiene y pretende en la
vida. En su correcto equilibrio se encontraría la estabilidad perfecta del ser,
parte del problema radica en la inclinación con más frecuencia e insistencia en
alguno de ellos.

Las emociones, desde la subjetividad claro está, es la que mueve al ser, es la

que escarba en el sentido más profundo lo sublime de cada individuo y deja al
descubierto la susceptibilidad e inocencia.

La inteligencia, por el contrario es aquella que se encuentra bañada en la

razón, es la que permite pensar antes de actuar.

El cuerpo muchas veces nada más se utiliza como instrumento y no se le da el

valor y la relevancia que merece.

<<El amor es una síntesis de ingredientes físicos, psicológicos y espirituales.

Por el amor verdadero somos más dueños de sí, y nos ennoblecemos. Tiene
los ingredientes necesarios: es exclusivo, y brota de una afinidad que se
desliza hacia la elección; se produce una excursión hacia la intimidad de la otra
persona, con lo que esto implica: descubrirla y ser partícipe de sus deseos e
ilusiones. >> (sexualidad ligth)

Cuando se está enamorado, se busca la libertad del ser amado, la plenitud, su

realización, se le hace comprender el goce la vida y no la tristeza que hay en
ella. No te sientes dueño de su tiempo ni espacio, se busca su bienestar en
armonía con el propio.

Robert Stenberg, habla del amor y dice que éste se encuentra compuesto por
tres factores:

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*componente de intimidad: se refiere a los sentimientos creados por la
cercanía y unión.

*componente pasional: se mueve por las reacciones provocadas por el sexo,

la cercanía física y el romance.

*componente decisión compromiso: es cuando se piensa que se ama a

alguien y se tienen sentimiento de compromiso.

Las relaciones actuales se mueven sobre una plataforma, donde todo se

aprecia de una manera superficial, es decir, se colocan con mayor frecuencia
en el segundo componente del amor, que en pocas palabras no es amor
verdadero, pues solamente se busca el placer y el goce con el ser que se
comparte un momento.

Jean Paul Sartre, filósofo francés existencialista dice que los valores y la moral
limitan la libertad humana, porque estos en lugar de orientar y dar sentido a la
libertad, lo que hacen es despojar al hombre de su propio valor. Para Sartre la
libertad es el fundamento de la esencia que el hombre se va fraguando.

Con la libertad el hombre le da sentido a las cosas. Al comportarse el hombre

como objeto utiliza mecanismos por medio del amor, el lenguaje y el
masoquismo, para atraer al otro ser como sujeto.

El amor consiste en hacerse fascinante al otro, de tal manera que se logre

cautivar su atención y su libertad. En el masoquismo el individuo se hace
juguete o instrumento del otro. El lenguaje trata de atraer la libertad del otro por
medio de expresiones que llevan al individuo a la capacitación de lo que el otro
quiere.

Al comportarse el hombre como sujeto hace uso de procedimientos para

cosificar al otro, por medio de:

• la indiferencia que consiste en hacer caso omiso del otro como

persona y tratarlo como una función en medio de mi vida.

• El deseo sexual se propone reducir al otro, no la condición del

cuerpo.

• El sadismo trata al otro como juguete que le produce placer.

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A partir de este análisis de Sartre se identifica un punto concebible en el amor,
pero negado, pues contradice los valores que todas las personas dicen poseer.
La belleza física se torna con gran importancia, pues este se convierte en un
elemento tan primordial para que se pueda generar cierto afecto con alguien, y
se produzcan sentimientos que surgen a partir de lo externo.

De ahí de donde nazca gran parte de la confusión de sexo y amor << en la

relación sexual sin amor auténtico el otro es un objeto de placer. No se busca
el bien del otro, sino el goce con él. Se instrumentaliza y utiliza al ser querido
para satisfacer, se dan los encuentros físicos para disfrutar recíprocamente y
se da una utilización mutua; a diferencia del amor donde se produce una
excursión hacia la intimidad de la otra persona, esto implica descubrirla y ser
partícipe de sus deseos e ilusiones. >> (sexualidad ligth)

<<el acto sexual con amor, el otro es aceptado como persona y el hecho de
quedar desnudos uno frente al otro se produce una entrega singular en el que
ambos dan y reciben amor. Son dos intimidades que se fundan y buscan
ayuda. >> (sexualidad ligth)

El filósofo alemán existencialista Federico Nietzsche nos habla del querer

<< ¿qué es el querer? .-Nos reímos del que sale al umbral de su puerta en el
momento en el que el sol asoma al de la suya, y dice: “quiero que salga el sol;
y aquel que no pudiendo detener la rueda exclama: “quiero que ruede”; y aquel,
que derribado en el suelo de la lucha dice: “estoy en el suelo porque quiero”.
Pero bromas aparte, ¿nos conducimos alguna vez de diferente modo que esos
tres hombres, cuando decimos: quiero? >> (Nietzsche, 1981).

Con este pensamiento que otorga Nietzsche al querer, critica a la sociedad

misma que por moverse bajo influjos superficiales, se ciega, se niega a sí
misma y a sus individuos el acogimiento del amor, este puede tornarse frente
ellos y jamás percatarse de que se encuentra ahí. La sociedad en la que nos
desenvolvemos nos ha enseñado a ver las cosas de una manera trágica, y no
buscarle en sentido mínimo pero no por ellos ajeno a las circunstancias que se
nos presentan en nuestra existencia.

<< ¿ No será egoísta ?.- este está vacío, y querría estar lleno; aquel
rebosando, y quería vaciarse: ambos se sienten impulsados a buscar un

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individuo que les ayude a realizar su fin. Este fenómeno, interpretado en un
sentido superior, lleva en ambos casos el mismo nombre: “amor”. ¿Cómo?
¿Será el amor algo desprovisto de egoísmo? >> (Nietzsche, 1981)

El sentimiento de complementariedad es lo que llena este cuestionamiento

planteado por Nietzsche, las afiliaciones amorosas se llevan a cabo por buscar
quien pueda llenar el vacío que se siente, la necesidad de compartir con
alguien, pero Nietzsche supera lo que se encuentra por encima de estas
afiliaciones, escarba la razón del amor y el egoísmo que el hombre reproduce
cuando se regocija en otro ser buscando su propio bienestar, inhibiendo y
enajenándose del sentir del prójimo.

El amor verdadero planteado por Nietzsche: <<El amor iguala.- el amor quiere
quitar del amado todo sentimiento que haga de él un extraño; está, por
consiguiente, lleno de disimulo y de asimilación; engaña sin cesar, y representa
la ficción de una igualdad que realmente no existe. Esto es tan instintivo, que
mujeres enamoradas niegan el disimulo y este dulce y continuo engaño, y
sostienen audazmente que el amor hace iguales: es decir, que realiza el
milagro de los milagros.>> (Nietzsche, 1981)

Juzga y critica nuevamente los espejismos idealistas con los que no

manejamos, esto es bajo los valores moralistas que más allá de dejar ser,
limitan a aferrarse e idealizar al amor de una manera errónea.

 Conclusión

Al amor se le ha manipulado, mediante las diferentes reglas y normas

impuestas por las costumbres, en lugar de guiar hacia una felicidad completa
nos envuelve en diversas confusiones que alientan a la eliminación de las
virtudes reales y no sugestivas ni figurativas del amor.

La doble moral que se juega en nuestra sociedad, inducida principalmente por

los medios de comunicación han forjado a individuos light, que se dejan llevan
llevar por lo que ven, lo que pueden apreciar únicamente por encima de lo
demás.

El sereno que se coloca sobre las rocas, solo se inhibe con el calor. Para poder
ver a los demás hay que bajar la mirada y no solo apreciar lo que está encima

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de la tierra, sino lo que está en el fondo y que permite estar en ella, ir más allá
de toda manifestación corporal y poder encontrar señales del alma.

Tocar las manos para traspasar la piel y sentir la fibra, poder escuchar lo que
no quieren decir los labios, poder mirar lo que los ojos pretenden ocultar y
poder respirar a lo que temen acercarse.

<<El amor ideal destruye el corazón, porque no existe.

Sólo se ama cuando se conoce a la persona a nivel profundo. Para ello es

necesario cultivar una amistad real.

El verdadero amor no es ciego, la idealización sí>> (Sánchez, 1994)

 Bibliografía:

Nietzsche, F. (1981). Aurora. En F. Nietzsche, Aurora (págs. 76 pp, de 206

pp). México: Editores Mexicanos Unidos S. A.

Sánchez, C. C. (1994). Juventus en Éxtasis. México: Diamante.

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