Anda di halaman 1dari 34

LA SANGRE

En este capítulo estudiaremos: G1. Generalidades


G2. Propiedades
G3. Los elementos figurados de la sangre
G3.1. El frotis
G3.2. El recuento globular
G4. Los glóbulos blancos
G4.1. Los neutrófilos
G4.1.1. La inflamación
G4.2. Los eosinófilos
G4.3. Los basófilos
G4.4. Los linfocitos
G4.4.4. Los linfocitos y las reacciones inmunológicas
G4.5. Los monocitos
G5. Los glóbulos rojos
G5.1. Estructura histológica y composición química
G5.2. Los índices hemáticos
G5.3. Anemias
G5.4. Aglutinación y grupos sanguíneos
G6. Las plaquetas sanguíneas
G6.1. La coagulación sanguínea
G7. El plasma sanguíneo
G8. La médula ósea
G8.1. Formación de células rojas
G8.2. Formación de células blancas
G8.3. Formación de las plaquetas
G8.4. Factores estimulantes de la hemopoyesis

G1. GENERALIDADES

Ha sido considerada por muchos autores, como un tejido de sustancia intercelular líquida,
aunque en realidad es un tipo especializado de tejido conectivo, y lo más acertado parece re-
conocerla como un líquido que tiene en suspensión coloides y cristaloides, células, fragmentos
de células y gases.

Los coloides forman una seudosolución y están fundamentalmente representados por las
proteínas, en tanto que los cristaloides forman una solución verdadera y están representados
por las sales y por los minerales. Las células de la sangre son los glóbulos rojos y los blancos y
los fragmentos de las células son las plaquetas.

Por lo tanto, tenemos que la sangre está constituída por dos elementos: uno líquido que se
denomina PLASMA y otro sólido que son las células y las plaquetas.

La sangre sirve de vehículo para transportar alimentos, productos de secreciones de todas las
células del organismo, fármacos, productos de desecho y gases entre muchas otras cosas.
Interviene además, en el mantenimiento de la temperatura corporal.

Dr. Gustavo Mora Venner Pág. 1


Pág. 2 Dr. Gustavo
Mora Venner

G2. PROPIEDADES

La sangre es un líquido viscoso, microscópicamente de color rojo (rojo escarlata la sangre ar-
terial y rojo obscuro la sangre venosa), que circula por los vasos y que al extraerse de ellos se
coagula espontáneamente, separándose en sus dos elementos que son el coágulo y el plasma,
siendo éste último, un líquido amarillo cetrino, mejor conocido como «suero sanguíneo».
La densidad de la sangre es de 1,055 a 1,060 y el pH es de 7,50 (ligeramente alcalino).

El volumen total de la sangre de un individuo adulto, para unos es de 1/13 del peso corporal, y
para otros es del 8% del peso del mismo; en todo caso, más o menos es de cinco a seis litros,
el volumen normal más frecuente.

G3. LOS ELEMENTOS FIGURADOS DE LA SANGRE

Los elementos figurados de la sangre son los glóbulos, tanto los blancos, cuanto los rojos, así
como las plaquetas (Fig. G-1). Los glóbulos blancos o leucocitos cumplen sus funciones fuera
del aparato circulatorio y utilizan el torrente sanguíneo como vía de transporte para llegar a
sus destinos; existen dos categorías principales de leucocitos, los granulocitos (los neutrófilos,
los eosinófilos y los basófilos) y los agranulocitos (monocitos y linfocitos). Los glóbulos rojos o
eritrocitos son las células más abundantes, carecen de núcleo y actúan siempre dentro del
aparato circulatorio, en el transporte de oxígeno y de dióxido de carbono hacia todos los
tejidos del organismo y desde ellos, respectivamente. La sangre circulante también contiene
fragmentos celulares denominados plaquetas o trombocitos, que son pequeñas estructuras de
ovales a redondeadas, derivadas de los MEGACARIOCITOS de la médula ósea, con función en
la hemostasis, es decir, en el mecanismo de coagulación de la sangre (la función de las pla-
quetas ocurre dentro del torrente circulatorio).

A los elementos figurados de la sangre, se los estudia por dos métodos principales que son: el
frotís y el recuento.

Fig. G-1. Gráfico que muestra un extendido de sangre (coloreado por May-Grün-wald y
Giemsa), lo que realmente permite estudiar la morfología de las células. Aspecto general del
frotis (véase más abajo).
Dr. Gustavo Mora Venner Pág. 3

G3.1. EL FROTÍS

O extendido de sangre (Fig. G-2), consiste en extraer por punción del pulpejo del dedo una gota de
sangre, y en extenderla en una placa o lámina de vidrio, de modo que quede una fina película. Mediante
la ayuda de una segunda placa y aproximada a la gota que está en la primera, se extiende la sangre por
capilaridad por debajo del reborde la segunda, para luego proceder a retroceder algunos milímetros hacia
el extremo más próximo en la primera placa; a continuación, y en movimiento contínuo, con la placa
superior inclinada unos 45 grados, se extiende la sangre sobre todo a lo largo de la primera placa,
quedando así una película fina del frotis sanguíneo, que se somete a coloración para proceder a la
observación microscópica. Con ésto, se consigue una imagen clara y precisa de los glóbulos blancos y de
los glóbulos rojos, en cuanto a su forma, a su tamaño, al aspecto de los núcleos de los blancos, a su
citoplasma, etc., lo cual permite emprender en el estudio de ellos.

Fig. G-2. Dibujo esquemático que muestra la técnica de


prepa-ración de un extendido de sangre.

G3.2. EL RECUENTO GLOBULAR

Se lo efectúa, diluyendo un volumen pequeño y conocido de sangre, en un volumen, igualmente conocido


pero mayor de un líquido especial para este procedimiento, y que varía para blancos y para rojos. La
sangre así diluída, se la coloca en una placa especial cuadriculada y escavada, denominada
HEMOCITÓMETRO. Sobre ella se coloca una lámina cubreobjetos, que deja ver una cavidad cuadriculada
y cerrada, y que al observar al microscopio, permite hacer el contaje de los glóbulos y en proporción a la
dilución empleada se determina el número de total de ellos por cada mm3 de sangre.

El recuento permite obtener las cifras normales de glóbulos blancos o leucocitos que está entre 5.000 y
10.000 (7.000 por término medio) por mm3 de sangre, de glóbulos rojos o eritrocitos, que está entre los
5’000.000 y 5’500.000 por mm3 de sangre, (con variaciones, que como veremos más adelante, según la
edad, el sexo, etc.), y de plaquetas con un valor que está entre 250.000 a 500.000 por mm3 de sangre.

G4. LOS GLÓBULOS BLANCOS

Se los conocen también con el nombre de leucocitos (del griego leucos = blanco), y son
denominados así, por cuanto carecen de color propio (ya que en fresco se los ve incoloros).
Los leucocitos son células completas (ya que poseen membrana, protoplasma y núcleo). En
término medio, su número es de 7.000 por mm3 de sangre, cantidad que varía con las
diferentes horas del día, con la edad, con los diferentes estados de salud, etc. Cuando la cifra
pasa de 10.000 se dice que hay «leucocitosis», y cuando baja de 5.000 se habla de
«leucopenia»; los dos son signos clínicos patológicos importantes.

Hay algunas variedades de leucocitos, y de este hecho se han valido los hematólogos para es-
tablecer la llamada FÓRMULA DIFERENCIAL, que incluye valores relativos de estas células.

El primer criterio para dividirlos es la presencia en el citoplasma, de granulaciones visibles o la


ausencia de ellas; por ésto, los leucocitos son granulocitos y agranulocitos. A su vez, las gra-
nulaciones de los primeros son variadas, lo que hace que se subdivida a los granulocitos según
Pág. 4 Dr. Gustavo
Mora Venner
la afinidad que sus granulaciones presentan por los colorantes de anilina; por ésto se
subdividen en neutrófilos, acidófilos (o eosinófilos) y basófilos. Los agranulocitos se subdividen
tomando el criterio del tamaño de las células, y por esto, ellos se clasifican en linfocitos (pe-
queños) y monocitos (grandes).

Establecida así la clasificación de los leucocitos, tenemos en ellos cinco variedades; las tres
primeras pertenecientes a los granulocitos y las dos últimas a los agranulocitos: neutrófilos,
acidófilos, basófilos, lincocitos y monocitos. El porcentaje que cada uno de éstos presenta en
cien leucocitos, constituye la fórmula diferencial, la cual constituye un índice hemático impor-
tante, por cuanto sus alteraciones son signos patológicos de gran ayuda diagnóstica en clínica.

La fórmula diferencial es la siguiente:

Neutrófilos.............................................. 60 al 70 %
Acidófilos ................................................01 al 03 %
Basófilos ..............................................……0,5 %
Lincocitos ...............................................20 al 30 %
Monocitos ...............................................03 al 08 %

La fórmula diferencial es la relativa por cada cien leucocitos; la fórmula diferencial absoluta es
la que se obtiene multiplicando el porcentaje de cada variedad por la cantidad total de leuco-
citos (el recuento por cada mm3 de sangre) y dividiendo para 100. Así por ejemplo, si en una
muestra de sangre se han encontrado 65 glóbulos blancos neutrófilos y el recuento total de
leucocitos por mm3 es de 7.000, la cifra total de esta variedad de leucocitos granulocitos (los
neutrófilos), es de 4.450 (65 x 7.000 = 455.000 y ésto ÷ 100 = 4.450). Lo mismo podemos
hacer con cada una de las variedades de los leucocitos.

La fórmula diferencial se la establece mediante el estudio del frotís sanguíneo (tema C3.1.), en
tanto que, el recuento globular (tema C3.2.) permite conocer las cifras absolutas.

G4.1. LOS NEUTRÓFILOS

Se los llama también polimorfonucleares, o segmentados, aunque heterófilos, como denominación más
moderna, parece lo más conveniente, pese a que actualmente nadie usa este nombre.

Miden, aproximadamente de 10 a 14 micras de diámetro (Fig. G-3), son de forma redondeda, con un
núcleo dividido en tres a cinco lóbulos y en la fórmula diferencial tienen un valor del 60 al 70%.

Cuando maduros, los neutrófilos tienen un núcleo formado por varios lóbulos (que son masas cromáticas
redondeadas unidas entre si por pequeñas bandas o hilos), cuyo valor oscila entre dos y cinco (la
cantidad de lóbulos aumenta con la edad del leucocito); en tanto que en sus primeras etapas de
desarrollo, las formas juveniles presentan un núcleo redondeado, o en forma de banda, o con una
muesca, como bastón o como herradura, que carece de las divisiones del núcleo y se denominan en
cayado.

El neutrófilo se desarrolla en el tejido mieloide de la médula ósea, y una vez que se forma, y antes de
salir al torrente circulatorio, pasa por ciertas etapas del desarrollo en la misma médula; de modo que, el
primer tipo se denomina METAMIELOCITO NEUTRÓFILO, éste al madurar, comienza a presentar el núcleo
cada vez más hundido, hasta adoptar la forma de la herradura, en cuyo caso se denomina en banda o en
bastón; para pasar a la sangre, éste se segmenta, presentando en el estado maduro que ya vimos, con
dos a cinco lóbulos cromáticos, los cuales se presentan menos teñidos, que las formas juveniles.

Basados en lo anterior, Arneth y Schilling idearon índices especiales que llevan sus respectivos nombres
y, que tienen importancia durante le evolución y diagnóstico de algunas enfermeda-des, sobre todo
infecciosas. Los índices de Arneth y Schilling se basan en el núcleo; el primer índice de Arneth, hace
alusión en el número de lobulaciones y, por ésto se divide a los neutró-filos en especies I, II, III, IV y V,
con lóbulos de uno a cinco, respectivamente. El segundo índice de Schilling, clasifica a los neutrófilos por
la forma de sus núcleos en: juveniles, en ban-da, cayado, herradura o bastón y maduros a los lobulados.
Dr. Gustavo Mora Venner Pág. 5
En los dos índices, las formas juveniles tienen número menor de lóbulos que las formas medianamente
maduras.

Sucede luego que, cuando por necesidades orgánicas especiales que veremos más adelante, se requiere
de mayor cantidad de neutrófilos en el torrente sanguíneo, la médula aumenta su producción y los envía
cada vez en mayor número, hasta que llega un momento en que pasan a la sangre también las formas
juveniles y se las observa en el frotis.

Fig. G-3. Gráfico que muestra un leucocito neutrófilo pentalobulado (envejecido), con
coloración de May-Grün-Wald y Giemsa.

Al aparecer las formas jóvenes en la sangre, el índice se desvía hacia la izquierda, en tanto que, se
desvía a la derecha, con el aparecimiento de las formas maduras; pudiendo tratarse en el primer caso de
una infección aguda, como la de una apendicitis, en la que aumentan los neutrófilos, y en el segundo
caso de una infección crónica, como la tuberculosis, cuando aumenta el número de monocitos.

Si se controla por varios días la presentación de estos índices y ellos se modifican, volviendo a su
posición normal, se supone que la infección se ha superado, en tanto que si persiste o aumenta su
desviación, hay para creer que sigue la infección.

El citoplasma de los neutrófilos se presenta granuloso, como espolvoreado por finos gránulos específicos,
que se presentan de coloración lila o violeta, y por la afinidad de muchos de ellos a algunos colorantes,
se los denomina AZURÓFILOS; estos gránulos tienen de 0,1 a 0,2 micras de diámetro, son las más finas
de las granulaciones que se presentan en los leucocitos granulosos. Actualmente, parece que dichas
granulaciones se tratan de lisozomas, llenos de ciertas enzimas hidrolíticas, aunque se observa también
en el citoplasma de los neutrófilos fagosomas. Otros investigadores creen, que también se encuentran
gránulos tóxicos.

La vida media de los neutrófilos se calcula en cinco días.

Las funciones de los neutrófilos se basan en sus dos propiedades fundamentales: la DIAPÉDESIS y la
FAGOCITOSIS. La primera, es la capacidad que tienen estas células de atravesar los endotelios capilares;
y la fagocitosis, es la capacidad de englobar en su interior a una gran variedad de cuerpos extraños
(células muertas y microorganismos, en especial bacterias). En razón de estas dos propiedades, los
neutrófilos intervienen en los procesos inflamatorios.
Pág. 6 Dr. Gustavo
Mora Venner
G4.1.1. La inflamación: aunque este es un normalidad, desapareciendo paulatinamente los
tema de los textos regulares de patología clínica, mismos, estado que ocurre cuando se ha
trataremos de expresar algo de ella. Cuando el superado la agresión local. Se dice, entonces,
organismo es agredido por un agente extraño de que la inflamación pasa por tres e-tapas:
cualquier tipo (infec-cioso, tóxico, físico, químico, AGRESIÓN, LESIÓN y REPARACIÓN. En algunos
biológico, microbiano, etc.; en especial para casos, siempre menores en número, la
éstos últimos se cree que hay una atracción inflamación pasa a una infección, en cuyo caso,
química denominada “quimiotaxia”), se en el sitio de la agresión, no se producirá la
producen en el sitio de la agresión una serie de recuperación final, sino la supuración, con
fenómenos que constituyen las distintas etapas formación de pus.
de la inflamación. El término significa «prender
fuego», y se debe a que en el sitio agredido se Los leucocitos neutrófilos intervienen en la
producen cuatro signos que caracterizan al inflamación, (Fig. G-4), de la siguiente manera:
proceso, y ellos son: CALOR, RUBOR, TUMOR y con la vasodilatación, los endotelios de los
DOLOR, algunos autores le añaden un cuarto capilares (arteriales y venosos) lesionados se
signo que es LA DISMINUCIÓN o AUSENCIA DE LA vuelven pegajosos y los polimorfonucleares se
FUNCIÓN del área aquejada. El calor se produce adhieren a su superficie interna. En seguida
por aumento de la circulación de la zona hacen uso de su capacidad de diapédisis
afectada, que hace que aumente la temperatura (insinuándose entre las células endoteliales,
local. El rubor es debido a la vasodilatación pasan hacia el sitio de la agresión), en donde y
consecuente al primer signo. El tumor es por su capacidad de fagocitar, comenzará la
consecuencia de la vasodilatación y del aumento fagocitosis y una que se inicia con este proceso,
de la circulación, que determinan el paso del los fagosomas, que tienen enzimas hidro-líticas
líquido de la sangre al tejido agredido, destruirán a los cuerpos extraños y a algunos de
produciendo finalmente edema. El edema, el ellos mismos y la agresión será superada. En
aumento de la circulación y la vasodilatación oca-siones, la reproducción de los
presionan a los filetes nerviosos y vuelven al microorganismos (especialmente las bacterias)
sitio doloroso. La disminución o ausencia de la continúa y el exceso de enzi-mas determina la
función es una consecuencia de la limitación de muerte, no solo de los agentes sino incluso de
los movimientos, justamente por la presencia del los polimorfonucleares, los cuales ya muertos se
dolor. acumulan y se transforman en pus (no se
producirá la reparación final sino la supuración,
Todo proceso inflamatorio después de presentar que caracteriza, especialmente a las infecciones
los signos que se han descrito, y en la mayoría bacterianas).
de los casos, retrocede paulatinamente hacia la

G4.2. LOS EOSINÓFILOS

Se denominan también «acidófilos» por su afinidad a los colorantes ácidos o a la eosina.

Son más grandes que los neutrófilos (Fig. G-5), ya que miden de 10 a 15 micras, pero mantienen una
similitud en la forma, ya que ambas células son redondeadas. Su número es de uno a tres por ciento en
la fórmula diferencial.

El núcleo presenta dos lóbulos, libres o unidos por material cromático. El citoplasma presenta
granulaciones específicas, refringentes y voluminosas (de 0,5 a 7 micras de diámetro), de color rojo o
anaranjado, rodeadas por una membrana y son densas.

Los eosinófilos parece que intervienen en los fenómenos de anafilaxia y alergia, pues se ha visto
aumentar su número, en aquellos sitios, asiento de reacciones alérgicas, así como en la sangre de
individuos que sufren procesos alérgicos. La cortisona que disminuye los procesos alérgicos también los
hace disminuir en la sangre, además de que conforme avanzan las horas del día y se incrementan los
valores de cortisol sanguíneo, el número de células disminuye. Parece también haber alguna relación
entre histamina y eosinófilos, pues se ha visto que algunas especies la contienen y se cree o que la
producen o que la absorben cuando las células cebadas o mastocitos la secretan. Últimamente se ha
comprobado, el que los eosinófilos se sienten atraídos hacia los sitios en donde reaccionan antígenos y
anticuerpos, ya que su función sería fagocitar estos complejos de antígeno y anticuerpo. También
aumenta su número en individuos parasitados.

G4.3. LOS BASÓFILOS

Su número es apenas del 0,5% en la fórmula diferencial. Su forma es igualmente redonda y su tamaño
es de 10 a 12 micras (Fig. G-6). Aproximadamente, la mitad de la célula está ocupada por el núcleo, que
Dr. Gustavo Mora Venner Pág. 7
puede estar segmentado por dos o tres lóbulos, pero casi siempre es irregular y más pálido que en las
variedades anteriores; persistentemente se presenta enmascarado por la gran cantidad de gránulos del
citoplasma, que se los observa de color azul obscuro, por ser basófilos y parecidos a las de las células
cebadas, por lo mismo presentan metacromacia. Los gránulos tienen membrana.

En cuanto a la función, parece que los basófilos contienen aproximadamente la mitad de la histamina que
hay en la sangre. Además, tanto los basófilos como los eosinófilos tienen la propiedad de abandonar el
torrente circulatorio por influencia de algunas hormonas de las suprarrenales, y que en diversos
aspectos, parecen intervenir en problemas de alergias y situaciones de alarma (estas funciones no han
sido categóricamente comprobadas).

Fig. G-4. Esquemas que demuestran la migración de los neutrófilos (que salen de los
pequeños vasos dilatados y congestionados), con el fin de atacar a las bacterias que han
penetrado a los tejidos a través de una herida.
Pág. 8 Dr. Gustavo
Mora Venner

G4.4. LOS LINFOCITOS

La opinión general sobre estas células era que constituían productos terminales sin función, con
tendencia a salir de la sangre para, con algún motivo desconocido, congregarse en tejidos conectivos,
que presenten inflamación crónica. Con la radioautografía y las técnicas histológicas más modernas, ha
sido posible seguir su evolución y estudiarlos detalladamente y se ha comprobado el que ellos son la base
celular que interviene en las reacciones inmunológicas, lo que hace que se constituyan en la dificultad
más importante que deba vencerse para lograr los cultivos de tejidos y el transporte de órganos.

Fig. G-5. Gráfico que muestra un leucocito eosinófilo con abundante citoplasma y gránulos
acidó-filos. Coloración de May-Grünwald y Giemsa.

Fig. G-6. Gráfico que muestra un leucocito basófilo que muestra un núcleo no lobulado y con
grandes gránulos que cubren el citoplasma y el núcleo. Coloración de May-Grünwald y
Giemsa.
Dr. Gustavo Mora Venner Pág. 9

Su número es de 20 a 30 por cada 100 leucocitos; su tamaño varía entre 5 a 9 micras, entre
los pequeños y los grandes linfocitos; su forma es redondeada y, la célula se presenta ocupada
en su mayor parte, por un voluminoso núcleo, intensamente pigmentado y apenas tiene
alrededor de él una fina capa de citoplasma, ligeramente granuloso. El núcleo redondo,
presenta casi siempre una oquedad en uno de sus lados, ocupa casi toda la célula (Fig. G-7), y
está rodeado por un fino borde de citoplasma, claro, de color azul, en el que se distinguen
algunos gránulos azurófilos aislados. La vida de los linfocitos se calcula en 90 días.

Fig. G-7. Gráfico que muestra un leucocito linfocito que muestra un escaso citoplasma muy
basófilo y un núcleo denso, que puede presentar una pequeña escotadura. Coloración de
May-Grünwald y Giemsa.

Los linfocitos comprenden tres subpoblaciones, denominadas linfocitos T o células T, linfocitos


B o células B, sin diferencias morfológicas, y células NK (natural killer cells) o células nulas.

G4.4.1. Se suele decir que, las células T histocompatibilidad). Existen diversos


son las responsables de la respuesta subtipos de células T y cada uno de ellos
inmune celular; no solo actúan en la posee un determi-nante de superficie
respuesta inmune celular, sino que también receptor de célula T (TCR), y un cúmulo de
son responsables de la producción de determinantes de diferenciación (moléculas
CITOCINAS, que facilitan el inicio de la CD). El primero reconoce el epítopo,
respuesta inmune humoral. Se forman en la mientras que el segundo reconoce el tipo
médula ósea y migran hacia la corteza del HLA, en la superficie celular que lo expresa.
timo, para transformarse en células
inmunocompe-tentes. Reconocen EPÍTOPOS Los diversos subtipos de células T son las
(determinantes antigénicos), expresados en células T helper (TH1 y TH2), las células T
las células que po-seen HLA (antígeno citotóxicas (TC), las células T supresoras
leucocitario humano, también denominado (TS) y las células T memoria.
molécula de complejo mayor de
Pág. 10 Dr.
Gustavo Mora Venner
G4.4.2. Las células B intervienen en la inmunocompe-tentes. Son responsables de
respuesta inmune humoral; poseen la respuesta humoral, bajo la dirección de
marcadores de superficie HLA tipo II las células TH2 y, en respuesta a un desafío
(también denominados MHC II) e antigénico, se diferencian en células
inmunoglobulinas de superficie (SIG) en su plasmáticas sintetizadoras de anticuerpos y
plasmalema. Se forman en la médula ósea, en células B memoria.
donde también se transforman en

G4.4.3. Las células NK o las son muy Poseen re-ceptores F, pero carecen de
escasas son de dos tipos: células madre determinantes de su-perficie celular y son
hemopoyéticas pluripotenciales y células responsables de la citotoxi-cidad no
citotóxicas (o natural killer). específica contra células infectadas por
virus y tumorales. También intervienen en
Las células citotóxicas (natural killer, NK) la cito-toxicidad, células dependientes de
perte-necen a la población de células nulas. anticuerpos (ADCC).

Por su estructura microscópica, se desprende el que, por el poco citoplasma que poseen, el
que son células con ninguna actividad de síntesis y por lo mismo sin actividades metabólicas,
por lo que parece, que no tienen funciones activas dentro de la sangre, sin que por ello, se
trate de descartar la capacidad potencial de la célula madre.

Por procedimientos especiales, se ha logrado estudiar a los linfocitos vivos y se los ha


observado dotados de gran movilidad, por la cual se insinúan entre las otras células
sanguíneas, e incluso se los ha visto penetrar en ellas y volver a salir de las mismas. Así
mismo, salen de los capilares sanguíneos para pasar al tejido conjuntivo y pueden regresar a
la circulación, para lo cual se disponen en forma de raqueta, con una cabeza formada por el
núcleo y su prolongación por el citoplasma.

El descubrimiento de los linfocitos en la linfa, hizo que se los denominara así. Este líquido
orgánico toma la denominación de linfa por su aspecto lechoso, dada la enorme concentración
de kilomicrones que posee, con una baja concentración de proteínas, se la encuentra en los
capilares linfáticos y. Pero en la linfa se hallan también los linfocitos que han pasado de los
tejidos conectivos, en donde se los encuentra formando parte del líquido tisular. Los capilares
linfáticos se reúnen formando vasos mayores, denominados linfáticos, similares a las pequeñas
venas (solo que contienen linfa en lugar de sangre), los cuales llegan a pequeños órganos
denominados ganglios linfáticos que, tienen dos curvaturas, una convexa por la que llegan
dichos vasos, que serían los aferentes, y otra cóncava, por donde salen los eferentes, que
continúan uniéndose con otros, para constituir conductos cada vez mayores, hasta desembocar
en un gran colector de la linfa , que es el conducto torácico, el que a su vez va a terminar en
las grandes venas, cercanas al corazón.

En la estructura íntima de los ganglios linfáticos existe una serie de pasadizos trabeculados, en
donde se encuentran células fagocitarias reticuloendoteliales, y pequeños nódulos en donde se
van a originar los linfocitos, a partir de sus células precursoras, los LINFOBLASTOS, que son
células voluminosas, embrionarias, que origina otra intermedia, llamada PROLINFOCITO, del
cual se formarán los linfocitos en estado de pasar a la circulación, lo que lo hacen, pasando
primero por la linfa que atraviesa los ganglios y por ella a la sangre. Ésto se ha comprobado,
por el gran incremento del que es objeto la concentración de linfocitos de la linfa entre los
vasos aferentes y los eferentes de los ganglios.

G4.4.4. Los linfocitos y las reacciones como células desencadenantes, que ponen en
inmunológi-cas: Se demostró el hecho de que, marcha las reacciones inmunológicas.
los linfocitos eran las células del cuerpo con
capacidad para reconocer antígenos y ser El que un linfocito reaccione ante la presencia de
afectados por ellos, por lo que se los calificó un antígeno, es porque está considerada como
«célula competente» para sufrir cambios,
Dr. Gustavo Mora Venner Pág. 11
subsiguientes a la estimulación antigénica, la cuerpo a otra del mismo cuerpo; as{i por
cual es conocida como “inducción”, para lo que ejemplo, el de piel de una porción a otra del
es necesario, que el linfocito haya llegado a mismo individuo. El homoinjeto o haloinjerto, es
cierto grado de madurez. el que se realiza de un individuo a otro de la
misma especie; así por ejemplo, un riñón o un
La competencia del linfocito para reaccionar corazón de un individuo humano a otro humano.
ante la estimulación inductiva del antígeno, se Finalmente, los heteroinjertos son los que se
traduce en cambios que determinan su aumento hacen entre individuos de diferentes especies;
de volumen a células «pironinófilas» (llamadas así por ejemplo, el riñón de un animal al hombre
así por su afinidad a ciertos colorantes), las que o a otra especie.
además de dividirse, tienen la capacidad de
producir los anticuerpos respectivos contra el De estos tipos de injertos, los autoinjertos o
antígeno estimulante. Vale penar mencionar autólogos no tienen ningún problema para
aquí, que los rayos X que actúan sobre los prender, cuando ellos se han realizado con la
linfocitos, hace disminuir en ellos esta facultad debida técnica; pero, las otras variedades de
de reaccionar. injertos, al ser realizados, aún con las técnicas
debidas, a los pocos días de hechos sufren el
La capacidad de los linfocitos de originar las proceso o fenómeno de rechazo, y se observa
globulinas especiales, que como ya sabemos, que en el sitio de la implantación de un tejido,
constituyen los anticuerpos del tipo de las por ejemplo de piel, aparece un infiltrado celular,
gammaglobulinas, comúnmente denominadas que impide la adhesión del mismo al lecho del
INMUNOGLOBULINAS, ha sido discutida en el injerto en el receptor. De este infiltrado, el
sentido de la especificidad y de la generalidad; mayor número de células son los leucocitos,
ésto es, que si cada linfocito específicamente especialmente los linfocitos. Sucede que
está capacitado para producir un solo tipo de implantando el tejido, hay una linfocitosis, y a
anticuerpo? o si los linfocitos pueden producir en través de este proceso se lleva el informe por la
general todos o muchos de los anticuerpos, que linfa a los ganglios linfáticos, los cuales se ponen
el organismo humano necesita para sus en contacto con el antígeno que resultan ser las
defensas? células superficiales del tejido injertado. El
ganglio linfático reacciona, produciendo grandes
La hipótesis más aceptable es la de que, RNA células pironinófilas, las que se cree proliferan y
mensajero actúa bajo la dirección del DNA de los producen grandes cantidades de pequeños
cromosomas y lleva el código impartido por éste, linfocitos, los cuales son activados para la
de modo la orden de nucleótidos codifica el tipo destrucción de las células del tejido extraño, que
de inmunoglobulina del anticuerpo. En el caso de actuó como antígeno. Algunas de estas células
la especificidad del anticuerpo, y si se mantiene se las denomina células de rechazo de injertos, y
el hecho de que se producen varios anticuerpos presentan un poco más de citoplasma y una
en cada linfocito debería haber en el RNA una buena cantidad de ribosomas libres y ejercen un
gran variedad de órdenes de nucleótidos, de efecto citocida sobre las células del tejido
manera que cada una codifique una buena injertado.
variedad de anticuerpos. Por lo tanto, es más
fácil aceptar la hipótesis de que cada familia de Además de los linfocitos, se encuentran en el
linfocitos se especializa en la producción de un sitio del transplante, macrófagos, que no se
solo tipo de anticuerpo, como sucedía con las sabe, si van para destruir al injerto o bien para
células plasmáticas del tejido conjuntivo, ya que cuando en el sitio se produzcan deshechos del
el linfocito al adquirir la capacidad de reaccionar tejido y se observan también células plasmáticas
ante un determinado antígeno, pierde la que así como polimorfonucleares.
podría haber tenido contra otro u otros.
¿Cómo se evita la reacción de rechazo al injerto?
Aunque parece también admitido el que el timo, Los investigadores de este campo han sugerido
en donde se forma gran parte de los linfocitos, algunas medidas al respecto. Es importante, la
salen éstos con un gran entrecruzamiento de selección de los donadores y la titulación de los
genes de los cromosomas, no solo en cada antígenos, en relación con el receptor, siendo los
linfocito, sino incluso en toda la población de más indicados los gemelos univitelinos, ya que
linfocitos, de lo que se deduce que, pueden por ellos poseen todos sus elementos antigénicos
lo menos haber ciertos grupos de linfocitos que exactamente iguales, aunque encontrar parejas
pudieran ocuparse de cualquier antígeno de este tipo es realmente bastante difícil. Se
imaginable susceptible de agredir al organismo. sugiere también, como medida el uso de las
radiaciones para exterminar las cepas de
En cuanto a las células pironinófilas, que se linfocitos que producen anticuerpos y, una
forman en el conjuntivo también hay problemas tercera medida sugerida es el empleo de drogas
sin resolver… que inhiban la mitosis y la producción de
linfocitos. Con las dos medidas últimas, hay el
Relación entre los linfocitos y el rechazo al problema de que se impide el desarrollo de
transplante de tejidos y órganos: En el todos los otros elementos celulares y dejan al
organismo humano se pueden realizar tres tipos individuo desprotegido contra todo tipo de
de injertos; autoinjertos, homoinjertos y agresiones, incluyendo las banales. Finalmente,
heteroinjertos. Los autoinjertos o injertos se ha optado por inyectar a los receptores,
autólogos son los que realizan de una parte del sueros antilinfocitarios preparados con
Pág. 12 Dr.
Gustavo Mora Venner
anticipación en animales de experimentación, mediante la inyección a éstos de linfocitos del
receptor.

G4.5. LOS MONOCITOS

Se los denomina también grandes mononucleares o macrófagos. Aparecen en un porcentaje


del 3 al 8 por ciento en la fórmula diferencial. Su tamaño es de 12 a 15 micras y hasta 20 mi-
cras, por lo tanto es la variedad de leucocitos más voluminosa (fig. G-8).

El núcleo es generalmente redondo u ovalado y casi siempre presenta una muesca por un lado,
dándole la forma de riñón o herradura, es pálido por menor cantidad de cromatina. El
citoplasma de los monocitos es relativamente abundante y de color gris pálido y contiene
peroxidasa; a diferencia de los linfocitos, a veces, presenta gránulos finos de color lila, que son
azurófilos.

Fig. G-8. Gráfico que muestra un leucocito monocilo que muestra su abundante y pálido
citoplasma, con pequeños y escasos gránulos azurófilos. Coloración de May-Grünwald y
Giemsa.

El citoplasma además, posee aparato reticular de Golgi y vesículas de superficie rugosa de


retículo endoplásmico, aplanadas, hay mitocondrias y también pueden verse lisosomas. Los
bordes de los monocitos son irregulares por los pseudópodos que emiten. La vida de los
monocitos a nivel del torrente vascular sería de unos tres días.

Estas células gozan de las propiedades de la diapédesis y de la fagocitosis, por lo cual tienen
gran movilidad, que se traduce en su amiboidismo (capacidad de emitir pseudópodos). La
madurez de los monocitos se alcanza solo cuando abandonan el torrente circulatorio y
penetran en los tejidos, en donde pueden transformarse en macrófagos o histiocitos,
pareciendo además el que pueden ser originarios de los fibroblastos.

Origen de los monocitos: cuatro parecen ser las fuentes originarias más probables; a partir de
los linfocitos, que al crecer, se transforman en monocitos. Una segunda fuente parece ser una
célula madre, probablemente llamada “MONOBLASTO”, que los originaría a partir de los tejidos
Dr. Gustavo Mora Venner Pág. 13
hematopoyéticos. Un tercer origen son las células reticuloendoteliales desprendidas de los
capilares sinusoides. Y finalmente, para algunos, ellos se originarían de la médula ósea, como
hipótesis sostenida desde la antigüedad, pero no comprobada definitivamente.

La sangre, siempre contiene algunos leucocitos muertos o moribundos y, en los extendidos


sanguíneos, a menudo, se rompen y se distinguen como células grandes, esponjosas o rotas,
que se tiñen con menor intensidad que las normales.

G5. LOS GLÓBULOS ROJOS

O eritrocitos, o hematíes, son células anucleadas (por este hecho, hay autores que los llaman
fragmentos de células), discoidales, blandas y flexibles, que de perfil muestran una forma
bicóncava, de color amarillo y de 6,5 a 8,5 micras de diámetro (término medio 7,5 micras)
(fig. G-9 y G-10). Su número establecido por el recuento globular es de más o menos de
5’000.000 por mm3, con variaciones con el sexo (5,5, millones en el hombre y 4,8 en la
mujer), con la altitud (en las zonas altas para compensar la deficiencia de oxígeno en el aire,
aumenta su número en la sangre), con la edad (mayor número en el recién nacido, alrededor
de 6 millones, lo cual desciende a medida que se madura, hasta llegar a las cifras del adulto).

En cuanto a su forma, pueden presentarse anorma-


lidades, como la crenocitosis (glóbulos dentados o
con muescas), anisocitosis (variadas formas en un
recuento), poikilocitosis (muchas formas que se
observan en un mismo frotis), falsiforme (anormali-
dad que los vuelve fácilmente destruibles), e irre-
gulares.

En cuanto al tamaño, pueden ser más grandes que


los normales, es cuando se denominan macrocítos,
o menores, y se denominan microcítos.

Finalmente, y en cuanto al número, puede haber u-


na reducción y constituye la mal llamada “anemia”,
o estar aumentado, lo que constituye la poliglobulia
o eritrocitosis.

Los eritrocitos, como todas las células del organis-


mo, tienen un período de vida más o menos fijo,
que es de 100 a 120 días.

La función fundamental de los eritrocitos, es la de


la de transportar tanto oxígeno, como anhídrido
carbónico, desde y hacia los pulmones y hacia y
Fig. G-9. Extendido de eritrocitos, donde se desde los tejidos; para ésto, la célula se basa en la
muestran claramente las formas bicóncavas. propiedad de la hemoglobina de fácilmente
mezclarse con cualquier gas y, así lo hace a nivel
de los alvéolos pulmonares con el oxígeno para
formar la oxihemoglobina, que es conducida por el eritrocito a la intimidad de los tejidos en
donde cede dicho oxígeno y se combina con el anhídrido carbónico formando la
carbohemoglobina, mezcla muy lábil y fácilmente desprendible, lo que sucede cuando los
eritrocitos regresan a los pulmones, en donde volverán a mezclarse con el oxígeno.

La estructura histológica del glóbulo rojo le da mayores facilidades para que cumpla con su
función; en primer lugar, al ser bicóncavo, aumenta su superficie de absorción, al no tener
Pág. 14 Dr.
Gustavo Mora Venner
núcleo, los gases están más próximos a la superficie. Así mismo, su forma le protege para no
ser lesionados en su tránsito a través de los capilares.

Sucede a veces, que estas mezclas son muy estables, como ocurre con los productos tóxicos,
como el monóxido de carbono, con el cual forma una mezcla más estable que es conocida
como carboxihemoglobina, que al no poder disolverse, produce asfixia hística por falta de
vehículos (los eritrocitos), para la conducción del oxígeno hacia los tejidos.

La oxihemoglobina da a la sangre un color rojo escarlata, como sucede en la sangre arterial; al


perderse el oxígeno y transformarse en hemoglobina reducida, la sangre toma un color rojo
obscuro, como sucede en la sangre venosa. Si el retorno sanguíneo se encuentra retenido o
disminuído por algún trastorno, aumentará la cantidad de hemoglobina reducida y las mucosas
se tornarán azuladas, hecho que se conoce con el nombre de CIANOSIS.
G5.1. ESTRUCTURA HISTOLÓGICA Y COMPOSICIÓN QUÍMICA

El eritrocito está lleno de un complejo coloidal homogéneo, lo que hace que la célula sea blanda y
elástica. El 60 % de ella es agua y el 35 % es una proteína conjugada, llamada HEMOGLOBINA. Se la
llama conjugada, por estar formada por la proteína globina unida al pigmento hem, y en general se dice
que toda hemoglobina que resulta ser coloreada por el hem, es un pigmento. Además, hay otra proteína
y algo de material graso. El cambio en la composición de la hemoglobina puede determinar alteraciones
en la forma de los eritrocitos, como en el caso de los eritrocitos falsiformes.

Fig. G-10. Color normal de los eritrocitos debido a la


hemoglobina.

El eritrocito además, altera su forma y tamaño, cuando se encuentra en soluciones no isotónicas, como lo
es el plasma. En una solución hipotónica, pasa agua, de fuera del glóbulo hacia adentro de éste, por lo
que se presenta en forma globulosa, hinchado, más grande, hasta que puede llegar a estallar, fenómeno
que se denomina hemólisis. En una solución hipertónica, parte del agua del eritrocito pasa al espacio
fuera de él, y el mismo se presenta como arrugado, reducido, lo que se denomina crenocitosis.

Además de las soluciones hipotónicas, pueden determinar hemólisis, algunos compuestos químicos, como
los solventes de los lipoides, los venenos de algunas serpientes y el plasma de algunas especies
animales.

Finalmente, la propiedad de hemolizarse es diferente entre los eritrocitos de la misma especie, por lo que
se admite, que entre ellos existe mayor o menor “fragilidad” para ser hemolizados por un mismo agente.
Dr. Gustavo Mora Venner Pág. 15

G5.2. LOS ÍNDICES HEMÁTICOS

Además del recuento ya conocido, y en relación con los eritrocitos, pueden determinarse en la sangre,
varios índices, que sirven de ayuda diagnóstica y pronóstica en la clínica. Entre estos índices están: el
volumen globular, el volumen corpuscular medio y la dosificación de hemoglobina.

G5.2.1. EL VOLUMEN GLOBULAR: O hematocrito, es la cantidad que en un volumen dado de sangre


están representados, tanto los glóbulos rojos, cuanto el plasma. Dicho de otra manera, es el porcentaje
de los glóbulos cuando ésto se separan por centrifugación del plasma y que normalmente es del 40 % en
la mujer y del 45 % en el hombre, con ligeras variaciones dentro de los límites normales.

G5.2.2. EL VOLUMEN CORPUSCULAR MEDIO: O volumen globular medio, es la relación entre el


volumen globular y el número de hematíes y se expresa en micras cúbicas; el valor normal en el adulto
está entre 82 y 92. Se calcula así: hematocrito por cien, dividido para las dos primeras cifras del recuento
de eritrocitos ((46 * 100) / 54 = 85 µ3).

G5.2.3. LA DOSIFICACIÓN DE HEMOGLOBINA: Es la cantidad den gramos que existe de hemoglobina


(Hb) en 100 cc de sangre; se la calcula por métodos colorimétricos y su valor normal aproximado es de
15 gramos.

G5.3. LAS ANEMIAS Y SUS CLASES

Anemia es un término no muy exacto (ya que significa sin sangre), para calificar al estado corporal que
cursa con una baja en la concentración de hemoglobina, de tal manera que se perturba el transporte de
oxígeno.

Hay diferentes causas de anemias y por lo mismo diferentes tipos de anemias. Una vez que se cumple el
período de vida de los eritrocitos (100 a 120 días), ellos son destruídos y eliminados de la circulación por
fagocitosis de las células reticuloendoteliales del hígado, del bazo y de la médula ósea, lugares en los
cuales se desintegra la hemoglobina; el pigmento hem pasa a formar parte de la bilirrubina, y la proteína
metabolizada, de modo que una parte es reutilizada en la formación de hemoglobina de glóbulos
neoformados, en tanto que otra parte, es sintetizada como miohemoglobina y enzimas respiratorias.

Por lo tanto, si los eritrocitos deben desaparecer de la circulación, ellos deben ser sustituídos por la
formación de nuevos eritrocitos y su número en la sangre se establecerá del equilibrio entre su
producción y su destrucción. La anemia se produce cuando uno de los dos procedimientos se altera; es
decir, habrá anemia, cuando la destrucción esté aumentada o la producción esté disminuída. Para
establecer cual de los dos procesos es el causante de la presencia de esta patología, los laboratoristas se
ayudan de un sencillo procedimiento, que es la observación en la sangre, de una variedad de eritrocitos
que se producen como etapa media en su génesis y que son los llamados RETICULOCITOS.

El origen del eritrocito está en la célula embrionaria, el eritroblasto, del cual se origina el eritroblasto
basófilo, luego el eritroblasto policromatófilo y finalmente el eritroblasto maduro (ver ésto más adelante
al habar de la médula ósea). Como se ve por la nomenclatura, pasan de basófilos a acidófilos y mientras
el eritroblasto es una célula nucleada, el eritrocito es anucleado. Por lo tanto, en las etapas intermedias
hay basofilia y restos nucleares, ésto hace que raramente se observe al microscopio, un eritrocito con
restos de basofilia y núcleo que se manifiestan como un retículo en el citoplasma y por ello, el eritrocito
se denomina “reticulocito”. Si se observa la presencia de esta célula en la sangre, es porque la
producción ha aumentado y lógicamente la destrucción es anormal; en tanto que, si no se observan
retioculocitos, la producción es deficiente. La siguiente observación de los frotis, determinará su
normalización en casos de causas pasajeras (por ejemplo, hemorragias), y su persistencia en casos de
causas de otra naturaleza.

Los eritrocitos maduros en una anemia, presentarán anomalías de forma y coloración, lo que origina
varios tipos de anemias. Por alteraciones en la forma de los glóbulos, las anemias pueden ser
macrocíticas, normocíticas o microcíticas respectivamente, si las células son más grandes, de tamaño
normal o de menor tamaño Por alteraciones en la coloración de los glóbulos, las anemias pueden ser
hipercrómicas, normocrómicas e hipocrómicas, si las células presentan más coloración, se presentan con
coloración normal o con menor coloración, respectivamente. Lo más común, es que haya una
combinación de las dos anormalidades en cuanto a forma y coloración, ya que pueden haber anemias
Pág. 16 Dr.
Gustavo Mora Venner
macrocíticas normocrómicas, o normocíticas hipocrómicas, o microcíticas hipercómicas, etc. (El cuadro G-
1, muestra algunas variedades de anemias)

G5.4. AGLUTINACIÓN Y GRUPOS SANGUÍNEOS: la propiedad de aglutinarse que presentan los


eritrocitos (de u-nirse unos con otros y formar una masa inseparable), se debe a la presencia en el suero
sanguíneo de unas substancias llamadas aglutininas y en los eritrocitos de otras substancias llamadas
aglutinógenos. Existen dos clases de aglutininas, que se conocen con los nombres de alfa y beta y dos
clases de aglutinógenos, que se conocen con los nombres de A y B. Por la presencia de estos factores, el
patólogo estadounidense Karl Landsteiner (que obtuvo el Premio Nóbel de Fisiología y Medicina en 1930),
clasificó a la sangre de las personas en cuatro grupos denominados: O, A, B y AB.

En cada grupo sanguíneo, aglutininas y aglutinógenos son de denominación opuesta, y son los
aglutinógenos, los que dan los nombres a los grupos sanguíneos.

Cuadro G-1. Los principales tipos de anemias, con cusas, características y


tratamiento.

El grupo O, presenta aglutininas alfa y beta en el plasma y no tiene aglutinógenos en los eritrocitos; el
grupo A presenta aglutinina beta en el plasma y aglutinógeno A en los eritrocitos; el grupo B presenta
aglutinina en el plasma y aglutinógeno B en los eritrocitos; y, el grupo AB no presenta aglutininas en el
plasma y presenta los dos aglutinógenos A y B en los eritrocitos (ésto se demuestra en el cuadro G-2). La
aglutinación se produce al mezclar sangres que tienen aglutininas y aglutinógenos del mismo tipo; ésto
es aglutinina alfa con aglutinógeno A y aglutinina beta con aglutinógeno B.

AGLUTINÓGENO FRECUENCIA DE
GRUPO AGLUTININAS
S APARECIMIENT
SANGUÍNEO (plasma)
(hematíes) O
O alfa y beta --------------------- 45 %
A beta A 42 %
Dr. Gustavo Mora Venner Pág. 17
B alfa B 8 -10 %
AB --------------------- AB 2–4%

Cuadro G-2. Los cuatro grupos sanguíneos y la frecuencia de aparecimiento en los seres
humanos.
NOTAS: -Las aglutininas alfa y beta en realidad son anticuerpos anti A y anti B.
-Los aglutinógenos son antígenos presentes en la sangre.

Ésto tiene importancia en cuanto se trata de transfunciones sanguíneas, pues no todo donador de sangre
puede darla a cualquier receptor; por ello, el del grupo O que no tiene aglutinógenos en sus hematíes si
no solo aglutininas en su plasma, puede darla a cualquiera de los grupos; el del grupo A puede dar solo a
los de su propio grupo y a los del grupo AB; el del grupo B puede dar solo a los de su propio grupo y a los
del grupo AB; y, el del grupo AB puede dar solo a los de su propio grupo. De ésto se desprende el que, el
grupo O es dador universal, ya que puede dar a los de su grupo y a los de cualquiera de los otros grupos
y el grupo AB es receptor universal, ya que puede recibir de los de su grupo y de cualquiera de los otros
grupos (cuadro G-3).

TRANSFUSIONES
GRUPO SANGUÍNEO DONA A RECEPTA DE
O O, A, B, AB O
A A, AB O, A
B B, AB O, B
AB AB O, A, B, AB

Cuadro G-3. Los cuatro grupos sanguíneos y la frecuencia de aparecimiento en los seres
humanos.
= donante
universal
= receptor
universal

Se han hecho estudios sobre todo en relación con la sangre; uno de ellos demuestra los grupos o tipos
sanguíneos que poseen los padres y los que pueden heredar los hijos (la herencia del tipo o grupo
sanguíneo, está dentro de las Leyes de Mendel). Algo de ésto se demuestra en el siguiente cuadro
(cuadro G-4).

GRUPOS QUE POSEEN GRUPOS POSIBLES EN GRUPOS IMPOSIBLES


LOS PROGENOTORES LOS HIJOS EN LOS HIJOS
OyO O A, B, AB
OyA O, A B, AB
OyB O, B A, AB
O y AB A, B O, AB
AyA O, A B, AB
AyB O, A, B, AB Ninguno (todos posibles)
A y AB A, B, AB O
ByB O, B A, AB
B y AB A, B, AB O
AB y AB A, B, AB O

Cuadro G-4. Grupos sanguíneos que poseen los padres, los que pueden heredar los hijos
y los que no los pueden heredar.
Pág. 18 Dr.
Gustavo Mora Venner

De estos cuatro grupos fundamentales y por otros factores de análisis, se han hecho subdivisiones. De los
nuevos factores, es digno de mención el factor Rh, es un factor que se encuentra en el simio Macacus
Rhesus y que está presente en la especie humana, en un 85% (Rh positivo). Este factor, introducido en el
organismo humano que no lo posee (Rh negativo), tiene la propiedad de originar la formación de
anticuerpos antiRh, que son aglutinantes para sangre Rh+.

Una situación problemática es la que suele presentarse durante los embarazos, ya que puede suceder,
que el hijo herede la presencia del factor Rh (y por lo mismo, ser positivo) del padre, siendo su madre Rh-.
Al establecerse la circulación fetoplacentaria, la madre Rh- recibe del hijo la presencia del factor Rh+, lo
que da origen a que ella forme anticuerpos antiRh, que tendrán que actuar sobre la sangre del niño, y
producirán una enfermedad del recién nacido, que se la denomina eritroblastocis fetal, que consiste en
las destrucción de los eritrocitos del niños, lo cual es una anomalía incompatible con la vida, si no se
practica inmediatamente después del nacimiento una exosanguineotransfusión.

G6. LAS PLAQUETAS SANGUÍNEAS

O trombocitos, son pequeños cuerpos ovoides, con tamaño de dos a cinco micras, sin núcleo y
con una membrana (fig. G-11 y G-12), y que existen en la sangre circulante en un número de
250.000 a 500.000 por mm3 de sangre.

A las plaquetas se las observa compuestas por dos elementos: una pequeña masa periférica,
de una substancia basófila, débil, de aspecto hialino, conocida como HIALÓMERA, y en la por-
ción central de la misma, otra parte, que se tiñe intensamente de rojo o púrpura, conocida co-
mo CROMÓMERA, CROMATÓMERA o GRANULÓMERA, denominación ésta última que se la da,
por la presencia de unos gránulos en su interior.

Al primer elemento o hialómera, se lo observa con el ME como un material homogéneo, de


aspecto granuloso fino y cerca de la periferia, con un sistema de microtúbulos y
microfilamentos, que se cree formados por la proteína TROMBOSTENINA, de actividad
contráctil, lo que explicaría el porque las plaquetas tiene la propiedad de cambiar de forma. El
segundo elemento o granulómera, presenta varios componentes en su interior, ellos son:
gránulos alfa, mitocondrias, siderosomas (que contienen hierro), gránulos densos (que
contienen serotonina), gránulos de glucógeno (que se presentan en numerosos acúmulos),
ribosomas, y un sistema de túbulos y vesículas, los primeros conectados la superficie por lo
que parece guardar relación con la actividad fagocitaria, atribuída a las plaquetas.

Fig. G-11. Gráfico que muestra un conglomerado de


plaquetas. Nótese el tamaño en relación con los eritrocitos
que las rodean. Se distinguen claramente, la hialómera y
la granulómera. Coloración de May-Grünwald y Giemsa.

Se originan en células voluminosas de la médula ósea, denominadas MEGACARIOCITOS, las


cuales emiten pseudópodos, que luego, al ser desprendidos del cuerpo celular, constituyen las
plaquetas, por lo mismo, presentan citoplasma con organitos y membrana celular unitaria. El
período de vida de las plaquetas se ha calculado en aproximadamente cinco a nueve días en el
torrente circulatorio.
Dr. Gustavo Mora Venner Pág. 19

La función primera de las plaquetas es la de adherirse a las paredes endoteliales de los vasos,
cuando ellos presentan una pequeña lesión, con el fin de repararla. Cuando las lesiones son
mayores, enormes cantidades de plaquetas se acumulan, tapan los sitios de lesión y obturan,
mediante tapones, denominados trombos y de esta manera cohíben pequeñas hemorragias.
Estos mecanismos que cierran los vasos sangrantes, se denominan HEMOSTÁTICOS. Y, dos
fenómenos intervienen en ellos: la aglutinación y la coagulación y en las dos actúan las
plaquetas.

El fenómeno de la aglutinación consiste en la formación de trombos en el interior de la


circulación de los vasos sanguíneos; en cambio, la coagulación es un fenómeno de la sangre
inmóvil y es un fenómeno, más complejo, ya que se produce en por lo menos tres fases y con
la concurrencia de muchos factores (actualmente doce), según la describimos a continuación.

Fig. G-12. Trombocitos durante el proceso de la


coagulación.

G6.1. LA COAGULACIÓN SANGUÍNEA

La salida de sangre de un vaso lesionado se tapona gracias a un proceso llamado hemostasia que tiene
lugar en 3 fases: (1) En un primer momento, tiene lugar una vasoconstricción local, favorecida por la
liberación de serotonina y otras sustancias vasoconstrictoras que provienen de las plaquetas; de esta
manera, se reduce la pérdida de sangre. (2) La segunda fase consiste en la aglutinación de las plaquetas
y la formación de un agregado plaquetario que tapona rápidamente la zona lesionada; este tapón es
temporal y se transforma en un coágulo gracias a la transformación del fibrinógeno, proteína soluble, en
fibrina, insoluble. (3) Este proceso constituye la tercera fase de la hemostasia, denominada coagulación:
se producen una serie de reacciones en cadena que, gracias a la liberación de diversos factores presentes
en la sangre y liberados por el tejido lesionado, y a las plaquetas, determinan la síntesis de fibrina. Las
moléculas de fibrina constituyen una red tridimensional en la que quedan atrapados los elementos que
componen la sangre (plaquetas, glóbulos blancos y glóbulos rojos), y que se conoce como costra (Fig. G-
13 y G-14).

La tercera fase se desencadena, cuando las plaquetas, lesionadas por una agresión, producen una
sustancia llamada TROMBOPLASTINA o TROMBOQUINASA, que conjuntamente con otros factores
activadores del plasma y tisulares, actúa sobre una proteína, normalmente presente en el plasma, la
PROTROMBINA, a la que la transforma en TROMBINA. Formada ésta, actúa sobre otra proteína existente
en estado normal en el plasma, el FIBRINÓGENO, que se transforma en FIBRINA, todo lo cual tiene lugar
en presencia de calcio ionizado (Ca++), que así mismo está normalmente en la sangre. La fibrina es un gel
filamentoso, que al precipitarse como finos filamentos, forma una red, que aprisionará en su malla a los
elementos figurados de la sangre, para dar origen al coágulo, el por acción de las mismas plaquetas, se
retraerá para expulsar el suero.
Pág. 20 Dr.
Gustavo Mora Venner

Hay substancias anticoagulantes, usadas para efectos de investigaciones en la sangre; así mismo, hay
venenos de serpientes que realizan esta función, lo mismo sucede con la baja temperatura y los
recipientes lisos.

G7. EL PLASMA SANGUÍNEO

Es la parte líquida de la sangre y, desde el punto de vista químico consta de un 90% de agua y
de un 10% de sólidos (Fig. G-15). Entre estas sustancias vamos a citar a las proteínas (del 7
al 8%); los lípidos forman aproximadamente el 0,6%; los glúcidos se encuentran en una
proporción del 0,10%; existen mínimas cantidades de ácido láctico; las substancias minerales
forman el 1%; existen pigmentos que dan coloración al plasma; y finalmente las sustancias
nitrogenadas de desecho están en también en pequeñas cantidades.

Fig. G-13. Serie de sucesos que ocurren cuando hay lesión de


un vaso sanguíneo.
Dr. Gustavo Mora Venner Pág. 21

Fig. G-14. Proceso de coagulación que lleva a la


Las proteínas formación del coágulo. plasmáticas son de
tres clases: albúminas, globulinas y fibrinógeno. En conjunto, ellas generan una presión
osmótica coloidal en el seno del sistema circulatorio, que contribuye a la regulación del
intercambio de solución acuosa entre el plasma y el líquido extracelular. Las albúminas, que
constituyen la mayor parte de las proteínas plasmáticas (alrededor del 5%), se unen a
metabolitos relativamente insolubles, como los ácidos grasos, sirviendo como moléculas de
transporte. Las globulinas son un conjunto de proteínas (euglobulinas alfa y beta y globulinas
gamma o gammaglobulinas), en pequeño porcentaje (2,2%), distintas, entre las que se
incluyen los anticuerpos del sistema inmune (inmunoglobulinas por formar parte de los
anticuerpos que intervienen en los procesos de inmunidad), y ciertas proteínas responsables
del transporte de lípidos y algunos iones metálicos pesados (en el plasma, se guarda una
relación albúminas-globulinas del 2,2). El fibrinógeno es una proteína soluble, que se halla en
poca cantidad (0,3%), y que se polimeriza hasta formar otra proteína insoluble, la fibrina, en
le transcurso de la coagulación. En el plasma de algunos individuos de la especie humana
existen también unas sustancias del tipo de las glucoproteínas que se denominan aglutininas
por la propiedad que poseen de provocar el agrupamiento normal y la consecuente destrucción
de los glóbulos rojos de otros individuos, mediante el proceso que se denomina aglutinación y
lo señalamos con mayor precisión a propósito de los glóbulos rojos.
Pág. 22 Dr.
Gustavo Mora Venner

Fig. G-15. A la derecha sangre completa. A


la izquier-da, separación entre plasma
(arriba) y coágulo (abajo).

También en el plasma hay lípidos o grasas, especialmente relacionados con los fosfolípidos
como el colesterol y la lecitina; el colesterol (uno de los más importante y que se encuentra en
proporción de 0,15 a 0,25%), tiene gran importancia actualmente en medicina, ya que su
exceso puede depositarse en las paredes de los vasos sanguíneos provocando endurecimiento
de ellas y a la postre una enfermedad llamada arterioesclerosis. La lecitina se halla en un muy
bajo porcentaje (del 0.10 al 0,30%). Las comidas que contienen abundantes grasas provocan
la aparición, en el plasma sanguíneo, de pequeños glóbulos de grasa, llamados quilomicrones
que están dotados de movimiento y que dificultan el estudio del plasma sanguíneo en los
exámenes de laboratorio; siendo ésta es una de las razones por las cuales se aconseja realizar
tales exámenes con el paciente en ayunas.

Los glúcidos están representados especialmente por la glucosa (que se encuentra en una
proporción del 0,08 al 0,12%), y que cumple un rol descollante en la producción de energía
para el metabolismo de todos los órganos.

En el plasma sanguíneo vamos a encontrar algunas sustancias minerales, especialmente sales


minerales que suelen estar disociadas en sus iones, las más importantes son cloro, sodio,
calcio, potasio, fósforo; en pequeñísimas cantidades hay azufre, yodo, bromo, cobre y
magnesio.

Los pigmentos que dan color al plasma sanguíneo son endógenos y exógenos; entre los
primeros tenemos a la bilirrubina y al urobilinógeno, y entre los segundos tenemos al
caroteno, de alimentos ricos en lipocromo. A los dos primeros se les conoce como pigmentos
endógenos porque son producidos en el interior del organismo, al tercero se lo conoce como
pigmento exógeno ya que proviene de fuera del organismo e ingresa al él formando parte de
alimentos como la zanahoria, el zapallo, etc.

La bilirrubina tiene particular interés, en medicina, porque cumple una serie de actividades
relacionadas con diversos órganos tales como el hígado, al cual le sirve como materia prima
para elaborar una sustancia llamada bilis.

Finalmente tenemos en el plasma, varias y pequeñas cantidades sustancias de desecho


resultantes del metabolismo (como la úrea, el ácido úrico, el amoníaco, la creatina y la
creatinina), que tienen como característica común contener nitrógeno en su estructura.
Dr. Gustavo Mora Venner Pág. 23

La sangre, y específicamente el plasma permite hacer un análisis de todas las sustancias que
circulan en él, de acuerdo a lo que se ve a continuación en el cuadro G-5.

PRINCIPALES VALORES VALORES ANORMALES Y


SIGNIFICADO
PARÁMETROS NORMALES PATOLOGÍAS ASOCIADAS
Ácido úrico 20-70 mg/l Valores superiores pueden indicar Compuesto derivado de la degradación
gota y nefritis (>50 mg/l) de las purinas; filtrado por los riñones,
forma parte de la composición de la orina
Albúmina 33-49 g/l Valores inferiores pueden indicar Proteína producida por el hígado;
cirrosis (<30 g/l) representa el 45% de las proteínas
plasmáticas; responsable de la presión
osmótica del plasma y también proteína
transportadora de muchas sustancias
Amilasa 40-110 Valores superiores pueden indicar Enzima del jugo pancreático; presente
unidades pancreatitis (>200 unidades) también en el plasma
Bilirrubina 0,6-2,5 mg/dl Valores superiores pueden indicar Pigmento biliar, derivado de la
ictericia a causa de fenómenos degradación de la hemoglobina,
hemolíticos (>15 mg/dl) producido en el hígado
Calcio 90-110 mg/l Valores superiores pueden indicar Elemento presente en el tejido óseo,
hiperparatiroidismo (>150 mg/l). implicado en fenómenos de contracción
Valores inferiores pueden indicar muscular; su absorción es favorecida por
tetania muscular (<70 mg/l) la vitamina D
Colesterol 1,5-2,6 g/l Valores superiores pueden indicar Lípido sintetizado principalmente por el
obstrucciones en las vías biliares hígado; presente en las membranas
(>4 g/l). Valores inferiores pueden celulares; precursor de varias sustancias,
indicar insuficiencia hepática (< entre ellas las hormonas esteroides; en
1,5 g/l) la sangre puede encontrarse como
lipoproteínas de baja densidad (LDL) o
lipoproteínas de alta densidad (HDL)
Cuerpos cetónicos Trazas Valores superiores pueden indicar Compuestos derivados de la degradación
(acetona, ácido diabetes (>3 g/l) de los lípidos en el hígado
acetilacético, ácido
betahidroxibutírico)
Creatinina 5-18 mg/l Valores superiores pueden indicar Compuesto derivado de la degradación
insuficiencia renal (>15 mg/l). de la creatina
Valores inferiores pueden indicar
enfermedades musculares (<7
mg/l)
Eritrocitos (glóbulos 4,5-5 Valores inferiores pueden indicar Elementos corpusculares de la sangre
rojos) millones/mm3 algunos tipos de anemia implicados en el transporte del oxígeno
(< 4 millones/mm3)
Hierro 0,7-1,7 mg/l Valores superiores pueden indicar Elemento presente en la hemoglobina,
hemocromatosis (>2 mg/l). Valores en la mioglobina, en numerosas enzimas,
inferiores pueden indicar algunos en los citocromos; hay reservas de hierro
tipos de anemia (<0,9 mg/l) en el bazo, en el hígado y en la médula
ósea
Fibrinógeno 3-5 g/l Valores superiores pueden indicar Proteína presente en el plasma; participa
inflamaciones (5-10 g/l). Valores en la coagulación sanguínea
inferiores pueden indicar
insuficiencia hepática (<2 g/l)
Fosfatasa alcalina y 5-13 unidades/l Valores superiores de la fosfatasa Enzimas que liberan fosfatos inorgánicos
fosfatasa ácida 0,5-4 alcalina pueden indicar hepatitis y de ésteres fosfóricos; se definen como
unidades/l enfermedades de los huesos ácidas o alcalinas según sean más
(>10 unidades/l). Valores activas a valores de
superiores de la fosfatasa ácida pH < o > 7
pueden indicar cáncer de próstata
(>10 unidades/l)
Globulinas 20-24 g/l Valores superiores pueden indicar Proteínas solubles en soluciones salinas;
mieloma (>120 g/l) en el plasma las alfa y las beta globulinas
transportan diversas sustancias; las
gammaglobulinas tienen función de
anticuerpos
Glucosa 0,8-1,1 g/l Valores superiores pueden indicar Azúcar que representa la fuente
diabetes (>1,3 g/l). Valores fundamental de energía de la célula
inferiores pueden indicar
insuficiencia hepática (<0,8 g/l)
Leucocitos (glóbulos 5.000- Valores superiores pueden indicar Elementos sanguíneos implicados en la
blancos) 10.000 /mm3 leucocitosis (>10.000/mm3). fagocitosis de elementos patógenos y en
Pág. 24 Dr.
Gustavo Mora Venner
Valores inferiores pueden indicar la respuesta inmunológica e inflamatoria
leucopenia (<5.000/mm3)
Lípidos totales 5-8 g/l Valores superiores pueden indicar Compuestos introducidos con los
enfermedades renales (9-40 g/l) alimentos; incluyen los triglicéridos, los
fosfolípidos (constituyentes de las
membranas celulares) y el colesterol
Plaquetas 150.000- Valores superiores pueden indicar Elementos corpusculares de la sangre
400.000/mm3 leucemia mieloide y trombocitosis implicados en la coagulación
(>500.000/mm3). Valores inferiores
pueden indicar trombopenia y
hemorragias (<150.000/mm3)
Proteínas totales 65-75 g/l Valores superiores pueden indicar Proteínas que circulan en la sangre;
plasmáticas muchas enfermedades infecciosas incluyen las albúminas, las globulinas, la
y mieloma (> 90 g/l). Valores ceruloplasmina (transportadora de
inferiores pueden indicar cobre), la haptoglobina (transportadora
enfermedades renales (<65 g/l) de hemoglobina cuando se produce una
hemolisis) y la hemosiderina
(transportadora de hierro)
Sodio 3,1-3,4 g/l Valores superiores pueden indicar Elemento implicado en muchos
estados de deshidratación de las fenómenos de transporte en las células;
células (>3,5 g/l). Valores importante en el equilibrio ácido-base y
inferiores pueden indicar para la regulación de la presión osmótica
desequilibrios del aparato de los fluidos corporales
digestivo, con diarrea y vómito
(<2,2 g/l)
Transaminasas 2-40 unidades/l Valores superiores pueden indicar Enzimas que llevan grupos amino de un
(transaminasa glutámico- hepatitis o infarto de miocardio aminoácido a otro
oxalacética o GOT; (80-800 unidades/l)
glutámico-pirúvica o GPT)
Triglicéridos 0,5-1,8 g/l Valores superiores pueden indicar Formados por glicerina ligada a ácidos
diabetes e hiperlipidemia grasos; constituyen las reservas de grasa
del organismo
Urea 0,1-0,5 g/l Valores superiores pueden indicar Compuesto derivado de la degradación
insuficiencia renal (>0,5 g/l). de las proteínas; filtrado por los riñones,
Valores inferiores pueden indicar entra a formar parte de la composición
insuficiencia hepática (<0,15 g/l) de la orina

Cuadro G-5. Los principales componentes sanguíneos, sus valores y significados normales y
patológicos.
Dr. Gustavo Mora Venner Pág. 25
CUADRO RESUMEN DE LOS ELEMENTOS FIGURADOS DE LA SANGRE

Tipo Tamaño Número/litro Recuento Desarrollo Vida


celular leucocitario media
diferencial célula
madura
Eritrocit
o
Neutrófil
o
Eosinófil
o
Basófilo
Linfocito
s
Monocit
os
Plaqueta
s

G8. LA MÉDULA ÓSEA

Debido a la relativamente corta vida de las células sanguíneas, es necesaria la constante


producción de células nuevas para mantener la cantidad original. La formación de células
sanguíneas se denomina HEMOPOYESIS o HEMATOPOYESIS (del griego poiesis = formación),
tiene lugar en los tejidos u órganos hematopoyéticos, de los cuales y después del nacimiento,
el más importante es la médula ósea. Alí, se forman todos los eritrocitos, trombocitos y gran
parte de los leucocitos, ya que parte de los linfocitos (células B no comprometidas), también se
forman en la médula ósea, pero en su mayoría en los tejidos y órganos linfoides (timo, nódulos
linfáticos y bazo). La formación de células sanguíneas en la médula ósea, se denomina
mielopoyesis (del griego myelos = médula).

Aunque existe gran variedad de criterios entre los distintos autores respecto a la nomenclatura
de las células sanguíneas encontradas en la médula ósea, la descripción que se hará a con-
tinuación se basa en la tinción de los colorantes utilizados en hematología y en el, a muestro
parecer, texto que más lógica tiene en la explicación sobre el particular, como es la Histología
de Finn Geneser.

Durante el proceso de maduración, las células hematopeyéticas sufren alteraciones morfoló-


gicas claramente evidentes. A medida que maduran las células, disminuyen de tamaño, los
núcleos también se tornan más pequeños, el retículo de cromatina se hace más grueso y
desaparecen los nucleolos (similares a pálidos espacio grisáceos). Los granulocitos primero
adquieren gránulos azurófilos y luego específicos además de que los núcleos se segmentan.
Las células de la serie eritrocítica nunca presentan gránulos, y finalmente pierden el núcleo.

La médula ósea activa está llena de células madre en fase de división y de precursores de las
células maduras, sobre todo de eritrocitos, lo que le confiere a la médula un color rojo, que
explica que a veces se la denomine médula roja. Al pasar el tiempo, la médula ósea de los
huesos largos periféricos se hace progresivamente menos activa se infiltra por grasa, de modo
que en los mamíferos maduros la mayor parte de la médula es inactiva y se ve de color
amarillo, por lo que se le denomina médula amarilla, la cual puede reactivarse en caso de
necesidad.

La médula ósea consiste en una red de senos vasculares y de fibroblastos muy ramificados y
que contiene en los intersticios células hematopoyéticas. La producción de células sanguíneas
en la médula ósea es muy grande, ya que se estima la producción diaria en algo así como 2,5
billones de eritrocitos, un número semejante de plaquetas, entre 50 y 100 billones de
Pág. 26 Dr.
Gustavo Mora Venner
granulocitos (un billón / Kg de peso / día), así como una gran cantidad de monolitos y
linfocitos inmunológicamente vírgenes. Además de su función hematopoyética, la médula ósea
junto con el bazo y el hígado, es uno de los sitios principales de retirada de la circulación de
los eritrocitos anómalos o viejos. La médula ósea también tiene un papel central en el sistema
inmune (equivalentes en los mamíferos, a la bursa de Fabricio en los pájaros), ya que es el
lugar de diferenciación de los linfocitos B, y en ella se encuentran gran cantidad de células
plasmáticas secretoras de anticuerpos.

En las extensiones de médula ósea son muy difíciles de reconocer las fases más precoces de la
hematopoyesis, y los detalles y características de cada fase del desarrollo se han conocido
empleando técnicas de fijación y tinción que no son utilizadas en la práctica diaria. El reconoci-
miento de dichas fases tiene poco valor práctico, salvo en determinadas condiciones patoló-
gicas en las que ciertas características morfológicas de cada tipo celular se alteran.

¿Cuáles son los métodos de estudio de la médula ósea y de la sangre? En forma general, el
método estándar de examen de la sangre

La médula ósea es el órgano hematopoyético central desde los últimos meses de vida fetal y
durante toda la existencia de la vida postnatal, y todas las células sanguíneas se originan a
partir de una célula madre común, que se denomina CELÚLA MADRE HEMATOPOYÉTICA
PLURIPOTENCIAL (CMHP); esta célula se la define como a una célula capaz de dar origen a
cualquiera de las células sanguíneas y de mantener su propia existencia por divisiones
mitóticas. Las CMHP representan solo una porción muy pequeña de la cantidad total de células
nucleadas de la médula ósea (menos de 1 por cada 100.000), y en condiciones normales solo
del 5 al 10% sufren divisiones, dado que el resto permanece en estado latente, en la fase G 0
del ciclo celular. De todos modos, la cantidad de CMHP presentes en la médula es suficiente
para mantener un estado de equilibrio, donde el número de células sanguíneas maduras que
muere, es reemplazado por una cantidad igual. La capacidad proliferativa de las CMHP se
incrementa cuando son estimuladas a hacerlo (por medio de diversos factores, según veremos
más adelante), en relación con un aumento de la necesidad.

Por división de las células madre hematopoyéticas pluripotenciales, se forman nuevas células
madre pluripotenciales, por lo que se mantiene la cantidad original, y son estas células las que
se diferencian en CÉLULA MADRE LINFOIDE (CML) y en CÉLULA MADRE MIELOIDE (CMM); esta
célula madre mieloide también se conoce como unidad formadora de colonias de granulocitos-
eritrocitos-monocitos-megacariocitos (UFC-GEMM) o (CFU-GEMM, por sus singlad del inglés:
colony forming unit-granulocyte-erythrociyte-monocyte-megakariocyte). Estas dos células, a
diferencia de las CMHP, son solo multipotentes, puesto que dan origen a linfocitos y al resto de
elementos figurados mieloides de la sangre y, no tienen capacidad para renovarse por tiempo
indeterminado, como ocurre con sus antecesoras (mire la figura G.16).
Dr. Gustavo Mora Venner Pág. 27
Célula madre
de linfocitos B Linfocito B maduro no
(CMLB) comprometido
Célula Madre
Linfoide (UNIPOTENTE)
(CML) Célula madre
(MULTIPOTENTE) de linfocitos T Linfocito T no maduro no
(CMLT) comprometido

Unidad Formadora
de Granulocitos MIELOBLASTO
Eosinófilos eosinófilo
(CFU-Es)

Unidad Formadora de MIELOBLASTO


Granulocitos Basófilos
(CFU-Bas)
basófilo
(UNIPOTENTE)

Célula
Madre Unidad Formadora
Hematopo de Granulocitos MIELOBLASTO
yética Unidad Formadora Neutrófilos
de Granulocitos
neutrófilo
(CFU-G)
Pluripoten Neutrófilos y
cial Monocitos
(CMHP) (CFU-GM) Unidad Formadora
de Monocitos MONOBLAST
(CFU-M) O
(UNIPOTENTE)

Unidad Formadora Unidad Formadora


Célula Madre en Estallido de de Colonias de MEGACARIOBLA
Mieloide Megacariocitos Megacariocitos STO
(BFU-Meg) (CFU-Meg)
(CMM) (CFU-
GEMM)

Unidad Formadora Unidad Formadora


en Estallido de de colonias de PROERITROBLAS
Eritrocitos Eritrocitos TO
(BFU-E) (CFU-E)

Fig. G-16. Esquema de la hematopoyesis con los distintos estadios. Nótese los
distintos fondos, tanto para células multipotentes, cuanto para
células bipotentes y unipotentes.

Por la proliferación de células madre multipotentes (CMM) se forman células madre unipoten-
tes (CMU), y un solo grupo de células madre bipotentes, específicas de línea. La CML da origen
a las CÉLULAS MADRE DE LINFOCITOS B (CMLB) y a las CÉLULAS MADRE DE LINFOCITOS T
(CMLT), las que darán origen a su vez, a la línea celular de los linfocitos T y de los linfocitos B,
respectivamente. Las células madre de los linfocitos B, permanecen en la médula ósea, donde
tiene lugar la maduración de los linfocitos B no comprometidos, mientras que las células madre
de los linfocitos T, abandonan la médula ósea y son transportados por el torrente sanguíneo
hasta el timo, donde tiene lugar la maduración de los linfocitos no comprometidos (según se
aprenderá en tejidos inmunes).

De las células madre mieloides (CMM) o también llamadas unidades formadoras de colonias de
granulocitos-eritrocitos-monocitos-megacariocitos (UFC-GEMM), se diferencian las células ma-
dre específicas de las líneas de eritrocitos, de megacariocitos (que dan origen a los tromboci-
tos), de granulocitos y de monocitos.
Pág. 28 Dr.
Gustavo Mora Venner
La CÉLULA MADRE de ERITROCITOS UNIPOTENTE (CME), específica de línea, también se
denomina BFU-E (del inglés burst forming unit erythrocite, o unidad formadora de estallido de
eritrocitos; empleándose esta denominación por cuanto este tipo de CFU prolifera con
extraordinaria fuerza en los cultivos celulares), es continuada por una CFU-E, que es una célula
específica de línea, también unipotente, ya que es la última célula madre de la línea celular
eritroide, puesto que da origen a los eritroblastos, que nos son células madre (ya que no
forman colonias), sino las primeras células reconocibles por su morfología en la línea
eritrocítica.

En el grupo de los trombocitos, la primera célula madre unipotente específica de línea es una
BFU-Meg, que prolifera y se diferencia a CFU-Meg, la última célula madre de la línea de los
trombocitos, que por proliferacion y diferenciación da origen a los megacarioblastos.

La célula madre mieloide también da origen a células madre unipotentes, específicas de la


línea de los granulocitos eosinófilos (denominadas CFU-Eo), y de los granulocitos basófilos
(denominadas CFU-Bas), además de una célula madre común, bipotente (llamada CFU-GM),
para los granulocitos neutrófilos y para los monocitos. Esta última célula prolifera y se
diferencia para dar origen a una célula madre, unipotente, de los granulocitos neutrófilos
(CFU-G), y a una célula madre, unipotente, de los monocitos (CFU-M), respectivamente.

La células madre hemopoyéticas comparten la propiedad de no poder ser identificadas con


certeza por su morfología, por lo mismo, solo se las puede definir, a partir de su capacidad
formadora de colonias, y todas presentan un núcleo redondo sin características particulares,
rodeado por un angosto reborde de citoplasma basófilo, similar a un pequeño linfocito.

G8.1. FORMACIÓN DE CÉLULAS ROJAS

Se conoce también con el nombre de ERITROPOYESIS y es un proceso orientado hacia la producción de


una célula carente de organelas pero llena de hemoglobina. Los progresivos estadios
de diferenciación muestran tres características:

 Reducción progresiva del tamaño celular (figura G-17);


 Pérdida progresiva de organelas; la existencia de numerosos ribosomas en fases
precoces justifica la intensa basofilia citoplásmica (tinción azulada) que se reduce
al decrecer el número de ribosomas; y,
 Aumento progresivo en el contenido citoplasmático de hemoglobina; esto explica
la eosinofilia (tinción rosa) cada vez más intensa del citoplasma al ir madurando.

La síntesis de hemoglobina comienza en la fase de normoblasto precoz (eritroblasto


basófilo) y se completa en la fase de reticulocito. Las divisiones celulares dejan de
producirse en la fase de normoblasto precoz, tras la cual el núcleo se va
condensando hasta ser eliminado en la fase de normoblasto tardío (eritroblasto
ortocromático). La fase de normoblasto precoz también supone el inicio de la pérdida
progresiva de organelas de la que sólo quedan restos en la fase de reticulocito. Este
proceso junto con el aumento progresivo en la síntesis de hemoglobina se traduce
morfológicamente en la transición de basofilia a la eosinofilia (ortocromasia) del
eritrocito maduro pasando a través eritroblasto de la policromasia del normoblasto
intermedio (eritroblasto policromatófilo).

El proceso de eritropoyesis desde la célula madre hasta eritrocito dura una semana
aproximadamente. La velocidad de eritropoyesis viene regulada por la hormona
eritropoyetina producida en el riñón y por la disponibilidad de elementos en la
médula roja de elementos como son el hierro, el ácido fólico, la vitamina 812 y los
precursores proteicos.

El islote eritroide es la unidad formada en la médula ósea por uno o dos macrófagos
rodeados por los precursores eritrocitarios. En los aspirados de médula ósea se
destruyen los islotes eritroides por lo que se precisa de estudios ultraestructurales
para demostrar su constitución. Las membranas plasmáticas de los macrófagos
muestran grandes prolongaciones citoplasmáticas e invaginaciones profundas en las
que se acomodan las células eritroides en división. Conforme se va diferenciando, la
Dr. Gustavo Mora Venner Pág. 29
célula eritrocitaria migra a lo largo de las prolongaciones citoplasmáticas del macrófago dejando su lugar
a células menos maduras. Al acercarse la madurez el eritroblasto entra en contacto con el endotelio de
los sinusoides cercanos y atraviesa su citoplasma para acceder a la circulación. El núcleo es eliminado
antes de acceder a la circulación y es fagocitado por los macrófagos perisinusoidales. Los estudios de
cultivos celulares indican que las células endoteliales, los macrófagos y los fibroblastos son esenciales
para la eritropoyesis, siendo los fibroblastos responsables de la síntesis de varios factores de crecimiento.

El primer precursor reconocible del eritrocito es el proeritroblasto (mire el final de la figura G-16 en la
línea de los eritrocitos), que es una célula grande con muchas organelas en el citoplasma pero sin
hemoglobina (parte 1 de la figura G-17). El citoplasma tiene cúmulos de azul claro a azul profundo sobre
un fondo azul grisáceo pálido. El núcleo rojo borgoña, intenso, es redondo, con un fino retículo de
cromatina, con 3-5 nucléolos gris pálido.

El normoblasto precoz o eritroblasto basófilo (parte 2 de la figura G-17), presenta un citoplasma azul
pálido con un fondo de tinte rosa grisáceo y con cúmulos azulados; el núcleo es rojo borgoña, redondo,
algo más grueso que en el estadio anterior, puede haber un nucléolo.

El normoblasto intermedio o eritroblasto policromatófilo (parte 3 de la figura G-17), se caracteriza por


cuanto su citoplasma es rosa amarillento con un tinte azulado, y por cuanto su núcleo es negro, rojizo,
oscuro, pequeño y redondo con un retículo de cromatina grueso y condensado y, no se observan
nucléolos.

El normoblasto tardío o eritroblasto ortocromático u ortocromatófilo (parte 4 de la fi-gura G-17), tiene un


citoplasma rosado con un ligero tinte azul y un núcleo con estructura oscura, condensada y redonda y,
que puede estar en proceso de ser eliminado de la célula.

Fig. G-17. Esquema de los precursores del hematíe en la eritropoyesis, hasta la


conformación del glóbulo rojo normal.

El reticulocito (parte 5 de la figura G-17), aparece como un eritrocito circulante normal; sin embargo, si se
tiñe con colorantes supravitales (como por ejemplo, el azul de metileno), aparece un retículo azulado
(compuesto, en su mayor parte, por retículo endoplásmico rugoso).

G8.2. FORMACIÓN DE CÉLULAS BLANCAS

El mieloblasto es el estadio más precoz reconocible de la GRANULOPOYESIS (parte 1 de la figura G-18,


izquierda).y su confuso nombre deriva del erróneo concepto antiguo de que los granulocitos eran las ú-
nicas células blancas que se formaban en el tejido mieloide (médula ósea). El mieloblasto presenta en su
citoplasma pequeños cúmulos azules sobre un fondo azul claro y se extienden burbujas citoplasmáticas a
lo largo de la periferia de la célula. El núcleo es azul rojizo, redondo, con un fino retículo de cromatina; se
distinguen dos o tres nucléolos de color gris pálido.

El mieloblasto genera el promielocito (parte 2 de la figura G-18, izquierda), que se caracterizan por la
aparición de pequeños y oscuros gránulos azurófilos que, por desarrollarse antes que los gránulos
específicos, se denominan gránulos primarios. Como se ha descrito antes estos gránulos son lisosomas
grandes. El núcleo es redondo, azul rojizo, con hebras de cromatina que aparecen más gruesas que en el
estadio anterior; por lo general se observa un nucléolo.

El siguiente estadio de diferenciación es el mielocito (parte 3 de la figura G-18, izquierda y, partes 1 de


las figuras central y derecha en G-18), que se caracteriza por la aparición de gránulos específicos en un
proceso continuo a través de tres divisiones celulares. El número relativo y la proporción de gránulos
primarios va decreciendo y la de gránulos específicos (secundarios) aumentando. Desde la fase de
mielocito a la de granulocito maduro pasando por el estadio de metamielocito (partes 4 y 5 de la figura G-
18, izquierda y, partes 2 y 3 de las figuras central y derecha en G-18), el núcleo va aumentando su
segmentación. Los precursores inmediatos del granulocito maduro tienen un núcleo a modo de herradura
o anillado y se les denomina cayados o formas en banda.

El mielocito neutrófilo (parte 3 de la figura G-18, izquierda), tiene un citoplasma azul claro, con oscuros
gránulos azurófilos y granulos neutrófilos (específicos), más pequeños; se distingue una región de Golgi,
clara y paranuclear. El núcleo, por lo general es redondo, algo aplanado y excéntrico, con un retículo de
cromatina, bastante grueso y donde no se distinguen nucléolos.

Después está el metamielocito neutrófilo (parte 4 de la figura G-18, izquierda), con un citoplasma similar
al del estadio anterior, salvo que es más pálido y la zona de Golgi se anida en la indentación del núcleo; y
éste es de forma arriñonada excéntrico, con un oscuro y denso retículo de cromatina, y sin nucléolos.
Pág. 30 Dr.
Gustavo Mora Venner
La célula neutrófila en cayado (parte 5 de la figura G-18, izquierda), es la última célula antes de que el
neutrófilo salga a la circulación, y se caracteriza por presentar un citoplasma algo más azul que el del
neutrófilo maduro y gránulos azurófilos y neutrófilos (específicos), y un núcleo con forma de herradura y
azul oscuro, con un retículo de cromatina muy grueso y sin la presencia de nucléolos.

Fig. G-18. Esquema de los precursores de los granulocitos neutrófilos


(izquierda), de los granulocitos eosinófilos (centro) y de los
granulocitos basófilos (derecha). Las últimas figuras muestran las
formas que se ven en sangre.
Al alcanzar la madurez los neutrófilos entran a la corriente sanguínea donde
algunos circulan mientras que otros parecen adherirse a las paredes
endoteliales de vasos pequeños (pool marginal) y sólo entran al pool circulante
en caso de necesidad por ejercicio o estrés; la salida de la circulación parece
suceder al azar. La médula ósea contiene un gran pool de neutrófilos de
reserva que se pueden movilizar con facilidad en caso de ser necesario. Los
corticosteroides aumentan la tasa de liberación de la médula ósea y reducen la
salida de la circulación.

En la génesis del linfocito (LINFOPOYESIS), sólo se reconocen dos fases precursoras el linfoblasto y el
prolinfocito. La característica más típica de la linfopoyesis es la reducción progresiva del tamaño celular, y
a diferencia de otros tipos celulares, los linfocitos también pueden proliferar fuera de la médula ósea,
como sucede en los tejidos del sistema inmune en respuesta a una estimulación antigénica específica.

G8.3. FORMACIÓN DE LAS PLAQUETAS

En la génesis de las plaquetas (TROMBOPOYESIS), los megacariocitos son responsables de la producción


de plaquetas y son las células mayores en un aspirado medular (30-100 micras de diámetro). Estas
grandes células poliploides tienen un núcleo irregular, multilobulado que contiene acúmulos de cromatina
dispersos sin nucleolo. El amplio citoplasma está lleno de gránulos basófilos que reflejan la gran cantidad
de organelas citoplasmáticas. Con la microscopia óptica es difícil definir el límite celular por la gran
cantidad de plaquetas desagregadas, prolongaciones citoplasmáticas, irregularidades y vesículas.

El precursor del megacariocito en la médula ósea es el megacarioblasto, que sufre siete replicaciones
nucleares y citoplasmáticas sin división celular (endomitosis) con cada una de las cuales aumenta su
Dr. Gustavo Mora Venner Pág. 31
ploidía, la lobulación nuclear y el tamaño celular. La maduración del citoplasma implica la aparición de
gránulos, vesículas y membranas de demarcación con pérdida progresiva de ribosomas libres y retículo
endoplásmico rugoso. El citoplasma del megacariocito se divide en tres zonas: (1) una zona perinuclear
que contiene el aparato de Golgi y las vesículas asociadas, el retículo endoplásmico rugoso y liso, los
gránulos en desarrollo, los centriolos y los túbulos fusiformes (esta zona permanece junto al núcleo tras el
desarrollo de la plaqueta); (2) una zona intermedia que contiene un amplio sistema de vesículas y túbulos
intercomunicados a los que se denomina sistema de demarcación de membrana (DMS) que está en
continuidad con la membrana plasmática, y que tiene como fundamento, delimitar campos para las
plaquetas en desarrollo (es decir, plaquetas potenciales) (al menos parte del DMS deriva del aparato de
Golgi); y, (3) una zona marginal externa que está ocupada por filamentos del citoesqueleto y que es
atravesada por membranas que la conectan con el sistema de demarcación de membrana.

Las plaquetas no se forman a través de evaginaciones como se solía creer, sino por fragmentación del
citoplasma del megacariocito con liberación de los campos plaquetarios demarcados que, al igual que las
plaquetas, muestran tamaños muy desiguales. Las plaquetas se liberan al menos de dos modos distintos;
en la médula ósea los megacariocitos muestran seudópodos, a los que se denomina proplaquetas, hacia
la luz sinusoidal, cada uno de los cuales representa un campo plaquetario que luego se fragmenta hacia
la circulación; y, los megacariocitos también parecen entrar intactos a los sinusoides de la médula ósea
para llegar al lecho vascular pulmonar, donde se fragmentan en plaquetas.

G8.4. FACTORES ESTIMULANTES DE LA HEMOPOYESIS

La médula ósea es un microambiente inductor especial de la hemopoyesis. Si bien permanentemente


circula una cantidad, aunque muy pequeña, de células madre por el torrente sanguíneo, éstas no se
asientan en otros órganos para iniciar allí la hemopoyesis, lo cual se comprueba cuando se inyecta en el
torrente sanguíneo un grupo de células de la médula ósea, por ejemplo, en caso de transplante, donde las
células medulares introducidas sólo comienzan la hemopoyesis en la médula ósea. Se cree que esto se
debe a que el estroma de la médula ósea, compuesta por células reticulares, macrófagos, adipocitos (en
realidad células reticulares llenas de grasas), matriz extracelular y células endoteliales capilares, es
necesaria para el crecimiento y la diferenciación de las células hemopoyéticas. En consecuencia, no es
posible mantener la hemopoyesis en un cultivo celular, si primero no se hace crecer una capa de estas
células de adhesión a partir de estroma de la médula ósea. Esta última también es mucho más resistente
a las radiaciones que las células hemopoyéticas, por lo que sobreviven a radiaciones letales y están en
condiciones de funcionar como microambiente inductor de hemopoyesis para las células madre
introducidas por el trasplante de médula ósea. Es posible que tenga importancia el contacto físico directo
entre el estroma y las células hemopoyéticas, pero también diversas citoquinas son factores de
crecimiento necesarios en distintos estadios de la hemopoyesis. Algunos de estos factores son
sintetizados y secretados por las células de la estroma, en especial se cree que el estado de equilibrio, en
condiciones normales, está condicionado por citoquinas secretadas en el mismo medio, mientras que la
fuerte estimulación de la médula ósea relacionada, por ejemplo, con una infección, con una reacción
inflamatoria, se debe a citoquinas circulantes secretadas por linfocitos T helper y macrófagos activados.

Se ha identificado y clonado un factor de crecimiento hemopoyético denominado factor de células madre


(o ligando c-kit) que tiene acción estimulante sobre las células madre en un estadio muy temprano de la
hemopoyesis, posiblemente por activación de la misma célula madre pluripotencial.

En forma general, se han identificado cuatro factores estimulantes de colonias: CSF multilínea (multi-
CSF), también llamada interleuquina 3 (IL-3), CSF de granulocitosmacrófagos (GM-CSF), CSF de
granulocitos (G-CSF), y CSF de macrófagos (MCSF). El multi-CSF es producido por linfocitos T helper y
quizá también por las células de la estroma, si bien ésto no se ha demostrado, y estimula las células
madre mieloides y tal vez también las células madre pluripotentes. La estimulación favorece la formación
de todos los elementos mieloides de la hemopoyesis. Los demás factores estimulan las respectivas CFU
nombradas y actúan más tarde en el proceso de hemopoyesis, ya sea sobre células madre bipotentes
(CFU-GM) o unipotentes, específicas de línea. GM-CSF, GCSF Y M-CSF se forman en las células del
estroma, en la médula ósea, pero también se produce GM-CSF en los linfocitos T helper activados. En los
últimos estadios interviene además la eritropoyetina (EPO), el factor de crecimiento hemopoyético más
conocido, de gran importancia para la eritropoyesis normal. EPO actúa sobre CFU-E (pero no sobre BFU-
E). Otro factor de crecimiento, ya aislado, es la trombopoyetina, que estimula la proliferación y la
maduración de los megacariocitos.

La condición para que actúen los factores de crecimiento sobre los distintos estadios de la eritropoyesis
es que exista la expresión de los receptores específicos correspondientes en la superficie de las células
blanco. Cuando las distintas células de la hemopoyesis se comienzan a diferenciar por una vía
determinada, le sigue la expresión de receptores específicos para las citoquinas que dirigen a la célula en
esa dirección. Es posible que existan varios microambientes de células del estroma diferentes, y que en
cada medio actúen determinadas combinaciones de factores de crecimiento y quizá también de
Pág. 32 Dr.
Gustavo Mora Venner
moléculas de la matriz extracelular, que se fijan a las moléculas de adhesión celular sobre el tipo de
célula hemopoyética que sufre diferenciación y crecimiento en ese momento en ese medio y que, en
consecuencia, lo retiene por un tiempo. La modificación de la expresión de las moléculas de adhesión en
la superficie de la célula, relacionada con la diferenciación puede después causar la liberación de la célula
madre del medio local y su desplazamiento con el torrente sanguíneo hacia microambientes de células
del estroma secundarios, donde continúa la proliferación y diferenciación hacia los estadios siguientes de
la hemopoyesis. Posiblemente estos microambientes existen para cada tipo de célula madre, desde las
pluripotentes hasta las células madre unipotentes específicas de línea.

La regulación de la cantidad de células sanguíneas en el organismo también está relacionada con el


hecho de que los tipos de células sanguíneas tienen vida limitada, tras la cual son eliminadas, en el caso
de las células nucleadas por muerte celular programada por apoptosis. El equilibrio entre la producción
constante de la médula ósea y la apoptosis después de un período fijo mantiene el estado de equilibrio,
en condiciones normales.

En la formación de los monocito (MONOPOYESIS), hay evidencias considerables de que los monocitos y
los granulocitos tienen un precursor común, la unidad formadora de colonias granulocito-monocitica (CFU-
GM) cuyo crecimiento precisa de la existencia de factores estimulantes de colonias (CSFs) que tienen una
misión similar a la de la eritropoyetina en la eritropoyesis.

Se reconocen dos precursores morfológicos de los monocitos, monoblastos y promonocitos que sufren al
menos tres divisiones celulares antes de alcanzar la fase de monocito maduro. La monopoyesis se
caracteriza por la reducción del tamaño celular y la indentación progresiva del núcleo. Los monocitos
maduros abandonan la médula ósea inmediatamente después de su síntesis sin que se disponga de un
pool de reserva como el de neutrófilos. Los monocitos permanecen unos tres días como término medio en
la circulación antes de pasar por diapedesis de modo aparentemente aleatorio a los tejidos de los que no
pueden salir para reincorporarse a la circulación.
Dr. Gustavo Mora Venner Pág. 33
ANEXO 3 - C

APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS CONOCIMIENTOS

Las ANEMIAS Y SUS CLASES. Anemia es un eritroblasto policromatófilo y finalmente el


término no muy exacto (ya que significa sin eritroblasto maduro. Como se ve por la
sangre), para calificar al estado corporal que nomenclatura, pasan de basófilos a
cursa con una baja en la concentración de acidófilos y mientras el eritroblasto es una
hemoglobina, de tal manera que se perturba célula nucleada, el eritrocito es anucleado.
el transporte de oxígeno. Por lo tanto, en las etapas intermedias hay
basofilia y restos nucleares, ésto hace que
Hay diferentes causas de anemias y por lo raramente se observe al microscopio, un
mismo diferentes tipos de anemias. Una vez eritrocito con restos de basofilia y núcleo
que se cumple el período de vida de los que se manifiestan como un retículo en el
eritrocitos (100 a 120 días), ellos son citoplasma y por ello, el eritrocito se
destruídos y eliminados de la circulación por denomina “reticulocito”. Si se observa la
fagocitosis de las células reticuloendoteliales presencia de esta célula en la sangre, es
del hígado, del bazo y de la médula ósea, porque la producción ha aumentado y
lugares en los cuales se desintegra la lógicamente la destrucción es anormal; en
hemoglobina; el pigmento hem pasa a tanto que, si no se observan retioculocitos,
formar parte de la bilirrubina, y la proteína la producción es deficiente. La siguiente
metabolizada, de modo que una parte es observación de los frotis, determinará su
reutilizada en la formación de hemoglobina normalización en casos de causas pasajeras
de glóbulos neoformados, en tanto que otra (por ejemplo, hemorragias), y su
parte, es sintetizada como miohemoglobina persistencia en casos de causas de otra
y enzimas respiratorias. naturaleza.

Por lo tanto, si los eritrocitos deben Los eritrocitos maduros en una anemia,
desaparecer de la circulación, ellos deben presentarán anomalías de forma y
ser sustituídos por la formación de nuevos coloración, lo que origina varios tipos de
eritrocitos y su número en la sangre se anemias. Por alteraciones en la forma de los
establecerá del equilibrio entre su glóbulos, las anemias pueden ser
producción y su destrucción. La anemia se macrocíticas, normocíticas o microcíticas
produce cuando uno de los dos respectivamente, si las células son más
procedimientos se altera; es decir, habrá grandes, de tamaño normal o de menor
anemia, cuando la destrucción esté tamaño Por alteraciones en la coloración de
aumentada o la producción esté disminuída. los glóbulos, las anemias pueden ser
Para establecer cual de los dos procesos es hipercrómicas, normocrómicas e
el causante de la presencia de esta hipocrómicas, si las células presentan más
patología, los laboratoristas se ayudan de un coloración, se presentan con coloración
sencillo procedimiento, que es la normal o con menor coloración,
observación en la sangre, de una variedad respectivamente. Lo más común, es que
de eritrocitos que se producen como etapa haya una combinación de las dos
media en su génesis y que son los llamados anormalidades en cuanto a forma y
RETICULOCITOS. coloración, ya que pueden haber anemias
macrocíticas normocrómicas, o normocíticas
El origen del eritrocito está en la célula hipocrómicas, o microcíticas hipercómicas,
embrionaria, el eritroblasto, del cual se etc.
origina el eritroblasto basófilo, luego el
Pág. 34 Dr.
Gustavo Mora Venner

Fig. C-14. Anormalidad del hematíe en una sangre


con anemia falsiforme.

Anda mungkin juga menyukai