en Colombia
Carlos Arboleda Mora
306.6
A666
La Religión en Colombia
ISBN: 978-958-696-806-5
Escuela de Teología, Filosofía y Humanidades
Primera edición, 2010
Dirección editorial:
Editorial Universidad Pontificia Bolivariana, 2010
Email: editorial@upb.edu.co
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Prohibida la reproducción total o parcial, en cualquier medio o para cualquier propósito sin la
autorización escrita de la Editorial Universidad Pontificia Bolivariana.
Contenido
1. La Sociología de la Religión.................................................................... 7
1.1 Corriente teórica.............................................................................. 8
1.2 El enfoque funcionalista................................................................... 8
1.3 Orientación sociográfica................................................................... 9
5
La Religión en Colombia
Bibliografía.................................................................................................. 163
6
Carlos Arboleda Mora
1. La sociología de la religión
Podríamos situar el origen de la sociología de la religión en la crítica de la religión
realizada por el iluminismo y el empirismo del siglo XVIII, crítica que ha impulsado
nuevos caminos de acercamiento a la religión distintos a la teología o a la filosofía.
Augusto Comte postula que después del estadio teológico sigue el metafísico para
llegar al estadio positivo donde desaparece toda religión y es reemplazada ésta por
una religión positiva de la fe en el Gran Ser. Se rechaza la religión por ser metafí-
sica o teológica, es decir, no estudiable empíricamente. Herbert Spencer postula una
religión sin nada sobrenatural y que se reduce a los restos o partes del mundo que no
son explicables por la lógica positivista. Spencer y Comte no generan una verdadera
sociología de la religión, sin embargo, motivan a otros estudiosos a mirar a la religión
como objeto de estudio, tal como hacen Tylor, Frazer, Rivers, Radcliffe-Brown, Mali-
nowski, Rivet, Lévy-Bruhl, entre otros.
Con base en estos estudios, surgen los dos grandes teóricos de la sociología de la
religión: Weber y Durkheim. Si bien sus teorías son diferentes, es significativo que
tanto Weber como Durkheim hayan buscado la clave para la comprensión de la
posición social del individuo en el estudio de la religión1. Para Durkheim, la realidad
simbólica de la religión es el centro de la conciencia colectiva que, en cuanto hecho
social, trasciende al individuo y es la condición de la integración y de la permanencia
del orden social. Para Weber, el tema de análisis es cada religión histórica en relación
con el correspondiente contexto socio-económico2.
1
LUCKMANN, Thomas. La religione invisibile. Bolonia: Il Mulino, 1969. p. 11.
2
Ibid., p. 12.
7
La Religión en Colombia
3
Cfr. GEERTZ, C. Islam. Brescia: Morcelliana, 1973.
8
La Sociología de la Religión
4
O´DEA, Thomas F. Sociologia della religione. Bolonia: Il Mulino, 1968. p. 15.
9
La Religión en Colombia
En los últimos años, sobre las huellas de los clásicos y de los mencionados con ante-
rioridad, ha florecido de nuevo el estudio de la sociología de la religión. En Inglaterra
están Eileen Barker, James A. Beckford, Bryan Wilson, en Italia, Vicenzo Cesareo,
Sabino Acquaviva, Roberto Cipriani, Massimo Introvigne, Luigi Berzano. Loredana
Sciolla, en España están José María Mardones, R. Díaz-Salazar..., en Francia tenemos
a Daniéle Hervieu-Léger, Francoise Champion, Jean Vernette, Albert Piette...
Todos éstos se han dedicado a estudiar la dinámica del fenómeno religioso actual
(nuevos movimientos religiosos, sectas, grupos de origen oriental, nuevas religiones...)
y a proponer teorías que den cuenta de esta dinámica (bricolage, recomposición,
desdogmatización, nebulosa místico-esotérica, religiosidad emocional, religiosidad
festiva, sincretismo...). Nosotros en esta investigación tendremos en cuenta sus
enfoques y aportes.
5
Cfr. LUCKMANN, Thomas. La religión invisible. Op. cit.
6
GREELEY, Andrew. El hombre no secular. Persistencia de la religión. Madrid: Cristiandad, 1974.
7
BERGER, Peter. Rumor de ángeles. La sociedad moderna y el descubrimiento de lo sobrenatural.
Barcelona: Herder, 1975.
8
BERGER, P; BERGER B. y KELLNER, H. Un mundo sin hogar. Modernización y conciencias.
Santander: Sal Terrae, 1979.
9
BELLAH, R.M. Al di lá delle fedi. Brecia: Morcelliana, 1975.
10
Carlos Arboleda Mora
2. La sociología de la religión
en colombia
El nacimiento de los estudios sociológicos en Colombia se da en fecha relativa-
mente tardía en comparación con otros países. En 1950 se creó el Instituto Colom-
biano de Sociología bajo la dirección de abogados y geógrafos que se debatían entre
la mirada científica sobre los fenómenos sociales y las creencias de la Iglesia Católica.
En 1958 Castor Jaramillo Arrubla propone en la Universidad Nacional la creación de
un Departamento de Sociología y Doctrina Social Católica, que no fructificó en una
universidad laica como la Nacional. En el mismo año, la Iglesia estableció el Instituto
de Investigaciones Socio-religiosas, luego Icodes, dirigido por Gustavo Pérez. Los
jesuitas establecieron en 1959, el Centro de Investigaciones y Acción Social que llegó
a convertirse en el Cinep10. El deseo de estudiar los fenómenos religiosos y de actuar
en la sociedad llevó a la creación de las Facultades de Sociología de la Universidad
Javeriana y de la Universidad Pontificia Bolivariana. Estas facultades tuvieron una
enseñanza de la sociología caracterizada por la normatividad religiosa. La teología y
la doctrina social de la Iglesia tuvieron parte en el curriculum de estas facultades y se
profundizó la llamada “Sociología Pontificia” o sea el análisis de la realidad dado por
la Doctrina Social de la Iglesia. Se quería hacer frente a los problemas sociales con el
pensamiento social de la Iglesia. La Facultad de Sociología de la UPB nació concre-
tamente como una recomendación de la V Semana Social Colombiana dirigida por
Monseñor Félix Henao Botero11. Por su parte la facultad de Sociología de la Univer-
sidad Nacional, libre de ataduras confesionales, hizo una sociología más libre, pero
también más dependiente del paradigma marxista de interpretación de la realidad.
Allí se realizaron investigaciones como La violencia en Colombia de Germán Guzmán
Campos, Orlando Fals Borda y Eduardo Umaña Luna (1962-1968) y se desarrolló,
sociológica colombiana. En: La Sociología en Colombia. Balance y Perspectivas. Memoria del III
Congreso Nacional de Sociología. Bogotá: Agosto 20-22 de 1980. p. 44.
CATAÑO, Gonzalo. La Sociología en Colombia: Un balance”. En: Ibid., p. 56.
11
11
La Religión en Colombia
12
Ibid., p. 57.
13
Ibid., p. 65.
Podemos citar entre estos estudios AVILA, Rafael. Contradictions within the colombian church.
14
-sin lugar ni fecha de impresión; FALS BORDA, Orlando. “Violence and the break-up tradition
in Colombia”. En: VELIZ, Claudio (de). Obstacle to change in Latin America. Londres: Oxford
University Press, 1965; MALDONADO, Oscar. “Il futuro della religione a Cuba e in Colombia”.
En: IDOC 2 (1975). pp. 31-54; MALLEY, Francois. “Chretiens marxistes in Amérique Latine”.
En: Lumiere et Vie 117-118 (1974). p. 31-54; ALFONSO, Luis Alberto. Dominación religiosa
y hegemonía política. Bogotá: Punto de Lanza, 1978; CASTILLO, Gonzalo. “The Colombian
Concordat: in light of recent trends in Catholic Thought concerning Church-State relations and
religious liberty”. En: CIDOC Sondeos. 22. Cuernavaca, 1968; GOLCONDA: En: El libro rojo de
los curas rebeldes. Bogotá: Muniproc, 1969; GUZMAN, Germán. El padre Camilo Torres. México:
Siglo XXI; 1968. PÉREZ, Gustavo. “The church and social revolutions in L.A.” En: Concilium.
En: 1968. p. 117-126.
12
La sociología de la religión en colombia
DIX, Robert. Colombia: The Political Dimensions of Change. New Haven: Yale University Press,
15
1967; PIKE, Frederick (de.). The Conflict Between Church and State in Latin America. New York:
Alfred Knopf, 1967; VALLIER, Iván. Catolicismo, control social y modernización en América
Latina. Buenos Aires: Amorrortu, 1971.
BENOIT, André. “Valeurs sociales, transmises par l’enseignement secondaire des églises et de l’etat
16
en Colombie”. En: Social Compass, VI/1 (1969) p. 29-49. RODRÍGUEZ F., Jaime. Educación
Católica y secularización en Colombia. Bogotá: Librería Stella, 1970. TORRES, Camilo y
CORREDOR, Berta. Las escuelas radiofónicas de Sutatenza - Colombia, Bogotá: CIS, 1961.
HADDOX, Benjamín. Sociedad y religión en Colombia. Bogotá: Tercer Mundo, 1965; PÉREZ,
17
Gustavo. El problema sacerdotal en Colombia. Bogotá: Fá: Feres, 1962; PÉREZ, Gustavo y WUST,
Isaac. La Iglesia en Colombia. Estructuras eclesiásticas. Bogotá; Feres, 1961; JIMÉNEZ CADENA,
G. Sacerdote y cambio social. Bogotá: Tercer Mundo, 1965; HOUTART, Fr. La Iglesia latinoame-
ricana en la hora del concilio. Bogotá: Feres, 1963. En general, todas las publicaciones del FERES
están encaminadas a hacer diagnósticos sociodemográficos de la iglesia latinoamericana.
REYES, Catalina. Iglesia y sociedad en Colombia 1850-1950. Medellín: Universidad Nacional,
18
marzo de 1992.
ACEVEDO, Darío. Lo religioso en las pugnas político partidistas en Colombia: las huellas de una
19
13
La Religión en Colombia
Los estudios sobre religión en Colombia, en el siglo XX, han tenido una historia
que podemos resumir en cuatro etapas:
Bogotá : Voluntad, 1936; Cadavid G., J. Iván. Los fueros de la iglesia ante el liberalismo y el
conservatismo en Colombia / J. Iván Cadavid G. Medellín: Bedout, 1955; Restrepo Uribe,
Eugenio. El protestantismo en Colombia / Eugenio Restrepo Uribe. [s.l.: : s.n.], [1970. Gómez
Hoyos, Rafael. La Iglesia en Colombia / Rafael Gómez Hoyos. Bogotá: Cultura Hispánica, 1955.
14
La sociología de la religión en colombia
4. Etapa de estudio desde las ciencias sociales del fenómeno religioso (1990-
hasta el presente), dada la pluralidad de confesiones y grupos, el efecto de la
secularización, el papel histórico de la religión en la construcción del país, la
recomposición del campo religioso y las nuevas formas de presencia social
de la Iglesia católica en particular y de las iglesias de la Reforma en general.
En esta época florecen los estudios, centros de investigación, publicaciones y
eventos que tienen como objeto el nuevo fenómeno religioso y la historia de lo
religioso en nuestro medio. Así en l992, se crea el Instituto Colombiano para
el Estudio de las Religiones (ICER) y en 1994, Ana María Bidegaín establece
el Grupo de Estudios de las Religiones en la Universidad Nacional. José David
Cortés, miembro de ese grupo, publica “Balance bibliográfico sobre la historia
de la Iglesia católica en Colombia, 1945-1995”.27 En 1995 se crea, en la
Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, el Grupo Religión y Cultura,
y en l998, aparece en la Universidad Nacional de Medellín, el Grupo Religión,
Cultura y Sociedad, que publica la historiografía sobre religión en Colombia
desde 1995 al 2000.28
25
Zuluaga Jiménez, Francisco. Las estructuras eclesiásticas de Colombia / Francisco Zuluaga
Jiménez. Bogotá: Centro de Investigación y Acción Social, 1968; Haddox, Benjamín Edward.
Sociedad y religión en Colombia: estudio de las instituciones religiosas colombianas / Benjamín
Edward Haddox. Bogotá: Tercer Mundo, 1965
Sepúlveda Niño, Saturnino. Pecados de la iglesia : sociología religiosa / Saturnino Sepúlveda
26
religión, cultura y sociedad en Colombia producida entre 1995 y el 2000. Medellín, Todográ-
ficas, 2001. Para el período 1945-1995, véase Cortés, José David. Balance bibliográfico sobre la
historia de la Iglesia en Colombia, 1945-1995. Historia Crítica N| 12. Bogotá, Departamento de
Historia, Facultad de Ciencias sociales, Universidad de los Andes, 1996. pp. 17-26.
Ibidem.
28
15
La Religión en Colombia
Son los últimos años, una época de muchos estudios sobre lo religioso mirado
desde la historia, la sociología, la antropología, el arte... especialmente. Se nota una
decadencia en los estudios de corte teológico aplicados a la iglesia colombiana de
modo específico. En el ámbito propio de la teoría de la sociología de la religión,
comienzan las investigaciones y las propuestas. La sociología de la religión ha sido,
en el campo teórico, descuidada en nuestro medio, por la misma escasez de soció-
logos de la religión.
16
Carlos Arboleda Mora
3. La religión y la sociología
de la religión
Para poder analizar desde las ciencias sociales la religión, debemos dar una
definición funcional de ella. Pero de todos modos, es necesario comenzar por
hablar de lo sagrado. Durkheim distingue lo sagrado y lo profano. Lo sagrado es
completamente distinto de lo utilitario. Lo sagrado se entiende como superior
en dignidad a lo profano y expresa una instancia superior. Durkheim da siete
características de lo sagrado: es el reconocimiento de una fuerza y de la fe en ella;
es no utilitario y no empírico; no implica el conocimiento; tiene capacidad de
dar sostén y fuerza; es ambiguo respecto a la naturaleza, a la cultura y al bienestar
humano y, por último, implica obligaciones de carácter ético en el creyente29.
Rudolf Otto30 rechaza los acercamientos racionales o intelectuales a lo sagrado, o
su reducción a concepciones éticas. Lo sacro es lo numinoso que se encuentra más
allá de concepciones racionales o éticas. El sacro es una fuerza viviente, un misterio
sobre toda criatura, es lo tremendo y fascinante. Por eso es inconocible por la sola
razón y está más allá de lo consuetudinario, de lo inteligible y lo familiar. Implica
un poder absoluto, una majestad que suscita en el creyente el anonadamiento,
el sentimiento humilde de la creaturidad. Dos características tiene lo sagrado, el
temor y la fascinación, que suscitan la indignidad en el hombre. Los análisis de
Otto y de Durkheim presentan elementos similares: el carácter extraordinario
de lo sagrado, la potencia que tiene, su carácter que crea temor y dependencia.
Lo sagrado es inefable, inconocible, tremendamente otro. De lo sagrado se puede
tener experiencia pero no conocimiento racional. Ante él se rinde el cerebro y
aparece la contemplación.
DURKHEIM, Emile. Le forme elementari de lla vita religiosa. Milán: Comunitá, 1963.
29
OTTO, Rudolf. Il sacro. L’irrazionale nella idea del divino e la sua relazione al razionale. Milán:
30
Feltrinelli, 1966.
17
La Religión en Colombia
Pero cómo llega el hombre a relacionarse con lo sagrado. Hay varias explicaciones
complementarias. Durkheim31 ve que hay fuerzas que aparecen como cósmicas y
sociales al mismo tiempo. Los eventos dramáticos como sequías, lluvias, inunda-
ciones, epidemias son reveladores de la potencia de lo sagrado, pues son como las
hierofanías de la potencia superior. Esta revelación de la potencia suprema se mani-
festaba cósmicamente pero también servía para unir a los hombres y reforzar su
solidaridad. Fustel de Coulanges32 habla de dos fuentes de la religión. Una es la suma
de las proyecciones sicológicas de los hombres y expresa la propia experiencia. De
alguna manera, es parecida esta fuente a la teoría de Feuerbach sobre la proyección
de los valores humanos en un ser llamado Dios. Otra fuente es externa y está consti-
tuida por las reacciones de los hombres a la espontaneidad de las fuerzas naturales. Lo
sagrado es esa fuerza tremenda que está detrás de lo interno y lo externo del hombre.
Así lo que pueda ocurrir al hombre interna o externamente, mediante la religión
puede enviarse a un sentido más profundo, donde desilusiones y tragedias pueden
adquirir un sentido. Por eso dice muy bien Edward:
“El incesante esfuerzo del hombre por descubrir una vía hacia la serenidad espi-
ritual entre las perplejidades y los peligros de la vida cotidiana es la esencia de la
religión”. “(La religión) es el obsesionante conocimiento de una fundamental impo-
tencia en un mundo impenetrable y en la ciega y del todo irracional convicción de
que es posible alcanzar la seguridad mística, identificándose de alguna manera con
aquello que no se podrá jamás conocer”33.
Pero además amenaza al hombre, la duda. Esta está siempre presente en las dife-
rentes respuestas que se dan a la inseguridad de la vida. Aún la certeza de fondo que
da la religión está siempre amenazada por la duda y la inseguridad. En este sentido los
autores funcionalistas explican muy bien las funciones de la religión en la sociedad:
FUSTEL DE COULANGES, Numa Denis. La cittá antica. Florencia: Villecchi, 1924 passim.
32
SAPIR, Edward. Culture, language and personality. Berkeley: University of California Press, 1960.
33
pp. 122-123.
18
La religión y la sociología de la religión
Ibid., p. 15.
35
19
La Religión en Colombia
Esta discusión entre fe y religión es una discusión válida al interior de los análisis
teológicos de cada confesión religiosa, pues es verdad, sobre todo en las religiones
reveladas, que la institucionalización conlleva la pérdida del calor del carisma original. La
religión necesita de la institucionalización pero también la padece. Por eso, O’Dea en un
iluminador artículo, plantea los cinco dilemas de la institucionalización de la religión36.
Estos dilemas son: el dilema entre espontaneidad carismática y estructura burocrática,
el dilema entre carisma original y objetivación ritual, el dilema entre administración y
vivencia, el dilema del espíritu o la letra y el dilema de la conversión o la coacción.
20
La religión y la sociología de la religión
Ibid., p. 167.
38
21
Carlos Arboleda Mora
23
La Religión en Colombia
Marx, por su parte, considera que la religión ha sido creada y colocada al servicio
de la explotación del proletariado. En la estructura capitalista, el obrero es alienado
del fruto de su trabajo, de su fuerza de trabajo y de sí mismo como trabajador.
Esta alienación causada por las formas concretas de producción, se manifiestan en la
supraestructura que es imagen de la infraestructura. En particular la religión es un
síntoma de esa alienación y es el medio para seguir alienando (dominación cultural)
al obrero. La religión surge como la forma ideológica de mostrarle al trabajador que
su situación es y debe ser así pues así lo dispuso Dios. Para Marx, la religión no es
más que un factor o instrumento de poder, funcional a la conservación del estado
de esclavitud en que se encuentra el hombre, en la sociedad capitalista. El estado de
esclavitud recibe de la religión una justificación determinante ya que apoya dicha
situación en razones de carácter moral y apelando a un mundo sobrenatural. La
religión es el opio del pueblo pues lo adormece para que no se dé cuenta de su
situación real y crea que esa situación está así determinada por los seres superiores.
De ahí que no haya que rebelarse sino cultivar las virtudes de pobreza, resignación,
inmovilidad.
Talcot Parsons40 acepta el presupuesto que la religión por el sólo hecho de existir
en todos los sistemas sociales conocidos, mantiene la cohesión de la sociedad por
su llamado a un fundamento absoluto y trascendente. La religión mantiene los
modelos y la integración social. El hombre vive amenazado por la frustración ya
que su situación es de contingencia, impotencia y penuria lo colocan en situación
PARSONS, T. The Social System. Glencoe: Free Press, 1951 es como la síntesis de los demás
40
24
Las funciones de la religión en la sociedad
25
La Religión en Colombia
WEBER, Max. La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Barcelona: Península, 1973.
42
26
Las funciones de la religión en la sociedad
27
La Religión en Colombia
28
Carlos Arboleda Mora
Teniendo en cuenta estas limitaciones, miremos los tentativos que se han hecho.
VERNON, G.M. Sociology of Religion. New York: Mc Graw-Hill, 1962. pp. 46-56.
45
GLOCK, C. On the study of religious committment En: Review of Recent Research Bearing on
47
29
La Religión en Colombia
En la práctica los sociólogos de la religión admiten que son cuatro las dimensiones
religiosas: creencia, culto, moral y organización. Scarvaglieri48 toma estas cuatro
como base para sus estudios de sociología religiosa. Miremos ahora cada dimensión
por separado.
5.1 La fe
Muchos sociólogos no le prestan atención ya que consideran que es un objeto de la
teología. Pero si el sociólogo no la estudia, recorta el objeto de su investigación. Por eso
debemos formular una definición sociológica: “La fe es una actitud, un juicio intelectual,
un sentimiento de temor, respeto y adhesión a una realidad de naturaleza suprarracional
y no verificable”. Esta realidad puede ser fuerza, potencia o ser personal que constituye
lo sacro y que divide la realidad en la esfera de lo sacro y la esfera de lo profano. Esta
fe, además de actitud se expresa en la reflexión intelectual que va siendo comunicada
a todos los adherentes por ministros oficiales o ministros carismáticos, además de ser
en muchos casos, parte de la cultura del grupo. En los tiempos de la racionalidad se ve
la presencia de personas que no participan de la fe y de las creencias del grupo y que,
por lo tanto manifiestan oposición, negación u hostilidad hacia las creencias. La fe se
vuelve fe formulada en lo que llamamos la doctrina, que generalmente es el contenido
expresado en forma mística o en forma racional. Así en todas las religiones encontramos
una concepción del ser supremo o de los seres supremos, con sus cualidades una visión
del mundo, una visión del hombre, una visión de la forma de alcanzar la salvación y una
serie de mitos que explican el ser y la dinámica de las cosas. Estas creencias religiosas están
fuera de toda demostración racional son absolutistas y exclusivistas, aunque se presenta
siempre una diferencia entre fe vivida y fe oficial sobre todo en las religiones más institu-
cionalizadas. El sociólogo debe interesarse por esta dimensión ya que le permite analizar
la doctrina oficial, la doctrina creída y la doctrina practicada.
5.2 El culto
El culto podemos definirlo como el conjunto de ritos organizados y reconocidos
socialmente, (gestos, palabras y símbolos) a través de los cuales el hombre manifiesta
48
SCARVAGLIERI, G. La vita Religiosa degli assisani. Padua: Edizioni Messaggero, 1980. La
religione in una societá in transformazione. Lucca: Maria Pacini Fazzi, 1978.
30
Los elementos de la religión
5.3 La moral
Esta dimensión es llamada también la “dimensión consecuencial50. Esta dimensión
es la que induce a los individuos a modificar su comportamiento personal y social
con tal de alcanzar las metas y valores que la sociedad le presenta. Esto incluye una
concepción de la debilidad y del pecado que hay que superar para alcanzar el mejora-
miento y la perfección moral. Tanto en la teoría como en la práctica pueden encon-
trarse diversas relaciones entre la religión y la moral. Puede haber identificación,
conexión o separación. El primer paso es el integralismo donde todo lo real es moral
y todo lo real es religioso al mismo tiempo. No hay ninguna autonomía de lo moral
frente a lo religioso. Pero estas relaciones casi nunca se dan en estado puro pues tratan
de contaminarse unas a otras. La moral de una sociedad se refuerza diciendo que está
sancionada por los dioses y las concepciones de los dioses se asocian con las cualidades
morales más estimadas51. Debemos tener en cuenta también la forma como la religión
entiende su influencia moral. Hay religiones preceptísticas o legales que insisten en
el papel social que se desempeña o en la jerarquización y en el cumplimiento estricto
de ritos y normas. Esta religión busca garantizar el orden social existente e insiste en
las virtudes pasivas. Y existen religiones de tipo profético que buscan el compromiso
de cada uno hacia un mejoramiento personal y social fundamentado en motivaciones
interiores desechando el formalismo y el ritualismo. En la sociedad moderna la moral
es la dimensión más difícil de correlacionar con las otras dimensiones52. La búsqueda
GLOCK, C y STARK, R. Religion and Society in Tension. Chicago: Rand McNally 1965. p. 16.
50
YINGER, J.M. Religión, persona, sociedad. Madrid: Razón y fe, 1969. p. 46.
51
WEBER, M. Sociology of religion. Boston: The Beacon Press, 1963. pp. 236-253
52
31
La Religión en Colombia
5.4 Organización
La religión tiene como característica constante la actuación comunitaria en cuanto
visión, adhesión y compromiso del individuo en la comunidad que se constituye con
base en los vínculos religiosos53. La naturaleza social del hombre lo lleva a formar
grupos de semejantes, hasta el punto que el mismo Durkheim54 entiende el grupo
social como grupo religioso. Y muchos de los autores funcionalistas presentan la
religión como una función de cohesión social. Malinowski, Parsons, Yinger, O’Dea
mantienen esa posición integradora de la religión. Sin llegar a extremos podemos
afirmar que toda religión se vive en el grupo social y que lo cohesiona.
En las religiones hay una estructuración social interna más o menos formal. De
ahí la pluralidad de roles y la pluralidad de status que refuerzan el sentido de perte-
nencia. Estas se afianzan o se disminuyen de acuerdo con la percepción que tiene el
individuo de su lugar en el grupo religioso, del status personal que se le reconoce y
que el mismo reconoce tener, del tipo de relaciones en el grupo, de la capacidad de
tomar decisiones, del poder que se tenga dentro del mismo grupo. Influyen también
la participación en las tareas, el tipo de comunicación entre los miembros y el lugar
que ocupa el grupo religioso en la sociedad. Pero también ocurre que el pueblo, en
las religiones más institucionalizadas, se da su propia organización con roles y status
propios, como es el caso de la religiosidad popular católica.
32
Carlos Arboleda Mora
6. El cambio en la sociedad
y en la religión
La modernidad es uno de los grandes cambios dados en la historia de la
humanidad. A partir del siglo XV se va dando un vuelco que conlleva el fin de la
premodernidad (rural, teológica, metafísica, preindustrial...) y el surgimiento de lo
que se ha llamado la modernidad, marcada por la Revolución francesa en política, la
Revolución industrial en economía, la revolución antropocéntrica en filosofía. Esa
modernidad se construyó sobre las siguientes bases:
33
La Religión en Colombia
precientífico, rural. Pero, en los últimos tiempos, se van viendo las dificultades de
la modernidad como son la desestabilización de la naturaleza, el reparto desigual de
los bienes. la creciente distancia entre clases, la crisis del humanismo, las guerras. La
posmodernidad aparece como una corrección o un correctivo a los ideales fallidos de
la modernidad. Por eso habla de vacío, de náusea, de eclipse de la razón, de negación
de los mitos de las ideologías, de la historia y del progreso, del fracaso de los meta-
rrelatos de la modernidad.
34
El cambio en la sociedad y en la religión
35
La Religión en Colombia
36
El cambio en la sociedad y en la religión
• Una certeza: todo va a ser mejor, visión optimista de la vida. Aquí se toma a
Teilhard de Chardin y el milenarismo cristiano.
Un movimiento no jerárquico
Es una Weltanschauung (visión del mundo) que todo lo explica
Es una espiritualidad
37
La Religión en Colombia
Para mirar los aspectos en que ha cambiado la religión podemos tener en cuenta
dos puntos de vista. El primero que nos dirige la mirada hacia los procesos de cambio
de la estructura social en la que se dan la diferenciación estructural y la especificación
institucional. De una sociedad difusa se ha pasado a una sociedad en la que cada
necesidad está regida, satisfecha y normatizada por una institución social, comple-
tamente diferenciada de otras instituciones y claramente definida en sus procesos y
objetivos. En este sentido se da una creciente autonomía de la sociedad frente a la
institución religiosa, hablándose así de secularización sea en el sentido de expropia-
ción de los bienes de la institución religiosa, sea, y es lo más importante, como cesión
de los poderes de ésta a las diferentes instituciones política, económica, educativa,
etc., llevando a una autonomía entre dichas instituciones. Esta autonomía que se
ha dado, ha provocado en la modernidad, una lenta marginación de la institución
eclesial, una irrelevancia de la religión y su envío al ámbito privado55.
38
El cambio en la sociedad y en la religión
influencia, a ser algo afectivo, comunitario y con impacto social, llegando casi a un
nuevo fundamentalismo o al integrismo.
Hay un segundo punto de vista que nos permite entender mejor lo anterior. Es el
estudio de los valores y actitudes de los actores sociales que conllevan a cambios en la
cultura religiosa. En el paso de las posmodernidad a la modernidad se da una pérdida
de prestigio de los símbolos, doctrinas y modelos de comportamiento religioso y se
valoran los símbolos mundanos, llegándose a hablar de paganización, materialismo
y desacralización. Al esfuerzo racionalista de la ilustración, se trata de responder
con esfuerzos de racionalización dentro de la institución religiosa, como hace, por
ejemplo, Bultmann con su desmitologización de los relatos de la Sagrada Escritura.
La comprensión literal de los credos o su aceptación mística, se cambia por una
visión racionalista de los textos bíblicos que encuentran una explicación científica
y racional. Lo que Weber llama “el desencantamiento del mundo” se da en la desa-
cralización de toda la realidad social (política, autoridad, ciencia...) llevando a una
tendencia irreversible hacia la racionalización de todo lo humano pues éste encuentra
las formas de explicarse a sí mismo. El mismo hombre llega a su mayoría de Edad
(Kant) y se desliga del mensaje religioso entendido como falsa ideología (Marx),
como proyección de lo humano (Feuerbach), como simple ilusión (Freud), como
falta de asunción de lo propio humano (Nietzsche y existencialistas). En este sentido,
aparecen ideologías que podemos llamar “substitutos funcionales de la religión” en
cuanto adoptan la morfología religiosa con contenidos puramente racionales (ideo-
logías políticas, marxismo, nazismo... aún el mismo deporte o los regímenes dicta-
toriales). En la modernidad, la idea de progreso se convierte en un sucedáneo “ateo”
de la escatología cristiana. De ahí que los estudiosos hablaran de la desaparición de la
religión y de lo sagrado para entrar en un mundo plenamente secular.
ACQUAVIVA, Sabino. L´eclissi del sacro della societá industriale. Milán: Comunitá, 1961.
56
39
La Religión en Colombia
40
El cambio en la sociedad y en la religión
¿Será ésto una simple respuesta a los temores y angustias de fin de milenio? Es
verdad que siempre en los momentos de angustia y de crisis, aparecen movimientos
“revival” de carácter religioso. Pero también es verdad como nos lo demostró Georges
Duby61 que el año mil no fue un simple esperar la manifestación final de Dios, sino
una nueva primavera del mundo, un pasar de una religión ritual y litúrgica a un cris-
tianismo de acción que se encarna en los peregrinos, los misioneros y los cruzados.
• De la pre-modernidad a la modernidad
NATALE, Aldo. Risveglio religioso. Nuove forme dilaganti di religiositá. En: Credere Oggi.
60
11-1991. pp. 5-24; ARBOLEDA MORA, Carlos. Iglesias, sectas y pastoral. Medellín: Secretariado
de Ecumenismo, 1997.
DUBY, G. El año mil. Barcelona: Gedisa, 1992
61
41
La Religión en Colombia
62
MERTON, Robert. Teoría y estructura sociales. México: Fondo de Cultura Económica, 1964.
42
El cambio en la sociedad y en la religión
ese marco de referencia axiológica y en ese estado anómico puede reaccionar sea con
la violencia, la contestación, el conformismo, el recurso a grupos religiosos espiritua-
listas o la delincuencia común. Mucho de ésto sucede en nuestros barrios populares
de Medellín donde encontramos la subversión, el incremento de sectas pietistas, de
delincuencia común y de personas que no les importa nada lo que ocurre. Pero
también en esta transformación influyen cambios culturales. La influencia de la
teología de la liberación, de la escuela desmitologizadora en teología, del raciona-
lismo, del marxismo y del psicoanálisis, han vuelto problemática la creencia. Ya no
se cree porque el sacerdote lo dice, sino que se evalúa críticamente toda la religión
sea como ilusión, como neurosis, como aliada del poder político y económico, como
negocio de los curas. En consecuencia, se tiene una visión crítico-racionalista de la
religión y aún se juzga la posición indiferente o atea como la solución más honrada y
humana frente al sentido de la vida.
De la modernidad a la posmodernidad
43
La Religión en Colombia
44
Tipos de ideología
CONSERVADORA REFORMISTA RADICAL
I. TEORÍA Keynesianismo Economía política
Economía Neo-clásica
ECONÓMICA Economía estructural teoría de la dependencia
II. TEORÍA POLÍTICA Elitismo Pluralismo Análisis de clases
Unidad básica de Élites institucionales Grupos de interés Clases sociales
análisis
Procesos esenciales Dominación Competición Dominio de clases y
El cambio en la sociedad y en la religión
conflicto
Bases del poder del grupo Posición institucional Muchas bases: organizacional, Posición de clase: conciencia
Background social Conver- gubernamental, económica y organización
gencia de intereses social y personal
Distribución del poder Concentrado en élites Disperso entre grupos que Concentrado en la clase
compiten dominante
Límites y estabilidad del Estable, sin límites identi- No estable. Limitado por Estable pero limitado por el
poder de los grupos ficables en la dominación el proceso democrático y conflicto de clases y por la
elitista cambiante según intereses contradicción en las institu-
organizados y alianzas entre ciones sociales
grupos
Concepción del rol Estado sin autonomía, Estado como protector y equi- Sirve los intereses de la clase
cautivo de los intereses de librador de los intereses en dominante
la élite competición
Modelos políticos tipo
45
46
CONSERVADORA REFORMISTA RADICAL
III. TEORÍA SOCIAL FASCISMO DEMOCRACIAS SOCIALISMO
FORMALES LIBERALES MARXISTA
Fe Racionalidad Holística
47
Carlos Arboleda Mora
7. Modernización, secularización
y religión
La modernización es el largo resultado de un proceso de diferenciación en la
sociedad, proceso que ha provocado en el mundo occidental un choque entre la
Iglesia y la sociedad. Las principales muestras de este proceso de diferenciación son
las siguientes:
49
La Religión en Colombia
63
BERIAIN, Josetxo. Dinámica de estructuración en las sociedades modernas. En: Papers. Revista de
sociología. Universidad Autónoma de Barcelona. Nº 50, (1996); pp. 40 - 41.
64
LECOMTE du Noüy. The road of reason. New York: Longmans, 1948. p. 207 - 208. Citada En:
O´DEA, Thomas. Sociologia della religione. Bolonia: Il Mulino, 1968. p. 143.
50
Modernización, secularización y religión
1996. p. 126.
51
La Religión en Colombia
Ecuménico Vaticano II, fue, sin embargo, fundamental para plantear de otra forma
las relaciones con el mundo, con un respeto a la autonomía de lo temporal, con
aceptación de la pluralidad con una actitud distinta de la Iglesia hacia lo socio-econó-
mico. Lentamente la Iglesia ha aprendido a vivir en un mundo racional, científico y
privado, tratando de establecer allí su campo de acción y tratando de responder con
nuevos criterios a las situaciones de la modernidad.
52
Carlos Arboleda Mora
“Se produce así una completa identificación de la Iglesia con el sistema económico,
social y políticos del Imperio Español; la religión católica es una de la piezas más
importantes de la estructura colonial”66
El español llegaba con una característica esencial y era el ser creyente de cris-
tiandad. Es decir, una persona en la que lo civil y lo religioso van unidos. Lo que está
más allá de la religión es herejía, paganismo, error, y, por tanto, ausencia de derechos.
Y casi podría decirse que donde no hay derechos, no hay tampoco “humanidad”.
Esto explica las discusiones teológicas sobre la humanidad de los indígenas. De ahí
GONZÁLEZ, Fernán. Partidos políticos y poder eclesiástico. Bogotá: Cinep, 1977. p. 23.
66
53
La Religión en Colombia
la intolerancia y la guerra contra los indígenas a los que se consideraba como infe-
riores.
Por su parte, los sacerdotes llegados a América tenían también unas caracterís-
ticas especiales: una sólida ortodoxia tridentina, una fuerte satanatología y una expe-
riencia de relaciones interculturales. La evangelización tendrá por tanto una gran
fidelidad a la doctrina oficial, una estigmatización de las culturas indígenas pero al
mismo tiempo una gran capacidad de inculturación lo que permitió la formación de
una religiosidad popular latinoamericana. La conquista de América se realiza en el
momento en que termina la reconquista española. El 2 de enero de 1492 es tomada
Granada y así la conquista de América es una conquista espiritual con la espada y la
cruz. El español de los últimos años del siglo XV era intolerante en el campo religioso
y consideraba que hay que combatir como paganos a los que están fuera de la cris-
tiandad. Para este combate, la Inquisición será uno de los medios más eficaces.
“La Inquisición es, pues, el recurso de la Iglesia al poder secular para poder
defender la fe y la moral y sostenerse frente a la herejía y la disidencia religiosa ante
el renacimiento de una corriente soterrada de brujería que es como revelación de
un paganismo que había conseguido subsistir por debajo de la capa de civilización
54
Iglesia y sociedad en colombia
“Son religiosísimos, porque allende de tener en cada pueblo sus templos, que los
españoles llaman santuarios, tienen fuera de lugar así mismo muchos, con carreras y
andenes que tienen hechos desde los mismos pueblos a los mismos templos. Tienen
sin esto infinidad de ermitas en el monte, en caminos y en diversas partes. En todas
estas casas de adoración tienen puesto mucho oro y esmeraldas”69.
Tenían un dios supremo creador que era Chiminiguagua. Un dios mesías, Bochica,
que enseñaba cosas prácticas. Y había otros dioses: Chibchacún, Zué, Bachué...
generalmente relacionados con la naturaleza y sus fenómenos. Ofrecían sacrificios,
incluyendo humanos, sahumerios. Había desfiles y procesiones con ocasión de las
cosechas. Había abundancia de ritos muchos de ellos mágico-supersticiosos. Se
Textos de Gonzalo Jiménez de Quesada citados por FRIEDE, Juan. Descubrimiento del Nuevo
69
55
La Religión en Colombia
veneraba a los antepasados y se creía en otra vida después de la muerte. Los difuntos
estaban presentes, de alguna manera, en la vida cotidiana. Tenían gran aprecio a la
familia como núcleo de organización social. Se castigaba duramente el homicidio, el
hurto y las degeneraciones sexuales.
“La cultura general del afro-americano del Pacífico además de ser ritual y ceremo-
nial, pone gran énfasis en la tradición que se expresa en la transmisión y realización
exacta de ritos y en la narración de leyendas y cuentos que refuerzan las costumbres...
el cuerpo, sus sensaciones, su ritmo, es otro código simbólico importante que atañe
también al mundo religioso”70.
El español luchó contra estos universos religiosos, el indígena y el negro, con into-
lerancia y barbarie. Esto afectó profundamente la vida espiritual de indígenas y negros.
Fue una verdadera barbarie cultural. Pero cosa interesante: el español fue vencido en
la cama. Y del ayuntamiento de españoles con negros o indígenas fue naciendo el
mestizo que creó una nueva cultura aparentemente española pero realmente tras-
pasada por lo aborigen y lo africano. De ahí surge la religiosidad popular tri-étnica,
con elementos de las tres culturas, que es la religiosidad del colombiano. Esta religio-
sidad popular es todo un lenguaje religioso que tiene las cuatro dimensiones de toda
religión: creencias, ritos, moral y organización.
IZQUIERDO, Gabriel. El mundo religioso afro-americano del litoral Pacífico. En: Theologica
70
56
Iglesia y sociedad en colombia
Cfr. COLMENARES, Germán. La ley y el orden social: fundamento profano y fundamento divino.
71
En: Boletín Cultural y bibliográfico. Banco de la República. Vol. XXVII. N. 22, 1990. pp. 3 - 20.
ARBOLEDA MORA, Carlos. El politeísmo católico. Medellín: Universidad Nacional, 1995. (tesis)
72
57
La Religión en Colombia
que estaban entre Iglesia y Monarquía. El poder político trata de apoderarse del
factor religioso, pero no como una astuta estratagema sino que realmente se cree
en lo que se hace. Es la posición normal del que suplica al pedirle a Dios que
ayude así sea para beneficiar a un determinado grupo. Esto se nota claramente
en el anhelo de patriotas y realistas por tener el control de la imagen de Nuestra
Señora de Chiquinquirá, pues portar la imagen es portar su ayuda74. Después de
1.819, siguió la misma relación Iglesia - Estado con el Patronato republicano. La
Iglesia se debilitó tremendamente por la disminución de clero, por la pérdida de
poder económico y el debilitamiento de la influencia sobre parte de la población.
Pero el pensamiento liberal y la agitación anticlerical no echaron muchas raíces en
la población, pues la fuerza efectiva en cuanto a formación de la opinión pública
se refería seguía siendo el mismo clero75.
JARAMILLO URIBE, Jaime. El pensamiento colombiano en el siglo XIX. Bogotá: Themis, 1964.
75
p. 92-99.
58
Iglesia y sociedad en colombia
Ibid., p. 186.
79
59
La Religión en Colombia
ciencia, etc. En este sentido la Iglesia se puso a la par con el mundo y abandonó posi-
ciones del pasado. En segundo lugar, aparece la opción socialista con toda su fuerza
como una alternativa al sistema capitalista. Los deseos de cambio social y de justicia
se expandieron por todo el mundo. Especialmente en América Latina, la revolución
de tipo marxista se vió como la forma de llegar a una sociedad igualitaria y justa.
Aparecieron distintos movimientos, algunos de ellos revolucionarios que provocaron
un conflicto dentro de la misma Iglesia. En Colombia, algunos lo interpretan así,
se presentan como dos tipos de Iglesia: una conservadora unida al poder y tradicio-
nalista, otra popular y revolucionaria. Una que pedía un cambio en la línea de la
evolución y del desarrollismo, y otra comprometida con los más pobres. La Confe-
rencia de Medellín en 1968 fue un momento claro de esta contradicción social en
un momento en que los partidos tradicionales se iban homogeneizando gracias al
Frente Nacional. Aparece la guerrilla como alternativa política que seguirá acompa-
ñando el acontecer nacional hasta hoy, aunque con otras visiones e ideologías. Fue un
momento difícil para la Iglesia pues la aceptación de la modernización religiosa y la
presencia del factor revolucionario, la dejó ver como interlocutora ante el país y con
gran pérdida de miembros. Hubo un descenso en vocaciones, en práctica religiosa y
en poder de convocación.
60
Iglesia y sociedad en colombia
61
La Religión en Colombia
valores), el relativismo (no hay nada absoluto sino que depende del caso) y la privati-
zación (esa es mi vida), han marcado los últimos años. Mucha gente trata de vivir su
vida sin referencia a normas o principios morales absolutos de consistencia ontoló-
gica. El recurso a la intimidad (encerrarse en una esfera de cristal donde los demás no
molesten) ha llevado a muchos a un desinterés por lo social, lo político, lo público,
en desmedro de la solidaridad y del empeño por una sociedad mejor.80 Y ésto se vive
al mismo tiempo que se tiene fe, creando un desfase entre creencia y práctica, entre
vida y fe.
Pero no podemos tomar este sólo escenario. Hay también personas que vuelven
a una moral tradicional vinculada ontológicamente y con comportamientos que se
creía ya habían desaparecido. Son grupos generalmente de derecha o nuevos grupos
en la misma Iglesia. Y así mismo grupos que buscan la coherencia entre la fe y las
obras a través de organismos pastorales, de organizaciones sociales y de derechos
humanos, de fundaciones caritativas y de movimientos testimoniales.
No se puede decir que hay una sola forma, sino más bien que hay distintas y aún
diversas formas de vivir la fe los que la tienen. Porque hay grupos que son indife-
rentes, ateos, agnósticos o que viven otra forma religiosa. Estas nuevas formas reli-
giosas podemos clasificarlas en las siguientes:
Los estudios de De Vulpian, sin embargo, contrastan esta afirmación. El, hablando de Europa y para
80
Europa, juzga que entre los jóvenes se está dando un valor ascendente que es el de la comunidad
unido a una empatía solidaria. De ahí la búsqueda de comunidad y de identidad grupal, y el flore-
cimiento de grupos de ayuda y protección a los migrantes, la naturaleza, los pobres, los extranjeros,
etc. (De Vulpian, A. “Cambio socio-cultural en Europa: homogeneidades y diferencias”. En:
AA.VV. Hombre y cultura; reflexión sobre nuestro mundo cultural. Bilbao: Universidad Deusto,
1988. p. 118).
62
Iglesia y sociedad en colombia
Estos son los principales grupos religiosos presentes entre nosotros, aunque no
quiere decir que todos tengan importancia numérica. Los grupos cristianos evangé-
licos pueden ser numerosos pero divididos en diversas comunidades. Los demás no
tienen gran número de creyentes. La Iglesia católica sigue siendo mayoritaria hasta
el momento.
63
Carlos Arboleda Mora
9. Factores sociológicos
de la religiosidad colombiana
Con el término “religiosidad”, entendemos las actualizaciones concretas y efectivas
de la religión en los comportamientos humanos. Las colectividades religiosas van asimi-
lando en el transcurso del tiempo, las doctrinas que les han sido enseñadas, adaptándolas
a su forma de pensar y de vivir. Esto puede llevar a una “deformación” de la doctrina
pura para hacerse accesible a la cultura y a los procesos del grupo, y a sus condiciona-
mientos ecológicos, sociales y económicos. Dicha deformación no siempre es negativa
pues es un síntoma de que el mensaje ha sido asimilado por una cultura. “Lo sagrado
se distribuye en grupos diferentes de eventos, de modalidades psíquicas, de objetos,
según los individuos, los ambientes y las culturas”81. Es interesante notar dos aspectos:
primero, la existencia de una distancia entre religión predicada y religión vivida. Esto
implica que la religiosidad no puede confundirse con la exposición dogmática de
verdades de fe. La razón de esta distancia se encuentra en:
65
La Religión en Colombia
Toda una serie de factores contribuyen a mantener esa distancia entre lo predicado
y lo vivido:
Ibid., p. 107.
83
66
Factores sociológicos de la religiosidad colombiana
por elementos de cada una de ellas. Es difícil fijar con exactitud un esquema de la
religión aborigen. “El indio... abarca mundos extraordinariamente dispares, en dife-
rentes niveles de cultura y formas religiosas”.84 Pero del análisis de ella, descubrimos
aspectos que configuran la tradición cultural colombiana; hay un lenguaje de la natu-
raleza que actúa como divinidad o como animada por espíritus sobrenaturales; hay
un predominio del gesto en el ritual, danzas, saltos, cantos. Enmarcado todo esto por
una mentalidad no histórica, cíclica, propia de una religión agraria y telúrica. Miedo
y adoración a la tierra. Históricamente además, el indígena había llevado una vida
de opresión y sufrimiento que se perpetuó en un sentido de pasividad y de identi-
ficación con los aspectos melancólicos de la existencia. De paso puede anotarse que
ahí se puede encontrar la identificación emocional del indígena con la narración de
la pasión de Jesucristo.
METHOL FERRE, Alberto. Marco histórico de la religiosidad popular En: CELAM. Iglesia y
84
Ibid., p. 61.
86
67
La Religión en Colombia
que viene a América, es una iglesia muy unida al poder temporal, con gran fuerza
y control sobre sus fieles. En la época de la colonia, fue introducido el negro como
instrumento de trabajo. Llegan a América básicamente dos etnias negras; la Sudanesa
(yoruba fon) y la Bantú (del Congo y Angola), siendo esta ultima más dócil a la cris-
tianización.87 Trajo consigo sus elementos religiosos agrarios, poseedores también a
la referencia a la tierra, con rituales mágicos y festivos, que poco a poco se integraron
con los elementos cristianos españoles. Es de notar que la explotación del negro y su
relativa poca evangelización, hicieron aparecer dentro de su religiosidad, el sentido
velado de la propuesta y unos ritos sincréticos, que todavía hoy se ven en la religión
litoral, alimentados por una deficiente asistencia pastoral.
Ibid., p. 61
87
68
Factores sociológicos de la religiosidad colombiana
Habría que añadir que una deficiente evangelización y asistencia pastoral reducida,
hacen que los grupos vayan creando sincretismo de creencias y prácticas religiosas.
89
WEBER, Max. Estratificación social y religiosidad En: FURSTEMBERG, F. Sociología de la
religión. Salamanca: Sigueme, 1976. pp. 109-146.
90
MILTON YINGER, J. Religión, persona, sociedad. Madrid: Razón y fe, 1969. p.210.
Hay, que conozcamos, sólo algunas tesis de grado al respecto: MONTES DUQUE, H. M. y ROJAS
91
GARCÍA B. Religiosidad y clase social. Bogotá: Universidad Javeriana, 1969; JIMENEZ URIBE, C.
Vivencias religiosas y categorías socio-económicas en Bogotá. Bogota: Universidad Javeriana, 1972.
69
La Religión en Colombia
España se esforzó desde 1492 por realizar una obra evangelizadora. Con diverso
grado y éxito se realizó esa evangelización. Al principio la evangelización fue super-
ficial. Muestra de esto es la persistencia de la religión indígena en la clandestinidad.
El arzobispo de Lima debió iniciar una campaña sistemática de extirpación de la
idolatría en la provincia de Huarochirí, pues los indígenas externamente eran buenos
católicos, pero seguían practicando su religión ancestral en la clandestinidad93. Así
en Colombia también, a finales del siglo XVI, en Fontibón y alrededores, después
de una campaña de predicación, se recogieron y quemaron más de tres mil imágenes
de los antiguos dioses, que el pueblo mantenía escondidas en sus casas94. Una más
profunda evangelización se logro en el siglo XVIII gracias a una mayor penetración
de la Iglesia en diversos ámbitos de la vida y la madurez del proceso evangelizador.
Los métodos evangelizadores, a partir de esta época, logran una mayor incidencia
en la formación de una conciencia cristiana. Los obispos se preocupan tanto por
la cristianización y moralización como por tener un clero bien preparado95. Los
MARZAL, Manuel. La cristalización del sistema religioso andino En: CELAM. Op. cit., p. 148.
93
70
Iglesia y sociedad en colombia
Ibid., p. 83.
96
Ibid., p. 84.
97
Ibid., p. 86.
98
PIN, Emile. Visioni del mondo e trasformazioni socioculturali En: CARRIER, H. y PIN, E. Saggi
99
71
La Religión en Colombia
72
Factores sociológicos de la religiosidad colombiana
73
La Religión en Colombia
objetos como el agua bendita, ramo bendito, amuletos; ciclicidad de la vida religiosa
sin progreso ni compromiso.
74
Factores sociológicos de la religiosidad colombiana
75
La Religión en Colombia
76
Carlos Arboleda Mora
77
La Religión en Colombia
101
BERGER, P; BERGER, B. y KELLNER, H. Un mundo sin hogar. Modernización y conciencia.
Santander: Sal Terrae, 1979. p. 135 ss.
102
Ibid., pp. 102-111.
78
Juventud y religión
De una u otra manera, la religión ha sido soporte del hombre frente a las angustias
de la existencia y daban sentido a las más dolorosas experiencias humanas103.
103
Ibid., p. 176.
104
Idem.
79
La Religión en Colombia
“Esto ha llevado a que la edad juvenil haya pasado de durar dos o tres años hace
un siglo, a prolongarse actualmente durante casi una década para la mayoría de los
individuos. La juventud se ha convertido en una fase biográfica muy importante
entre la infancia y la madurez105.
Influye además el auge de la medicina. Esta hace que haya más posibilidad de
vida del niño que nace. Antes la mayoría de los niños morían. Hoy la mayoría de los
niños llegan a la madurez. Esto da pie a una reducción de la natalidad pero también
a que se formen el ethos de la niñez y el ethos de la juventud: aparición de una amor
filial, esperanza en el futuro construido por los jóvenes, tratamiento de los niños y
jóvenes como personas valiosas, reconocimiento de sus derechos y cierto alejamiento
de los centros de producción y control. Estos ethos han generado entre los jóvenes la
idea de que la modernidad es algo de lo que hay que liberarse (de ahí la contestación
juvenil). La modernidad ha sido liberadora (del trabajo, de la familia, del azar de la
naturaleza, de gran parte del sufrimiento, etc.), pero los jóvenes la juzgan alienante
pues la ven como una falta de hogar y como una estructura individualista. La protesta
juvenil se centra en el rechazo a la forma capitalista de producción y a la democracia
burguesa y la aspiración a una sociedad más solidaria y menos funcional.
105
Ibid., p. 182.
80
Juventud y religión
falibilidad de tales criterios y surgen las preguntas: ¿qué son los jóvenes?, ¿hay
categorías comunes de clasificación:? Y parece que hay más dudas que respuestas106.
“Al abordar el tema de los jóvenes sería fácil considerar a la juventud como una
categoría definida a partir, exclusivamente, de un criterio de edad: para algunos,
comprendidos entre los 15 y los 23 años (ONU), para otros, entre los 10 y los 19
años (OMS). Pero al acercarnos un poco al problema nos podemos dar cuenta que
en el uso de esta categoría, además de la pertenencia a un segmento generacional, se
esconden los contrastes y las oposiciones, se unifica lo diverso y se eliminan las dife-
rencias. Tras de ella se diluyen y confunden la marginalidad y la opulencia, lo rural
y lo urbano, las diferencias sociales y culturales; el estudiante y el desertor escolar, el
hombre y la mujer, el trabajador y el desempleado, el padre o la madre jóvenes, las
madres solteras, el hijo de familia o muchos más. Todo ésto a manera de variables que
intervienen y, muchas veces, determinan el universo cultural de los jóvenes107.”
81
La Religión en Colombia
Hay cinco espacios en que concretamente podemos ver la simbolización que hace
la juventud de hoy. En el espacio laboral el joven busca su autonomía económica para
conseguir aquello que, a su parecer, le da comodidad y status. Aunque el desempleo
destruye o impide la correcta realización de estos deseos. En el espacio político-
comunitario, el joven desea participar en su afán de construir una nueva sociedad,
aunque desconfía de los políticos tradicionales y de sus mecanismos de manejo del
poder, lo que ocasiona también una cierta apatía. En el espacio religioso el joven hace
un redescubrimiento de lo sagrado aunque en forma privada y alejada de los meca-
nismos institucionales de las Iglesias. En el espacio familiar se va dando una mayor
libertad del joven frente a los patrones tradicionales aunque también las carencias
económicas y/o afectivas crean distorsiones. Y en el espacio lúdico es donde mejor
se expresan pues la música, el baile y la “rumba” son los referentes de la re-creación
juvenil y de la intercomunicación de vidas.
82
Juventud y religión
110
PÉREZ ISLAS, José Antonio. Memorias y olvidos. Una revisión sobre el vínculo de lo
cultural y lo juvenil: En: Seminario Internacional, ¿Qué sabemos de los jóvenes?. Estado del
arte de la investigación sobre la juventud. Santafé de Bogotá. Sep. 4, 5 y 6 de 1996. p. 6.
111
Ibid., p. 8
112
PACHÓN, Joaquín. Jóvenes y contextos de significación. En: Vinculum. 186/87. Oct. 96 - Ab.
97. p. 77.
83
Carlos Arboleda Mora
85
La Religión en Colombia
113
SCARVAGLIERI, G. Sociología della religione. Roma: PUG, 1973. p. 81.
114
CARRIER, Hervé. Psico-sociologia del vincolo di appartenenza alla Chiesa En: CARRIER, H.
y OIN, E. Saggi di sociologia relilgiosa. Roma: A.V.E. 1967. p.243-261. LENSKI Gerhard. The
religious factor. New York: Doubleday, 1961. Allport, W.G.L’individuo e la sua religione. Brescia:
La Scuola. 1972.
86
La pertenencia desde un enfoque psicosociológico
del grupo en el contexto socio-cultural. El individuo tiene una percepción propia del
grupo religioso de acuerdo con el status personal en el grupo. Mientras más cerca se
esté del líder del grupo o de sus funciones de gobierno más sentido de pertenencia
habrá. Así mismo en cuanto el individuo esté relacionado con trabajos y acciones
propias del grupo como pastorales, programas de acción, etc, más cerca se sentirá de
esa confesión religiosa. Esto se ve reforzado en cuanto el individuo tenga temor de
ser separado del grupo o de perder su status dentro de él.
87
La Religión en Colombia
Si hay una sociedad pluralista, la pertenencia exige una opción personal muy
fuerte, pues no hay bases sociológicas para ella, ni la sociedad da privilegios por
pertenecer a determinada confesión. Podemos preguntarnos ahora. ¿Cómo se forma
la actitud de pertenencia?
88
La pertenencia desde un enfoque psicosociológico
115
CARRIER, H. Op. cit., p. 255.
116
Ibid., p. 259-261
89
La Religión en Colombia
90
La pertenencia desde un enfoque psicosociológico
Para comprender la relación que el joven construye hoy con la religión, se partirá
de estos interrogantes en el desarrollo de las entrevistas en profundidad.
91
La Religión en Colombia
del destino, (la muerte), y c). compensarlo, en una existencia ultraterrena, por los
dolores y privaciones de esta vida”117.
En este sentido, “el rito tiene un poder de cohesión, se opone a la anomia, crea
el sentimiento del nosotros, porque identifica. Permite la integración a una estruc-
tura social y también la diferenciación de los status y de los roles en el seno de la
comunidad de los fieles”118.
117
SIGMUND, Freud. Moisés y la religión monoteísta. Madrid. Biblioteca Nueva.1934. p.
3241-3324
118
92
La pertenencia desde un enfoque psicosociológico
En esta dinámica, la Iglesia como institución actúa como una fuerza exterior a
los sujetos que los une y los preserva de la disolución. Esta fuerza exterior tiene el
efecto de crear la ilusión de la presencia visible o invisible de un jefe que ama con
igual amor a todos los miembros de la colectividad. Es precisamente la identificación
93
La Religión en Colombia
de los sujetos a este ser de amor, lo que permite construir el lazo de pertenencia
con el grupo o comunidad religiosa. Desde esta perspectiva se ubica la religión
como un medio que permite eliminar mediante el autocontrol instalado en la
conciencia, ciertas tendencias instintivas incompatibles con el orden social, permi-
tiendo canalizar tendencias instintivas hacia conductas de interés social, teniendo
como función fomentar la cohesión y la colaboración entre los miembros a través de
valores éticos comunes e ideales compartidos. La Iglesia a través de la identificación
al padre (quién ama a todos sus hijos por igual), impone las normas de la moral al
individuo. Igualmente el entusiasmo colectivo lleva a actos más nobles y generosos,
inclusive heroicos. Freud explica esto así:
94
La pertenencia desde un enfoque psicosociológico
95
La Religión en Colombia
En torno a la relación del individuo con los grupos sociales, es importante hacer
una diferenciación entre los grupos de pertenencia y los grupos de referencia, y
analizar cómo influye cada uno sobre el comportamiento de los participantes.
119
LAPLANCHE, J. y PONTALIS, B. Diccionario de Psicoanálisis. Barcelona: Labor. 1971. p. 184.
96
La pertenencia desde un enfoque psicosociológico
grupos a los cuales nos afiliamos ya sea en el plano real (grupo de pertenencia) o en
el plano de la proyección.(grupo de referencia). Siendo a través del mecanismo de
identificación que podemos explicar por qué nuestras actitudes están influenciadas
por los grupos con los que el sujeto se identifica en el plano de las representaciones
simbólicas e imaginarias.
Grupos de pertenencia
Se es miembro pasivo Pertenencia nominal Lugar de nacimiento
Tradición - Costumbre
Transmisión cultural
Se es miembro activo Pertenencia vivencial Identificación en el
grupo del cual se es miembro.
Vivencia cultural: Prácticas, creencias, moral.
Grupo de referencia
97
La Religión en Colombia
cuales el joven desea proyectarse, permite reconocer las siguientes relaciones que el
sujeto establece con los grupos:
98
Carlos Arboleda Mora
120
Cfr. SANCHEZ- CAPDEQUÍ, Celso. Las formas de la religión en la sociedad moderna. Univer-
sidad Pública de Navarra, Departamento de Sociología. Papers 54, 1998. www.bib.uab.es/pub/
papers/02102862n54p169.pdf
99
La Religión en Colombia
121
ESTRUCH, Joan. La innovación religiosa. Barcelona: Ariel, 1972.
122
Cfr. HERVIEU-LEGER, Daniele et al. La religione degli europei. Fede, cultura religiosa e modernità
in Francia, Italia, Spagna, Gran Bretagna, Germania e Ungheria. Torino: Fondazione Agnelli, 1992.
TOMASI, L (Coord). I giovani e le religioni in Europa. Persistenze valoriali e nuovi orientamenti.
Trento:Reverdito, 1993. MION, Renato. La religione dei giovani dopo il crollo delle ideologie. En:
Tuttogiovani Notizie. (Oct. - Dic. 1993), p. 5-26.
100
Secularización y renacimiento de lo religioso en Colombia
123
RIIS, Ole; TARNOWSKI, Marek y otros. La religione degli europei II. Un dibattito su religione e
modernità nell Europa di fine secolo. Torino: Fondazione Agnelli, 1993.
124
HERVIEU-LEGER, D. Religions et modernité. Conferencia-debate en la Ecole Normale Catho-
lique. 23 Abril de 1997.
125
BECKFORD, J. A. Tendenze e prospettive. En: HERVIEU-LEGER, D. La religione degli europei...
Op. cit., p. 194.
126
Berger, P. L. The sacred canopy. Garden City, NY: Doubleday,. 1967; Sociology: A disinvita-
tion? Society 30(Nov.): 12-18, 1992; Secularism in retreat. National Interest 46(Winter): 3-12,
101
La Religión en Colombia
Esto nos lleva a mirar la propuesta de Mardones. Hay una secularización “suave”
que mira a una reconfiguración de lo religioso128, o recomposición de lo religioso
moderno. Esta recomposición es un proceso que implica una cierta desinstitucio-
nalización de la religión oficial que se manifiesta en construcción, reconstrucción
e invención de nuevas memorias colectivas, que serían la base simbólica de unas
nuevas líneas de creencia129. Esta recomposición hay que tomarla con cautela,
pues el simple aumento cuantitativo de lo religioso, no necesariamente indica una
permanencia total de la religión. El crecimiento estadístico puede ser coyuntural en
cuanto responda a una controversia antimoderna, permitiendo en el largo plazo el
establecimiento de una secularización fuerte o de una visión científica ampliamente
consensuada. La diversificación cualitativa de lo religioso, que responde a la carac-
terística moderna de la pluralidad y de la autonomía, tampoco puede presentarse
como argumento de permanencia de lo religioso-metafísico, desde el punto de vista
sociológico, pues puede ser muestra de la explosión de los sentidos de vida, no nece-
sariamente anclados en lo sagrado130.
1996-1997. Luckmann, T. The invisible religion. New York: Macmillan, 1967; Dobbelaere, Karel
“Secularization: a multi-dimensional concept”. Current Sociology 29(2): 1-216, 1981.
Stark, Rodney. Bringing theory back in. En Rational Choice theory and religion. Lawrence Young,
127
ed. NY: Routledge, 1997.; German and German American religiousness: Approximating a crucial expe-
riment. Journal for the Scientific Study of Religion 36(2): 182-193, 1997; Stark, Rodney y William S.
Bainbridge The future of religion. Berkeley: University of California Press, 1985. A theory of religion.
New Brunswick, NJ: Rutgers University Press, 1987; Stark, Rodney y Roger Finke A rational approach
to the history of American cults and sects”. Religion and the Social Order 3A: 109-125, 1993; Stark,
Rodney y Laurence Iannaccone “Sociology of religion”. Encyclopedia of Sociology, edited by E. Borgatta y
Marie Borgatta. 2029-2037. NY: Macmillan, 1992. Stark, Rodney y Roger Finke “A rational approach
to the history of American cults and sects”. Religion and the Social Order 3A: 109-126, . 1993.
128
MARDONES, José María. De la secularización a la desinstitucionalización religiosa. En: Política y
Sociedad. 22 (1996). p. 123-135
129
HERVIEU-LEGER, D. La religion pour Mémoire. París: Cerf, 1993. CHAMPION Francoise.
Religeux flottant, éclecticisme et syncrétismes. En: DELUMEAU, J. (ed)Le fait religieux. París:
Fayard, 1993. p. 741- 77.
Diversa es la visión teológica o creyente que mira en la permanencia de las religiones, la tendencia humana
130
hacia la trascendencia y la resistencia del ser humano a ver coartada su dimensión espiritual .
102
Secularización y renacimiento de lo religioso en Colombia
“Los antiguos dioses envejecen o mueren, y todavía no han nacido otros. Pero
esta situación de incertidumbre y confusa agitación no puede durar eterna-
mente. Llegará un día en que nuestras sociedades volverán a conocer horas de
efervescencia creadora en cuyo curso surgirán nuevos ideales, aparecerán nuevas
formulaciones que servirán, durante algún tiempo, de guía a la humanidad.
No hay ningún evangelio que sea inmortal y no existe razón alguna para creer
que la humanidad sea ya incapaz de concebir uno nuevo”131.
131
DURKHEIM, Emile. Las formas elementales de la vida religiosa. Madrid. Akal, 1982. p. 199 -
200.
132
Arboleda, Carlos (dir). La religiosidad del joven universitario de Medellín. Medellín, UPB,
1999. http://www.prolades.com/prolades1/cra/colombia/universitarios.pdf
103
La Religión en Colombia
104
Secularización y renacimiento de lo religioso en Colombia
• Católicos 88.5%
• Protestantes 5%
• Otros 2%
• Ninguna religión 4.5%
133
Holland, Clifton. Table of statistics on religious affiliation in the Americas. Costa Rica,
Prolades, Agosto 16 de 2002. http://www.prolades.com/prolades1/documents/latamtbl00.htm
134
Gallup International. Religion in the world at the end of Millenium. www.gallup.com/polls www.
lacruzdecal.com/ed/articles/2000/1000ac2.htm
135
MILANESI, G.C. Op. cit., p. 103.
105
La Religión en Colombia
• Judaísmo
• Cristianismo
• Católicos romanos
• Iglesia ortodoxa (Patriarcado de Constantinopla).
• Anglicanos tradicionales e Iglesia episcopal de comunión anglicana.
• Luteranos
• Presbiterianos (Sínodo presbiteriano reformado, Iglesia presbiteriana Cumber-
land, Sínodo presbiteriano)
• Asociación de Iglesias Evangélicas Interamericanas
• Familia Menonita
• Familia Bautista
• Familia Metodista
• Familia del Movimiento de Santidad
• Adventistas
• Tradición pentecostal: Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, Iglesia Universal
del Reino de Dios, Compañerismo de Hombres de Negocios del Evangelio
106
Secularización y renacimiento de lo religioso en Colombia
Islam
Hinduismo: agregaciones de matriz hinduìsta que se inspiran o traen elementos
del hinduìsmo, o que tienen su origen al margen de él: Asociación Internacional para
la conciencia de Krishna (IKSCON); Centro de Meditación trascendental; Univer-
sidad Abierta Maharishi.
Budismo
Agregaciones de matriz oriental que se inspiran o toman elementos de las reli-
giones orientales o que tienen origen al margen de ellas: Movimiento Osho Rajneesh;
Congregación religiosa Sukyo Mahikari de Colombia; Asociación Brahma Kumaris;
Seguidores de Maitreya; Maestros ascendidos; Asociación Summit Lighthouse;
Iglesia Tenrikyo de Colombia; Templo Solar Astral.
107
La Religión en Colombia
Gnósticos
Ufológicos: Movimiento Raeliano de Colombia; Misión Rama (Sixto Paz
Wells).
Agregaciones satánicas
Agregaciones sicoespiritualistas, del potencial humano y del desarrollo personal:
Dianética (Iglesia de la cientología), Silva Mind control Religión Baha´i.
136
SCIOLLA, Loredana. La natura delle credenze religiose nelle società complesse. En: Rassegna
italiana di sociologia. Nº. 4. p. 479-512.
108
Secularización y renacimiento de lo religioso en Colombia
La Nueva Era, por su parte, tiene una sutil red internacional de interacción social
que explica la difusión de nuevas creencias:
137
SCIOLLA, L. Op. cit., p. 508.
138
BERGER, P.L. y LUKMANN, Th. Modernidad, pluralismo, crisis de sentido. Barcelona: Paidos,
1997.
139
Ibíd., p. 40 - 50
140
Ibid., p. 74 -75
109
La Religión en Colombia
Hay una dispersión de las creencias y de las normas morales. “Se da una libera-
ción del capital simbólico sagrado o religioso que, incontrolado por las instituciones,
vagaría por los intersticios de lo social a merced de los interesados o nuevos recon-
figuradores religiosos”141. La religión católica no tiene el monopolio de lo religioso
sino que éste se ve como flotando y cada uno toma lo que le gusta o satisface. Así,
ese capital simbólico flotante puede dar origen a muchas y diferentes posturas reli-
giosas142. Este es un hecho visible aún dentro del mismo catolicismo. No hay un
catolicismo uniforme, sino un catolicismo plural. Los nuevos movimientos eclesiales
son una muestra de esa diversidad que, conservando los principios fundamentales,
sin embargo, hacen énfasis en ciertas doctrinas, ritos, modos organizativos o tipos de
ascesis o de mística...
141
MARDONES, J. M. Op. cit., p. 129
142
CHAMPION, F. Op. cit., p. 741-771
110
Secularización y renacimiento de lo religioso en Colombia
143
CHAMPION, F. La nebuleuse mystique-ésoterique: orientations psyco-religieuses des courants
mystiques et ésoteriques contemporaines. En: CHAMPION, F: HERVIEU LEGER, D. (ed). De
l´émotion en religion. Renouveu et tradition. Paris: Le Centurion, 1990
111
La Religión en Colombia
fuerza que motiven y unan a los colombianos. Más bien, en este caso, permanecen
las prácticas tradicionales como desobediencia a la ley, clientelismo y caciquismo,
despreocupación por el futuro de la nación.
144
GUTIERREZ, M.M. Aspectos sociales de la espiritualidad en la familia. Apuntes para el estudio de
la convivencia en familias de Medellín que presentan diversidad religiosa. Tesis Facultad de Trabajo
Social. Medellín, Univesidad de Antioquia, 2000. Esta tesis fue realizada, bajo la modalidad de
pasantía, en el grupo Religión y Cultura de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín.
112
Secularización y renacimiento de lo religioso en Colombia
“Los adeptos de la nueva teología aspiran a obtener los bienes de este mundo aquí
y ahora, porque creen que Dios da el derecho al bienestar a toda la humanidad. Dios
proporciona prosperidad, salud y bienestar a los que dan ofrendas generosas a su iglesia.
Los beneficios aumentan en proporción a las ofrendas. Hay que pagar los diezmos para
estar seguro del éxito material permanente. No se debe admitir la existencia de temores,
dolencias y dudas. Esta teología enfatiza una mentalidad empresarial y creativa, pero
al mismo tiempo fomenta el individualismo: hay que tener fe en si mismo y cada uno
anda por su cuenta. La pobreza es resultado de la falta de fe y de la ignorancia. Todo el
mundo aspira a tener salud, bienestar, prosperidad, felicidad y estas aspiraciones pueden
ser concretizadas con fe y contribuciones generosas a la iglesia.” 145
Hay rechazo del sufrimiento, la enfermedad y la pobreza. Por eso se dice que
“Dios es rico, somos hijos del rey y destinados a ser príncipes de la tierra; la enfer-
medad es obra del diablo y a éste hay que vencerlo; la pobreza no es voluntad de Dios
sino pereza y falta de fe.”
145
POLLAK-ELTZ, Angelina. Las iglesias neopentecostales brasileras en Venezuela y su
trasfondo católico popular y afroamericano. Trabajo presentado en la mesa redonda
MR02 “Transnacionalización de las religiosidades brasileras”. VIII Jornadas sobre Alter-
nativas Religiosas en América Latina. São Paulo, 22 a 25 de Septiembre de 1998.
113
La Religión en Colombia
146
Cfr. ARBOLEDA M, C. El politeísmo católico. Las novenas como expresión de una mentalidad
religiosa. Colombia S. XIX-XX. Medellín: UPB, 2002.
147
Hervieu-Leger, Daniéle. Le Pelerin et le Converti. La Religion en Mouvement, Paris: Flammarion,
1999
114
Secularización y renacimiento de lo religioso en Colombia
148
HERVIEU LEGER, D y otros. La religione degli europei....Op. cit.
115
La Religión en Colombia
116
Secularización y renacimiento de lo religioso en Colombia
En el campo ritual, se notan dos tendencias que ya han sido estudiadas en Europa.
La tendencia, ya mencionada, hacia la religiosidad emocional149. Se nota que las
personas buscan la experiencia religiosa, (no la simple aceptación de creencias),
desean sentir emoción en las celebraciones, se adhieren a ciertos elementos religiosos
por su función de bienestar y realización personal, tienden hacia la voluntariedad y
“virtualidad” de las prácticas. El tipo de religiosidad pentecostal o carismática sería
un modelo de esta tendencia. No es extraño, entonces, que haya en Colombia un
florecimiento del pentecostalismo en sus diversas formas. En 1932 se establecen las
Asambleas de Dios en Sogamoso, en 1936 la Asamblea pentecostal que en 1945 se
convierte en Iglesia pentecostal unida, a partir del año 1968 comienza a aparecer el
Movimiento carismático católico. Posteriormente es vertiginoso el crecimiento del
movimiento pentecostal. Se dice que siete de cada diez evangélicos son pentecostales
y uno de cada diez católicos es carismático. En Medellín, la gran presencia de los
pentecostales es notable:
149
HERVIEU-LEGER, D. et al. La religione degli europei. Op. cit.
117
La Religión en Colombia
150
BERZANO, L. La religione nella societá secolare. En: Rassegna Italiana di Sociologia. Nº 4. (Dic.
1995), p. 531 - 532.
151
Ibid., p. 531.
152 BEAUGE, Florence. Vers une religiosité sans Dieu. En: Le monde diplomatique. (Septiembre
1997), p. 26. MORALES, María Camila. Francia vuelve a los brazos de la fe. En: El Tiempo.
Bogotá 25 de octubre de 1998. p. 31A.
118
Secularización y renacimiento de lo religioso en Colombia
través del ejercicio de la libertad y en consonancia con las exigencias del contexto,
presentándose sin embargo, polarizaciones dignas de analizar: el fundamentalismo
religioso y el absoluto pluralismo; el católico integrado plenamente y el indiferente o
ateo; la aceptación de un Dios personal de un lado, y concepción de lo sagrado como
fuerza, energía o luz, del otro lado; la rigidez heterónoma de la moral y la completa
autonomía en el obrar. Las iglesias tradicionales no desaparecen pero sí ven cómo sus
fieles adoptan comportamientos más libres en sus decisiones personales. La perte-
nencia religiosa continúa alta pues ella da seguridad, no hay que reinventar el sistema
simbólico a cada momento (pertenencia nominal), pero la pertenencia subjetiva llega
a ser algo personal, fruto de la libertad personal, de la igualdad y del pluralismo. Es
ser “creyente pero no comprometido”.
153
Cfr. FERNANDEZ DEL RIESGO, M. La ambigüedad social de la religión. Ensayo de sociología
crítica desde la creencia. Estella: Verbo Divino, 1987
119
Carlos Arboleda Mora
Por otra parte, el fundamentalismo es uno de los fenómenos que se han incre-
mentado más en el campo religioso junto con el pentecostalismo. Esto plantea una
154
Marty, Martin and R. Scott Appleby. Fundamentalisms Observed. The Fundamentalism Project.
Volume 1. Martin R. Marty and R. Scott Appleby. eds. Chicago: University of Chicago Press, 1991.
Marty, Martin and R. Scott Appleby. Fundamentalisms and Society. The Fundamentalism Project.
Volume 2. Martin R. Marty and R. Scott Appleby. eds. Chicago: University of Chicago Press, 1993
. Marty, Martin and 1993. R. Scott Appleby. Fundamentalisms and the State. The Fundamentalism
Project. Volume 3. Martin R. Marty and R. Scott Appleby. eds. Chicago: University of Chicago
Press, 1994, . Marty, Martin and R. Scott Appleby. Accounting for Fundamentalisms. The Funda-
mentalism Project. Volume 4. Martin R. Marty and R. Scott Appleby. eds. Chicago: University of
Chicago Press, 1994.. Marty, Martin and R. Scott Appleby. Fundamentalisms comprehended. The
Fundamentalism Project. Volume 5. Martin R. Marty and R. Scott Appleby. eds. Chicago: Univer-
sity of Chicago Press, 1995.
155
Gabriel A. Almond, R. Scott Appleby y Emmanuel Sivan (eds.), Strong Religion: The Rise of Funda-
mentalism Around the World, University of Chicago Press, Chicago, 2003.
121
La Religión en Colombia
Enzo Pace trata de dar una definición muy completa: “Estos son los rasgos típicos
del fundamentalismo: inerrancia del texto sagrado, ahistoricidad y no interpretabi-
lidad de la palabra revelada, construcción del otro como enemigo, creencia en una
sociedad perfecta que se debe reproducir en la tierra como símbolo de una civiliza-
ción superior de toda la humanidad158.
En otros términos es decir: tenemos la verdad, tenemos toda la verdad, y nada más
que la verdad, y vamos a imponérsela y vamos a controlar el sistema para que ustedes
se sometan a nuestra verdad. Los rasgos generales de un fundamentalista en el àrea occi-
dental son: autoritarismo grupal, ética de premio y castigo, temor y culpa frente a la
156
Es importante tener en cuenta el libro de Gilles Kepel. La revanche de Dieu. París: Seuil, 1991. Allí
presenta la ofensiva política por lo alto y por lo bajo de los movimientos religiosos judíos, musul-
manes y cristianos en los años 1960 y siguientes.
157
Bruce Lawrence, Defenders of God: The Fundamentalist Revolt against the Modern Age. (San
Francisco : Harper & Row Publishers, 1990), p.78. Es importante entender las categorías religiosas
(inerrancia, conversión, celo apostólico y milenarismo) no en términos doctrinales sino como signo
de una pérdida, como la progresión de un desorden que busca expresarse).
158
E.Pace, Credere nel relativo, Torino: Utet, 1997, p.85.
122
Una vision sociológica del fundamentalismo
sexualidad, , desconfianza del hombre pecador y por eso se le controla, baja tolerancia a
la diferencia (todo blanco y negro), literalismo, poco humor, desconfianza de las capaci-
dades propias, temor de lo que ocurrirá, baja autoestima, temor a los avances científicos.
Era una reacción contra la exégesis bíblica alemana y contra las teorías evolu-
cionistas de Charles Darwin. No son una obra de terrorismo pero sí contribuyen
a dividir el mundo entre nosotros los creyentes y ellos los no creyentes, a crear un
imaginario de lucha contra el mundo y a negar toda mediación entre fe y cultura o
historia. Esta práctica se convierte en identificatoria y comienza a emplear los medios
de comunicación para proclamar sus ideas.
159
JONES, Steven, Fundamentalism. Virginia: University of Virginia, 1998 [online].
http:religiousmovements.lib.virqinia.edu/nrms/fund.html (02-06-2004).
123
La Religión en Colombia
160
Cfr. POULAT, Emile. Les intégrismes – En La Pensée et les Hommes n° 2, 1985 - pp 9-18. LATHUI-
LIERE, Pierre. «Pour une théologie de la modernité» Paris, 1998, DDB, p.135-136.
124
Una vision sociológica del fundamentalismo
125
La Religión en Colombia
161
Martin R. Marty and R. Scott Appleby (eds.) “Fundamentalism Observed” The Fundamentalism
Project Vol: I (Chicago: University of Chicago Press, 1991).pp. 854-888. Cfr. LAWRENCE, Bruce,
Defenders of God: The Fundamentalist Revolt against the Modern Age. San Francisco: Harper &
Row Publishers, 1990.
126
Una vision sociológica del fundamentalismo
162
LATHUILIERE, Pierre. “Au-delà du fondamentalisme” En , Revue catholique internationale, XXVI,
6, n°158, novembre-décembre 2001.
127
La Religión en Colombia
Se puede decir que hay una sensación de pérdida (pérdida de seguridad, pérdida
de nación, pérdida de valores, pérdida de poder…) en los individuos que lleva a una
reflexión y acción colectivas.
• Una antropología de una edad de oro que produce el regreso a una época pasada.
(“Todo tiempo pasado fue mejor”; “hay que recobrar el paraíso perdido”)
• La negación de la historia y de la cultura.(“Siempre se ha hecho así”)
• Una antropología de separación del mundo. (“el mundo, el demonio y la carne
son los enemigos del hombre”)
• Una antropología competitiva y agresiva (“somos los mejores”, “los demás, de
malas”)
• Un suicidio del pensamiento (“Es peligroso ser inteligente”, “los exégetas son
ateos”)
• Un fin catártico del mundo (“Dios vendrá a juzgar el mundo con el fuego”)
• Una antropología débil (“El hombre es una masa podrida delante de Dios”.
• Una teología antropomorfa (“Dios está enojado con el hombre por sus
pecados”)
128
Una vision sociológica del fundamentalismo
163
LATHUILIERE, “Pour une théologie de la modernité” dans Michel Barlow, Bernard Comte,
Bernard Descouleurs, Pierre Lathuilière, Marie-Françoise Tinel, Dieu est-il laïque ? Paris, 1998,
DDB, p.135-136.
129
La Religión en Colombia
164
Dôle, Robert. Le cauchemar américain. Montréal Québec: Editions VLB, 2000.
130
Carlos Arboleda Mora
131
La Religión en Colombia
la protegía militar y civilmente. Una sola fe era esencial para el orden social pues
si no existía un sólo Dios que sostuviera el orden natural, todo se vendría al suelo.
Las herejías eran una traición al Estado, pues corrompían las bases del consenso
social. Toda religión nueva se veía como un atentado contra la nación. Sin el cristia-
nismo católico, vendría la anarquía y la división. Las ideas protestantes eran bastante
novedosas: hay que obedecer al rey pero el pueblo lo puede deponer si ataca a la
Iglesia, y aún más, se podía elegir al rey por parte del pueblo y él rey debía gobernar
con el consenso del mismo pueblo. Los cien o más días de fiesta o de “guarda”(y por
tanto de vacancia de trabajo) de los católicos deberían aprovecharse para el comercio.
(Hay que notar que los Hugonotes eran principalmente urbanos y comerciantes). La
participación de las mujeres en los servicios religiosos, la lectura de la Biblia por parte
de todas las personas, las mujeres cantando en las asambleas, eran cosas imposibles
de aceptar por parte de los católicos. El protestantismo se entendía como una herejía
y no como una interpretación distinta de la Escritura. Para los católicos, por tanto,
permitir la herejía era mantener una enfermedad dentro del grupo social y poner en
grave riesgo la salvación eterna. Se llegó a excesos de violencia como la Noche de San
Bartolomé, el 24 de agosto de 1572, cuando la misma población portando cruces
blancas en sus sombreros, colaboró en la masacre de los Hugonotes, que se extendió
durante varios meses por todo el país.
132
Laicismo y laicidad en colombia
“El Creador del Universo colocó dos grandes luminarias en el cielo; la más grande
para regir el día, la menor para regir la noche. Del mismo modo, para el firmamento
de la iglesia universal, que se dice como del cielo, El nombró dos grandes dignidades;
la más grande debe regir sobre las almas (es decir, los días), la menor para regir los
cuerpos (es decir, las noches). Estas dignidades son la autoridad pontificia y el poder
real. Además, la luna deriva su luz del sol, y es, en verdad, inferior al sol en tamaño
y cualidad... De la misma manera, el poder real deriva su dignidad de la autoridad
pontificia167.”
Queda, pues claro que los derechos naturales de los pueblos se legitiman única-
mente desde el derecho divino administrado por la Iglesia. El Papa, como nos dice
Soto, es amo y señor del universo desde la Plenitudo potestatis y se convierte en la
razón de ser de toda la cristiandad y de todas sus empresas culturales168.
133
La Religión en Colombia
169
Son importantes para ayudar al reconocimiento de la libertad religiosa, las aportaciones de autores
como Pierre Bayle, en su obra “Commentaire philosophique sur ces paroles de Jésus - Christ”,
de 1686, donde expresaba que la coacción en la esfera religiosa era inmoral y atentatoria contra
la persona; Voltaire, en su “Tratado de la Tolerancia” (1763), exponía que el gobierno no debía
estar al servicio de la Iglesia y pedía el reconocimiento de la libertad de pensamiento; Jean Jacques
Rousseau, en el “Contrato social”, de 1762, decía que todos pueden tener las opiniones que quieran,
sin que corresponda al soberano juzgarlas, porque no tiene competencia en las cosas sobrenaturales;
y una influencia destacada en la configuración del principio de separación entre el Estado laico y las
confesiones en la Revolución Francesa, fue Condorcet, en su obra “Sur l’intérêt des princes á séparer
la religion de l’État”, que proponía la separación del elemento eclesiástico y de los asuntos públicos,
a la vez que sugería conceder a las confesiones religiosas plena libertad.
170
Cfr. SARTORI, Giovanni. Los fundamentos del pluralismo. En: Leviatán. N° 61 .1995. p.
111-125.
171
Fraile, Guillermo. Historia de la filosofía. Tomo III. Madrid: BAC, 1966. P. 786. Locke, John.
Ensayo y carta sobre la tolerancia. Madrid, Alianza, 1999.
172
Ibidem. p. 646.
134
Laicismo y laicidad en colombia
173
Tomba, Massimiliano. Pubblicitá e terzo Forum in Kant. En Bolletino telematico di filosofia
politica. Universitá di Pisa. http://bfp.sp.unipi.it/art/maxtomba.htm
174
Cfr. CHAMPION, F. De la diversité des pluralismes religieux. En MOST. Journal on Multicul-
tural societies. Vol. 1 N. 2. UNESCO 1999. http://www.unesco.org/most/.
135
La Religión en Colombia
no confesional, que reconocía a todos como ciudadanos pero que no daba privilegios
por pertenecer a una u otra religión, pero tampoco rechazaba o excluía por dicha
pertenencia, aunque hubo momentos de intransigencia antirreligiosa. Esta ha sido
una lucha larga, pues los problemas teóricos y prácticos siguen presentes: ¿cómo se
entienden las culturas religiosas?, ¿puede la religión separarse de la vida social?, ¿es la
religión una ONG en la sociedad democrática?, ¿se pueden separar cultura e Islam?,
¿tiene la religión un papel en la sociedad civil?, ¿debe relegarse lo religioso sólo a la
privacidad?, ¿se puede ser democrático y creyente?, ¿cómo se compagina religión
(como hecho social) y política?
175
UNESCO. Towards a constructive pluralism. Coloquio organizado por la UNESCO y el Secreta-
riado de la Commonwealth. París, 28-30 enero de l999.
176
Interesante es el movimiento actual en Francia de “repensar la laicidad”, sobre nuevas bases. Una
laicidad no persecutoria, sino que busque el respeto, la promoción de la diversidad, el aumento de
la amistad y el entendimiento entre las religiones y los grupos. “Hoy es necesario más que nunca
repensar la laicidad como el lugar donde lo religioso participa en la construcción de una sociedad
capaz de integrar la dimensión espiritual del ser humano como uno de sus componentes, ni más
ni menos.”Declaración de la Federación protestante de Francia. París, 7 de octubre de 2001. www.
wcc-coe.org/wcc/behindthenews/us85.html
136
Laicismo y laicidad en colombia
confrontarse con la multiculturalidad que exige el respeto a las diversas culturas con
sus manifestaciones, se muestra ineficaz para dar respuestas respetuosas a los anhelos
de identidad y a los deseos de participación. Una laicidad intransigente ahoga la
libertad, la iniciativa y la responsabilidad social de los diversos grupos religiosos,
que pueden ser constructivos en su medio.177 El modelo confesional del pluralismo
religioso, tal como lo entiende la laicidad francesa, es un modelo conflictivo, pues
se entiende como el Estado contra las Iglesias. El modelo norteamericano es más
positivo: las iglesias independientes del Estado.
177
Cfr. Navarro - Valls, Rafael; Palomino, Rafael. Estado y religión. Textos para una reflexión crítica.
Barcelona: Ariel, 2000. Puede haber diversos modelos en la relación Iglesia-Estado. El hecho laico
no significa rechazo total de la religión (laicidad activa) sino el reconocimiento de posibles y diversas
formas de relación según el caso histórico y cultural de la nación... Puede darse el modelo de una
religión nacional (Grecia, Portugal, Dinamarca), o el reconocimiento de dos religiones nacionales
(Finlandia: iglesia luterana y ortodoxa; Inglaterra: iglesia de Inglaterra e iglesia de Escocia). Puede ser
el modelo de “no reconocimiento de ninguna religión” (EE.UU, Holanda, Francia), o el modelo de
reconocimiento múltiple (Italia, Bélgica, España, Austria, Alemania). Es laicidad positiva en lugar
de laicidad activa. Cfr. Introvigne, Massimo. “Freedom of Religion and Belief in the Christian/
Western World.” Lectura introductoria a la conferencia “Towards a Secular Society” organizada
por la International Humanist and Ethical Union and the Norwegian Humanist Association, Oslo,
May 4, 2001. http://www.cesnur.org/testi/panici98.htm).
178
HERVIEU-LEGER, Danièle, La Religion en miettes ou la question des sectes, París, Calmann-
Lévy, 2001. p. 22.
179
HERVIEU-LEGER, Daniéle. Op. cit., p. 25.
137
La Religión en Colombia
ero hay un elemento más. En Francia el sistema laicista funcionó hasta cuando la
Iglesia católica fue mayoritaria y regía el sistema cultural. Con la crisis de la Iglesia
católica, aparecieron otras fuerzas simbólicas que desafiaron ese laicismo, creando
ansiedades represivas contra las sectas y otros grupos, y generando conflictos como
los actuales. 181 De notar, especialmente es la reacción de los inmigrantes musulmanes
contra las medidas de represión de sus símbolos religiosos.
180
D. Hervieu-Léger, op. cit., p. 31
181
D. Hervieu-Léger, op. cit., p. 25-35
182
ARANGO, Gloria Mercedes y ARBOLEDA, Carlos. “La constitución de Rionegro y el Syllabus
como dos símbolos de nación y dos banderas de guerra” en Grupo de Investigación Religión,
Cultura y Sociedad. Ganarse el cielo defendiendo la religión. Bogotá, Universidad Nacional de
Colombia, 205. pp. 87-156
138
Laicismo y laicidad en colombia
Estados, duración del período presidencial y relaciones Iglesia-Estado. Cfr. Salvador Camacho Roldán,
“La convención de Rionegro”, en: Escritos sobre economía y política, Instituto Colombiano de Cultura,
Bogotá, 1976. Anales de la Convención. Archivo Histórico de Rionegro, Casa de la Convención, 1863.
139
La Religión en Colombia
Las obligaciones de carácter general a que se sometían los Estados para perma-
necer en la Unión eran del más clásico carácter liberal: respetar los derechos indivi-
duales del hombre189. La Constitución garantizaba “[...] La inviolabilidad de la vida
humana, en virtud de la cual el Gobierno general y el de los Estados se comprometen
a no decretar en sus leyes la pena de muerte”190, tampoco a decretar condenas a penas
corporales por más de diez años191. El mismo artículo establecía que “[...] La libertad
individual, que no tiene más límites que la libertad de otro individuo, es decir, la
facultad de hacer u omitir todo aquello de cuya ejecución u omisión no resulte daño
a otro individuo o a la comunidad192.” En otros numerales del mismo artículo se
consagraba lo siguiente:
186
Manuel Antonio Pombo y José Joaquín Guerra, Constituciones de Colombia, Op. cit., p. 127.
187
Constitución política del Estado Soberano de Antioquia, Medellín, Imprenta de Isidoro Isaza, 1864, p.
1. Reproducción facsimilar realizada por la Universidad de Antioquia, mayo de 1988.
188
Ibíd., p. 24.
189
El numeral 1º del artículo 15 trataba de la “Garantía de los derechos individuales”.
190
Manuel Antonio Pombo y José Joaquín Guerra, Constituciones de Colombia, Op. cit., p. 131.
191
Cfr. Ibíd.
192
Ibíd.
140
Laicismo y laicidad en colombia
La norma que establecía “La libertad de dar o recibir la instrucción que a bien
tengan, en los establecimientos que no sean costeados con fondos públicos”195, sería
aprovechada por la Iglesia y los conservadores para plantear una educación privada
o libre. La libertad religiosa se definió en estos términos, “La profesión libre, pública
o privada de cualquier religión; con tal que no se ejecuten hechos incompatibles
con la soberanía nacional o que tengan por objeto turbar la paz196.” El artículo 23
consolidaba la inspección de cultos “Para sostener la soberanía nacional y mantener
la seguridad y la tranquilidad pública, el gobierno nacional y los de los Estados, en
su caso, ejercerán el derecho de suprema inspección sobre los cultos religiosos, según
lo determine la ley197.” A continuación dice el mismo artículo: “Para los gastos de los
cultos establecidos o que se establezcan en los Estados Unidos no podrán imponerse
contribuciones. Todo culto se sostendrá con lo que los respectivos religionarios sumi-
nistren voluntariamente198.” Los artículos 6º y 7º sobre “Derechos y deberes de los
Estados” establecían que:
193
Ibíd.
194
Ibíd., p. 156.
195
Ibíd., p. 133.
196
Cfr. Ibíd., pp. 132-133.
197
Ibíd., p. 136.
198
Ibíd.
141
La Religión en Colombia
La Constitución de 1863 estuvo vigente hasta 1885. Durante este período, las
expresiones del enfrentamiento entre las dos potestades tuvieron múltiples moda-
lidades. Por lo pronto, enunciaremos algunos tópicos que permiten visualizar el
199
Ibíd., pp. 128-129.
200
Juan Pablo Restrepo, La Iglesia y el Estado en Colombia, tomo II, Bogotá: Banco Popular,
1987, p. 227.
201
Rafael Núñez, “Nota Circular del Secretario del Tesoro y Crédito Nacional a los de los
Estados, 14 de julio de 1862”, en: Ibíd., p. 72.
142
Laicismo y laicidad en colombia
En 1864 el Syllabus condenó las ideas difundidas por los gobiernos liberales
relativas a los límites de la autoridad de la Iglesia: “La potestad eclesiástica no debe
ejercer autoridad sin permiso y asentimiento del gobierno civil”202 y “La Iglesia no es
una verdadera y perfecta sociedad plenamente libre; y no goza de derechos propios y
constantes conferidos por su Divino Fundador, sino que a la potestad civil compete
el definir cuáles son los derechos de la Iglesia y los límites en que la misma puede
ejercerlos203.” El capítulo V condena la afirmación acerca de que “La Iglesia no tiene
potestad para definir dogmáticamente que la religión de la Iglesia Católica es la única
verdadera204.” Así como también el que “La Iglesia no tiene derecho para usar de la
fuerza, ni potestad temporal alguna directa ni indirecta205” y el que “La Iglesia no
tiene derecho natural y legítimo de adquirir y de poseer206.” La Iglesia condena la
afirmación de que “Fuera de la potestad inherente al Episcopado, hay otra temporal
que le ha sido otorgada expresa o tácitamente por la potestad civil, y la cual por tanto
es revocable a voluntad de esta misma autoridad civil207.”
202
“Syllabus o catálogo de los principales errores de nuestra época censurados en las alocuciones
consistoriales, Encíclicas y demás Letras apostólicas de Nuestro Santísimo Padre el Papa Pío IX” en
Apéndice al Concilio Primero Provincial Neogranadino, Bogotá: Imprenta Metropolitana, 1869.
numeral XX, p. 181.
203
Ibíd., numeral XIX.
204
Ibíd., numeral XXI.
205
Ibíd., numeral XXIV.
206
Ibíd., numeral XXVI, p. 182.
207
Ibíd., numeral XXV, p. 181.
208
Cfr. Ibíd., numeral XVII, p. 182.
143
La Religión en Colombia
los Obispos no debían publicar sus Pastorales sin permiso previo del respectivo
gobierno209. En el contexto de la concepción liberal, la inmunidad de la Iglesia
y de las personas eclesiásticas tenía su origen en el derecho civil y por lo tanto el
fuero eclesiástico para las causas temporales de los clérigos, bien fueran civiles o
criminales, debían ser abolidas, aún sin consultar a la Santa Sede Apostólica210.
Para la concepción liberal el Estado constituye la fuente y el origen de todos los
derechos y goza de cierto derecho no circunscrito por límite alguno211; este plantea-
miento conlleva el que “En caso de conflicto entre leyes emanadas entre una y otra
potestad, prevalece el derecho civil212.” De acuerdo a estos principios, la autoridad
civil puede mezclarse en asuntos tocantes a la religión, a las costumbres y al régimen
espiritual e incluso puede decidir en lo relacionado con la administración de los
sacramentos y en las disposiciones para recibirlos213. Para esta concepción liberal
la autoridad secular tenía derecho a presentar candidatos a Obispos y exigirles que
se hicieran cargo de la administración de sus Diócesis, sin necesidad de la confir-
mación de la Santa Sede romana214, e incluso el poder secular podía deponer a los
Obispos de su ministerio pastoral215. Es de resaltar este último aspecto, porque
puede asimilarse a la figura jurídica del patronato republicano vigente en la Nueva
Granada hasta 1853. Como puede observarse, los principios liberales se oponían a
la tendencia dominante a partir de la década de 1860, la romanización; a partir de
allí se agudiza la pugna entre Roma que pretendía el control de las nacientes repú-
blicas americanas y la búsqueda de éstas de su autonomía. Vale la pena recordar
aquí la pregunta de Kant acerca de ¿Qué es la Ilustración? y su respuesta: pensar
por sí mismo, alcanzar la mayoría de edad. Los liberales radicales colombianos
entre 1860 y 1885, lucharon por conferirle autonomía al Estado y permitir que
sus gobernantes tomaran sus decisiones guiados por los principios de libertad y
autonomía, por fuera de poderes externos.
209
Cfr. Ibíd., numeral XVIII.
210
Cfr. Ibíd., numeral XXXI.
211
Cfr. Ibíd., capítulo VI, “Errores acerca de la sociedad civil. Ora considerada en si misma, ora en sus
relaciones con la Iglesia”, numeral XXXIX, p. 183.
212
Ibíd., numeral XLII.
213
Cfr. Ibíd., numeral XLIV, p. 184.
214
Cfr. Ibíd., numeral L, p. 185.
215
Cfr. Ibíd., numeral LI.
144
Laicismo y laicidad en colombia
El Syllabus condena toda idea liberal, así como se afirma la autoridad del Papa
en materia no sólo dogmática sino también de costumbres y de política. Condena a
cuantos digan que “la Iglesia ha de separarse del Estado y el Estado de la Iglesia”, así
como a los que afirman que “no conviene que la religión católica sea tenida como
la única religión del Estado”, con exclusión de otros cultos. Otras proposiciones
condenadas son: que los Papas se han excedido en sus atribuciones y usurpado
derechos propios de los príncipes; que las pretensiones del Pontificado contribuyeron
a producir la separación entre la Iglesia oriental y la occidental; que debe concederse
la libertad de cultos a los extranjeros residentes en países católicos; que “la deroga-
ción de la soberanía temporal de que goza la Sede Apostólica contribuiría de modo
extraordinario a la libertad y prosperidad de la Iglesia”; que “los hijos de la Iglesia
cristiana y católica disputan entre sí acerca de la compatibilidad del reinado civil con
el espiritual216” y que “el Romano Pontífice puede y debe reconciliarse y avenirse con
el progreso, el liberalismo y la civilización moderna”217. No podía darse una condena-
ción más clara de la civilización moderna y de los principios liberales218.
Ibíd., capítulo IX, “Errores acerca del principado civil del Romano Pontífce”, numeral LXXV, p.
216
188.
Ibíd., capítulo X, “Errores que se refieren al liberalismo contemporáneo”, numeral LXXX, p. 189.
217
La publicación del Syllabus respondió a dos hechos: el convenio de septiembre de l864 por el que
218
Napoleón retiraba sus tropas de Italia si ésta no atacaba los dominios Pontificios. Y el congreso de
Malinas en el que Montalembert atacó la teocracia. El Piamonte fue anexado al Estado italiano y
el Papa Pío IX vió en ello una muestra de lo fatal que resultaban las nuevas ideas de modernidad.
Y mal aconsejado no buscó un modus vivendi, sino que atacó con todas sus fuerzas para sostener
unas ideas que ya habían pasado. La Encíclica Quanta Cura fue como una declaración de guerra
a las ideas, libertades e instituciones modernas, y el Syllabus especificó sus principales “errores”.
Varios teólogos lo calificaron de infalible y lo propusieron como tema de fe a ratificar en el próximo
Concilio. Cuando el 8 de diciembre de 1864 se publicaron la encíclica Quanta Cura y el Syllabus,
el partido ultramontano se asignó un triunfo y en el campo progresista cundió la consternación y el
desaliento.
“Syllabus o catálogo de los principales errores de nuestra época”, Op. cit., capítulo I, numeral IV, p.
219
178.
145
La Religión en Colombia
a la religión misma, las ciencias teológicas deben ser tratadas como las ciencias filosó-
ficas220.” También condena el indiferentismo y el latitudinarismo en el capítulo III y
en el capítulo IV, el socialismo, el comunismo, las sociedades secretas, las sociedades
bíblicas, y las sociedades clérico liberales, y como reza el texto “Todas estas pestilen-
cias han sido varias veces reprobadas por sentencias concebidas en los más graves
términos221.”
Antioqueños¡ una vez por todas vais a comprobar si en este estado se cumplen
las instituciones nacionales o las órdenes de un poder extranjero; si prevalece
el Syllabus sobre la Constitución de Rionegro; si sois un pueblo de ciudadanos
libres, o un rebaño que pueden explotar a su antojo los que invocan el santo
nombre de Dios para ponerse al servicio de las pasiones políticas […]. Para
cumplir estrictamente las leyes nacionales y asegurar el orden público, cuento
con el apoyo decidido de todos los ciudadanos leales a la República, con el
patriotismo, la pericia y el valor indomable de los distinguidos Jefes, Oficiales
y soldados de la 2° División del Ejército. Con tales defensores y con el espíritu
de Dios, no peligrará en ningún evento la causa de la libertad.222
220
Ibíd., numeral VIII, p. 179.
221
Ibíd., p. 180.
222
Citado por Ulpiano Ramírez Urrea, Historia de la Diócesis de Medellín,
1868-1886, Medellín, Imprenta de San Antonio, 1922, p. 90.
146
Laicismo y laicidad en colombia
147
La Religión en Colombia
[...] se sabe que en Tuquerres han logrado las autoridades capturar dos partidas
de hombres que iban enganchados por el ex-Obispo Canuto Restrepo, según
ellos han declarado, la una compuesta de once individuos y la otra de cinco.
Estos individuos capturados han declarado que el señor Canuto Restrepo los
enganchó ofreciéndoles pagar un peso diario y concederles algunas gracias
espirituales y corporales; pero no se sabe fijamente cuál es objeto que tenga
en mira el Santo Pastor. Atendidas las frecuentes amenazas de los emigrados
colombianos al Ecuador, la persistencia de don Canuto en cohonestar al clero
de su perdida grey, ya con fuertes castigos a los que obedecen al Gobierno,
ya con pastorales, circulares, cartas, ya con visitas clandestinas que hace de
vez en cuando a los municipios fronterizos; [...]teniendo en cuenta además
las alarmantes noticias que de Tulcan y Carlosama se habían comunicado a
Tuquerres, el partido liberal de este municipio se ha puesto en guardia y ha
226
“Sometimiento de clérigos al gobierno”, en: El Programa Liberal, No. 38, serie IV, Popayán, enero
26 de 1878, p. 3. SPUdeA.
148
Laicismo y laicidad en colombia
De 1886 a hoy
Las polémicas continuarán hasta la segunda mitad del siglo XX. Pero como
hemos visto, el problema del liberalismo colombiano en sus relaciones con la Iglesia,
se ha mirado generalmente desde la perspectiva del antiteísmo o anticlericalismo
de los liberales. Por eso Caro hablaba de la imposibilidad de un catolicismo liberal
por considerarlo condenado en el Syllabus228. Uribe Uribe trata de mostrar que se
puede ser liberal y católico pues el liberalismo es simplemente una posición social
y política. Ezequiel Moreno es radical enemigo del liberalismo pues lo considera
incompatible con el cristianismo. En el siglo XX, Monseñor Miguel Angel Builes
y la generalidad de los obispos colombianos se colocan del lado conservador y
siguen atacando a los liberales. En los períodos presidenciales de Alfonso López
Pumarejo (1934-1938, 1942-1945), se vuelve a presentar la iniciativa moderni-
zadora liberal con la idea de un estado laico, con relativo éxito, pues en 1946
227
“Lo que hay en el Sur”, en: El Programa Liberal, No. 64, serie VI, Popayán, julio 27 de 1878, p. 1.
SPUdeA.
228
Cfr. Miguel Antonio Caro, Obras, tomo I, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, 1962, pp.
885-906.
149
La Religión en Colombia
229
Acto legislativo N. 1. Agosto 5 de 1936. Artículo 10
230
Acto legislativo N. 1. Agosto 5 de 1936. Artículo 13
231
Acto legislativo N. 1. Agosto 5 de 1936. Artículo 14
232
Ricardo Arias sintetiza así las reformas: “De acuerdo al programa que el partido liberal se había
trazado en 1935, el gobierno de López propuso, entre otros aspectos, la libertad de conciencia y
de cultos, el matrimonio civil, el divorcio vincular, la abolición del nombre de Dios del preámbulo
de la Constitución, la supresión de beneficios fiscales para el clero; pidió, igualmente, devolver
al Estado el control del registro civil y de los cementerios. En cuanto a la educación, uno de los
aspectos que mayor atención concentraba por todo lo que implicaba, la reforma fortaleció la inter-
vención del Estado en materia educativa y estableció la libertad de enseñanza, al tiempo que procla-
maba la educación laica, obligatoria y gratuita.” Estado laico y catolicismo integral en Colombia.
La reforma religiosa de López Pumarejo” en Historia crítica. N. 19, Enero-Junio 2000. pp- 68-106.
http://www.lablaa.org/blaavirtual/letra-r/rhcritica/arias2.htm#_ftn14
233
Parra Ramírez, Esther. “Gubernamentalización y estado social en Colombia” . Reflexión política. Iep
- Unab (Colombia), año 7 nº 13, junio de 2005. pp. 110-118.
234
Arias, Ricardo.” Estado laico y catolicismo integral en Colombia. La reforma religiosa de López
Pumarejo” en Historia crítica. N. 19, enero-junio 2000. pp- 68-106. http://www.lablaa.org/blaa-
virtual/letra-r/rhcritica/arias2.htm#_ftn14
235
Conferencias Episcopales de Colombia, t. I (1908-1953), Bogotá, Secretariado Permanente del Epis-
copado, 1956. pp. 400, 401, 409.
150
Laicismo y laicidad en colombia
(de control religioso sobre el estado). La paz religiosa se entiende como dejar en paz
a la Iglesia católica para no tener problemas.
En los últimos años del siglo XX, se ha comenzado a entender que el enfrenta-
miento se dió por ser el liberalismo portador de una visión de nación moderna que
choca necesariamente con una visión de nación de tipo tradicional y teocrático.237
La Iglesia era base fundamental de la sociedad colonial que se resquebrajaba y el
liberalismo era la base de la sociedad moderna que nacía a la vida. Dos propuestas de
nación que trataron de prevalecer de forma excluyente. Una posición liberal radical
que fracasó en su afán de modernizar el país sobre la base de una reflexión filosófica
importada, un liberalismo que quería hacer el cambio a toda costa, sin reflexionar
sobre la dinámica propia de la nación colombiana y las condiciones culturales de la
misma; y una Iglesia, encerrada en su poder y su verdad, que quiso construir una
nación vigilada, controlada y excluyente, con una visión única de la realidad. Esas
dos visiones de nación tenían necesariamente que colisionar, y lo hicieron, con una
acritud que impidió la modernización y que conllevó, más bien, a crear un ámbito
propicio al antagonismo y a la satanización, cuyos efectos se manifiestan todavía hoy
en la sociedad colombiana.
236
Cfr. Iván Cadavid, Los fueros de la Iglesia ante el liberalismo y el conservatismo en Colombia
(Evolución político-religiosa de nuestros dos partidos 1837-1955), Medellín, Editorial Bedout, l955,
pp. 33-114.
237
Cfr. Fernán González, Partidos políticos y poder eclesiástico. Reseña histórica 1810-1930,
Bogotá, Cinep, l977.
151
La Religión en Colombia
“¡No se pretende de ninguna manera por ésto que la verdad y el error tengan
los mismos derechos, ni que las diversas confesiones religiosas tengan, por sí y en sí
mismas, los mismos derechos, ni que “el progreso del tiempo” obligue a considerar
como abolidos los derechos superiores de la Iglesia, ni que haya que rechazar en
152
Laicismo y laicidad en colombia
principio toda estructura del Estado en que la religión católica tenga una situación
jurídica privilegiada y condenar así lo que ha existido durante siglos de civilización
cristiana! Se dice únicamente que, en las condiciones históricas de nuestra edad, es
ventajoso para el bien común temporal y también para la Iglesia que ésta consienta
en no hacer uso del derecho superior que le pertenece y en aceptar para los suyos una
condición jurídica de acuerdo con la igualdad de derechos entre los ciudadanos que
el Estado reconoce en su propia esfera temporal”238
238
Maritain, Jacques. Raison et raisons, essais détachés. París, Egloff, 1948. p. 259-262. Citado en
Santamaría, Carlos. En torno al estado ideal. http://www.gipuzkoakultura.net/euskera/ediciones/
stmaria/kazeta/a5200cri.htm
239
Alguna bibliografía para esta época sería: CONGAR, YVES: “Lettre sur la liberté religieuse à propos
de la situation des protestants en Espagne” (La Revue Nouvelle, 15 mayo, 1948). DUBARLE,
DOMINIQUE: “Culture et laïcité” (La Vie Intellectuelle, febrero 1952). LECLERCQ, JACQUES:
“L’Eglise et la liberté en 1948” (La Revue Nouvelle, 15 octubre 1948, VIII, 257). “Etat chétien
et liberté dans l’Eglise” (La Vie Intellectuelle, febrero 1949). MARITAIN, JACQUES: “Religion
et Culture” (Desclée, Paris, 1930), “Du régime temporel et de la liberté” (Desclée, Paris, 1933),
“Humanisme intégral” (Aubin, 1936), “Les droits de l’homme et la loi naturelle” (Hartmann, Paris,
1945), “Christianisme et Démocratie” (Hartmann, Paris, 1946), “La personne et le bien commun”
(Desclée, Paris, 1947).
153
La Religión en Colombia
a excepción de los miembros que han recibido un orden sagrado y los que están
en un estado religioso reconocido por la Iglesia, es decir, los fieles cristianos que,
por estar incorporados a Cristo mediante el bautismo, constituidos en Pueblo de
Dios y hechos partícipes a su manera de la función sacerdotal, profética y real de
Cristo, ejercen, en la parte que les toca, la misión de todo el pueblo cristiano en
la 1g1esia y en el mundo” (LG 31) y a ellos les corresponde organizar los asuntos
temporales.
240
Consejo Pontificio Justicia y Paz. Compendio de la doctrina social de la Iglesia, 2004, Nos.
571-572.
241
Mensaje de Juan Pablo II a la Conferencia Episcopal francesa en el centenario de la ley de separación
de la Iglesia y el Estado de 11 de febrero de 2005. www.iuscanonicum.org/articulos/art207.html
242
Pío XII. Discurso a la colonia de las Marcas en Roma, 23 de Marzo de 1958.
243
Ecclesia in Europa, 117.
244
Declaración Dignitatis Humanae del Concilio Vaticano II, 2
154
Laicismo y laicidad en colombia
La libertad religiosa exige una laicidad no agresiva sino justa. Así el Estado no
controla las religiones sino que les deja espacio para que sean constructoras de vida
social, de modo que laicismo no es laicidad:
“¡La laicidad no es el laicismo! No es otra cosa que el respeto de todas las creencias
por parte del Estado, que asegura el libre ejercicio de las actividades de culto, espi-
rituales, culturales y caritativas de las comunidades de creyentes. En una sociedad
pluralista, la laicidad es un lugar de comunicación entre las diferentes tradiciones
espirituales y la nación. Las relaciones Iglesia-Estado pueden y deben dar lugar a un
diálogo respetuoso, que transmita experiencias y valores fecundos para el porvenir de
una nación. Un sano diálogo entre el Estado y las Iglesias --que no son corrientes,
sino socios-- puede sin duda favorecer el desarrollo integral de la persona y la armonía
de la sociedad.”246
“El Estado no puede imponer la religión, pero tiene que garantizar su libertad y
la paz entre los seguidores de las diversas religiones; la iglesia como expresión social
245
“El laicismo está poniendo en peligro la libertad religiosa, constata el cardenal Ratzinger” Entrevista
al Cardenal Joseph Ratzinger, efectuada por el diario La Repubblica el 19 de noviembre de 2004. http://
www.iuscanonicum.org/articulos/art208.html
246
Discurso de Juan Pablo II al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede del 12 de enero de
2004. Para esta distinción confróntese también la Nota doctrinal sobre algunas cuestiones relativas
al compromiso y la conducta de los católicos en la vida pública, de la Congregación para la doctrina
de la fe. 24 de noviembre de 2002.
155
La Religión en Colombia
247
Encíclica Deus Caritas est. # 28.
248
Riis, Ole. Modes of religious pluralism under conditions of globalization. En MOST. International
Journal on multicultural societies. Vol. 1 N° 1. UNESCO 1999. pp. 20-34. http://unesdoc.unesco.
org/images/0013/001385/138565e.pdf#page=21 Champion, Françoise. The diversity of religious
pluralism. En MOST. International Journal on multicultural societies.Vol 1. N. 2, Unesco 1999.
pp. 40-54. http://unesdoc.unesco.org/images/0013/001387/138774E.pdf#page=3
156
Laicismo y laicidad en colombia
Nivel Micro. El individuo como tal puede escoger sus creencias religiosas. Es el
derecho a la libertad de religión, que también incluye la libertad de la religión (no
tener ninguna religión). Es la expresión máxima de la libertad de cada sujeto que
puede tener o no tener creencias religiosas. Es también un punto discutido, pues
el individuo no es un ser abstracto sino un ser contextualizado y de ahí vienen los
problemas de si debe haber educación religiosa o no, si la familia puede educar en
una fe o debe respetar la libre decisión de la persona o si, respetando las culturas,
puede haber estados religiosos. En general, este es el nivel individual donde se deja
la tribalización y el sectarismo y se acepta la diferencia y la opción individual. Se
comprueba que el conflicto no necesariamente es destructivo. El temor al conflicto
hizo pensar a Hobbes en una paz bajo el dominio despótico de su Leviathan. Hoy no
son pocos los que vuelven al fundamentalismo buscando la seguridad de una verdad
única. Una cultura pluralista implica una visión del mundo basada en la creencia de
que la diferencia, y no la semejanza, el disenso y no la unanimidad, el cambio y no la
inmutabilidad, contribuyen a la vida buena.
Para poderse dar verdadero pluralismo religioso es necesario que se den los tres
niveles arriba expuestos. No es sólo la libertad legal, sino también estar esa libertad
basada en el derecho humano a la libertad religiosa. Pero además, debe existir la
cultura de la pluralidad como actitud personal o social, de lo contrario, se cae en
una tolerancia abstracta que puede llevar al indiferentismo social. Pluralismo que
supone perderle el miedo a la diversidad. Esta no es sinónimo de obstáculo a la
unidad sino que puede dar origen a un pluralismo constructivo que, respetando
las identidades y reconociendo la diferencia, promueva la armoniosa e interactiva
colaboración entre personas, grupos y culturas. Es lo que se puede llamar la estética
de la diversidad. Así el pluralismo es el reconocimiento de la multiplicidad en
la sociedad como precondición para la elección libre e individual, pero también
para la enriquecedora cooperación de cosmovisiones249. Ese reconocimiento de la
249
Cfr. Ole Riis. Op. Cit.
157
La Religión en Colombia
250
ECK, Diana. True liberty cherishes difference. Los Ángeles Times. Domingo Julio 5 de l992; http://
www.fas.harvard.edu:80/pluralism/html/article-tied.html.
251
GUINNESS, Os. Religious liberty: Vital to democracy”. Woostock Report of Conference on
Courtney Murray SJ., and religious pluralism. Marzo 1993. http://adminweb.georgetown.edu/
woodstock/fea.33htm.
158
Laicismo y laicidad en colombia
159
La Religión en Colombia
consenso social. Hay unos problemas prácticos que no se han sabido solucionar: la
relación Iglesia-Estado, la función socio-política de las mayorías y de las minorías
religiosas, la articulación de lo político y lo religioso, los tratados o convenios con las
diferentes asociaciones religiosas…
Los grupos armados interpretan, en general, a los grupos religiosos desde la teoría
del complot; y la sociedad hace igual cosa desde la teoría del rumor-pánico. De ahí
que, de la mezcla de dominación, miedo, complot y pánico, se haya vivido siempre
en la satanización del otro y, por tanto, en conflicto permanente. Sin embargo, frente
a los problemas sociales actuales, la mutua colaboración entre las Iglesias y entre éstas
y el Estado, puede generar un modus vivendi diferente, en el cual no sea el laicismo
agresivo, sino la laicidad respetuosa, la que oriente la acción de los grupos religiosos
y del mismo Estado.
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Laicismo y laicidad en colombia
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