Calidad de Vida
La calidad de vida se resiente en los
pacientes con diabetes
En colaboración con Pedro de Pablos, Hospital Universitario Dr. Negrín, Las Palmas de Gran Canaria.
E
l concepto de calidad de vida es una
impresión subjetiva, que se tiende a
infravalorar y que sólo el paciente es
capaz de definir. Dentro de los determinantes
de la sensación subjetiva de bienestar y de
buena calidad de vida, se encuentra la ausen-
cia de enfermedad y la buena situación fun-
cional, principalmente física. Hay estudios
centrados en pacientes de edad avanzada que
encuentran que, a igualdad de diagnósticos,
estadio de las enfermedades y funcionalidad,
aquellos que dicen tener mejor calidad de
vida gozan de una expectativa de vida más
prolongada. En el otro lado de la balanza, está
la diabetes mellitus tipo 2, enfermedad de
enorme prevalencia, que acorta la expectativa
de vida, empeora el pronóstico funcional y se
asocia a complicaciones graves potencial-
mente letales1.
Según el doctor Pedro de Pablos, del Hos-
pital Universitario Dr. Negrín en Las Palmas
de Gran Canaria, lo que más afecta a los
pacientes con diabetes mellitus, en general, es
la presencia de complicaciones micro/macro
vasculares, la presencia de un accidente vas-
cular-cerebral que procede de una insuficien-
cia vascular en extremidades inferiores, una
úlcera en el pie del diabético, la retinopatía, la
imposibilidad de ver, etc. Éstos son elementos
que merman la calidad de vida de un paciente
diabético.
“Según un estudio
español, la calidad Parámetros que determinan la
de vida percibida calidad de vida en el diabético
es peor en tipo 2
diabéticos tipo 2;
dentro del grupo Los factores que afectan a la calidad de vida
de diabéticos, se relacionan con los siguientes aspectos:
mujeres, obesos y
ancianos tienen • Sensación de ser un enfermo crónico y, por
mayor riesgo de ello, no volver a ser nunca sano.
percibir peor • Variaciones en el estilo de vida derivados
calidad de vida2” del esquema terapéutico: horarios, dieta,
REES MGRAF VOL 7 NUM 2
necesidad de recibir medicación parenteral
en esquemas temporales rígidos.
• Cortejo sintomático derivado del mal con-
trol metabólico.
• Complicaciones crónicas microangiopáti-
cas.
• Complicaciones crónicas vasculares.
• Discapacidad física secundaria a amputa-
ciones, secuelas de complicaciones clásicas.
• Discapacidad física de origen no aclarado y
no relacionada con complicaciones clásicas
(hasta un 50% en de edad avanzada).
• Deterioro cognitivo.
• Trastornos afectivos y depresión franca.
• Cambios en el entorno social, como secue-
las del tratamiento de la enfermedad o dis-
capacidad generada.
• Otras complicaciones como la disfunción
eréctil o la deficiencia visual.
Un estudio publicado en España, en el
marco de la Atención Primaria y desarrollado
en 29 centros de esta especialidad distribuidos
por el territorio nacional, encontró que la cali-
dad de vida percibida era claramente peor en
los diabéticos tipo 2, en relación con los con-
troles; dentro del grupo de diabéticos, el ser
mujer, obeso o anciano, confería un mayor
riesgo de percibir peor calidad de vida2.
Calidad de vida y diabetes
Correlación entre calidad de vida y control
de la enfermedad
La calidad de vida, en general, la podemos
medir mediante una serie de cuestionarios que
nos permiten identificar si una enfermedad,
una complicación o un tratamiento afectan a
la calidad de vida de una persona. Puede
medirse mediante cuestionarios específicos o
genéricos, aplicables a distintas enfermeda-
des. Por ejemplo, en diabetes tipo 2, en el gran
estudio del UKPDS, se empleó el denominado
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 Monográficos de la ReES
EQ - 5D, que consta de un sistema descriptivo
y una escala visual analógica. El primero cons-
ta de cinco preguntas que se pueden contestar
desde el -1 hasta el 1, de peor posible a mejor
posible. La escala visual analógica evalúa la
sensación global de salud del 0 al 100, siendo
el 0 el peor y el 100 el mejor estado de salud
posible. Un test que se utiliza con frecuencia
para valorar la calidad de vida de los pacientes
con diabetes es el Diabetes Quality of Life
(DQOL, tabla 1).
Según De Pablos, cuando el cuestionario
de calidad de vida se aplica a una persona con
diabetes sin complicaciones, vemos que la
necesidad de tener que hacerse controles de
glucemia, medirse la glucosa en sangre varias
veces al día, la necesidad de valorar el tipo de
comida, influye en su percepción de la calidad
de vida. Pero esta reducción en la calidad de
vida por el hecho de someter a control su
enfermedad no es nada comparada con la
pérdida referida por pacientes con complica-
ciones. En ese caso, la calidad de vida se dete-
riora muchísimo más por la presencia de
complicaciones y el paciente tiene mucha
peor calidad de vida que los que no tienen
complicaciones, asegura De Pablos.
De tal manera que el esfuerzo que hace el
paciente durante años para mantener la gluco-
sa, luego se ve recompensado porque a largo
plazo, la percepción de calidad de vida del
paciente es mucho mejor si realiza los contro-
les adecuados que limiten la progresión de las
complicaciones de la enfermedad.
En fases iniciales, cuando se le hacen los
cuestionarios de calidad de vida, el paciente
asume que el control estricto de la enferme-
dad supone una merma en su calidad de vida,
pues debe seguir una terapia nutricional, rea-
lizar actividades físicas o abandonar el taba-
co, en caso de que fuera fumador. Igualmen-
te, debe seguir una medicación o inyecciones
de insulina y, por supuesto, debe hacerse per-
files y glucemias capilares aisladas, que no
dejan de suponer una autoagresión y un con-
sumo de tiempo para tratar una enfermedad
que, en muchos casos, es asintomática. Sin
embargo, cuando se compara esta situación
con la presencia de complicaciones, la reali-
zación de los controles de glucosa y el cono-
cimiento de la enfermedad se perciben, no
como una limitación, sino como una herra-
mienta para prevenir posteriores complica-
ciones.
Además, aquellos pacientes que están bien
instruidos encuentran una motivación y un
reto en conseguir un buen control metabólico,
con lo que se disipan posibles temores al res-
pecto de su patología.
[ 80 ]
La actividad laboral y la diabetes
Si el paciente tiene un control metabólico
bueno, los problemas laborales son mínimos.
Según la experiencia de Pedro de Pablos, los
diabéticos bien instruidos, entendiendo por
bien instruidos aquellos que conocen qué es la
enfermedad y que saben manejarse con ella,
son capaces de realizar todo tipo de tareas, y la
experiencia nos demuestra que pueden llegar
a ocupar puestos de máxima responsabilidad.
Donde hay que diferenciar una persona con
diabetes y otra sin diabetes es en que el pán-
creas de las personas con diabetes —la fábrica
de producir insulina— no funciona adecuada-
mente y su función debe ser sustituida por la
medicación. En lugar de ser la célula beta la
que regule el nivel de glucemia, es el propio
paciente el que, a través de la glucemia capilar,
mide su nivel y adopta las medidas terapéuti-
cas adecuadas.
Por ello, un paciente bien instruido y cono-
cedor de su enfermedad no tiene por qué
tener limitaciones para desarrollar activida-
des varias.
En general, pueden existir una serie de
empleos que podrían estar desaconsejados
para los pacientes diabéticos, generalmente en
función del nivel de control de la enfermedad
y el adiestramiento del paciente. Así, entornos
laborales con horarios irregulares e inflexibles
no serían recomendables para cualquier ciu-
dadano por su influencia en los ritmos biológi-
cos, pero para un paciente diabético pueden
suponer un riesgo adicional.
Además de los horarios, las hipoglucemias y
las complicaciones crónicas son aspectos a
tener en cuenta a la hora de elección del ámbi-
to laboral, pero siempre desde una perspecti-
va individual de cada paciente.
Uno de los elementos que afectan a la inte-
gración laboral del paciente diabético se refie-
re a la actitud del empleador que, a pesar de
no poder, legalmente, discriminar a un traba-
jador por su enfermedad, en realidad, los
pacientes diabéticos sufren la desinformación
de algunos empresarios. Hay casos en los que
se alega una incapacidad para realizar deter-
minadas tareas, que los diabéticos sufren un
mayor número de bajas laborales o periodos
de incapacidad laboral transitoria más largos
que el resto de población, además de un
mayor número de incapacidades, accidentes y
jubilaciones tempranas.
En cualquier caso, según datos de la Fun-
dación para la Diabetes, obtenidos del Minis-
terio de Trabajo sobre sinestralidad laboral,
la realidad actual no es ésta, en gran parte
gracias al avance de las terapias y la educa-
ción de los pacientes, permitiéndoles aseme-
jar, cada vez más, su estilo de vida al del resto
de la población.
Un paciente diabético no podrá, por regla
general, acceder a muchos de los empleos en
los que se indica expresamente la necesidad
de “no padecer enfermedad ni estar afectado
por limitación física que sea incompatible con
el desempeño de las correspondientes funcio-
nes”.
Entre estos empleos, podemos encontrar el
Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil,
policías autonómicas, Fuerzas Armadas, poli-
cías locales, Bomberos, Instituciones Peniten-
ciarias, Gobierno de embarcaciones de
recreo, y licencias de aviación civil, vigilantes
de seguridad, tripulantes de cabina de pasaje-
ros (azafata/o), algunos empleos en Renfe o
en el Metro, así como en el parque móvil del
Estado, etc. Muchos de estos empleos están
vetados expresamente para los diabéticos,
aunque algunos de ellos, podrían estar abier-
tos a diabéticos tipo 2 con buen control, si
existe un informe médico favorable.
En cualquier caso, se debe apelar a la res-
ponsabilidad individual de cada persona para
la realización de cualquier actividad que
pudiera resultar interferida por su enferme-
dad o las complicaciones asociadas a la
misma.
Complicaciones crónicas y calidad de vida
El estudio nacional anteriormente aludido
demostraba que quiénes tenían complicacio-
nes percibían peor su calidad de vida. Con res-
pecto a las complicaciones a título individual
dentro de las microangiopáticas, la nefropatía
diabética avanzada es la que peor calidad de
vida condiciona.
La ceguera, aun siendo muy limitante, no se
asocia a síntomas como astenia o pérdida de
fuerza ni gran limitación funcional pues, tras
un periodo de adaptación, se puede pasar a
tener una vida relativamente activa y con
expectativas de futuro. Las complicaciones
macroangiopáticas son mucho más devasta-
doras, los accidentes cerebrovasculares, las
amputaciones o isquemia crítica y las secuelas
de la cardiopatía isquémica son claros limitan-
tes de expectativa de vida y percepción subje-
tiva de salud.
En el caso de las personas de edad avanzada
—no olvidemos que actualmente más de dos
de cada cinco diabéticos son personas mayo-
res—, la pérdida de funcionalidad de las acti-
vidades avanzadas y sociales, el deterioro cog-
nitivo y la depresión son potentes determinan-
tes de mala sensación de calidad de vida.
Recientes estudios han demostrado que la
demencia y no sólo el deterioro cognitivo son
ECONOMIA DE LA SALUD
 Calidad de vida

Tabla 1. VERSIÓN EN ESPAÑOL DEL DQOL (DIABETES QUALITY OF LIFE)

Por favor, lea con cuidado cada pregunta. Por favor indique el grado de satisfacción con el aspecto de su vida descrito en la pregunta. Circule
el número que mejor describe como se siente. No hay respuestas correctas o incorrectas para estas preguntas. Nos interesa su opinión.

Muy Más Ninguno Más Muy

satisfecho o menos o menos insatisfecho
satisfecho insatisfecho
1. ¿Está usted satisfecho con la cantidad de tiempo que tarda en controlar su diabetes? 1 2 3 4 5
2. ¿Está usted satisfecho con la cantidad de tiempo que ocupa en revisiones? 1 2 3 4 5
3. ¿Está usted satisfecho con el tiempo que tarda en determinar su nivel de azúcar? 1 2 3 4 5
4. ¿Está usted satisfecho con su tratamiento actual? 1 2 3 4 5
5. ¿Está usted satisfecho con la flexibilidad que tiene en su dieta? 1 2 3 4 5
6. ¿Está usted satisfecho con la carga que supone su diabetes en su familia? 1 2 3 4 5
7. ¿Está usted satisfecho con su conocimiento sobre la diabetes? 1 2 3 4 5
8. ¿Está usted satisfecho con su sueño? 1 2 3 4 5
9. ¿Está usted satisfecho con sus relaciones sociales y amistades? 1 2 3 4 5
10. ¿Está usted satisfecho con su vida sexual? 1 2 3 4 5
11. ¿Está usted satisfecho con sus actividades en el trabajo, colegio u hogar? 1 2 3 4 5
12. ¿Está usted satisfecho con la apariencia de su cuerpo? 1 2 3 4 5
13. ¿Está usted satisfecho con el tiempo que emplea haciendo ejercicio? 1 2 3 4 5
14. ¿Está usted satisfecho con su tiempo libre? 1 2 3 4 5
15. ¿Está usted satisfecho con su vida en general? 1 2 3 4 5

Ahora, por favor, indique con qué frecuencia le suceden los siguientes eventos.
Nunca Muy Algunas Con Todo el
poco veces frecuencia tiempo
16. ¿Con qué frecuencia siente dolor asociado con el tratamiento de su diabetes? 1 2 3 4 5
17. ¿Con qué frecuencia se siente avergonzado por tener que tratar su diabetes en 1 2 3 4 5
público?
18. ¿Con qué frecuencia se siente físicamente enfermo? 1 2 3 4 5
19. ¿Con qué frecuencia su diabetes interfiere en su vida familiar? 1 2 3 4 5
20. ¿Con qué frecuencia tiene problemas para dormir? 1 2 3 4 5
21. ¿Con qué frecuencia encuentra que su diabetes limita sus relaciones sociales y 1 2 3 4 5
amistades?
22. ¿Con qué frecuencia se siente restringido por su dieta? 1 2 3 4 5
23. ¿Con qué frecuencia su diabetes interfiere en su vida sexual? 1 2 3 4 5
24. ¿Con qué frecuencia su diabetes le impide conducir o usar una máquina (p. ej., 1 2 3 4 5
máquina de escribir)?
25. ¿Con qué frecuencia su diabetes interfiere en la realización de ejercicio? 1 2 3 4 5
26. ¿Con qué frecuencia abandona sus tareas en el trabajo, colegio o casa por su 1 2 3 4 5
diabetes?
27. ¿Con qué frecuencia se encuentra usted mismo explicándose qué significa tener 1 2 3 4 5
diabetes?
28. ¿Con qué frecuencia cree que su diabetes interrumpe sus actividades de tiempo 1 2 3 4 5
libre?
29. ¿Con qué frecuencia bromean con usted por causa de su diabetes? 1 2 3 4 5
30. ¿Con qué frecuencia siente que por su diabetes va al cuarto de baño más que los 1 2 3 4 5
demás?
31. ¿Con qué frecuencia come algo que no debe antes de decirle a alguien que tiene 1 2 3 4 5
diabetes?
32. ¿Con qué frecuencia esconde a los demás el hecho de que usted está teniendo una 1 2 3 4 5
reacción insulínica?

Finalmente, por favor, indique con qué frecuencia le ocurren los siguientes eventos.
Por favor circule el número que mejor describa sus sentimientos. Si la pregunta no es relevante a usted, circule no aplicable.

Nunca Poco Algunas Con Siempre No se

veces frecuencia aplica
33. ¿Con qué frecuencia le preocupa si se casará? 1 2 3 4 5 0
34. ¿Con qué frecuencia le preocupa si tendrá hijos? 1 2 3 4 5 0
35. ¿Con qué frecuencia le preocupa si conseguirá el trabajo que desea? 1 2 3 4 5 0
36. ¿Con qué frecuencia le preocupa si le será denegado un seguro? 1 2 3 4 5 0
37. ¿Con qué frecuencia le preocupa si será capaz de completar su educación? 1 2 3 4 5 0
38. ¿Con qué frecuencia le preocupa si perderá el empleo? 1 2 3 4 5 0
39. ¿Con qué frecuencia le preocupa si podrá ir de vacaciones o de viaje? 1 2 3 4 5 0
40. ¿Con qué frecuencia le preocupa si perderá el conocimiento? 1 2 3 4 5 0
41. ¿Con qué frecuencia le preocupa que su cuerpo parezca diferente a causa de su
diabetes? 1 2 3 4 5 0
42. ¿Con qué frecuencia le preocupa si tendrá complicaciones debidas a su diabetes? 1 2 3 4 5 0
43. ¿Con qué frecuencia le preocupa si alguien no saldrá con usted a causa de su
diabetes? 1 2 3 4 5 0

44. Comparándose con otras personas de su edad, usted diría que su salud es: 1. Excelente 2. Buena 3. Regular 4. Pobre

Fuente: Aten Primaria 2002; 29(8):517-521

REES MGRAF VOL 7 NUM 2 [ 81 ]

 Monográficos de la ReES

más frecuentes en diabéticos tipo 2. La lógica
incita a pensar que, por el agolpamiento de
factores de riesgo vascular, la demencia vascu-
lar sería la más frecuente. Esto no es del todo
cierto, pues aunque éstas sí son más frecuen-
tes, curiosamente las formas degenerativas
tipo alzhéimer son más frecuentes, casi el
doble que en población control.
No obstante, algunos autores estiman que
las complicaciones crónicas que más influyen
en la calidad de vida son la retinopatía o la
posibilidad de no ver, la polineuropatía que
puede favorecer la aparición de úlceras en los
pies, los problemas de circulación en las pier-
nas que pueden dar lugar a gangrena, los pro-
blemas de insuficiencia renal, etc. Afortuna-
damente, estas complicaciones son mucho
más raras y, actualmente, es posible prevenir-
las con un buen control metabólico. Pero el
riesgo está ahí.
La diabetes en las relaciones familiares y
de pareja
En este sentido, muchos investigadores esti-
man que la educación diabetológica debe
extenderse a los familiares más cercanos, para
que éstos comprendan las limitaciones a las
que el paciente se ve sometido. Una de las
complicaciones más frecuentes es la hipoglu-
cemia. Concretamente a todas las personas
con diabetes y a sus familiares les explicamos
que un accidente que puede ocurrir es la hipo-
glucemia, a veces conlleva una distorsión del
nivel de conciencia y el propio paciente no
puede por sí sólo solventar el problema. Afor-
tunadamente, es raro pero puede pasar, y si las
personas que están en su entorno lo conocen,
eso puede solucionar el problema y que no
vaya a mayores. Si aparecen ya complicacio-
nes de retinopatía, entonces el paciente puede
tener un cierto grado de minusvalía que
requiera apoyo de la familia. Hay concreta-
mente un tipo de polineuropatía del sistema
nervioso vegetativo que, en el caso de los
hombres, puede producir disfunción eréctil,
eso puede suponer una complicación severa.
Hasta hace poco tiempo, se ignoraba si pudie-
ra existir un equivalente en la mujer a la dis-
función eréctil del varón. En los últimos cinco
años se han publicado estudios que encuen-
tran una disfunción de la esfera sexual en la
mujer diabética de larga evolución, que puede
llegar a ser el doble que en mujeres control.
Otras limitaciones
La diabetes clásicamente se ha considerado
como un factor limitante para realizar ciertas
tareas que engendren un peligro potencial
para el paciente o la comunidad. Aparente-
mente, puede suponer una limitación para
ejercer ciertas tareas u obtener ciertos permi-
sos como el de conducir, pilotar avionetas,
ultraligeros, ejercer actividades deportivas y
de ocio peligrosas, como puede ser la práctica
de parapente, paracaidismo deportivo o sub-
marinismo. ¿Estarían justificadas, bajo el
punto de vista médico, las limitaciones gene-
ralizadas para estos pacientes o deberían ser
más individualizadas?
Por ejemplo, para la obtención del permiso
de conducir motocicletas y automóviles se
requiere de un informe médico en el que cons-
ten estas eventualidades. Cabe recordar que la
Ley 17/2005, de 19 de julio, establece como
falta, que pudiera llegar a ser grave, ocultar el
hecho de padecer diabetes. Según el Regla-
mento General de Conductores, modificado
por el Real Decreto 1598/2004, de 2 de julio,
para los conductores diabéticos del Grupo 1
(permisos de las clases A1, A, B o B + E) si
están tratados con insulina, la validez del per-
miso será de cuatro años, mientras que si
están tratados oralmente, tendrán vigencia
normal siempre que se cuente con informe
médico favorable.
Para el caso de los conductores del grupo 2
(permisos de las clases C1, C1 + E, C, C + E,
D1, D1 + E, D o D + E y el BTP –comúnmente
denominados profesionales–), para los
pacientes tratados con insulina, la validez del
permiso será de un año, y para los tratados
oralmente, la validez máxima será de tres.
En ambos tipos de conductores, si el con-
trol se realiza mediante dieta y ejercicio, la
validez del permiso será la habitual. En cual-
quier caso, se denegará el permiso o la reno-
vación si la diabetes cursa “con inestabilidad
metabólica severa que requiera asistencia
hospitalaria”.
Con respecto a las actividades laborales, los
diabéticos pueden llegar a desarrollar prácti-
camente cualquier profesión. Nos sorprende-
ríamos al saber cuántos deportistas de élite,
actrices, directores de orquesta, políticos,
científicos o albañiles sufren esta enfermedad,
ya que esto depende de las capacidades indivi-
duales, ahí la diabetes no influye ni positiva ni
negativamente.

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ción?. En Ribera JM, Gil P. La Diabetes Mellitus tipo 2: Un problema geriátrico
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[ 82 ] ECONOMIA DE LA SALUD