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CUENTO ANTIDILUVIANO

La historia nunca contada

Según nos cuenta el libro del Génesis, los seres vivos que habitan la tierra deben su existencia y evolución a
Noé, quien por orden de Dios construyó un arca para salvar a una pareja por especie del Diluvio enviado,
como castigo por el mismo Dios, a la Tierra al no gustarle lo que había creado y al ver como los seres
descendientes de la unión de los ángeles caídos y las hijas de Caín (Nefilim), se apoderaron de ella
extendiendo la maldad y el pecado en toda su extensión.

A partir de este momento


lo que aquí se vea escrito
aunque parezca inaudito
parte será de este cuento.
Basado en el argumento
donde Dios quiso buscar
al ser que pueda ostentar
el reinado en esta Tierra,
demostrando quien no hierra
también se ha de equivocar.

Dicho Libro Sagrado nos cuenta, la convocatoria que ordenada por Dios, hizo Noé a cada una de las parejas
de animales. Estos debían convivir al menos cuarenta días y cuarenta noches en la misma embarcación. Esa
orden exigía que se debiera escoger al ser más apropiado, de los que se presentasen a dicho cargo, para que
implantase justicia y dictaminase entre los diferentes litigios que presumiblemente pudiese haber y a quien
se le otorgaría el titulo de rey.

Noé para un ser divino


organizó el gran evento
otorgará ese momento
al más sabio y con buen tino.
Ha de encauzar el camino
para elegir un monarca
que les gobierne en el arca
mientras el agua no cese
y en su saber el hiciese
al búho eventual jerarca.

Para lo que se convocó una reunión del consejo de ancianos universal que presidiría el honorable búho.
Después de un arduo y largo debate, dando con su mazo tres veces en la mesa, dictó su ilustrísima el búho,
que cada uno de los allí concurrentes que quisiera optar a dicho cargo, debería exponer las cualidades
propias que les otorgase ser merecedor de ello, con la condición de ocultarse al jurado, compuesto por ocho
ángeles, que tenían la facultad de poder ver tras cualquier elemento opaco y a quienes se le anularon
provisionalmente dichas facultades. El jurado sería presidido por Dios en última instancia y en caso de
igualdad en la votación final emitiría su voto de calidad para deshacer dicho empate. Ocultos detrás de unas
telas y sin dar sus nombres, los candidatos se dispusieron a exponer sus argumentos y sus mejores
condiciones para desempañar tal cargo.
Considerando su estatus, al señor búho como presidente del consejo de sabios le había sido otorgado, el
privilegio de ser el rey provisional mientras se elegía al definitivo, aunque como juez justo y dando ejemplo
se dirigió a la plebe allí reunida y ululando dijo:

- Estando mi cargo exento


por impartir la justicia
no quiero tener malicia
ni promover desaliento.
A vosotros os aliento
a demostrar sabiamente
razonando con la mente
lo que se quedé expuesto,
eligiendo con acierto
un monarca coherente.
El más hábil y aprovechando su jerarquía impuesta en una parte de la Tierra y pensando que la misma debía
por ello prevalecer también en la embarcación, dio un paso al frente disponiéndose a exponer sus razones y
rugiendo dijo:
- Al ser el rey de la selva
jerarquía aquí expongo
con este aval os propongo,
la monarquía me devuelva.
La evolución que resuelva
estructuras inferiores
pues mis fauces superiores
muestran toda mi valía,
solo por mi anatomía
me encuentro entre los mejores.

Enojado por la arrogante exposición del postulante anterior, se abrió paso otro conferenciante con un barrito
ruidoso y un pesado caminar hacia el centro de la reunión, donde expuso:

- Tu título indica que eres


un ególatra altanero
pues si fueras más sincero
no fiarías tus haberes.
Si con fauces fiero fueres,
¿porqué no me plantas cara?
la que a otros acallara
a mi patas tú las temes
por lo que ya no te extremes
en razón muy poco clara.

Respetando un riguroso orden que finalmente mandó imponer el señor búho, se aprestaron a guardar fila los
demás candidatos.
A continuación con su peculiar aullido expuso sus razones el siguiente en turno que allí estaba.

- Yo simpática y risueña
a "búhoescéncia" expongo
y argumentos le propongo
de esa plaza ser la dueña.
Mi paladar no desdeña
una carroña apetente
mi buen trato es aparente
para lo que encuentre yerto
es laborioso argumento,
seré monarca excelente.

Seguidamente reptando el siguiente se dirigió al centro de la reunión donde silbando dijo.

- Siendo servil enemiga


al hombre otorgué placeres,
propongo con mis haberes
que escuchen lo que aquí diga.
No crean en esa intriga
de algún que otro interesado
porque yo siempre he reptado
no es verdad que es un castigo,
monarca puedo ser, digo,
ambición he demostrado.

Con un zureo elegante se oyó llegar volando otro postulante para dar su explicación:
- Con mi agudeza visual
soy seguro imprescindible
por ser creo indiscutible
sobra alegato trivial.
El Diluvio Universal
si algún día a de acabar
monarca me han de nombrar,
cuando llegue ese momento
demostraré mi argumento,
a tierra seca encontrar.

Con su elegante y característico andar, se acercó una señora con una bufanda al cuello coqueteando con el
señor búho. Al pasar hacia el telón para dirigirse a los allí convocados, le hizo una caída de pestañas. Una
cacatúa que llevaba a su grupa sacó un pergamino y dirigiéndose al jurado y al publico concentrado se
dispuso a leer las razones de dicha dama, pidiendo en su nombre disculpas por no hacer ella personalmente
la exposición, debido a que una faringitis crónica le tenia afectadas las cuerdas vocales:

- Con elegancia y buen gusto


quiero exponer mis avales
en la sabana son tales
ni me inclino ante el arbusto.
Sin querer dar un disgusto
cualquier candidato hierra,
pues mi posición en tierra
estando próxima al cielo
siempre me ha de tener celo
quien al terreno se aferra.

Seguidamente y saltando de rama en rama se presentó, con muchas ínfulas un personaje orgulloso de su
parentesco con alguno de los animales más distinguidos que allí se encontraban, con chillidos, gritos y
aullidos, empezó su discurso.
- Siendo cercano pariente
de quien más sabio es de largo
propongo me den el cargo
de gobernar a esta gente.
Con mi saber incipiente
y yendo de rama en rama
con el nombre y con mi fama
seguro seré monarca,
de todos los de la barca
ninguno me da gindama.

Con unos alegres brincos y saludando con su elegante cola a su “búhoescencia” se dirigió el siguiente
postulante al estrado y con un gañido después de que el señor búho diese con la maza a su cola cuando la
paseaba por la mesa, dijo:
- Hechos y astucia me avalan
distingo los huevos hueros
hago algunos agujeros
cuando sanos me regalan.
Al buscarlos me señalan
de ladrona pinturera
que me digan quien supiera
que reino no fue usurpado
por un monarca ilustrado
o un patán que no lo espera.

Una vez que el último candidato, terminó de exponer sus argumentos, y en vista de que ya se había pasado
el plazo de presentación de candidaturas. los ángeles se retiraron a deliberar para elegir quién con sus
argumentos, había demostrado ser el mejor candidato
Uno de ellos tomo la palabra y dijo:
- Yo propongo que votemos sin más preámbulos y sobre los dos candidatos mas votados expongamos
nuestra preferencia y nuestros argumentos, para no alargar la votación pues se ve a lo lejos como se
acerca una gran tormenta.
Los otros ángeles accedieron gustosamente a la proposición hecha por el anterior y sin más preámbulo
emitieron sus votos.
El señor búho como juez, realizó el recuento del escrutinio, haciendo un giro a izquierdas y a derechas de
su cabeza, de tal manera que parecía rotar en su propio eje. Nerviosamente se dirigió a los allí
congregados y con voz solemne dijo:
- Señores… por inverosímil que parezca, tengo la sospecha de que cada uno de los Ángeles Custodios de
los postulantes ha elegido, sin saberlo, a su protegido por un apto reflejo al escuchar las cualidades o
defectos que han descrito.
Llegando a dicha conclusión, no me queda más remedio que inhibirme del caso y pasárselo al Juez
Supremo para que dictamine Él, quien deberá de tener el honor de ser el rey de todo ser vivo en la tierra,
mientras dure el diluvio y después Dios dirá.

- Porque ninguno alabó


a quien la vida les diera
como Supremo quisiera
elegir quien es de pro.
Habiendo creado yo
al mundo tan imperfecto,
en mi lugar por defecto
dejaré a quien demuestre
que merece ser maestre
y gobernante selecto.

Yo, señor del infinito


a vosotros di el derecho
de un gobierno de provecho
en vuestro reino bendito.
Sin ser por ello erudito
podrá optar a rey cualquiera
siempre y cuando le eligiera
en mayoría el jurado
sería el afortunado
pleitesía le rindiera.

En las virtudes descritas


por estos Ángeles Custodios
de todos los episodios
he tomado algunas citas.
Y de todas estas cuitas
la conclusión tengo clara
mi potestad no alabara
pues por ello no me enojo
es mi deber y yo escojo
a quien de ellos me adorara.

Por lo que ya desconvoco


el cónclave aquí existente
mi decisión es patente,
a mi imagen yo convoco.
Su libre albedrío invoco
y en su saber será dueño
al encontrar en el sueño
sus ambiciones terrenas
donde pondrá las cadenas
a su mundo tan pequeño.
Noé aludido y perplejo ante la decisión tomada por quien le había ordenado la convocatoria y presentación
de candidatos y pidiéndo la palabra, se dirigió a El diciéndole:

-¡Oh! Señor del Universo


por qué entonces convocaste
si al final Tú me avalaste
en conclave tergiverso.
Siendo el resultado adverso
flaco servicio he prestado
pues después de pregonado
que quien se presentaría
de ellos uno reinaría,
me eliges como avalado.

Dios con su profunda palabra y dirigiéndose a Noé le dice muy elocuentemente:

- Se demuestra y así queda


la suma de este compendio
no ha de ser un vilipendio
ni disputada moneda.
A quien rey yo le conceda
ha de ser por un motivo
que gobernase al ser vivo
con la suma de haberes
con todos estos haberes
tú eres el más creativo.

Y si tú libre albedrío
conculca mi pensamiento
será en ese momento
que sientas mi desafío.
Si ignoras mi poderío
al tener sabiduría
has de ver que es tu valía
a imagen y semejanza
siendo mi propia semblanza
la que a ti te quedaría.

Antonio Nieto Bruna


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