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COMUNICAR 12, 1999

Temas
COMUNICAR 12, 1999; pp. 89-93

La mujer actual en los medios:


estereotipos cinematográficos

Juana Gila y Ana Guil


Sevilla

Las autoras parten del «conflicto» entre los dos sexos, generados por unas leyes
que hoy en día conceden la igualdad teórica a la mujer y una interiorización de los es-
tereotipos genéricos que permanecen en absoluta contradicción con esta supuesta
igualdad. Se plantea entonces el enorme poder de los medios de comunicación para crear
y/o afianzar estos estereotipos convirtiéndolos en modelos a seguir por los hombres y las
mujeres de todo el mundo. A las autoras les preocupa sobre todo la influencia del cine
americano en nuestra cultura y proponen intervenir en el aula para discernir esta in-
fluencia y protegerse de ella.

El cine es un medio de comunicación de en la creación de la identidad social. Modelos


masas privilegiado que refleja y difunde un que pueden ser interpretados como un espejo
acercamiento a la realidad y, por tanto, tam- donde se refleja la cultura de un país, y la
bién una aproximación, una manera de enten- matriz en la que aquélla se forma y se trasnforma
der a los hombres y las mujeres actuales. Con (Pérez Serrano, 1991).
ello contribuye de manera importante al pro-
ceso de socialización del género, a la vez que 1. El ambiguo proceso de socialización feme-
refleja la situación de ambigüedad en que se nino
encuentran hoy día muchas mujeres que, ante «Todos los españoles tienen el deber de
el rápido avance social, ven acrecentada la po- trabajar y el derecho al trabajo, a la libre
sibilidad de ejercer roles que van mucho más elección de profesión u oficio, a la promoción
allá de los tradicionalmente ejercidos por sus a través del trabajo y a una remuneración su-
antecesoras de anteriores generaciones. ficiente para satisfacer sus necesidades y las de
El cine contribuye a la formación, manteni- su familia, sin que en ningún caso pueda ha-
miento o eliminación de estereotipos, según cerse discriminación en función del sexo»
apoyen o no las creencias aceptadas social- (Artículo 35.1 de la Constitución Española).
mente. Además, genera modelos que influyen «Los dioses han creado a la mujer para las

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funciones de dentro, al hombre para todas las 2. Estereotipos, socialización y medios de


demás. Los dioses la han colocado en el inte- comunicación de masas
rior porque soporta menos bien el frío, el calor Los medios de comunicación de masas
y la guerra. Para las mujeres es honesto el suelen reflejar fundamentalmente las situacio-
permanecer en casa y deshonesto el salir fuera; nes sociales más estereotipadas, contribuyen-
para los hombres sería ver- do con su difusión a su incre-
gonzoso el quedarse encerra- mento. Los estereotipos so-
do en casa y no ocuparse de lo ciales sobre las mujeres enfa-
que ocurre fuera» (Jenofonte, Los estereotipos tizan la idea de que éstas están
s. 430 a. de J.C.). sociales sobre las dotadas por la naturaleza de
Las dos citas con que se mujeres enfatizan la diferentes aptitudes que los
inicia este trabajo, plantean varones, por lo tanto, siguien-
una primera aproximación a
idea de que éstas do con esta creencia, lo «natu-
una realidad ambivalente, re- están dotadas por la ral» es que ellas realicen tra-
flejando la situación de ambi- naturaleza de dife- bajos y tengan responsabili-
güedad en que se encuentran rentes aptitudes que dades distintas a ellos.
aún hoy día muchas mujeres. los varones, por lo Unido a esto están las re-
Por una parte el reconocimien- sistencias de la mayoría de los
to constitucional a la igualdad
tanto, siguiendo con hombres que, al haber sido
de derechos entre varones y esta creencia, lo educados en el convencimien-
mujeres; por otra, el bagaje «natural» es que ellas to de su superioridad, difícil-
cultural arquetípico que a tra- realicen trabajos y mente aceptan que las muje-
vés de mitos y religiones ha tengan responsabi- res del llamado «sexo débil»
sido interiorizado por todos, puedan estar presentes en to-
hombres y mujeres, a lo largo
lidades distintas dos los niveles de la jerarquía
de siglos. a ellos. social. Con ello las mujeres
Ante esta situación, «las siguen excluidas de la cúpula
mujeres no se deciden a aban- del poder y de la mayoría de
donar su papel tradicional de madres y cui- los altos cargos directivos, incluso en aquellos
dadoras del bienestar de sus hogares. Y las que países, como el caso de los nórdicos, que
lo han empezado a hacer sienten una gran tienen amplia legislación sobre la igualdad.
ambigüedad. Parece que advirtieran que con El término socialización se refiere a las
ello están perdiendo su identidad en aras de formas que utiliza la sociedad, para transmitir
otra mucho más difusa con la que no terminan al individuo las expectativas que tiene aquélla
de comulgar» (Guil, 1990; 1993). con respecto a su conducta (Hyde, 1995). La
La superación de esta contradicción lleva propia familia, otras familias, la escuela, los
consigo un proceso de evolución de estructu- amigos, el trabajo y los medios de comunica-
ras mentales e ideológicas complejo y difícil, ción de masas, transmiten información sobre
puesto que se han de vencer numerosas resis- los papeles asignados a los géneros.
tencias y sentimientos de culpa asociados a la Es el proceso de socialización diferencial
transgresión de normas aprendidas en la fami- entre mujeres y varones, lo que provoca que las
lia, hasta llegar a vivir el derecho de igualdad mujeres experimenten mayor sentimiento de
sin discriminación en función del sexo. Todo culpa en momentos de cambio de roles y de
ello unido a la sobrecarga de rol de muchas responsabilidades. Este sentimiento puede
mujeres profesionales (público/privado), mien- actuar de freno inhibiendo nuevas conductas y
tras no se reequilibren las funciones a desem- motivando al sometimiento y la inercia ante la
peñar en ámbitos domésticos por ambos sexos. gran presión social.

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Este «moralismo» de la mujer obviamente exageraciones, etc. Los espejos del museo de
no sería un rasgo femenino, sino que aparece cera o de los parques de atracciones, son claros
claramente asociado a las prácticas educativas ejemplos de este fenómeno (González, 1996).
características del proceso de socialización de Al hablar del cine se ha de hacer referen-
la mujer (Echevarría, Páez, Apodaca, Celorio cia a las estructuras institucionales que rodean
y Via, 1987). la producción, distribución y exhibición , así
Desde la Psicología Social se analiza cómo como a las características distintivas de estas
los medios de comunicación de masas juegan películas, qué forma tienen y qué interpreta-
un papel importantísimo en la formación y ciones generan (Kuhn, 1991).
transmisión de modelos y cómo su influencia Al igual que los directores de los medios
es ciertamente poderosa ya que está en estre- de comunicación, los de la industria cinema-
cha relación con la creación de la conciencia tográfica confían cada vez más en los estudios
social además de legitimar ideas, estereotipos, de mercado, las reuniones de grupo y los ex-
crear estados de opinión e incluso inventar pertos en marketing para determinar el conte-
acontecimientos a su medida. nido de sus productos y orientar su produc-
ción. Cuando no son intereses ideológicos, son
3. El cine: instrumento ideológico, consu- simplemente intereses comerciales los que
mista y comercial mueven la manipulación del
Hoy día el estudio de la producto final, utilizando des-
transmisión de modelos de preocupadamente ese poder
conducta a través de los me- Desde la Psicología demiúrgico de forma amoral.
dios de comunicación es un Social se analiza A lo largo de la historia
tema de absoluta actualidad. cómo los medios de ha sido utilizado como arma
Igualmente los trabajos orien- poderosa para la alienación.
tados a analizar la influencia
comunicación de «Nos han intentado imponer
de los medios de comunica- masas juegan un valores, deseos y costumbres
ción de masas en la identidad papel importan- (por ejemplo: el tristemente
profesional y la autoimagen. tísimo en la forma- famoso «american way of life»,
Las imágenes cinemato- ción y transmisión de el modo de vida americano:
gráficas tienen en la actuali- competitividad, éxito, insoli-
dad indiscutibles efectos so-
modelos y cómo su daridad, hamburguesas, blue
bre la constitución del sistema influencia es cierta- jeans, y Coca-Cola)» (Gon-
sexo/género. «La lucha cultu- mente poderosa ya zález, 1996).
ral se convierte en una posibi- que está en estrecha Los grandes dictadores,
lidad política» (Faludi, 1993). relación con la crea- Hitler, Mussolini, Stalin..., lo
Es pues, un soporte perfecto utilizaron para divulgar su
para realizar una proyección
ción de la concien- ideología. Por ejemplo, Fran-
de la realidad. cia social. co no tuvo inconveniente en
«A partir de las peliculitas escribir la idea original del
de los hermanos Lumière, to- guión (bajo el seudónimo de
das las películas serán crónicas y reflejo de la Jaime de Andrade, que daría lugar a la película
sociedad y de la época en que nacen, con sus Raza, de José Luis Sáenz de Heredia (1941),
costumbres, sus aspiraciones, sus mitos y sus en la que se ponían de manifiesto los pilares
problemas» (Gubern, 1989). básicos del nuevo régimen (familia, valores
Sin embargo, el cine no tiene por qué ser militares y religiosos, honor y raza), tal como
un espejo plano de mimesis total ya que tam- señala Fernando Méndez en su Historia del
bién éstos pueden presentar deformaciones, cine español.

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En esta línea, en las investigaciones y número de espectadores y por lo tanto las que
trabajos de nuestro Grupo (Loscertales y más socializan. Buscamos a la mujer moder-
González, 1985; y otros) consideramos que los na, a la mujer actual que aparece en ellas, pre-
medios de comunicación de masas y entre ellos guntándonos cómo la mujer real de la sociedad
el cine, podrían ser vehículo, no sólo de infor- de hoy construye su identidad y se socializa
mación sobre lo que existe realmente en deter- observando estos modelos. Luego, a su vez,
minadas profesiones, sino que a la vez y a mo- ella será modelo de otras a través de la inter-
do de boomerang, la información que se lanza acción social en la familia, la escuela, etc.
refleja y proyecta lo que la comunidad espera La influencia del cine es tan poderosa que
de los distintos profesionales, marcando de esa se ha llegado a decir que es éste el que crea los
forma la autoimagen y la identidad profesio- personajes que luego se desarrollan en la vida
nal. Es decir, de alguna manera los medios de real y no a la inversa. Tal vez estos personajes
comunicación proscriben y prescriben mode- modélicos surgen en la mente de algún direc-
los de valores, de conductas y hasta las propias tor, de su propia vida, de su entorno y sus
pautas profesionales y de género. experiencias personales, y a través del medio
Cabe pensar pues, ¿qué papel desempe- cinematográfico se generalizan a la población.
ñan las mujeres en este complejo medio de El que en un pueblo andaluz, por ejemplo,
comunicación que representa el cine?, ¿sim- unos padres decidan llamar a sus hija Vanesa
plemente se reproducen los estereotipos socia- o a su hijo Jonathan, son ejemplos simples de
les sobre sus características y ocupaciones, o se este hecho, que va mucho mas allá de la imi-
comienzan a ofrecer modelos alternativos en tación del nombre de pila. Porque las películas
los que la mujer afronta su cambiante y difícil de mayor audiencia en todo el mundo son las
situación? Si esto fuera así, ¿son estos los mo- norteamericanas, y por lo tanto es ésta la
delos recompensados o los sancionados? La cultura con que nos están colonizando.
respuesta a estos interrogantes abre todo un Otro hecho viene a corroborar la enorme
campo de investigación de importantes reper- influencia del cine sobre la socialización. Cu-
cusiones sociales, en el que con entusiasmo riosamente, las películas mas vistas son pelí-
nos estamos adentrando. culas infantiles –enfocadas a la edad más
susceptible de manipulación–, que en la mayo-
4. Modelos de mujer en el cine actual ría de los casos no hacen sino reproducir los
La educación es algo más que la mera modelos de género vigentes de generación en
enseñanza y la instrucción. Incluye procesos generación. En El Rey León, por ejemplo, el
socializadores amplios, que se difunden y trans- joven macho tiene que seguir una especie de
miten por todo el contexto social. En todos ritual de iniciación para llegar a ser adulto,
ellos y en cualquier momento, las personas son igual que en las tribus primitivas, quedando
influidas, socializadas, modeladas. Y no de las hembras al margen en un lugar muy secun-
una forma pasiva, manipuladora, sino a través dario. En La Bella y la Bestia se sigue deman-
de todo un proceso interactivo (Bandura, 1982; dando de la mujer belleza y bondad y del varón
1974 ) en el que los estímulos se ofrecen y los riquezas.
observadores ven, calibran, seleccionan, apren- Las películas para adultos manejan todos
den, ensayan... los tópicos femeninos posibles. Presentan una
Actualmente trabajamos en una Tesis Doc- mujer joven, seductora, y perversa –Instinto
toral fundamentada sobre estas bases, centrán- Básico–, que manipula y escapa a las posibili-
donos concretamente en un poderoso estimulo dades de comprensión del varón, igual que las
social: el cine. Para ello estamos analizando míticas Ariadna o Medea. Sólo se diferencian
las películas de mayor audiencia, por ser éstas las modelos de mujer actual ofrecidos en la
obviamente las que ofrecen modelos al mayor ficción cinematográfica, de estos personajes

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mitológicos, en su independencia económica. cial y desarrollo de la personalidad. Madrid, Alianza Uni-


Parece que la mujer ahora es igual que fue versidad.
BANDURA, A. (1982): Teoría de aprendizaje social. Ma-
siempre, con las mismas obligaciones domés- drid, Espasa Calpe.
ticas –a las que ahora se unen las profesiona- CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA (1981), en Cuadernos Le-
les– y las mismas características (temibles gislativos. Madrid, Ministerio de Educación y Ciencia.
para los varones), pero ahora como castigo por ETXEBARRIA, L. y OTROS (1987): «Factores psicoso-
ciales de la depresión en la mujer obrera casada: soporte
haberse emancipado, sin ningún derecho ni social, identidad y depresión», en Psiquis, 8 (5).
ninguna protección. Es como si tuvieran que FALUDI, S. (1991): Reacción. Barcelona, Anagrama.
purgar por estar intentando su independencia. GILA, J.M. (1996): «Estereotipos de género y rol docente de
Ciertamente no son éstos los modelos la mujer en el cine», en MARÍN, M. y MEDINA, F.J. (Eds.):
Psicología del Desarrollo y de la Educación. La interven-
ofrecidos siempre por el llamado séptimo arte, ción psicoeducativa. Sevilla, Eudema.
pero sí los que atraen a mayor público. Las GONZÁLEZ, J. (1996): El cine en el universo de la ética.
mujeres mayores o poco atractivas, apenas si El cine forum. Madrid, Anaya.
aparecen más que en papeles secundarios, o GUIL, A. (1994): Mujer e identidad profesional universi-
taria: una aproximación psicosocial. Sevilla, Tesis Doc-
para hacer de brujas, de espiritistas o de seño- toral inédita.
ras de la limpieza. Sin embargo, un hombre GUIL, A. (1993): Reflexiones en torno a los arquetipos
mayor o poco atractivo es con frecuencia pro- masculinos y femeninos y su relación con el autoconcepto
tagonista –aunque sea para hacer de «malo»– en la mujer, en Actas del III Congreso INFAD de Psicología
Evolutiva y Educativa, Universidad de León; 567-571.
y se le rodea siempre de atractivas jovencitas GUIL, A. (1990): Revisión teórica sobre el concepto de
enamoradas o que se venden a su poderío. conflicto y ambigüedad de rol. Universidad de Sevilla; Mi-
También es cierto que existe cine español y meografiado.
europeo que escapa a estos tópicos, pero insis- HYDE, J.S. (1995): Psicología de la mujer. Madrid, Morata.
KUHN, A. (1991): El cine de mujeres. Madrid, Cátedra.
timos, su influencia es muchísimo menor al LOSCERTALES , F.; CABERO, J. y OTROS (1996): «La
ser significativamente menos visto por los imagen social del profesor y de la enseñanza... a través de los
espectadores. Ante este panorama considera- ojos del cine», en SALINAS y OTROS (Eds.): Redes de co-
mos de especial importancia la elaboración de municación, redes de aprendizaje. Palma, Universitat de
les lsles Balears.
programas educativos, que ayuden a potenciar LOSCERTALES, F. (1995): «La imagen de la mujer en los
la independencia de juicio a la hora de enfren- medios de comunicación de masas. Un tema de actualidad en
tarse a los medios de comunicación de masas un espejo actual», en LARA, F. (Comp.): PsicologíaEvolu-
y concretamente al cine, al igual que los que ya tiva y de la Educación. Universidad de Burgos, Facultad de
Humanidades y Educación.
ha puesto en marcha el Instituto de la Mujer LOSCERTALES, F. y GONZÁLEZ, R. (1985): «La imagen
para enseñar a niños y niñas a seleccionar y de la mujer en la publicidad. Un estudio en Canal Sur TV»,
enjuiciar los programas televisivos. Esta posi- en VEGA, M.T. y TABERNERO (Eds.): Psicología social
bilidad de intervención, es uno de los puntos de la educación y la cultura, ocio y turismo. Salamanca,
Eudema.
claves de nuestro trabajo –en la citada Tesis LOSCERTALES, F.; GUIL, A. y OTROS (1995): «Losdiá-
Doctoral– del que esperamos poder ofrecer en logos en el cine como manifestación de estereotipos. La fi-
futuras publicaciones los primeros resultados. gura del docente», en el III Encuentro Interdisciplinar so-
bre retórica, texto y comunicación. Cádiz, 13,14 y 15 de di-
ciembre del 1995.
6. Referencias PÉREZ SERRANO, G. (1991): El análisis de contenido de
BANDURA, A. y WALTER, R.H. (1974): Aprendizaje so- la prensa. Madrid, UNED.

• Juana M. Gila Ordoñez y Ana Guil Bozal son profesoras del Departamento de Psico-
logía Social de la Universidad de Sevilla.

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© Enrique Martínez-Salanova '98 para C OMUNICAR

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