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xc l cabildo según Hevia ³« es y representa todo el Pueblo, y tiene potestad suya, como
cabeza; porque aunque en toda la congregación universal residía, fue transferida y reside
en los Cabildos, que pueden lo que el pueblo junto´1. Siendo esta institución fundada en América
según la ley de 1523 que autorizaba a los conquistadores que poseían el titulo de adelantados, la
potestad de nombrar justicia y regimiento y a los vecinos que presidian diferentes oficios siendo
requisito que ³no puedan ser elegidas ningunas personas que no sean vecinos y el que tuviere
casa poblada´2, el que no poseyese una discapacidad que le impidiese el ejercicio del oficio, ni
³los infames, los hijos ilegítimos, los religiosos y los recién convertidos al cristianismo y los
deudores de la hacienda real´3.

Estos oficios en un principio constaban de dos alcaldes que administraban justicia en primera
instancia y seis regidores. ¿Quién defendía los intereses de la ciudad ante el cabildo?, asimismo
también estaban, el mayordomo quién custodiaba el dinero de la municipalidad y el escribano que
llevaba las actas del cabildo. Otros funcionarios importantes eran el Alguacil mayor quién
ejecutaba los dictámenes del consejo y era jefe de la cárcel. El alférez real a cargo de cuidar y
llevar el estandarte en diversas conmemoraciones y el fiel ejecutor quien fiscalizaba es decir,
hacía cumplir los precios o aranceles que estaban sujetos los gremios de comerciantes y
artesanos. El alarife que era el director de obras públicas, veía por el cuidado de aéreas verdes,
canalizaciones y los procuradores que enviaban los cabildos a la corte o a Lima con el fin de
conseguir mercedes o apresurar causas jurídicas.

No solo habían estos oficios sino también otros de menor rango que prestaban utilidad a la
comunidad como: los veedores de los gremios, los tenedores de bienes (albaceas de las
posesiones de los fallecidos), los alcaldes de las minas. Siendo los cabildos semiautónomos del
poder del real, estos elegían por votación a un vecino para cada cargo que regia por el periodo de
un año, cambiando esto en parte, cuando comenzó la venta de cargos por parte del rey Carlos V
quién los cedía al mejor postor de manera vitalicia, posteriormente fue restablecido el sistema
original y cada cabildo escogió a sus funcionarios llamando a elecciones los últimos días de
diciembre o los primero de Enero, siendo los votos regulados por el corregidor, luego de esto
previo juramento, se investía en el cargo previa confirmación del gobernador y del capitán
general (presidente).

Los oficios, así como el municipio eran financiados por medio de los ³propios´ es decir los
³bienes comunales que pertenecían al consejo («) y cuyo producto servía para costear los gastos
municipales´ 4 y de los arbitrios que consistían en recursos extraordinarios, contribuciones
provenientes de derramas o multas.

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 Los cabildos presidian tres tipos de sesiones: ordinarias, ordenadas siempre en días fijos de la
semana, los extraordinarios, que podían ser convocados cualquier día de la semana por motivos
especiales y el cabildo abierto donde el pueblo (vecinos calificados) trataban asuntos graves.

Esta institución vio mermado su poder debido a la creación de las reales audiencias, siendo estos
los tribunales superiores de justicia, quitaban atribuciones a este sobre materias legales al cabildo
además de asesorar legalmente a virreyes y gobernadores.

³Todo hombre que murmure de su rey sea excomulgado como sacrílego, como Lucifer que se
movió contra el poder de Dios y fue derribado de los cielos; insensato que por hecho o dicho
osase ir contra el soberado« muera por ello´5 a través de esta cita Alemparte nos muestra el
carácter absoluto que pretendía el monarca sobre la península y América, la cual claramente en
esta última estaba tensionado por las clases dominantes, que posterior al proceso de ³conquista´
eran los criollos que este autor tilda de Burgueses, Jurídicamente el monarca era soberano
absoluto con mandato divino, vicario de Dios que encausará a los indios hacia el cielo antes
inalcanzable6. Debemos tener en cuenta que el origen del poder permite al cabildo, y luego a la
real audiencia, tener una escusada importancia, con la toma de decisiones en sus manos.

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La corona Española dotada por el Papa del poder sobre las Indias profundiza un problema dentro
de la organización colonial de América, frente a la presente división de poder, y la venta de
cargos por la corona, la sed de oro y el deseo por la difusión del evangelio y la conversión de los
indígenas, el deseo por ser líderes en el comercio provoca una tensión entre los españoles
radicados en el Nuevo Mundo y las leyes promulgadas desde la metrópoli.

Por otra parte, en los instrumentos de influencia política (cabildo y consejos) se refleja la
autoridad burocrática, en las leyes que los privilegian (se acatan pero no se cumplen) saltándose
la autoridad real, también en la repartición de cargos entre iguales (en Santiago llegaron a haber
tres hermanos capitulares). Sin embargo el poder de los altos funcionarios de las primeras
décadas de la colonia fue debatido con el establecimiento de la Real Audiencia en 1609 (desde
1565 en Concepción pero se disolvió).

Esta coexistencia de poderes es una constante pugna entre el dominio de la zona, del comercio,
entre el dominio por el oro y la posible autonomía que se lograra más adelante. En esto podemos
ver reflejado el mito del absolutismo español, y la supuesta insignificancia de los colonos, frente
a las decisiones de la real audiencia y cabildo

El imperio en donde no se ocultaba el sol, nunca llegó a ostentar el título de imperio, ya que
vemos la figura de una institución primitiva de la edad media (municipios) que dio lugar a los
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intereses de los primeros conquistadores, y me refiero al ya mencionado Cabildo ³Corporación o
grupo de personas formado por un alcalde y varios concejales que se encarga de administrar y
gobernar un municipio, ayuntamiento, concejo, consistorio´ 7 pero que en la colonia era un
mecanismo de representación de las élites locales frente al poder de la corona impidió, con ayuda
de la distancia y la problemática de la comunicación entre la península y el Nuevo Mundo que el
poder del monarca fuera absoluto en la práctica.

Es verdad que el Virrey representaba la persona real y que se encontraba en el Perú, localidad que
actualmente es relativamente accesible en corto tiempo, pero en la época era casi un viaje a la
deriva (el ejemplo que da Alemparte del Barco que Naufragó llevando noticias sobre la elección
del nuevo Gobernador, luego de la muerte de Valdivia) por lo tanto las decisiones tenían que
tomarse autónomamente y rápido ³La autentica soberanía es la que surge del dominio efectivo
de las tierras; que en el nuevo mundo es una curiosa mezcla de señores Feudales y Burgueses´.8

Estos terratenientes y ³feudatarios´ eran gracias a sus ingresos a los cabildos los señores de las
ciudades ±como el ya mencionado caso de la venta de cargos por parte de la corona- con un
predominio que se extendía con los lazos familiares y económicos, con respecto a esto último
muchas veces hasta se negaron en pagar tributos al tesoro real. La corona estaba al tanto de ello
gracias a los visitadores, por lo tanto es una preocupación constante desde los inicios de la
conquista en darles poder y autonomía al nuevo mundo, el que llego a desobedecer a las leyes del
Rey.

Como ya hemos señalado en el siglo XVII, los cabildos ya habían perdido gran parte de poder, en
parte debido a la creación de la Real Audiencia de Santiago (1609). Los Cabildos de las
principales ciudades Chilenas seguían manteniendo una alta concentración de poder en manos de
los Criollos. Por lo tanto y dentro de lo que destaca el texto vemos una ³coexistencia de poderes´
por una parte la corona y el rey que delega a sus funcionarios (Virreyes, Gobernadores y
Audiencias, entre otras) y por el otro bando el Cabildo y las élites criollas que velan por sus
intereses propios.

Alemparte ejemplifica con la situación en el gobierno acéfalo, entre la muerte de Valdivia y el

Gobierno de García Hurtado de Mendoza. Surgió un conflicto entre capitanes y cabildos sin
poder decidir quién sería el nuevo gobernador, casi sin considerar el testamento de Valdivia. En
última instancia se optó por una resolución desde la Real Audiencia de Lima, aun así se desafió la
autoridad real queriendo, por la fuerza, obtener cargos y privilegios.

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Para la corona era muy importante la correspondencia ya que esta era la que daba las noticias
sobre el nuevo mundo, es por ello que hubo una preocupación por la libre circulación de
correspondencia, por su parte también eran el medio por el cual los vecinos reclamaban todo lo
que estimaban conveniente a sus intereses; y más aun estas cartas servían como aporte capitular a
la legislación, junto con los informes de los subordinados del Rey en América.

Las celebraciones, entre ellas el recibimiento de nuevas autoridades, eran muestra del poder y la
opulencia con la que contaba la burguesía. Dependiendo del lugar y su condición económica. Con
lo que contaba el cabildo y que como germen de la independencia le valió mucho, fue su carácter
permanente y continuo, de inmediatez y cercanía. Muy por el contrario los funcionarios reales
eran regularmente sustituidos y mantenidos a raya por medidas como por ejemplo el juicio de
residencia.

La opulencia para el cabildo no tenia limites de lujo. Para el recibimiento del gobernador
Melchor Bravo de Sarabia el corregidor Juan Barahona mando a poner arcos triunfales y a tapizar
el camino, mando a construir puertas grandes a la entrada de la ciudad (a semejanza de las
ciudades de España) adornadas con lienzos y medallas de los anteriores gobernadores. Se puso
una mesa adornada de carmesí con un almohadón y un libro misal para el juramento, un caballo y
un palio azul adornado con oro para el transporte del nuevo gobernador, cuyas riendas llevaba el
corregidor. Se hacían todo tipo de fiestas por varios días (religiosas y corridas de toros por
ejemplo). Esto lo podemos interpretar como una manifestación de la superioridad del cabildo por
sobre el delegado de la corona.

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Anteriormente lo hemos nombrado pero en este momento cabe describir la personalidad del
³vecino´ no entendiéndolo contemporáneamente como una persona que vive cerca de otra, en
una misma ciudad, o comunidad específica sino más bien como un título nobiliario que le
permitía acceder a opinar en un cabildo. Era un derecho la vecindad que se ganaba lo que en la
actualidad sería la nacionalización9 que en su momento fue dada por los consejos a los cuales
tenía que jurar el gobernador cuando era electo y asumía el poder. El primero fue Valdivia quien,
según las crónicas, se niega y es obligado a prestar juramento por el Cabildo que el mismo
constituyo; Juró por Dios y su Majestad. Lo mismo cuanto toma posesión de Copiapó, no lo hizo
de quien le entregó la oportunidad de aventurarse y emprender su empresa (Pizarro). ¿Es acaso
un signo de autonomía frente al poder regional y afianzarse en la cabeza de la Jerarquía? Ya que
recordemos que el Virrey era el representante del Rey en el nuevo mundo, o si bien las

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aspiraciones y ambiciones de Valdivia estaban para él claras desde un principio, y eso también lo
podemos ver reflejado en el carácter y la decisión de emprender tan difícil empresa.

Para finalizar podemos señalar que esta coexistencia de poderes muchas veces dio una
problemática ya que había funciones y atribuciones que compartía la Real Audiencia con
gobernadores, corregidores o cabildos. Aunque ostentaba la primacía sobre todos ellos, la Real
Audiencia, en cuanto representante de la justicia real en América, era una parte teórica de la
administración, en la práctica y el caso Chileno vemos no fue impedimento para los intereses de
la Burguesía Criolla y su gran influencia. Estamos hablando de un ³Régimen burocrático Real´.
A su vez, la venta de los oficios restringió aún más el ejercicio democrático en el cabildo,
fomentando la discordia y el resentimiento. No se escogían para el ejercicio del poder a los
hombres más aptos, diligentes y rectos y esto propiciaba una corrupción e ineptitud en la
burocracia colonial.