Anda di halaman 1dari 12

Encuentro de críticos e investigadores

Centro Cultural de España en México


dfdfsd

Fotografía, psiquiatría y La Castañeda: el caso mexicano

Enrique Rivera Barrón

Mi tema para hablar es cómo algunas disciplinas asumieron a la fotografía como un instrumento o
aparato para curar en primera instancia y observar e informar. La proto-psiquiatría definiendo
usos y aplicaciones. Para ello trato también el problema de la visión. Creo que es este vínculo el
que posibilita la creencia de expectativas entre el novedoso medio visual y su aplicación en la
ciencia médica. Posterior a su descubrimiento pareciera que asumir a la fotografía fue algo
“natural” y esto se desprendió directamente de cómo se concebían los medios visuales anteriores
a la cámara. Pues estos crearon y desarrollaron una construcción especial de la mirada, una visión
especial, que redituaba siempre en el ideal visual, en lo estético, en la proporción exacta, en la
fidelidad entera representada, en hacer del parecido y la semejanza copias exactas. Creo que las
ideas por hacer de la fotografía un ideal visual quedaron plasmadas en las primeras fotografías
que se hacen y ya en 1840 los retratos se verán adosados por esa atmósfera extraña que los
presenta o quiere presentarlos con un derredor estético. La fotografía fue el medio por el cual la
observación fue más rigurosa. Ya no se veían grabados o dibujos sino que se percibía visualmente
lo que se capturaba con la cámara y se mostraba en su soporte.

Intento también mostrar cómo este ideal fotográfico fue una moda, imposible de asimilar por la
ciencia, disciplina que posterior a la segunda mitad del XIX instaura modelos que niegan lo
estético1. Y que van por una mirada más realista en la forma en que el retrato se aplicará a
delincuentes, prostitutas y enfermos mentales.

Así los retratos que ubican a estas personas los muestran sin aspectos visuales que se dediquen a
buscar un ideal.

La ciencia buscará formas y métodos que hagan un binomio entre fotografía y ciencia. Sin
embargo lejos de la construcción de métodos fotográficos aplicables en las ciencias sociales, que
son por antonomasia las que reclaman el uso del aparato y su soporte. Lo que en muchos casos
puede verse es la aplicación a todo lo que pueda ser fotografiable. La antropología y la
criminalística2 son dos rubros que inician con ímpetu formas fotográficas que a lo más sólo dejan
claro que gracias a la cámara fotográfica es posible definir las diferencias y ubicar al otro como

1
Ver La Fotografía Judicial. En Juan Naranjo, (Edit) Fotografía Antropología y Colonialismo (1845-2006) España:
Gustavo Gili, 2007.
2
Ver Juan Naranjo, (Edit) Fotografía Antropología y Colonialismo (1845-2006) España: Gustavo Gili, 2007.
receptáculo de todo sinónimo de inferioridad. Colonizar al otro mediante el uso de la fotografía fue
el común denominador posterior a la segunda mitad del XIX.

Pero habrá dificultades planteadas por la concepción de la visión, el uso de la cámara y la


supuesta objetividad rigurosa de la ciencia.

La visión descansa en una mirada que se antoja como toda una serie de eslabones conectados
unos con otros, tratando de formar una cadena lógica y cronológica. Cada uno es un medio visual
que se ha formado dentro de un orden social y cultural que ha definido qué es un grabado, una
litografía, una pintura, un dibujo, representaciones de la realidad. En tanto se depura y se hace
cada vez más perfecta la representación en cuestión se cree que el medio visual ha alcanzado
estándares de progreso. Vistos así desde hace más de dos mil años se sigue una idea repetida.
Que para qué el medio visual sea considerado mejor que los anteriores debe demostrar con su
sistema de representación que lo que muestra es cada vez más parecido al objeto real. A esto
como señala Laura González3 se le ha llamado Visión Objetiva. Pues dicho modelo apela a todos
los cánones establecidos por las anteriores visualidades: Orden, Composición, el parecido entre lo
representado y el modelo real, y en síntesis ideales visuales. Insumos a los que la fuerza de la
costumbre y de una lógica cartesiana han acostumbrado a la visión.

Al ver esta forma en que se concibió la visión no es extraño que muchas reflexiones de la época
vieran en la cámara fotográfica y su soporte una continuación de los medios visuales anteriores.
La mayoría de las personas que describen una fotografía posterior a su descubrimiento y antes de
1850 no deja de mencionar otros medios visuales. Tratando de relacionar el antiguo medio con el
moderno. Dirán para describirla algo así como el más hermoso y fino grabado nunca antes visto.

Sin embargo hay algunos aspectos que fueron directamente en contra de lo que los otros medios
visuales siempre preconizaron. El primero, que la fotografía aun cuando en un inicio busca ser
sostenida por las fuerzas ideales que definieron a los otros medios visuales, no encuentra como
mostrar ese ideal. La fotografía muestra tal cual son las cosas, Véase en Monique Sicard
(Fotografía entre ciencia y arte, En La construcción de los géneros en fotografía) un ejemplo de
esto. Esa conducta impronta a que si vemos una pintura, un grabado, una litografía luego
entonces es o debe ser objetiva se rompe con la fotografía.

La perdida de lo estético buscó ser reemplazado con un adosamiento visual en derredor de lo


fotografiado en donde esté estuviese acompañado de artilugios que denotaran lo que los otros
medios prodigaban. Por eso mucha de la fotografía, especialmente los retratos buscaron anclarse

3
Laura González Flores, Fotografía y pintura: ¿Dos medios diferentes? España: Gustavo Gili, 2005.
en esa construcción visual. Aunque no fueron los únicos. Las alegorías pictóricas dominaron
durante periodos breves en el cómo aplicar la fotografía a las entonces bellas artes.

Ya durante la segunda mitad del XIX comienza el avezamiento e intención de encontrar gracias a
la fotografía. Usos y aplicaciones. Será la medicina y la entonces proto-psiquiatría las primeras en
utilizar en 1854. Un sistema de curación a través de la fotografía. Al ver estas fotografías lo
primero que resalta es que no hay esa atmosfera estética a que apelaba toda la otra fotografía. La
razón podría interpretarse como una simpleza. No hay adornos por que la persona retratada
encarna a una enferma mental. Conociendo un poco más a quien ha pretendido dicho método no
es extraño que se haya decidido no sólo por la aplicación de la fotografía sino que está lo haya
impulsado ha convertirse en fotógrafo. Hugh W. Diamond4 será uno de los primeros médicos en
aficionarse a la fotografía. El dato no es una curiosidad, pues al parecer durante la segunda mitad
del XIX. Este grupo en especial eligió esta afición como una extensión del poder de observación
que permitía la fotografía. En opinión de Diamond la fotografía revela directamente a quienes son
enfermos mentales. Viendo las fotografías es fácil saber que esto fue una exageración. Otros
médicos utilizaron también la fotografía, la diferencia es que Diamond usó la imagen de los
enfermos cuando estos -según él- mostraban una fase de su enfermedad. En el caso de los otros
médicos se referían a usar imágenes de paisajes y vistas agradables. Se utilizó también la
Linterna Mágica. No hay más reportes de esta fase o encuentro entre la F y la medicina. Y
seguramente los debe haber. Charcot la empleará en la Salpêtrière. Dicha práctica en el
manicomio francés perdurará casi hasta la segunda década del XX. Sin embargo como bien
apunta Didi Huberman esta fotografía dio un preámbulo maravilloso para la invención de la
histeria.

Casi en la séptima década del XIX y debido a la exigencia práctica que le reporta no hallar en
tiempos breves los retratos de aquellos delincuentes que reinciden Alphonse Bertillon, idea un
sistema de mediciones del cuerpo, la particularidad es que fusiona a la fotografía como una parte
que reporta las medidas del rostro. Define a la fotografía de perfil del lado derecho, como la
única posibilidad de comparar y saber si el retrato es de una misma persona. Su sistema llamado
de Bertillon. Hace un incipiente parte aguas en la historia de la fotografía. Al colocar con su
sistema5 fotográfico judicial ya una separación con la fotografía estética. Bertillon señala palabras
más palabras menos. Que el retrato debe mostrar a los delincuentes tal cual son. De ninguna
forma se debe favorecer al delincuente retratado con retoques o artilugios. Con lo que plantea
que los otros retratos, los que no son de criminales o enfermos mentales mienten. Pues al igual
que como señalábamos arrastran ese peso en la visión que han dejado los medios anteriores a la

4
Citado por Tagg, John. El peso de la representación ensayos sobre fotografías e historias. España: Gustavo Gili ,2005.
p.311. Y por Sander Gilman en The Face of Madness. Hugh Diamond and the Origin of Psychiatric Photography. New
York, Brunner/Mazel, 1976.
5
Dicho sistema sólo hace referencia a la forma en que debe realizarse el retrato al criminal. Lejos de mencionar hágase el
retrato Bertillon reflexiona con lo que la fotografía de ese tiempo y específicamente el retrato están produciendo.
Fotografía. Es curioso que la objetividad de la fotografía se haya hecho tangible con las fotografías
de criminales. prostitutas y enfermos mentales. Al parecer los retratos anteriores muestran a
personas que han sido alteradas visualmente en la fotografía. De no serlo Bertillon no se hubiera
preocupado por recomendar hasta el cansancio a los fotógrafos de criminales dejar de embellecer
estos retratos.

En síntesis, para la época tenemos un instrumento que se puede utilizar para dos fines. Uno: si
no se es criminal, prostituta o enfermo mental el retratado se muestra con un retrato que denote
y connote prestigio. Se llena su derredor con esos símbolos clásicos de lo que en esa época se
entiende por estética. Dos: si se llenan los requerimientos de las categorías anteriores entonces el
retrato deberá mostrar a la persona tal cual es.

En México hacia 1910 ya se tiene la experiencia de haber aplicado el retrato a las prostitutas. La
Inspección Sanitaria de Mujeres Públicas (ISMP) surge dentro del gobierno liberal. En 1864 se
redacta el primer reglamento para prostitutas y se les obliga a fotografiarse. La ISMP ya ha
construido toda una trayectoria de miedo social6. Ha empezado a solicitar retratos a mujeres
públicas a las que sólo les queda acudir a un estudio fotográfico de la época. Veinte años más
tarde el requisito sigue. Pero en 1892 el primer atelier fotográfico de control social se ha
construido en los altos del Hospital Morelos7. Hoy Museo Franz Mayer En 1907 la ISMP da cuenta
ya de un gabinete fotográfico y de informes sobre retratos a prostitutas. Por lo que es de
suponerse que antes de ese año ya funciona el gabinete dentro de las oficinas de la ISMP. En
resumen, de los retratos de estudio se pasó al retrato controlado en la ISMP. Parece que el control
social tomó cuerpo entre la última década del XIX y la primera del S. XX. Algo producían los
retratos del estudio fotográfico que no era compatible con los que se elaboraron en el gabinete
fotográfico de la ISMP. No hay fotografías de esta época por lo que es imposible hablar de las
diferencias. Sin embargo los dos libros8 de los que se sabe que existen presentan fotografías con
formatos variados y con un punto que las une a todas. La forma retratistíca de los estudios coloca
objetos u obliga a posar a la mujer en variados escenarios

En el manicomio se retrató a los enfermos mentales desde su llegada en septiembre de 1910


hasta 1959. Gradualmente entre esos años el retrato se fue diluyendo hasta desaparecer en los
primeros años de los 60´s del S.XX.

6
Como referencia a ello se puede leer la novela Santa de Federico Gamboa. Una parte en que las prostitutas hablan de no
inscribirse en la ISMP. En el tema abunda Fernanda Becerra Núñez. La Prostitución y su represión en la ciudad de México,
(Siglo XIX) España: Gedisa, 2002.
7
Archivo Histórico de la Secreatría de Salud y Asistencia (AHSSA) Fondo: Beneficencia/Pública
Establecimientos/Hospitalarios Hospital/Morelos Caja/Legajo 2 Exp. 37.
8
El primer libro de registro de prostitutas elaborado en 1864 se encuentra en el Instituto de Salud Pública en Cuernavaca,
Morelos y el libro Colección de Prostitutas del C. Gobernador Juan José Baz realizado en 1868-69. Esta en la biblioteca de
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; Miguel Lerdo de Tejada. En la ciudad de México
Lo curioso es que no se halla inscrita en ninguna parte su utilidad o aplicación. En un
detalladísimo reglamento9 que controla a la cámara y a su soporte en el gabinete fotográfico de
La Castañeda. No hay una argumentación que explique el origen y el uso de estos retratos. Lo
que anota esa normativa es el control con que se planea sujetar lo que produce la cámara y su
soporte.

La obviedad más recurrente para explicar ¿Para qué se usó la fotografía? Escurre un
discernimiento que aplasta. Y dice: Así se hacía, era normal, es una forma de identificar a los
enfermos. Curioso que de casi 20 sectores que inciden en la salud de la población y son
controlados por la Beneficencia Pública, sólo La Castañeda tenga un gabinete y un fotógrafo. ¿El
nacimiento de la Biopolítica10? Estos primeros años de la década del XX se ven inmersos en la
inercia y fuerza que han dejado las ideas sobre la frenología y la fisonomía. Las pírricas ideas y
aun menos el conocimiento sobre la biología, la herencia y las leyes de Mendel que esbozan los
profesionistas inscritos en mejorar la raza. Como bien lo ha anotado Laura López Suazo en su
interesantísimo libro. Eugenesia y racismo en México. La Sociedad Eugenésica de México por el
mejoramiento de la raza. Sociedad que incluyó al menos a 8 autoridades directas del manicomio
en los años citados. Su origen a fines de los 20´s llegará casi hasta la quinta década del XX en
México.

Quizás otra teoría que ayude a explicar ¿Por qué usar la fotografía en el manicomio? Se
encuentre en el discurso de Foucault. ¿A que se debe que un establecimiento como el manicomio
se halle tan relacionado con un hospital? Señala Foucault que es debido a que desde un principio
la psiquiatría consideró tener un proyecto médico con la extensión e intención de establecer un
orden social. “El lugar de internamiento bautizado como hospital era la fianza que atestiguaba que
la práctica de la psiquiatría era realmente médica”11 Y a eso podríamos añadir que la práctica del
uso y aplicación de la fotografía confeccionaba ese nuevo orden social al interior del territorio de
la locura. No es lo médico lo que dio origen y razón a La Castañeda (Y eso está más que probado
en diversos artículos que hablan del fracaso del manicomio desde lo médico y administrativo a lo
largo de toda su historia) Como señala el filosofo francés. La higiene pública era el objetivo. Por
eso lo médico y lo policíaco se mezclan al instaurar el control que posibilite ese control de la
higiene pública. Y sí definitivamente acaba por explicar dentro de esta lógica el uso y la aplicación
de la fotografía.

9
Archivo Histórico de la Secreatría de Salud y Asistencia (AHSSA) Fondo: Beneficencia/Pública
Establecimientos/Hospitalarios. Manicomio General, Caja/Legajo 3, Exp.25.
10
Ver Michel Foucault El nacimiento de la biopolítica. Cómo incide esa racionalidad esgrimida desde el S. XVII por el
Estado y gobiernos de pretender hacer lógicos discursos que controlan a la población. Así por ejemplo desde las posturas
que se deben asumir como normales y racionales no se debe cuestionar lo relativo a la salud. Resumen del curso en el
Colegio de Francia 1978-79. Anuaire du Colege de France. Paris. P 367-372
11
Michel Foucault, Un dialogo sobre el poder. Encierro, psiquiatría, prisión. España. Alianza Editorial. 1981. 88-89
Qué retratos vemos en los libros de registro de La Castañeda. Viéndolos tal vez sea posible
entender el uso. Hay rostros adustos, serios, ninguna diferencia con quienes posan en los
distintos ateliers de la calle de Plateros. Recordada por tener los mejores estudios fotográficos a
inicios del XX. Y es necesario decirlo hay retratos muy bellos. Hechos por personas que saben
ejecutar su especialidad fotográfica. Sólo que esta necesidad accesoria de la belleza no sirve de
nada en este momento

En los retratos hechos en el manicomio ¿Habrá conexión entre los retratos y la enfermedad? Para
su definición serían importantes algunos parámetros que no están en las fotografías. Por ejemplo
tomar los retratos siempre cuidando la misma iluminación y a una misma distancia y lo más
importante cuidando la forma de presentar al enfermo. ¿Cómo? de frente, de ¾, de busto, de la
cintura hacía arriba, sólo el rostro. Otra posibilidad sería haber hecho tipos de retratos en
diferentes formatos cada uno definido para un probable diagnóstico

Al ver las fotografías se va descubriendo entre otras cosas las condiciones en que cuerpos y
rostros fueron capturados por la cámara e impresos en su soporte. Así se ve que en muchos
casos no se hizo patente la presentación ideal a la que aspiraba cualquier retrato fotográfico y se
hace visible lo que apuntaba Bertillon en su manual para fotografiar criminales. Conquistar el
gusto o agrado del cliente por su retrato es algo que en estas fotografías se cancela pues los
delincuentes deber ser fotografiados tal y como son. Esta intención si bien replantea el uso de la
cámara fotográfica y de un retrato. Al dejar fuera a quienes no son delincuentes parece asignarles
que sus retratos no los muestran tal y como son. Pues los retoques, las posturas, las vestimentas
y las aspiraciones a ser o estar presentes en un buen retrato no los muestran tal y como son, sino
como les gustaría verse. La diferencia entre el gabinete fotográfico del manicomio y el estudio
profesional parece descansar en las formas de presentación. Los retratos del estudio aspiran a
mostrar ideales, los del manicomio intensifican la mirada descarnada a esos rostros y cuerpos que
no tienen otra posibilidad de aparecer sino como son. No existe en ellos la gran dificultad
fotográfica de que a este grupo les guste su retrato.

Con esto es posible atisbar hacía los inicios de un incipiente realismo fotográfico que será bandera
del fotoperiodismo durante las décadas de los 30´s y 40´s del XX hasta la actualidad.. Pero la
fotografía del manicomio no tiene ni guarda usos semejantes. Será lo que dejan a la mirada sus
retratos los que parecen camuflajearse con el fotoperiodismo. Por qué digo esto. Creo que ver
algunos retratos ayudará a entenderlo. Si la fotografía de estudio presenta las aspiraciones de
quienes se retratan. Al fotografiar enfermos mentales en el manicomio qué es lo que se pretendió
mostrar. Poses en las que el fotógrafo no interviene. Deja que el enfermo se presente como
quiera o pueda. O peor aun utiliza la fuerza física para que rostro y cuerpo sean capturados.
Obliga como dice su reglamento a fotografiar todo rostro que llega al manicomio En este
impasse, en estos segundos en que accionó la cámara. ¿Qué es lo que se registra? Al individuo, a
la enfermedad, ¿Ambos? Pero al haber resistencia a la fotografía ¿Algo significaba para el
retratado? ¿Por qué aparecen así estas fotografías? Es probable que la inclusión al manicomio se
vea revestida emocionalmente para quien es designado como nuevo huésped del manicomio, por
ello la fotografía los muestra en ocasiones llorando, gritando, negándose a ser fotografiados. Al
ver poses que lo que denotan es la resistencia es comprensible que el fotógrafo los capture como
están pues la enfermedad mental esta correlacionada con el sinónimo de peligrosidad. Parece que
el fotógrafo no accedía a tranquilizar al enfermo pues éste es considerado como peligroso. Y al
fotógrafo lo único que le exigen es presentar retratos. Estas ideas nos aproximan un poco a
entender por qué existen estas fotografías.

Fotografía # 1
Fotografías del Manicomio de Paraguay, datadas en 1905. Archivos Burns, EUA. Su similitud con
las hechas en el manicomio de La Castañeda es impresionante.
Al hacer un repaso por los libros de registro, los retratos de la Castañeda se escinden, se escurren
y se bifurcan. No hay un solo formato o molde que los haga homogéneos, no guardan similitudes.
Obedecen a tantas formas visuales como a igual número de fotógrafos ocuparon el puesto. Una
profesión extraña: fotógrafo de enfermos mentales. Y con esto se precisa definir que se desarrolló
una especialidad fotográfica -sui generis- en donde era necesario no solamente hacer retratos.
Pues la actividad implicaba realizar toda una actividad logística especial en su aplicación.
Especialidad que se ve rota cuando en la 5ª década del XX se intenta rescatar la práctica y los
nuevos fotógrafos no saben cómo se deben hacer los retratos. Ya que esto no implica sólo su
elaboración.

Libros de registro. ¿Qué es lo qué registran? Se pueden ver y leer pequeños rectángulos en donde
lo visual y lo textual trazan y concluyen en un rostro-cuerpo el nuevo territorio denominado
enfermedad. La persona es cruzada por la fotografía y por sus generales lo que le asigna una
nueva dimensión ¿Es involuntaria esta novedosa forma de asignar la exclusión a la ciudadanía? y
otorgar otra categoría en ese nuevo mapa llamado La Castañeda. No es posible responder. A lo
más trataré de atar cabos sueltos que podrían darnos una conclusión. La fotografía se aplica en el
manicomio. A pesar de su extenso reglamento no hay argumento a su uso y aplicación.

Diagnóstico de Ingreso
Diagnóstico Definitivo
No. de orden
Departamento de
Nombre
Edad
Estado Civil
Nació en
Residía en
Ocupación
Admitido por orden y en calidad de

Examinado por el interno Doctor


Entrada al pabellón de y fecha
ALTA
Fecha
Tiempo que duró el internamiento:
Fotografía # 2. Retrato y datos generales de los enfermos. El cruce entre las dos formas de
identificación (texto y retrato) identifica un nuevo territorio y rostro. El individuo es redefinido, al
conjuntarlo en este registro las personas se traducen en el mapa de la enfermedad. Se trata de
una entidad única a la que desde ese momento el enfermo debe entender como su nueva
identidad.

Es la fotografía un instrumento/aparato que no necesita ser explicado. Pues parecería que con lo
que muestra se deberían llenar nuestros cuestionamientos. ¿Sólo hace retratos? Hay otros usos
en la fotografía del manicomio. Pero centrémonos en los retratos. La respuesta más socorrida es
que es necesario el retrato para la identificación de los enfermos. ¿Para qué es importante
identificar a los enfermos? Cuando Bertillon crea su famoso método, lo hace entre otras razones
debido a que la factibilidad de comprobar la reincidencia del criminal implica mucho tiempo, hasta
cuatro semanas para saber si se trata del mismo delincuente. Lo que Bertillon hace es
territorializar el rostro y los cuerpos. Así a cada tipo de fisonomía le asigna claves. A cada tipo de
cuerpos también. Con ello busca hacer accesible y de fácil manejo, que si el criminal tiene el
rostro redondo, tiene cejas abultadas y es alto se busqué el tipo entre las claves con las que se
han asignado rostros y cuerpos similares.

Identificar delincuentes presenta a partir de éste método un uso y aplicación, sino justificada si
por lo menos práctica.

Pero en el caso de las personas que son señaladas por su enfermedad. ¿Cabe la reincidencia? Si
pero de forma incomprensible. Los que reinciden en su ingreso al manicomio no son identificados
por su fotografía12. Portan el estigma de la enfermedad mental. Y a cada reingreso se hace
obligado nuevo retrato. En este detalle ¿Qué se pretende controlar con esos nuevos retratos? Si
consideramos que algunas personas son reingresadas hasta 18 y 24 veces. ¿Será realmente
necesario hacer igual número de retratos? Los lapsos de tiempo entre un reingreso y otro varían.

Pero volviendo a la necesidad de identificar enfermos mentales. ¿Será ese el argumento para
aplicar la fotografía? Qué otros métodos de identificación ya existen. En México desde 1905 se
conocía y aplicaba la identificación por medio de la dactilografía. Si bien el método se retoma en
La Castañeda a fines de los 30´s13. ¿Por qué no se eligió éste método entonces? Incluso los libros

12
Lo anterior debido a que el personal del manicomio siempre fue bastante limitado. Hay dos fronteras en las que el retrato
es usado. El libro de registro y el expediente clínico. El primero contiene a todos los enfermos lo que describe a una
población total. Los expedientes clínicos están en 20 pabellones y ayudan a los responsables a identificar en el pabellón a
cada enfermo. Al principio no parece haber problemas de identificación, pues la población recluida en el manicomio no
rebasa los límites para los que fue construido. Las dificultades son cuando los grupos de enfermos triplican la cantidad del
manicomio. Y curioso son tantos que ya no se sabe quien es quien.
13
Se estableció el uso de la dactilografía como una respuesta ante la falta de materiales fotográficos en el manicomio.
Situación que colocó en una crisis la identificación de los pacientes. La crisis se extendió hasta 1941-1947 años en que por
consecuencias de la 2ª guerra mundial definitivamente no hubo retratos. Sin embargo posterior entre 1949 y algunos años de
los 50´s del XX se retomó la fotografía y se deshecho la dactilografía. Hacia los 60´s ya ni una ni otra. Ver expedientes
de registro de los antiguos hospitales de hombres y mujeres dementes a los que sustituyó La
Castañeda. Lo único que hacían era anotar los datos generales del enfermo y a pesar de que a
fines del XIX la fotografía ya se aplica en las prostitutas no hay datos de que se haya intentado el
retrato obligado a estas personas en los antiguos hospitales. Sí la identificación se podría haber
hecho a partir de las huellas digitales o los datos generales. Es obvio pensar que se escogió a la
fotografía por algo que estos dos sistemas no tienen. La presentación del individuo. Parece poco
pero la fotografía ayudaba a distanciar aquello a lo que no se quería acercar o aproximar. Como
con la creación de los museos.

Se hace difícil considerar que la inclusión de la fotografía fuera por la simple ocurrencia de
alguien. Es obvio que el instrumento y su soporte prodigaban y encunaban esas ideas de prestigio
y desarrollo. Modernidad es imagen. Incluso considerando que así haya sido, y por eso señaló que
el uso fue involuntario. Vistos y contextualizados en su tiempo dejan leer un uso y una aplicación
que no es del todo clara, pues los retratos no en todos los casos permiten identificar a los
enfermos. Vistos ahora esos retratos difícilmente escapan a ser concebidos como el mapa o
territorio de la enfermedad mental.

La paradoja. Al parecer en un inicio los retratos no son tan indispensables. Ver que algunos de los
primeros libros de registro que conjuntan la primera década del funcionamiento del manicomio
están incompletos casi en una tercera parte en sus fotografías. Me permite conjeturar esta idea.
Además los materiales en ésta primera década fueron más que suficientes. Por lo que no se podrá
argumentar la falta de ellos para explicar espacios sin retratos. A fines de los 30´s la situación es
otra. Hay varios libros que reportaron faltantes. Pero revisados hoy se puede ver que están
completos. Así que cuando hay materiales para hacer los retratos estos no se hacen. Lo que
sugiere que entonces no eran tan importantes los retratos. La diferencia casi tres décadas
después es que los materiales fotográficos escasearon de forma grave. Y entonces ver que cuando
no hay materiales se siguen llenando los libros de registro, sólo explica que había una utilidad o
se pensaba en algo para lo que servirían estos famosos libros. Parece ser que en un inicio no hay
tanta necesidad de retratos, pues los internos son tan pocos que no es difícil su identificación.
Pero décadas posteriores el manicomio se saturó de enfermos dando cabida a tres y cuatro veces
la cantidad para la que se había diseñado que era de un poco más de 1000 enfermos.

Así que la aplicación de la fotografía se hizo indispensable. Pues la confusión con los enfermos –
cuando son muchos- fue gradualmente en ascenso. Sin fotografía la identificación se hace
bastante difícil. Por ello el retrato que acompaña al expediente es útil. Pero ¿Para qué hacer los
retratos en los libros de registro? Al menos esto no halla fundamento en el voluminoso
reglamento con que funcionó el manicomio. Parecería como si al ver los retratos, esa lógica de la
visión, esa mirada cargada de las ideas de ver la realidad, será suficiente. ¿Qué habría que
explicar si todo esta ahí?
Acerca de una conclusión del caso mexicano y a diferencia del europeo. No hubo expectativas
concretas como en el caso de Londres (Diamond y otros) de buscar formas terapéuticas a través
de la fotografía. Tampoco se sabe que los proto-psiquiatras mexicanos mostraran imágenes de
vistas y paisajes agradables a los pacientes, como lo hicieron algunos ingleses. Estos métodos en
Europa fueron aplicados entre 1850 y 1860. Entre esta década y hacia finales del XIX habrá una
redimensión pseudo científica a partir de la fisonomía y la frenología. Estas ideas ya no permitirán
buscar métodos curativos. Encontrarán en la fotografía la forma de segmentar al individuo
concebido como poco apto para vivir en sociedad. Su exclusión se dio con las formas novedosas
en que la cámara fotográfica y su soporte se dirigieron para hacer registros, y también al plantear
para estas personas aplicaciones muy específicas para hacer estos retratos –tal y como son- dirá
Bertillon. A finales del XIX Charcot la implementa en la Salpêtrière. Con la fotografía en este
manicomio se realizarán monografías que se editan y que engloban algo muy extraño o insólito.
Las fases de la histeria. Georges Didí Huberman14 explica atinadamente en su texto lo frágil que
es considerar esta época de la Salpêtrière como algo que haya explicado la enfermedad. Si algo
debiera decirse de este manicomio es lo moderno que es su equipo fotográfico. Y lo excelsamente
profesionales que son sus fotógrafos. Equipos construidos ex profeso para sus fines Cámaras
hasta con 8 lentes. Laboratorio completísimo.

Y llegados a este punto es irremediable volver al caso mexicano No hubo nada semejante, si
acaso la moda extendida del lombrosionismo de excluir con la cámara y con la reclusión dentro
del manicomio mexicano. Fuera de eso lo administrativo, lo burocrático, la falta de recursos,
explican un uso fotográfico que si no tuvo explicación en su origen, por qué habría de tenerla
cuando canceló a la fotografía en 1959.

La pregunta de Néstor García Canclini en su texto Culturas Híbridas me parece ad-hoc para cerrar
esta conclusión ¿Por qué nuestros países (Latinoamérica) cumplen mal y tarde con el modelo
metropolitano de modernización? ¿Sólo por la dependencia estructural a que nos condena el
deterioro de los términos del intercambio económico, por los intereses mezquinos de clases
dirigentes que resisten la modernización social y se visten con el modernismo para dar elegancia
a sus privilegios? Creo que ahí se ubica en parte la explicación a la desaparición de la fotografía
en el manicomio. Fue como dice Canclini un modernismo sin modernización. Se acudió a ella
porque podía mostrar a los enfermos, sin embargo lo caro de los materiales dejó a La Castañeda
durante periodos breves y largos sin poder utilizar el retrato. Pues el hecho de importar los
materiales fotográficos hizo sucumbir al menos durante varios años a la fotografía en el
manicomio. Improbable considerar el futuro. No creo que hayan las autoridades de La Castañeda
logrado saber que después de inaugurado el fastuoso manicomio se enfrentarían a carencias tan
graves, sin embargo ver que los libros de registro siguieron armándose hasta 1959 habla de una

14
Didi-Huberman, Georges. La invención de la histeria. Charcot y la iconografía de la Salpêtrière. La Salpêtrière, servicio
fotográfico. España: Cátedra. 2007.
obcecación por mantener junta y coleccionada a una población. que a principios de los 60´s del S.
XX será diseminada en varios de nueva cuenta modernos hospitales psiquiátricos. Hasta cerrar el
manicomio en junio de 1968. Más de 67 mil pacientes –sin contar los reingresos, que fueron
bastante numerosos15-.

Biografía

Enrique Rivera Barrón (México) Licenciado en Psicología (1991), estudió la maestría en Artes
Visuales (2007) en la UNAM, los diplomados Análisis de la Cultura y La Fotografía Para el Análisis
Antropológico (INAH), además de diversos talleres de fotografía. Es creador y coordinador de un
espacio callejero de exposiciones fotográficas con más de trescientas muestras de manera
interrumpida entre 1994-2006. Rivera Barrón es autor de Cultura Visual. Una experiencia
fotográfica callejera (PACMYC/CONACULTA, 1999).

15
Ver Andrés Ríos. Tesis Doctoral La locura durante la Revolución Mexicana. Los primeros años del Manicomio General
La Castañeda. 1910-1920. COLMEX

Anda mungkin juga menyukai