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Católicos y Evangélicos Unidos:

¿Qué hay detrás de tal unidad? (Primera Parte)

Un breve análisis de la unión entre católicos y evangélicos y hacia donde se


dirigen

Por: Daviel D’Paz

CONTENIDO

1) Introducción.
2) El casamiento de la Iglesia con el Estado.
3) Los Mártires de la Edad Media.
4) El Acuerdo firmado entre Católicos y Evangélicos.
5) El alcance y naturaleza de tal Engaño.
6) ¿Qué es lo que ha conducido a esos líderes evangélicos a cometer semejante error?
7) Los devastadores resultados de t al acuerdo.
8) Unidad...pero, ¿A qué precio?

“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la
justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?” (2 Corintios
6:14).

Introducción

Hay un refrán que dice: “Si no puedes con tu enemigo, únetele”. Personalmente creo que
este refrán se puede aplicar muy bien a la estrategia que Satanás ha usado cuando le han
fallado muchas otras tácticas. La persecución y martirio de los cristianos no le han dado muy
buenos resultados. En el tiempo de los emperadores romanos, entre más perseguían y
asesinaban a los cristianos, más aumentaba su número. La sangre de los mártires regaba la
preciosa semilla del evangelio y como resultado de ello, miles se entregaban a Jesucristo al
contemplar cómo esos despreciables cristianos oraban por aquellos que los enviaban a la
muerte. Esa táctica no le estaba dando los resultados que Satanás esperaba sino todo lo
contrario: entre más asesinaban a los cristianos, más personas se convertían al evangelio.

Algo había que hacer para detener esa ola de conversiones. La persecución y martirio no
estaban dando los resultados deseados. Fue en esas circunstancias que Satanás encontró una
mejor idea para neutralizar y paralizar a la amenaza más grande que tenía sobre esta tierra. Su
idea genial fue personalizada y llevada a cabo por un hombre llamado Constantino. Ese
emperador fue uno de los instrumentos que Satanás utilizó para dar a luz a un sistema
político-religioso que dominaría al mundo y que enviaría a millones de personas hacia una
eternidad sin Jesucristo. Tal sistema le ha dado más resultados favorables que las
encarnizadas persecuciones en contra de los indefensos cristianos. Adjudicándose el título de
Pontifex Maximus, Constantino amalgamó al cristianismo con el paganismo romano dando
como resultado de esa unión, lo que hoy se conoce como el Catolicismo Romano.
El casamiento de la Iglesia con el Estado

De repente, aquellos cristianos perseguidos y maltratados, comenzaron a gozar de derechos y


a obtener beneficios del estado. Esto dio como resultado un cristianismo apóstata cuyo
objetivo no era ya más alcanzar a las almas perdidas con el evangelio de salvación, sino más
bien, gozar de las oportunidades que el Estado brindaba, aunque ello significara un
casamiento con el paganismo y un abandono de la verdad pura.

Dave Hunt nos comenta lo siguiente en su libro “When will Jesus Come?”:

“La constante apostasía empeoraba tomando hasta esos momentos dimensiones no


imaginadas con la ascens ión al poder de un nuevo emperador en el año 313 d.C. Su nombre
era Constantino, un brillante general y estratega militar....Constantino tuvo que enfrentarse
con el hecho de que casi tres siglos de persecución a los cristianos no habían acabado con esa
extraña secta. Por el contrario, había crecido tanto hasta casi influenciar a uno de cada diez
ciudadanos del imperio quienes formaban parte de ese grupo despreciable....Esos “seguidores
del Camino” como se les llamaba en aquellos días, oraban por los emperadores romanos, por
los magistrados y aún por los soldados quienes eran los encargados de perseguirlos y
matarlos....Los cristianos eran concienzudos y buenos trabajadores. No se emborrachaban ni
se rebelaban en contra del gobierno. Entonces, ¿Por qué no darles los derechos que los demás
ciudadanos tenían?....Para promover tal estrategia, el mismo emperador decía haberse
convertido al cristianismo, aunque seguía desempeñando el papel de Pontifex Maximus
(Máximo Pontífice), cuya labor era el de ser la cabeza del sacerdocio pagano y presidir las
ceremonias de las fiestas paganas....En el nuevo orden bajo Constantino, ser cristiano
significaba obtener muchos beneficios....la corrupción alcanzó rápidamente la cúspide dentro
de la iglesia. Los trabajos mejores pagados ofrecidos por el imperio y con el más alto
prestigio e influencia, se encontraban en el liderazgo de la iglesia....Eso atraía a hombres
cuyas ambiciones no eran el obtener una recompensa en el mundo venidero, sino más bien en
este mundo. Muchos de los que ascendieron al poder dentro de la jerarquía eclesiástica, eran
maestros políticos quienes sabían muy bien cómo utilizar la terminología cristiana, pero que
no conocían a Jesucristo. El paganismo de Roma “fue transmitido tal como lo es la sangre
materna dentro de la nueva religión y la Roma cautiva cautivó a sus conquistadores.
Mientras que el cristianismo convirtió al mundo, el mundo convirtió al cristianismo”.... Tal
fue el nacimiento del catolicismo romano, el cual dominaría la escena mundial desde ese
momento en adelante” (Dave Hunt, When Will Jesus Come? Págs. 70-72, énfasis
agregado)

Satanás supo utilizar muy bien la estrategia de la que nos habla el refrán: “Si no puedes con
tu enemigo, únetele”. El emperador Constantino fue un elemento clave en esa estrategia sutil
y diabólica. Su estrategia militar fue sustituida por una estrategia religiosa, dando lugar a una
nueva era de diálogo y ecumenismo.

“Adorado como Dios, el emperador era el líder de la religión oficial del imperio. Ahora que
el cristia nismo era aceptado junto con el paganismo, Constantino asumió el liderazgo de la
iglesia cristiana. Al hacerlo, se adjudicó el título de “Vicario de Cristo”. Creyendo ser el más
grande amigo y benefactor de la iglesia y tal vez haciéndolo sinceramente, Constantino se
convirtió en el destructor de la misma” (op.cit, pag. 71).
Los años transcurrían y cada día la corrupción aumentaba dentro de la iglesia. Las voces que
exponían la falsedad y corrupción de la jerarquía eclesiástica no eran escuchadas y en algunas
ocasiones, silenciadas. Aún el mismo Agustín quien es venerado como un santo patrono por
la iglesia católica decía que los que estaban dentro de la iglesia “eran unos borrachos, avaros,
burladores, jugadores de apuestas, adúlteros, fornicarios, gente que usa amuletos, asiduos
clientes de hechiceros y astrólogos....la misma chusma que llena las iglesias en los festivales
cristianos, es la misma que llena los teatros en las festividades paganas” (op.cit. Pág. 71).

¡Tal era la bancarrota espiritual de aquellos días!

Aunque los cristianos apóstatas gozaban de los privilegios del Estado, los verdaderos
cristianos quienes rehusaban aceptar la filosofía ecuménica de Constantino y rechazaban la
mezcla de paganismo con cristianismo, eran objeto de persecución y martirio. Para ellos,
Constantino era un anticristo quien usurpaba el lugar de Jesucristo. Aunque eran
considerados una minoría por la iglesia oficial, esos cristianos no comprometían la verdad y
aunque se reunían en los montes y en las cuevas, tenían puesta su mirada en la ciudad
celestial cuyo constructor y arquitecto es Dios (Hebreos 11:10).

Una vez más, Dave Hunt nos habla de esto:

“La iglesia quien debía ser la novia de Jesucristo y quien debía esperar el regreso de su novio
con entusiasmo para llevarla consigo al cielo, se cansó de esperarlo y mejor se casó con el
mundo. Ahora ocupada en construir un reino terrenal sobre el cual ella pudiera reinar en una
unión de adulterio espiritual con reyes y emperadores, la iglesia perdió su esperanza puesta
en el cielo y comenzó a mirarse a sí misma como el reemplazo de Israel, el pueblo terrenal de
Dios....En desobediencia a su Señor, la iglesia se convirtió en la institución más rica sobre la
tierra, jactándose de sus tesoros terrenales. La mayor parte de esas riquezas fueron adquiridas
a través de la venta de la salvación. Cada pecado tenía su precio para el “perdón”. Entre más
grandes y más numerosos los pecados, más y más rica la iglesia de Roma se volvía. Cruces y
altares que supuestamente representaban el sacrificio de Cristo fueron cubiertos de oro. Los
Papas, obispos y cardenales quienes alegaban ser los sucesores de los descalzos discípulos,
vivían estilos de vida que avergonzaban aún a los mismos reyes seculares. La perversión de
la iglesia que comenzó con Constantino, continuó empeorando a través de los siglos
trayendo como resultado lo que hoy conocemos como catolicismo romano. Durante la
Edad Media y por varios siglos más, el catolicismo romano fue tenido por los gobiernos
seculares como la única y verdadera iglesia cristiana....los emperadores temblaban ante la
amenaza de excomunión por el Papa, pues solo los herejes no creían que fuera de tal iglesia
no había salvación. El ser excomulgado significaba la condenación eterna y sin esperanza –y
esa amenaza dio a la iglesia casi un poder absoluto....El dominio de Roma no fue ya más a
través del poderío militar, pues las legiones romanas dejaron de existir. Su poder para
gobernar al mundo fue ejercido por una jerarquía religiosa la cual afirmaba haber heredado
las llaves del reino dadas por nuestro Señor al apóstol Pedro. Por siglos, el catolicismo
romano fue como la mano en el guante de las autoridades seculares, quienes aún
ejecutaban a aquellos a quienes ella decía que eran herejes....Hasta hoy día, los Papas
orgullosamente ostentan los tres títulos religiosos de Constantino: Máximo Pontífice, Vicario
de Cristo y Obispo de obispos” (op.cit. Pág.73 énfasis agregado).

Los Mártires de la Edad Media


Por siglos el mundo entero estuvo sumergido en densas tinieblas espirituales bajo el dominio
político de la iglesia católica quien reclamaba ser la única y verdadera iglesia. Desde el
casamiento de la iglesia con el Estado bajo el liderazgo de Constantino, Dios ha levantado
hombres que han sido fieles a su Palabra aún en medio de la más profunda apostasía.
Hombres como John Huss, Girolamo Savonarola, Martin Lutero, John Bunyan, John Wesley,
John Wycliffe, Ulrich Zwinglio y muchos otros fueron usados por Dios para sostener en alto
la verdad del evangelio y dejar a un lado los sofismas y tradiciones de Roma. Es cierto que
algunos de ellos no pudieron sacudirse completamente el polvo de algunas de las enseñanzas
antibiblicas de Roma, sin embargo, todos y cada uno de ellos defendieron la verdad de la
Palabra de Dios con el poco o mucho entendimiento que poseían de ella.

Muchos de ellos fueron sentenciados a morir en la hoguera por atreverse a desafiar la


autoridad del Papa. Un despertar espiritual se encontraba invadiendo los países de Europa
como un reguero de pólvora. Un país tras otro eran conmovidos por las predicaciones
evangelísticas de hombres como John Bunyan y John Wesley entre otros, cuyo amor por
Jesucristo los impulsaba a rescatar las almas perdidas con el evangelio de salvación.

Como resultado de su ferviente predicación, la furia del infierno se desató sobre ellos y en
varios países la iglesia católica usó a las autoridades civiles para perseguir y dar muerte a los
herejes. Incontable número de personas fueron asesinadas por el único crimen de obedecer la
Biblia y desafiar el poder y la autoridad de Roma. Las páginas de los libros de historia se
encuentran manchadas con los abominables actos realizados por las autoridades eclesiásticas
en contra de aquellos que rehusaban aceptar los dogmas antibíblicos de la iglesia católica.

Persecuciones encarnizadas en contra de los “herejes” azotaban a varios países como Francia,
España e Italia entre otros. El Libro De Los Mártires por John Fox, narra con lujo de detalles
las crueldades y actos de brutalidad en contra de los Anabautistas, Valdenses y Albigenses
etc. Incontables esfuerzos se han hecho para eliminar esas negras páginas de los libros de
historia que dejan al descubierto la verdadera naturaleza de la institución católica romana.

El apóstol Juan dejó al descubierto hace casi 2000 años, las manos manchadas de la iglesia
católica romana con la sangre de los mártires de Jesús:

“Y vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y


cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro” (Apocalipsis 17:6).

¿Cuál fue el motivo del gran asombro del apóstol Juan?

Dave Hunt nos comenta lo siguiente en su libro: “A Woman Rides The Beast” (Una Mujer
Cabalga la Bestia):

“Juan se da cuenta que la mujer está ebria –y no es por una bebida alcohólica. Ella se
encuentra ebria “con la sangre de los santos y de la sangre de los mártires de Jesús...” Tal
cuadro es horrible. No son solamente sus manos las que se encuentran rojas con sangre, ¡sino
que se ha embriagado con ella! La masacre de inocentes que por motivos de conciencia
rehusaban someterse a sus demandas totalitarias, la han refrescado y alegrado tanto que se
tambalea en éxtasis....En su Historia de la Inquisición, Canon Llorente quien fuera el
secretario para la inquisición en Madrid desde 1790-1792 y quien tuvo acceso a los archivos
de todos los tribunales, calculó que en España solamente el número de los condenados
excedía a los 3 millones, con cerca de 300,000 personas quemadas en la hoguera....Toma en
cuenta que no solo las manos de la mujer se encontraban teñidas de sangre, sino que también
se encontraba ebria con la sangre de los mártires. Su condición representa a una iglesia que
no asesina solamente, sino que también tortura a sus pobres víctimas por días, incluso
semanas. Los inquisidores parecían estar drogados con tanta insensibilidad a tal extremo que
sus sentidos normales de horror y compasión parecieran estar adormecidos. En realidad, para
ser capaces de las más extremas torturas sin sentir el más mínimo remordimie nto o
sentimiento de compasión, se convertía en una muestra de santidad y fidelidad hacia la
iglesia” (A Woman Rides The Beast, Págs. 79, 249).

El acuerdo firmado entre Católicos y Evangélicos

Teniendo en mente lo arriba mencionado, procedamos a leer la siguiente noticia que apareció
en el New York Times, el 30 de Marzo de 1994:

“Ellos han trabajado juntos (católicos y evangélicos) en contra del aborto y la pornografía.
Pero ahora, líderes católicos y evangélicos están pidiendo a sus respectivos rebaños que den
un significativo salto de fe: que finalmente se acepten unos a otros como cristianos. En lo que
ha sido llamada una declaración histórica, líderes evangélicos incluyendo a Pat Robertson y
Charles Colson (uno de sus principales proponentes), se reunieron con líderes católicos
romanos conservadores para sostener y levantar los vínculos de fe que unen a los dos grupos
religiosos más grandes y más políticamente activos del país. Ellos urgieron a católicos y
evangélicos para que pongan un alto a la obra proselitista de sus respectivos rebaños. John
White, presidente del colegio Ginebra y ex presidente de la Asociación Nacional de
Evangélicos (NAE), dijo que lo establecido por los líderes de ambos grupos representa un
“momento de triunfo” en la vida de una América religiosa, después de varios siglos de
desconfianza”.

El documento firmado lleva por título: “Católicos y Evangélicos Unidos: La Misión


Cristiana en el 3er. Milenio”. En su boletín informativo del mes de Marzo de 1994, The
Berean Call, Dave Hunt escribió lo siguiente respecto a la firma de dicho documento:

“No impugno los motivos ni tampoco cuestiono la salvación de los evangélicos que firmaron.
Sin embargo, creo que el documento representa el golpe más devastador en contra del
evangelio en por lo menos 1000 años....Sorprendentemente el documento afirma que todos
los católicos son cristianos, que sostienen la misma fe que los evangélicos y que son nuestros
“hermanos y hermanas en Cristo”. Si eso es así, ¡entonces la Reforma Protestante fue un
trágico error que todos deberíamos de denunciar!...Por 1000 años antes de la Reforma,
siempre hubo un grupo de cristianos evangélicos fuera de la iglesia católica, millones de los
cuales fueron asesinados por obedecer las Escrituras en lugar de obedecer a Roma. El Papa
Pío III asesinó a 60,000 en un solo día cuando sus ejércitos barrieron la ciudad de Beziers
Francia, un acto que fue considerado por él mismo como “la hazaña que coronó su papado”
(TBC Reprints, Pág. 225).

Como podemos ver, una vez más se cumple el refrán que dice: “Si no puedes con tu
enemigo, únetele”.

Los verdaderos cristianos nunca han gozado de la popularidad del mundo. El apóstol Pablo le
escribió a Timoteo lo siguiente : “Y también todos los que quieren vivir piadosamente en
Cristo Jesús, padecerán persecución” (2Timoteo 3:12). La historia habla elocuentemente de
las encarnizadas persecuciones que experimentaron los cristianos bajo el papado. Millones
fueron asesinados debido a su fe en Jesucristo. Pero esa táctica tampoco estaba dando los
resultados deseados. Entre más perseguían y asesinaban a los creyentes, más se encendía el
celo y la pasión por Jesucristo y por su Palabra. ¡Claramente el enemigo se encontraba
peleando con las armas equivocadas!

Aún antes de la Reforma Protestante, hombres como John Wycliffe (1329-1348) y John Huss
(1373-1415), creían en el evangelio bíblico y lo predicaban a la gente. Esperaban que su
iglesia pudiera ser reformada, pero en respuesta a sus predicaciones, Roma sentenció a
muchos de ellos a la hoguera. Millones de personas fueron condenadas a la muerte a través de
la máquina mortal conocida como “La santa inquisición”:

“Imagínate siendo arrestado repentinamente en medio de la oscuridad de la noche y llevado a


un lugar desconocido, totalmente secreto y le jos de familiares y amigos. No te han dicho
cuáles son los cargos en tu contra, ni tampoco te han dicho de la identidad de tus acusadores
los cuales permanecen ocultos, y libres también de cualquier examen que los pueda delatar si
están o no diciendo la verdad. Cualquiera que sea la acusación, es aceptada como un hecho y
tú eres culpable sin siquiera ser juzgado. El único “juicio” será realizado por la tortura más
dolorosa que continuará hasta que confieses ese crimen o herejía anónima de la que has sido
acusado. Imagínate el tormento producido por las coyunturas dislocadas, la carne desgarrada,
por los daños internos, los huesos quebrados sobre la rueda de tormento y otros instrumentos
de tortura...Eventualmente confesarías cualquier cosa a fin de ponerle fin al tormento, pero
sin importar lo que confesaras, tal información nunca concordaría con la acusación secreta.
Así que, el tormento continuaría hasta que por fin mueras víctima del trauma insoportable.

Tal fue el destino de millones. Ellos eran persona s como cualquiera de nosotros: padres,
madres, hermanos, hermanas, hijos e hijas –todos ellos con sueños y esperanzas, con pasiones
y sentimientos y muchos de ellos con una fe que no podía ser destrozada por el fuego o la
tortura. Ten presente que tales horrores, esa maldad de tales proporciones la cual es
inimaginable en la actualidad, fue realizada por siglos en el nombre de CRISTO, bajo la
orden de aquellos que reclamaban ser los vicarios de Jesucristo. Ellos todavía son honrados
con tal título por su iglesia, la cual nunca ha aceptado que las inquisiciones fueron un grave
error” (Dave Hunt, op.cit. Pág. 250).

El alcance y naturaleza de tal engaño

A pesar de tales hechos históricos parece increíble que famosos líderes evangélicos se
encuentren aceptando el falso evangelio de Roma, pues ellos más que nadie deberían saberlo
mejor. Personalmente creo que tal ceguera espiritual se debe en parte a que varios apologistas
evangélicos no solo no han denunciado el falso evangelio de Roma, sino que dan la impresión
de que ella es una iglesia cristiana ortodoxa.

Uno de esos claros ejemplos lo ilustra el ya fallecido Dr. Walter Martin, quien escribió el
libro titulado “El Reino de los Cultos”:

“El escritor (Walter Martin) ha sido interrogado repetidamente del por qué el catolicismo
romano no ha sido incluido como una de las principales sectas. La respuesta es que la iglesia
católica es una piedra con diferentes facetas. Ella es una máquina política corrupta y
extremadamente peligrosa y es también un cuerpo religioso lleno de errores doctrinales y
supersticiones. Pero es una iglesia que está fundada sobre el sólido fundamento del credo
apostólico. Se aferra y defiende las doctrinas cardinales tales como...la resurrección de
Jesucristo...y la expiación hecha por su sangre substitucionaria”.

No es necesario poseer un doctorado en teología como lo tuvo Walter Martin para darnos
cuenta que esas afirmaciones llevan toda la intención de engañar a los incautos a través de la
mezcla de ciertas verdades con errores fatales. Como resultado de semejante conclusión, se
crea en la mente del lector una simpatía hacia la iglesia católica y se le ve como una
defensora de las verdades doctrinales de la fe cristiana. ¡Nada es más lejos de la verdad!

Dave Hunt tiene un comentario al respecto:

“La Cristología católica es totalmente herética. Ella niega el papel exclusivo de Jesucristo
como el mediador entre Dios y el hombre, haciendo de María la “co-mediadora”. Niega
también la exclusividad de su obra redentora haciendo de María la “co-redentora”...y niega
también la suficiencia de su obra redentora, declarando que el redimido debe, en adición a los
sufrimientos de Jesucristo por ellos en la cruz, sufrir por sus propios pecados aquí o en el
purgatorio...el “Cristo” del catolicismo romano es tan falso como su “María” –al igual que el
otro “Jesús” de los Mormones o de cualquier otra secta...se afirma que los Protestantes y los
católicos se adhieren al mismo credo apostólico. Eso hasta cierto punto es verdad, pero es
también una afirmació n seriamente engañosa...por ejemplo, mientras se afirma que Jesucristo
“padeció bajo Poncio Pilato”, el catolicismo romano enseña que sus sufrimientos son
insuficientes. Que en adición al sufrimiento de Jesucristo, cada uno debemos sufrir por
nuestros pecados para poder ser salvos. Que aún podemos sufrir por la salvación de otros: (La
constitución apostólica del 1 de Enero de 1967, Indulgentarium Doctrina #1687, insta a los
católicos a llevar “cada uno su propia cruz en expiación por sus pecados y por los pecados de
los demás...ayudando a sus hermanos a obtener salvación de parte de Dios)...La desviación
del catolicismo del cristianismo bíblico llega al mismo corazón de la fe, a la misma salvación
y así, afectando el destino eterno de los que son engañados de esa manera.

El catolicismo romano rechaza la salvación a través de la fe y predica un falso evangelio de


obras que no puede salvar. La salvación para ellos no se encuentra en Jesucristo, sino en su
iglesia a través de la sumisión a sus edictos y sacramentos...Aquellos que creen las mentiras
de Roma y siguen su falso evangelio de obras para la salvación, se encuentran perdidos.
Fallar en reconocer este hecho ha llevado a muchos líderes evangélicos y expertos en sectas a
ser engañados por Roma y necesita n ser confrontados e informados...Un falso evangelio es un
falso evangelio y condena a aquellos que lo creen, ya sea que sea predicado por el
Mormonismo o por el Catolicismo. Una secta es una secta. Los católicos romanos, al igual
que los miembros de otras sectas, necesitan ser tratados con compasión, advirtiéndoles de las
mentiras de las sectas y presentándoles el verdadero evangelio que puede salvarlos” (Una
Secta es una Secta, TBC Reprints Pág. 110).

¿Qué es lo que ha conducido a ciertos líderes evangélicos a cometer tan trágico error?

Si Roma todavía predica y practica un falso evangelio de obras, ¿Por qué muchos líderes
evangélicos famosos y reconocidas organizaciones para-eclesiásticas pasan por alto este
hecho y están trabajando en unión con la iglesia de Roma? Esta es una pregunta que tal vez
tenga muchas respuestas válidas, pero personalmente creo que una de las principales
respuestas la encontramos en 1Timoteo 4:1 que dice:

“Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de
la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía
de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán
abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de
ellos los creyentes y los que han conocido la verdad”

El Espíritu Santo le reveló al apóstol Pablo la terrible apostasía que tendría lugar en los
últimos días, justo antes del regreso de Jesucristo. Sería tan grande el engaño que Jesucristo
les dijo a sus discípulos que ni aún los cristianos serían inmunes a tal engaño: “Porque se
levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal
manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos” (Mateo 24:24).

La iglesia católica enseña y practica bastantes doctrinas totalmente antibíblicas tales como: la
transubstanciación, el purgatorio, la inmaculada concepción de María, la Asunción de María,
etc., las cuales, solo pueden tener su origen en los espíritus engañadores. Lo más
sorprendente no es que la iglesia católica enseñe tales doctrinas, lo realmente sorprendente es
que los modernos evangélicos se encuentren aceptando tales doctrinas que son
completamente antibíblicas y lo hagan en nombre de la “unidad” y del “amor cristiano”. ¡Tal
es la apostasía que caracteriza al mundo evangélico de la actualidad!

T. A. McMahon nos comenta lo siguiente respecto a la apostasía actual entre varios líderes
evangélicos de la actualidad:

“Muchos evangélicos (quienes comúnmente son percibidos como líderes de la iglesia debido
al alcance de sus ministerios y su fama gracias a los medios de comunicación), parecen
encontrarse inconscientes de este engaño hacia los “evangélicos” por Roma. El problema ha
proliferado debido a la influencia que ejercen estos líderes sobre millones de evangélicos
alrededor del mundo. Cuando esos líderes dan la impresión de que los católicos son parte del
Cuerpo de CRISTO, las multitudes son convencidas –y el pontífice se regocija....estaría
dispuesto a pagarles los gastos a líderes evangélicos tales como Hank Hanegraaff, Jack Van
Impe, Charles Colson, Norman Geisler y muchos otros evangélicos los cuales actualmente se
encuentran propagando la unidad ecuménica con Roma, para que fueran y estuvieran tan solo
una semana con alguna familia de misioneros en cualquier país católico. ¡Esa experiencia les
podría dar algo de la realidad a su tan alardeada erudición!” (TBC Reprints, Pág. 317).

Los devastadores resultados de tal acuerdo

Tan solo dos meses después de haberse firmado en los Estados Unidos el documento de
unidad entre católicos y evangélicos, apareció un artículo en la revista “Carisma” del mes de
Mayo de 1994, el cual decía en parte:

“Sorprendidos por el asombroso crecimiento de “sectas” evangé licas en Brasil, líderes de la


iglesia católica romana han amenazado con emprender una “guerra santa” en contra de los
protestantes, a menos que dejen de llevarse a la gente del rebaño católico....En la 31era
Conferencia de Obispos del Brasil, el obispo Sinesio Bohn mencionó que los evangélicos son
una seria amenaza para la influencia del Vaticano en su país. –Declararemos una guerra
santa, de eso no hay duda, anunció. -La iglesia católica cuenta con una voluminosa estructura
que cuando nos movemos aplastamos a quien sea bajo nuestros pies -. Según Bohn, la guerra
santa no podrá ser evitada a menos que 13 de las más grandes denominaciones e iglesias
protestantes firmen un acuerdo, en el cual se requeriría que los protestantes renuncien a sus
esfuerzos evange lizadores en Brasil y como respuesta, dijo él, los católicos acordaremos
detener la persecución hacia los protestantes”.

¡Esos son los trágicos resultados de ese pacto con la muerte! El apóstol Pablo claramente
nos advierte de esto: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos. Porque ¿Qué
compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y que comunión la luz con las
tinieblas?” (2Corintios 6:14).

La persecución de los cristianos evangélicos por parte de la iglesia católica no es cosa del
pasado, sino que está ocurriendo aquí y ahora. El obispo admite que la persecución hacia los
evangélicos es todavía una política oficial de la iglesia católica. Es importante darnos cuenta
que la preocupación que se pudo ver en la conferencia de obispos en Brasil, no fue por dar a
conocer la verdad del evangelio ni por la salvación de las almas perdidas, sino por tratar de
mantener la influencia del Vaticano en Brasil y mantener a la gente dentro de la iglesia
católica. Notemos también que el acuerdo el cual, el obispo Sinesio Bohn demandó bajo
amenaza en Brasil, ha sido concedido aquí en los Estados Unidos por líderes evangélicos
tales como Charles Colson, Bill Bright, Pat Robertson y varios más.

Mientras que los evangélicos firman una tregua de paz con Roma, ella se encuentra
conduciendo un programa de “evangelización” dirigido hacia los mismos evangélicos para
atraerlos hacia la iglesia católica. Los líderes evangélicos quienes firmaron esa declaración de
unidad, se han imaginado que pueden crear una unidad espir itual con los católicos romanos
para ganar al mundo para Jesucristo. Pero lamentablemente eso no puede ser así, debido a
que la palabra “evangelismo” para los evangélicos significa: “guiar a las personas hacia
Jesucristo solamente”, mientras que para los católicos significa: “traer a las personas y
hacerlas miembros de la iglesia católica”.

Si algún católico piensa que estoy equivocado o que estoy malinterpretando lo que los
católicos creen, voy a permitir que Tom Forrest quien es un sacerdote católico carismático
pueda él mismo darnos una explicación de lo que significa el “evangelismo” para los
católicos. Esta declaración fue dada a un grupo de católicos carismáticos en Indianápolis un
Sábado por la mañana y nos da un claro vislumbre de la realidad:

“Nuestro trabajo es hacer a las personas tan completamente cristianas como nos sea posible a
través de integrarlos dentro de la iglesia católica. El evangelismo nunca será totalmente
exitoso hasta que el convertido sea hecho miembro del Cuerpo de Cristo a través de
pertenecer a la iglesia. Escuchemos las palabras de Pablo VI: “La obligación de toda persona
recién evangelizada, no puede ni tampoco debe permanecer abstracta. Debe existir una
conducta práctica y visible a través de pertenecer a la iglesia católica, la cual es nuestro
sacramento visible de salvación”. Me gusta mucho decir tales palabras y voy a repetirlas una
vez más: “¡Nuestro sacramento visible de salvación!”. Eso es lo que nuestra iglesia es y si
es así, entonces tenemos que ser evangelizados dentro de nuestra iglesia. No solo inviten a
alguien a ser cristiano, invítenlo a ser católico....¿Por qué esto debería ser importante?
Antes que nada, existen siete sacramentos y la iglesia católica posee todos ellos....sobre
nuestros altares tenemos el Cuerpo de Cristo y bebemos la sangre de Cristo. Jesús está vivo
sobre nuestros altares como una ofrenda....nos convertimos en una sola persona con Cristo a
través de la Eucaristía....Como católicos tenemos a María nuestra Madre, quien es la Reina
del Paraíso y quien se encuentra intercediendo por nosotros hasta que nos vea en
gloria....Como católicos tenemos el purgatorio, ¡gracias a Dios!, pues yo soy una de esas
personas que nunca podrían ser beatificadas sin pasar por ese lugar. Así que, como católicos
nuestra misión es la de utilizar esta década que nos queda para evangelizar a todos los que
podamos trayéndolos al seno de la iglesia católica, al seno del Cuerpo de Cristo y al seno del
tercer milenio de historia católica” (Foundation, Julio-Agosto 1990 Énfa sis añadido).

Unidad...pero, ¿A qué precio?

La “unidad” entre católicos y evangélicos no es ni será una unidad de partes iguales, sino mas
bien, será un camino de una sola vía que solo conduzca a Roma tal como ya lo hemos visto
en los reportes anteriores. No solo es una insensatez trabajar junto a los católicos romanos en
la evangelización del mundo, sino que es completamente imposible debido a que los católicos
romanos necesitan ellos mismos ser alcanzados con el mensaje de salvación. Pero
desafortunadamente demasiados líderes y organizaciones evangélicas, se encuentran
comprando tales mentiras.

T. A. McMahon ilustra esto al relatarnos cómo dos oficiales de Promise Keepers


(Cumplidores de Promesas), reaccionaron cuando un cristiano evangélico se encontraba
distribuyendo tratados e intentando alcanzar con el evangelio a los católicos:

“Pero lo que es aún más doloroso es ver la creciente aceptación del mito de que el
catolicismo romano salva. Esta seria equivocación fue repetida recientemente por dos
oficiales de PK (Cumplidores de Promesas) al líder de un ministerio que evangeliza a los
católicos. Acercándose a su tienda provisional en donde se encontraba distribuyendo tratados
con el mensaje de salvación a los católicos, esos representantes de PK comenzaron a
reprenderlo por encontrarse ofendiendo a sus hermanos católicos. Eso no solo es absoluta
ignorancia, sino que es un grave error que afecta el destino eterno de casi un billón de almas
perdidas. Los evangélicos bien saben que no todos los que asisten a las iglesias evangélicas
son realmente salvos, así que, ¿Por qué se nos impide evangelizar a los católicos?” (T. A.
McMahon, El engaño hacia los evangélicos).

Lo que estamos presenciando en la actualidad y que está ocurriendo ante nuestros propios
ojos, no es una muestra de “unidad” y de “amor cristiano”, sino mas bien, es una muestra de
la más cruda y aberrante apostasía que los inspirados escritores del Nuevo Testamento
dijeron que tendría lugar en los últimos días. Los populares y bien conocidos defensores del
evangelio los cuales debieran de encontrarse en total oposición hacia ese descomunal engaño
conocido como “ecumenismo”, lamentablemente se han quedado callados o en el peor de los
casos, se encuentran ellos mismos promoviendo tal unidad. Tal es el caso de CRI y de su
presidente Hank Hanegraaff (The Bible Answer Man) y de los ministerios Jack Van Impe,
entre otros (En la segunda parte estaremos documentando lo que ellos han dicho y escrito al
respecto). La verdadera oposición hacia esa falsa unidad no viene de “grandes y respetados”
ministerios cuyos programas pueden ser vistos las 24 horas del día por televisión tanto en
inglés como en español. La verdadera oposición viene de ministerios insignificantes que no
temen hablar la verdad aunque están conscientes de que tal oposición no les dará popularidad
ante el mundo sino todo lo contrario.
La amenaza más grande que tiene el catolicismo romano no viene de tales ministerios
famosos cuyos tibios y mundanos programas son vistos en diferentes canales de televisión.
Michael de Semlyen nos comenta lo siguiente al respecto:

“La amenaza más grande para el dominio de la iglesia católica romana y de las ambiciones
del papado, muy probablemente viene del asombroso crecimiento del evangelio en
Latinoamérica y África y de la comunidad hispana que reside en los Estados Unidos”
(Michael de Semlyen, All Roads Leads To Rome? Pág. 69).

En la segunda parte de este artículo estaremos analizando mas de cerca quienes fueron los
que prepararon el camino para tal apostasía. También estaremos contestando a la pregunta,
¿Ha cambiado Roma verdaderamente? Muchas personas contestan emocionadas: ¡Si,
Roma realmente ha cambiado! Desafortunadamente la realidad es otra. También estaremos
hablando de la firma de otro documento entre católicos y evangélicos en el año de 1997.
Espero que a través de estos artículos el sincero buscador de la verdad pueda encontrar las
respuestas a tantas falacias y mentiras infundadas del catolicismo romano para engañar a los
incautos. También espe ro que a través de estos artículos, todos aquellos evangélicos que han
regresado a ocupar una vez más las bancas de la iglesia católica romana, puedan con
honestidad sopesar la evidencia bíblica e histórica y renuncien a tal apostasía que solo los
conducirá a una eternidad sin Cristo y sin esperanza.

©Daviel DePaz, Enero 2004

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