Francia representa el origen del bloque de constitucionalidad, el que ha servido de
ejemplo para los demás países adoptantes de esta teoría, pues, desarrollo la doctrina, jurisprudencia e interpretación de las normas integrantes para establecer un sistema de normas supremas, en igual jerarquía constitucional, es por ello que es importante establecer cuáles son los lineamientos tanto normativos como jurisprudenciales sobre los cuales se ha estructurado el bloque de constitucionalidad en el sistema francés.
Dentro de las normas que integran el bloque de constitucionalidad se tiene
elementos esenciales referidos a la Constitución Política de 1958, así como normas internacionales que desarrollan derechos humanos y de mayor importancia histórica como es la Declaración de derechos del hombre y del ciudadano de 1789, así mismo se toma como elemento esencial el preámbulo de la Constitución política de 1946; por otra parte también se reconocen elementos marginales del bloque de constitucionalidad, siendo estos: los principios fundamentales reconocidos por las leyes de la Republica, por lo que es conveniente hacer un claro análisis del ¿Por qué? se consideran las normas citadas anteriormente como normas supremas.
En principio se tienen como elementos esenciales aquellas normas enunciadas en
el preámbulo de la constitución política de 1958, que señala “El pueblo francés proclama solemnemente su adhesión a los derechos humanos y a los principios de la soberanía nacional tal y como fueron definidos por la Declaración de 1789, confirmada y completada por el Preámbulo de la Constitución de 1946, así como a los derechos y deberes definidos en la Carta del Medio Ambiente de 2003.
En virtud de estos principios y del de la libre determinación de los pueblos, la
República ofrece a los Territorios de Ultramar que manifiesten la voluntad de adherirse a ella nuevas instituciones fundadas en el ideal común de libertad, igualdad y fraternidad y concebidas para favorecer su evolución democrática”.
Preámbulo que sirve de fundamento jurídico para integrar el bloque de
constitucionalidad como sistema normativo, pero hasta hoy en día es discutible si el preámbulo constitucional es simplemente una figura retórica sobre lo que el constituyente quiso plasmar en la constitución política, es decir un enunciado sin eficacia y que no obliga en derecho o son una figura con valor normativo negando la infravaloración de los preámbulos, tal y como ocurre en el caso francés; cuestiones que no deben de ser asimiladas a la exposición de motivos de una ley ordinaria, pues en esta el legislador explica las razones que le han llevado a elaborar las nuevas normas, y por otra parte, el preámbulo anticipa las ideas que han de configurar el sistema, el régimen jurídico, manifestando las opiniones en las que la mayoría está de acuerdo.
En Francia, se discutió acerca del valor normativo del Preámbulo de la actual
Constitución de 1958. Se mantuvieron tesis diversas al respecto. Pero “el 19 de junio de 1970 el Consejo Constitucional inició una notable jurisprudencia, según la cual el Preámbulo es “una disposición jurídica fundamental”, que limita la actividad de todos los órganos del Estado, incluido el legislador”1. Gracias al Preámbulo la declaración de derechos de 1789, el complemento de la misma que figura al comienzo de la Constitución de 1946 y los principios fundamentales reconocidos por las leyes de las tres primeras repúblicas, integran hoy el derecho vigente.
Ahora bien, en todos los Preámbulos constitucionales hay generalmente dos
clases de afirmaciones. Unas son verdaderas prescripciones jurídicas que poseen la misma fuerza vinculante que los preceptos del articulado. Y otras que son figuras retoricas referidas a describir o mencionar características propias del Estado y sus habitantes, es por ello que los preámbulos de las constituciones deben ser redactados con especial cuidado ya que sirven de guía al momento de interpretar las normas, pues su finalidad es establecer un orden en el sistema normativo.
1 Jiménez de Parga, Manuel, El Control Constitucional del Preámbulo de las Leyes, Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Fundación Ciudadanía y Valores, España, 2009. Pág. 3