Anda di halaman 1dari 3

¿A dónde van las 4 palabras que curan?

Publicado el febrero 2, 2011 por Vivi Cervera


Hace algunos años cuando leí a Caroline Myss en Anatomía del espíritu, me di cuenta de que no conocía totalmente mi cuerpo, de que
ignoraba totalmente la forma en la cual lleva todos sus procesos y que por lo mismo estaba muy lejos de conocer hasta qué punto cuenta
cada palabra pensada, sentida o pronunciada; ignoraba a qué grado se puede crear o destruir con cada proceso de la mente o con el sentido
que se le dé a las experiencias vividas.

Caroline ejerce la medicina intuitiva, o sea que posee la facultad de leer un cuerpo humano y percibir las razones por las cuales alguna de sus
partes puede llegar a tener problemas o las causas por las cuales ha enfermado. El hecho de haber descubierto su talento la llevó a analizar
profundamente al espíritu, a la conciencia que habita al cuerpo humano para finalmente demostrar que cada órgano está asociado a centros
energéticos vitales (chakras) cuyo funcionamiento depende del grado de sinceridad, honor, poder interior y amor propio que podamos sentir.

Actualmente hay muchas personas que nacen con esta facultad o que la desarrollan por medio de diversas prácticas y para ellas es cotidiano
observar a alguien o leer su nombre y permitir que la información más importante (sobre esa persona) sea “descargada” o baje a través de la
mente clarividente en forma de imágenes, sensaciones o percepciones diversas para brindarle ayuda de manera exacta, tal como puede
hacerlo un aparato de rayos x. Por eso una persona con este don puede recibir información (por ejemplo) de cómo le hablaste a tu cuerpo
cuando te estabas mirando en el espejo hace un par de días o hace un par de meses o quizás un par de años; ella puede “sentir” cada
palabra con exactitud; todo depende de la intensidad con la cual eso que dijiste haya entrado en tu sistema y a qué nivel haya perdurado en
tu recuerdo.

La cuestión es: Todo lo que piensas, sientes, pronuncias o gritas adquiere un valor, un tono o un dato que se mezcla en el mar de energía que
eres, viaja a través de tus órganos, se filtra en tu red de canales o meridianos y crea un sentimiento, una emoción o una forma que los
obstruye o los libera. Esta información se codifica y ocupa un lugar, flota o se plasma para generar una respuesta, o sea que tanto lo que
dices como lo que no dices tiene un valor, un punto de partida y un punto de llegada. Sin embargo lo más complejo de todo, es el hecho de
que toda tu estructura física y energética está diseñada para contener al infinito y es por eso que cada palabra amorosa hacia ti, se expande a
través de tu Ser o de tu conciencia para penetrar los demás seres o conciencias que están dentro de ti, en tus pensamientos, en tu
imaginación, en tu mundo sensorial.

Por esa razón, lo que sea que estés pensando o sintiendo en este momento es una creación porque en un mundo hecho de ideas, tanto los
sonidos como las vocales, las letras, las palabras, las frases, las oraciones y expresiones generan emociones, sentimientos o sensaciones como
por ejemplo: “Siento mucho frío” o “Estoy enojada” o “Estoy agradecida”. Y alguien que pueda leer el cuerpo humano detectará lo que estás
pensando, recibirá lo que estás enviando y descubrirá dentro de sí, el porqué de lo que sientes.

El poder de leer un cuerpo humano es algo de una naturaleza totalmente cuántica y holográfica porque te da a entender que todo lo que
consideras íntimo, privado y tuyo está al alcance de cualquier mirada intuitiva, y que es información disponible para la persona clarividente.
Esta es otra de las razones por las cuales tú eres el Uno, y de ahí también se desprende la frase: “Todos somos Uno”. Si esto no fuera cierto
¿Cómo puede tu mundo interior ser “descargado” a través de otra mente humana?

Lamentablemente esta es una facultad que la raza humana ha perdido, pero estamos en vía de recuperarla, de hecho lo hacemos posible
cuando textos como este salen desde tu corazón para tomar forma en la conciencia mía. Así mismo estamos recuperando el poder interior que
nace del amor propio por medio de las 4 palabras que curan, hasta que llegue el momento en el que los humanos seamos totalmente
sinceros, totalmente honestos individual y colectivamente, porque podremos mostrarnos tal cual somos, con total transparencia y libertad.

Quizás después de leer todo esto puedas comprender que pronunciar un simple y sencillo “Lo siento” puede devolverte aquella perdida
sensación de unidad que viaja por tu piel, que es el órgano más grande que posees y que de esta manera te hace más sensible ante las
vivencias de las demás personas, te hace más desapegada de los resultados y te convierte en Unidad.

Ahora tal vez percibas que la palabra “Perdóname” y su sonido hacen eco en órganos tan importantes como tu páncreas o tu colon y que si
poseyeras la facultad de leer tu propio cuerpo entonces podrías ver escaleras apoyadas en tu hígado y pequeñas células subiendo los
peldaños para poder trasladar baldes repletos de nutrientes. Y entonces te sería más sencillo perdonarte por no ser lo suficientemente algo, o
por no ser la persona que todos esperan, por haber fallado o por no haber hecho lo que pensaste siempre que era correcto. Quizás podrías
perdonarte para que la vida fuera más fácil para tus hijos o para aquellas personas que amas.

Y si sólo dices “Gracias” ya estás entrando en contacto con tu corazón y estás permitiendo que tanto venas como arterias trabajen sin tantos
obstáculos en su camino y en ese acto desprendido es posible que sientas que tu sangre se convierte en luz, que tu hipertensión o tus
malestares cardíacos son tus aliados y no tus enemigos. Que aquello que más te entristece es un regalo que la vida te dio para mejorar y que
sólo sientes gratitud por estar aquí ahora, con vida.

Si pudieras leer tu cuerpo y observar el recorrido que hace la gratitud en ti, entonces jamás dejarías de decirte a ti misma: “Gracias”. La
gratitud recarga tu cuerpo de energía, te ahorra horas y horas de sueño, de letargo, de pereza, de auto crítica; también te conecta con la
Fuente y sobre todo te saca de cualquier situación en la que sientas que no hay salida. Si confiaras en ti lo suficiente, es probable que ahora
pudieras ver centenares o miles de células de tu color favorito con palas y máquinas resanando las grandes avenidas, los carriles de tu red
energética de meridianos. La gratitud transmuta las guerras de tu mente en amor por ti o sea amor por la humanidad.

Algunas personas me dicen: “Vivi yo no siento que me amo, entonces ¿Cómo puedo pronunciar esta palabra?” Y la verdad es que no importa,
hay tan poco amor propio en el individuo promedio, que al principio esto de pronunciar un “Te amo” puede parecer loco, descabellado,
absurdo y después llegan las dudas, las preguntas y las negaciones: “Pero yo no me amo”. Entonces algunas personas se detienen y otras
pese a sus pensamientos compulsivos continúan. Si este es tu caso no dejes que esta duda te afecte porque el sonido cuenta, la frase trae su
propia vibración y siempre llega al lugar que tu cuerpo le ha destinado para curarlo. “Te amo” es el sonido más sanador del Universo y si llegó
a ti entonces no lo dejes ir. Esta frase se pronuncia constantemente con total desapego y si se puede con aprecio, con un bello sentimiento,
mucho mejor.

Esta frase cubre tu cuerpo y viaja a través de tus pulmones desatascando tu respiración. Recorre tus riñones transmutando los miedos y
quizás sientas que millones de células sonrientes le dan vitaminas a las células tristes de tu sistema inmune, o que algunas otras que nacieron
con el arte de la jardinería siembran césped suave, fresco y verde alrededor de las zonas más áridas de tu cuerpo, entonces quizás sientas
que por primera vez estás viviendo y que por lo mismo es la primera vez que te estás alimentando.
Las palabras que duelen, las frases de odio y los pensamientos no observados tienen un efecto contrario, generalmente destruyen, lastiman,
duelen, atrapan, coartan, debilitan, golpean y empequeñecen al Ser. No eres culpable por pronunciarlas, tan sólo eres responsable de
sentirlas. Entonces ponte a trabajar contigo, a amarte desde ya, tal como te he dicho hoy aquí.

Me extendí en este artículo porque no me fue posible detenerme, las manos sólo escribían y todo llegaba fácilmente para ti. Es un placer
conectar con tu alma de esta manera. Gracias por leerme.

Lo siento, perdóname, te amo, gracias.

© Todos los derechos reservados. Vivi Cervera 2011.

Maria Helena Pava12 de febrero de 2011 a las 13:48


Asunto: q lindo no?
Saludo navideñoEl lenguaje de los abrazos →
Cómo tomar una decisión
Publicado el enero 12, 2011 por Vivi Cervera
Por Vivi Cervera

Cada vez me asombra más la vida con su multitud de capas que envuelve otras capas, que a su vez contienen más capas que hacen infinitas
las posibilidades, las creencias, los juicios, las conductas y las realidades. Es de este modo como me encuentro de frente con las
contradicciones, con las palabras que en apariencia se oponen pero que en el fondo están estrechamente relacionadas.

Así como tú te has encontrado de frente con la incapacidad de tomar una decisión porque sientes que cualquiera de las opciones que escojas
atraerá un riesgo enorme o no será conveniente para ti, también yo me he visto en esta situación centenares de veces y lo más sorprendente
es que todavía llegan a mi mente ese par de bifurcaciones de mis rutas neuronales que me hacen preguntarme: ¿Y ahora qué? ¿Qué voy a
hacer? ¿Cuál opción debo tomar?

Entonces surge la frase: “Quítate del medio”.

Lo que significa que deje de pensar en ello y le abra paso a mi Yo Divino, a quien no piensa, a la luz que parece escondida y que sin embargo
se encuentra visible para quien tiene la facultad de percibirla. Y me siento muy bien sabiendo que sucederá lo que es correcto, lo que es
perfecto, lo que simplemente tenía que pasar y muchas veces ni siquiera decido. Es por eso que hay quien opina que –no decidir- también es
decidir, porque de hecho la opinión de quienes no deciden también cuenta en el gran movimiento de la conciencia colectiva. Así que una vez
más se puede decir que ese mundo oscuro e intranquilo que llevamos adentro también es parte de la claridad, de la calma y de la perfección;
así que lo caótico es parte inherente del orden divino.

Algunos autores afirman que tenemos el poder de elegir, otros afirman que no y la verdad es que lo único que importa aquí es lo que tú
consideras porque con base en ello se moverá tu campo o tu perspectiva de la vida. De todos modos a cada instante te vas a encontrar con
una oportunidad de elegir entre dos caminos distintos (pero que al final se unen): ¿pensar en el problema o amarte permanentemente sin
analizar?

Ahí está la decisión. Si sientes que no puedes elegir amarte de manera permanente entonces aquí entra una segunda capa de las muchas que
tiene la vida, ya que también podrás elegir amarte por no amarte o aceptarte por no poder hacer lo que te dicta tu conciencia. Si eliges al
amor, cada inicio de camino te permitirá encontrarte con la aprobación de todos tus actos.

La indecisión suele suceder en tus relaciones con las demás personas. Tienes un gran conflicto en tu mente pensando en si será conveniente
que te quedes con tu pareja por ese montón de años a su lado o si debes irte y disfrutar de experiencias nuevas que en tus pensamientos se
dibujan como más placenteras. Este conflicto da lugar a pensar si estarás feliz o no con tu próxima relación formal o si sentirás que la culpa te
va a doblegar poco a poco hasta volverte pedazos.

Quizás piensas en si será propicio tener ese bebé o no, en cómo afectará tu vida el decir que sí, en lo que vendrá después si dices que no, en
el por qué te sucedió algo en lo que crees que no tuviste oportunidad de decidir, etc. Es probable que te estés preguntando si será oportuno
regresar, si trasladarte a otra ciudad o quedarte en el mismo sitio de siempre, si casarte o dejarlo para una próxima ocasión, si abandonar
definitivamente la vida de maltrato a la que te has adaptado lentamente o si es tu misión continuar ahí.

En todas las situaciones cotidianas hay decisiones por tomar y esto es perpetuo, entonces ¿Por qué no dejar todo en manos de la Inteligencia
Divina para que así tenga lugar lo perfecto? ¿Quizás no le dejas todo a la Divinidad porque a través de tus indecisiones se manifiesta lo
Divino?. Nadie lo sabe. La mente no tiene esa facultad, entonces simplemente las preguntas continúan:

¿Me realizo el examen médico o no?

¿Compro casa o apartamento?

¿Funcionarán estas palabras que curan?

¿Digo que sí o que no?

Y razonablemente el SI te da más posibilidades que el NO, pero de todas maneras en mi concepto lo mejor es hacer algo y ya, sin pensarlo
tanto, o bien permitir que un estado interior iluminado, en calma te lleve a actuar de manera perfecta para ti, ya que conscientemente no
sabes qué es lo que necesita tu Ser para continuar. Seguramente puedes reconocer que tus mejores pasos, tus mejores acciones, tus mejores
obras se te dieron de manera repentina, tus mejores decisiones saltaron frente a tus ojos casi sin que pudieras darte cuenta porque no hubo
espacio ni lugar para pensar.

Entonces no pienses.

Pronuncia las 4 palabras que curan de manera permanente y si sientes la obligación de pensar vuelve a pronunciar las 4 palabras que curan y
confía en el Ser que te ha hecho sonreír cientos de veces, permite que te muestre tu misión, tu lugar y el trabajo para el cual naciste. Yo sé
que esto no es fácil de hacer, pero si llegó a ti es porque tú puedes.

La experiencia de permitir que la vida se despliegue a través de ti es maravillosa, sin embargo no está libre de miedo, porque siempre surge la
duda acerca de que permitir significa que algo negativo se quede, que esa enfermedad permanezca, que esa ausencia de dinero continúe y
que la soledad te invada; pero no hay que confundir la aceptación con la apatía. El hecho de “permitir” simbólicamente hablando consiste en
respetar los tiempos del cuerpo, los de tu mente y los de tu espíritu para poder sentir la tranquilidad de que hay una fuerza superior a tus
pensamientos que puede guiarte, que puede sanarte, que puede enseñarte más. Entonces cuando sientes esta quietud dejas de tener miedo
de lo que vendrá y hueles el ambiente, observas el panorama, observas las flores, las montañas, disfrutas del campo y es entonces cuando la
vida te regala un instante sagrado, un momento de iluminación donde el mundo es tuyo, y ya después nada será igual. Ese instante te llevará
a entender que siempre siempre siempre aunque no decidieras, decidiste bien.

Gracias por leerme. Abrazos.

Anda mungkin juga menyukai