¿Qué es el divorcio?
El divorcio es la disolución del matrimonio, este se divorcia cuando los
integrantes de la pareja deciden que ya no pueden continuar viviendo juntos
y no quieren seguir estando casados. Acuerdan firmar ciertos papeles con
validez legal que les permiten volver a ser solteros y casarse con otras
personas si lo desean.
Las cifras del divorcio son muy importantes. En España crece y va hacia el
30% sobre matrimonios celebrados y se estima que aunque la mayoría de
niños logra adaptarse a él, un 20-25% desarrolla sÍntomas graves.
CONCEPTOS BÁSICOS
¿A QUIÉN AFECTA EL DIVORCIO?
A todos los integrantes de la familia, sobretodo a los hijos.
El divorcio es una experiencia muy estresante para los hijos que puede
tener consecuencias a corto, medio y largo plazo y que además es capaz de
generar problemas físicos, emocionales y sociales.
1
DESARROLLO DEL TEMA
CONSECUENCIAS SOCIALES Y EMOCIONALES TRAS LA
SEPARACIÓN DE LAS PAREJAS
En general:
2
- Dificultades emocionales como depresión, miedo, ansiedad, tristeza,
…
- Problemas de conducta.
Según el sexo:
Según la edad:
3
Es frecuente que aparezcan regresiones, es decir, que el niño presente
conductas de etapas evolutivas anteriores ya superadas. Como por
ejemplo, niños que ya han adquirido la continencia nocturna y, de
pronto, se vuelven a hacer pis en la cama.
Aún así, según cómo se comporten los padres ante la separación, puede
haber formas de hacer que el paso por esta situación sea más o menos
complicado. Podríamos decir, por tanto, que hay distintos tipos de divorcio
según cómo se comporte la pareja ante este hecho.
4
Tras esto siguen manteniendo una buena relación de cara a los hijos. Estos
padres suelen tomar de forma conjunta decisiones importantes para el
futuro de los hijos, dialogar sobre las pautas educativas más adecuadas, no
mezclar a los hijos en los temas de la pareja y repartirse la custodia de tal
forma que afecte lo menos posible a los intereses de sus hijos.
En estos casos, alguno de los padres (o ambos) acusan al otro de todos los
problemas, se muestran poco colaboradores en el proceso, critican
abiertamente al otro progenitor ante los hijos o incluso los utilizan para
trasmitir mensajes de descalificación.
Las repercusiones para los hijos en estos casos suelen ser nefastas dado que
el vínculo afectivo queda muy dañado y los hijos se suelen sentir culpables
del abandono de su progenitor.
5
En ningún caso es necesario hablar con los hijos sobre los motivos
concretos de la separación: que ha habido infidelidad por alguna de las
partes, que uno de los progenitores no se ve capaz de cargar con tanta
responsabilidad, que no se soportan, etc. Incluso aunque los niños
pregunten sobre ello. Éste es un tema de pareja que se debe resolver en la
pareja.
Para concluir, se les puede dar unas pautas sobre qué es lo que va a suceder
a continuación (si los padres lo tienen más o menos claro), cuáles van a ser
los cambios que se produzcan en adelante. Hay padres que se sienten
frustrados ante la reacción de sus hijos debido a que no reaccionan como
ellos esperaban, o tal vez no lo manifiestan como ellos habían imaginado.
Hay que tener en cuenta que los niños, a veces, no saben expresar en
palabras lo que sienten y les puede costar un poco ver la implicación a
largo plazo de aquello que se les está comunicando. Su reacción será
probablemente más tardía y de una forma indirecta presentando síntomas
de desajuste emocional.
6
Sea cual sea la situación, la decisión debería tener en cuenta una serie de
puntos:
Los hijos deberían quedarse con el padre que más respeto muestre
por el otro. No hay que olvidar que un niño es 50% su padre y 50%
su madre. Si uno de los padres no respeta al otro, no está respetando
tampoco una parte del hijo.
7
1. Desórdenes emocionales: depresión, agresividad e irritabilidad
Las reacciones emocionales ante la separación de los padres pueden ser
muy variadas. Hay ocasiones incluso en las que no se da ningún tipo de
reacción emocional lo que puede indicar que el niño está conteniendo o
reprimiendo sus emociones.
2. Regresiones
Las regresiones son la aparición de ciertas conductas que se consideraban
superadas en el desarrollo evolutivo. Por ejemplo, es muy frecuente que
aparezca enuresis (incontinencia urinaria), vuelta al gateo, retraimiento a un
lenguaje infantil, etc.
3. Fracaso escolar
Cualquiera de las manifestaciones anteriores suele ir acompañada de
retrasos o desajustes en el aprendizaje escolar.
8
progenitor, hasta hacerla contradictoria con lo que se esperaría de su
condición".
Esto quiere decir que uno de los padres (generalmente el custodio) trasmite
odio y rechazo hacia el otro. Es una forma clara de manipulación donde
uno de los padres usa a los hijos como arma arrojadiza contra el otro.
IMPLICACIONES PRÁCTICAS
-Mantener una actitud abierta y clara con el niño sobre el divorcio.
Explicar sinceramente lo que está pasando entre sus padres para hacerle ver
que él no es el culpable. Estimular a que el niño pregunte lo que desee y
contestarle teniendo en cuenta su edad, capacidad de comprensión y sus
características personales.
-Hablar con los padres sobre el rendimiento académico del niño en la
escuela a partir del momento de la separación solicitando toda su
cooperación.
-Para tratar de que los niños entiendan el divorcio de sus padres como un
hecho normal, se pueden llevar a cabo diversas actividades. Por ejemplo,
en niños de 3 a 5 años se les puede proponer en clase una actividad para
que sean conscientes de que existen diferentes tipos de familias y que se
den cuenta de que muchos otros compañeros también son hijos de padres
divorciados. Para ello, se les puede hablar de familias que les resulten
cercanas, ya que así lo comprenderán mejor o mediante dibujos
relacionados con el tema.
9
CONCLUSIONES
-Es fundamental prestar mucha atención al niño en todos los ámbitos
posibles (emocional, académico…) tras la separación de sus padres.
-Si el niño se encuentra fuertemente afectado por la situación y no consigue
superarlo, deberá ser atendido por profesionales.
10
los niños es algo que viene dado y sobre lo que no pueden hacer
nada.
Algunos niños pasan cierto tiempo viviendo con uno de sus padres y
cierto tiempo viviendo con el otro.
Otros niños viven la mayor parte del tiempo con uno de los padres y
visitan al otro. En este caso el niño debe ver que tiene dos hogares
donde alguien le quiere.
Si vive la mayor parte del tiempo con uno de los padres, el otro quizá
viva cerca o lejos. La frecuencia con la lo visita podría depender, en
parte, de dónde viva cada uno. Algunos niños cuyos padres se
divorcian deben mudarse a una nueva casa o un nuevo vecindario, y
eso también puede resultar difícil. Las otras cuestiones como la
escuela, los amigos y el vecindario no se modificarán.
11
BIBLIOGRAFÍA
-http://www.psicoterapeutas.com/terapia_de_pareja/divorcio_hijos.html
12