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Estructura conceptual: En este artículo se aborda la planeación vista desde la perspectiva del
contexto macrosocial. En primer lugar se aborda la estructura conceptual de la planeación y en
segundo lugar nos referiremos a algunos conceptos básicos sobre la planeación educativa en general
y los diversos tipos de educación.

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Eugene V. Rostow asevera que la planeación es una de las palabras más ambiguas y engañosas en
el vocabulario de nuestro tiempo. En este sentido la definición operativa de la actividad de la
planeación varía de acuerdo con los propósitos programáticos de dicha actividad. La necesidad de
desarrollar la planeación social puede tener su origen en los diferentes desafíos confrontados por la
mente humana en el dinámico contexto social. Estos desafíos expresados en categorías son;
Complejidad
Organización
Cohesión
Propósito
A un nivel más pragmático, la planeación es la respuesta a necesidades específicas, tales como,
toma de decisiones, solución de problemas y el pronóstico de tendencias y sucesos. Desde esta
perspectiva, la actividad de la planeación social puede ser vista como un proceso de razonamiento
aplicado, encaminado a determinar e implantar políticas sociales orientadas a la producción y
distribución de bienes y servicios. Sin embargo existen múltiples antecedentes y conceptos acerca de
la definición de la planeación como:
Gunnar Myrdal, el fenómeno de la planeación social, tuvo su antecedente en la intervención del
estado en las fuerzas del mercado.
Robert Wilson menciona que el utilitarismo social ha sido también una justificación para la planeación.
Harvey Goldstein quien lo expresa como ³un instrumento tanto del estado como de intereses
privados, ha asumido diferentes papeles históricos de acuerdo con el papel cambiante del estado, lo
cual depende a su vez, de la forma cambiante de la producción social.´
Anderson y Bowman mencionan que la planeación es el proceso de preparar un conjunto de
decisiones para actuar en el futuro.
Waterston indica que, es en esencia, un organizado, consiente y continúo intento de seleccionar las
mejores alternativas disponibles para alcanzar objetivos específicos.
Zappa: La planeación puede ser definida como el control y guía ejercida sobre el sistema
socioeconómico por la comunidad políticamente organizada para lograr objetivos que considere
deseables.
Kahn: La planeación es la opción de políticas y su programación a la luz de los hechos, proyecciones
y aplicación de valores.
De acuerdo con las anteriores definiciones, hay algunas características esenciales en la naturaleza y
el propósito de la planeación, y esta debe ser:
Una Actividad orientada a un objetivo
La elaboración de políticas de acción
Ejercicio práctico de programación
Ejercicio de anticipación
Actividad científica y técnica
Ejercicio político
Ejercicio permanente
Ejercicio de optimización
En síntesis, la planeación, como un ejercicio racional, puede ser simplemente definido como ³el
proceso de determinación de metas y diseño de medios por los cuales esas metas pueden ser
alcanzadas´ (Young, 1966: 78).

III.- Aspectos políticos y técnicos de la planeación: La planeación social es una actividad que implica
perspectivas tanto políticas como técnicas. Estas perspectivas, aunque requieren conjuntos de juicios
distintos, no deberían oponerse sino complementarse; tienen que ser balanceadas para evitar
esfuerzos innecesarios y resultados decepcionantes.
a.- Desde la perspectiva política, la planeación está unida a valores sociales, ³el porque de la
planeación´.
b.- Desde el punto de vista técnico la planeación se enfoca a definir ³como´ las metas y políticas
sociales deberán ser transformadas a un nivel programático, de acuerdo a áreas especificas.
El éxito de la planeación depende de un claro sentido de la dirección así como del compromiso y
participación de todos aquellos que se verán involucrados y afectados por los resultados esperados.

IV.- Planeación social frente a programas sociales:


El grado de posibilidad y complejidad de la planeación se relaciona con lo que Robert C. Young llama
³el perímetro de preocupación´ o ³los límites del área de responsabilidad de un actor, aunado a esto
los límites del área que será afectada por el desempeño de su responsabilidad´. Estos conceptos se
refieren a dos aspectos esenciales:
a.- Quien hará la planeación.
b.- Que cosa será planeada.
No es posible encontrar respuesta a estas preguntas sin que se consideren previamente los
siguientes elementos:
a.-El perfil del planificador.
b.- Las características de lo que se a planear.
John W. Dyckman distingue tres significados operacionales de la planeación social y son:
a.- Seleccionar los objetivos sociales de la nación o el estado, y fijar las metas para su realización.
b.- La aplicación de valores sociales y criterios de acción, para lograr el cumplimiento de programas
emprendidos en la búsqueda de metas económicas y políticas.
c.- Programación social: las actividades de beneficio social ejecutadas por dependencias públicas o
privadas.

V.-Planeación educativa: En general la educación se entiende como la adquisición de conocimientos,


habilidades y actitudes para la incorporación y participación de los individuos en la sociedad en que
viven. Generalmente se cree que a través de la educación pueden ser alcanzados un número
importante de objetivos nacionales, tales como cohesión política y social, sentido de la nacionalidad,
igualdad de oportunidades para el éxito, modernización, desarrollo económico, respecto a los
derechos humanos, etc. Todos estos supuestos explican la connotación universalmente positiva
implícita en el concepto ³educación´. La pregunta general, sin embargo, es la de saber cuáles son
aquellos elementos que pueden ser sujetos a la planeación y de qué manera puede ser mejor
alcanzado el propósito que se persigue. En cualquiera de los casos, la planeación educativa debe dar
respuesta a los siguientes elementos básicos:
a.- Contenido.
b.-La población atendida.
c.- Métodos de enseñanza ± aprendizaje.
d.-El sistema de recompensa.
Existen por lo menos dos grandes pasos en la planeación de la actividad educativa:
1.- La definición de valores, objetivos y prioridades (dimensión externa de la planeación), que tiene
que estar de acuerdo con los objetivos generales de la sociedad.
2.-El nivel pragmático y operacional o la ³dimensión interna de la planeación´, que define el cómo de
la actividad.
El primer paso es el carácter instrumental para logro de las metas sociales globales y el segundo
paso son los diferentes modelos o enfoques educativos.

VI.- Análisis conceptual de la educación formal y no formal:


Una clasificación actual divide los distintos tipos de actividades educativas en tres modalidades:
a.- Formal: Es la institucionalizada, graduada cronológicamente y es un sistema de educación
estructurado jerárquicamente que abarca desde la primaria has la universidad.
b.- No formal: Es un esfuerzo organizado para un determinado tipo de población, pero llevada a cabo
en un espacio fuera de la escuela.
c.- Informal: Comprende toda la educación organizada y no intencionada que recibimos de tan
diferentes fuentes, no hay metas de aprendizaje, ni guía ni maestro preparado, no hay curriculum, no
tiene estructura externa que marque principio y fin.

VII.- Educación formal:


Es el modelo más prestigioso. Combina cuatro funciones sociales claras: custodia de niños y jóvenes,
selección de roles sociales, indoctrinacion y educación como comúnmente se entiende, o sea,
desarrollo de habilidades y conocimientos.
Principales características del sistema escolar:
a.- Institucional (Iglesia o Gobierno).
b.- Secuencia cronológica de grados.
c.- Certificación como control principal: (documento que acredita).
d.- La escolaridad.- etapa temporal.
e.- Tres herramientas escolares básicas: lectura, escritura y aritmética.
f.- Currículum (teórico más que práctico).
El significado social de la escolaridad: tiene la facultad de otorgar validez y credibilidad al
conocimiento.

VIII.- Educación no formal:


a.- El aprendizaje se da en un contexto de una acción significativa.
b.-Sin brecha entre aprender y hacer.
c.-Se aprende en el entorno cotidiano de vida.
d.-Se incrementa la motivación por aprender
e.-Maestro y aprendiz son compañeros de trabajo, no hay arbitrariedad al aprender.

IX: Resumen:
La planeación educativa tiene que encontrar su ligar dentro de la estrategia de la planeación social,
en tanto que por otra parte, tiene que abordar el tema de que modelos educativos son los más
apropiados para alcanzar las metas de desarrollo. Por esto es importante lograr una comprensión
clara sobre las principales características de los modelos de educación formal y no formal, y su papel
actual en los países en vías de desarrollo.

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La planeación no es una disciplina científica, no cuenta con un cuerpo teórico especial, ni con
técnicas exclusivamente suyas. Es prevenir es anticiparse en este sentido todos percibimos la
necesidad imperiosa de la planeación. ¿Qué cosa es, entonces, la planeación? Según Ackoff
"Planeación es el diseño de un futuro deseado y de los medios efectivos de realizarlo. Es un
instrumento que usan los sagaces, pero no sólo los sagaces; cuando lo aplican hombres menores y
superficiales, se convierte en un ritual irrelevante que produce tranquilidad a corto plazo, más no el
futuro ambicionado." La planeación; Es un proceso temporal, debe aplicarse a un sujeto-objeto, debe
tener un propósito específico, obliga a la obtención de información relativa a ese objeto, implica una
sucesión de decisiones.

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Definición. Es un Proceso permanente, deliberado, individual y social que consiste en la adquisición


de información, hábitos, habilidades, métodos, lenguajes, actitudes y valores, y que sirve para
aprender, convivir, cuestionar y crear. El proceso de aprendizaje es personal, intransferible; así, la
educación es un proceso individual, y es también social. El hombre, mediante la educación, adquiere
información, dogma, datos; hábitos; habilidades intelectuales o manuales; métodos: lenguajes;
actitudes: y valores. La educación le sirve al hombre para aprehender, en el sentido de tomar, asir,
internalizar; convivir, poder vivir con otros de acuerdo con las reglas de la cultura; cuestionar, poner
en duda todo lo adquirido, incluyendo el sistema ético; y crear, que son las capacidades más
elevadas del hombre. El proceso de la educación se desarrolla en una circunstancia cultural concreta,
en una sociedad específica. La educación se ofrece en cada comunidad o sociedad a través de un
sistema educativo, que generalmente puede definirse y que no necesariamente es el sistema escolar

  
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Las técnicas de planeación obedecieron a necesidades bélicas y luego industriales, tal vez por ello la
planeación industrial ha sido aplicada indebidamente a la planeación educativa. La planeación no se
aplica a la educación misma sino al sistema a través del cual se imparte.

Evidentemente es más fácil planear el sistema educativo que la educación. Una rigurosa tarea de
planeación educativa no puede concebirse sin una seria reflexión sobre lo que es la educación en una
circunstancia cultural concreta. Los que se ocupan de la planeación educativa deben contribuir con
pasión a ese cuestionamiento y a los cambios de rumbo que ello implique. Por otra parte, los
sistemas educativos son organizaciones sociales que, por pretender servir a los objetivos de sus
miembros, se gobiernan por consenso. Los que planeen un sistema educativo deben tener autoridad
para implantar las medidas que se juzguen convenientes, y al mismo tiempo, esas medidas deben
contar con el consenso de los miembros del sistema educativo.
Muy frecuentemente, las técnicas tradicionales de planeación no son aplicables a sistemas sociales
como los educativos. En general, se acepta un planteamiento teórico en donde primero es necesario
fijar los objetivos; segundo, establecer metas cuantificables con las que pueda percibirse (medirse) si
los objetivos están siendo alcanzados; tercero, definir las acciones que han de seguirse a lo largo del
tiempo para alcanzar las metas, y finalmente el proceso se evalúa y se repite. En la práctica es difícil
precisar metas cuantificables y, a veces, es imposible hacer que todas las acciones necesarias sean
aceptadas por el sistema educativo.
La planeación educativa deberá hacer más énfasis en precisar los rumbos que sigue la educación,
que en las metas cuantificables que persigue, muchas veces difíciles de definir a partir de un sistema
de valores sociales. Todo lo antes dicho refuerza que la planeación de la educación es su reforma. La
planeación educativa no puede ser llevada a cabo plenamente por grupos de técnicos que hacen
análisis, dan consejos, o establecen alternativas, pero que no tienen facultades ejecutivas en el
sistema. Se necesita una base científica y técnica para la planeación educativa, pero ésta debe
formar parte de la estructura mental de los responsables del sistema educativo. De no establecerse,
con autoridad, una conciencia programática en el sistema, éste no se dejará planear ni coordinar, y
los equipos técnicos y científicos que asesoren a las autoridades del sistema educativo serán
ignorados. Si la planeación educativa no está engranada a los otros procesos de desarrollo sociales,
resulta poco eficaz. El proceso de implantación de las acciones de planeación educativa será siempre
un proceso político en donde la educación compita con otros sectores. En este sentido, por
importante que sea la educación, no se la puede considerar aislada de su circunstancia cultural. Por
lo tanto, los que planean la educación, deben no sólo reflexionar sobre la educación en sí misma, sino
en el papel que juega en todo el contexto social. En el desarrollo normal de un país pueden
encontrarse muchas imponderables, y serán sólo los aspectos cualitativos del proceso de la
planeación, los que harán cambiar de rumbo a la educación.

  
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Uno de los factores determinantes en el desarrollo social de un país es la educación: por tanto, ésta
debe contribuir al logro de los objetivos socialmente validos, para lo cual se apoya en la planeación.
De acuerdo con Villarreal (1980, pág. 7): planear es un acto de inteligencia cuyo propósito es
racionalizar la selección de alternativas para el futuro. Implica un ejercicio libre de la razón para definir
con claridad los fines a los que se orienta la acción, y desentrañar los mejores medios para
alcanzarlos. Llarena, McGinn. Fernández y Álvarez (1981, pág. 432). Definen la planeación educativa
como... el proceso que busca prever diversos futuros en relación con los pro cesos educativos;
especifica fines, objetivos y metas; permite la definición de cursos de acción y, a partir de estos,
determina los recursos y estrategias mas apropiadas para lograr su realización. En América Latina, la
planeación educativa es relativamente reciente. Durante su etapa de formación recibió diversas
influencias, principalmente de Europa, donde la planeación educativa tuvo un gran florecimiento
después de la Segunda Guerra Mundial. La planeación se realiza en todos los ámbitos de la
educación desde el nivel elemental hasta el superior; y siempre debe ser visualizada con proyección
local y/o nacional.

  
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El alcance de la planeación hace necesario contemplar las dimensiones que se relacionan con ella,
entre las que destacan (Llanera. McGinn, Fernández y Álvarez. 1981):

1. Dimensión social: ya que la planeación es realizada por grupos humanos. no puede escapar a su
carácter social pues son los propios individuos quienes se verán afectados con la implantación de
algún plan, programa o proyecto.
2. Dimensión técnica: toda planeación supone el empleo de conocimientos organizados y
sistemáticos derivados de la ciencia y la tecnología.
3. Dimensión política: planear es establecer un compromiso con el futuro; para que una planeación
sea variable, debe ubicarse en un marco jurídico-institucional que la respalde, aunque en ocasiones
sea necesario promover algún cambio en el marco en que se circunscribe la planeación.
4. Dimensión cultural: la cultura entendida como un contexto, un marco de referencia, un sujeto de
identidad o una alternativa en el sistema de valores, está siempre presente en toda actividad humana,
por tanto, la planeación educativa es afectada por la cultura.
5. Dimensión prospectiva: esta es una de la dimensiones de mayor importancia en la planeación,
pues al incidir en el futuro hace posible proponer planteamientos inéditos o nuevas realidades.

En la siguiente figura (1.1) se esquematizan las dimensiones de la planeación educativa.

Figura 1.1 Dimensiones de la planeación educativa

    


La planeación educativa requiere siempre de un proceso lógico y sistemático con la finalidad de que
se realice en las mejores condiciones posibles; en ella se pueden distinguir las siguientes fases:
- Diagnóstico
- Análisis de la naturaleza del problema
- Diseño y evaluación de las opciones de acción
- Implantación
- Evaluación

Diagnóstico. Constituye el primer eslabón de vinculación con el contexto referencial, las necesidades
educacionales, las condiciones de aprendizaje y los factores que afectan el proceso educativo
permitiéndonos una aproximación para establecer la nueva programación.
Análisis de la naturaleza del problema

Es la comprensión integral de la complejidad de la realidad educativa para captar las relaciones


externas e internas del entorno educativo, los factores sociales, económicos, políticos y culturales a
fin de formular un planteamiento prospectivo.

Diseño y evaluación de los opciones de acción


La planeación como respuesta de anticipación futurista tiene que desprenderse de la baraja de
posibilidades que son más acordes con la realidad educativa deseada en la participación de los
actores sean protagónicos y estelares que permitan la transformación de la realidad educativa.

Implantación
Es la aplicación del planeamiento educativo en una realidad concreta con el fin de resolver las
necesidades manifiestas y necesarias de la comunidad educativa que presentó ciertas discrepancias
en su evolución.

Evaluación
Pretende abarcar la variedad de aspectos del plan educativo con la finalidad de establecer balances
desde un contexto de proceso, resultados y producto a fin de elaborar marcos teóricos y derivaciones
metodológicas para que el programa logre resultados de eficiencia y de optimización del
planeamiento educativo.

Figura 1.2. Fases de la planeación

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Uno de los sectores de la planeación educativa que más interesan es la planeación universitaria; al
respecto, Taborga (1980 b, págs. 11-12) considera que esta planeación se debe realizar con base en
cuatro supuestos:

1. Supuesto epistemológico.
2. Supuesto axiológico.
3. Supuesto teleológico.
4. Supuesto futurológico.

El supuesto epistemológico establece que "la planeación se fundamenta en un principio de


racionalidad (...). Dos aspectos se destacan en este supuesto: primero, los fundamentos conceptuales
de la planeación y, segundo, los métodos de conocimiento que se utilizan en el proceso de
planeación". El supuesto axiológico "es el que asume determinados valores que sirven para validar y
orientar las distintas fases del proceso de planeación, y para diseñar posibles opciones de acción y
establecer criterios sobre cuál de éstas es la más conveniente". El supuesto teleológico considera que
la planeación está "condicionada al logro de ciertos fines, objetivos y metas". El supuesto futurológico
considera que la planeación "posee una dimensión anticipatoria; tiene sentido de futurización".Para
Taborga (op. cit., pág. 15), la planeación universitaria, por su amplitud e importancia, abarca las áreas
académica, administrativa, física y financiera, y propone clasificar las concepciones sobre la
planeación con el siguiente criterio fundamentado en la temporalidad:

a) Concepción retrospectiva: que se basa en la exploración del pasado.

b) Concepción prospectiva: que se basa en la explotación de un futuro ideal.

c) Concepción circunspectiva: que se basa en la exploración de las circunstancias del presente.

Además, este autor hace hincapié en la planeación prospectiva a la que define como "un proceso
racional de pensamiento capaz de proyectar cambios cualitativos en la realidad, acordes con el ideal
Universidad" (Ibid., pág. 17).
De acuerdo con Taborga (1980 a, pág. 11), las etapas de la planeación universitaria son:

- Captación de la realidad
- Formulación de valores.
- Diagnóstico de la realidad.
- Futuro deseado de la universidad.
- Medida existente para actuar en la realidad universitaria.
- Futuro factible de la universidad.
- Selección del futuro de la universidad.
- Elaboración de planes y proyectos.
- Ejecución de planes y proyectos.
- Evaluación y seguimiento.

Uno de los aspectos que más ha prosperado en los últimos años en el amplio campo de la planeación
universitaria, es el diseño curricular, el cual ha adquirido cada día mayor importancia por la creación
de nuevas licenciaturas. Durante la década de los cincuenta, la enseñanza superior recibió el impacto
de la expansión del sistema educativo, trayendo como consecuencia una gran demanda social en
este nivel. Durante la década de los setenta se empezó a cuestionar la masificación de la enseñanza.
El incremento de la matrícula escolar en el nivel de educación superior ha provocado un aumento
considerable de los recursos educativos, lo cual exige una planeación. Asimismo, las necesidades
actuales obligan al estudio de una planeación realizable que deberá abarcar las dimensiones: social,
técnica, política, cultural y prospectiva. El diseño curricular forma parte de la planeación educativa, y
debe contemplar todas las dimensiones de la planeación, así como las características específicas del
nivel educativo al que corresponda. En este caso, se trata del diseño curricular en el nivel de
educación superior, y la planeación que se realice al respecto deberá ubicarse en la planeación
universitaria.
Concordamos con Villarreal (1980, pág. 7) en que:... tomar decisiones con base en supuestos y
creencias individuales, por autorizados que éstos parezcan, es consecuencia de la falta de visión, de
la carencia de objetivos definidos y de la ausencia de métodos.
Bibliografía:
Llerena, R. Mc. Ginn, N. et al., ³Definición del campo de temático de planeación educativa´, en
Documento Base, Congreso Nacional de Investigación Educativa, vol. I, México, 1981.
Taborga, H., ³Concepciones y enfoques de planeación universitaria´, en Cuadernos de planeación
universitaria, Dirección General de planeación, UNAM, México, 1980 (a)
Taborga, H., ³Etapas del proceso de planeación prospectiva universitaria´, en Cuadernos de
planeación educativa, Dirección General de Planeación, UNAM, México, 1980 (b)
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Un aspecto no suficientemente bien estudiado todavía de la función educativa es su marco
normativo (1)(**). Sin embargo, la función educativa, pública o privada, se desarrolla en el interior
de un orden normativo cuyos lineamientos deben ser cumplidos escrupulosamente, so pena de
incurrir en responsabilidad u omisiones que entrañen consecuencias jurídicas para las instituciones
o individuos, o bien que afecten la eficiencia de su funcionamiento.

(**) Las notas de referencia son presentadas al final del texto.

La creación de organismos públicos descentralizados, desconcentrados o centralizados, con fines


educativos; la incorporación de escuelas; la planeación, programación y presupuestación de la
función educativa pública; las relaciones jurídico-laborales de los trabajadores de la educación; la
descentralización de ciertos servicios federales educativos al ámbito de competencia de las
entidades federativas, etc., son otros tantos ejemplos de la necesidad urgente que tienen el
administrador, el planificador y el investigador de la educación de conocer el marco normativo
dentro del cual se desarrolla su objeto de estudio. En virtud de que el mayor número de profesores,
alumnos e instituciones corresponden a la educación pública y no a la privada, dedicaremos este
artículo a tratar de definir el marco normativo de la educación pública en México, y de clasificar y
enunciar los ordenamientos contenidos en el mismo. Puesto que en un país con el nivel de
desarrollo propio del nuestro, la acción orientadora y correctora del Estado en determinadas áreas
de la vida social y económica es fundamental, este principio adquiere una importancia particular en
el caso de la educación. Es por ello que la necesidad de optimizar la eficiencia en la prestación de
servicios educativos, por parte del sector público, no sólo es una etapa indispensable para obtener
un mayor nivel de desarrollo económico, sino un supuesto de la legitimación del Estado por la vía
de una gestión pública eficaz.

Además del conocimiento per se del orden normativo jurídico de la educación pública en nuestro
país, esta recopilación, clasificación y descripción de un conjunto importante de ordenamientos nos
dará la ocasión de observar la estructura y el funcionamiento del sistema educativo público. Ahora
bien, no obstante que se trata de, llamémosle así, un corte vertical de nuestro objeto de estudio en
un momento de su desarrollo y que, por lo tanto, nos aporta sólo una visión estática del mismo, no
por ello deja de ser importante para constatar tendencias centralizadoras evidentes, dándonos la
ocasión, además, de intentar un análisis prospectivo de la legislación educativa nacional en un
momento fundamental de la administración pública mexicana, durante el cual se constata un
parteaguas entre la tendencia centralizadora tradicional y la descentralización de la vida nacional,
propuesta como proyecto político y como política pública.

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En su sentido más amplio la palabra norma se refiere a toda regla de comportamiento, sea
obligatoria o no. En su sentido restringido se caracteriza por imponer deberes o conferir derechos.
En ambos casos, el fin de las normas es provocar un comportamiento.
La norma jurídica tiene como características, de acuerdo con E. García Máynez (2), ser bilateral,
habida cuenta que impone deberes y facultades; exterior, toda vez que regula los actos externos del
hombre sin importarle, salvo contadas excepciones, su subjetividad; coercible, en virtud de que para
obtener la observancia de sus prescripciones el derecho puede incluso emplear la fuerza, y
heterónoma, puesto que el origen de la norma no está en el libre albedrío del individuo, sino en la
voluntad de un sujeto diferente. Para el autor citado, las fuentes del derecho pueden ser de tres
tipos: formales, reales e históricas. Las primeras consisten en los procesos de creación de normas
jurídicas, y son: la legislación, la costumbre y la jurisprudencia. Las fuentes reales consisten en los
factores económicos, políticos, sociales, técnicos, etc., que determinan el contenido de las normas
jurídicas. Las fuentes históricas son los documentos que contienen textos de ley vigentes en algún
lugar y época determinados. Sin embargo, el criterio adoptado por García Máynez para definir la
juridicidad hace que, para el caso del derecho mexicano, prácticamente tengamos que equiparar lo
jurídico a lo legislativo. Ahora bien, ¿cuál sería, entonces, la naturaleza de un acto de gobierno tal
como un plan nacional de desarrollo o un programa de educación?; ¿se trata de un acto jurídico o
no-jurídico? Frente al criterio formal de creación de juridicidad sostenido por García Máynez,
encontramos el criterio material sostenido por Serra Rojas (3), para quien el Poder Ejecutivo realiza
también actos legislativos. Desde esta nueva óptica, el acto legislativo realizado tanto por el Poder
Legislativo como por el Ejecutivo tiene como consecuencia la creación de una norma abstracta e
impersonal, general y permanente, y obligatoria.

De cualquier forma, de acuerdo con los criterios mencionados, la creación de juridicidad (o


normatividad) queda reducida a un acto legislativo. Es necesario, por lo tanto, acudir a la teoría del
acto administrativo para explicar tal creación. Serra Rojas señala al efecto (4) que los elementos del
acto administrativo son los siguientes:

1. Es un acto jurídico, ejecutivo, de derecho público;

2. Es una decisión ejecutoria y no contenciosa;

3. Emana de la voluntad de una autoridad administrativa, unitaria o colegiada, en el ejercicio de una


potestad pública;

4. Unilateral y oportuna, produce una situación jurídica concreta;

5. La administración crea, reconoce, modifica o extingue una situación jurídica subjetiva, y

6. Se propone la satisfacción de un interés público en general.

Con el fin de concluir a la luz de la doctrina mexicana del derecho administrativo el análisis de los
elementos que nos permitan definir, con la mayor claridad y exactitud posibles, el marco normativo
de la educación pública en México, señalaremos que para Gabino Fraga (5) los actos
administrativos pueden ser clasificados, en razón de su finalidad, en actos preliminares y de
procedimiento, en decisiones o resoluciones, y en actos de ejecución; de los cuales el primero y el
tercer grupo pueden ser llamados actos instrumentales, en oposición a los actos principales
representados por las decisiones y resoluciones. Del análisis doctrinal precedente se desprende
que en el ámbito de la administración pública mexicana la normatividad o juridicidad tiene un doble
aspecto, legislativo y administrativo. El aspecto legislativo, como su nombre lo indica, se deriva del
proceso formal de elaboración de leyes, las cuales están sujetas a un orden jerárquico que
establece la supremacía de determinados ordenamientos con respecto a otros.

El aspecto administrativo, por su parte, tiene su propio orden jerárquico, derivado de la relación
jerárquica entre autoridades. Sin embargo, es importante precisar que la norma administrativa se
deriva de una facultad otorgada por la norma legislativa, de tal suerte que, en sentido estricto, el
origen de nuestro orden normativo se encuentra en la ley y, originalmente, en la Constitución
Política del Estado Mexicano.

Sin embargo, se debe precisar que la ley sólo faculta a la autoridad administrativa para actuar. El
contenido o materia de la acción administrativa ejercida por aquélla se independiza de la ley y
adquiere vida propia; de tal suerte que la norma administrativa, aun cuando fundamentada en la ley,
crea obligaciones nuevas o autónomas distintas del texto legislativo. Este nuevo orden normativo,
contemplado, como hemos visto, por la teoría del acto administrativo, constituye la política pública,
normas administrativas o normas jurídicas lato sensu para distinguirlas de las normas legislativas o
jurídicas stricto sensu, pues, al igual que éstas, crean consecuencias de derecho. Crear
consecuencias de derecho es, pues, el rasgo distintivo de lo jurídico en su sentido más amplio.
Podemos ilustrar esta reflexión doctrinal con el caso del plan nacional de desarrollo. De
conformidad con el artículo 32 de la Ley de Planeación (6), el plan -normatividad administrativa-
tiene carácter obligatorio para la administración pública federal. La consecuencia de derecho,
derivada del incumplimiento de tal obligación, está prevista en los artículos 7º, fracción VIII, y 47,
fracción II, de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos (7). Con base en
todo lo anterior, estamos en posibilidad de definir el marco normativo de la educación pública en
México como el conjunto de leyes, planes, programas, presupuestos, reglamentos, decretos y
circulares que regulan la función educativa pública en su aspecto legislativo, administrativo,
financiero, económico y pedagógico.

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De lo antes expuesto se derivan dos criterios iniciales de clasificación del marco normativo de la
educación pública en nuestro país. El primero se refiere a la naturaleza misma de las normas que
regulan la función educativa pública; normas legislativas y normas administrativas. Ambas son
obligatorias para las autoridades y empleados de la administración pública educativa, pero se
diferencian por el hecho de que, en tanto las normas legislativas tienen como fuente el proceso
legislativo, las normas administrativas se derivan de las facultades del Poder Ejecutivo contenidas
en el artículo 89 constitucional. El segundo criterio se refiere al ámbito espacial de validez de la
norma jurídica (legislativa y administrativa) que, para el caso de nuestro sistema de gobierno, puede
ser: federal, estatal y municipal.

Finalmente, un tercer criterio de clasificación se refiere al ámbito material de validez, es decir, el


campo específico regulado por la norma. Al efecto, hemos reunido los diversos ordenamientos
vigentes en los siguientes grupos:

a) Normas constitucionales;

b) Normas sustantivas de la educación;

c) Leyes orgánicas y decretos que crean instituciones educativas;

d) La administración pública de la educación: organización y descentralización;

e) Planeación, programación y presupuestación;

f) El patrimonio: obras públicas, adquisiciones y arrendamientos;

g) Normas laborales;

h) La función pública: servicio civil, responsabilidades y estímulos;

i) Otras actividades controladas administrativamente por el sector público de la educación, y

j) Los lineamientos de la política educativa pública.


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La clasificación propuesta de los ordenamientos vigentes, relacionados directa o indirectamente con


la educación pública mexicana, comprende, para el ámbito federal, los siguientes ordenamientos
específicos:

a) Normas constitucionales:

aa) directamente relacionadas con la función educativa. Tal es el caso de los siguientes artículos
constitucionales: 3º; 31; 73, fracción XXV; 123, fracción XII, y 130.

ab) indirectamente relacionadas con la función educativa, pero cuya aplicación reglamentaria tiene
una intervención importante en la planificación y administración del sector educativo público. Tal es
el caso de los artículos constitucionales siguientes: 25, 26, 89, 90 y 123, apartados A y B.

b) Normas sustantivas de la educación. Incluimos en este grupo aquellos ordenamientos que


regulan directamente la función educativa pública, como es el caso de:

1. Ley Federal de Educación, D.O. 29-XI-1973;

2. Ley para la Coordinación de la Educación Superior, D.O. 29-XII-1978;

3. Ley Nacional de Educación para Adultos, D.O. 31-XII-1975;

4. Ley del Ahorro Escolar, D.O. 7-IX-1945;

5. Reglamento de la Ley del Ahorro Escolar, D.O. 8-VI-1946;

6. Ley Federal de Reforma Agraria (capítulo cuarto, artículos 101 y 102);

7. Reglamento de la Parcela Escolar, D.O. 10-XI-1944;

8. Ley General de Sociedades Cooperativas (artículo 13), D.O.;

9. Reglamento de Cooperativas Escolares, D.O. 16- III-1962;

10. Ley que establece la Educación Normal para los profesores de centros de capacitación para el
trabajo, D.O. 20-XII-1963;

11. Reglamento para la constitución y funcionamiento de las asociaciones de padres de familia en


las escuelas dependientes de la Secretaría de Educación Pública, D.O. 22-I-1949.

c) Leyes orgánicas y decretos que crean instituciones educativas. Sin entrar al detalle de la
naturaleza jurídica de los organismos creados (centralizados, desconcentrados o descentralizados),
lo que a su vez nos daría un nuevo criterio de clasificación, mencionaremos los siguientes:

1. Ley Orgánica de la UNAM, D.O. 6-I-1945;

2. Ley Orgánica de la UAM;

3. Ley Orgánica del I.P.N., D.O. 16-XII-1974;

4. Ley que crea la Universidad Autónoma de Chapingo, D.O. 30-XII-1977;


5. Ley Orgánica del Instituto Nacional de Antropología e Historia, D.O. 3-II-1939;

6. Ley que crea el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, D.O. 30-XII-1946;

7. Ley que crea el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología;

8. Decreto de creación del Colegio de Bachilleres;

9. Ley del Consejo del Sistema Nacional de Educación Técnica, D.O. 4-XI-1975;

10. Ley que crea el Comité Administrativo del Programa Federal de Construcción de Escuelas, D.O.
10-VI- 1944;

11. Reglamento de la Ley que creó el Comité Administrador del Programa Federal de Construcción
de Escuelas, D.O. 18-VII-1947;

12. Decreto que crea la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito, D.O. 13-II-1959.

d) La administración pública de la educación: organización y descentralización:

1. Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, D.O. 29-XII-1976;

2. Reglamento Interior de la S.E.P., D.O. 30-VIII-1973;

3. Decreto Presidencial sobre la programación de la descentralización administrativa;

4. Decreto que establece los lineamientos a que se sujetarán las acciones de descentralización de
los servicios federales de educación básica y normal.

e) Planeación, programación y presupuestación. Si bien se trata de ordenamientos que no están


destinados ni exclusiva ni expresamente al sector educativo, éste, en tanto que parte integrante de
la administración pública federal, está sujeto a las disposiciones siguientes, cuyo conocimiento es
indispensable para los planificadores y administradores de la educación:

1. Ley de Planeación, D.O. 5-I-1983;

2. Ley de Presupuesto, Contabilidad y Gasto Público;

3. Reglamento de la Ley de Presupuesto, Contabilidad y Gasto Público, D.O. 18-XI-1981.

f) El patrimonio: obras públicas, adquisiciones y arrendamientos. Al igual que el caso anterior, no se


trata de ordenamientos explícita o exclusivamente destinados al sector educativo, pero necesarios
para la gestión de su patrimonio:

1. Ley de Obras Públicas, D.O. 30-XII-198V;

2. Ley General de Bienes Nacionales, D.O. 8-I-1982; 3. Ley de Adquisiciones y Arrendamiento, D.O.
8-II- 1985.

g) Normatividad laboral. Las relaciones jurídico-laborales entre los organismos centralizados,


descentralizados y desconcentrados del sector educativo se encuentran reguladas por alguno de
los dos ordenamientos derivados de los apartados A y B del artículo 123 constitucional. Al apartado
A y su ley reglamentaria corresponden los trabajadores de las universidades autónomas por ley, en
tanto que los trabajadores de base al servicio de los órganos centralizados, desconcentrados y
demás organismos descentralizados, se encuentran regulados en su relación laboral por el
apartado B, su ley reglamentaria y los demás ordenamientos citados:

1. Ley Federal de Trabajo;

2. Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado;

3. Ley del I.S.S.S.T.E.;

4. Reglamento de las Condiciones Generales de Trabajo del Personal de la S.E.P., D.O. 29-I-1946;

5. Reglamento de Escalafón de los Trabajadores al Servicio de la S.E.P., D.O. 14-XII-1973.

h) La Función Pública: servicio civil, estímulos y recompensas. Los siguientes ordenamientos


regulan la situación de los funcionarios públicos:

1. Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos;

2. Ley de Premios, Estímulos y Recompensas Civiles, D.O.;

3. S.P.P. Sistema General de Administración y Desarrollo de Personal;

4. Acuerdo por el que se crea la Comisión Intersecretarial del Servicio Civil de Carrera;

5. Código Penal para el Distrito Federal (título décimo).

i) Otras actividades controladas administrativamente por el sector educativo federal. Incluimos en


este grupo ordenamientos que regulan otras actividades que las tradicionalmente consideradas
propias de la función educativa, pero que están controladas administrativamente por el sector
educativo federal:

1. Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, D.O. 8-II-1984;

2. Ley federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas, D.O. 6-V-1972;

3. Ley Reglamentaria del Artículo 5º constitucional, D.O.;

4. Reglamento de la Ley Reglamentaria del Artículo 5º constitucional, D.O. 8-V-1975;

5. Ley Federal sobre Derechos de Autor, D.O. 31-XII- 1956; reformada, D.O. 21-XII-1963.

j) Los lineamientos de la política educativa pública. Puesto que en los términos de la Ley de
Planeación deberá ser elaborado al inicio de cada sexenio un plan nacional de desarrollo con sus
programas correspondientes (sectoriales, regionales, especiales), es indispensable señalar tales
documentos como parte fundamental del marco normativo de la educación pública en México. Tal
es el caso de:

1. Plan Nacional de Desarrollo 1983-1988.

2. Programa Nacional de Educación, Cultura, Recreación y Deporte 1984-1988.

Un capítulo especial merece el estudio de los llamados planes de la educación superior adoptados
por la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior(8) que, si bien son
documentos normativos de la educación superior, no son expedidos formalmente por un órgano
estatal, lo cual hace necesario un estudio particular de su naturaleza jurídica. Por escapar del
propósito esencial de este trabajo, no examinamos aquí el referido apartado.
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Habida cuenta de la federalización de la educación pública en nuestro país, tanto por la vía de los
hechos (recursos disponibles, capacidad técnica, etc.), como por la vía formal (reforma del artículo
73 constitucional, fracción XXV, leyes reglamentarias que privilegian el rol federal, etc.). es natural
que el número de ordenamientos normativos de la educación pública impartida por los Estados de
la República sea mucho menor que el acumulado en el ámbito federal, en tanto que la normatividad
en el nivel municipal es prácticamente inexistente. Ahora bien, los criterios de clasificación
enunciados en cuanto al ámbito material de las normas vinculadas directa o indirectamente con la
educación pública, y señalados ya para el ámbito federal, son perfectamente aplicables al caso de
las entidades federativas. Sin embargo, en virtud de la dificultad para recopilar todos los
ordenamientos vigentes en los diferentes Estados de la República (recopilación inexistente hasta la
fecha), nos vemos en la necesidad de remitir a los lectores locales interesados en el tema a la
búsqueda de los ordenamientos normativos en su entidad, siguiendo los agrupamientos propuestos.
Un ordenamiento local que por razón natural no tiene equivalente en el nivel nacional, es el relativo
al convenio único de desarrollo que concerta el esfuerzo de Federación y Estado, y norma la acción
de ambos en el nivel local.

La importancia de este documento es evidente para el sector educativo y, por lo tanto, su estudio es
obligado al estudiar el marco normativo de la educación pública en el nivel local.

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Hasta 1982, la centralización de nuestra vida colectiva fue una tendencia sostenida. El crecimiento
del Distrito Federal, en detrimento de los Estados de la República, significó una constante.
Centralización de los transportes, de la política, de la cultura, en resumen, de casi todos los
aspectos de nuestra vida social. Tal parecía que las deseconomías externas o efectos negativos
causados por la centralización nunca serían suficientes para modificar la tendencia descrita. El
nuevo grupo gobernante que llega al poder federal en 1982, presenta un proyecto económico y
político que, además de coherencia muestra continuidad, ya que las siete tesis del candidato Miguel
De la Madrid -de las cuales nos interesa resaltar la relativa a la descentralización de la vida
nacional- constituyen los elementos fundamentales que orientan la política pública durante el
gobierno del Presidente Miguel De la Madrid. Por lo que toca a la tendencia centralizadora, dicho
proyecto económico y político representa un punto de ruptura con dicha tradición, al señalar como
decisión política fundamental de su gobierno la descentralización de la vida nacional a través del
fortalecimiento del federalismo y del municipio libre. Ahora bien, en el ámbito educativo la tendencia
centralizadora ha dejado profundas huellas en los hábitos administrativos y en la legislación vigente.
Es por ello que la nueva tendencia descentralizadora tardará tiempo en imponerse y aportar sus
frutos. Revertir la tendencia de centralizante a descentralizante es un esfuerzo a largo plazo, y en el
cual, cubrir las lagunas legales en el nivel local y modificar la tendencia contenida en la legislación
federal, es tan sólo un primer paso.

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(1) Faya Viesca, Jacinto, Administración Pública Federal. Ed. Porrúa, S. A., segunda edición,
México, 1983, pp. 470 y ss.; varios autores, Administración y legislación educativa. Antología.
Secretaría de Educación Pública. México, 1976; Hermoso Nájera, Salvador, Legislación Educativa.
Ediciones Oasis, 4a ed., México, 1982. Estos autores dan una visión incompleta, a mi juicio, de los
ordenamientos que constituyen el marco normativo de la educación pública en México.

(2) García Máynez, Eduardo. Introducción al estudio del derecho. Editorial Porrúa, S.A.
Decimoséptima edición, México, 1970.

(3) Serra Rojas, Manuel. Derecho Administrativo. Librería de Manuel Porrúa, S.A. Tercera edición,
México, 1965.

(4) Idem, p. 249.

(5) Fraga, Gabino. Derecho Administrativo. Editorial Porrúa, S.A. Duodécima edición, México, 1968.

(6) Diario Oficial de la Federación del 5-I-83.

(7) Diario Oficial de la Federación del 31-XII-82.

(8) Es el caso, por ejemplo, de La Planeación de la Educación Superior en México.


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El presente trabajo es una primera propuesta referida al estudio de la planeación en su


perspectiva de innovación curricular, intentando entrar en otros aspectos como son su
inserción en la política educativa nacional y del estado, así como su proyección en el futuro
próximo. La articulación de estos aspectos está referido al proyecto total en su conjunto, en
el que el diseño curricular es quizá el aspecto más significativo.

Su naturaleza, entonces, está inserta en un proyecto de investigación que tiende a probar


la hipótesis de que es posible formar planificadores educativos con un enfoque prospectivo
que, además, posean una sólida formación pedagógica y socioeducativa. El universo de
acción del proyecto se ubica en el contexto de las instituciones de educación normal en el
estado, que por razones de política educativa se hallan ahora dentro de uno de los
subsistemas de educación superior. Se trata, pues, de un proyecto en marcha.

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A cuatro años de cumplir su primer centenario, la Normal de Jalisco, el subsistema normal


estatal abarca un complejo conjunto de 25 establecimientos, con seis normales estatales,
seis federales, ocho incorporadas a la federación y cinco unidades de la Universidad
Pedagógica Nacional; un espectro curricular que incluye el bachillerato pedagógico y las
Licenciaturas en Educación Preescolar, Educación Primaria y Educación Media;
Especialidades para niños atípicos y Educación Física. El acuerdo presidencial de 1984,
que estableció la carrera de educación en el nivel superior, dentro del Sistema Nacional
para la Planeación Integral de la Educación Superior (SINAPPES), y su implantación como
tal en Jalisco, significó toda una serie de procesos y ajustes que es importante analizar; y
generó expectativas de considerable alcance para la ciencia de la educación en nuestro
estado.

A partir de la firma del acuerdo de la Descentralización de la Educación Elemental Media y


Normal en Jalisco, que genera la creación de los Servicios Coordinados en el estado y en
consonancia con la reactivación del Plan Nacional de Educación Superior, se estableció un
acuerdo mediante el cual el Departamento de Planeación y Desarrollo de la U. de G., en el
marco de actividades de la Comisión Estatal para la Planeación de la Educación Superior
(COEPES), comenzó a apoyar el Diagnóstico del Subsistema de Educación Normal, de tal
forma que éste se conciba a partir de las funciones sustantivas y adjetivas que cada
Normal realiza como Institución de Educación Superior (IES). Pronto se advirtió, sin
embargo, que para que dicho diagnóstico fuera funcional debería proceder de las propias
instituciones involucradas. Ello suponía la conformación de un equipo de trabajo que se
dedicara a esta tarea. Tras una breve consulta a la que se invitó a los directivos del
subsistema, así como a personal de ANUIES y SESIC/SEP, se determinó impartir un curso
de un año en Planeación Educativa entre el personal responsable de la dirección, docencia
y administración de las instituciones del subsistema con control federal y estatal. La
Dirección de los Servicios Coordinados, concretamente el Lic. José Luis Leal Sanabria,
apoyó decididamente dicho proyecto, tramitando con el gobierno del estado el
financiamiento necesario.

El curso se concibió con base en las siguientes exigencias:

1. Involucrar a personal directivo que, además de poseer experiencia en el campo de


estudio esté en posición de instrumentar la captación de la información, realizar el
diagnóstico y producir los lineamientos de trabajo para el futuro cercano.

2. El eje vertebrador en el plan de estudios estaría constituido con base en las técnicas e
instrumentos de la planeación educativa y que considerara, además del diagnóstico, un
pronóstico y una prospectiva del desarrollo del Subsistema (Area operativa).

3. Paralelamente, incluiría un área de contextualización en dos vertientes. Una, con tres


cursos, referida al Sistema Educativo Nacional de Educación Superior, así como a sus
aspectos comparativos con Latinoamérica y los países desarrollados, así como del análisis
de "Formación Social y Política Educativa" en México (Línea Socioeducativa). La otra
vertiente se constituyó con talleres sobre pensamiento pedagógico, teoría del currículo y
análisis de modelos curriculares (Línea Pedagógica). La propuesta de Plan de Estudios
pretendía entonces, integrar los aspectos metodológicos de la planeación a una visión
histórica en su dimensión política y social de la experiencia educativa en México, y articular
ambas a una visión pedagógica y actual del currículum.

4. Para la realización del trabajo de clase se dispondría de un equipo de investigadores y


maestros de la U. de G. y de la UPN; se contaría con la asesoría metodológica de ANUIES
y SESIC/SEP, y a ámbito local de la Subjefatura de Educación Básica y Normal del
Departamento de Educación del Estado.

5. Los Servicios Coordinados, proveerían el financiamiento, las instalaciones, así como los
materiales de trabajo.

6. Se nombró un Coordinador Académico que realizara la instrumentación técnica y de


seguimiento de las actividades de los equipos de trabajo.

El curso se inauguró en septiembre de 1987, con 45 participantes, y un equipo de ocho


asesores/maestros.

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El Diplomado en Planeación Educativa, a diferencia de los planes de estudio de


licenciatura y posgrado, tuvo una importante singularidad; se construyó con base en la
necesidad institucional de crear planificadores educativos, a partir de una tesis
fundamental: que la planeación educativa no es un problema técnico exclusivamente, sino
la puerta de entrada para la aplicación de la política educativa del Estado en relación con la
sociedad en sus aspectos concretos. Según esta acepción, la planeación trasciende las
cuestiones de apoyo a la educación (atención a la demanda de la oferta, edificios
escolares, financiamiento y aplicación de presupuestos) para dedicarse a lo sustantivo:
calidad de la enseñanza, orientación científica y didáctica, función profesional y social de
los educadores.

En otras palabras, todo lo que tiene que ver con el currículo y los métodos didácticos, con
la precisa finalidad de elevar la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje, según las
condiciones y peculiaridades de nuestra realidad cultural, económica, social y educativa. La
concepción metodológica del diplomado, se desprende en lo general del plan de estudios
aunque cada línea tiene sus ejes propios de estructuración; pero que se concretan en dos
áreas y tres líneas (véase el anexo A):

a) Area operativa: Planeación, Teoría y Técnicas.

b) Area de Contextualización:

Línea Socioeducativa. Línea Pedagógica. Línea de Planeación.

Concebidas para:

a) Profundizar en el conocimiento de nuestra formación social y en la trayectoria de la


educación, analizando tanto las diversas políticas educativas desarrolladas por el estado,
como las propuestas que a lo largo de la historia mexicana ha efectuado la sociedad civil.
Este es el centro de la línea socioeducativa.

b) Potenciar las formas en que el estudiante organiza la información, en el camino de la


construcción de un método de enseñanza-aprendizaje, que tiene como referencia su
realidad profesional. Esto es, la práxis como conjunción de teoría y práctica; es el cometido
de la línea pedagógica.

c) Como consecuencia de lo anterior, estar en posibilidad de aplicar conocimiento y


métodos, a fin de encontrar propuestas alternativas a los problemas de la planeación
educativa fincadas a su vez, en la experiencia histórica y en el desarrollo de una práctica
de la planeación, pensada para la resolución de la problemática nacional y regional que es
única e irrepetible en su contenido concreto y, por ende, no puede resolverse sin más con
la aplicación mecánica e irreflexiva de métodos y técnicas concebidas para otras
formaciones sociales. Este es el resultado que se busca en la línea operativa o de
planeación.

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La línea socioeducativa se integró en los cursos:

- "El sistema educativo mexicano actual. Aspectos comparativos".

- "Formación Social y Política Educativa en México". Cursos I y II.

Por tratarse de un diseño exclusivo, se contó con la ventaja de hacer coincidir las
necesidades operativas del curso con las conceptuales. Así el primer curso se dedicó a la
revisión de la situación actual en Jalisco y en México, comparándola con la problemática
que se observa en Latinoamérica y en seis países industrializados; de tal forma que el
estudiante cuente con información actualizada tanto cualitativa como cuantitativa, puesto
que la finalidad es el diagnóstico de la educación normal en la entidad.

El primer curso de formación social y política educativa, abarca. desde los antecedentes
inmediatos de la Revolución de Independencia, hasta el fin del porfiriato; mientras que el
segundo se extiende desde la Revolución Mexicana hasta nuestros días. El corte entre
cursos es meramente instrumental y corresponde a la organización trimestral del
Diplomado. Sin embargo, merece explicación aparte, pues su organización en principio
parece la más tradicional, de corte historicista.

a) En la historia nacional y en el largo proceso de la formación del estado/nación, la


educación siempre ha tenido un peso importante en las propuestas políticas programáticas,
de lo que implican la "felicidad del pueblo", "el progreso", o el "desarrollo" según la
acepción que en diversas etapas han tenido las nociones de producción, trabajo, sociedad
y cultura. La educación y su función de palanca para el cambio social es una idea-fuerza
de nuestra historia que, entendemos, un planificador educativo debe considerar en su justa
dimensión.

b) Los cursos fundamentan una visión global de la historia nacional que privilegia la
comprensión de la historia como resultado de un gran conjunto de fenómenos que se
interrelacionan, complementándose y oponiéndose entre sí, en cada momento de la vida
nacional. A diferencia de la crónica histórica que hace recaer en la acción de las grandes
figuras los hechos políticos y militares, la explicación de los males y buenaventuras del
país; la línea socioeducativa se organiza intentando el uso de un método que explica a los
grandes personajes y los gran- des hechos como resultado de una conjunción de factores
económicos, culturales, internacionales, etcétera, y no a la inversa.

Consideramos una innovación didáctica (que sigue a esta concepción teórica) el análisis de
la política educativa, explicándola en cada momento con el resultado del todo nacional en
una época determinada; análisis que se realiza en un mismo curso y no por separado
como tradicionalmente se hace en las instituciones formadoras de docentes. La tesis
explícita es que la política educativa es una variable dependiente del modelo de desarrollo
en cada formación social específica, como lo han demostrado ampliamente las ciencias
sociales.

La Línea Pedagógica

Esta línea, en congruencia con la socioeducativa, se refiere a los aspectos teóricos y


didácticos del pensamiento pedagógico y del currículo.

Su estructura interna responde a tres momentos:

El primero, de "Pensamiento Pedagógico" se considera como un campo plenamente


diferenciado de las ciencias sociales, pero también en proceso de reconstrucción. En este
sentido, se incorporan a los supuestos filosóficos y culturales que subyacen a la
experiencia educativa, los problemas relativos a la identidad cultural en los países
colonizados y sus secuelas de racismo e invasión cultural; el estudio del niño se aborda en
su doble dimensión, instintiva y conceptual, como material obligado para toda persona que
incursione en la educación e independientemente del nivel escolar. La experiencia infantil
permea en forma indeleble la personalidad humana; y esto incluye al maestro. Finalmente,
se analiza la interpretación del materialismo dialéctico aplicado a la historia de la educación
y que constituye "la otra historia" de la escuela, en oposición a la visión idealista de la
educación. Este curso, además de privilegiar la lectura original de los autores, pretende
ahondar en la naturaleza de la experiencia educativa en lo individual y en lo social.
El segundo curso "Teoría del Currículo" pretende abarcar los aspectos más significativos,
como universo conceptual, retomándolo a la manera de "palabras generadoras" en el
sentido que Paulo Freire la define: "vocablos con sentido existencial y, por tanto de mayor
contenido emocional... vocablos ligados a la experiencia del grupo, de los que el
profesional forma parte... y que revelan deseos, frustraciones, descreimientos, esperanzas,
deseos de participación".

En el tercer curso, se analizan, con el instrumental teórico diversas propuestas reales y


actuales de currículo en el ámbito de la educación superior. En este sentido, y a diferencia
del curso de Pensamiento Pedagógico, que asume una configuración lineal, el curso de
currículo tiene un diseño radial: todo converge a la nación de currículo, partiendo de
ubicaciones diferentes,tanto conceptualescomo instrumentales. La intención es clara:
ofrecer al estudiante una variedad de propuestas y planteamientos en torno al currículo, así
como a su corolario: la formación de docentes para la licenciatura en educación. Los
autores y la documentación propuesta se refieren a trabajos que a partir de los años 70
han surgido, ya sean estudios de campo, análisis bibliográfico o ambos. Todos son de
maestros en ejercicio, y cada uno presenta una aportación original a la discusión del
currículo, en el ámbito de la educación superior de México.

Si la descripción del plan de la línea pedagógica hace suponer que se trata de un curso
introductorio, ello se debe a la composición del grupo y a los objetivos del curso. Se trata
del grupo de mayor envergadura académica y laboral (véase anexo B) de los Servicios
Coordinados de Educación, para quienes se diseñó un curso cuyos objetivos no eran
enseñar lo que ya sabían, sino ofrecerles la oportunidad de retomar conjuntamente todas
las consideraciones pedagógicas mencionadas para efectos de la planeación de la
Licenciatura en educación en Jalisco y a partir de las propuestas de diseño de la SEP. En
este sentido, el grupo es único e irrepetible. Es nuestra convicción también, que puede
constituirse como el equipo generador de la planeación del subsistema en el estado.

Línea de Planeación. (Operativa)

Los tres cursos que forman esta línea son:

- Taller para la elaboración del diagnóstico educativo estatal del Subsistema de Educación
Normal.

- Taller para la elaboración del pronóstico, la prospectiva y los escenarios para el desarrollo
del Subsistema de Educación Normal.

- Taller para la elaboración de planes y programas.

Con estos cursos se busca:

1. El conocimiento de los elementos teórico-metodológicos que integran la planeación


educativa, a fin de que se considere a ésta como algo más que un proceso técnico.

2. Que mediante el aprendizaje mencionado, el estudiante se inicie en el ámbito de la


planeación educativa, a través de la aplicación correcta de ésta. en las tareas de
planeación del Subsistema de Educación Normal.

3. Que como producto de la práctica de la planeación, se elabore tanto el diagnóstico


educativo estatal como el pronóstico y la perspectiva del Subsistema de Educación Normal.

4. Que el conocimiento y la práctica de la planeación educativa se ejecute y tenga como


marcos de referencia los conocimientos de las líneas de estudio socioeducativo y
pedagógico, que en conjunto con la de técnicas e instrumentos de la planeación, integran
el diseño curricular del Diplomado en Planeación Educativa. Por lo anterior, el proceso de
enseñanza-aprendizaje, al igual que las otras dos líneas de estudio, implica realizar
acciones de reflexión y de acción, tanto a nivel individual, como de equipo. Esto último con
sus compañeros de estudio y con los asesores.

Hasta aquí, la descripción del Diseño Curricular.

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Si hemos de ser precisos, nuestra primordial preocupación al inicio de este proyecto, fue
realizar de un diseño que satisfaciera a la necesidad real que lo suscitaba: la incorporación
del subsistema de normales al ámbito de la educación superior, así como la naturaleza del
grupo que habrá de tomar esta tarea en el futuro inmediato, que tenían amplios
conocimientos como educadores, pero que ahora debían abordar el campo de la
planeación en sus instituciones. De este modo, las características del curso fueron
emergiendo a la superficie, en la medida en que se iban resolviendo las demandas
planteadas por el proyecto mismo, algunas de las cuales son:

a) En el plan:

- La instrumentación de la noción investigación-acción, engranada al proyecto de


diagnóstico, con el marco teórico correspondiente y la prospectiva elaborada por los
mismos actores del universo de estudio. La planeación como ejercicio cotidiano.

- El análisis de formación social y política educativa simultáneamente, explicándola en cada


momento como resultado del todo nacional en una época determinada y en la cual la
política es una variable dependiente del modelo de desarrollo

- El estudio de la teoría pedagógica o de la educación como una ciencia


multiparadigmática, tanto diacrónica como sincrónicamente y con la riqueza conceptual que
corresponda a una ciencia que toca tan directamente a una actividad humana tan
fundamental para la supervivencia humana, como en la educación.

- La actitud dominante de los maestros/estudianes evidenció en la práctica que es posible


aprender nuevas concepciones y enfoques, aún rectificar una práctica profesional que
parecía totalmente resuelta.

- A nivel existencial, el estudio de la planeación también parece abrir vetas insospechadas,


cuando la estadística y los hechos sociales conjugan una situación esperada y perfectible.

b) Al proyecto en su conjunto:

- A diferencia de otros cursos que se generan en el ámbito académico, éste se generó en


el ámbito administrativo (Servicios Coordinados de Educación del Estado) para un objetivo
específico; para lo cual se contrató un cuerpo académico. - En función de este origen, se
sale de la línea "educacionista" para enfocarse a la formación de recursos humanos con un
perfil de egreso definido.

- Al instrumentarse el curso, se sientan las bases para el ejercicio profesional de los


participantes, esto es, no sólo se considera el plan de estudios, sino las condiciones para la
realización posterior de ese trabajo.

- Dado que se trataba de personal en servicio, dicho curso debía ser breve, concreto y
funcional, a fin de resolver una situación a corto plazo.
- Es un programa de trabajo conjunto de la Universidad de Guadalajara con la Dirección
General de Servicios Coordinados de Educación Pública en el estado, esto es, de carácter
interinstitucional, para beneficio de un subsistema.

- Más que las partes, es el conjunto en su integración particular lo que le da una


significación especial para el presente y que creemos tendrá su proyección a futuro.

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Los efectos se empezaron a sentir desde el primer día; nadie se lanza a dar clases a
maestros, impunemente. Del entusiasmo al inicio de una nueva tarea, han pasado por la
incredulidad, el rechazo, el entusiasmo, el asombro, la duda, la desesperación y el
optimismo; la crítica y la justificación. A lo largo del proceso, han recurrido por momentos a
los "rollos" conocidos, pero también ha habido momentos de atinada percepción y
descubrimientos dramáticos.

Desde el punto de vista del aprendizaje, se ha valorado más el proceso y se ha procurado


mantener un clima de análisis crítico y de discusión académica. Tanto para los asesores
como para los maestros participantes, el esfuerzo invertido ha significado una visión nueva
de nuestra situación y lo que inicialmente sería un ejercicio de planeación educativa, ha ido
tomando la forma de una toma de conciencia de nuestro pasado y presente, hacia una
situación futura donde se ubique al Subsistema de Educación Normal en el ámbito de la
Educación Superior que le corresponde.

Por lo que se refiere a su inserción en relación con "La Formación de Profesionistas ante
los retos del siglo XXI", parecería que ya ha sido suficientemente argumentada; pero dado
que es un proyecto en marcha, para finalizar en el mes de junio, la etapa de evaluación nos
ayudará a percibir con más claridad lo aquí narrado. Esperamos con interés ese momento.

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