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04 marzo 2008
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El positivismo afirma que en la realidad existe un orden único que tiende al progreso
indefinido de la sociedad. Todo lo que ocurre responde a ese orden natural que hay que
descubrir, conocer y aceptar. Así, el ser humano no es el constructor de la realidad
social, propone una suerte de inmovilismo social, de orden social descartando la
problematización.
Idealista
Afirma que el mundo exterior es una idea procedente de la mente del hombre o de un
ser sobrenatural. Es una posición filosófica antigua que se considera que se inició con
Platón. Su enfoque es racionalista o sea que tiene la tendencia a considerar el
razonamiento deductivo como único método de conocimiento. Este método parte de los
enunciados universales para llegar luego a proposiciones particulares.
La verdad, la cual tiene carácter absoluto existe independientemente del individuo o de
la sociedad en que éste vive. Por su naturaleza misma, algunos idealistas asignan
excesiva importancia a los aspectos intelectuales y se ocupan poco de los problemas
físicos.
Peirce enunció los principios fundamentales de esta filosofía y afirma que todo el
contenido o valor de nuestras ideas o conceptos se reduce a las consecuencias prácticas
que podemos esperar de ellos. De esta forma se revela la esencia idealista subjetiva de
dicha corriente filosófica.
Bajo las circunstancias políticas del auge del marxismo debido al triunfo de la
revolución socialista en rusia y la crisis económica mundial de 1929 a 1933, resurge el
pragmatismo en los Estados Unidos, como rescate de la “tradición americana” y en
contraposición a la concepción proletaria marxista del mundo. Su figura insigne fue el
filósofo, psicólogo y educador norteamericano Jhon Dewey, quien además de fundar el
instrumentalismo como variante del pragmatismo, tuvo una influyente carrera
pedagógica en las Universidades de Michigan, Chicago y Columbia.
Dewey, “quien rebasa la propia dinámica de la práctica escolar para fundar la filosofía
de la educación y la sociología de la educación junto al francés Emile Durkheim como
nuevas disciplinas científicas en el campo educativo” (Valera Alfonso, O. 2006:11), era
partidario de la transformación de la teoría y la práctica docente, a partir de considerar
que el sistema imperante en aquel momento era insuficiente con relación a la
preparación de los individuos para vivir en una sociedad democrática, ya que veía el
desarrollo social como algo estático y se enmarcaba en la concepción de la educación
tradicional. La esencia de su pedagogía de la acción enunciaba: “puesto que todo saber
nace de una situación problemática real, debe ponerse al niño en una situación en la que
tenga que enfrentarse a problemas, para que sea capaz de inventar hipótesis, deducir
consecuencias de éstas y llevarlas a la práctica. Debe ser una enseñanza «de abajo
arriba», y orientada no sólo a la educación para el saber, sino a la educación para la
convivencia democrática” (Cortés Morato, J. 1996).
La pedagogía pragmática, considerada como activa radical, toma como categoría rectora
a la acción como fin en si misma a partir de analizar los resultados de los procesos como
evidencia de una acción anterior. La fuerza de este elemento central en la teoría
pedagógica pragmática adopta un valor utilitario, siempre y cuando sea capaz de
mejorar las condiciones de vida de los seres humanos. No por gusto algunos
especialistas la catalogan como pedagogía del interés, puesto que centra su atención en
el provecho de los resultados sin importar los medios, lo que denota lo irracional y
vitalista de su sentido educativo. Es provechoso que el ser humano no piense ni
reflexione en sus acciones, sino simplemente que, cual máquina biológica pensante,
actúe en función de obtener los resultados deseados, tal vez en detrimento de los que le
rodean.
Aunque no fue de todo errática como teoría pedagógica y dejó importantes aportes que
aún tienen vigencia, traía consigo finalmente, la formación de un hombre eficientemente
especializado gracias a la problematización del aprendizaje, pero edulcorado por
concepciones individualistas, egoístas y despojadas de valores humanos.
Exitos
Fuente(s):
http://www.fmmeducacion.com.ar/Pedagogia…
http://www.wikilearning.com/monografia/a…
1) para el realismo
Por estas tesis, para muchos autores el idealismo no es otra cosa que una forma
sofisticada de subjetivismo. El idealismo es una concepción filosófica difícil de aceptar,
y ello precisamente porque parece contraria a nuestras convicciones más básicas; se
suele indicar que el sentido común es realista que la actitud natural o espontánea de las
personas es realista pues de forma espontánea tendemos a considerar que lo que
conocemos (lo que percibimos, lo que nos enseña la ciencia) está en la realidad antes
que lo conozcamos, que las cosas existen fuera de nuestro pensamiento.
Se han dado distintas formas de idealismo, aunque curiosamente todas después de
la filosofía cartesiana. Hasta la Edad Moderna la filosofía había sido realista, con
distintas variantes y matices, pero en general realista. A partir de Descartes muchos
autores han defendido el idealismo, seguramente como consecuencia del descubrimiento
de la subjetividad como el ámbito de la evidencia absoluta y de la convicción cartesiana
de que el objeto inmediato de nuestro conocimiento no es la realidad en sí misma sino la
representación de la realidad en nuestra mente (las ideas). Las diferencias más
importantes entre los sistemas filosóficos idealistas las tenemos en las dos cuestiones
siguientes:
La relevancia de Kant para la psicología es múltiple: por una parte, negó la posibilidad de construir
teorías puramente racionalistas sobre el psiquismo, rechazando la llamada "psicología racional" del alma
y proponiendo el desarrollo de lo que se ha dado en llamar "psicología empírica" de la mente (de los
"fenómenos psíquicos"). Pero más interesante resulta su consideración de que el psiquismo, el sujeto, es
activo, no pasivo (no un "papel en blanco", al estilo de la concepción empirista). En el conocimiento el
sujeto aporta algo, trabaja sobre los datos inmediatos que se ofrecen a la experiencia, los estructura, les da
una forma, procurando distintas formas de orden y sentido a la experiencia. Con estas ideas, se puede
afirmar que Kant es un claro antecedente de algunas tesis y teorías psicológicas de claro interés, desde la
noción de "apercepción" de Wundt hasta las teorías cognitivas y constructivistas de tanta relevancia en
la psicología científica reciente.
¿Qué sucederá cuándo este compañero conozca otro ámbito? Él ya estuvo en atención
primaria un tiempo y lo dejó... ¿acertáis a decir el motivo?.... ¿Habrá otro campo de
acción donde el educador social trabaje en las condiciones óptimas? ¿No sería más real,
idóneo y útil mirar de mejorar esas mismas condiciones trabajando en el día a día,
creando redes sociales, reflexionando y aprendiendo de la experiencia?
Quizás yo no tengo ese nivel de idealismo... pero espero que con el trabajo que realizo
cada día, se mejoren las condiciones de nuestro ámbito.