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Energía renovable

El girasol, icono de las energías renovables por su enorme aprovechamiento de


la luz solar, su uso para fabricar biodiésel (biocombustible líquido que se obtiene a
partir de aceites vegetales o grasas animales, con o sin uso previo,1 mediante
procesos industriales) y su "parecido" con el Sol.
Se denomina energía renovable a la energía que se obtiene de fuentes
naturales virtualmente inagotables, unas por la inmensa cantidad de energía
que contienen, y otras porque son capaces de regenerarse por medios
naturales.

Energía alternativa
Una energía alternativa, o más precisamente una fuente de energía alternativa
es aquella que puede suplir a las energías o fuentes energéticas actuales, ya
sea por su menor efecto contaminante, o fundamentalmente por su posibilidad
de renovación.
El consumo de energía es uno de los grandes medidores del progreso y
bienestar de una sociedad. El concepto de "crisis energética" aparece cuando
las fuentes de energía de las que se abastece la sociedad se agotan. Un
modelo económico como el actual, cuyo funcionamiento depende de un
continuo crecimiento, exige también una demanda igualmente creciente de
energía. Puesto que las fuentes de energía fósil y nuclear son finitas, es
inevitable que en un determinado momento la demanda no pueda ser
abastecida y todo el sistema colapse, salvo que se descubran y desarrollen
otros nuevos métodos para obtener energía: éstas serían las energías
alternativas.
En conjunto con lo anterior se tiene también que el abuso de las energías
convencionales actuales hoy día tales como el petróleo la combustión de
carbón entre otras acarrean consigo problemas de agravación progresiva como
la contaminación, el aumento de los gases invernadero y la perforación de la
capa de ozono.
La discusión energía alternativa/convencional no es una mera clasificación de
las fuentes de energía, sino que representa un cambio que necesariamente
tendrá que producirse durante este siglo. Es importante reseñar que las
energías alternativas, aun siendo renovables, también son finitas, y como
cualquier otro recurso natural tendrán un límite máximo de explotación. Por
tanto, incluso aunque podamos realizar la transición a estas nuevas energías
de forma suave y gradual, tampoco van a permitir continuar con el modelo
económico actual basado en el crecimiento perpetuo. Es por ello por lo que
surge el concepto del Desarrollo sostenible.
Dicho modelo se basa en las siguientes premisas:

Electricidad fotovoltaica.
• El uso de fuentes de energía renovable, ya que las fuentes fósiles
actualmente explotadas terminarán agotándose, según los pronósticos
actuales, en el transcurso de este siglo XXI.
• El uso de fuentes limpias, abandonando los procesos de combustión
convencionales y la fisión nuclear.
• La explotación extensiva de las fuentes de energía, proponiéndose como
alternativa el fomento del autoconsumo, que evite en la medida de lo
posible la construcción de grandes infraestructuras de generación y
distribución de energía eléctrica.
• La disminución de la demanda energética, mediante la mejora del
rendimiento de los dispositivos eléctricos (electrodomésticos, lámparas,
etc.)
• Reducir o eliminar el consumo energético innecesario. No se trata sólo de
consumir más eficientemente, sino de consumir menos, es decir,
desarrollar una conciencia y una cultura del ahorro energético y condena
del despilfarro.
La producción de energías limpias, alternativas y renovables no es por tanto
una cultura o un intento de mejorar el medio ambiente, sino una necesidad a la
que el ser humano se va a ver abocado, independientemente de nuestra
opinión, gustos o creencias.

Clasificación
Las fuentes renovables de energía pueden dividirse en dos categorías: no
contaminantes o limpias y contaminantes. Entre las primeras:
• La llegada de masas de agua dulce a masas de agua salada: energía
azul.
• El viento: energía eólica.
• El calor de la Tierra: energía geotérmica.
• Los ríos y corrientes de agua dulce: energía hidráulica.
• Los mares y océanos: energía mareomotriz.
• El Sol: energía solar.
• Las olas: energía undimotriz.
Las contaminantes se obtienen a partir de la materia orgánica o biomasa, y se
pueden utilizar directamente como combustible (madera u otra materia
vegetal sólida), bien convertida en bioetanol o biogás mediante procesos de
fermentación orgánica o en biodiésel, mediante reacciones de
transesterificación y de los residuos urbanos.
Las energías de fuentes renovables contaminantes tienen el mismo problema
que la energía producida por combustibles fósiles: en la combustión emiten
dióxido de carbono, gas de efecto invernadero, y a menudo son aún más
contaminantes puesto que la combustión no es tan limpia, emitiendo hollines y
otras partículas sólidas. Se encuadran dentro de las energías renovables
porque mientras puedan cultivarse los vegetales que las producen, no se
agotarán. También se consideran más limpias que sus equivalentes fósiles,
porque teóricamente el dióxido de carbono emitido en la combustión ha sido
previamente absorbido al transformarse en materia orgánica mediante
fotosíntesis. En realidad no es equivalente la cantidad absorbida previamente
con la emitida en la combustión, porque en los procesos de siembra,
recolección, tratamiento y transformación, también se consume energía, con
sus correspondientes emisiones.
Además, se puede atrapar gran parte de las emisiones de CO2 para alimentar
cultivos de microalgas/ciertas bacterias y levaduras (potencial fuente de
fertilizantes y piensos, sal (en el caso de las microalgas de agua salobre o
salada) y biodiésel/etanol respectivamente, y medio para la eliminación de
hidrocarburos y dioxinas en el caso de las bacterias y levaduras (proteínas
petrolíferas) y el problema de las partículas se resuelve con la gasificación y la
combustión completa (combustión a muy altas temperaturas, en una
atmósfera muy rica en O2) en combinación con medios descontaminantes de
las emisiones como los filtros y precipitadores de partículas (como el
precipitador Cottrel), o como las superficies de carbón activado.
También se puede obtener energía a partir de los residuos sólidos urbanos y de
los lodos de las centrales depuradoras y potabilizadoras de agua. Energía que
también es contaminante, pero que también lo sería en gran medida si no se
aprovechase, pues los procesos de pudrición de la materia orgánica se realizan
con emisión de gas natural y de dióxido de carbono.

Evolución histórica
Las energías renovables han constituido una parte importante de la energía
utilizada por los humanos desde tiempos remotos, especialmente la solar, la
eólica y la hidráulica. La navegación a vela, los molinos de viento o de agua y
las disposiciones constructivas de los edificios para aprovechar la del sol, son
buenos ejemplos de ello.
Con el invento de la máquina de vapor por James Watt, se van abandonando
estas formas de aprovechamiento, por considerarse inestables en el tiempo y
caprichosas y se utilizan cada vez más los motores térmicos y eléctricos, en
una época en que el todavía relativamente escaso consumo, no hacía prever
un agotamiento de las fuentes, ni otros problemas ambientales que más tarde
se presentaron.
Hacia la década de años 1970 las energías renovables se consideraron una
alternativa a las energías tradicionales, tanto por su disponibilidad presente y
futura garantizada (a diferencia de los combustibles fósiles que precisan miles
de años para su formación) como por su menor impacto ambiental en el caso
de las energías limpias, y por esta razón fueron llamadas energías alternativas.
Actualmente muchas de estas energías son una realidad, no una alternativa,
por lo que el nombre de alternativas ya no debe emplearse.

Las fuentes de energía


Las fuentes de energía se pueden dividir en dos grandes subgrupos:
permanentes (renovables) y temporales (no renovables).
No renovables
Los combustibles fósiles son recursos no renovables: no podemos reponer lo
que gastamos. En algún momento, se acabarán, y tal vez sea necesario
disponer de millones de años de evolución similar para contar nuevamente con
ellos. Son aquellas cuyas reservas son limitadas y se agotan con el uso. Las
principales son la energía nuclear y los combustibles fósiles (el petróleo, el gas
natural y el carbón).
Energía fósil
Los combustibles fósiles se pueden utilizar en forma sólida (carbón), líquida
(petróleo) o gaseosa (gas natural). Son acumulaciones de seres vivos que
vivieron hace millones de años y que se han fosilizado formando carbón o
hidrocarburos. En el caso del carbón se trata de bosques de zonas pantanosas,
y en el caso del petróleo y el gas natural de grandes masas de plancton marino
acumuladas en el fondo del mar. En ambos casos la materia orgánica se
descompuso parcialmente por falta de oxígeno y acción de la temperatura, la
presión y determinadas bacterias de forma que quedaron almacenadas
moléculas con enlaces de alta energía.
La energía más utilizada en el mundo es la energía fósil. Si se considera todo lo
que está en juego, es de suma importancia medir con exactitud las reservas de
combustibles fósiles del planeta. Se distinguen las “reservas identificadas”
aunque no estén explotadas, y las “reservas probables”, que se podrían
descubrir con las tecnologías futuras. Según los cálculos, el planeta puede
suministrar energía durante 40 años más (si sólo se utiliza el petróleo) y más
de 200 (si se sigue utilizando el carbón). Hay alternativas actualmente en
estudio: la energía fisil –nuclear y no renovable-, las energías renovables, las
pilas de hidrógeno o la fusión nuclear.
Energía nuclear
El núcleo atómico de elementos pesados como el uranio, puede ser
desintegrado (fisión nuclear) y liberar energía radiante y cinética. Las centrales
termonucleares aprovechan esta energía para producir electricidad mediante
turbinas de vapor de agua. Se obtiene al romper los átomos de minerales
radiactivos en reacciones en cadena que se producen en el interior de un
reactor nuclear.
Una consecuencia de la actividad de producción de este tipo de energía, son
los residuos nucleares, que pueden tardar miles de años en desaparecer y
tardan mucho tiempo en perder la radiactividad
Renovables o verdes
Energía verde es un término que describe la energía generada a partir de
fuentes de energía primaria respetuosas con el medio ambiente. Las energías
verdes son energías renovables que no contaminan, es decir, cuyo modo de
obtención o uso no emite subproductos que puedan incidir negativamente en
el medio ambiente.
Actualmente, están cobrando mayor importancia a causa del agravamiento del
efecto invernadero y el consecuente calentamiento global, acompañado por
una mayor toma de conciencia a nivel internacional con respecto a dicho
problema. Asimismo, economías nacionales que no poseen o agotaron sus
fuentes de energía tradicionales (como el petróleo o el gas) y necesitan
adquirir esos recursos de otras economías, buscan evitar dicha dependencia
energética, así como el negativo en su balanza comercial que esa adquisición
representa.

Polémicas
Existe cierta polémica sobre la inclusión de la incineración (dentro de la
energía de la biomasa) y de la energía hidráulica (a gran escala) como energías
verdes, por los impactos medioambientales negativos que producen, aunque
se trate de energías renovables.
El estatus de energía nuclear como « energía limpia » es objeto de debate. En
efecto, aunque presenta una de las más bajas tasas de emisiones de gases de
efecto invernadero, genera desechos nucleares cuya eliminación no está aún
resuelta. Según la definición actual de "desecho" no se trata de una energía
limpia.
Aunque las ventajas de este tipo de energías son notorias, también ha causado
diversidad en la opinión pública. Por un lado, colectivos ecologistas como
Greenpeace, han alzado la voz sobre el impacto ambiental que éstas pueden
llegar a causar en el medioambiente y también sobre el negocio que muchos
han visto en este nuevo sector. Este colectivo junto con otras asociaciones
ecologistas han rechazado el impacto que energías como la eólica causan en el
entorno. Para ello han propuesto que los generadores se instalen en el mar
obteniendo mayor cantidad de energía y evitando una contaminación
paisajística. Ahora bien, estas alternativas han sido rechazadas por otros
sectores, principalmente el empresarial, debido a su alto coste económico y
también, según los ecologistas, por el afán de monopolio de las empresas
energéticas. Los empresarios en cambio defiende la necesidad de tal impacto
pues de esa forma los costes son menores y por tanto el precio a pagar por los
usuarios es más bajo.

Impacto ambiental
Todas las fuentes de energía producen algún grado de impacto ambiental. La
energía geotérmica puede ser muy nociva si se arrastran metales pesados y
gases de efecto invernadero a la superficie; la eólica produce impacto visual en
el paisaje, ruido de baja frecuencia, puede ser una trampa para aves. La
hidráulica menos agresiva es la minihidráulica ya que las grandes presas
provocan pérdida de biodiversidad, generan metano por la materia vegetal no
retirada, provocan pandemias como fiebre amarilla, dengue, equistosomiasis
en particular en climas templados y climas cálidos, inundan zonas con
patrimonio cultural o paisajístico, generan el movimiento de poblaciones
completas, entre otros Asuán, Itaipú, Yaciretá y aumentan la salinidad de los
cauces fluviales. La energía solar se encuentra entre las menos agresivas salvo
el debate generado por la electricidad fotovoltaica respecto a que se utiliza
gran cantidad de energía para producir los paneles fotovoltáicos y tarda
bastante tiempo en amortizarse esa cantidad de energía. La mareomotriz se ha
discontinuado por los altísimos costos iniciales y el impacto ambiental que
suponen. La energía de las olas junto con la energía de las corrientes marinas
habitualmente tienen bajo impacto ambiental ya que usualmente se ubican en
costas agrestes. La energía de la biomasa produce contaminación durante la
combustión por emisión de CO2 pero que es reabsorbida por el crecimiento de
las plantas cultivadas y necesita tierras cultivables para su desarrollo,
disminuyendo la cantidad de tierras cultivables disponibles para el consumo
humano y para la ganadería, con un peligro de aumento del coste de los
alimentos y aumentando la producción de monocultivos.
Energía hidráulica
La energía potencial acumulada en los saltos de agua puede ser transformada
en energía eléctrica. Las centrales hidroeléctricas aprovechan la energía de los
ríos para poner en funcionamiento unas turbinas que mueven un generador
eléctrico. En España se utiliza un 15 % de esta energía para producir
electricidad.
Uno de los recursos más importantes cuantitativamente en la estructura de las
energías renovables es la procedente de las instalaciones hidroeléctricas; una
fuente energética limpia y autóctona pero para la que se necesita construir
infraestructuras necesarias que permitan aprovechar el potencial disponible
con un coste nulo de combustible. El problema de este tipo de energía es que
depende de las condiciones climatológicas.
Energía solar térmica
Se trata de recoger la energía del sol a través de paneles solares y convertirla
en calor el cual puede destinarse a satisfacer numerosas necesidades. Por
ejemplo, se puede obtener agua caliente para consumo doméstico o industrial,
o bien para dar calefacción a hogares, hoteles, colegios o fábricas. También, se
podrá conseguir refrigeración durante las épocas cálidas. En agricultura se
pueden conseguir otro tipo de aplicaciones como invernaderos solares que
favorecieran las mejoras de las cosechas en calidad y cantidad, los secaderos
agrícolas que consumen mucha menos energía si se combinan con un sistema
solar, y plantas de purificación o desalinización de aguas sin consumir ningún
tipo de combustible. Con este tipo de energía se podría reducir más del 25 %
del consumo de energía convencional en viviendas de nueva construcción con
la consiguiente reducción de quema de combustibles fósiles y deterioro
ambiental. La obtención de agua caliente supone en torno al 28% del consumo
de energía en las viviendas y que éstas, a su vez, demandan algo más del 12%
de la energía en España.[cita requerida]
Biomasa
La formación de biomasa a partir de la energía solar se lleva a cabo por el
proceso denominado fotosíntesis vegetal que a su vez es desencadenante de la
cadena biológica. Mediante la fotosíntesis las plantas que contienen clorofila,
transforman el dióxido de carbono y el agua de productos minerales sin valor
energético, en materiales orgánicos con alto contenido energético y a su vez
sirven de alimento a otros seres vivos. La biomasa mediante estos procesos
almacena a corto plazo la energía solar en forma de carbono. La energía
almacenada en el proceso fotosintético puede ser posteriormente
transformada en energía térmica, eléctrica o carburantes de origen vegetal,
liberando de nuevo el dióxido de carbono almacenado.
Energía solar

Estos colectores solares parabólicos concentran la radiación solar aumentando


temperatura en el receptor.
Los paneles fotovoltaicos convierten directamente la energía luminosa en
energía eléctrica.
La energía solar es una fuente de vida y origen de la mayoría de las demás
formas de energía en la Tierra. Cada año la radiación solar aporta a la Tierra la
energía equivalente a varios miles de veces la cantidad de energía que
consume la humanidad. Recogiendo de forma adecuada la radiación solar, esta
puede transformarse en otras formas de energía como energía térmica o
energía eléctrica utilizando paneles solares.
Mediante colectores solares, la energía solar puede transformarse en energía
térmica, y utilizando paneles fotovoltaicos la energía luminosa puede
transformarse en energía eléctrica. Ambos procesos nada tienen que ver entre
sí en cuanto a su tecnología. Así mismo, en las centrales térmicas solares se
utiliza la energía térmica de los colectores solares para generar electricidad.

Se distinguen dos componentes en la radiación solar: la radiación directa y la


radiación difusa. La radiación directa es la que llega directamente del foco
solar, sin reflexiones o refracciones intermedias. La difusa es la emitida por la
bóveda celeste diurna gracias a los múltiples fenómenos de reflexión y
refracción solar en la atmósfera, en las nubes, y el resto de elementos
atmosféricos y terrestres. La radiación directa puede reflejarse y concentrarse
para su utilización, mientras que no es posible concentrar la luz difusa que
proviene de todas direcciones. Sin embargo, tanto la radiación directa como la
radiación difusa son aprovechables.
Se puede diferenciar entre receptores activos y pasivos en que los primeros
utilizan mecanismos para orientar el sistema receptor hacia el Sol -llamados
seguidores- y captar mejor la radiación directa.
Una importante ventaja de la energía solar es que permite la generación de
energía en el mismo lugar de consumo mediante la integración arquitectónica.
Así, podemos dar lugar a sistemas de generación distribuida en los que se
eliminen casi por completo las pérdidas relacionadas con el transporte -que en
la actualidad suponen aproximadamente el 40% del total- y la dependencia
energética.
Las diferentes tecnologías fotovoltaicas se adaptan para sacar el máximo
rendimiento posible de la energía que recibimos del sol. De esta forma por
ejemplo los sistemas de concentración solar fotovoltaica (CPV por sus siglas en
inglés) utiliza la radiación directa con receptores activos para maximizar la
producción de energía y conseguir así un coste menor por kW/h producido.
Esta tecnología resulta muy eficiente para lugares de alta radiación solar, pero
actualmente no puede competir en precio en localizaciones de baja radiación
solar como Centro Europa, donde tecnologías como la Capa Fina (Thin Film)
están consiguiendo reducir también el precio de la tecnología fotovoltaica
tradicional.
Energía eólica
La energía eólica es la energía obtenida de la fuerza del viento, es decir,
mediante la utilización de la energía cinética generada por las corrientes de
aire. Se obtiene a través de una turbinas eólicas son las que convierten la
energía cinética del viento en electricidad por medio de aspas o hélices que
hacen girar un eje central conectado, a través de una serie engranajes (la
transmisión) a un generador eléctrico.
La energía eólica ha sido aprovechada desde la antigüedad para mover los
barcos impulsados por velas o hacer funcionar la maquinaria de molinos al
mover sus aspas. Es un tipo de energía verde.
Por lo que puede decirse que la energía eólica es una forma no-directa de
energía solar, las diferentes temperaturas y presiones en la atmósfera,
provocadas por la absorción de la radiación solar, son las que ponen al viento
en movimiento.
El aerogenerador es un generador de corriente eléctrica a partir de la energía
cinética del viento, es una energía limpia y también la menos costosa de
producir, lo que explica el fuerte entusiasmo por esta tecnología.
Actualmente se utiliza para su transformación en energía eléctrica a través de
la instalación de aerogeneradores o turbinas de viento. De entre todas las
aplicaciones existentes de la energía eólica, la más extendida, y la que cuenta
con un mayor crecimiento es la de los parques eólicos para producción
eléctrica.
Un parque eólico es la instalación integrada de un conjunto de
aerogeneradores interconectados eléctricamente. Los aerogeneradores son los
elementos claves de la instalación de los parques eólicos que, básicamente,
son la evolución de los tradicionales molinos de viento. Como tales son
máquinas rotativas que están formadas por tres aspas, de unos 20-25 metros,
unidas a un eje común. El elemento de captación o rotor que está unido a este
eje, capta la energía del viento. Mediante el movimiento de las aspas o paletas,
accionadas por el viento, activa un generador eléctrico que convierte la
energía mecánica de la rotación en energía eléctrica.
Estos aerogeneradores suelen medir unos 40-50 metros dependiendo de la
orografía del lugar, pero pueden ser incluso más altos. Este es uno de los
grandes problemas que afecta a las poblaciones desde el punto de vista
estético.
Los aerogeneradores pueden trabajar solos o en parques eólicos, sobre tierra
formando las granjas eólicas, sobre la costa del mar o incluso pueden ser
instalados sobre las aguas a cierta distancia de la costa en lo que se llama
granja eólica marina, la cual está generando grandes conflictos en todas
aquellas costas en las que se pretende construir parques eólicos. El gran
beneficio medioambiental que reporta el aprovechamiento del viento para la
generación de energía eléctrica viene dado, en primer lugar, por los niveles de
emisiones gaseosas evitados, en comparación con los producidos en centrales
térmicas. En definitiva, contribuye a la estabilidad climática del planeta.
Un desarrollo importante de la energía eléctrica de origen eólico puede ser, por
tanto, una de las medidas más eficaces para evitar el efecto invernadero ya
que, a nivel mundial, se considera que el sector eléctrico es responsable del
29% de las emisiones de CO2 del planeta.
Como energía renovable que es contribuye minimizar el calentamiento global.
Si nos centramos en las ventajas sociales y económicas que nos incumben de
una manera mucho más directa son mayores que los beneficios que nos
aportan las energías convencionales. El desarrollo de este tipo de energía
puede reforzar la competitividad general de la industria y tener efectos
positivos y tangibles en el desarrollo regional, la cohesión económica y social, y
el empleo.
La industria eólica es un sector con indudable futuro. Las repercusiones que en
materia de empleo está teniendo y va a tener esta dinámica inversión son sin
duda importantes. Este despliegue de la energía eólica puede ser una
característica clave del desarrollo regional con el objetivo de dar lugar a una
mayor cohesión social y económica.
Los fondos invertidos a escala regional en el desarrollo de las fuentes de
energía renovables pueden contribuir a elevar los niveles de vida y de renta de
las regiones menos favorecidas o en declive mediante la utilización de recursos
locales, generando empleos permanentes a nivel local y creando nuevas
oportunidades para la agricultura. Las energías renovables contribuyen de esta
forma al desarrollo de las regiones menos favorecidas, cuyos recursos
naturales encuentran así una oportunidad.
La energía eólica supone una evidente contribución al autoabastecimiento
energético. A pesar de que las ventajas medioambientales de la energía eólica
son incuestionables, y de que existe un amplio consenso en nuestra sociedad
sobre el alto grado de compatibilidad entre las instalaciones eólicas y el
respeto por el medio ambiente, son muchos los que consideran que la
instalación concreta de un parque eólico puede producir impactos ambientales
negativos, que dependerán del emplazamiento elegido. Aunque muchas de
ellas se encuentran en emplazamientos reservados.
Hay quienes consideran que la eólica no supone una alternativa a las fuentes
de energía actuales, ya que no genera energía constantemente pro falta o
exceso de viento. Es la intermitencia uno de sus principales inconvenientes. El
impacto en detrimento de la calidad del paisaje, los efectos sobre la avifauna y
el ruido, suelen ser los efectos negativos que generalmente se citan como
inconvenientes medioambientales de los parques eólicos.
Con respecto a los efectos sobre la avifauna el impacto de los aerogeneradores
no es tan importante como pudiera parecer en un principio. Otro de los
mayores inconvenientes es el efecto pantalla que limita de manera notable la
visibilidad y posibilidades de control que constituye la razón de ser de sus
respectivos emplazamientos, consecuencia de la alienación de los
aerogeneradores. A las limitaciones visuales se añaden las previsibles
interferencias electromagnéticas en los sistemas de comunicación.
Energía geotérmica
La energía geotérmica es aquella energía que puede ser obtenida por el
hombre mediante el aprovechamiento del calor del interior de la Tierra.
Parte del calor interno de la Tierra (5000 °C) llega a la corteza terrestre. En
algunas zonas del planeta, cerca de la superficie, las aguas subterráneas
pueden alcanzar temperaturas de ebullición, y, por tanto, servir para accionar
turbinas eléctricas o para calentar.
Energía marina

La energía marina o energía de los mares (también denominada a veces


energía de los océanos o energía oceánica) se refiere a la energía renovable
producida por las olas del mar, las mareas, la salinidad y las diferencias de
temperatura del océano. El movimiento del agua en los océanos del mundo
crea un vasto almacén de energía cinética o energía en movimiento. Esta
energía se puede aprovechar para generar electricidad que alimente las casas,
el transporte y la industria. Los principales tipos son:
• Energía de las olas, olamotriz o undimotriz.
• Energía de las mareas o energía mareomotriz.
• Energía de las corrientes: consiste en el aprovechamiento de la energía
cinética contenida en las corrientes marinas. El proceso de captación se
basa en convertidores de energía cinética similares a los
aerogeneradores empleando en este caso instalaciones submarinas para
corrientes de agua.
• Maremotérmica: se fundamenta en el aprovechamiento de la energía
térmica del mar basado en la diferencia de temperaturas entre la
superficie del mar y las aguas profundas. El aprovechamiento de este
tipo de energía requiere que el gradiente térmico sea de al menos 20º.
Las plantas maremotérmicas transforman la energía térmica en energía
eléctrica utilizando el ciclo termodinámico denominado “ciclo de
Rankine” (El Ciclo de Rankine es un ciclo termodinámico que tiene como
objetivo la conversión de calor en trabajo, constituyendo lo que se denomina un
ciclo de potencia.) para producir energía eléctrica cuyo foco caliente es el
agua de la superficie del mar y el foco frío el agua de las profundidades.
• Energía osmótica: es la energía de los gradientes de salinidad.

Ventajas e inconvenientes de la energía


renovable
Energías ecológicas
Las fuentes de energía renovables son distintas a las de combustibles fósiles o
centrales nucleares debido a su diversidad y abundancia. Se considera que el
Sol abastecerá estas fuentes de energía (radiación solar, viento, lluvia, etc.)
durante los próximos cuatro mil millones de años. La primera ventaja de una
cierta cantidad de fuentes de energía renovables es que no producen gases de
efecto invernadero ni otras emisiones, contrariamente a lo que ocurre con los
combustibles, sean fósiles o renovables. Algunas fuentes renovables no emiten
dióxido de carbono adicional, salvo los necesarios para su construcción y
funcionamiento, y no presentan ningún riesgo suplementario, tales como el
riesgo nuclear.
No obstante, algunos sistemas de energía renovable generan problemas
ecológicos particulares. Así pues, los primeros aerogeneradores eran peligrosos
para los pájaros, pues sus aspas giraban muy deprisa, mientras que las
centrales hidroeléctricas pueden crear obstáculos a la emigración de ciertos
peces, un problema serio en muchos ríos del mundo (en los del noroeste de
Norteamérica que desembocan en el océano Pacífico, se redujo la población de
salmones drásticamente).
Naturaleza difusa
Batería de paneles solares.
Un problema inherente a las energías renovables es su naturaleza difusa, con
la excepción de la energía geotérmica la cual, sin embargo, sólo es accesible
donde la corteza terrestre es fina, como las fuentes calientes y los géiseres.
Puesto que ciertas fuentes de energía renovable proporcionan una energía de
una intensidad relativamente baja, distribuida sobre grandes superficies, son
necesarias nuevos tipos de "centrales" para convertirlas en fuentes utilizables.
Para 1.000 kWh de electricidad, consumo anual per cápita en los países
occidentales, el propietario de una vivienda ubicada en una zona nublada de
Europa debe instalar ocho metros cuadrados de paneles fotovoltaicos
(suponiendo un rendimiento energético medio del 12,5%).
Sin embargo, con cuatro metros cuadrados de colector solar térmico, un hogar
puede obtener gran parte de la energía necesaria para el agua caliente
sanitaria aunque, debido al aprovechamiento de la simultaneidad, los edificios
de pisos pueden conseguir los mismos rendimientos con menor superficie de
colectores y, lo que es más importante, con mucha menor inversión por
vivienda.
Irregularidad
La producción de energía eléctrica permanente exige fuentes de alimentación
fiables o medios de almacenamiento (sistemas hidráulicos de almacenamiento
por bomba, baterías, futuras pilas de combustible de hidrógeno, etc.). Así pues,
debido al elevado coste del almacenamiento de la energía, un pequeño
sistema autónomo resulta raramente económico, excepto en situaciones
aisladas, cuando la conexión a la red de energía implica costes más elevados.
Fuentes renovables contaminantes
En lo que se refiere a la biomasa, es cierto que almacena activamente el
carbono del dióxido de carbono, formando su masa con él y crece mientras
libera el oxígeno de nuevo, al quemarse vuelve a combinar el carbono con el
oxígeno, formando de nuevo dióxido de carbono. Teóricamente el ciclo cerrado
arrojaría un saldo nulo de emisiones de dióxido de carbono, al quedar las
emisiones fruto de la combustión fijadas en la nueva biomasa. En la práctica,
se emplea energía contaminante en la siembra, en la recolección y la
transformación, por lo que el balance es negativo.
Por otro lado, también la biomasa no es realmente inagotable, aun siendo
renovable. Su uso solamente puede hacerse en casos limitados. Existen dudas
sobre la capacidad de la agricultura para proporcionar las cantidades de masa
vegetal necesaria si esta fuente se populariza, lo que se está demostrando con
el aumento de los precios de los cereales debido a su aprovechamiento para la
producción de biocombustibles. Por otro lado, todos los biocombustibles
producen mayor cantidad de dióxido de carbono por unidad de energía
producida que los equivalentes fósiles.
La energía geotérmica no solo se encuentra muy restringida geográficamente
sino que algunas de sus fuentes son consideradas contaminantes. Esto debido
a que la extracción de agua subterránea a alta temperatura genera el arrastre
a la superficie de sales y minerales no deseados y tóxicos. La principal planta
geotérmica se encuentra en la Toscana, cerca de la ciudad de Pisa y es
llamada Central Geotérmica de Larderello [1] [2]. Una imagen de la central en
la parte central de un valle y la visión de kilómetros de cañerías de un metro
de diámetro que van hacia la central térmica muestran el impacto paisajístico
que genera.
En Argentina la principal central fue construida en la localidad de Copahue [3]
y en la actualidad se encuentra fuera de funcionamiento la generación
eléctrica. El surgente se utiliza para calefacción distrital, calefacción de calles y
aceras y baños termales.
Diversidad geográfica
La diversidad geográfica de los recursos es también significativa. Algunos
países y regiones disponen de recursos sensiblemente mejores que otros, en
particular en el sector de la energía renovable. Algunos países disponen de
recursos importantes cerca de los centros principales de viviendas donde la
demanda de electricidad es importante. La utilización de tales recursos a gran
escala necesita, sin embargo, inversiones considerables en las redes de
transformación y distribución, así como en la propia producción.
Administración de las redes eléctricas
Si la producción de energía eléctrica a partir de fuentes renovables se
generalizase, los sistemas de distribución y transformación no serían ya los
grandes distribuidores de energía eléctrica, pero funcionarían para equilibrar
localmente las necesidades de electricidad de las pequeñas comunidades. Los
que tienen energía en excedente venderían a los sectores deficitarios, es decir,
la explotación de la red debería pasar de una "gestión pasiva" donde se
conectan algunos generadores y el sistema es impulsado para obtener la
electricidad "descendiente" hacia el consumidor, a una gestión "activa", donde
se distribuyen algunos generadores en la red, debiendo supervisar
constantemente las entradas y salidas para garantizar el equilibrio local del
sistema. Eso exigiría cambios importantes en la forma de administrar las redes.
Sin embargo, el uso a pequeña escala de energías renovables, que a menudo
puede producirse "in situ", disminuye la necesidad de disponer de sistemas de
distribución de electricidad. Los sistemas corrientes, raramente rentables
económicamente, revelaron que un hogar medio que disponga de un sistema
solar con almacenamiento de energía, y paneles de un tamaño suficiente, sólo
tiene que recurrir a fuentes de electricidad exteriores algunas horas por
semana. Por lo tanto, los que abogan por la energía renovable piensan que los
sistemas de distribución de electricidad deberían ser menos importantes y más
fáciles de controlar.
La integración en el paisaje

Aerogeneradores.
Un inconveniente evidente de las energías renovables es su impacto visual en
el ambiente local. Algunas personas odian la estética de los generadores
eólicos y mencionan la conservación de la naturaleza cuando hablan de las
grandes instalaciones solares eléctricas fuera de las ciudades. Sin embargo,
todo el mundo encuentra encanto en la vista de los "viejos molinos de viento"
que, en su tiempo, eran una muestra bien visible de la técnica disponible.
Otros intentan utilizar estas tecnologías de una manera eficaz y satisfactoria
estéticamente: los paneles solares fijos pueden duplicar las barreras anti-ruido
a lo largo de las autopistas, hay techos disponibles y podrían incluso ser
sustituidos completamente por captadores solares, células fotovoltaicas
amorfas que pueden emplearse para teñir las ventanas y producir energía, etc.

Las fuentes de energía renovables en la


actualidad
Central hidroeléctrica.
Representan un 20% del consumo mundial de electricidad, siendo el 90% de
origen hidráulico. El resto es muy marginal: biomasa 5,5%, geotérmica 1,5%,
eólica 0,5% y solar 0,05%.
Alrededor de un 80% de las necesidades de energía en las sociedades
industriales occidentales se centran en torno a la industria, la calefacción, la
climatización de los edificios y el transporte (coches, trenes, aviones). Sin
embargo, la mayoría de las aplicaciones a gran escala de la energía renovable
se concentra en la producción de electricidad.

Producción de energía
Greenpeace presentó un informe4 en el que sostiene que la utilización de
energías renovables para producir el 100% de la energía es técnicamente
viable y económicamente asumible, por lo que, según la organización
ecologista, lo único que falta para que en España se dejen a un lado las
energías sucias, es necesaria voluntad política. Para lograrlo, son necesarios
dos desarrollos paralelos: de las energías renovables y de la eficiencia
energética (eliminación del consumo superfluo).5
ENERGIAS RENOVABLES
• Agua
• Aparatos ecológicos
• Biocombustibles
• coches híbridos
• Energía eólica
• energía oceanos
• Energía solar
• Energía solar térmica
• energía térmica
• energia geotermica
• Energia nuclear
• Hidrógeno
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Portada » Ecología » Energías renovables » Energías Renovables

Energías Renovables
Las energías renovables son aquellas que se producen de forma continua y son
inagotables a escala humana: solar, eólica, hidráulica, biomasa y geotérmica.

Son fuentes de abastecimiento que respetan el medio ambiente. Lo que no


significa que no ocasionen efectos negativos sobre el entorno, pero éstos son
infinitamente menores si los comparamos con los impactos ambientales de las
energías convencionales (combustibles fósiles: petróleo, gas y carbón; energía
nuclear, etc.) y además son casi siempre reversibles. Según un estudio sobre
los "Impactos Ambientales de la Producción de Electricidad" el impacto
ambiental en la generación de electricidad de las energías convencionales es
31 veces superior al de las energías renovables.
Como ventajas medioambientales importantes podemos destacar la no emisión
de gases contaminantes como los resultantes de la combustión de
combustibles fósiles, responsables del calentamiento global del planeta (CO2)
y de la lluvia ácida (SO2 y NOx) y la no generación de residuos peligrosos de
difícil tratamiento y que suponen durante generaciones una amenaza para el
medio ambiente como los residuos radiactivos relacionados con el uso de la
energía nuclear.
Otras ventajas a señalar de las energías renovables son su contribución al
equilibrio territorial, ya que pueden instalarse en zonas rurales y aisladas, y a
la disminución de la dependencia de suministros externos, ya que las energías
renovables son autóctonas, mientras que los combustibles fósiles sólo se
encuentran en un número limitado de países.

El sol está en el origen de toda las energías


renovables
Provoca en la Tierra las diferencias de presión que dan origen a los vientos:
fuente de la energía eólica.
Ordena el ciclo del agua, causa la evaporación que provoca la formación de las
nubes y, por tanto, las lluvias: fuente de la energía hidráulica.
Sirve a las plantas para su vida y crecimiento: fuente de la biomasa.
Es la fuente directa de la energía solar, tanto la térmica como la fotovoltaica.

Una de las energías renovables más


competitivas es la eólica
La energía del viento se deriva del calentamiento diferencial de la atmósfera
por el sol, y las irregularidades de la superficie terrestre. Aunque sólo una
pequeña parte de la energía solar que llega a la tierra se convierte en energía
cinética del viento, la cantidad total es enorme.
Con la ayuda de los aerogeneradores o generadores eólicos podemos convertir
la fuerza del viento en electricidad. Éstos tienen usos muy diversos y pueden
satisfacer demandas de pequeña potencia (bombeo de agua, electrificación
rural, etc.) o agruparse y formar parques eólicos conectados a la red eléctrica.
Durante siglos el viento ha movido las aspas de los molinos utilizados para
moler el grano o bombear agua. Por ello, tras siglos de mejoras técnicas, la
energía eólica es en la actualidad una de las energías renovables más
competitivas.

Energía solar
La energía solar se fundamenta en el aprovechamiento de la radiación solar
para la obtención de energía que podemos aprovechar directamente en forma
de calor o bien podemos convertir en electricidad.
• Calor: la energía solar térmica consiste en el aprovechamiento de la
radiación que proviene del sol, para la producción de agua caliente, para
consumo doméstico o industrial, climatización de piscinas, calefacción de
nuestros hogares, hoteles, colegios, fábricas, etc.
• Electricidad: energía solar fotovoltaica permite transformar en
electricidad la radiación solar a través de unas células fotovoltaicas o
placas solares. La electricidad producida puede usarse de manera directa
(por ejemplo para sacar agua de un pozo o para regar, mediante un
motor eléctrico), o bien ser almacenada en acumuladores para usarse en
las horas nocturnas. Incluso es posible inyectar la electricidad sobrante a
la red general, obteniendo un importante beneficio.
La energía solar fotovoltaica tiene numerosas aplicaciones.
Funcionamiento de aparatos de consumo pequeño, calculadoras, relojes, etc.
Electrificación de viviendas o núcleos de población aislados.
Señalizaciones terrestres y marítimas.
Comunicaciones o iluminación pública.
Durante el presente año, el Sol arrojará sobre la Tierra cuatro mil veces más
energía que la que vamos a consumir.

Energía hidráulica
La energía hidráulica tiene su origen en el "ciclo del agua", generado por el Sol,
al evaporar las aguas de los mares, lagos, etc. Este agua cae en forma de lluvia
y nieve sobre la Tierra y vuelve hasta el mar, donde el ciclo se reinicia.
La energía hidráulica se obtiene a partir de la energía potencial asociada a los
saltos de agua y a la diferencia de alturas entre dos puntos del curso de un río.
Las centrales hidroeléctricas transforman en energía eléctrica el movimiento
de las turbinas que se genera al precipitar una masa de agua entre dos puntos
a diferente altura y, por tanto a gran velocidad.
Hay diversos tipos de centrales hidroeléctricas en función de su tamaño.
• Las grandes centrales hidroeléctricas.
• Las centrales mini hidráulicas o minicentrales. Éstas no requieren
grandes embalses reguladores y por tanto su impacto ambiental es
mucho menor.
Mónica Ortega
Licenciada en Ciencias Ambientales
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LAS ENERGÍAS RENOVABLES SON LA ÚNICA ALTERNATIVA A


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ÍNDICE DE CONTENIDOS EN ESTA PÁGINA:


Energías renovables
Energía solar térmica
Energía solar fotovoltaica
Hidráulica
Energía eólica
Energía geotérmica
Biomasa
Situación española
Si puede leer esto y lo demás está en negro, cargue los gráficos de esta página

Energías renovables
Producir energía limpia; apostar por las renovables; frenar la dependencia
de las importaciones energéticas, limitar el efecto invernadero... son objetivos
a los que es difícil oponerse. Pero en 1996, el último año en el que hay datos
confirmados de los Quince, sólo el 5% de la energía total consumida en la
Unión Europea respondía a estos criterios ecológicos. La UE defiende duplicar
en cada país el peso de las renovables y llegar, en el 2010, a una media del
12% para los Quince.
Las energías renovables podrían solucionar muchos de los problemas
ambientales, como el cambio climático, los residuos radiactivos, las lluvias
ácidas y la contaminación atmosférica. Las energías renovables podrían cubrir
un tercio del consumo de electricidad y reducir las emisiones de dióxido de
carbono en un 20% para el año 2.005. Pero para ello es necesario invertir unos
90.000 millones de pesetas anuales, de los que 20.000 serían fondos públicos.
Las energías renovables cubrieron en 1996 el 7,2% por ciento del consumo
energético español (1.996 fue un buen año hidráulico, lo que explica tal
porcentaje excepcionalmente alto). En 1996 había instalados en España 320
mil metros cuadrados de colectores solares (produjeron en 1996 el equivalente
a 25,3 ktep), 6,9 MWp de módulos fotovoltaicos con una producción en 1.996
de 12,2 GWh, numerosos aerogeneradores eólicos con una potencia global de
211 MW (316,6 GWh en 1996), varios cientos de centrales hidroeléctricas con
una potencia de 17.332 megavatios (41.619 GWh en 1996) y una decena de
instalaciones geotérmicas con una producción de sólo 3.400 tep en 1.996.

El potencial de las energías renovables en España, aún con las limitaciones


actuales de tecnología y costes económicos, es muy elevado. En el año 2005,
si la Administración acometiese una decidida política de empleo de las
energías renovables, éstas podrían llegar a proporcionar 8,1 Mtep. Tal cifra
debería crecer rápidamente a partir del año 2.005, para alcanzar las 14,5 Mtep
en el año 2020.
La energía eólica muestra las potencialidades para la creación de empleo de
las nuevas tecnologías energéticas, pues ya emplea a cerca de 4.000 personas
en España, entre empleos directos e indirectos. La propuesta alternativa
supondrá la creación de 9.000 empleos fijos en la producción de
aerogeneradores y 3.600 en la explotación, y un total de 60.000 nuevos
empleos sólo en renovables (34.000 en la producción y obra civil, y 26.000 en
la explotación).
España aspira (oficialmente) a que en 10 años el 12% de la energía sea
renovable.
Cada kilovatio solar recibirá una bonificación de 60 pesetas
Los productores de energías renovables no dependerán de la voluntad de
las compañías eléctricas para vender sus excedentes. Un decreto publicado el
30 de diciembre regula esa venta, que bonifica con 60 pesetas el kilovatio de
energía solar. El efecto del decreto no se conocerá hasta que se apruebe su
reglamento, pero el Gobierno confía en que, para el año 2010, el 12% de la
energía sea de fuentes renovables. El Gobierno ha tardado más de un año en
trasladar a las energías renovables los efectos de la Ley Eléctrica, que
establecía el régimen de libre competencia en el sector. Un decreto aprobado
por el último Consejo de Ministros de 1998 regula los mecanismos e incentivos
que hagan posible para el año 2010 que las energías no contaminantes y
sostenibles puedan aportar el 12% del consumo nacional. Ahora apenas
alcanzan el 7%.

Ese objetivo se pretende alcanzar con bonificaciones y la obligación de que


las grandes compañías eléctricas compren a los pequeños productores de
energías renovables la totalidad de su producción a precios qué incentiven su
crecimiento.
Podrán acogerse a este régimen especial y vender sus excedentes todas las
instalaciones con potencia inferior o igual a 50 megawatios, siempre que
consuman ellos mismos al menos un 25% de su producción.
Las primas no se abonarán por la compañía eléctrica que distribuya la
producción, sino por el sistema eléctrico y, en definitiva, el usuario final, que
pagará en su tarifa no sólo los incentivos al desarrollo de las energías
renovables, sino otras cargas como la moratoria nuclear; el consumo de carbón
nacional y 1,3 billones de pesetas del coste que se le endosa por el coste de la
transición a la libre competencia de las eléctricas.
Estas primas varían en función de la fuente energética que se utilice. La
más reducida es la aplicada a la incineración de residuos urbanos (3,7 pesetas
el kilovatio/hora), seguida de la energía eólica (5,26 pesetas), hasta alcanzar
un máximo de 60 pesetas, que se aplicará a las instalaciones solares
fotovoltaicas.
Según Raimundo González, director técnico de Censolar, empresa
especializada en la docencia de esta última especialidad en Sevilla, con estos
incentivos se podría "duplicar" el objetivo del Gobierno para los próximos años.
Sin embargo, cree que todo depende de lo exigente que sea el reglamento. "En
Estados Unidos, las exigencias han sido disuasorias. Sin embargo, en Holanda
son todo lo contrario. Cualquier instalador está homologado.
Diario El País Enero del 99. I. G. MARDONES, Madrid

EFICIENCIA ENERGÉTICA.
Estas cuatro bombillas fluorescentes juntas consumen
aproximadamente la misma cantidad de energía que
una sola bombilla incandescente convencional de
70W. Las bombillas eficientes proporcionan la misma
iluminación, pero en el transcurso de su vida útil
evitan la emisión de casi una tonelada entera de
dióxido de carbono a la atmósfera. (Roger Ressmeyer,
Starlight/S?L)
Los edificios también desperdician energía a
chorros. Esta termografia muestra la pérdida de calor
de un edificio de oficinas. Los diferentes colores
indican las diferentes temperaturas, variando del azul
(frío) al blanco (caliente). (Williams y Metcalf/SPL). Derecha: Esta termografía muestra la
distribución del calor sobre la superficie externa de una casa. La mayor pérdida de calor se
produce a través de las ventanas con un solo cristal. Las áreas rojas en el techo indican cierta
pérdida de calor. (Agema Infrared Systems/SPL)

Al índice

Energía solar térmica


El colector solar plano es la aplicación más común de la energía térmica
del sol. Países como Japón, Israel, Chipre o Grecia han instalado varios millones
de unidades, si bien el momento actual de bajos precios del petróleo no es
precisamente el más favorable.
Cada metro cuadrado de colector puede producir anualmente una cantidad de
energía
equivalente a
cien kilogramos
de petróleo.
NORTE / SUR. La
energía solar no
sólo es un recurso
poderoso sino
también flexible.
En Odeillo, en los
Pirineos Franceses,
un horno solar
(arriba) utiliza 600 grandes espejos para concentrar
los rayos del sol, logrando temperaturas de más de 3.000 grados C. (CNRS/SPL).
A menor escala, la energía solar puede satisfacerlas necesidades de cocina y calefacción,
donde se está utilizando energía solar para hervir agua en un pueblo del noroeste del Tibet.
(Peter Ryan/SPL)
Las aplicaciones más extendidas son la generación de agua caliente para
hogares, piscinas, hospitales, hoteles y procesos industriales, y la calefacción,
empleos en los que se requiere calor a bajas temperaturas y que pueden llegar
a representar más de una décima parte del consumo. A diferencia de las
tecnologías convencionales para calentar el agua, las inversiones iniciales son
elevadas y requieren un periodo de amortización comprendido entre 5 y 7
años, si bien, como es fácil deducir, el combustible es gratuito y los gastos de
mantenimiento son bajos.
Un objetivo voluntarista, pero posible de alcanzar, sería tener instalados para
el año 2.005 un total de 3.230.000 m2 de colectores solares. Tal cifra permitiría
ahorrar 210 Ktep de otros combustibles. La inversión necesaria para alcanzar
tal objetivo asciende a 150.000 Mpta, de los que 20.000 Mpta deberían de ser
ayudas de la Administración. Alcanzar tal cifra implica un apoyo decidido de la
Administración, y la obligación de instalar colectores solares planos en las
viviendas de nueva construcción, con el fin de cubrir entre el 50 y el 75 % de
las necesidades de ACS en las nuevas viviendas.

CENTRALES TÉRMICAS SOLARES


Uno de los complejos de energía sol de Luz
International, en el desierto Mojave, California.
En total, las instalaciones cubren más de 750
hectáreas y generan 354 megavatios de
electricidad, lo que es suficiente para
abastecer 170.000 hogares. Los espejos
curvos siguen la trayectoria del sol,
concentrando su luz en unos tubos que
contienen un aceite sintético que se calienta
hasta casi 400 grados centígrados. El calor se usa para producir vapor, que genera electricidad
a través una turbina. (Hank MorganISPL)

Al índice
Energía solar fotovoltáica
CÉLULA SOLAR. Algunas células solares funcionan en base
a una plaqueta delgada de silicio monocristalino, que ha
sido tratada para poder convertir la luz del sol en
corriente eléctrica. El silicio se obtiene de la arena
ordinaria. Dada la eficiencia de la célula solar y la
duración de su vida útil, se calcula que una tonelada de
arena puede generar la misma cantidad de electricidad
que se produce quemando más de medio millón de
toneladas de carbón. (Philippe Ilailly/SPL)
La producción de electricidad a partir de células
fotovoltaicas en 1.997 es aún seis veces más cara
que la obtenida en centrales de carbón, pero hace tan
sólo una década era dieciocho veces más, lo que
permite que el empleo de células fotovoltaicas para
producir electricidad en lugares alejados de las redes
de distribución ya compita con las alternativas
existentes, como generadores eléctricos a partir del
petróleo. En los próximos 5 años se espera reducir el
coste del kWh a 12 centavos de dólar, a 10 para
antes del año 2.010 y a 4 centavos para el 2.030. A lo
largo de toda la década el mercado fotovoltaico
creció a ritmos anuales superiores al 40%; entre
1.971 y 1.996 se han instalado en el mundo 700
megavatios de células fotovoltaicas.
La superficie ocupada no plantea problemas. En el área mediterránea se
podrían producir 90 millones de kWh anuales por kilómetro cuadrado de
superficie cubierta de células fotovoltaicas, y antes del año 2.005, con los
rendimientos previstos, se alcanzarán los 150 millones de kWh por km2. Un
país como España podría resolver todas sus necesidades de electricidad con
apenas 900 km2, el 0,2% de su territorio. Todas las necesidades energéticas
mundiales se podrían cubrir ocupando sólo unos 300.000 km2 con células
fotovoltaicas. Por lo que se refiere al almacenamiento, la producción de
hidrógeno por electrólisis y su posterior empleo para producir electricidad u
otros usos, puede ser una óptima solución.
Para el año 2.005 se podrían llegar a alcanzar los 100 MWp, cifra
importante si se comparan con los 6,7 megavatios de 1.996, pero no
descabellada, dadas las claras perspectivas que se abren con las nuevas
tecnologías. Tal cifra irá destinada a la electrificación rural, a señalización y
comunicación, y a los usos agrícolas y ganaderos, aunque deberían igualmente
instalarse algunas centrales destinadas al suministro a la red. En España, con
una radiación solar diaria superior en la casi totalidad del territorio a 4 kWh por
metro cuadrado, el potencial es inmenso. Sólo en los tejados de las viviendas
españolas se podrían producir anualmente 180 TWh, cifra superior al consumo
de 137 TWh en 1.993.
La energía solar fotovoltaica, es decir, los paneles solares para producción
de electricidad tienen ahora un peso estadísticamente nulo entre las
renovables y en el IDAE creen que deberán pasar bastantes años para que
despegue. Dicen que es muy cara porque la tecnología no está suficientemente
desarrollada para hacerla rentable. Greenpeace no está de acuerdo, José Luis
García Ortega, experto en renovables de esta organización ecologista, asegura
que "si el billón de pesetas que el Gobierno va a donar a las eléctricas se
destinara a la solar fotovoltaica tendría un presente y futuro asegurado". Este
grupo ecologista mantiene que el futuro de la solar fotovoltaica pasa porque el
Ejecutivo, además de fijar el precio para su trasvase a la red (60 pesetas por
kilovatio transferido), las exigencias de la reglamentación no sean disuasorias
sino que la potencien. Las empresas que fabrican estos paneles confían en que
esta nueva norma impulse considerablemente su industria.
AUTOMÓVIL SOLAR El "Sunraycer" ganó la primera
carrera internacional de
automóviles impulsados por energía solar, que tuvo lugar
en Australia en noviembre de 1.987. Construido y
financiado por General Motors, tardó cinco días y medio
en cubrir las 1.950 millas entre Darwin y Adelaide, con
una velocidad media de 66 km/h. Uno de los participantes
de la carrera de 1991 marco un nuevo record mundial de
velocidad para automóviles solares, alcanzando 135 km/h. (Peter Menzel/SPL)

Un objetivo viable sería llegar a producir 0,3 TWh fotovoltaicos en el año


2.005, fecha a partir de la cual la foto-voltaica debería experimentar un rápido
desarrollo, para alcanzar los 32,5 TWh en el año 2.020. Para alcanzar tales
objetivos se requerirán unas inversiones importantes, pero posibles: 104.000
Mpta entre 1998 y el año 2.005, 13.000 millones de Pta anuales, al objeto de
superar las actuales barreras tecnológicas y de economías de escala.
Al índice
Hidráulica
AGUA. Hay una gran variedad de formas de generar energía
por medio de agua en movimiento. Este prototipo de una central
maremotriz fue construido en la isla de Islay, Escocia, sobre un
barranco que encierra una columna de agua marina. A medida
que el mar sube y baja, hace pasar el aire a través de una
turbina, accionando un generador eléctrico. (Martin Bond/SPL)
Los sistemas maremotrices podrían abastecer casi tres cuartas
partes de las necesidades energéticas actuales de la Comunidad
Europea. Las posibilidades para las mini-centrales hidroeléctricas
son también significativas. En China hay más de 60.000 de estas
centrales en funcionamiento, lo que es sólo una quinta parte del
potencial hidroeléctrico total. En los EEUU, si las 67.000 presas
existentes, la mayoría de ellas construidas para controlar
inundaciones, fueran utilizadas para producir electricidad, seria
posible
abastecer a varios millones de hogares.
EnEspaña el potencial adicional técnicamente desarrollable podría duplicar
la producción actual, alcanzando los 65 TWh anuales, aunque los costes
ambientales y sociales serían desproporcionados. La propuesta no considera la
construcción de ninguna nueva gran central, centrando los esfuerzos en la
rehabilitación de las minicentrales cerradas, mejora de las existentes y
aprovechamiento hidroeléctrico de los embalses que carecen de él. Tales
acciones permitirían incrementar la producción anual en 3 ó 4 TWh, sin ningún
impacto ambiental adicional hasta alcanzar los 35 TWh en un año medio (ni
muy seco ni especialmente lluvioso). Las inversiones necesarias ascienden a
200.000 Mpta.
Al índice
Energía eólica
La conversión de la energía del
viento en electricidad se realiza por
medio de aerogeneradores, con
tamaños, que abarcan desde algunos
vatios, hasta los 4.000 kilovatios (4
MW). Actualmente la capacidad
instalada asciende a 7.000 MW,
equivalente a siete grandes centrales nucleares.
En 1.997 ya es competitiva la producción de
electricidad con generadores eólicos de 600 kW y en
lugares donde la velocidad media del viento supera los
7 metros por segundo. Se espera que dentro de unos
pocos años también las máquinas grandes (entre 1 y 2
MW) lleguen a ser rentables. La energía eólica no
contamina y su impacto ambiental es muy pequeño
comparado con otras fuentes energéticas. De ahí la
necesidad de acelerar su implantación en todas las
localizaciones favorables, aunque procurando reducir
las posibles repercusiones negativas, especialmente en
las aves, en algunas localizaciones. Las mejores zonas
eólicas en España son las siguientes: Islas Canarias,
Zona del Estrecho, costa Gallega y valle del Ebro.
Alcanzar los 2.500 MW en el año 2.005 es un objetivo
ambicioso, pero factible técnica y económicamente,
dadas las ventajas de la energía eólica: reducido impacto ambiental, recurso
renovable, independencia de las importaciones e impacto positivo en la
generación de empleo. Se debe desarrollar una industria capaz de producir en
serie y a costes competitivos. Las inversiones totales para el periodo 1.998-
2.005 ascienden a 300.000 Mpta, cantidad equivalente o inferior al de una
central nuclear de 1.000 MWe. Los costes de la eólica son ya casi competitivos
con los de las energías convencionales: 150.000 PTA el KW instalado y 9 PTA el
kWh.
En el año 2.005 sería factible producir en España 6,3 TWh, y en el año
2.020 se podrían alcanzar los 25 TWh. La meta a alcanzar es instalar 10.000
MW eólicos en el año 2.020. Para el año 2.030 la EWEA ha propuesto instalar
un total de 100.000 MW en la Unión Europea.
La consultora BTM Consulting APS pronostica que en Europa se pasará de
los 4.794 megawatios ahora instalados a unos 12.500 en el 2002, casi el triple
en sólo tres años. Este aumento obedece, según esta consultora, a motivos
medioambientales, pero en otras zonas del planeta, como China o el norte de
África, también hay apuestas por la eólica como
generador de energía a falta de una red aceptable de
suministro eléctrico.
La energía eólica aglutina el protagonismo de un
espectacular crecimiento en los últimos años
acompañado de un interés también creciente por
parte de empresas y comunidades autónomas.
En instalaciones para parques eólicos se han
invertido, en 1998, casi 80.000 millones de pesetas, el
doble que en 1997 y más que en los doce anteriores, es decir; desde que
empezaron a levantarse molinos de viento en 1986. Según el Instituto para la
Diversificación y Ahorro Energético (IDAE), hay medio millar de empresas
involucradas en este sector.
Alemania es el gran líder en energía eólica: diseñan los parques con cuidado
para no tener problemas con los grupos ecologistas locales, pagan una prima
de unas 20 pesetas por el kilovatio de eólica transferido a la red, aquí ese
precio es de 11 pesetas, y hay empresas interesadas en seguir avanzando.
Greenpeace asegura que las compañías eléctricas se resistieron en los
primeros años al desarrollo de la eólica pero después,"cuando han visto que es
un negocio, se han apuntado al carro". El parque eólico de Tarifa, por ejemplo,
exigió una inversión de 6.000 millones de pesetas y ahora factura mil millones
de pesetas al año.

Al índice
Energía geotérmica
El potencial geotérmico español es de 600 Ktep anuales, según una
estimación muy conservadora del Instituto Geológico y Minero de España. Para
el año 2.005 se pretende llegar a las 100 Ktep, lo que requerirá unas
inversiones de 40.000 Mpta. Los usos serían calefacción, agua caliente
sanitaria e invernaderos, no contemplándose la producción de electricidad.
Biomasa
BIOMASA. La biomasa - la vegetación empleada para energía - puede
llegar a ser uno de los combustibles más importantes en el futuro. En
los próximos veinte años podría suministrar un octavo del
presupuesto energético mundial. Una gran variedad de desechos
agrícolas y madereros y de cultivos energéticos, simbolizados por el
campo de maíz (fondo: Alex Bartel/SPL) pueden transformarse para
suministrar una gama de combustibles para el transporte, o pueden
ser quemados para generar electrici dad. Un ejemplo de esto es la
conversión de las astillas de madera en un gas rico en metano.
(Izquierda: US Dept. of Energy/SPL) Al igual que los combustibles
fósiles, este gas puede quemarse en centrales eléctricas efi cientes
que maximicen el contenido energético del combustible, generando
electricidad al mismo tiempo que utilizan el calor sobrante.
La utilización de la biomasa es tan antigua como el
descubrimiento y el empleo del fuego para calentarse y
preparar alimentos, utilizando la leña. Aún hoy, la
biomasa es la principal fuente de energía para usos
domésticos empleada por más de 2.500 millones de
personas en el Tercer Mundo.
La combustión de la biomasa es contaminante. En el
caso de la incineración de basuras, tal y como se viene haciendo con los
residuos urbanos en la mayoría de las ciudades europeas y norteamericanas, la
combustión emite a la atmósfera contaminantes, algunos de ellos
cancerígenos, como las dioxinas. El reciclaje y la reutilización de los residuos
permitirá mejorar el medio ambiente, ahorrando importantes cantidades de
energía y de materias primas, a la vez que se trata de suprimir la generación
de residuos tóxicos y de reducir los envases.
En España actualmente el potencial energético de la biomasa asciende a
37 Mtep, pero tal cifra incluye 19,6 Mtep de cultivos energéticos y 3,8 Mtep de
residuos forestales y agrícolas. La producción de biocombustibles y un uso
energético excesivo de los residuos forestales y agrícolas no es deseable,
dadas sus repercusiones sobre la diversidad biológica, los suelos y el ciclo
hidrológico, sin olvidar que lo más importante es producir alimentos, y no
biocombustibles para los automóviles privados. El objetivo de alcanzar las
4,2Mtep en el 2.005 en la práctica supone duplicar el consumo oficial de
biomasa. La obtención de biogás en digestores a partir de residuos ganaderos
reducirá las emisiones de metano, y debe ser promocionada, con el fin de
reducir la contaminación, obtener fertilizantes y producir energía.
Al índice

Situación española
España será uno de los países más perjudicados por el cambio climático:
para el año 2.050, según el Hadley Center, habrá un aumento general de las
temperaturas (unos 2,5 grados centígrados), más acusado en los veranos, las
precipitaciones se reducirán en un 10 por ciento y la humedad del suelo en un
30 por ciento, y la práctica totalidad de los 3.000 kilómetros de playas
desaparecerán, debido a la elevación del nivel del mar y a procesos erosivos. El
cambio climático supondrá más incendios forestales, más erosión y
desertificación, y más sequías, inundaciones y fenómenos tormentosos en el
área mediterránea, como la llamada gota fría.
La producción agrícola disminuirá sensiblemente, al igual que la producción
hidroeléctrica, y nuestra principal industria, el turismo de sol y playa, se verá
seriamente afectado, tanto por la desaparición de playas como por el aumento
de las temperaturas en los países emisores. Todas las poblaciones costeras se
verán afectadas por la subida del nivel del mar. Numerosas especies de fauna
y flora podrían desaparecer.
Dadas las consecuencias del cambio climático en España, cabría esperar una
política beligerante por parte de la Administración. Y sin embargo ésta deja
traslucir la mayor de las indiferencias, cuando no el más trasnochado
desarrollismo, reclamando el derecho a contaminar más (un aumento del 17%
entre 1.990 y el 2.010). Si todos los países asumiesen los argumentos
defendidos por el gobierno español, las emisiones mundiales de gases de
invernadero habrían de crecer en un 65 por ciento para el año 2.000.
El objetivo del gobierno español para las emisiones de CO2, según las
últimas proyecciones, es aumentarlas en un 14% para el año 2.000 (258.247
miles de toneladas, kt) respecto a 1.990 (226.422 kt), y en un 24,74% para el
2.010 (282.440 kt) respecto a 1.990. Entre 1.990 y el 2.010 las proyecciones
del gobierno, por sectores y para el CO2 de origen energético, son las
siguientes: disminuirán un 3% en la industria, crecerán un 73% en los
transportes, aumentarán un 42% en servicios y usos domésticos y sólo un 5%
en el sector transformador de la energía (por la sustitución de carbón por gas
natural). Las emisiones de CO2 de origen no energético en principio no se
espera que aumenten, pero se carece de todo tipo de proyecciones.
El gobierno proyecta para el conjunto de los gases de invernadero (CO2, CH4
y N2O) un aumento del 11,78% para el 2.000, y del 20,10% para el 2.010, en
equivalente de dióxido de carbono, según los potenciales de calentamiento
global a 100 años. La diferencia entre el 20,1% para el 2.010 y el 17% de
incremento, en el marco del acuerdo del Consejo de Ministros de la UE de
marzo de 1.997, significa el esfuerzo adicional que está dispuesto a hacer el
gobierno español.
Gaia Diciembre 1997

Un Libro Blanco para las energías renovables.


El principal objetivo del Libro Blanco es duplicar la aportación de las
energías renovables, de forma que en el año 2010 el 12% de la energía que se
consuma en la UE proceda de fuentes renovables, frente al actual 6%. Es la
primera vez que se establece un objetivo de estas características, que obligue
a una aportación concreta de las renovables, más allá de los tradicionales
buenos deseos de hacer "lo que se pueda". Además, en España ese
compromiso está explícitamente recogido en la Ley del Sector Eléctrico.
El plan de acción del Libro Blanco tiene también otros objetivos esenciales:
• Eliminación de 402 millones de toneladas de emisiones de CO2 al año
mediante el uso de energías renovables.
• Aumentar en más de 100 veces la capacidad solar fotovoltaica instalada.
• Aumentar en 20 veces la capacidad de producción eólica.
• Aumentar en 15 veces la capacidad de producción solar térmica.
• Triplicar la energía producida a partir de biomasa.
Se estima que para realizar este plan se requerirá una inversión neta de
6.800 millones de ECUs, que es mucho dinero, pero que es menos de la mitad
de los subsidios concedidos en Europa al uso de combustibles fósiles y a la
generación nuclear.
Para acelerar la ejecución del plan, se han identificado cuatro acciones
clave, que forman la llamada "Campaña para el despegue":
* Un millón de sistemas fotovoltaicos, la mitad para instalar en los países de la
Unión (tejados y fachadas solares conectados a la red eléctrica) y la otra mitad
para países en desarrollo (sistemas autónomos). En España nos
corresponderían proporcionalmente cerca de 50.000 tejados solares, pero para
conseguirlo será necesario eliminar las fuertes barreras políticas que
obstaculizan la conexión a la red de sistemas fotovoltaicos.
* 10.000 MW de energía eólica, incluyendo parques mar adentro.
* Integración de fuentes de energía renovable en 100 comunidades, regiones,
ciudades o islas, con el objetivo de obtener un 100% de su suministro
energético a partir de renovables.
Un aspecto muy destacable del plan es la creación de empleo:esta
estrategia aseguraría más de un millón de nuevos puestos de trabajo en la
Unión Europea. Y es que, según cifras de British Petroleum (BP) y Shell, para
una misma inversión, la fabricación de equipos solares fotovoltaicos genera
seis veces más empleo que el petróleo.
El primer paso está dado. Pero ahora corresponde a los gobiernos llevarlo a
cabo: algo que en nuestro caso debemos exigir al Ministerio de Industria y
Energía y al de Medio Ambiente, así como a los organismos responsables de las
comunidades autónomas.
¡Las energías renovables son la única alternativa a largo plazo al
cambio climático!
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Página actualizada 10 de Enero del 2.001

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