Energía alternativa
Una energía alternativa, o más precisamente una fuente de energía alternativa
es aquella que puede suplir a las energías o fuentes energéticas actuales, ya
sea por su menor efecto contaminante, o fundamentalmente por su posibilidad
de renovación.
El consumo de energía es uno de los grandes medidores del progreso y
bienestar de una sociedad. El concepto de "crisis energética" aparece cuando
las fuentes de energía de las que se abastece la sociedad se agotan. Un
modelo económico como el actual, cuyo funcionamiento depende de un
continuo crecimiento, exige también una demanda igualmente creciente de
energía. Puesto que las fuentes de energía fósil y nuclear son finitas, es
inevitable que en un determinado momento la demanda no pueda ser
abastecida y todo el sistema colapse, salvo que se descubran y desarrollen
otros nuevos métodos para obtener energía: éstas serían las energías
alternativas.
En conjunto con lo anterior se tiene también que el abuso de las energías
convencionales actuales hoy día tales como el petróleo la combustión de
carbón entre otras acarrean consigo problemas de agravación progresiva como
la contaminación, el aumento de los gases invernadero y la perforación de la
capa de ozono.
La discusión energía alternativa/convencional no es una mera clasificación de
las fuentes de energía, sino que representa un cambio que necesariamente
tendrá que producirse durante este siglo. Es importante reseñar que las
energías alternativas, aun siendo renovables, también son finitas, y como
cualquier otro recurso natural tendrán un límite máximo de explotación. Por
tanto, incluso aunque podamos realizar la transición a estas nuevas energías
de forma suave y gradual, tampoco van a permitir continuar con el modelo
económico actual basado en el crecimiento perpetuo. Es por ello por lo que
surge el concepto del Desarrollo sostenible.
Dicho modelo se basa en las siguientes premisas:
Electricidad fotovoltaica.
• El uso de fuentes de energía renovable, ya que las fuentes fósiles
actualmente explotadas terminarán agotándose, según los pronósticos
actuales, en el transcurso de este siglo XXI.
• El uso de fuentes limpias, abandonando los procesos de combustión
convencionales y la fisión nuclear.
• La explotación extensiva de las fuentes de energía, proponiéndose como
alternativa el fomento del autoconsumo, que evite en la medida de lo
posible la construcción de grandes infraestructuras de generación y
distribución de energía eléctrica.
• La disminución de la demanda energética, mediante la mejora del
rendimiento de los dispositivos eléctricos (electrodomésticos, lámparas,
etc.)
• Reducir o eliminar el consumo energético innecesario. No se trata sólo de
consumir más eficientemente, sino de consumir menos, es decir,
desarrollar una conciencia y una cultura del ahorro energético y condena
del despilfarro.
La producción de energías limpias, alternativas y renovables no es por tanto
una cultura o un intento de mejorar el medio ambiente, sino una necesidad a la
que el ser humano se va a ver abocado, independientemente de nuestra
opinión, gustos o creencias.
Clasificación
Las fuentes renovables de energía pueden dividirse en dos categorías: no
contaminantes o limpias y contaminantes. Entre las primeras:
• La llegada de masas de agua dulce a masas de agua salada: energía
azul.
• El viento: energía eólica.
• El calor de la Tierra: energía geotérmica.
• Los ríos y corrientes de agua dulce: energía hidráulica.
• Los mares y océanos: energía mareomotriz.
• El Sol: energía solar.
• Las olas: energía undimotriz.
Las contaminantes se obtienen a partir de la materia orgánica o biomasa, y se
pueden utilizar directamente como combustible (madera u otra materia
vegetal sólida), bien convertida en bioetanol o biogás mediante procesos de
fermentación orgánica o en biodiésel, mediante reacciones de
transesterificación y de los residuos urbanos.
Las energías de fuentes renovables contaminantes tienen el mismo problema
que la energía producida por combustibles fósiles: en la combustión emiten
dióxido de carbono, gas de efecto invernadero, y a menudo son aún más
contaminantes puesto que la combustión no es tan limpia, emitiendo hollines y
otras partículas sólidas. Se encuadran dentro de las energías renovables
porque mientras puedan cultivarse los vegetales que las producen, no se
agotarán. También se consideran más limpias que sus equivalentes fósiles,
porque teóricamente el dióxido de carbono emitido en la combustión ha sido
previamente absorbido al transformarse en materia orgánica mediante
fotosíntesis. En realidad no es equivalente la cantidad absorbida previamente
con la emitida en la combustión, porque en los procesos de siembra,
recolección, tratamiento y transformación, también se consume energía, con
sus correspondientes emisiones.
Además, se puede atrapar gran parte de las emisiones de CO2 para alimentar
cultivos de microalgas/ciertas bacterias y levaduras (potencial fuente de
fertilizantes y piensos, sal (en el caso de las microalgas de agua salobre o
salada) y biodiésel/etanol respectivamente, y medio para la eliminación de
hidrocarburos y dioxinas en el caso de las bacterias y levaduras (proteínas
petrolíferas) y el problema de las partículas se resuelve con la gasificación y la
combustión completa (combustión a muy altas temperaturas, en una
atmósfera muy rica en O2) en combinación con medios descontaminantes de
las emisiones como los filtros y precipitadores de partículas (como el
precipitador Cottrel), o como las superficies de carbón activado.
También se puede obtener energía a partir de los residuos sólidos urbanos y de
los lodos de las centrales depuradoras y potabilizadoras de agua. Energía que
también es contaminante, pero que también lo sería en gran medida si no se
aprovechase, pues los procesos de pudrición de la materia orgánica se realizan
con emisión de gas natural y de dióxido de carbono.
Evolución histórica
Las energías renovables han constituido una parte importante de la energía
utilizada por los humanos desde tiempos remotos, especialmente la solar, la
eólica y la hidráulica. La navegación a vela, los molinos de viento o de agua y
las disposiciones constructivas de los edificios para aprovechar la del sol, son
buenos ejemplos de ello.
Con el invento de la máquina de vapor por James Watt, se van abandonando
estas formas de aprovechamiento, por considerarse inestables en el tiempo y
caprichosas y se utilizan cada vez más los motores térmicos y eléctricos, en
una época en que el todavía relativamente escaso consumo, no hacía prever
un agotamiento de las fuentes, ni otros problemas ambientales que más tarde
se presentaron.
Hacia la década de años 1970 las energías renovables se consideraron una
alternativa a las energías tradicionales, tanto por su disponibilidad presente y
futura garantizada (a diferencia de los combustibles fósiles que precisan miles
de años para su formación) como por su menor impacto ambiental en el caso
de las energías limpias, y por esta razón fueron llamadas energías alternativas.
Actualmente muchas de estas energías son una realidad, no una alternativa,
por lo que el nombre de alternativas ya no debe emplearse.
Polémicas
Existe cierta polémica sobre la inclusión de la incineración (dentro de la
energía de la biomasa) y de la energía hidráulica (a gran escala) como energías
verdes, por los impactos medioambientales negativos que producen, aunque
se trate de energías renovables.
El estatus de energía nuclear como « energía limpia » es objeto de debate. En
efecto, aunque presenta una de las más bajas tasas de emisiones de gases de
efecto invernadero, genera desechos nucleares cuya eliminación no está aún
resuelta. Según la definición actual de "desecho" no se trata de una energía
limpia.
Aunque las ventajas de este tipo de energías son notorias, también ha causado
diversidad en la opinión pública. Por un lado, colectivos ecologistas como
Greenpeace, han alzado la voz sobre el impacto ambiental que éstas pueden
llegar a causar en el medioambiente y también sobre el negocio que muchos
han visto en este nuevo sector. Este colectivo junto con otras asociaciones
ecologistas han rechazado el impacto que energías como la eólica causan en el
entorno. Para ello han propuesto que los generadores se instalen en el mar
obteniendo mayor cantidad de energía y evitando una contaminación
paisajística. Ahora bien, estas alternativas han sido rechazadas por otros
sectores, principalmente el empresarial, debido a su alto coste económico y
también, según los ecologistas, por el afán de monopolio de las empresas
energéticas. Los empresarios en cambio defiende la necesidad de tal impacto
pues de esa forma los costes son menores y por tanto el precio a pagar por los
usuarios es más bajo.
Impacto ambiental
Todas las fuentes de energía producen algún grado de impacto ambiental. La
energía geotérmica puede ser muy nociva si se arrastran metales pesados y
gases de efecto invernadero a la superficie; la eólica produce impacto visual en
el paisaje, ruido de baja frecuencia, puede ser una trampa para aves. La
hidráulica menos agresiva es la minihidráulica ya que las grandes presas
provocan pérdida de biodiversidad, generan metano por la materia vegetal no
retirada, provocan pandemias como fiebre amarilla, dengue, equistosomiasis
en particular en climas templados y climas cálidos, inundan zonas con
patrimonio cultural o paisajístico, generan el movimiento de poblaciones
completas, entre otros Asuán, Itaipú, Yaciretá y aumentan la salinidad de los
cauces fluviales. La energía solar se encuentra entre las menos agresivas salvo
el debate generado por la electricidad fotovoltaica respecto a que se utiliza
gran cantidad de energía para producir los paneles fotovoltáicos y tarda
bastante tiempo en amortizarse esa cantidad de energía. La mareomotriz se ha
discontinuado por los altísimos costos iniciales y el impacto ambiental que
suponen. La energía de las olas junto con la energía de las corrientes marinas
habitualmente tienen bajo impacto ambiental ya que usualmente se ubican en
costas agrestes. La energía de la biomasa produce contaminación durante la
combustión por emisión de CO2 pero que es reabsorbida por el crecimiento de
las plantas cultivadas y necesita tierras cultivables para su desarrollo,
disminuyendo la cantidad de tierras cultivables disponibles para el consumo
humano y para la ganadería, con un peligro de aumento del coste de los
alimentos y aumentando la producción de monocultivos.
Energía hidráulica
La energía potencial acumulada en los saltos de agua puede ser transformada
en energía eléctrica. Las centrales hidroeléctricas aprovechan la energía de los
ríos para poner en funcionamiento unas turbinas que mueven un generador
eléctrico. En España se utiliza un 15 % de esta energía para producir
electricidad.
Uno de los recursos más importantes cuantitativamente en la estructura de las
energías renovables es la procedente de las instalaciones hidroeléctricas; una
fuente energética limpia y autóctona pero para la que se necesita construir
infraestructuras necesarias que permitan aprovechar el potencial disponible
con un coste nulo de combustible. El problema de este tipo de energía es que
depende de las condiciones climatológicas.
Energía solar térmica
Se trata de recoger la energía del sol a través de paneles solares y convertirla
en calor el cual puede destinarse a satisfacer numerosas necesidades. Por
ejemplo, se puede obtener agua caliente para consumo doméstico o industrial,
o bien para dar calefacción a hogares, hoteles, colegios o fábricas. También, se
podrá conseguir refrigeración durante las épocas cálidas. En agricultura se
pueden conseguir otro tipo de aplicaciones como invernaderos solares que
favorecieran las mejoras de las cosechas en calidad y cantidad, los secaderos
agrícolas que consumen mucha menos energía si se combinan con un sistema
solar, y plantas de purificación o desalinización de aguas sin consumir ningún
tipo de combustible. Con este tipo de energía se podría reducir más del 25 %
del consumo de energía convencional en viviendas de nueva construcción con
la consiguiente reducción de quema de combustibles fósiles y deterioro
ambiental. La obtención de agua caliente supone en torno al 28% del consumo
de energía en las viviendas y que éstas, a su vez, demandan algo más del 12%
de la energía en España.[cita requerida]
Biomasa
La formación de biomasa a partir de la energía solar se lleva a cabo por el
proceso denominado fotosíntesis vegetal que a su vez es desencadenante de la
cadena biológica. Mediante la fotosíntesis las plantas que contienen clorofila,
transforman el dióxido de carbono y el agua de productos minerales sin valor
energético, en materiales orgánicos con alto contenido energético y a su vez
sirven de alimento a otros seres vivos. La biomasa mediante estos procesos
almacena a corto plazo la energía solar en forma de carbono. La energía
almacenada en el proceso fotosintético puede ser posteriormente
transformada en energía térmica, eléctrica o carburantes de origen vegetal,
liberando de nuevo el dióxido de carbono almacenado.
Energía solar
Aerogeneradores.
Un inconveniente evidente de las energías renovables es su impacto visual en
el ambiente local. Algunas personas odian la estética de los generadores
eólicos y mencionan la conservación de la naturaleza cuando hablan de las
grandes instalaciones solares eléctricas fuera de las ciudades. Sin embargo,
todo el mundo encuentra encanto en la vista de los "viejos molinos de viento"
que, en su tiempo, eran una muestra bien visible de la técnica disponible.
Otros intentan utilizar estas tecnologías de una manera eficaz y satisfactoria
estéticamente: los paneles solares fijos pueden duplicar las barreras anti-ruido
a lo largo de las autopistas, hay techos disponibles y podrían incluso ser
sustituidos completamente por captadores solares, células fotovoltaicas
amorfas que pueden emplearse para teñir las ventanas y producir energía, etc.
Producción de energía
Greenpeace presentó un informe4 en el que sostiene que la utilización de
energías renovables para producir el 100% de la energía es técnicamente
viable y económicamente asumible, por lo que, según la organización
ecologista, lo único que falta para que en España se dejen a un lado las
energías sucias, es necesaria voluntad política. Para lograrlo, son necesarios
dos desarrollos paralelos: de las energías renovables y de la eficiencia
energética (eliminación del consumo superfluo).5
ENERGIAS RENOVABLES
• Agua
• Aparatos ecológicos
• Biocombustibles
• coches híbridos
• Energía eólica
• energía oceanos
• Energía solar
• Energía solar térmica
• energía térmica
• energia geotermica
• Energia nuclear
• Hidrógeno
• Nuevas energías
Energías Renovables
Las energías renovables son aquellas que se producen de forma continua y son
inagotables a escala humana: solar, eólica, hidráulica, biomasa y geotérmica.
Energía solar
La energía solar se fundamenta en el aprovechamiento de la radiación solar
para la obtención de energía que podemos aprovechar directamente en forma
de calor o bien podemos convertir en electricidad.
• Calor: la energía solar térmica consiste en el aprovechamiento de la
radiación que proviene del sol, para la producción de agua caliente, para
consumo doméstico o industrial, climatización de piscinas, calefacción de
nuestros hogares, hoteles, colegios, fábricas, etc.
• Electricidad: energía solar fotovoltaica permite transformar en
electricidad la radiación solar a través de unas células fotovoltaicas o
placas solares. La electricidad producida puede usarse de manera directa
(por ejemplo para sacar agua de un pozo o para regar, mediante un
motor eléctrico), o bien ser almacenada en acumuladores para usarse en
las horas nocturnas. Incluso es posible inyectar la electricidad sobrante a
la red general, obteniendo un importante beneficio.
La energía solar fotovoltaica tiene numerosas aplicaciones.
Funcionamiento de aparatos de consumo pequeño, calculadoras, relojes, etc.
Electrificación de viviendas o núcleos de población aislados.
Señalizaciones terrestres y marítimas.
Comunicaciones o iluminación pública.
Durante el presente año, el Sol arrojará sobre la Tierra cuatro mil veces más
energía que la que vamos a consumir.
Energía hidráulica
La energía hidráulica tiene su origen en el "ciclo del agua", generado por el Sol,
al evaporar las aguas de los mares, lagos, etc. Este agua cae en forma de lluvia
y nieve sobre la Tierra y vuelve hasta el mar, donde el ciclo se reinicia.
La energía hidráulica se obtiene a partir de la energía potencial asociada a los
saltos de agua y a la diferencia de alturas entre dos puntos del curso de un río.
Las centrales hidroeléctricas transforman en energía eléctrica el movimiento
de las turbinas que se genera al precipitar una masa de agua entre dos puntos
a diferente altura y, por tanto a gran velocidad.
Hay diversos tipos de centrales hidroeléctricas en función de su tamaño.
• Las grandes centrales hidroeléctricas.
• Las centrales mini hidráulicas o minicentrales. Éstas no requieren
grandes embalses reguladores y por tanto su impacto ambiental es
mucho menor.
Mónica Ortega
Licenciada en Ciencias Ambientales
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Energías renovables
Producir energía limpia; apostar por las renovables; frenar la dependencia
de las importaciones energéticas, limitar el efecto invernadero... son objetivos
a los que es difícil oponerse. Pero en 1996, el último año en el que hay datos
confirmados de los Quince, sólo el 5% de la energía total consumida en la
Unión Europea respondía a estos criterios ecológicos. La UE defiende duplicar
en cada país el peso de las renovables y llegar, en el 2010, a una media del
12% para los Quince.
Las energías renovables podrían solucionar muchos de los problemas
ambientales, como el cambio climático, los residuos radiactivos, las lluvias
ácidas y la contaminación atmosférica. Las energías renovables podrían cubrir
un tercio del consumo de electricidad y reducir las emisiones de dióxido de
carbono en un 20% para el año 2.005. Pero para ello es necesario invertir unos
90.000 millones de pesetas anuales, de los que 20.000 serían fondos públicos.
Las energías renovables cubrieron en 1996 el 7,2% por ciento del consumo
energético español (1.996 fue un buen año hidráulico, lo que explica tal
porcentaje excepcionalmente alto). En 1996 había instalados en España 320
mil metros cuadrados de colectores solares (produjeron en 1996 el equivalente
a 25,3 ktep), 6,9 MWp de módulos fotovoltaicos con una producción en 1.996
de 12,2 GWh, numerosos aerogeneradores eólicos con una potencia global de
211 MW (316,6 GWh en 1996), varios cientos de centrales hidroeléctricas con
una potencia de 17.332 megavatios (41.619 GWh en 1996) y una decena de
instalaciones geotérmicas con una producción de sólo 3.400 tep en 1.996.
EFICIENCIA ENERGÉTICA.
Estas cuatro bombillas fluorescentes juntas consumen
aproximadamente la misma cantidad de energía que
una sola bombilla incandescente convencional de
70W. Las bombillas eficientes proporcionan la misma
iluminación, pero en el transcurso de su vida útil
evitan la emisión de casi una tonelada entera de
dióxido de carbono a la atmósfera. (Roger Ressmeyer,
Starlight/S?L)
Los edificios también desperdician energía a
chorros. Esta termografia muestra la pérdida de calor
de un edificio de oficinas. Los diferentes colores
indican las diferentes temperaturas, variando del azul
(frío) al blanco (caliente). (Williams y Metcalf/SPL). Derecha: Esta termografía muestra la
distribución del calor sobre la superficie externa de una casa. La mayor pérdida de calor se
produce a través de las ventanas con un solo cristal. Las áreas rojas en el techo indican cierta
pérdida de calor. (Agema Infrared Systems/SPL)
Al índice
Al índice
Energía solar fotovoltáica
CÉLULA SOLAR. Algunas células solares funcionan en base
a una plaqueta delgada de silicio monocristalino, que ha
sido tratada para poder convertir la luz del sol en
corriente eléctrica. El silicio se obtiene de la arena
ordinaria. Dada la eficiencia de la célula solar y la
duración de su vida útil, se calcula que una tonelada de
arena puede generar la misma cantidad de electricidad
que se produce quemando más de medio millón de
toneladas de carbón. (Philippe Ilailly/SPL)
La producción de electricidad a partir de células
fotovoltaicas en 1.997 es aún seis veces más cara
que la obtenida en centrales de carbón, pero hace tan
sólo una década era dieciocho veces más, lo que
permite que el empleo de células fotovoltaicas para
producir electricidad en lugares alejados de las redes
de distribución ya compita con las alternativas
existentes, como generadores eléctricos a partir del
petróleo. En los próximos 5 años se espera reducir el
coste del kWh a 12 centavos de dólar, a 10 para
antes del año 2.010 y a 4 centavos para el 2.030. A lo
largo de toda la década el mercado fotovoltaico
creció a ritmos anuales superiores al 40%; entre
1.971 y 1.996 se han instalado en el mundo 700
megavatios de células fotovoltaicas.
La superficie ocupada no plantea problemas. En el área mediterránea se
podrían producir 90 millones de kWh anuales por kilómetro cuadrado de
superficie cubierta de células fotovoltaicas, y antes del año 2.005, con los
rendimientos previstos, se alcanzarán los 150 millones de kWh por km2. Un
país como España podría resolver todas sus necesidades de electricidad con
apenas 900 km2, el 0,2% de su territorio. Todas las necesidades energéticas
mundiales se podrían cubrir ocupando sólo unos 300.000 km2 con células
fotovoltaicas. Por lo que se refiere al almacenamiento, la producción de
hidrógeno por electrólisis y su posterior empleo para producir electricidad u
otros usos, puede ser una óptima solución.
Para el año 2.005 se podrían llegar a alcanzar los 100 MWp, cifra
importante si se comparan con los 6,7 megavatios de 1.996, pero no
descabellada, dadas las claras perspectivas que se abren con las nuevas
tecnologías. Tal cifra irá destinada a la electrificación rural, a señalización y
comunicación, y a los usos agrícolas y ganaderos, aunque deberían igualmente
instalarse algunas centrales destinadas al suministro a la red. En España, con
una radiación solar diaria superior en la casi totalidad del territorio a 4 kWh por
metro cuadrado, el potencial es inmenso. Sólo en los tejados de las viviendas
españolas se podrían producir anualmente 180 TWh, cifra superior al consumo
de 137 TWh en 1.993.
La energía solar fotovoltaica, es decir, los paneles solares para producción
de electricidad tienen ahora un peso estadísticamente nulo entre las
renovables y en el IDAE creen que deberán pasar bastantes años para que
despegue. Dicen que es muy cara porque la tecnología no está suficientemente
desarrollada para hacerla rentable. Greenpeace no está de acuerdo, José Luis
García Ortega, experto en renovables de esta organización ecologista, asegura
que "si el billón de pesetas que el Gobierno va a donar a las eléctricas se
destinara a la solar fotovoltaica tendría un presente y futuro asegurado". Este
grupo ecologista mantiene que el futuro de la solar fotovoltaica pasa porque el
Ejecutivo, además de fijar el precio para su trasvase a la red (60 pesetas por
kilovatio transferido), las exigencias de la reglamentación no sean disuasorias
sino que la potencien. Las empresas que fabrican estos paneles confían en que
esta nueva norma impulse considerablemente su industria.
AUTOMÓVIL SOLAR El "Sunraycer" ganó la primera
carrera internacional de
automóviles impulsados por energía solar, que tuvo lugar
en Australia en noviembre de 1.987. Construido y
financiado por General Motors, tardó cinco días y medio
en cubrir las 1.950 millas entre Darwin y Adelaide, con
una velocidad media de 66 km/h. Uno de los participantes
de la carrera de 1991 marco un nuevo record mundial de
velocidad para automóviles solares, alcanzando 135 km/h. (Peter Menzel/SPL)
Al índice
Energía geotérmica
El potencial geotérmico español es de 600 Ktep anuales, según una
estimación muy conservadora del Instituto Geológico y Minero de España. Para
el año 2.005 se pretende llegar a las 100 Ktep, lo que requerirá unas
inversiones de 40.000 Mpta. Los usos serían calefacción, agua caliente
sanitaria e invernaderos, no contemplándose la producción de electricidad.
Biomasa
BIOMASA. La biomasa - la vegetación empleada para energía - puede
llegar a ser uno de los combustibles más importantes en el futuro. En
los próximos veinte años podría suministrar un octavo del
presupuesto energético mundial. Una gran variedad de desechos
agrícolas y madereros y de cultivos energéticos, simbolizados por el
campo de maíz (fondo: Alex Bartel/SPL) pueden transformarse para
suministrar una gama de combustibles para el transporte, o pueden
ser quemados para generar electrici dad. Un ejemplo de esto es la
conversión de las astillas de madera en un gas rico en metano.
(Izquierda: US Dept. of Energy/SPL) Al igual que los combustibles
fósiles, este gas puede quemarse en centrales eléctricas efi cientes
que maximicen el contenido energético del combustible, generando
electricidad al mismo tiempo que utilizan el calor sobrante.
La utilización de la biomasa es tan antigua como el
descubrimiento y el empleo del fuego para calentarse y
preparar alimentos, utilizando la leña. Aún hoy, la
biomasa es la principal fuente de energía para usos
domésticos empleada por más de 2.500 millones de
personas en el Tercer Mundo.
La combustión de la biomasa es contaminante. En el
caso de la incineración de basuras, tal y como se viene haciendo con los
residuos urbanos en la mayoría de las ciudades europeas y norteamericanas, la
combustión emite a la atmósfera contaminantes, algunos de ellos
cancerígenos, como las dioxinas. El reciclaje y la reutilización de los residuos
permitirá mejorar el medio ambiente, ahorrando importantes cantidades de
energía y de materias primas, a la vez que se trata de suprimir la generación
de residuos tóxicos y de reducir los envases.
En España actualmente el potencial energético de la biomasa asciende a
37 Mtep, pero tal cifra incluye 19,6 Mtep de cultivos energéticos y 3,8 Mtep de
residuos forestales y agrícolas. La producción de biocombustibles y un uso
energético excesivo de los residuos forestales y agrícolas no es deseable,
dadas sus repercusiones sobre la diversidad biológica, los suelos y el ciclo
hidrológico, sin olvidar que lo más importante es producir alimentos, y no
biocombustibles para los automóviles privados. El objetivo de alcanzar las
4,2Mtep en el 2.005 en la práctica supone duplicar el consumo oficial de
biomasa. La obtención de biogás en digestores a partir de residuos ganaderos
reducirá las emisiones de metano, y debe ser promocionada, con el fin de
reducir la contaminación, obtener fertilizantes y producir energía.
Al índice
Situación española
España será uno de los países más perjudicados por el cambio climático:
para el año 2.050, según el Hadley Center, habrá un aumento general de las
temperaturas (unos 2,5 grados centígrados), más acusado en los veranos, las
precipitaciones se reducirán en un 10 por ciento y la humedad del suelo en un
30 por ciento, y la práctica totalidad de los 3.000 kilómetros de playas
desaparecerán, debido a la elevación del nivel del mar y a procesos erosivos. El
cambio climático supondrá más incendios forestales, más erosión y
desertificación, y más sequías, inundaciones y fenómenos tormentosos en el
área mediterránea, como la llamada gota fría.
La producción agrícola disminuirá sensiblemente, al igual que la producción
hidroeléctrica, y nuestra principal industria, el turismo de sol y playa, se verá
seriamente afectado, tanto por la desaparición de playas como por el aumento
de las temperaturas en los países emisores. Todas las poblaciones costeras se
verán afectadas por la subida del nivel del mar. Numerosas especies de fauna
y flora podrían desaparecer.
Dadas las consecuencias del cambio climático en España, cabría esperar una
política beligerante por parte de la Administración. Y sin embargo ésta deja
traslucir la mayor de las indiferencias, cuando no el más trasnochado
desarrollismo, reclamando el derecho a contaminar más (un aumento del 17%
entre 1.990 y el 2.010). Si todos los países asumiesen los argumentos
defendidos por el gobierno español, las emisiones mundiales de gases de
invernadero habrían de crecer en un 65 por ciento para el año 2.000.
El objetivo del gobierno español para las emisiones de CO2, según las
últimas proyecciones, es aumentarlas en un 14% para el año 2.000 (258.247
miles de toneladas, kt) respecto a 1.990 (226.422 kt), y en un 24,74% para el
2.010 (282.440 kt) respecto a 1.990. Entre 1.990 y el 2.010 las proyecciones
del gobierno, por sectores y para el CO2 de origen energético, son las
siguientes: disminuirán un 3% en la industria, crecerán un 73% en los
transportes, aumentarán un 42% en servicios y usos domésticos y sólo un 5%
en el sector transformador de la energía (por la sustitución de carbón por gas
natural). Las emisiones de CO2 de origen no energético en principio no se
espera que aumenten, pero se carece de todo tipo de proyecciones.
El gobierno proyecta para el conjunto de los gases de invernadero (CO2, CH4
y N2O) un aumento del 11,78% para el 2.000, y del 20,10% para el 2.010, en
equivalente de dióxido de carbono, según los potenciales de calentamiento
global a 100 años. La diferencia entre el 20,1% para el 2.010 y el 17% de
incremento, en el marco del acuerdo del Consejo de Ministros de la UE de
marzo de 1.997, significa el esfuerzo adicional que está dispuesto a hacer el
gobierno español.
Gaia Diciembre 1997
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Página actualizada 10 de Enero del 2.001