En primer lugar, y si bien el 2011 puede que pase a la historia como el ícono de la
esperanza en cuanto a mayor demanda de derechos humanos y menor tolerancia
de tiranosen el mundo se refiere,la indiferencia que por décadas enmudeció al
planeta entero de las atrocidades cometidas en distintas zonas del recién ahora
cambiante mundo árabe-debido, principalmente, a los beneficios que aquellos
autoritarios líderes significaban para el bienestar económico y político tanto de
las principales potencias así como de muchos estados del mundo Dzlibredz- no
puede pasar desapercibida si es que queremos que nunca más vuelva a repetirse.
Mubarak en Egipto, Gadafi en Libia, Assad en Siria Ȃy así sucesivamente, la gran
mayoría de los líderes en el mundo árabe- han comandado a sus países a la vez
que faltado a los derechos individuales de sus gobernados por mucho más
tiempo y de forma mucho más grave de lo que es reconocidamente legítimo, y,
salvo esporádicos reclamos, Occidente siguió no sólo conviviendo con ellos sino
que también coexistiendo; es decir, no sólo los tenían como Dzcolegasdz del sistema
internacional sino que también los habían convertido en sus Dzsociosdz: habían
desarrollado una cantidad innumerable de tratados comerciales con ellos a la vez
que basado su industria en la dependencia del petróleo,producto que aquéllos
poseían casi de forma monopólica Ȃpor lo que deberíamos agregar a esta lista,
además de los ya nombrados, a otros países como ser Venezuela, Irán o Rusia.
Según Thomas L. Friedman1, este hecho se puede traducir como la financiación
indirecta de la limitación de la libertad, así como de los cada vez más numerosos
y más extremistas movimientos islamistas, que, siendo los promotores de la
Yihad, son la principal amenaza al desarrollo y a la prosperidad universal. Para
Por otra parte, y también relacionado con las revueltas árabes, me han llamado
poderosamente la atención los pronunciamientos Ȃo silencios- que algunos
Estados han hecho a favor de, por ejemplo,Muamar el Gadafi. Que países como
Venezuela, Cuba o Nicaragua se alcen a defender lo indefendible2 Ȃla matanza
indiscriminada de ciudadanos en consecuencia de la pérdida total de la
legitimidad de su gobierno- no es nuevo, pero preocupa. La libertad como utopía,
idealque ha iluminado el camino a los2
tanto como a quienes les
cedemos nuestros derechos para hacerlo, es una sola. Si bien la propia palabra
tiene tantas acepciones como pensadores, en términos generales la idea de
libertad no puede vacilar entre la determinación o la muerte. En todo caso, el
hecho de que existan países que apoyen a este tipo de Dzlíderesdz Ȃlas comillas son
debido a que de Dzespejodzéstos no sirven demasiado- deslegitima la raíz misma de
la idea en cuestión, y pone en peligro la desviación del mensaje mundial sobre el
valor de la libertad.
2ABC. http://www.abc.es/20110223/internacional/abcm-gadafi-estrecha-
relacion-hugo-201102231717.html
El universal. http://www.eluniversal.com/2011/02/25/chavez -se-une-a-castro-
y-ortega-en-apoyo-a-gadafi.shtml
consolidar su coherencia.3 Esto es, que si creemos que robar está mal, no sólo
que no lo hacemos en nuestra casa ni que tampoco somos susceptibles al robo en
cualquier parte del mundo, sino que menos que menos lo financiamos. Que
Ahmadineyad, Assad o Chávez logren firmar acuerdos y estrechar Dzamistadesdz
con países democráticos es una contradicción que no sólo hace irrelevante la
esperanza de las ONGs que dedican su voluntarismo y su vida al respeto de los
derechos humanos, sino que, por sobre todo, hace caer cualquier sueño de un
mundo con menos lapidaciones y con mucha más justicia.
3En estas fechas, por ejemplo, Uruguay ha afianzado sus relaciones con Irán.
http://www.observa.com.uy/actualidad/nota.aspx?id=111644&ex=25&ar=1&fi
=13&sec=8
4Díez de Velasco, Manuel. Instituciones de derecho internacional público.
http://www2.ohchr.org/english/bodies/hrcouncil/membership.htm
6FreedomHouse. Libreta de clasificaciones del Consejo de derechos humanos de