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VIH EN CARCELES DE BOGOTA

IVESTIGACION 1 REDACCION DE TEXTO


Bogota Abril 07de 2011

INFORME PRESENTADO A
CAÑON SUARES NELO ARMANDO

En respuesta al
TEMA DE INVESTIGACION

Presentado por:
Julián Herreño Español. Facultad de Derecho.
Universidad Libre. Bogotá. Colombia.

Abril de 2010
INTRODUCCIÓN

Dada la naturaleza de la epidemia del SIDA, su impacto en la salud, en lo


económico, en lo social y en lo político, así como por sus características
epidemiológicas, se ha convertido en uno de los retos más grandes para la
salud pública.

En este sentido, se ha logrado identificar factores que hacen a ciertos grupos


poblacionales más vulnerables frente a la infección por VIH/SIDA que otros.
Estos factores pueden clasificarse en: epidemiológicos (mayor probabilidad de
adquirir el VIH por el hecho de pertenecer a un grupo con una prevalencia más
elevada), sociales (estar privado de atención médica y otros servicios sociales
por pertenecer a un cierto grupo), económicos (incapacidad de evitar el riesgo
y de tener acceso a medicina y salud en general debido a limitaciones
económicas) y políticos (sus necesidades no son tenidas en cuenta en la
formulación de políticas y proyectos por estar privados de la Libertad).

Teniendo en cuenta lo anterior, se pueden distinguir diferentes grupos de


población en Bogotá que podrían considerarse como de mayor vulnerabilidad
frente al VIH y al SIDA, entre ellos, los privados de libertad. Por este motivo, es
necesario reconocer que factor o factores afectan a este grupo de población
con el fin de desarrollar estrategias de prevención y atención realmente
efectivas y adecuadas.
ANÁLISIS DE LOS FACTORES DE RIESGO FRENTE A LA
INFECCIÓN POR VIH EN POBLACIÓN CARCELARIA.

A partir de la información obtenida en la población de la Cárcel Distrital, es


posible establecer que el riesgo y la vulnerabilidad frente a la infección por VIH
están asociados, principalmente, con variables psicológicas y sociales, tales
como apoyo social subjetivo y objetivo, clima emocional, estilo de
afrontamiento, salud psicológica, comportamientos sexuales de
riesgo, factores sociodemográficos, falta de información y aplicación de ésta;
sin descartar variables estructurales e institucionales como hacinamiento,
presencia de ETS, violencia, déficit en el engranaje entre los programas
ofrecidos por la institución y el tratamiento penitenciario.

A continuación se presenta un cuadro de clasificación de éstos de acuerdo con


su nivel de influencia.

En el desarrollo de la estrategia de prevención se plantea el abordaje de los


factores individuales pertinentes a la psicología -Estilos de afrontamiento,
comportamiento sexual de riesgo, falta de información, falta de aplicación de la
información, violencia- ya que la salud, desde ésta perspectiva, es una
condición en la que el individuo tiene la responsabilidad de mantenerla y el
Estado de facilitar los medios; desde ésta posición se asume que las variables
individuales relacionadas con la infección por VIH, pueden ser más relevantes
que las grupales e institucionales; pues, es el individuo quien opta por el
mantenimiento de prácticas de protección de acuerdo con su proyecto de vida
y la consecuencialidad entre éste y los medios para conseguirlo.

La información recolectada a través de los instrumentos es contradictoria frente


a algunos constructos, condición posiblemente producida por dificultades en el
diligenciamiento de las escalas, haber respondido de forma descuidada el
instrumento, responder con intención de provocar una alta deseabilidad social,
o realmente existe una contradicción entre lo que se piensa, dice y hace.

Con respecto a la primera posibilidad el análisis estadístico de la validez de las


pruebas la anula, ya que dicho índice cumple con el criterio de validez interna;
la segunda posibilidad se rechaza ya que metodológicamente fueron
adoptadas las medidas para el adecuado diligenciamiento; la tercera
posibilidad se descarta ya que el cuestionario obvió cualquier dato de
identificación del interno; finalmente un porcentaje significativo responde de
forma contradictoria a ítems que miden el mismo constructo; siendo
significativa la baja utilización de medidas de prevención a enfermedades y la
alta exposición a factores de riesgo, así se tenga conocimiento de las
consecuencias de tales comportamientos. Además, la población en su mayoría
reporta RSP con personas del otro sexo, lo que indicaría una tendencia
heterosexual; no obstante, más del 90% reportó mantener RSP pene boca y
pene ano con personas del mismo sexo, ubicándolos en la categoría de HSH.

Se puede afirmar que las conductas asociadas al riesgo de infección por VIH,
se presentan dada la falta de claridad acerca de la función de los métodos de
prevención para ETS (condón) confundiéndolo con métodos preventivos del
embarazo; dicho supuesto está acompañado por una serie de constructos
relacionados con la afectividad, confianza y tiempo de duración de la relación
de pareja como estrategia suficiente para prevenir las ETS.

Además la falta de regulación de la conducta futura y la percepción de sus


consecuencias lleva a que la población mantenga RSP sin protección. Pues se
asume que el momento en el que éstas se tienen es más relevante que las
consideraciones futuras. Esto se debe a que la persona ha sido formada para
responder a las exigencias inmediatas -tales como tener RSP, tener dinero,
tener cosas-, independiente del medio que se use para conseguirlas y de las
consecuencias, siendo mantenidas sin adecuarlas a su proyecto de vida.
Por tal motivo, la persona en el ejercicio de su vida responde sin elaborar un
marco cognitivo y afectivo que sustente su comportamiento; y además, la
jerarquización de prioridades se encuentra distorsionada, ya que la persona da
mayor relevancia a la respuesta, gratificación y aceptabilidad inmediata en el
ámbito individual y grupal, desechando los procesos de toma de decisiones y
empoderamiento frente a su propia vida.

La persona institucionalizada asume la cárcel como un medio de normas


particulares antagonistas a las normas externas, pues la norma obedece a los
requerimientos de la institución pero no al compromiso individual; además, la
cárcel es percibida como una oportunidad para desvincularse de la
normatividad social precedente. De tal forma, la regulación del comportamiento
se dificulta o se hace escasa; provocando que la población se comporte
independientemente a sus elaboraciones cognitivas y proyecto de vida,
respondiendo de forma inmediatista y con fundamento en los procesos
emocionales.

Podemos concluir, entonces, que el riesgo de infección por VIH está asociado
directamente con la jerarquización de prioridades de vida, la inmediatez de la
conducta en busca de satisfacción, carencia de la evaluación de
consecuencias, contradicción entre cognición, afectividad y comportamiento y
de éstos con el proyecto de vida, así como la vinculación a contexto
facilitadores de la emisión de conductas de riesgo.

Situación Penitenciaria

Como muchas otras instituciones en Colombia el sistema carcelario se


encuentra sumido en medio de una grave crisis y esta situación es el resultado
de la conjunción de múltiples factores políticos, culturales y económicos.
“La crisis carcelaria es un reflejo de cómo el estado ha sido incapaz de
estructurar una política criminal coherente y con visión de largo plazo para
prevenir el delito, castigar las violaciones a la ley penal y resocializar al
delincuente”. La desarticulación de las instituciones del Estado Colombiano a
las que corresponde la elaboración de las políticas en contra de la criminalidad,
la publicación de códigos que no tienen impacto en la población carcelaria, por
que no se ajustan, con base en estudios empíricos, a la tendencia y las
características de la criminalidad, son también causas de esta crisis.

Garantías Procesales

El ministerio público, el defensor público y el juez son responsables de verificar


que se cumpla el debido proceso en cada uno de los casos, sin embargo,
debido al congestionamiento y concepción del aparato legal en Colombia, estas
garantías no siempre se cumplen a cabalidad.

Cientos de colombianos son encarcelados injustamente cada año y esos


errores le cuestan a la Nación millonarias sumas por demandas. “No sé
cuantas personas son responsables del delito que se les imputa y a pesar de
ello permanecen privadas de libertad como consecuencia de una medida de
aseguramiento. Considero que sería conveniente ser más rigurosos en los
requisitos para dictar medidas de ese tipo.

Corrupción Administrativa

La Contraloría General de la República puso al descubierto Instituto en el


Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario - INPEC, múltiples irregularidades
administrativas y financieras como concentración de contratos, sobrecostos,
violación sistemática de la ley de contratación estatal y detrimento patrimonial,
entre otras. Así como en la administración de los centros penitenciarios, donde
los presos pueden obtener mejores y mayores garantías y comodidades de
acuerdo con su capacidad económica.

Hacinamiento

Las cárceles tienen una capacidad real de 37.686 y en la actualidad se


encuentran detenidas 55.113 personas. Cifra que demuestra que existe un
porcentaje de hacinamiento del 45 % en promedio, aunque en algunos centros
como Bella Vista (Medellín) y la Modelo (Bogotá) estas cifras superan el 100%.

No se conocen los datos de los detenidos temporalmente pero se sabe que en


los lugares de detención temporal las cifras de hacinamiento también superan
el 100%. Se han presentado conflictos entre las instituciones que manejan los
detenidos por este motivo; la Policía Nacional considera que se le ha asignado
una función que no le corresponde: La de custodiar a los sindicados y
condenados. Más aún dentro de las peticiones de los reclusos, en los
continuos motines que se presentan, 48 en el último año, está la de no remitir
que las cárceles donde se encuentran reciban más detenidos o condenados.

Las cárceles en Colombia tienen un sobrecupo impresionante el cual se


disparó cuando se dispuso por ley, (Ley 228 de 1996, llamada de Seguridad
Ciudadana), que las contravenciones fueran de conocimiento de los jueces
penales municipales. Esto sumado a los delitos menores sometidos a un
procedimiento abreviado, más la entrada en vigor del sistema acusatorio llenó
las cárceles de Colombia. (Las cifras que lo demuestran están en el Inpec y en
la Policía Nacional). Este causa se intentó corregir con la ley 600 que busca
garantizar la libertad de las personas y establece la detención domiciliaria
como alternativa, dimimuye el tiempo mínimo de cumplimiento de la pena para
acceder al beneficio de la excarcelación.

Aspectos psicosociales

La situación social y personal de los privados de libertad genera fenómenos


bio-psico-sociales que afectan el bienestar y desenvolvimiento post pena de la
persona. Este fenómeno denominado efectos de prisionización, ha generado
dificultades de ánimo, en el establecimiento del soporte social, problemas en la
adopción de estilos de resolución de conflictos e inclusive síntomas físicos.

En el largo plazo esto puede generar dificultades en la valoración de los


problemas dentro y fuera de prisión, alta tolerancia a varios aspectos de la vida
en prisión y baja a algunos aspectos externos como dificultades con la pareja,
comunicación con los hijos, etc. como también, indicadores de depresión,
ansiedad y estrés.

A pesar de que se ha observado que los sentimientos de ansiedad y depresión


sentidos por los prisioneros cuando ingresan, disminuyen con el tiempo, la
agresividad se incrementa. En general, reportan tener pocos amigos y
permanecer más tiempo en su celda. Esto es corroborado por otros estudios
que demuestran que “la prisión favorece la sumisión, la pasividad y el
desplazamiento de la responsabilidad personal, debido a la obligación de
ajustarse a las normas y ritmos de la institución; pero también favorece la
sensación de falta de control sobre la propia vida, debido a la probabilidad de
verse inmerso en peleas, motines o ser agredido por otros internos”13.
Las formas de afrontamiento de los reclusos varían y pueden ir desde buscar
apoyo social entre los internos para protegerse de situaciones violentas, hasta
gritar, amenazar o agredir a otras personas en la confrontación. Por todo lo
anterior, las condiciones de violencia de las cárceles generan que los presos
estén en constante alerta para no ser agredidos por otros.
CONCLISIONES

El sistema penal colombiano se encuentra sumido en una crisis que refleja la


crisis general del país y que a su vez, se puede evidenciar en las condiciones y
el largo tiempo que deben pasar los sindicados en las cárceles antes de ser
condenados o absueltos. Estas condiciones, acrecientan los problemas
sociales y económicos que aquejan al país.

La legislación actual garantiza los derechos humanos y el acceso a


medicamentos y atención a los presos viviendo con VIH/SIDA, sin embargo, las
diferentes denuncias realizadas reflejan que estas leyes no se están llevando a
la práctica y se desconoce la situación social y de salud de las personas
viviendo con VIH o con SIDA en la cárcel.

El hacinamiento en muchas cárceles del país sobrepasa el 45% convirtiéndose


en uno de los problemas más serios del sistema. Por este motivo, la mayoría
de reclusos viven en condiciones infrahumanas y sólo una minoría tienen
acceso a comodidades y lujos, de acuerdo con su capacidad económica. Esta
inequidad en las condiciones penitenciarias refleja la corrupción existente en el
sistema.

Por otro lado, diferentes denuncias han permitido evidenciar que las
condiciones físicas, de higiene y la alimentación de las cárceles obligan a los
privados de libertad a vivir en condiciones inhumanas y se convierten en
factores que favorecen la diseminación de enfermedades infecto-contagiosas,
incluyendo el VIH/SIDA en la población carcelaria.

Debemos anotar que los reclusos tienen derecho a la salud y a protegerse del
VIH Sida, como cualquier ciudadano.
BIBLIOGRAFIA

• http://psicologiajuridica.org/psj28.html
• Caprecom, Area de salud publica
• Onusida
• Liga colombiana de lucha contra el sida.
• Cárcel la Picota Interno Gustavo Alberto Herrera Misas

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