El sustantivo
En el aspecto semántico es la palabra que designa a los seres vivos y objetos que tienen
existencia real o conceptos que utilizamos cuando nos referimos a ciertas ideas.
Podemos clasificar los sustantivos con respecto al criterio semántico de esta manera:
Comunes: designan a un ser u objeto sin diferenciarlo de los demás de su clase, como
por ejemplo: escuela, libro, mapa, etc.
Se dividen en:
Individuales: pueden designar a un solo objeto cuando están es singular, por ejemplo:
pez, cerdo, ave, etc.
Propios: designan a un ser particular. Son los nombres de las personas, países,
montañas, ríos, ciudades, islas, edificios, etc.: Verónica, Italia, Aconcagua, Viedma, etc.
En esta oración “remera” es el núcleo que esta modificado por dos palabras: “la” y
“amarilla”, estas palabras son modificadores directos porque modifican al núcleo
directamente: “la” le da género, número, etc. Y “amarilla” nos dice como es.
La oración tiene un modificador indirecto, que en este caso es “de María”, que la
modifica indirectamente.
El adjetivo
Es la palabra que depende siempre del sustantivo, cuyo significado amplia, limita o
precisa.
Se clasifican en:
NUMERALES Cardinales
Ordinales
Partitivos
CONNOTATIVOS Múltiplos
Distributivos
CALIFICATIVOS
GENTILICIOS
Adjetivos connotativos:
Epítetos: expresan características del sustantivo al que se refieren, son obvios. Por
ejemplo: nieve blanca, sol redondo, etc.
Numerales:
Algunos de ellos, los que dependen del “hilo del discurso”, son los que indican
proximidad o lejanía con respecto a la persona que habla. Por ejemplo: ¿De quién es
esta lapicera?
Otros, los que dependen de las “personas gramaticales”, son los que indican pertenencia
con respecto a la persona a la que se le habla. Por ejemplo: Esa es tu casa.
Dentro de estos, se encuentran otros adjetivos, que se caracterizan por ser indefinidos,
por ejemplo: Cierto día nos volvimos a ver.
Positivo: los adjetivos modifican por sí solos al sustantivo: pino esbelto, deliciosa
naranja, etc.
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