"Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a
Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño crecía y se fortalecía, llenándose
de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él" (Lc 2,39-40).
GRATUIDAD Y EDUCACIÓN EN LA FE
El santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el
pórtico de la vida en el espíritu («vitae spiritualis ianua») y la
puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el
Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos
de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos
incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión.
EVANGELIZACIÓN EN LA FAMILIA
En virtud del ministerio de la educación los padres, mediante el
testimonio de su vida, son los primeros mensajeros del Evangelio
ante los hijos. Es más, rezando con los hijos, dedicándose con ellos
a la lectura de la Palabra de Dios e introduciéndolos en la
intimidad del Cuerpo de Cristo mediante la iniciación cristiana,
llegan a ser más plenamente padres. Por tanto uno de los campos
en los que la familia es insustituible es ciertamente el de la
educación religiosa, gracias a la cual la familia crece como "iglesia
doméstica". La educación religiosa y la catequesis de los hijos
sitúan a la familia en el ámbito de la Iglesia como un verdadero
sujeto de evangelización y de apostolado. Se trata de un derecho
relacionado íntimamente con el principio de la libertad religiosa.
A MODO DE CONCLUSIÓN