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Seminario De Psicopatología
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Francisco Fernández Yuste
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Grupo 42
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Seminario de psicopatología: Locura y Modernidad: espacios, prácticas y
saberes
Una de las actividades ofertadas durante estos días tenía mucha relación con
el contenido que estábamos viendo en nuestra asignatura, sobre todo
relacionado con el primer tema. El seminario fue organizado por Ricardo
Campos Marín y Enric Novella, ambos historiadores del Instituto de Historia
(IH-CCHS). También las siguientes personas colaboraron en el desarrollo del
seminario : Mario Sánchez Villa, Instituto de Historia (IH-CCHS) Rafael Huertas
García-Alejo Instituto de Historia (IH-CCHS), Pilar Martínez Olmo (Biblioteca
Tomás Navarro Tomás-CCHS) y Carmen Pérez-Montes Salmerón (Biblioteca
Tomás Navarro Tomás-CCHS)
Datos
Se diseña y se crea la nueva institución del manicomio, que tiene como objeto
situar al loco en un contexto nuevo separado de su familia, aislarlo y conseguir
una ascendencia carismática sobre él, por parte del alienista, para conseguir
devolverle a la razón. Durante el siglo XIX se crearán una serie de manicomios.
Y uno cercano a Madrid fue el de Santa Isabel de Leganés. Y en todos ellos se
practicará el tratamiento moral. Devolver al loco al camino de la razón a
través de una reeducación de sus pasiones. También se realizan tratamientos
físicos como duchas o sillas tranquilizantes.
Pero volvemos una vez más al miedo que infunde el enfermo mental. El miedo
a que el enfermo mental pueda cometer un acto criminal y esa imagen del loco
peligroso criminal se seguirá desarrollando y persiguiendo. Esto tendrá
consecuencias legislativas. En España durante la República se va a formular la
famosa ley de vagos y maleantes, la cual recoge un estado de peligrosidad a
través del cual se imponen penas a personas sin haber cometido delitos. Se les
aplica a la gente que no tiene un domicilio fijo o a los extranjeros que están
ilegalmente en España. Posteriormente se incluirán a los homosexuales y a
todos los que cometan actos que alteren la vida pública. Incluso gente con
retraso acaba entrando en la ley.
Análisis crítico
A través del seminario hemos recorrido las distintas etapas que han atravesado
la psiquiatría y la etiqueta de loco. Ya lo vimos durante el transcurso del primer
tema en la asignatura, es difícil determinar hasta qué punto se puede utilizar la
categoría de enfermedad mental. No es una cuestión fácil ni tampoco está
exenta de polémica. A lo largo de la historia hemos visto cómo los colectivos de
personas bajo dicha categoría han sido castigados o utilizados como meras
herramientas. ¿Hasta dónde podemos delimitar un concepto tan amplio como
la sanidad mental?
Esta demanda es buena para nuestra profesión, ya que nos ratifica como una
de las herramientas sobre las que se debe asentar la sociedad actual. Sin
embargo, debemos preguntarnos si realmente estamos ante un aumento de
problemas psicológicos o simplemente ante el hecho de que la gente haya
eliminado sus prejuicios y sesgos negativos para dejarse tratar.
Lo que está claro, es que hay un patrón de norma y adaptación necesario para
desenvolverse correctamente en cualquier situación, y en un nivel más macro
en cualquier cultura. Un psicólogo tiene la función de ayudar a que la persona
supere estos trastornos, pero dicha superación está muy ligada a que la
persona tenga una mayor adaptación social. Podemos comprobar que muchas
personas no han acudido al psicólogo, pese a que presenten algún trastorno y
sea necesario su tratamiento, debido a que el problema no les afecta
demasiado en su vida corriente. Esto indica que la profesión de psicólogo
deberá ir avanzando conforme la sociedad lo haga, y si bien no habrá un patrón
ideal de conducta y comportamiento, sí puede ser está, la sociedad, la que
determine cuales serán aquellas dificultades que impidan una correcta
adaptación. Un ejemplo de ellos es la fobia social, ya que actualmente
compartimos espacio con muchísimas personas y nuestra interacción con ellas
es vital para nuestro desempeño en distintas áreas, como puede ser la laboral
o la social.
Esta revisión del avance de la locura nos debe servir para darnos cuenta de
que tratamos con personas, y por ello debemos intentar situar la ética por
encima de las investigaciones. Muchas veces se nos olvida que nuestro objeto
de estudio presenta tantas dificultades como derechos. Hay que intentar
proteger siempre al ser humano e intentar buscar los mejores medios para
lograr su adaptación. Se debe concienciar a la sociedad de la importancia que
tiene para poder ayudar a mejorar la estabilidad de cualquier persona. No hay
que ser hipócritas pues todos somos la sociedad y en nuestro entorno nos
encontramos con mucha gente que puede padecer ansiedad o trastornos del
estado del ánimo. Es cierto que un psicólogo será clave para ayudar a muchas
personas, pero también lo es la necesidad de formar una serie de valores que
ayuden a potenciar el tejido social y que permitan a la gente con dificultades
sentirse integrada y con una serie de apoyos que les permitan avanzar, e
incluso superar, los problemas y dificultades que padecen.