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RIESGOS NATURALES

QUÉ QUIERE DECIR RIESGO NATURAL


La expresión “riesgo natural” se utiliza en contraposición a riesgo tecnológico, pero no implica que el riesgo sea consecuencia de un fenómeno
exclusivamente natural o que el hombre no tenga nada que ver.

QUÉ ES UN RIESGO
Riesgo = Peligrosidad x Vulnerabilidad
La peligrosidad es conocida en inglés como “hazard” y en francés como “aléa”, hace referencia a la probabilidad de que un determinado fenómeno
natural, de una cierta extensión, intensidad y duración, con consecuencias negativas, se produzca.
El análisis de periodos de retorno o la representación de mapas de frecuencia es objeto de esta primera parte.
La vulnerabilidad hace referencia al impacto del fenómeno sobre la sociedad, y es precisamente el incremento de la vulnerabilidad el que ha
levado a un mayor aumento de los riesgos naturales.
La vulnerabilidad abarca desde el uso del territorio hasta la estructura de los edificios y construcciones, y depende fuertemente de la respuesta de la
población frente al riesgo.
CONSECUENCIAS
Los daños producidos por los riesgos naturales pueden ser:
○ Directos (personas, bienes, agricultura y ganadería, infraestructuras, patrimonio cultural,…)
○ Indirectos (interrupción de obras y de sistemas de producción, disminución del turismo,…).
Los mapas de riesgo se elaboran estableciendo unos criterios numéricos para estimar objetivamente la vulnerabilidad y la peligrosidad.
El riesgo en un punto o en una zona se determina a partir de los valores anteriores, aunque no necesariamente se calcula como producto de ambos.
Recientemente se ha planteado para el cálculo del riesgo la introducción de la respuesta de la población frente al riesgo; considerándose que cuanto
mejor sea esta respuesta, menor será el riesgo. Es por ello, que en algunas regiones esta respuesta se evalúa mediante un criterio numérico y
posteriormente se resta su valor al producto de peligrosidad por vulnerabilidad:
Riesgo = [Peligrosidad x Vulnerabilidad] – Capacidad de respuesta

DESCRIPCIÓN DE LOS RIESGOS, TIPOLOGIA


Clasificación de los Riesgos
Los riesgos naturales se pueden clasificar de la siguiente manera:
○ Meteorológicos/climáticos
○ Geofísicos
○ Biológicos
○ Antropogénicos
○ Mixtos
Una gran parte de los riesgos naturales están fuertemente vinculados a las condiciones atmosféricas.
○ Riesgos en que la peligrosidad está exclusivamente vinculada a las condiciones meteorológicas o climáticas:
○ Temporales de viento
○ Olas de aire frío o de calor
○ Tornados y huracanes
○ Granizo
○ Nevadas extraordinarias
○ Tempestades eléctricas.

○ En un segundo lugar se hallarían aquellos en que intervienen otros factores, ya sean naturales o antrópicos:
○ Aludes (geología-meteorología)
○ Inundaciones (meteorología-hidrología)
○ Deslizamientos de ladera vinculados, en algunos casos, a la lluvia (meteorología-geología).
○ Grandes incendios forestales
○ Sequías.

○ Finalmente cabe hablar de aquellos riesgos naturales de origen no atmosférico pero que producen un impacto importante en la atmósfera:
○ Erupciones volcánicas
○ Las situaciones de fuerte contaminación atmosférica (no natural),…, éstas se hallarían en la frontera entre riesgos tecnológicos y
naturales.
Entre los riesgos de origen geofísico cabe destacar:
○ Terremotos
○ Volcanes
○ Subsidencias
○ Deslizamientos de terreno
○ Caída de piedras
○ Aludes
○ Los relacionados con problemas costeros, esencialmente hundimiento de la costa y erosión
Algunos de éstos se hallan relacionados con desencadenantes de origen meteorológico o antropogénico.
Finalmente, entre los riesgos de origen biológico merece destacarse:
○ Plagas
○ Pestes
○ Epidemias

GESTIÓN DE LOS RIESGOS NATURALES - METODOLOGÍA Y PROCEDIMIENTOS DE ANÁLISIS DE LOS


RIESGOS
Dentro de la cadena de actuaciones frente a los riesgos naturales deben conocerse, de forma genérica, las medidas de prevención, tanto
estructurales como no estructurales, el papel de la predicción a corto, medio y largo plazo; los agentes implicados en los sistemas de alerta; la
necesaria educación del comportamiento frente al riesgo así como algunos aspectos relativos a la legislación y sistemas de seguros en relación con
os riesgos naturales. Todo ello puede enmarcarse dentro de las conclusiones de la Década Internacional para la mitigación de las catástrofes
naturales (DIPCN, 1990-1999), entre las cuales cabe hacer especial incidencia en la necesaria evaluación de la peligrosidad, vulnerabilidad y
cartografía del riesgo.
CADENA DE ACTUACIONES
Prevención y Predicción
La prevención contempla todas las medidas realizadas con anticipación a fin de paliar, disminuir o evitar los daños producidos como consecuencia
del desencadenamiento del riesgo en cuestión. Se trata de medidas realizadas a largo plazo en función de los riesgos dominantes y que en genera
contemplan la adecuada gestión del territorio en función del mapa de riesgos así como actuaciones de carácter estructural (obras de ingeniería,
mejoras arquitectónicas, etc.), o no-estructural (legislación y normativas sobre los usos del suelo en zonas de riesgo, etc.).
Usualmente, ante el peligro de inundaciones, la sociedad ha respondido de tres maneras. Las sociedades primitivas y pre-industriales, optaban por
vivir, en general, en armonía con el territorio, respetando las zonas más inundables y huyendo rápidamente hacia puntos más altos cuando las
campanas, por ejemplo, daban el toque de inundación. A esto se añadían medidas de carácter mágico o espiritual como el rezo a los dioses, o, ya
más adelante, oraciones y rogativas. Las medidas estructurales eran mínimas y muy locales. Con el crecimiento de la población y la revolución pre-
ndustrial, que en nuestro caso llevó las fábricas al lado de los ríos, se comenzaron a tomar medidas estructurales, en las cuales influyó mucho el
ejemplo de actuación sobre el Mississipi iniciado por los norteamericanos.
La solución mediante medidas estructurales ha dominado hasta nuestros días, empujada en gran parte por una sociedad que pide, para este tema,
el riesgo cero, aunque sin modificar sus hábitos y consciente de la gran especulación sobre el terreno.
En los últimos años -y tal como ya manifiestan las conclusiones de la Década Internacional para la Mitigación de los Desastres Naturales- se ha
niciado una línea que apunta a la aceptación de la convivencia con el riesgo a través de un equilibrio entre las medidas estructurales y las no
estructurales, más respetuosas con el medio.
A modo de ejemplo, a parte de las soluciones legislativas o la creación de determinados organismos, dentro de las soluciones buscadas para
ntentar disminuir las inundaciones han habido dos tipos básicos de proyectos: los que hacían referencia a la modificación y/o intento de mejora global
de la red hidrográfica y los que se basaban en la realización de estudios de soluciones individuales para cada río. Entre estas actuaciones cabe
destacar, además de la construcción de embalses, la idea de desviar los principales ríos que atraviesan las ciudades llevándolos fuera del núcleo
urbano, solución practicada, por ejemplo, en la ciudad de Valencia, o los proyectos de rectificación mediante la construcción de muros de contención
o la canalización de tramos de los ríos. En los últimos 100 años se han hecho numerosas actuaciones de este tipo, principalmente motivadas por la
espuesta inmediata a una inundación previa, más que a un plan director de carácter preventivo .
La predicción se refiere a la anticipación del fenómeno con una mayor o menor antelación, la cual dependerá del tipo de fenómeno, ya que en
algunos casos ésta tan solo se puede realizar con pocas horas de antelación y difícilmente se puede determinar el lugar de afectación (caso de una
iada súbita, por ejemplo) Hay fenómenos para los que ni tan sólo es posible realizar una predicción (terremotos). Para otros, lo único que se puede
anticipar es si las condiciones ambientales van a ser favorables para su potencial desencadenamiento en aquellos lugares en que exista un cierto
iesgo (aludes, deslizamientos).
La predicción se encuentra limitada, no solamente por el conocimiento de los factores que intervienen en la manifestación del propio riesgo sino
ambién por las limitaciones que afectan a las propias técnicas de predicción, siendo necesaria en todos los casos una mejora continuada dónde se
ntegren las últimas tecnologías.
En conclusión:
La prevención se refiere a una planificación para un futuro no necesariamente inmediato, dentro de los términos de sostenibilidad, generando
medidas que han de tener una duración prolongada bastantes años, es decir, con un cierto carácter estático en contraposición a la predicción, más
dinámica y que genera información y resultados en permanente actualización.

Intervención inmediata
La actuación inmediata se refiere a la gestión del riesgo una vez desencadenado (tareas de seguimiento del fenómeno, de salvamento, evacuación,
coordinación de los cuerpos implicados como pueden ser bomberos o servicios de Protección Civil, etc.).
Esta tarea está desarrollada normalmente por un único organismo rector o bien por los organismos regionales o municipales más vinculados a las
zonas afectadas, o bien por la combinación de las dos posibilidades.
Prevención, predicción y gestión inmediata no son aspectos desvinculados entre sí. Una buena gestión requiere una buena predicción, poniendo en
uego medidas desarrolladas en la parte de prevención, como puede ser el caso de algunas medidas estructurales o de la ocupación racional del
erritorio en relación con el riesgo, factor que influirá sobre las tareas de salvamento. Como consecuencia de esta vinculación, en algunas
circunstancias se considera la prevención, predicción y los sistemas de actuación y alerta, tal como se han definido previamente, formando parte de
una única denominación. En tal caso toda la cadena de actuaciones queda agrupada bajo el nombre de “prevención” porque al fin y al cabo de lo que
se trata es de disminuir los posibles daños provocados por la materialización del riesgo natural en cuestión.

Diagnosis post-mortem
Es el estudio de los episodios una vez han sucedido, a fin de mejorar el conocimiento de los factores implicados. En general se realiza en el ámbito
de la investigación de centros especializados o universitarios. Sin embargo, podríamos incluir aquí los estudios de retorno de experiencia, en los que
suelen implicarse tanto técnicos como científicos, y cuyo objetivo es analizar la gestión integral de un desastre ya acaecido, desde cómo funcionaron
os sistemas de previsión y alerta hasta la evaluación de los daños producidos. El objetivo es mejorar las actuaciones futuras aprendiendo de las
experiencias positivas y negativas, actuaciones que en un momento dado pueden conducir a nuevas legislaciones. A título de ejemplo merece ser
destacado el estudio y movilización generada a consecuencia de las inundaciones en el Gard en septiembre de 2002, concluido en septiembre de
2003

Educación del comportamiento ante el riesgo


Todos estos pasos, implican diferentes actores, pero hoy en día se considera que es la sociedad en conjunto y los individuos que la componen, los
principales interlocutores ante el riesgo. Esto implica una necesaria concienciación y educación de la población, cada vez más alejada del
conocimiento del territorio dónde se establece y, por el contrario, más exigente con la minimización de estos riesgos.
Esta educación ante el riesgo está siendo objeto de una especial preocupación por parte de la comunidad internacional y, en particular, de la
comunidad europea, como demuestran los tipos de proyectos europeos aprobados en este ámbito por parte de la DGXII y DGXI de la UE, así como
os objetivos de los proyectos Interreg relacionados con los riesgos naturales, como puede ser el propio RINAMED.

IMPORTANCIA DE LOS RIESGOS NATURALES


Conclusiones de la Década Internacional para la mitigación de las catástrofes naturales
La década comprendida entre 1990 y 1999 fue conocida a nivel mundial como la “International Decadefor Natural DisasterReduction (IDNDR)” o
Década Internacional por la Prevención de las Catástrofes Naturales (DIPCN)”, con Secretariado en Ginebra. En este marco se organizaron a lo
argo de todo el periodo diversas conferencias y congresos alrededor del mundo, los frutos de los cuales todavía se están recogiendo. Entre estos
congresos finales, con generación de conclusiones y recomendaciones, hay que destacar el celebrado entre el 12 y 14 de abril de 1999, en Grenoble,
Risques naturels en montagne: Conférenceinternationale sur les risques naturels en montagne”, en el que participaron 250 personas originarias de
diferentes países, principalmente europeos. Además, se emprendieron otras acciones como la creación de grupos de expertos en desastres naturales
dentro de diferentes sociedades (como la “EuropeanGeophysicalSociety” o la International Association of HydrologicalSciences) o instituciones, o la
consideración en un lugar relevante del problema dentro del nuevo informe del IPCC (International Pannel of ClimaticChange) o en los nuevos
objetivos del WorldClimate Project-Water, ambas acciones desarrolladas bajo el auspicio de la ONU, la UNESCO y la OMM entre otros, y con
propuestas y resoluciones concretas dirigidas a los gobiernos y a la sociedad.
En la Conferencia Internacional sobre los Riesgos Naturales en Montaña, celebrada en Grenoble, se presentaron gran parte de las políticas de
actuación europea ante el riesgo de inundaciones, dónde Francia e Italia jugaron un papel importante. De hecho el congreso fue organizado por e
Pôlegrenoblois” bajo los auspicios de la ONU, el “Ministère de l'Aménagement du Territoire et de l'Environnement”, el “Ministère de
'EducationNationale, de le Recherche et de la Technologie” y la “PlateformeNationaleDangersNaturels de la Suissa”, entre otros. El “Pôlegrenoblois”
nació en 1988 bajo la iniciativa de la "Isère, Département pilote", lanzada por el “ConseilGénéral de l'Isère”, el “Ministère de l'Environnement” y la
Délégationaux risques majeurs”, y sostenida por la “Délégation à l'Aménagment du Territoire” (DATAR), que actualmente pertenece al “Ministère de
'Aménagment du Territoire et de l'Environnement”.
La comunidad internacional reconoce la necesidad de mejorar:
○ la comprensión de los procesos físicos vinculados con los diversos riesgos naturales
○ el análisis de su impacto sobre las construcciones y su vulnerabilidad
○ la definición de medidas de protección óptimas que incluyen los sistemas rápidos de alerta
○ la armonización de la cartografía de riesgos
○ la estima de la intensidad de los fenómenos, de los umbrales de alerta y de los periodos de retorno
○ la insuficiencia de las herramientas necesarias para poder evaluar íntegramente el riesgo y establecer los procedimientos para su reducción
○ la necesaria implicación de todos los actores sociales en la mitigación del riesgo

Crecimiento de los daños producidos por los riesgos naturales


A nivel europeo, y Catalunya no es la excepción, se constata un crecimiento significativo de los daños producidos por los fenómenos naturales en
as últimas décadas, atribuido sin probada justificación al cambio climático. Hay otras razones que se tienen que tener en cuenta: el aumento del nivel
de vida
○ la concentración de la población
○ infrastructuras y bienes en lugares privilegiados desde un punto de vista económico o lúdico, pero con existencia de riesgo de inundación
○ crecimiento de la mobilidad por carretera o tren
○ desarraigamiento por parte de la población de las características naturales de los lugares donde habitan o se instalan y de sus riesgos
○ falta de concienciación y educación ante el riesgo de inundaciones con las consecuentes actuaciones incorrectas o imprudentes
Así pues, un desarrollo eficaz de la prevención y de las estrategias de atenuación exige conocer las verdaderas razones de este aumento del riesgo.

Riesgos naturales
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Un riesgo natural se puede definir como la probabilidad de que un territorio y la
sociedad que habita en ella, se vean afectados por episodios naturales de rango
extraordinario (en resumen, riesgo = peligrosidad x vulnerabilidad x exposición)
Por el contrario, los riesgos antrópicos son riesgos provocados por la acción del ser
humano sobre la naturaleza, como la contaminación ocasionada en el agua, aire, suelo,
sobreexplotación de recursos, deforestación, incendios, entre otros.
La peligrosidad es conocida como el azar y hace referencia a la probabilidad de que un
determinado fenómeno natural, de una cierta extensión, intensidad y duración, con
consecuencias negativas, se produzca. El análisis de periodos de retorno o la
representación de mapas de frecuencia es objeto de esta primera parte.
La vulnerabilidad hace referencia al impacto del fenómeno sobre la sociedad, y es
precisamente el incremento de la vulnerabilidad el que ha llevado a un mayor aumento
de los riesgos naturales. La vulnerabilidad abarca desde el uso del territorio hasta la
estructura de los edificios y construcciones, y depende fuertemente de la respuesta de la
población frente al riesgo.
En los últimos 20 años los desastres naturales han matado a 3 millones de personas en el
mundo, causando daños a alrededor de otros 800 millones. Las pérdidas económicas
causadas por inundaciones, sequías, terremotos, volcanes, incendios forestales, etc. son
enormes
El número de desastres naturales no ha aumentado en los últimos años pero al ir
creciendo la población, el número de personas a los que afectan está siendo mayor cada
vez. Por otra parte el traslado de muchos habitantes a las ciudades hace que cuando se
produce cualquier incidente en la proximidad de una gran ciudad las consecuencias sean
dramáticas. Un solo terremoto, con epicentro en la ciudad china de Tangshan, mató a
más de 250 000 personas en 1977.
Es necesario distinguir entre:
• riesgos actuales: un volcán en erupción, un deslizamiento activo, un acuífero
contaminado que se está explotando. Los Riesgos actuales suelen ir
acompañados de daños, aunque no hayan desarrollado todo su potencial
• riesgos potenciales: son un volcán transitoriamente inactivo o una ladera en
equilibrio estricto. Estos conceptos, suelen ser muy usados en los Mapas de
Riesgos.

Qué son las amenazas naturales?


1. ¿Que tan naturales son las amenazas naturales?
2. El medio ambiente, las amenazas naturales y el desarrollo sustentable

Una definición ampliamente aceptada caracteriza a las amenazas naturales como


"aquellos elementos del medio ambiente que son peligrosos al hombre y que están
causados por fuerzas extrañas a él". En este documento el término "amenazas
naturales" se refiere específicamente, a todos los fenómenos atmosféricos,
hidrológicos, geológicos (especialmente sísmicos y volcánicos) y a los incendios que
por su ubicación, severidad y frecuencia, tienen el potencial de afectar adversamente
al ser humano, a sus estructuras y a sus actividades. La calificación de "natural"
excluye a todos los fenómenos causados exclusivamente por el hombre, tales como
las guerras y la contaminación. Tampoco se consideran amenazas que no estén
necesariamente relacionadas con la estructura y función de los ecosistemas como por
ejemplo, las infecciones.
La Figura 3 presenta una lista de las amenazas naturales y los recuadros en las
páginas siguientes resumen brevemente la naturaleza de las amenazas geológicas,
inundaciones, tsunamis, huracanes y las amenazas en áreas áridas y semiáridas.

1. ¿Que tan naturales son las amenazas naturales?


Pese al término "natural", una amenaza natural tiene elementos de participación
humana. Un evento físico, como por ejemplo una erupción volcánica que no afecta al
ser humano, es un fenómeno natural, y no una amenaza natural. Un fenómeno
natural que ocurre en un área poblada es un evento peligroso. Un evento peligroso
que cause fatalidades y/o serios daños más allá de la capacidad de la sociedad a
responder, es un desastre natural. En áreas donde no hay intereses humanos, los
fenómenos naturales no constituyen amenazas ni tampoco resultan en desastres. Esta
definición difiere con la idea tradicional de que los desastres naturales son estragos
inevitables causados por las fuerzas incontrolables de la naturaleza. Un desastre no es
un proceso puramente natural, sino que es un evento natural que ocurre en lugares
donde hay actividades humanas.
Figura 3 FENOMENOS NATURALES POTENCIALMENTE PELIGROSOS

ATMOSFERICOS HIDROLOGICOS

Granizo Inundación costera

Huracanes Desertifícación

Incendios Salinización

Tornados Sequía

Tormentas Tropicales Erosión y sedimentación

Desbordamiento de ríos

Olas ciclónicas
SISMICOS

Fallas

Temblores VOLCANICOS

Dispersiones laterales Tefra (cenizas, lapilli)

Licuefacción Gases

Tsunamis Flujos de lava

Seiches Corrientes de fango

Proyectiles y explosiones laterales

Flujos piroclásticos
OTRASAMENAZAS GEOLOGICAS/HIDROLOGICAS

Avalanchas de ripio

Suelos expansivos INCENDIOS

Deslizamientos Matorrales

Desprendimiento de rocas Bosques

Deslizamientos submarinos Pastizales

Hundimiento de tierra Sabanas

Terremotos
Los terremotos se originan por la repentina liberación de la energía de tensión lentamente
acumulada en una falla de la corteza terrestre. Los terremotos y los volcanes ocurren
comunmente en la zona de choque de las placas tectónicas. Los terremotos en particular,
presentan una sería amenaza debido a la irregularidad en los intervalos de tiempo entre
eventos, a la falta de sistemas adecuados de pronóstico y a los riesgos relacionados con lo
siguiente:
- El temblor de tierra es una amenaza directa para cualquier construcción ubicada cerca del
centro del terremoto,
- El desplome de edificios causa muchas fatalidades en áreas densamente pobladas.
- Las fallas en la superficie ocurren como una separación del material parental a lo largo de la
superficie.
- Los derrumbes ocurren a causa de temblores de tierra en áreas de topografía relativamente
empinada y de poca estabilidad de pendiente.
- La licuefacción de material no consolidado, levemente inclinado, puede ser activada por un
temblor de tierra. Los flujos y las dispersiones laterales (fenómeno de licuefacción) son algunas
de las amenazas geológicas mas destructivas.
- El hundimiento de tierra o depresión de la superficie es el resultado del asentamiento de
sedimento flojo o no consolidado. El hundimiento de tierra ocurre en suelos inundados,
terraplenes, aluviones y en otros materiales propensos a asentarse.
- Los tsunamis u olas sísmicas, que son generados comunmente por la actividad sísmica debajo
del suelo oceánico, causan inundaciones en áreas costeras y pueden afectar a otras áreas
ubicadas a miles de kilómetros del centro del terremoto.
Volcanes
Los volcanes son perforaciones de la corteza terrestre, de las que escapan a la superficie rocas
fundidas y gases. Las amenazas volcánicas derivan de dos clases de erupciones:
- Erupciones explosivas: se originan por la rápida disolución y expansión del gas desprendido
por las rocas fundidas al aproximarse estas a la superficie terrestre. Las explosiones imponen
una amenaza al desparramar bloques y fragmentos de rocas y lava, a distancias variantes del
origen.
- Erupciones efusivas: la mayor amenaza impuesta por éstas es el flujo de materiales, y no las
explosiones en sí. Los flujos varían en naturaleza (fango, ceniza, lava) y cantidad, y su origen
puede provenir de diferentes fuentes. Su acción está determinada por la gravedad, la topografía
que los rodea y la viscocidad del material.
Las amenazas relacionadas con las erupciones volcánicas son los flujos de lava, la caída de
cenizas y proyectiles, las corrientes de fango y los gases tóxicos. La actividad volcánica puede,
a su vez, accionar otros eventos naturales peligrosos, incluyendo tsunamis locales, deformación
del paisaje, inundaciones por rompimiento de las paredes de un lago o por embobamiento de
arroyos y ríos, y derrumbes provocados por temblores.
Deslizamientos
El término deslizamiento incluye derrumbe, caídas y flujo de materiales no consolidados. Los
deslizamientos pueden activarse a causa de terremotos, erupciones volcánicas, suelos
saturados por fuertes precipitaciones o por el crecimiento de aguas subterráneas y por el
socavamiento de los ríos. Un temblor de suelos saturados causado por un terremoto crea
condiciones sumamente peligrosas. A pesar de que los deslizamientos se localizan en áreas
relativamente pequeñas, pueden ser especialmente peligrosos por la frecuencia con que
ocurren. Las distintas clases de deslizamientos son:
- El desprendimiento de rocas que se caracteriza por la caída libre de rocas desde un
acantilado. Estas generalmente se acumulan en la base del acantilado formando una pendiente,
lo que impone una amenaza adicional,
- Los derrumbes y las avalanchas, que son el desplazamiento de una sobrecarga debido a una
falla de corte. Si el desplazamiento ocurre en material superficial sin deformación total, se le
llama hundimiento.
- Los flujos y las dispersiones laterales, que ocurren en material reciente no consolidado donde
la capa freática es poco profunda. A pesar de estar asociados con topografías suaves, estos
fenómenos de licuefacción pueden llegar a grandes distancias de su origen,
El impacto de estos eventos depende de la naturaleza específica del deslizamiento. El
desprendimiento de rocas obviamente constituye un peligro para los seres humanos y la
propiedad, pero en general, impone una amenaza localizada dada su limitada área de influencia.
Los derrumbes, las avalanchas, los flujos y las dispersiones laterales generalmente abarcan
áreas extensas y pueden resultar en una gran pérdida de vidas humanas y propiedades. Las
comentes de fango relacionadas con erupciones volcánicas, pueden viajar a grandes
velocidades desde su punto de origen y son una de las amenazas volcánicas más destructivas.

Inundaciones
Se pueden distinguir dos tipos de inundaciones: (1) desbordamiento de ríos causadas por la
excesiva escorrentía como consecuencia de fuertes precipitaciones, y (2) inundaciones
originadas en el mar, o inundaciones costeras, causadas por olas ciclónicas exacerbadas por la
escorrentía de las cuencas superiores. Los tsunamis son un tipo especial de inundación costera.
a. Inundaciones Costeras
Las Olas ciclónicas son un crecimiento anormal del nivel del mar asociado con huracanes y
otras tormentas marítimas. Las olas ciclónicas están causadas por fuertes vientos de la costa
y/o por celdas de muy baja presión y tormentas oceánicas. El nivel de las aguas está controlado
por los vientos, la presión atmosférica, las comentes astronómicas existentes, las olas y el mar
de fondo, la topografía de la costa y la batimetría y la proximidad de la tormenta a la costa.
Generalmente, las destrucciones causadas por olas ciclónicas se pueden atribuir a:
- El impacto de las olas y de los objetos asociados con el pasaje del (rente de la ola;
- Las fuerzas hidroestáticas/dinámicas y los efectos de las bombas de carga de agua. Los danos
más significativos resultan a menudo del impacto directo de las olas sobre las estructuras fijas.
Los impactos indirectos causan inundaciones y socavamiento de infraestructuras tales como
autopistas y vías de ferrocarril.
La inundación de los deltas y otras zonas costeras bajas está exacerbada por la influencia de las
mareas, las olas de tormenta y por el frecuente movimiento en los canales.
b. Desbordamiento de Ríos
El desbordamiento de los ríos ocurre cuando se excede la capacidad de los canales para
conducir el agua y por lo tanto se desbordan las márgenes del río. Las inundaciones son
fenómenos naturales y puede esperarse que ocurran a intervalos irregulares de tiempo en todas
los cursos de agua. El establecimiento humano en un área cercana a planicies de inundación es
una de las mayores causas de daños causados por inundaciones.
Tsunamis
Los tsunamis son olas de larga duración generadas por terremotos, actividades volcánicas y
derrumbes en el suelo marítimo. La cresta de estas olas puede exceder los 25 metros de altura
al alcanzar aguas poco profundas. Las características únicas de los tsunamis (olas con 100 km.
o mas de longitud, velocidades en aguas profundas de hasta 700 km/h y altura de cresta
pequeña en aguas profundas) hacen que sean difíciles de detectar y monitorear. Las
características de las inundaciones costeras causadas por tsunamis son las mismas que cuando
las mismas están causadas por olas ciclónicas.
Huracanes
Los huracanes son depresiones tropicales que se desarrollan como fuertes tormentas
caracterizadas por vientos centrípetos. Estos se generan sobre aguas cálidas oceánicas a bajas
latitudes y son especialmente peligrosos dado a su potencial destructivo, su zona de influencia,
origen espontáneo y movimiento errático. Los fenómenos asociados con huracanes son:
- Vientos que exceden los 64 nudos "potencia del huracán" (74 mi/h o 119 km/h). Los daños son
causados por el impacto del viento en las estructuras fijas y por tos objetos que vuelan como
consecuencia del mismo.
- Fuertes precipitaciones de varios días de duración anteriores y posteriores al huracán. El nivel
de las precipitaciones depende de la humedad ambiental y de la velocidad y magnitud del
huracán. Las precipitaciones pueden saturar los suelos y causar inundaciones como
consecuencia del exceso de escorrentía (inundación de suelos); pueden causar derrumbes
como consecuencia del sobrepeso y la lubricación de los materiales de la superficie; y/o pueden
dañar los cultivos al debilitar el soporte de las raíces.
- Las olas ciclónicas, especialmente combinadas con mareas altas, pueden inundar fácilmente
las zonas bajas que carecen de protección.

Amenazas Naturales en AreasAridas y Semiáridas


a. Desertificación
La desertificación, degradación de los recursos naturales en tierras áridas que crean conciciones
desérticas, resulta de un conjunto de acciones interrelacionadas e interdependientes,
generalmente causadas por sequías combinadas con la presión de las poblaciones humanas y
animales. Las sequías son períodos secos prolongados en ciclos climáticos naturales. Los
periodos secos y húmedos imponen serios problemas para aquellos ganaderos y agricultores
que apuestan en los mismos. Estos aumentan el su rebaño y extienden sus plantaciones a
tierras de secano durante los períodos húmedos. En el futuro la sequía destriará las actividades
que habían sido extendidas más allá de los límites de capacidad de la región.
El sobrepastoreo es muy común en tierras de secano y es la actividad que más contribuye a la
desertificación. La labranza en tierras de secano se realiza en regiones semiáridas donde el
agua es uno de Los principales factores limitantes de la producción agrícola. Los cultivos más
utilizados son granos y cereales. La agricultura de secano es Una práctica arriesgada si no se
toman medidas especiales de conservación, tales como el uso de rastrojos barbechos de
verano, realizar cultivos en hileras y labranzas adecuadas. En América Latina, las tierras de
secano desérticas, pueden en general Ser atribuidas a algún tipo de explotación de suelos y a
las variaciones en el clima natural.
b. Erosión y Sedimentación
La erosión de suelos y su consecuente sedimentación son los eventos naturales que causan
más pérdidas económicas y sociales. La erosión ocurre en todo tipo de condiciones climáticas,
pero se le considera más dañina en zonas áridas ya que su combinación con la salinización es
un causal de desertificación. Las erosiones eólicas e hidráulicas ocurren en cualquier tipo de
pendiente. La amenaza de erosión es mayor cuando hay sobrepastoreo, cuando se explotan los
montes, con algunas prácticas de agricultura, caminos y senderos y el desarrollo urbano. La
erosión tiene tres efectos principales: la pérdida de soportes y nutrientes necesarios para el
crecimiento de los cultivos; el daño causado por los sedimentos acumulados por la erosión en
las comentes río abajo; y, la reducción de la capacidad de almacenamiento de agua por la
pérdida de suelos y la sedimentación de las cuencas y reservorios, lo que resulta en la
reducción del flujo natural de las cuencas.
La sedimentación en cuencas y reservorios generalmente es la base de muchos problemas de
manejo de aguas. El movimiento de los sedimentos y su resultante deposición en los reservorios
y en los cauces de los ríos, reduce la vida útil de los reservorios de agua, aumenta los danos
causados por las inundaciones, impide la navegación, degrada la calidad del agua, daña tos
cultivos y las infraestructuras y causa el excesivo uso de turbinas y bombas.
c. Salinización
Las aguas salinas son comunes en regiones secas. Los suelos con depósitos químicos marinos
(tales como el esquisto) son en general salinos. Sin embargo, los suelos salinos reciben sales
transportadas por el agua de otros lugares. La salinización en la mayoría de los casos ocurre en
tierras irrigadas como resultado del mal control de las aguas. La principal fuente de sales son las
aguas superficiales o subterráneas. Las sales se acumulan debido a inundaciones en tierras
bajas, a la evaporación de tierras deprimidas y al crecimiento de aguas subterráneas hasta la
superficie. La salinización reduce la fertilidad del suelo y puede llegar a causar la pérdida total
de la tierra para cultivos. En cienos casos, las tierras de cultivo abandonadas por el hombre por
problemas de salinidad pueden estar sujetas a erosiones eólicas e hidráulicas y terminar en
zonas desérticas.
Los bajos costos del agua causan el exceso de riego. En regiones secas, las aguas
subterráneas saladas son una fuente principal de agua. Al fijar un bajo precio para el agua en
proyectos de irrigación puede generarse una gran demanda para tales proyectos y resultar en el
mal uso del agua disponible, causando anegación y salinización.

A pesar de que el ser humano puede hacer muy poco para alterar la incidencia o
intensidad de la mayoría de los fenómenos naturales, puede desempeñar un papel
importante al asegurarse de que los eventos naturales no se conviertan en desastres
causados por sus propias acciones. Es importante entender que la intervención
humana puede aumentar la frecuencia y la severidad de los eventos naturales.
Por ejemplo, cuando se remueven las tierras en la base de un derrumbe para dar lugar
a una asentamiento, éstas pueden moverse nuevamente y enterrarlo. La intervención
humana también puede originar amenazas naturales donde no existían antes.
Los volcanes erupcionan periódicamente, pero hasta que los suelos ricos formados
por su deyección no son poblados por el ser humano, no se los considera peligrosos.
Finalmente, la intervención humana reduce los efectos mitigantes de los
ecosistemas naturales. Al destruir los arrecifes de coral se remueve la primera línea
de defensa de las costas contra las corrientes oceánicas y las olas ciclónicas; este es
un claro ejemplo de cómo la intervención humana disminuye la capacidad de un
ecosistema de protegerse a sí mismo. Un caso extremo de la intervención destructiva
del ser humano en un ecosistema es la desertificación, que por definición es un riesgo
"natural" causado por el ser humano.
Esta es la base para desarrollar medidas efectivas para reducir la vulnerabilidad: si las
actividades humanas pueden causar o agravar los efectos destructivos de los
fenómenos naturales, también pueden eliminarlos o reducirlos.

2. El medio ambiente, las amenazas naturales y el desarrollo sustentable


El trabajo de la OEA/DDRMA está enfocado en ayudar a los países a planificar su
desarrollo regional y preparar proyectos de inversión compatibles a nivel de
prefactibilidad. En sentido genérico, estas tareas pueden ser denominadas
"planificación del medio ambiente", ya que consisten en diagnosticar las necesidades
de un área, identificar los recursos disponibles para cubrir dichas necesidades y luego
usar esta información para formular una estrategia de desarrollo integrado compuesta
de proyectos sectoriales de inversión. En este proceso se utilizan métodos de análisis
de sistemas y manejo de conflictos para llegar a lograr una distribución equitativa de
los costos y beneficios, logrando de esta manera establecer un vínculo entre la calidad
de vida del ser humano y la calidad del medio ambiente. En el trabajo de planificación,
el medio ambiente - la estructura y función de los ecosistemas que rodean y sostienen
la vida humana representa el marco de trabajo conceptual. En el contexto del
desarrollo económico, el medio ambiente es el conjunto de bienes, servicios y
limitantes ofrecido por los ecosistemas. Un ecosistema es un conjunto coherente de
relaciones entrelazadas entre los seres vivientes y su medio ambiente. Por ejemplo, un
bosque es un ecosistema que ofrece bienes, incluyendo árboles que proveen madera,
combustible y fruta. El bosque también presta servicios regulando el almacenamiento
de agua, el nivel de inundaciones, el habitat animal y el almacenamiento de nutrientes,
y sirve como espacio recreativo. El bosque, como cualquier recurso físico, también
tiene sus limitantes. Requiere un tiempo fijo para reproducirse y es vulnerable a
incendios y plagas. Esta vulnerabilidad, o sea estas amenazas naturales, limitan el
desarrollo potencial del ecosistema forestal.
Un estudio sobre las limitantes del medio ambiente, así esté enfocado en ecosistemas
urbanos, rurales o naturales, incluye (1) la naturaleza y grado de degradación del
recurso; (2) las causas fundamentales de la degradación, que incluyen tanto el
impacto de los fenómenos naturales como de la intervención humana; y (3) las
posibles intervenciones de tipo económico, social, institucional, político y financiero
que pueden ser diseñadas para retrasar o atenuar la degradación. También en este
sentido, las amenazas naturales deben ser consideradas como un aspecto integral del
proceso de planificación de desarrollo.
La literatura reciente sobre desarrollo hace en ciertos casos una distinción entre
"proyectos ambientales" y "proyectos de desarrollo". Los "proyectos ambientales"
incluyen objetivos tales como el saneamiento, reforestación y control de inundaciones,
mientras que los "proyectos de desarrollo" pueden estar enfocados hacia el suministro
de aguas potables, la silvicultura y la irrigación. Pero el enfoque de proyecto en
proyecto no es un medio efectivo de promover el bienestar socioeconómico. Para que
los proyectos de desarrollo sean sustentables deben incorporar un manejo ambiental
adecuado. Por definición, significa que deben estar diseñados para mejorar la calidad
de vida y al mismo tiempo proteger o restaurar la calidad del medio ambiente, y deben
también asegurar que los recursos no sean degradados y que la amenaza de los
eventos naturales no sea exacerbada. En resumen, el buen manejo de las amenazas
naturales significa el buen manejo de proyectos de desarrollo.
Efectivamente, en áreas de alto riesgo, el desarrollo sustentable sólo es posible en la
medida en que las decisiones sobre planificación de desarrollo, tanto en el sector
público como en el privado, tengan en cuenta el potencial destructivo de las amenazas
naturales. Este enfoque es importante en situaciones post-desastre cuando los
organismos locales, nacionales e internacionales se ven presionados a reemplazar,
con frecuencia en el mismo sitio, las instalaciones que han sido destruidas. Es en
estos momentos que se torna más evidente la necesidad de contar con información
sobre amenazas naturales e incorporarla al proceso de planificación del desarrollo.
Para tratar el manejo de amenazas deben incorporarse acciones específicas dentro de
varias etapas del estudio de planificación del desarrollo integrado: primero, evaluar la
presencia de los eventos naturales y su efecto en los bienes y servicios brindados por
los recursos naturales en el área a desarrollar; segundo, obtener un estimativo del
impacto potencial de los eventos naturales en las actividades de desarrollo; y tercero,
incluir medidas para reducir la vulnerabilidad de las actividades de desarrollo
propuestas. Dentro de este contexto se deben identificar los elementos de la
infraestructura vital: aquellos componentes o segmentos críticos de los medios
productivos, infraestructura y sistemas de apoyo que deben tener la menor
vulnerabilidad posible y ser considerados como prioritarios en las actividades de
respuesta a un desastre.

Gestión del Riesgo

LA REDUCCIÓN DEL RIESGO Y SU GESTIÓN

El objetivo de este programa en la CDMB, consiste en ampliar el conocimiento


de la comunidad y las instituciones sobre el marco conceptual de riesgos, la
vulnerabilidad y las amenazas, y la importancia de la construcción de los
escenarios de riesgos para la planificación estratégica y la toma de decisiones
a nivel municipal y regional. El tema central se desarrolla en cuatro aspectos
fundamentales; las amenazas y vulnerabilidades, el enfoque de riesgo, la
gestión del riesgo y la construcción de los escenarios de riesgo.

Amenazas, vulnerabilidades y resiliencia

Se definen los conceptos de amenazas, vulnerabilidades y resiliencia. Al


mismo tiempo se irá trabajando en la organización de la información
(amenazas y vulnerabilidades) con la
metodología SIGA.

Una amenaza es cualquier factor ajeno y


fuera de control de los habitantes de una
determinada zona, representado por un
fenómeno físico que está latente, y que
puede ocurrir y producir un desastre al
manifestarse. Existen diferentes tipos de
amenazas, las cuales se pueden
clasificar en naturales, antrópicas y
socioculturales.

Amenazas de origen natural son todos los fenómenos atmosféricos,


hidrológicos y geológicos, que forman parte de la historia y de la coyuntura de
la dinámica geológica, geomorfológico, climática y oceánica del planeta, y que
por ubicación, severidad y frecuencia, tienen el potencial de afectar
adversamente al ser humano o a sus estructuras y actividades. Por tanto se
concluye que algunos desastres de origen natural, no pueden ser evitados por
el hombre, pero sí es posible mitigar y reducir sus efectos adversos.

Amenazas de origen antrópico son aquellas que son directamente atribuibles


a la acción humana sobre los elementos de la naturaleza (aire, agua y tierra)
y/o sobre la población, que pone en grave peligro la integridad física y la
calidad de vida de las comunidades. Existen por lo tanto dos tipos de
amenazas en esta clasificación: amenazas antrópicas de origen tecnológico y
las referidas a la guerra y la violencia social.

Amenazas socio-naturales son aquellas que se expresan a través de


fenómenos que parecen ser producto de dinámicas de la naturaleza, pero que
en su ocurrencia o en la agudización de sus efectos, interviene la acción
humana. Visto de otra forma, las amenazas socio-naturales pueden definirse
como la relación de la naturaleza frente a la acción humana perjudicial para los
ecosistemas (Wilches-Chaux, 1998).

La vulnerabilidad es el resultado de muchos factores, algunos de los cuales


se relacionan con políticas e instituciones y con la carencia de activos. Por
ejemplo, muchos habitantes urbanos pobres son vulnerables debido a su
situación legal informal, condiciones de vida precarias (físicas y sociales) y la
falta de una producción de subsistencia. Es importante obtener una visión
general de las causas y motivos subyacentes de la vulnerabilidad, para lo cual,
los métodos participativos y los informantes clave pueden resultar
particularmente útiles Descubrir varias formas de vulnerabilidad política y física,
y la manera en que afectan, limitan o reducen las opciones de los medios de
vida, constituye un aspecto clave del análisis de los medios de vida sostenibles
aunque, desafortunadamente, casi siempre se ignoran. Por ejemplo, en un
contexto urbano la presencia continua de asentamientos ilegales con
frecuencia está supeditada a relaciones de influencia coercitivas. En el
contexto rural, los conflictos en torno a los recursos naturales (tierra, agua,
bosques, pesca, minerales, plantas y animales silvestres) pueden volver
bastante inseguros a los medios de sustento de ciertos grupos.

Un concepto muy relacionado con la vulnerabilidad es la resiliencia. En la


medida en que una sociedad, pueda reducir la vulnerabilidad, estará
incrementando su capacidad de sobreponerse, organizándose para evitar o
mitigar desastres, es decir, que se estará desarrollando resiliencia. Esta
relación es inversa, es decir que a mayor vulnerabilidad se tiene menor
resiliencia.

Una forma de crear resiliencia es precisamente a través de la organización


vecinal y la creación de capital social. Cuando se estudian los riesgos que
acarrea un desastre, la percepción de la propia comunidad (o de los grupos
dentro de la comunidad) sobre acontecimientos pasados y la periodicidad con
que ocurren, puede ser una buena guía respecto a su frecuencia e intensidad.
Para las crisis imposibles de predecir, incluso con los métodos más
sofisticados, la discusión comunitaria puede ayudar a vislumbrar formas para
reducir los impactos negativos, sobre todo para los grupos más vulnerables.
La vulnerabilidad obedece primordialmente al riesgo, a la incertidumbre y a la
falta de seguridad. Esto reviste particular importancia para los pobres, ya que
una respuesta común a eventos estacionales adversos o a una crisis, significa
desprenderse de activos, y por lo general, ellos no cuentan con activos
vendibles. La falta de activos de las clases menos favorecidas o estratos bajos
también implica que a menudo son menos capaces que sus contrapartes más
adineradas de responder a tendencias positivas, por tanto, es aun más
importante el nivel de comunicación y organización entre ellos. La
organización social, es un factor transversal que ayuda a crear resiliencia ante
fenómenos que pudieran provocar un desastre, por tanto es tomado en cuenta
como denominador en la función que explica el riesgo, ya que al incrementarse
reduce significativamente la vulnerabilidad respecto a la amenaza.

El Enfoque de Riesgo

El concepto de riesgo se trata en el desarrollo y la reducción del riesgo en los


territorios de tal manera que normalmente cuando se habla de riesgo en el
contexto de desastres se relaciona con la fórmula:

Riesgo = (Amenaza * Vulnerabilidad)/ Nivel de Organización

El riesgo asocia al factor externo o amenaza que concierne sobre un sujeto,


con el factor interno de fragilidad o vulnerabilidad que presenta el mismo
sujeto. Por ejemplo, no es igual el impacto que tiene un sismo de grado 5 a
mediana profundidad sobre una ciudad de casas de adobe, que no han sido
construidas en forma anti-sísmica, que sobre otra ciudad cuyas construcciones
respetan estrictos criterios antisísmicos. En este caso, la amenaza externa es
la misma pero la vulnerabilidad interna varía, lo que hace diferente el riesgo.
En consecuencia, la vulnerabilidad disminuye según el grado de preparación
de la población e instituciones ante una inclemencia natural.

En concordancia con el parágrafo anterior; surge la importancia crucial de bajar


los niveles de vulnerabilidad por la vía de la organización social y el grado de
preparación ante inclemencias naturales. Este es el concepto de Capital Social,
que emergió en años recientes y se refiere a las formas en que cada actor
interactúa y se organiza, maximizando el logro de sus objetivos, resultado de la
combinación de otras formas de capital, tales como el físico, el natural y el
humano.

Es necesario romper el ciclo del desastre, reducir la vulnerabilidad por medio


de un programa de inversiones y mejoras en la capacidad de organización de
las sociedades, concluyendo en mejor calidad de vida, reduciendo el riesgo y la
afectación psicológica de los pobladores, incorporando medidas de mitigación
y prevención, ya que la prevención minimiza el daño y promueve un ambiente
estable.
El instrumento usado con mayor
frecuencia, tanto por las
instituciones nacionales, como a
nivel local, dada su aceptable
combinación entre facilidad y
efectividad, es la confección de
mapas de susceptibilidad de
amenazas y se trabaja en la
conformación de los mapas de
riesgos.
Es necesario mantener una
precaución indispensable:
distinguir los que son realmente mapas de riesgo, de lo que sólo constituyen
mapas de amenaza o mejor de susceptibilidad de amenazas. En efecto, se
trata de estos últimos, cuando se establecen mapas con zonas propensas a
amenazas, como temblores o a su combinación con inundaciones, etc.
Únicamente cuando ello se relaciona con un abanico suficientemente amplio
de vulnerabilidades internas, se está hablando efectivamente de mapas de
riesgo.

El meollo de la cuestión y papel coadyuvante del capital social es convertir


expresiones de vulnerabilidad en expresiones de resiliencia, parando la
evolución de la vulnerabilidad y entrando en el camino de la progresión de la
seguridad. Esto implica no solamente tratar las manifestaciones externas de la
inseguridad y vulnerabilidad sino también ir al fondo de sus causas (la pobreza,
por ejemplo).
Gestión del riesgo

Se trata la reducción del riesgo y su gestión, enfocando su importancia en la


resolución de los problemas del desarrollo municipal. La gestión municipal y
regional de riesgo es un proceso de decisión y de planificación que permite a
los actores locales: analizar el entorno, tomar decisiones de manera
consciente, desarrollar una propuesta de intervención concertada para
prevenir, mitigar o reducir los riesgos y encaminar el municipio hacia el
desarrollo sostenible. La gestión ambiental se ha impulsado como una
estrategia para reducir la vulnerabilidad, creando políticas que faciliten la
conservación y manejo de los recursos naturales y prácticas especificas para
fomentar el desarrollo socioeconómico.
Los problemas ambientales en la región se han acentuado por modelos de
desarrollo poco sustentables en términos sociales y ambientales, que han
profundizado las contradicciones en la relación campo-ciudad y sociedad-
naturaleza. Los procesos de descentralización, han incrementado las
limitaciones económicas y técnicas de los Gobiernos Municipales para
enfrentar los problemas territoriales.

Los pocos vínculos entre la planificación del desarrollo, el uso del territorio, las
condiciones naturales de la región, sus recursos y la gestión del riesgo,
conforman un panorama poco halagador que refuerza el círculo vicioso de los
desastres.

Dentro de los factores que potencian el riesgo se pueden mencionar la


debilidad institucional, la ineficiencia de las políticas públicas, legislación y
normas inadecuadas o no aplicadas, sistemas deficientes de seguimiento,
poca a nula información, observación, vigilancia y alerta temprana, escasez de
capital financiero, físico, humano y social.

En ninguno de los municipios del área de jurisdicción de la CDMB existe una


visión clara acerca de la participación y empoderamiento de la población sobre
el uso correcto del espacio, el uso sostenible de los recursos naturales,
inversión en infraestructura de calidad, inexistencia de normas y
procedimientos de prevención y gestión ambiental, actividades productivas y
desarrollo urbano en áreas expuestas a amenazas naturales, que resulta en un
efecto multiplicador de las catástrofes. Sumado a la escasa preparación de la
población para valorar y enfrentar las amenazas y situaciones de desastres
con mentalidad preventiva. La situación se complica por la carencia de
memoria histórica acerca de las causas y consecuencias de los desastres y la
ausencia de opciones suficientes para los segmentos más pobres de la
población, lo que los hace a su vez más vulnerables.

En los recientes grandes desastres ocurridos en Colombia, en donde territorios


enteros quedaron aislados por las inundaciones o corte de carreteras, muchos
alcaldes y municipios han asumido la gestión y el liderazgo, junto a la
población, mientras prevalecía la ausencia de los órganos especializados y de
socorro.

El reto a futuro es que las autoridades locales enfrenten el desafío no sólo de


actuar en situaciones de emergencias, sino que cada vez asuman un papel
mas protagónico en toda la dimensión del riesgo y su objetivo sea la reducción
de los desastres como elemento fundamental para lograr municipios más
sostenibles. Para el efecto la CDMB desarrollo en el año 2007 un proyecto de
capacitación en planes locales de emergencia PLEC´s y se continua con el
apoyo incondicionado en el marco de su competencia definida por la Ley 99 de
1989 y el Decreto 919 de 1989.

Según la Comisión Económica para América


Latina y el Caribe CEPAL, muchos estudios del
fenómeno de urbanización reconocen que el
rápido crecimiento urbano en el mundo en
desarrollo es inevitable, pero no aceptan las
nefastas predicciones de sus consecuencias.
Se asume que los gobiernos municipales con buena capacidad de gestión
pueden absorber un gran aumento demográfico sin disminuir el bienestar
humano ni la calidad del medio ambiente. La clave reside en el compromiso de
introducir y sostener políticas que, entre otras cosas, fomenten el capital social,
mantengan la infraestructura, aumenten la productividad de la fuerza laboral,
combatan los delitos contra los recursos naturales y la economía en este
proceso como es el urbanismo ilegal, y alivien la pobreza.

El gobierno eficiente en las ciudades y municipios es necesario para superar


las presiones impuestas por el crecimiento demográfico. Aunque las prácticas
de buen gobierno municipal son de introducción reciente y aún no se han
ejecutado en su totalidad en ninguna parte, incluyen aspectos como la
participación de los actores no gubernamentales (comunidades, grupos cívicos,
contratistas privados) en la atención de las necesidades básicas; la
descentralización del poder de adopción de decisiones y del control de los
recursos municipales a grupos locales autóctonos; y una respuesta más amplia
de los gobiernos municipales a las necesidades locales, mediante mayor
responsabilidad por sus obras y más transparencia en materia de financiación.
Este proceso vincula a la población con los procesos de planificación
estratégica municipal, la cual es entendida como un proceso mediante el cual
se logra identificar y cernir de manera concertada entre el Gobierno Municipal y
los actores locales, el camino hacia el desarrollo en igualdad de condiciones
varones y mujeres, a corto, mediano y largo plazo, tomando en cuenta las
capacidades y recursos con las que cuenta el municipio. La integración de la
gestión del riesgo en los procesos de planificación municipal depende de la
voluntad, actitud de diálogo, negociación y fortalecimiento de alianzas entre
gobiernos locales, organizaciones, líderes comunitarios, instituciones del
Estado, etc.

MÓDULO II - Amenazas en la Escuela y su Entorno

Normalmente, cuando se habla de desastres, se piensa en terremotos,


inundaciones, deslizamientos, huracanes, erupciones volcánicas o
avalanchas, así como también se piensa en desastres de origen humano,
como la explosión nuclear de Chernóbil (Ucrania), la fuga de gases
tóxicos en una fábrica de Bhopal (India) o el Incendio de Tacoa
(Venezuela). Sin embargo, un poco más de reflexión cuidadosa nos lleva
a pensar no en estos fenómenos en abstracto, sino en ciudades
destruidas por terremotos o huracanes, en cosechas arruinadas por
inundaciones, en pueblos sepultados por avalanchas y deslizamientos, y
en comunidades afectadas por erupciones volcánicas o por "accidentes
tecnológicos". Hemos dado un paso adelante al comprender que un
desastre no es en sí un fenómeno de la naturaleza o de origen humano,
sino los efectos nocivos que esos fenómenos producen sobre una
comunidad determinada. Por eso oímos decir hoy, con alguna frecuencia,
que los desastres son el resultado de problemas no resueltos del
desarrollo, lo cual significa que en nuestro afán por conquistar el medio
ambiente para satisfacer nuestras necesidades, los seres humanos
hemos ido desestabilizando nuestra relación con la naturaleza y sus
fenómenos y hemos ido generando condiciones en las cuales los
fenómenos de la naturaleza (y algunas actividades humanas) se
convierten en eventos peligrosos o amenazas contra nuestras propias
comunidades, al igual que los seres humanos nos volvemos perjudiciales
para la naturaleza y sus ecosistemas.

Los fenómenos de origen natural (terremotos, inundaciones, huracanes,


erupciones volcánicas) no constituyen por sí mismos desastres, sino que
necesitan de unos cómplices para convertirse en catástrofes para la
comunidad. Tampoco la existencia de esos hechos naturales, o de
fenómenos de origen humano susceptibles de desencadenar un desastre,
o la mera posibilidad teórica de que en algún momento se pudieran
presentar, constituyen amenazas en sí mismas.

En las amenazas de la naturaleza -y aún en algunas de origen humano- no


existe de por medio ninguna intencionalidad y mucho menos el propósito
de hacerle daño a la comunidad. La verdadera AMENAZA surge cuando
de la posibilidad teórica se pasa a la probabilidad más o menos concreta,
de que uno de esos fenómenos de origen natural o humano, se produzca
en un determinado tiempo y en una determinada región que no esté
adaptada para afrontar sin traumatismos ese fenómeno. Esa falta de
adaptación, fragilidad o VULNERABILIDAD, es precisamente la que
convierte la probabilidad de ocurrencia del fenómeno en una amenaza.

LAS AMENAZAS NATURALES son aquéllas que tienen su origen en la


dinámica propia del Planeta Tierra que, como sabemos, no es una roca
estática, sino un planeta dinámico y en permanente transformación.
Normalmente los seres humanos no intervenimos en la ocurrencia de
estos fenómenos, ni tampoco estamos en capacidad práctica de evitar
que se produzcan (aunque en el pasado se creía, por ejemplo, que
"deshollinando" o limpiando periódicamente las chimeneas de los
volcanes se podían evitar sus erupciones; y en nuestra época se ha
experimentado con el "bombardeo" a los huracanes en su origen para
evitar que evolucionen).

Según su origen, las amenazas naturales se clasifican en:

Geológicas: como los sismos o terremotos, los maremotos o tsunamis,


los movimientos de masa (deslizamientos, derrumbes, flujos), las
avalanchas, las erupciones volcánicas, los hundimientos, la erosión
terrestre y costera, entre otros.
Hidrometeorológicas o climáticas: como las inundaciones, los
desbordamientos, los huracanes, las tormentas tropicales, los tornados y
trombas, las granizadas y tormentas eléctricas, el fenómeno de El Niño,
las temperaturas extremas, las sequías, entre otras.

LAS AMENAZAS SOCIO-NATURALES, son aquéllas que se expresan a


través de fenómenos que parecen ser productos de la dinámica de la
naturaleza, pero que en su ocurrencia o en la agudización de sus efectos,
interviene la acción humana. De hecho, existen amenazas aparentemente
naturales, como las inundaciones, las sequías o los deslizamientos, que
muchas veces son provocadas por la deforestación, el manejo
inadecuado de los suelos, la desecación de zonas inundables y
pantanosas, o la construcción de obras de infraestructura sin las
precauciones ambientales adecuadas. Otras actividades humanas que
contribuyen a la aparición de amenazas socionaturales, son el manejo
inadecuado de las cuencas hidrográficas, la minería subterránea, la
destrucción de manglares, la sobre-explotación de los suelos y los
cuerpos de agua, la contaminación atmosférica, otros.

Podríamos definir las amenazas socio-naturales como la reacción de la


naturaleza frente a la acción humana perjudicial para los ecosistemas ("si
las pulgas pican al perro, no deben sorprenderse de que el perro se
rasque y se sacuda"), pero quienes sufren los efectos de esas
reacciones, no son siempre los mismos que las han provocado. Es muy
común que las consecuencias de la deforestación en las cabeceras de
una cuenca hidrográfica sean padecidas en forma de inundaciones o de
sequías por los habitantes de la parte baja de la cuenca.
En este dibujo se observa un ejemplo claro de una amenaza
socio-natural. Fuente: Wilches-Chaux.

LA AMENAZAS ANTRÓPICAS son aquéllas claramente atribuibles a la


acción humana sobre los elementos de la naturaleza (aire, agua y tierra) o
sobre la población, que ponen en grave peligro la integridad física o la
calidad de vida de las comunidades (a nivel global: la especie humana).
Entre las denominadas amenazas antrópicas por contaminación se
destacan el vertimiento de sustancias sólidas, líquidas o gaseosas al
ambiente (vertimiento de sustancias químico-tóxicas y radioactivas,
plaguicidas, residuos orgánicos y aguas servidas, derrames de petróleo,
otros.). Sus causas se pueden encontrar en los dos extremos del
"desarrollo": los grandes núcleos urbanos e industriales, que vierten sus
desechos sin control a los ecosistemas, y los grupos de población sin
acceso a infraestructura de saneamiento ambiental (agua potable,
alcantarillado, disposición y tratamiento de basuras).
¿CÓMO EVALUAR LAS AMENAZAS?

El estado actual del conocimiento científico y técnico no es suficiente


para determinar sin lugar a dudas, si un fenómeno va o no a producirse
en un lugar específico y en un momento determinado.

Por eso la evaluación de la amenazas pertenece más al campo de las


probabilidades que al de las certezas, pero existen sí una serie de
preguntas e indicadores que pueden ayudarles a las autoridades, a las
organizaciones locales, a los docentes y a las comunidades en general a
aproximarse a respuestas útiles en términos de prevención de desastres.

Veamos algunas de esas preguntas:

¿Qué tipos de amenazas están presentes en la zona donde está


construida la escuela, y de llegarse a presentar el fenómeno amenazante
qué problemas podría generar en la institución educativa y en la
comunidad?

¿En dónde se encuentran las fuentes de esas amenazas?

¿Un fenómeno de este tipo podría desencadenar otras amenazas? (Por


ejemplo un deslizamiento sobre el cauce de un río podría generar un
represamiento de las aguas y posteriormente una avalancha; o un
terremoto podría ocasionar incendios o fugas tóxicas en una fábrica).

¿Con qué frecuencia o recurrencia se han presentado en la zona


fenómenos similares en el pasado?

¿Cuál ha sido la intensidad de los efectos (como quien dice el tamaño o


la gravedad de los daños causados) cuando en el pasado se han
presentado fenómenos similares?
¿Qué sub-zonas o sectores específicos están más expuestos a esas
amenazas y hasta dónde podrían extenderse sus efectos?

¿Qué información histórica o qué mitos, cuentos o leyendas existen en la


comunidad sobre la presencia de esas amenazas en la zona?
¿Qué estudios científicos o técnicos sobre esos fenómenos están a
nuestro alcance y cuál es nuestra capacidad para realizar una evaluación
permanente y un monitoreo de la amenaza?

Las respuestas a las preguntas anteriores nos ayudarán a establecer el


tipo de precauciones que debemos tener en cada lugar para podernos
enfrentar con éxito a las amenazas procedentes del medio humano o
natural. (Wilches-Chaux 1998).

Descarga de Documentos:

SI DESEAS INFORMACIÓN SOBRE LAS AMENAZAS DE MÉRIDA


SELECCIONA UNA ZONA DEL MAPA:
Recopilación: CIGIR (Textos tomados de: Gustavo Wilchex-Chaux, 1998).

Septiembre, de 2009

Última actualización el Viernes, 02 de Julio de 2010 20:53

AMENAZAS NATURALES

Las amenazas naturales son aquellos elementos del medio ambiente que son peligrazos
al hombre y que están causados por fuerzas extrañas a el. Para efectos de desastre
amenaza se refiere específicamente a todos los fenómenos atmosféricos, hidrológicos,
geológicos (sísmicos y volcánicos), y a los incendios por su ubicación, severidad, y
frecuencia, tienen el potencial de afectar adversamente al ser humano, sus estructuras y
actividades. Pese al término “natural” una amenaza tiene elementos de participación
humana. Por ejemplo un evento físico como la erupción volcánica que no afecta al ser
humano, es un fenómeno natural y no una amenaza natural. Un fenómeno natural que
ocurre en regiones pobladas es un evento peligroso. Un evento peligroso que causa
fatalidades y/o serios daños mas allá de la capacidad de respuesta es un desastre natural.
Un desastre no es un proceso exclusivamente natural, si no es un evento natural que
ocurre en lugares donde hay actividades humanas.

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